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La hija del Diablo - Ve C, 79 Parte 1

Capítulo 79 1ª parte

Nuestras frentes están juntas, y tenemos los ojos cerrados, disfrutando el momento aunque sabemos que nos estamos exponiendo mucho el estar de esta forma.
-      ¿Los puedes sentir? – pregunta con esa voz que me enloquece y los ojos cerrados.
-      Si y son muchos – respondo – en cambio de los nuestros estamos contados.

Solo suspira y asiente con la cabeza.
-      No sé si quiero volver a una guerra como la de aquella vez – dice separándose de mí, no mucho solo lo justo para poder mirar nuestros ojos – no solo perdimos a los nuestros sino también a muchos humanos. Y lo más importante no quiero perderte a ti.
-      Ellos son los que nos buscan a nosotras, no nos dejaran tranquila. Debemos terminar con esto y correr el riesgo, y tener fe que esta vez el final será diferente.
-      Quiero que nos dejen tranquila. No puedo evitar a tener miedo – dice mientras acaricia mis dedos de las manos y se detiene en uno.
Observa mi dedo anular de la mano izquierda y levanta su mirada para interrogarme ¿Qué puedo decirle? El anillo dice todo. Ella tampoco pregunta mucho, que en este momento solo nuestra parte angelical haya tomado control no significa que no recordemos nuestra vida humana solo hay que buscarla en ella, en nuestra parte humana.
-      Desde siempre ha estado enamorada de ti – dice sin apartar la vista de mi mano – sus ojos lo decían todo al mirarte y aun lo hacen – esto último lo dice en voz baja pero logro escucharla.
-      No me he dado cuenta antes pero…
-      Siempre hay un pero – responde con una sonrisa y me gusta como sus ojos brillan en estos momentos.
-      No quiero lastimarla y lo peor de todo es que voy hacerle daño tarde o temprano y no puedo evitar sentirme mal y más al saber que siempre vamos a estar unidas. Ella merece ser feliz.
-      Te entiendo. Estas en una situación difícil.
Es más difícil de lo que cree. Porque como humana la quiero a ella y ahora resulta que es el mismo ángel al que Uriel decía que estaba unida ¿Cómo se toma eso? destino, coincidencia, sinceramente en esto momento no lo sé, no puedo pensar en todo lo que está ocurriendo, porque tengo que tener cuidado de Lucifer y sus huestes, tengo que pensar en mis hijas y Luna recuperándose, en no lastimarla, en la guerra, son tantas cosas que si pongo mi mente en ellos terminare por volverme loca.  Tengo que tomarme las cosas con calma e ir poco a poco con todo esto. 
-      Muy – esto lo que digo.
El anillo brilla en mi dedo y no puedo dejar de verlo, los recuerdos desde que estoy casada con Luna llegan a mi mente, los momentos que hemos vivido desde entonces hasta ahora y si mi alma no se hubiera encadenado desde que me crearon a Ari, estoy más que segura que sería ella de quien lo estaría.
-      Tenemos que hablar con Uriel – cambia de  tema – ellos nos encontraran y esta vez debemos estar preparada y para ellos debemos practicar, no estamos muy habituadas a nuestras espadas después de tanto tiempo y esta vez las cosas deben salir diferentes.
-      Si hablaremos con Uriel pero tenemos que tener cuidado – respondo – y tú no estarás en esa guerra – digo seria – pero si practicaras para defenderte en caso de que te ataquen.
Suelta mis manos y se aleja un poco más mirándome seria, no le ha gustado nada esto de que no la quiera en el momento de que todo se vuelva un caos, pero solo quiero protegerla, no quiero que pase lo de la última vez, al igual que ella quiero que esta vez sea diferente.
Ninguna de las dos dejamos nuestro estado de gloria hasta el momento y sus ojos brillan más ahora que se encuentra enojada y está más hermosa viendo como me mira en este instante.
-      Te guste o no voy a estar ahí, y ambas lucharemos sincronizadas e incluso con nuestras alas.
Agacho la mirada ante esto último que acaba de decir ¿es que esta ciega?  O ¿será que el brillo de nuestra aureola no la deja ver? Tengo ganas de llorar en este momento pero no voy hacerlo. El silencio vuelve a rodearnos, puedo sentir su mirada está observándome intensamente y sus manos subiendo por mi brazos, levanto la vista y veo los gestos que hace al ir tocando cada parte de ellos, se pueden sentir algunas de las heridas que me hicieron en el secuestro y que están empezando a cicatrizar, se cerca un poco más a su cuerpo y llevo mis manos también a sus brazos y observo sus alas con la luz que desprende su cuerpo y el mío las hace ver más interesante, son esplendidas, siento la suavidad de cada pluma en mis manos, un suspiro escapa de su boca al apoyar su frente en la mía y lleva sus manos hacia mi espalda.
-      Y ¿tus alas?
                                                        ****
