SEPTIMA PARTE
CAPÍTULO 12
Me resultaba increíble que ya fueran mediados de septiembre. Hoy era
nuestro último día en la isla y Gwen y yo decidimos hacer una última escapada a
una pequeña cala desconocida por los turistas del hotel. Estaba tirada en la
toalla viendo como Gwen se bañaba desnuda en el mar cristalino. Me reí el
recordar su comentario al respecto “Cariño,
sé que te gustan mis pechos, pero con la marca del bikini van a parecer dos
montañas de nata rodeadas de sirope de fresa. Porque ya te digo yo que me voy a
poner como una gamba…”
Muy al contrario de sus predicciones, acabó poniéndose casi tan morena
como yo…puede que ayudara el hecho de que yo siempre estuviera disponible para
untarle la crema a todas horas…y en todas partes… aun me sorprendo cuando
pienso en la cantidad de veces que hacemos el amor. Supongo que se debe sobre
todo a que para ella todo es novedad. Me recuerda a mí de adolescente, viendo
cualquier rincón del mundo como un lugar posible donde dejarse llevar… Dios, es
una maldita fiera…Brooke, has despertado
a un monstruo del sexo…
Note unas frías gotas caer en mi cuerpo justo antes de que me adorada
adicta sexual me cubriera con su cuerpo desnudo y fresco. La abracé disfrutando
del contraste de temperatura mientras saboreaba la sal del mar en sus labios en
un beso profundo y lleno de ternura.
- Cariño, en cuanto lleguemos debemos ir a comprar algo de ropa para la
boda. Con este moreno ninguno de mis vestidos me quedará bien… - Cierto, en dos
semanas era la boda de Mac y de Evy… - Y no me vuelvas a decir que no piensas
llevar vestido…es un pecado no enseñar esas maravillosas piernas morenas…
- Gwen… ya te he dicho que lo mío no son los vestidos… me sentiría
demasiado incómoda con uno… yo había pensado en un esmoquin de mujer…
- ¿Cómo? No, no y no… vas a ir de corto a la boda. Ya tengo pensado un
modelo precioso para ti… ya lo he estado viendo por internet y es de un azul
perfecto para tus ojos… - Dios…porque no me podrías haber mandado una media
naranja más normalita y no una obsesa con la moda… - Irá a la perfección con el
vestido de tubo gris en palabra de honor que llevaré… ¡estaremos fabulosas!
- Se supone que es el día de Mac y Evy. Nadie debería estar más
fabuloso que ellas… - Gwen negó rápidamente con la cabeza.
- Es imposible ir más fabulosas que nosotras, cariño. Eso iría contra
natura… - Me empecé a reír a pleno pulmón.
- ¡Serás presumida! – Empecé a hacerle cosquillas en los costados
haciendo que Gwen huyera de mí corriendo despavorida para salvar su vida…
Estuvimos persiguiéndonos un rato, hasta que ambas acabamos agotadas
tirándonos de nuevo bajo la sombrilla.
- Voy a echar de menos estar aquí contigo… - Dijo Gwen, mirando hacia
el mar, mientras me abrazaba posesivamente por la cintura.
- Volveremos… Si es lo que deseas…
- Por supuesto. –Dijo Gwen sonriente. Estuvimos un rato calladas,
acariciándonos lentamente la una a la otra, hasta que Gwen se aferró a mí con
más fuerza. – Tengo miedo de volver, ¿Sabes?
- ¿Por qué?
- Pues… porque aquí todo es perfecto y maravilloso. Pasamos la mayor
parte del tiempo juntas, nos divertimos, hablamos de todo…es como un micro
mundo creado sólo para nosotras… - Gwen permaneció callada evitando mirarme a
los ojos. – Supongo que tengo miedo de volver a rodearme de gente y que ya no
podamos disfrutar de estar tanto tiempo juntas…y… - Gwen dudo, antes de
continuar. – Supongo que tengo miedo de que todo acabe como en un sueño…
- No. – Dije de rotundamente, haciendo que Gwen me mirara directamente
a los ojos. – Estemos donde estemos, Gwen, yo seguiré estando enamorada de
ti…estemos desnudas en la playa o cenando en un lujoso restaurante…
- Yo estaba pensando más en la discoteca… - La miré extrañada durante
un rato. – Ya sabes… qué dirá la gente cuando la loba se haya ido con la boba
rica… - Dijo, volviendo a mirar al mar.
- Gwen… - Le volví a alzar los ojos. Exhalé profundamente y le dije –
No eres boba… sólo te cuestan más algunas cosas… - Recibí un bien merecido
puñetazo en el estómago mientras me reía.
- ¡Idiota! Se suponía que debías decirme que era la mujer más lista y
preciosa del planeta… - Le empecé a besar por toda la cara a pesar de sus
quejas, hasta que dejó de poner pucheros. – ¡No es justo! Siempre me haces lo
mismo…
- Lo siento, lo siento… no pude evitarlo…sabía que estabas poniéndote
melodramática. – Le saqué la lengua recibiendo en mismo gesto al instante,
seguido de una sonrisa. – Además, la que está contigo soy yo, no ellas. Y no
pienso dejar que las pequeñas cosas nos separen…como tu obsesión con la moda,
tus atracones de media noche o tu falta de entendimiento… - Gwen volvió a
golpearme, esta vez tirándome de espaldas y colocándose a horcajadas encima de
mí. Me agarró firmemente por las muñecas y me las colocó encima de la cabeza. -
¿Ahora qué? Eh listilla…
- Ahora… - Dijo acercándose a mí – Ahora quiero que seas mía…
Y pasamos nuestro último día en la isla en la playa. Desnudas. Haciendo
el amor.
La Teta Feliz Historias y Relatos ® BellaDonna - Derechos Reservados
©
Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser
reproducida, ni en todo ni en parte, registrada o transmitida por un
sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún
medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico,
por fotocopia o cualquier otro, sin el permiso previo, por escrito, del
autor.
Hay q lindo... corto el capitulo pero hermoso... ahora llego la hora de la verdad... de vuelta al mundo... a ver cuando es la boda de ellas dos...
ResponderEliminaray ay ayyyy que bonita historia, me gusta tanto , solo quedo despierta para leer tu hermosa historia , me enamorooo. Gracias por compartir tus historias, por alegrarnos nuestros dias, atte. Maria Rener
ResponderEliminar