Esperamos tu historia corta o larga... Enviar a Latetafeliz@gmail.com Por falta de tiempo, no corrijo las historias, solo las público. NO ME HAGO CARGO DE LOS HORRORES DE ORTOGRAFÍA... JJ

Ella, Tu, Yo... Te amo - Mayra (Capítulo 9 y 10)



Capítulo 9
Celos

-¿Ana? – le pasó la mano por el frente - ¡Ana!

-¿Eh?... ¿Qué? - preguntó saliendo de sus pensamientos.

-¿Qué te pasa, estás bien? Has quedado pálida.

-Si, si es sólo que tengo hambre - fue hasta la mesa donde se sentó a devorar un sándwich.

-¿Durmieron juntas? - preguntó Daniela haciendo que Ana se atragantara.

-Eso sucede cuando se come muy a prisa-le dijo Cristina dándole palmaditas en la espalda.
Ana miró a Cristina y no podía entender como estaba como si nada, vio como Daniela se sentaba frente a ella sin dejar de mirarla, entonces supo que esperaba una respuesta.

-Sí –contestó, después de haber bebido un poco de jugo-  a la loca de Susana se le olvidó que iba a compartir habitación conmigo y se durmió en la que ella iba a compartir con Laura, entonces se quedó a dormir conmigo.

- ¿Por qué? Si según tengo entendido las habitaciones de aquí abajo estaban desocupadas -soltó seria pero disimuladamente Daniela.
Cristina se sorprendió ya que ella había olvidado por completo esa dos habitaciones que efectivamente estaban vacías, en cambio Ana se sintió pillada ya  que ella sabía bien de las habitaciones.

-¡Es cierto! Lo olvidé con eso de que tenemos que compartir habitación, se me pasó por completo - dijo como si nada.

-Es verdad yo igual lo olvidé - dijo Cristina.

-¿Tan tarde se durmieron para que se levanten hasta hora?- preguntó de nuevo Daniela.

-Si es que…

-¿Qué pasa Dani? - la cortó - Lo digo porque me siento como en un interrogatorio.

-No, nada Cris, siento molestarte - dijo apenada Daniela.

-No si no me molesta, es sólo que siento que quieres saber algo y si es así, pues pregunta de una vez y nos dejamos de tanto rodeo.

Ana se quedó mirándola sorprendida por esa manera tan clara y segura de decir aquello, miró a Daniela que al igual que ella estaba sorprendida pero también avergonzada, con la cabeza baja.

- Yo te voy a decir lo que pasa - dijo haciendo que las dos mujeres la miraran - seguro que ya le contaron que ayer me salí furiosa y como soy su mejor amiga y me adora pues quiere saber si estaba bien.

-Si es eso Dani, no te preocupes, que aunque no sé cual fuel el problema, te puedo asegurar que cuando regresó estaba muy tranquila-informó más calma Cristina.

-Bueno pues yo me voy - dijo Ana después de un largo silencio.

-¿Dónde vas?- le preguntó Cristina.

-Voy a arreglar algunas cosas que faltan para esta noche.

-¿Queres que te ayude en algo? - preguntó Daniela.

-No tranquila, quédate a disfrutar aquí con las chicas.
Subió hasta su habitación por su móvil y las llaves de la camioneta, cuando logró buscarlas en el pantalón que tenía la noche anterior, escuchó que tocaron a la puerta.

-¡Adelante! -gritó desde el baño, cuando salió se encontró con Daniela.

-¿Podemos hablar un momento?-le preguntó.

-Si claro ¿Qué pasa?

-Ana quiero que me seas completamente sincera ¿Ha pasado algo entre tú y Cris?- Ana no tuvo que contestar ya que sólo se limitó a bajar la mirada- ¡Lo sabia!

-Dani no es lo que piensas –le dijo al verla darse la vuelta.
-¿No? ¿Y qué es entonces?

-No me acosté con ella, bueno si, pero no pasó nada sólo…sólo la besé.

-¿La besaste o se besaron?

-No sé, eso da igual.

-No, Ana, no da igual, porque si se besaron, quiere decir que te correspondió y si lo hizo es porque le interesas.

-No va a volver a pasar Dani.

-¡Joder Ana! es que no debió de haber pasado tú sabías que me interesaba.

-Ya sé, pero es que yo ya la conocía,  me había encontrado con ella en dos ocasiones, ya sabes cómo soy cuando me aferro a conquistar una mujer, le pedí una cita pero nunca tuve respuesta entonces cuando la volví a ver me entusiasmé tanto que no se me pasó por  cabeza que fuera la misma mujer de la que tú me habías hablado.

-¿Ella te ha correspondido?
Pensó mucho la respuesta por qué no quería mentirle pero tampoco quería hacerle daño otra vez no.

-No…no lo hizo, me rechazó.

-No sé si eso sea bueno, tal vez ni le gustan las mujeres.