Estoy en la cama y no puedo dejar de pensar en cómo vi a mi padre y también tengo miedo. Quise ir avisar a su adorada hija para que supiera como estaba pero no me dejo ir por ella, supongo que no quería que lo viera de esa forma o ella ya lo sabe.  Desde que lo vi de esa manera mi mente no deja de pensar que es lo que pudo pasarle en su cuerpo, es la primera vez que veo algo así, en persona claro está, porque en películas bueno muchas veces y es difícil saber que puede ocurrir en la vida real lo mismo que en la ficción aunque bueno sean por los efectos de edición. Tengo que investigar la reacción que tuvo, no se d que será, busco  recuerdos de alguna vez haberlo visto de esa manera pero no, no hay nada, solo que alguna que otra vez lo vi rojo como te quemas tomando sol sin protector pero se le iba al rato, realmente todo esto es muy raro y no sé qué creer.
Mañana madrugamos y es mejor que intente dormir a pesar de que tengo miedo de mi padre. Me levanto y busco una de mis armas y vuelvo a la cama y la guardo bajo la almohada  y al acostarme meto mi mano allí. Si quiere hacerme algo dudo que dormido pueda defenderme bien o tenga los reflejos rápidos como para utilizar mi arma.
No sé en qué momento termine durmiéndome pero en la madrugada escucho un ruido cerca de mi cama y al abrir los ojos y encontrarme todo oscuro me siento en la cama y al enfocar los ojos que aun los tengo algo cerrado  me encuentro con dos ojos rojos que me miran. Me llevo la mano al pecho del susto y el medio, no puedo agarrar mi arma porque está a mis espaldas y tampoco quiero hacer algún movimiento raro.
-      Es hora de levantarte – escucho la voz de mi padre y vuelvo asustarme mucho más al saber que viene de donde esos ojos rojos no dejan de verme – en una hora a lo sumo dos salimos para la montaña.
Escucho como se aleja, y sigo tratando de normalizar mi respiración y los latidos de mi corazón con el susto que me ha dado.  Me levanto y aun estando asustado camino al baño y una vez allí me higienizo. Al salir del baño me encuentro con mi padre ya cambiado y unos lentes de sol, eso solo significa que no quiere que nadie vea sus ojos de la forma en que yo lo vi, al darse cuenta de que ya estoy listo, agarramos nuestros pequeños bolso y bajamos para subirlo en alguna de las camionetas en las que vamos a subir a la montaña.
Una vez que bajamos y vemos a las amigas de mi hermana con el padre de Ari menos a ellas dos. Mi padre no dice nada, unos de sus hombres nos acerca un vaso de café y para despertarnos y darnos algo de calor también. Llevamos alrededor de media hora esperando por ellas dos y mi padre esta lo más tranquilo, si fuese yo quien le hiciera esperar estaría enojado y ni bien me acercara me diría algún insulto o reclamaría mi tardanza.  Juego con el móvil mientras esperamos que llegue su hija perfecta, levanto la vista de mi teléfono y las observo venir por la calle, mi hermana trae su cabello rubio atado en una coleta, unos lentes de sol y Ari también solo que con su cabello pelirrojo suelto. ¿De dónde vienen? Por la forma que está vestidas es como si hubieran salido anoche y no volvieran hasta ahora. A mi hermana parece no pesarle la muerte de su familia, es extraño pero como ella dijo debe estar consolándose con Ariana y estamos aquí para saber que paso con su mujer e hijos al igual que su madre. Bueno sinceramente a mí me conviene que mi padre no descubra nada y dudo que puedan hacerlo, de igual forma no tengo que estar seguro.
Mi hermana da un beso a mi padre y este le dice algo con una sonrisa y hace seña para que todos subamos a las camionetas en las que nos corresponde, por supuesto que mi hermana y su grupo suben a una y no puedo saber de qué hablan porque ella lleva a su propio equipo de seguridad y estos no van a traicionarla.  Vamos en silencio en con mi padre y sus hombre, uno de ellos es el que entro anoche a la habitación, es la primera vez que los veo, eso quiere decir que son nuevos trabajando con él pero sinceramente lo dudo parecen tener confianza con mi padre una que sus otros hombres no la tenían lo trataban con respeto si pero jamás se meterían a la habitación de mi padre sin autorización de este en cambio estos lo respetan pero se toman libertades que me sorprenden que mi padre deje que lo hagan y lo peor de todo es que sus otros hombres con os acules yo trabajo estarán lejos de todo esto. Mi padre ya no confía en ellos ¿será que sabe algo? mierda tengo que pensar en algo para que no descubra que yo secuestre a su adorada hija. Ahora más que nunca tengo que andar con cuidado y debo llamar a Makaelis y a los demás hombres que han estado conmigo.
Llevamos un muy buen rato por un camino subiendo a la montaña, el lugar no es muy interesante, solo quiero estar allí arriba ver la nieve y tratar de saber qué es lo que averiguan. Vuelvo a entretenerme con mi móvil los juegos y música que decido escuchar para pasar el rato hasta que lleguemos al lugar aunque escuche que tendremos que caminar un poco y solo los investigadores irán donde se encuentran los restos, en este lugar no hay nada interesante para hacer ni ver, sino fuera porque mis pellejos está en juego me iría de fiesta.
