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“Prometiste que no ibas
a desaparecer”
“No voy a desaparecer,
Mariana, te estoy avisando que ahora estaré en esta ciudad. Es exactamente lo
mismo y no estamos tan lejos.El día de la entrega trimestral puedo viajar hasta
allá y dar la cara. Mis entregas semanales las hago por correo, así ha
funcionado”
“Sé que no me necesitas
para arrear tu trabajo, pero sí me necesitas para mantenerte comunicada con el
mundo…Nora, ese es mi trabajo y estás haciéndolo muy difícil”
“Yo ya me encuentro
mucho mejor. Encontré lo que andaba buscando, así que ahora solo quiero sacar
todas las cosas que traigo dentro del corazón y de la cabeza. Te daré mucho
trabajo, eso es seguro, así que alégrate”
“El trabajo no es un
problema contigo, Nora. Estoy preocupada porque somos amigas y no quisiera que
estuvieras sola”
“No estaré sola…
Prometo contarte todo la próxima vez que nos veamos”
“Supongo que ya has tomado
una decisión”
“Así es… ¿visitarás a
los viejos?”
“Claro. Me mandas tu
nueva dirección para enviarte tus cosas”
“Solo algunas, tengo la
sensación de que todo esto es un sueño del cual despertaré en algún momento”
“Si es así, espero que
sea un buen sueño”
“El mejor de todos.
Hasta pronto”
“Hasta pronto”
Nora cortó la
comunicación deseando con todo su corazón que el sueño no terminara nunca.
Cuando llamó a la
puerta de Mar, después del atardecer, tenía una sonrisa de oreja a oreja. Todo
estaba arreglado, les informó a Mar y Luna en el umbral. Mar la invitó a entrar
y la presentó a sus papás como una amiga de Luna. Después de intercambiar las
cortesías, Mar, Luna y Nora subieron hasta la habitación de la anfitriona.
Había silencio en la
habitación, pero no era tan pesado, pensó Mar, más por no sentirse obligada a
iniciar un tema de conversación, que por estar convencida.
“Tienes un cuarto
bonito”, señaló Nora.
“¿Tú crees? Gracias”
“¿Puedo ver tus
libros?”
“Claro, adelante.”
Nora se paseó por su
gran librero, deteniéndose por momentos para examinar alguno que otro.
“Tienes gustos
variados. Tienes muy buenos libros”
“¿Te gusta leer, Nora?”
“Me fascina”
“Bueno, pues ya tenemos
algo en común”
“Otra cosa en común,
diría yo”,dijo Nora, viendo a Luna de manera significativa.
“¡Ella no cuenta! No es
como si fuera por gusto tenerla aquí, tú sabes”,la broma al parecer no le había
parecido tan graciosa a Nora. Mar carraspeó, ¿por qué Luna no decía nada?
“¿Cuáles son tus favoritos, Nora?”
“Adoro la poesía, creo
que admiro demasiado a quien puede escribirla”
“Yo no sé mucho sobre
poesía, casi no la acostumbro, pero tengo dos o tres libros que me regaló una
exnovia”
“¿Tienes una exnovia?”
“Unas cinco, en
realidad”
“Ya veo”
Nora volvió a ver
significativamente a Luna. Esa mujer y sus miraditas eran cosa seria, pensó
Mar.
“¿Te gusta la poesía,
Luna?”,preguntó Nora.
“Encuentro fascinante
cualquier manifestación de lo que los humanos llaman arte”
“Pero, ¿qué opinas de
la poesía en específico?”
“No tengo algún
pensamiento en especial”
“Vamos, algo debes
pensar, galáctica”,instó Mar, para romper el hielo.
“Admiro lo que provoca
en las personas. Cuando Mar lee algo que la emociona, no solo deja entrar las
palabras, imágenes y sentimientos de lo que está escrito, sino algo de ella
también se vierte hacia el exterior. Lo mismo pasa cuando dibuja. Es
fascinante, me dan ganas de sentirlo, de sentirla a ella”,sentenció Luna.
Mar no sabía si
sonrojarse o darle un codazo a Luna por olvidar a Nora.
“¿Ves, Nora? Eso pasa
cuándo una alienígena puede meterse a tu cabeza tan fácilmente”
“¿Y qué pasa en mí,
Luna?”,preguntó Nora, después de dedicarle una sonrisa cortés a Mar.
“Ya te lo dije, eres un
torbellino, siempre”
Nora sonrió. Mar se
apresuró a ofrecer limonada y salió de la habitación casi sin esperar
respuesta.
Se demoró un poco más
de la cuenta en regresar con los vasos de líquido muy dulce y frío. Cuando
entró a su habitación, Nora descansaba la cabeza sobre el pecho de Luna, quien
escuchaba atentamente lo que fuera que Nora susurraba.
Nora y Luna se
recompusieron lentamente al ver entrar a Mar y aceptaron y bebieron la
limonada, sin más conversación. Después, Nora se despidió. Mar y Luna la
acompañaron a tomar un taxi.
Mar quería saber qué
había pasado durante su ausencia, pero no encontraba la manera de preguntarlo
sin sonar como que estaba interviniendo, porque era el vínculo y pues los
vínculos no deberían intervenir.
“Nora me contaba una
historia”,dijo Luna, sin leer sus pensamientos literalmente, antes de volver a
entrar a la casa.
“¿Sobre qué?”
“Sobre un ave que era
fea pero luego se convierte en un ave hermosa”
“¿Te contó ‘el patito
feo’?”
“Es correcto”
“¿Me estás haciendo
tonta?”
“Es correcto”
Mar sonrió. Luna
también.
“Me contó la historia
de lo que había hecho desde que me perdió hasta volver a encontrarme. Me
pareció tan conmovida que dejé que se acercara”
“Ya veo”
“Mar”
“Dime”
“Es muy agotador estar
tan cerca de ella…”
“Si te tienes que
enamorar de ella, esa realmente es una buena señal”
“Es muy contradictorio
el amor humano”
“Bienvenida al eterno
limbo… y entonces, ¿lo del patito feo… yo leí ese cuento?”
“Sí, pero me gustó más
la versión de tu padre”
“¿De mi papá?”
“Sí, me contó esa
historia el primer día aquí, en el lago”
“Mi papá tiene una
extraña obsesión con los patos…”
Mientras se alejaba el
coche, Nora pudo ver cómo Mar y Luna entraban a la casa. Ojalá fuera ella la
que entrara con Luna. Ojalá.
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La Teta Feliz Historias y Relatos ® Laura T.D - Derechos Reservados
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Wow esto se esta poniendo cada capítulo mas interesante he intenso Luna esta dejando salir esas sensaciones que están ahí en su interior por Nora bello capítulo el de esta noche aquí en chile desde aquí un saludo Laura
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