-Dani sé que esa mujer te gusta mucho y no lo sé porque me lo hayas dicho, si no porque lo vi cuando la miraste y te aseguro que conozco muy bien esa mirada, te aseguro que yo no me voy a interponer, sabes que nunca haría algo que pudiera dañarte ¿Verdad? Además Cris se ve una chica inteligente ¿Tú crees que perdería el tiempo con una loca como yo? No seas tontita Dani.

Con ese último comentario decidió cambiar de tema, contando lo que tenía planeado para la noche, poco después se despidió de ella y salió de la casa, en esos momentos deseó tener su moto para correrla y sentir que el viento golpe su cara pero se tuvo que conformar con el deportivo de Daniela, estaba molesta consigo misma y con su bendita suerte pero sobretodo con el maldito móvil que no dejaba de sonar y ella había olvidado las manos libres, buscó donde detenerse y contestó.
-¿Sí?... ¡Sara!... ¿En serio?...pues perfecto has caído como un ángel del cielo…claro demonio -rio- ok…yo te recojo…besos guapa-colgó-bueno, por lo menos ya tengo una razón -se terminó de decir para ponerse en marcha.
Más tarde después de una larga siesta Cristina salió de la habitación sabía que ya todas estarían abajo así que se dirigió hacia ahí pero al bajar no vio a nadie en el salón cosa que le extrañó, imaginado que tal vez estaban en la  piscina se dirigió hacia ahí pero su sorpresa fue al ver que frente a la piscina estaba Ana de pie sin la parte de arriba del bikini contempló sus hermosos y firmes senos, se quedó tan absorta que no escuchó unos pasos tras ella.
-¿Te gusta lo que ves?- dio un bote al escuchar una voz tras de ella que no reconoció -perdona no quise asustarte- escuchó decir de nuevo,  se giró y vio frente a ella una rubia con una sonrisa traviesa- No nos han presentado, soy Sara-le tendió la mano.

-Cristina-contestó más por inercia que por otra cosa.

-Mucho gusto Cristina-vio como la rubia levantó la mano haciendo señas, se giró a mirar y vio a Ana envolviéndose en una toalla y caminar hacia ellas.

-¡Cris! pensé que no había nadie en la casa-dijo Ana ya junto a ellas.

-Pues ya ves que te equivocaste Cariño-dijo la rubia dándole un piquito
Ese Cariño, junto a ese beso, retumbó en la cabeza de Cristina, tanto que no pudo evitar ponerse una mano en la frente.

-¿Donde estas los demás?-preguntó después unos segundos.

-Fueron por unas cosas al Bar de Santi-contestó Ana.

-Ya. Pues yo…voy a mi habitación-dijo dándose la vuelta dejando a las dos mujeres ahí.

-¡Cris! –la llamó Ana antes de que subiera las escaleras.

-¿Qué quieres Ana?-le preguntó girándose con el ceño fruncido.

-Preguntarte si no quieres quedarte con nosotras.

-¿Así? ¿Y para qué? claro para que yo vea como se comen la boca ¿no?

-¿Estás celosa?

-No son celos es sólo que me da coraje encontrarme gente como tú que anda buscando a quien meter a su cama sin que su noviecita se entere.

-Ella no es mi novia.

-Pues peor aun porque entonces es verdad que eres de esas que sólo andan buscando con quien se revuelcan como si fueran putas.

-Ya, pues no te parecía eso anoche mientras me besabas-preguntó ya molesta también.

-No sabía que no valías la pena-soltó sin reparo.

-Si no valgo la pena ¿Dime por qué estás celosa? -la vio acercarse más a ella y cruzar su brazo en su cintura haciendo que sus cuerpos se pegaran.

-¿Qué haces? ¡Suéltame!-la empujaba sin poderse soltar de ella,

-Acéptalo,  estás celosa -le dijo pegado su rostro a su mejilla- quisieras que mis labios sólo besaran los tuyos ¿eh?-le susurró dejando pequeños besos en su cuello que hicieron que cerrara los ojos-pero lo siento cariño yo no soy de compromisos-y con una mano le giró su rostro para que sus labios se juntaran poniendo presión, pudo sentir como buscaba que abriera su boca y ella lo hizo para capturar uno de sus labios entre sus dientes-¡auch! ¡Coño! –La escuchó gritar y separarse de ella colocándose una mano en el labio
-¡No vuelvas hacer eso en tu puta vida y no quiero que te vuelvas acercar a mí!- le dijo enfurecida para luego girarse y subir las escaleras como alma que lleva el diablo.
Ana la vio desaparecer,  miró la mano que tenía en la boca y pudo ver un ligero rastro de sangre volvió su mirada hacia las escaleras

- No puede gustarte Anita o te complicaras la vida -susurró para sí misma y se fue de nuevo hacia la piscina.
La noche ya había llegado Ana salió de su habitación ya enfundada en un traje sastre blanco que moldeaba bien su figura pero sobre todo la hacía verse muy provocativa por qué no llevaba nada debajo del saco dejando ver por el escote el principio de sus pechos. Fue hasta el balcón, se sostuvo en el barandal y dejó salir un suspiro.
-Me gustaría saber por quién es ese suspiro-escuchó decir tras de ella.