Luego de un par de horas en auto y caminata por la montaña llegamos al lugar donde están las personas que trabajan para mi hermana.  Según uno de ellos no están todos, hay un grupo que está en el lugar del accidente investigando todo, es más siguen volviendo allí para no perderse ni siquiera los pequeños detalles.  Al parecer están reconstruyendo todo y no solo lo del accidente sino que paso desde que el avión salió de Italia hasta llegar aquí, solo he visto puro papeles en una de las tienda de campañas que es la principal porque tienen la radio, mapas, anotado sus investigaciones y allí se reúnen todos.
Los que van a investigar para mi padre hacen otra tienda no es que no quieran estar juntos sino que cada grupo de investigación sacara por su lado lo que paso y luego verán si coinciden los detalles y lo que han averiguado o no. en la tienda de mi padre yo tengo que estar atento de que es lo que llega a sus manos y que no. Si no coinciden la información entre la gente de mi hermana y la de mi padre es mucho mejor.
Ellos quedan hablando de en qué momento saldrán a donde se encuentran los restos del avión, yo salgo afuera a mirar alrededor y me encuentro con mi hermana y Ari sentadas lejos de todo en unas pequeñas piedras del lugar hablando animadamente y sonriendo mientras observan el paisaje ademas de quedarse a veces mirando entre ellas.
Quisiera saber de qué están hablando y porque están muy juntas, las cosas entre ellas la última vez que las vi bueno que mi hermana estuvo en nuestra casa terminaron mal. Observo a mi hermana, acaba de perder a su familia y su madre y en sus ojos puedo ver la tristeza pero hay algo más, conociéndola no debería estar muy cerca de Ari es más debería estar sola haciendo el duelo, al menos que este aprovechando esto para acercarse nuevamente a ella, digo Ari debe estar cerca de ella para no dejarla sola con todo esto, igual hay algo que no me cierra. Ari seguirá a mirarme al sentir mi mirada sobre ellas y si las miradas mataran, yo en este momento estaría enterrado, mi hermana no sabe lo que intente con Ari ni que esta me rechazo es mas no creo que le haya dicho que el beso del lago yo la forcé, así que puedo seguir haciendo de las mías o sea decirle que Ari es la que me ha besado y buscado y otras invenciones más.
-      Les ha venido bien la muerte de tu mujer e hijos – digo al acercarme a ellas.
Ari no me mira pero mi hermana si lo hace no puedo ver sus ojos por los lentes pero si la cejas fruncidas sin dejar de mirarme, es raro que no responda nada.  En un movimiento rápido como un parpadeo la veo agarrándome del cuello del abrigo y su rostro pegado a mi oreja.
-      Ándate con cuidado – dice con la voz ronca casi como la de mi padre anoche – te queda poco por… - hace una pausa como pensando – reír.
No sé cómo reaccionar ante su voz pero nuevamente en un parpadeo ella está sentada como hace unos momentos mirándome con las cejas fruncidas como si no se hubiera movido del lugar ¿nadie puede moverse tan rápido o sí?
                                                      ****
Observo el rostro de Damián y puedo ver la confusión en ellos, no solo por lo que le dije sino por la manera de moverme es más debe creer que es su imaginación porque si nadie puede moverse tan rápido salvo nosotros los angeles y demonios pero él eso no lo sabe por suerte porque si no ya me hubiera mandado al frente con los huestes de mi padre aunque ese Makaelis creo que lo sabe pero ya no me importa que se entere mi padre pero primero quiero resolver o mejor dicho hacer pagar a estos dos por todos para enfrentarme a Lucifer y sus seguidores.
-      ¿Por qué esa cara? – pregunto a Damián.
-      Nada  - responde mirándome y dándose media vuelta para irse.
Al parecer estas cosas le afectan, voy a empezar a ponerla en práctica más seguido y torturarlo.
-      Puedes borrar esa sonrisa de maldad – escucho la voz de Ari.
-      Lo siento pero es que pensar en volver loco a Damián realmente me alegra… y mucho.
-      Si de todas formas no debiste hacer lo que hiciste – responde – pudo haberte visto alguien y no nos conviene, aunque admito me gusto ver la cara que puso tu hermano.
Una risa se escapa de nuestro labios porque siendo sinceras en verdad es divertido verlo de esa manera a Damián. Seguimos un rato más juntas pero en silencio pensando en todo lo que ha pasado en las últimas horas, en realidad no hemos dormido en la noche, al menos yo dormir en el avión pero ella no lo sé y necesita descansar aunque estemos aquí en las tiendas solamente. Ella parece haberme leído el pensamiento.
-      Me voy a ir acostar un rato en la tienda – dice parándose – fíjate que no entre el idiota de tu hermano ¿sí? sabemos de lo que es capaz.
-      Tranquila – digo sonriendo – yo te cuido.
La observo retirarse y meterse en la tienda que compartimos con las dos chicas que no sé dónde están metidas, de igual forma yo también necesito descansar y en un rato iré acostarme pero como ella dijo hay que tener cuidado con el imbécil de hermano que tengo.  Quedo con la vista perdida allí recordando todo lo que paso anoche.