-Te aseguro que no es por ti-contestó girándose.

-Lo sé, sé que no merezco ninguno-la vio caminar y pararse junto a ella pero sin mirarla- ¿Algún día podrás perdonarme?

-Ya lo he hecho-contestó tranquila volviendo a su posición anterior.

-Me haces mucha falta Ana, me hace falta mi amiga-la miró y vio sus ojos color avellana clavados en ella llenos de sinceridad ¿pero cuantas veces los vio de esa manera? Y al final… no lo fueron del todo Pensó.

-Lo siento pero no sé si podría volver a ser tu amiga, no después de todo lo que pasó, no confío en ti.

-Ya. Pero siento que como amiga no te fallé.

-Te equivocas como amiga también lo hiciste, desde el momento en te metiste en mi cama sabiendo lo que sentía, para luego mentirme y no ser sincera, ni como amiga te importaron mis sentimientos después de haberme botado como un trapo sucio que ya no te era útil.

- Tienes razón, pero si tan sólo me escucharas lo que tengo que decirte, lo que no pude, sacar todo lo que me hiere aquí adentro, yo también necesito curar mis heridas pero para hacerlo necesito que me escuches, que sepas la verdad de mis motivos, no pienses que quiero justificarme porque sé que todo fue por mi maldita culpa.

-¿Por qué ahora?-la miró con reproche- ¿Por qué no antes cuando necesitaba una explicación?

-Hace mucho que he querido  pero…no tuve valor, sabía que no merecía que me escucharas, sé que ni ahora lo merezco pero tengo la esperanza que con todo este tiempo que ha pasado tu rencor hacia mi ya no sea mucho.

-Cariño ya están todos abajo-escucharon la voz de la rubia decir tras de ellas.

-Hablaremos pero no ahora, aun no estoy lista-le dijo antes de girarse y terminar esa conversación con su acompañante.
Cuando llegaron Ana detuvo el motor  y más atrás también lo hizo Daniela, Cristina estaba por bajar del auto cuando Daniela la detuvo del brazo.

-Espera-le dijo y la vio salir y rodear por el frente hasta llegar a su portezuela que abrió invitándola con una mano a salir.

-Gracias-dijo ella tomando su mano y saliendo con una sonrisa.

-Encantada-le dijo cerrando la puerta y cruzado su brazo con el de ella.
Ana las veía venir hacia ella con los brazos entrelazados, bajó la mirada y entonces sintió una mano sujetar la suya, miró a su dueña,  que con la otra mano le sujeto la mejilla y le plantó un beso.

-No permitiré que te me pierdas -le susurró después del beso.

 Cuando ya todos los estaban junto a ellas hizo que la siguieran hasta llegar a uno de los yates, las música se podía escuchar desde  poca distancia, Laura y Susana comenzaron a mover sus caderas  al ritmo de la música, ya en el interior una mujer que se encontraba sentada  junto a un chico fue hacia ella y abrazó a Ana, luego a Daniela con mucho cariño.

-Que gusto volverlas a ver-dijo después de estrujar a ambas.

-Si bastante ya-dijo Ana.

-Si la última vez que les vi, fue cuando fuimos a tu rescate-se pudo ver que después de decir aquello se arrepintió-lo siento.

-No tranquila-le dijo Ana con una pequeña sonrisa-mira te presento: Ella es Susana la nueva y más pequeña del grupo y esta es Sara, el es Juan, el novio de Elena que ya la conoces, este es Luis, Marcos el novio de Lucia y ella es Cristina su hermana.

-Pues mucho gusto yo soy María-dijo saludando a todos con un beso para después saludar a Laura y Elena-bien pues venga que yo les voy a   presentar a      mi     peor  es    nada, las llevó hasta la mesa donde un chico se puso de pie al verlas llegar.

-Bueno pues él es mi novio, Samuel te presento a mis amigas de infancia Ana y Daniela y ellas son sus amistades.

-Mucho gusto me ha hablado mucho de ustedes-las saludó.

-Espero que bien-dijo Daniela.

-Uy si tanto que hasta me sentía celoso.

-Pues estate tranquilo porque por mucho que intenté que me hiciera caso no lo logré -dijo Ana recibiendo un golpe en el brazo por parte de María.

-Todavía recuerdo todo lo que hacía para impresionarme, un día casi se ahoga sólo por regalarme una estrella de mar que se encontraba en la zona rocosa, si no fuera por mi padre que fue a su rescate estuviera contando esto sintiéndome culpable de su muerte.

-Ya pero es que era una cría-dijo ella con pena.

-Si una cría muy loca-dijo riendo María-bueno venga siéntense ahora vienen sus bebidas.

-¿Está listo el servicio? –preguntó Ana con una sonrisa traviesa sentándose justo al lado de María y su novio.

-Si ya están-Contestó María poniendo los ojos en blanco.

Unos segundos después una chica vestida como las conejitas de playboy con una charola en mano llego hasta ellas dejando sus copas sobre la mesa, las caras de algunas fue de sorpresa otras quedaron coloradas, mientras que Ana hacia una radiografía completa con una sonrisa de oreja a oreja y de los chicos ni que decir casi se les caía la baba, tanto que algunos recibieron un codazo de sus novias.

-Ya te vale-dijo Laura mirando a Ana.

-¿Qué?-dijo ella sin dejar de mirar a aquella mujer que se había inclinado justo frente a ella para dejar su copa-no te quejes que ahora viene lo tuyo-terminó de decir.
Y así fue, un chico bien parecido apareció, con tan sólo una corbata de lazo en el cuello mostrando sus expectórales y su piel bronceada, con unos pantalones cortos bien ajustados a sus piernas musculosas, ahora fueron los chicos los que bufaron mientras que Ana tan sólo moría de risa por ver como había logrado callar las quejas de las hateros de esa fiesta.
Mientras unos conversaban en la mesa otros bailaba, entre los que bailaba estaba Ana con Sara que lo hacían muy provocativas cosa que había visto Cristina y se regañaba así misma por no poder evitar mirar.
Ana bailaba muy a gusto siguiendo las provocaciones de Sara hasta que María se acercó a decirle algo en el oído que la hizo detenerse, miró fue hacia donde estaba el chico de la música y pidió que la detuviera haciendo que todos la miraran.
-Todos pasen al otro lado del yate-dijo llamando la atención y ir hacia donde había dicho seguida por los demás-bien pues empieza la cuenta regresiva –diez…nueve…ocho…siete… seis…cinco…cuatro…tres…dos…uno ¡miren arriba! -gritó apuntando hacia el cielo.
Eran las doce y un minuto exactamente cuando  un avión con sistema de luces dejaba ver un mensaje  ♥ feliz cumpleaños preciosas ♥ pasó la primera frase seguida de  ♥las quieren sus amigas♥  y de último tardando un poco mas  ♥bienvenida Cristina♥  todo se apagó de nuevo hasta que luego de unos segundos se vieron varios destellos de colores causados por varios fuegos pirotécnicos.

Todos miraban maravillados el espectáculo pero sobre todo las dos festejadas, Cristina sin saber por qué busco a Ana tal vez sabiendo que ese detalle como todo lo demás había sido idea de ella, miró en ambos lados hasta que la vio en el otro extremo junto a ella estaba Sara pero esta vez no le importó, la contempló por un instante hasta que la vio mirarla, sus miradas se cruzaron por unos segundos hasta que le regaló una pequeña sonrisa de gratitud que fue recibida de igual manera para luego mirar de nuevo aquel espectáculo de colores que duró unos pocos minutos más.
Después de recibir regalos por parte de todas, la fiesta continuó entre pláticas, baile y risas. Cristina se la estaba pasando bien sobre todo por la compañía de Daniela que se había encargado de no dejarla sola en ningún momento librándola de los intentos de Luis porque bailara con él, pero también había conseguido dejar de ver a las dos mujeres que no dejaban de besarse y tocarse, hasta que Laura llegó hasta ellas para sacar el tema.
-¿Tu sabias que ya había regresado?-preguntó Laura a Daniela  señalando con la mirada a la rubia.

-No tenía la mas mínima idea-le contestó viéndolas.

-Pues espero que se regrese pronto por donde vino, no sé porque pero no la trago nadita
.
-Tal vez por que sientes que pervirtió a nuestra amiga.

-No es sólo eso, sino que siento que  se cree muy buena y va de lista.

-Pues la verdad es que buena si esta-opinó Daniela haciendo que las otras dos las miraran-¿Qué? Si es la verdad, tiene lo suyo eso no lo pueden negar-las dos mujeres volvieron su mirada hacia la rubia.

-Pues tendrá lo suyo, pero no tanto como para conseguir que me cambie de acera-aseguro Laura.

-¿Y por que querría cambiarte?-preguntó Cristina.

-Porque lo quiere, fíjense que me la encontré hace un rato, estaba sola y que me dice-comenzó a imitar su voz- “Laurita mira que no me había fijado de lo buena que estas, si no fuera porque Ana me mataría te aseguro que no te dejaba hasta que me hicieras caso”.

-¡No! ¿Y tú que le dijiste?-preguntó Daniela.
-Pues yo le dije; hay chula perderías tu tiempo por no eres mi tipo te sobran dos cosas-puso su manos a la medida de sus pechos-y te falta una-señaló con dos dedos como haciendo la idea de que fuera un gran pene, logrando que las demás rieran-pero que me contesta la muy lista. Eso chiquilla tiene arreglo y te aseguro que una vez que lo pruebes te va encantar.

-Eso es verdad-opinó Daniela.

-Claro, tu lo dices porque te van las chicas y lo respeto pero así como a ti te encantan ellas a mi me vuelven loca ellos y no probaría que es estar con una mujer ¿o tu si estarías con un hombre?-le preguntó a Daniela.

-Pues ya estado con alguno y la verdad no me gusto nada-negó en silencio.

-Ya ves, eso es de lo que hablo, cuando sabes que es lo que te gusta aunque te lo pinte de colores no agarras nada más.