¿Qué iba a responderle de mis alas? Solo la miro por unos segundos y agacho la mira mientras las lágrimas se acumulan en mis ojos, creo que mi arte humano está demasiado a flote para que reaccione de esta manera aunque también se bien porque lo hago.
-      No las tengo – respondo y esta vez sí al decir esas palabras una sola lágrima cae por mi mejilla mientras siento un dolor profundo por ello, solo puedo apretar mis puños con rabia.
No debo decir más un ángel sin alas no sirve de mucho, nuestras alas son parte de nuestra defensa y ataque en una pelea. Sin ellas somos nada y también está el hecho de que no podemos volar y eso no me ayudaría mucho en un enfrentamiento.
-      Maldito sea – dice ella con la voz ronca llena de rabia y sus ojos grises destellan la furia contenida – esta las va a pagar. En serio meterse con tus alas.
-      Eso es algo que la pagara y muy bien – respondo y puedo sentir también la rabia recorriendo mi cuerpo – hay que ver si Antón se encargó de él – digo pensativa, no me gusta ocultarle de que es Lucifer.
-      Ojala y si lo haya hecho así no te ensucias tu mano tú con él.
Solo asiento con la cabeza quisiera encargarme de él pero ella tiene razón, por un lado no ha dicho a mi padre de que soy un ángel y el sobre todo el que él busca, me conviene de que siga callado hasta que yo decida enfrentarme a mi padre, pensando en mi padre es raro que no ha dicho nada, soy hija suya es obvio que soy una nefilim o el hecho de que nunca le haya mostrado nada de poder y esas cosas haya ayudado hasta ahora no diga nada.
-      No deberían estar de esta forma – escuchamos la voz de Uriel a nuestras espaldas – saben el peligro que están corriendo.
-      Lo sabemos – respondo – pero es hora de dejar de andar escondiéndonos, en cualquier momento nos enfrentaremos a ellos y si hacemos desaparecer a algunos mientras mejor.
-      De todas formas él jefe de todos los huestes no está muy lejos de aquí – contesta mirándonos a ambas – así que por favor al menos que quieras que vengan a por ti en el lugar donde está tu familia vuelvan a la normalidad.
-      Bien – escucho la voz de Ari luego de soltar un suspiro de resignación – pero debes enseñarnos a ambas a pelear con la espada, es algo en la cual no tenemos idea.
-      Cierto – digo.
Pasado unos minutos amabas volvemos a la normalidad, nuestra aureola desparece así como en ellas sus alas. Solo puede observarse una pequeña claridad donde no es encontramos los tres.
-      Está bien le explicare algunas cosas básicas – contesta Uriel – no ahora, porque vinimos a ver a tu familia.
-      Lo se lo sé – respondo sin mirarle – solo necesitaba un poco de aire antes de entrar en esa habitación.
Solo Ari sabe porque salí de allí rápidamente, y no quiero pensar en eso, dejare que las horas y las semanas digan que rumbo llevan lo que he visto o si estoy en lo cierto de lo que creo que es.
Unos minutos más quedamos hablando mejor dicho él nos ha explicado que antes de irnos necesita de nuestras huellas para que podamos entrar sin que él nos acompañe y que ya hizo las de Manu y Rosa.
Bajamos al lugar y me despido de ellos dejando que Uriel se lleve a Ari para que deje sus huellas para el sistema. Nuevamente camino hacia la habitación donde se encuentran ellas. Me acerco a la ventana para mirar dentro y veo como Dani esta vez está al lado de Luna y solo acaricia su cabello pero sus ojos no están en ella sino mirando hacia mis hijas. Respiro profundamente cuando ese pensamiento pasa por mi cabeza de que alguien más ocupe mi lugar de madre con ellas al menos como madrastra es algo que no me gusta pero si me pongo en el lugar de Luna dejando el amor de lado sé que no le gustaría eso y también está el hecho de que estaría separada de las niñas y no podría vivir lejos de ellas, tengo una mansión podríamos vivir todas juntas aunque eso sería realmente raro pero llegado el momento lo hablaremos.
Golpeo la puerta y Daniela levanta la vista y al ver que soy yo rápidamente se levanta de la cama y camina hacia mí.
-      Hola Agos – dice y puedo ver el rubor en sus mejillas - ¿hace mucho estas aquí?
-      Hola – respondió seria para hacerla sufrir un poco después de todo ella no me contesto los mensajes ni llamadas que le pedía que me informe de mi familia – lo suficiente – digo mirándola fijamente – y ¿tu móvil?
Por la cara que tiene en estos momentos me dan ganas de reírme, seguiré comportándome de esta manera hasta donde pueda yo mejor dicho explote de la risa. Toca sus bolsillos y no los encuentra, queda unos segundos quieta pensando donde los dejo y luego abre los ojos como si recordara donde dejo.
-      Están en la habitación, los deje cargando – dice desviando su mirada de la mía – me quede aquí y me olvide, ya ves se me paso el tiempo por completo.
-      No me di cuenta– digo con sorna - ¿Cómo están? ¿despertó Luna en algún momento?
-      No, un par de veces parecía moverse como si estuviera por despertar pero nada más. Alberto me dijo que es probable que su mente luego de la noticia y el tranquilizante haya seguido trabajando y es por eso que no ha despertado para no enfrentarse a la realidad, porque el efecto del tranquilizante paso hace horas.
-      Si yo estuviera en su lugar también haría lo mismo – digo mirándola a través de la ventana – pero tiene que hacerlo, dos personitas más necesitan de ella. ¿Las niñas cómo están?
-      Si y lo hará – responde ella, la miro de reojo y al igual que yo se encuentra mirándola – las niñas bien, también recuperándose poco a poco, al menos comienzan a moverse.
-      Qué bueno  - un suspiro de alivio de que no haya pasado nada en estas hora se escapa de mis labios – estoy segura que con los cuidados que le están dando se recuperaran las tres – y me giro para mirarla – gracias por haber estado acá estos días.
-      No tienes que agradecer nada. Ademas las niñas podrían ser algo así como mis sobrinitas cuando se recuperen, si tú me lo permites claro está.
Levanto una ceja y una sonrisa se escapa de mis labios ¿en serio quieren que sean tus sobrinas? Si vieras tu cara cuando miras a Luna más que sobrina serian hijas, niego la cabeza ante este pensamiento.
-      Si serás su tía – digo apretando mi mano en su hombro – ahora voy a entrar a verlas.
-      Claro – dice – yo iré a la cafetería de aquí a tomar algo.
-      Las chicas andan por allí, puedes buscarlas.
La veo alejarse y respiro profundamente y entro a la habitación. Primero me acerco a Luna y dejo un beso en su frente, al menos ahora su rostro se ve mejor de como cuando la encontramos  aunque ya han pasado unas cuantas horas o días de que están internadas las tres, pero es normal estuvieron a punto de morir congeladas o de hipotermia. Recorro con mis dedos su rostro y quedo pensando en lo que ha pasado hace un rato allá afuera y la verdad es algo en que ni siquiera debería estar pensando mientras ellas están acá, pero es difícil no dejarse llevar por los sentimientos.
-      Tienes que despertar – le susurro – nuestras hijas te necesitan, yo te necesito. Por favor, sé que prefieres dormir y soñar con nuestro príncipe y no enfrentar esta dolorosa realidad pero hay dos princesas que necesitan de su mamá.
Solo puedo quedarme observando con la tranquilidad con la que parece dormir, pero sé que no es así por la forma que tiene sus cejas.
-      Ellas no necesitan a ambas – digo acariciándola - así que por favor abre tus ojos.
La observo unos minutos más en silencio y después me levanto y camino hasta donde se encuentran mis hijas. Ambas están dormida son unos angelitos y no digo porque realmente lo sean sino por lo tierna que se ven en estos momentos.  Ana tiene sus manitos cerrados en un puño y Lucero también solo que una de sus manos la tiene en su boca.  Meto mi mano donde ella y le acaricio la cabecita, ojala pudiera tenerla en mis brazos en estos momentos y llenarla de besos.
-      quiero te recuperes pronto mi vida – digo – para poderte tener en mis brazos y llenarte de besos y mimos y jugar.
Hablo un rato más con ella y miro a Ana y me dirijo a ella y hago lo mismo que con su hermana acaricio su cabeza su carita y también le hablo diciéndole las ganas que tengo de tenerla en mi brazo al igual que su hermana y poder verlas crecer sana y fuerte.
Unas horas después estoy acostada a lado de Luna abrazándola y acariciando su brazo hasta que empiezo a sentir como se mueve.
-      Hola – digo al ver como intenta abrir sus ojos.
-      Mmm – responde cerrando los ojos hasta acostumbrarse a la luz- hola.
-      ¿Cómo te encuentras? – pregunto levantándome de su lado en caso de llamar a un medio.
-      Dolorida – lleva una de sus manos a su cara para cubrir sus rostro y abrir los ojos y mirarme - ¿lo que me dijiste es cierto?
Observo el dolor en sus ojos y la tristeza en ellos, a pesar de haber estado dormida se ve que si no se ha olvidado de ello.
-      Si – contesto y mi voz sale despacio – lamentablemente es verdad.
Las lágrimas caen de sus ojos y me parte el corazón verla de esta forma y a mi mente vuelve a repetir lo que me dijo antes de que le pusieran el tranquilizante de que era mi culpa y es así es mu culpa de que ellas hayan sufrido ese accidente, de que nuestro hijo no este con nosotras al igual que mi madre. Es mi culpa hacerle daño.