-Ya. Pero como puedes saber lo que te gusta si no lo has probado.

-Pues porque lo sé y estoy segura de ello, no necesito probarlo para saberlo.

-Pues yo sé de muchas que han estado muy seguras pero cuando  lo prueban ya no quieren dejarlo.

-Yo creo que hay dos razones del por qué pasa eso. Uno por que nunca estuvieron tan seguras y dos por que se enamoran y yo creo que cuando uno se enamora lo hace de la persona no del sexo.

-Bueno si lo ves de esa manera ¿tu Cris qué opinas?
Cristina se había mantenido en segundo plano, escuchando aquellas dos debatir si interferir por miedo a no saber qué decir, por eso cuando Daniela pidió su opinión ella no pudo evitar atragantase con su bebida ocasionando que Laura riera por lo bajo mientras que Daniela le daba palmaditas en la espalda.
-¿Mejor?-preguntó Daniela.

-Si, si Gracias-contestó.

-Bien, entonces dinos qué opinas-preguntó Laura recibiendo una mirada asesina por parte de Cristina.

-Eh…pues yo…creo que si te enamoras no importa de quien sea-logró decir aun nerviosa.

-Entonces tú estarías con una mujer siempre y cuando estés enamorada.

-Exacto -contestó más segura- pero también creo que para enamorarse de alguien te tiene que atraer tanto física como emocionalmente.

-O sea que si no te van las chicas no es probable que te enamores de una-dijo Daniela.

-Todo es probable, pero en mi caso es más seguro que me enamore de una mujer ya que me atraen más.
Al terminar de decir eso Cristina tuvo que limpiarse la cara ya que Daniela le había escupido por la sorpresa lo que acababa de beber de su copa.
-Lo...lo siento-logró decir Daniela con sorpresa aun en su rostro.

-No jodas Dani -habló Laura mientras reía- mi amiga sale del closet frente a ti y a ti sólo se te ocurre bañarla de vino.

-De verdad lo siento… es que…que  por la sorpresa yo bueno-decía nerviosa pero feliz por la noticia.

-Tranquila imagino que no te lo esperabas.

-No, la verdad no, como Lucia nunca había dicho nada.

-Porque ella no lo sabe y te agradecería que no le dijeras nada si se tiene que enterar quiero que sea por mí.

-No te preocupes tu secreto está a salvo conmigo.

-Te lo agradezco, aun que sé que tarde o temprano dejará de ser un secreto - e hizo una mueca  para luego mirar a su hermana que bailaba algo lento con Marcos.

Capítulo 10
Una Cita, Un Accidente

Dos meses habían pasado desde que fueron a la casa de la playa. Cristina ya se había acostumbrado a convivir con Laura y ya estaba más que acoplada en el bufete. Las cosas le estaban yendo bien, la amistad con las chicas había aumentado, sobretodo con Daniela, que es con la que más había estado saliendo, de Ana no había sabido más que algún que otro comentario por parte de Susana. Por un lado, sabía que eso era lo mejor, ya que quería olvidarse de lo que pasó entre ellas, aunque una que otra noche recordaba sus besos y como había dormido entre sus brazos, pero se obligaba a si misma sacar esos pensamiento, al igual que lo hacía cuando recordaba lo ocurrido con la bailarina. Pero desde hacía varios días no había pensado en nada más que en la persona con la que iba a tener una cita.

La que si andaba muy extrañada y un poco preocupada era Susana que desde que regresaron, había encontrado muy extraña a Ana, ya que la veía pasar más tiempo de lo normal en el restaurante, aunque  a pesar de parecerle raro eso lo podía entender ya que sabía lo mucho que le encantaba su trabajo, pero lo que si no podía entender era el por qué ya no la veía hacer sus típicas salidas nocturnas y mucho menos entendía el no verle alguna nueva conquista; pero lo más raro fue una noche en que se presentó a la casa Claudia y se encerraron en su habitación, de donde después de un rato, Claudia salió gritando “Eres una imbécil, Cuando de verdad quieras follar conmigo búscame sino hazme el favor de no buscarme”  y luego salió dando un tremendo portazo, cuando le preguntó a Ana que había pasado, esta de  muy mala manera contestó “No es algo que te tenga que importar”.
Eran las tres de la mañana cuando un teléfono con insistencia sonaba, por fortuna para quien estaba llamando, Susana se había levantado a tomar un poco de agua cuando lo escuchó  y contestó.
Ana dormía plácidamente cuando sintió alguien despertarla con leves sacudones.

-¡Ana! ¡Ana despierta!

-¿Qué pasa? – con trabajo abría los ojos.

-Es Laura, te está llamando.

-¿Laura? ¿Que coño quiere Laura a esta hora?

-No sé, pero parece urgente - Ana tomó el teléfono y contestó.

-¿Qué pasa Laura?- contestó malhumorada.

-Disculpa Ana pero es que es urgente ¿Sabes dónde puedo localizar a Dani? Le marqué a su móvil pero no me lo coge y en su casa tampoco.

-¿A Dani? Pues no, no sé donde pueda estar, somos muy amigas sí, pero pues  no le he puesto chip ni nada por el estilo para saber donde coño está, pero si quieres la próxima vez que la vea le pido que se ponga algún dispositivo de rastreo.

-¡Joder Ana! deja de estar con tus estupideces necesito localizarla.

-¿Y se puede saber por qué coño la quieres con urgencia?

-No a ella, a Cristina, sé que tuvieron una cita así que imagino que aun están juntas ya que he marcado a la casa y no me contesta nadie.

-Pues igual están tan entretenidas que no han querido cogerlo, pero te vuelvo a repetir, yo no sé donde están o qué coño hacen y la verdad no me interesa, así que si no te importa voy a seguir durmiendo - dijo mucho más molesta que antes.

-Esta bien, pero por si te importa saberlo, estoy localizando a Cris porque Lucia y Marcos tuvieron un accidente y están aquí en el hospital -escuchó silencio -¿Ana? ¿¡Ana me escuchas!?
Ana ya no escuchó más se puso un pantalón la cazadora negra cogió el casco y salió volando hacia el hospital, cuando llegó preguntó directamente por Laura que la estaba esperando.
-¿Cómo están?- preguntó apenas vio a Laura.

-A Lucia ahora mismo la están operando…Marcos…el no llegó…al hospital…no resistió-dijo con los ojos rojos.

-¡Joder! Ya avisaste a Sonia – se refería a la madre de Lucia.

-No, sé que está en el pueblo, es mejor que sea Cris la que decida como darle la noticia a su madre.

-¿Ya la localizaste? -Laura negó – Pues cuando terminen de hacer lo que sea que estén haciendo se enterará y vendrá. Ahora lo importante es que Lucia salga bien.
Una hora más tarde una Cristina muy alterada llegó donde Ana esperaba, acompañada de una Daniela que intentaba calmarla.
-¡Ana! ¿Cómo esta? Dime qué bien por favor - le dijo llegando junto a ella.

-La están operando pero parece que está yendo bien.

-¡Dios! No puede ser que nos pase esto, otra vez no - dijo abrazándose a Ana que se sorprendió pero que le respondió.

-Tranquila, todo va a salir bien, ella es muy fuerte ¿Ya le has avisado a tu madre?

-¡Es cierto!- se soltaba de ella-¿Cómo se lo voy a decir? – se ponía más nerviosa dando vueltas.

- Espera a ver que dice el médico y ya después vemos como se lo dices a tu madre - le dijo.

-Es verdad cariño hay que esperar, ya verás que serán buenas noticias y no tendrás que asustar a tu madre-le dijo Daniela tomándola de los brazos para sentarla y quedar en cuclillas frente a ella.
Ana se quedó mirando mientras en su mente repetía ese cariño que había salido de Daniela “¿ya están juntas? No puede ser ¿tan pronto? Y qué más da, sabias que eso pasaría” pensó.
-Voy por un poco de café ¿Quieren que les traiga uno?-les preguntó a las dos que seguían en esa misma posición.

-Yo no, gracias ¿Tu cariño?-le preguntó Daniela, la otra negó.

-Bueno ahora vuelvo - se retiró lo más rápido que pudo ya que sentía el estómago revuelto.
Cuando regresaba alcanzó a ver como el médico se retiraba de al  lado de las tres chicas
-¿Qué pasó? ¿Qué ha dicho?-preguntó apenas llegar junto a ellas.

-Que la operación salió bien y solo hay que esperar que despierte para hacer otras pruebas y confirmar que no hay nada grave - le contestó Laura.

-Bien eso es bueno ¿La podemos ver? - le preguntó.

-La van a pasar a piso, una vez que esté ahí podremos verla.
Cuando Lucia ya se estuvo en una habitación las cuatro mujeres entraron a verla, encontrándola aun dormida con el rostro lleno de rasguños y golpes.
-Cris quisiera quedarme pero tengo que irme a la fábrica - dijo Dani.

-Lo sé tranquila, gracias por estar conmigo.

-No podría haberte dejado sola, te llamo mas tarde para ver si ya ha despertado ¿Ok?
Cuando Ana vio como Dani se acercaba a despedirse de Cristina desvió la mirada para no presenciar lo que imaginó sería un beso.
-¿Tú te vas a quedar?- Escuchó preguntarle Daniela.

-Si, voy a esperar que despierte - dijo ya mirándola.

-Bueno, entonces cuídame a la niña y cualquier cosa me llamas ¿Sí?

-Claro yo te llamo tranquila - se despidieron de beso.
Cuando Daniela salió de la habitación las dos se quedaron en silencio, ninguna sabia que decir hasta que Cristina habló.
-Gracias por estar aquí y preocuparte por ella.

-No tienes por qué darme las gracias, Lucia es mi amiga aunque últimamente no lo parezcamos tanto, fuimos las mejores amigas - dijo ella sin dejar de mirar a Lucia.

- De todas formas Gracias - le sonrió.