Suspiro al recordad el dolor de Luna, saber que solo yo soy la culpable de su dolor.
                                                       ****
Observo a mis hijas tan tiernas estando acá con cuidados pero a pesar de todo lo que pasamos ellas están haciendo adelante, aunque me es muy difícil verlas así, desde que nacieron han estado bien hasta ahora. Y mi pequeño mi bebé ya no está entre nosotras, no resistió. Luz me ha explicado lo que ha pasado con el avión y quiero hacer pagar a quien provoco al accidente pero no puedo salir de aquí, uno y lo más principal de todo es estar aquí con mi hijas, segundo ella misma me dijo que para lo sociedad y las demás personas que nos rodean y no saben de qué estoy viva para ellos realmente estamos todos muertos, por eso mismo no puedo irme de aquí para que no me reconozcan. Su padre vino con Damián a investigar que paso y aunque ella no me lo haya dicho estamos seguras de que su hermano está detrás de todo esto con las personas que la secuestraron, ella no quiso pero la obligue a que me mostrara su espalda y las heridas están cicatrizando bien, a pesar de haberse no cuidado. Desde la silla en la cual estoy sentada solo puedo mirar a mis hijas perderme en mis pensamientos en cómo estos meses han cambiado tanto y sobre todo las últimas semanas primero Luz y ahora nosotras.
-      Hey – escucho una voz que me trae a la realidad una mano en mi hombro.
-      Hola – saludo girándome  para mirarla.
Al ver ese brillo en sus ojos y esa sonrisa que tiene en su rostro. Su mano coloca el cabello que cayó en mi cara tras mi oreja y antes de alejarse acaricia mi rostro. Siento un pequeño cosquilleo en el estómago y le devuelvo la sonrisa aun confundida por lo que está pasando.
Las horas que pasamos juntas más bien ella haciéndome compañía me siento bien ademas del insistente cosquilleo que siento en el estómago y también algo cohibida y al parecer ella también, bueno en realidad antes no es que habláramos mucho y la última vez que lo hicimos no estuve bien.
Al caer la noche casi entrando a media noche leyéndole un cuento a las niñas escucho la puerta abrirse y veo a mi esposa a Luz parada en la puerta mirándome con una sonrisa y por un lado me siento mal por lo que he sentido el resto del día en compañía de Daniela. Cuando camina hacia mi puedo ver antes de que se cierre la puerta una cabellera pelirroja a un costa. ¿Ella sentirá lo mismo que yo estoy sintiendo en estos momentos? ¿Tomare la decisión correcta? Solo puedo suspirar y saber que no solo lo voy hacer por mí, ella no puede seguir de esta forma, una de las dos tiene que tomar la decisión o sino nunca lo haremos. Se acerca a mí y deposita un beso en mis labios y llevo una mano a su nuca para que no se separe de mi tan rápido, disfruto el beso trasmitiéndole todo lo que solamente siento por ella, el salado que siento en el beso me indica que estoy llorando, pero es que duele demasiado y no hablo solo por lo que estoy por hacer que siento como el “corazón se me rompe” sino por la pérdida de mi príncipe mejor dicho de nuestro príncipe.
Unos minutos más tarde me separo de ella, apoya su frente en la mía y lanza un suspiro largo y profundo, repito su acción, porque se lo que se viene y sé que Luz lo sabe.
-      Tengo que dejarte ir.