-¿Le vas a llamar a tu madre?

-Sí, no sé cómo decírselo sin que se asuste demasiado.

-Bueno pues empieza diciéndole que está bien  y luego le dices lo del accidente. Hay algo que me preocupa más - miró fijamente a Cristina-¿Cómo le vamos a decir a Lucia lo de Marcos?

-Es verdad, no sé ¡Joder! Va a ser un golpe muy duro para ella, ¿Sabes si ya está enterada su familia?

-Según me dijo Laura ya vinieron a reconocer el cuerpo y están arreglando los trámites y esas cosas.
Ana fue por algo para comer ya que Cristina no había querido desayunar,  cuando regresó la vio sentada en el sofá con los ojos cerrados.
-Mira te he traído algo para que comas-le dijo al verla abrir los ojos al escuchar el ruido de la puerta.

-Gracias pero te juro que no tengo ganas.

-Pues lo siento mucho,  señorita, pero aun así tienes que comer algo y si no me haces caso llamo a una enfermera que me ha hecho ojitos y le digo que necesitas una Nutrición enteral.

-¿Nutrición enteral? ¿Qué es eso?

-Es alimentar a través de un tubo que se introduce directamente hacia el
 estómago o el intestino - escucharon responder con voz casi sin fuerza.
Cuando las dos miraron a quien había hablado se encontraron con Lucia que las miraba.
-¡Hermanita!-dijo Cristina llenado hacia ella y abrazarla- lo siento, no te he lastimado ¿verdad? - Lucia negó - estoy contenta de que ya estés despierta voy avisar al doctor-sin esperar salió a buscar al médico.
Ana se había quedado de pie en el mismo sitio, al ver como Cristina salió miró de nuevo a Lucia que la miraba.
-¿Cómo te sientes?- le preguntó.

-Pues no sé, me duele todo - se quedaron en silencio unos segundos-ven acércate por favor - Ana se acercó- me da gusto que seas tú unas de las primeras personas que veo ¿Qué pasó con Marcos? – Ana bajó la mirada, no sabía cómo decirle que había muerto- ¿Murió, verdad?-Ana afirmó, Lucia cerró los ojos mientras sus lágrimas caían.

-Lo siento mucho Lucí, de verdad lo siento mucho, mi niña-le limpió las lágrimas.

-Hace mucho que no me llamas así - le dijo ella aun llorando - abrázame Ana por favor.
Cuando Cristina entró encontró a Lucia llorando en los brazos de Ana que la consolaba con palabras de cariño, mientras acariciaba su espalda.
Después de algunas pruebas el médico le informó que todo estaba bien y que en unos días le darían el alta. Sonia, su madre, llegó ese mismo día muy asustada pero cuando comprobó que su hija se encontraba bien quedó más tranquila. Lo que a Cristina le sorprendió es la buena relación que Ana y su madre tenían,  pero más aun el cariño que su sobrino Carlitos demostró tenerle desde que la vio.
-Ana, quiero que lleves a mi hija y a mi nieto a cenar algo y luego que se vayan a descansar-dijo Sonia, la madre de Cristina, que se quedó sorprendida por esa manera de pedirle Ana aquello.

-Pero mamá, no crees que te has pasado, ¿Cómo dices eso sin preguntarnos si podemos o queremos?

- Porque tú eres mi hija y vas hacer lo que te digo si quieres que esté tranquila, y por Ana ella sabe que le estoy pidiendo un favor y sé que no tiene ningún problema ¿o si Ana?

-No Sonia, yo con mucho gusto.

-Bueno, entonces váyanse que el niño ya está cansado y hambriento-se acercó a darles dos besos en modo de despedida.
Cristina seguía sorprendida por la confianza y lo bien que Ana y su madre se llevaban. Cuando iban el ascensor se mantuvo en silencio observando como Ana y su sobrino platicaban.

-¿Nos vas a llevar a Burger?-preguntó Carlitos entusiasmado.

-Si la tita Cris quiere… si - dijo mirando a Cristina.

-Si quieres ¿Verdad tita?- le preguntó el niño con cara angelical a lo que ella afirmó con una sonrisa- ¡yujuu!
Después de cenar  y dejar que el pequeño Carlitos se devorara todas la papas fritas, fueron a buscar algo de ropa para Cristina, ya que se quedaría en casa de su madre con el pequeño, cuando por fin llegaron a la casa de su madre, el niño ya se había quedado dormido, así que Ana se encargó de cargarlo en brazos y llevarlo hacia su cama.
-¿Ana?-dijo medio dormido el pequeño cuando ella lo acostaba.

-Ya estás en casa pequeño, sigue durmiendo - le dijo Ana mientras lo arropaba.

-La tita Lucí se va aponer bien, no se va ir al cielo como mis papis ¿verdad?- pregunto el niño con los ojitos medio abiertos.

- No campeón, la tita Lucí se va aponer bien ¿y sabes qué? Cuando ya esté recuperada nos vamos a ir al parque de diversiones ¿te parece?- le dijo mientras que acariciaba su cabeza.