Nota: Bueno sé que siempre me tardo una semana para subir los capítulos, pido disculpa por la tardanza, han sido días realmente pesados, también porque sé que el capítulo es algo corto, por eso decidí dividirlo. Lore: Gracias por tus palabras, sinceramente tardarme demasiado no es algo que me guste pero bueno estos días si me he pasado je. Luisa: Si por fin se encontraron y la guerra llegara, cuando menos se lo esperen…ellas. Besos. Ángela: bueno queremos que Luna sea feliz y espero cumplir la expectativa en que lo sea. Saludos.  Anonim@: Gracias por tu palabras, me alegra saber que le gustas como escribo...


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4 comentarios:

  1. Wow gracias por el capitulo... me encanta y espero q todo se resuelva.. sera q lucifer sabe q luz ya es el angel??? Woww me parece q se viene todo muy bueno...

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  2. Sus alas!!
    Espero que Damian pague por todo lo malo que ha echo y sigue haciendo. Ya no diré que te tardes, pero vale la pena esperar.
    Luna tiene sentimientos por Daniela, merecen las dos ser felices. El que Luna le haya dado su libertad a Luz a pesar de que la ama, sabe que no puede retenerla a su lado. Por eso dicen "El amor es ver sonreír a esa persona, y tú sonreír más".
    Lore

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  3. Si las separa a ellas dos cm madres su amor e smas real q el de la novia q tenia q su hermnao intento violarla q es eso? Siempre dañais las historias

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  4. Aun falta ver quien es el aliado de Agos (el de los ojos rojos que se le ha aparecido en varias ocasiones), además siento que tanto Agos y Lucifer saben de la existencia del otro y solo se están midiendo...jajajaja no se me deje llevar, en fin muy buen capitulo como siempre.
    Mil gracias por no abandonarnos que es lo que importa después de todo. Saludos y abrazos.

    Luisa V.

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