-¡Sí! Como antes - dijo contento el niño.

-Si, pero ahora duérmete anda.

-Te extrañé mucho Ana, no te vuelvas a ir-dijo el pequeño mientras se acomodaba y cerraba los ojitos.

-No lo haré cariño - dijo ella dejándole un beso en la frente
Cristina se había mantenido todo ese tiempo en el marco de la puerta escuchando y viendo  aquella escena, que le había parecido de lo mas tierno, antes de que Ana se diera cuenta se retiró y fue hacia la cocina, donde poco después apareció Ana.
-¿Se despertó?-le preguntó al verla aparecer.

-Si, pero no tardó mucho en dormirse de nuevo.

-Me estoy preparando  una infusión para ver si duermo tranquila ¿quieres uno?-Ana puso cara de asquito cosa que hizo reír a Cristina.

-No gracias, prefiero tomarme una cervecita y te aseguro que con la mala noche y el susto caigo rendida.

-No tiene mi madre, si no te ofrecería una - le dijo viendo en la heladera-pero lo que si seguro que tiene es alguna botella de tequila ¿Quieres?

-Vale, una copita si me caería bien.

-No sabía que te llevaras tan bien con mi madre podría decir que te adora-dijo sacando la botella de tequila y sirviéndola en una copa.

-Ya ves una que es irresistible - dijo con una risa pícara.

-Ya decía que no podía tardar mucho en aparecer tu egocentrismo-le tendió la copa.

-Es broma tonta - tomó la copa riendo - ya te dije que Lucí y yo éramos inseparables y en muchas veces la acompañé a venir a ver a tu madre con la que al poco tiempo hice muy buena amistad, tanto que aunque Lucia no viniera conmigo yo si lo hacía-llegaron al sofá y se sentaron.

-La verdad es que me ha sorprendido mucho, Sabia que tu Lucia son amigas pero pues no pensé que lo fueran tanto, además  ni con Laura que ha sido amiga de las dos desde la infancia tiene ese trato tan en confianza  mi madre.

-Bueno, eso es porque Laura ha sido amiga de ustedes y no de tu madre, en cambio yo, soy una amiga de tu madre ¿o a caso Laura juega a las cartas con tu madre?

-¿Juegas a las cartas con mi mama?- ella afirmó - no lo puedo creer -dijo incrédula.

-Bueno, en realidad jugaba, porque ya hace mucho que no lo hago, pero si, solíamos jugar todos los miércoles.

-Seguro que la has dejado ganar, por eso la tienes en el bolsillo ¿verdad?

-No, que va, al contrario, procuro siempre ganarle porque aunque no lo creas es muy buena con las cartas.

-¿y Carlitos cómo te lo has ganado? mira que él si es más difícil, pero contigo se lleva muy bien, es más, podría decir que se lleva mucho mejor contigo, que conmigo que soy su tía.

-¡Uuf! con Carlitos no fue nada sencillo, ya ves que es muy reservado y algo insociable, pero bueno, un día descubrí lo mucho que le gustaban las constelaciones, así que lo llevamos al planetario, ese día estaba tan contento, que no paraba de hablar, después me tuve que aprender algunas constelaciones y más tarde terminé comprándome un telescopio porque ya me había apasionado tanto o más que él-reía al igual que ella.

-Vaya, pues sí, que te tienes ganada a  toda la familia.

-Bueno, yo Creo que no a toda, me faltas tú ¿O es que ya lo he hecho?-Cristina dejó de reír para quedase clavada en la mirada tan intensa de Ana ¿Dime?- se acercó - ¿Crees que te he ganado aunque sea un poquito?-puso su mano sobre su mejilla, ante aquel contacto Cristina cerró los ojos-eso creo que es un sí.
Ana vio como había cerrado los ojos ante aquella caricia, miró sus labios y sintió el deseo de besarlo, se fue acercando poco a poco, cada vez sintiendo más cerca su aliento, ya estaba a punto de rozar  aquellos labios que la esperaban con las mismas ansias, cuando una melodía se empezó a escuchar haciendo que Cristina abriera los ojos y con ello se acabara  la magia.
-Es mi móvil - dijo Cristina sacándolo de su bolso mientras que Ana maldecía por lo bajo -¿sí?...oh Dani - Ana al escuchar aquel nombre se maldijo a sí misma- Estoy en casa  de mi madre…si por el niño…no tranquila lo entiendo…ok hasta mañana, besos - colgó girándose a mirar Ana que ya se encontraba de pie con su cazadora en la mano.

-Ya es muy tarde y es mejor que me vaya.

-Por qué mejor no te quedas ya es tarde además no tienes como irte dejaste la moto en el hospital para venirte con nosotros en taxi.

-No te preocupes ahora consigo un taxi.

-Anda no seas testaruda y quédate - se acercó a coger su mano, Ana se apartó.

-No Cris, porque si me quedo, voy hacer algo que no debo - dijo dándose la vuelta para desaparecer tras cerrar la puerta, dejando a una Cristina mas  extrañada pero sobretodo decepcionada.


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