Esperamos tu historia corta o larga... Enviar a Latetafeliz@gmail.com Por falta de tiempo, no corrijo las historias, solo las público. NO ME HAGO CARGO DE LOS HORRORES DE ORTOGRAFÍA... JJ

Pedacitos de mi vida - Yosuen - 18 Final

- !IDIOTA¡ Sabes que no creo en eso, ¡Haaaaa! VAS HACER QUEME DESPIDAN -Sus gritos demostraban desesperación, pero no quería perderla.


- Lo siento, pero no quiero perderte - Hice una pausa limpiándome las lágrimas. Sé que me vas a odiar, pero prefiero eso a no verte jamás- un silencio reinó, ya no se escuchaban los sollozos de Keely, di un suspiro pesado y sentí mi aliento regresar de nuevo, estaba recargada en la puerta de aquella habitación, recordé cada imagen de mi sueño, dándome punzadas en el corazón  y sintiendo una tristeza inmensa inundarme por completo. Recordé cada sollozo de ella pidiendo que la dejara salir y dude un instante. Tomé la perilla. No quería perderla para siempre, pero tampoco quería que me odiara. Negué con la cabeza, debía mantener mi posición, por el bien de ella. Escuche a lo lejos el motor de un auto encender, en mi mente di por hecho de que se trataba de algún vecino. Di media vuelta, recargándome en la puerta, para bajar despacio y hundir mi rostro en  mis piernas.  Por intuición recordé el ruido del motor y un pensamiento recorrió mi mente - - la ventana - - me levante como resorte y abrí la puerta desesperada, para encontrarme con la habitación vacía. Gire hacia la venta, esta estaba abierta de par en par. Salí corriendo de la habitación hacía la cochera y casi me desmayo al notar que no estaba ni uno de los dos coches, camine con desesperación hacía fuera y hay estaba, aquel coche rojo con la puerta del copiloto abierta -- ¿Cómo logro sacarlo sin hacer ruido? - - Sin pensarlo más subí al coche, mientras tomaba mi celular, llamando a Erick - - ¡vamos contesta! – esta con los nervios de punta, manejaba con la mayor precaución que mi razón podía darme, escuche la voz divertida del otro lado.

- Erick, el sueño se convierte en realidad, ella está yendo para haya- tratado de ordenar mis ideas.

- - cálmate y explícame a que te refieres - - la voz del otro lado se ponía nerviosa.

- Keely, Keely es la chica del sueño, de mi sueño, y va hacia San Martin. Trate de detenerla pero es muy ágil- mi voz sonaba desesperada –Erick, ya no son solo sueños, la he visto en una visión. Voy detrás de ella- Escuche su silencio y di un respiro- Llama una ambulancia- Escuche su respiración pesada - ¡Erick! No voy a permitir que le pase algo- dije con determinación y finalice la llamada. Acelere a todo la capacidad que me permitía el auto, apenas esquivando los baches de aquella carretera que aquellos momentos se me hacía eterna, sudando frío por las veces en que lograba maniobrar en las curvas antes de estrellarme contra otro. Escuche los pitidos de estos por mi falta de responsabilidad, pero en aquello momentos no repararía en ellos, ya que el amor de mi vida estaba en peligro. Lo sentía en mi piel, el peligro se acercaba, casi juraría que podía olerlo, aquella sensación de alerta estaba en mi piel, advirtiéndome que aquello acabaría.

Ya me encontraba en la recta final, lo sentía cerca. Observe con detenimiento aquel asfalto en picada y las curvas que venían, bajando con rapidez para después ver aquella larga recta. Mi atención se la llevo dos autos orillados a unos cuantos kilómetros por delante, un blanco y otro más de color negro. Disminuí la velocidad porque mi mente reconoció aquel coche blanco, podía observar las siluetas de dos personas fuera de ellos, y entre más me acercaba se aclaraba los rostros dando paso a un enojo incontrolable. Mis manos apretaron el volante fuertemente cuando vi que aquel hombre le proporcionaba una golpe en la cara de ella, provocando que está cayera al suelo.  Me orille bruscamente casi derrapando, llamando la atención del aquel estúpido, salí del auto furiosa del auto, perdiendo toda cordura de mí.

- Mira quien está aquí – sin dejar de caminar hacia él, con intenciones de matarlo si era posible, viendo como tomaba a Keely del brazo y levantándola bruscamente – La zorra maldita- dijo con burla.       

-¡DEJALA!- Levante mi puño con el fin de darle un golpe, pero este lo atrapo en el aire, dejando en claro la diferencia de fuerza, trate de soltarme de su agarre pero este apretó con más fuerza lastimándome, - haaa- solté un aullido de dolor, pero al ver como tironeaba con rudeza del brazo de Keely empujándola hacia el suelo nuevamente y de escuchar como salía un dolorido quejido de parte de ella, mi enojo volvía a arder e intente darle un golpe con la mano libre, pero otra vez lo atrapo. Pasaron márgenes en mi mente de él riendo con malicia y clavando la nava en el pecho de Keely mirándome con burla. Solté una patada en la espinilla de Adrián, quien al instante me dio un golpe con su puño directo en la cara, estampándome en al auto blanco y dejándome inconsciente.

- AMOR – solo pude escuchar un grito aterrado de Keely.

Al recobrar la conciencia, supe que no me había ido por mucho, que aquel tipo ahora estaba más furioso, por que trataba de meterla a su coche a base de jaloneos. Observe la expresión asustada de Keely y me levante tambaleante, corrí hasta lanzarme en la espalda del hombre, dándole golpes en la cara con toda mi fuerza. Antes de darle un nuevo golpe, me dio un codazo en mi abdomen provocando que lo soltara al instante y cayera al suelo. Me incorpore con dolor y sin darme cuenta en que momento lo hizo, mis ojos apenas y pudieron apreciar aquello, solo escuché dos estruendos. Sentí dos impulsos que me obligaban a retroceder mientras veía como Keely le daba un batazo en la cien de Adrián derribándolo por completo. Sentí un calor intenso en mi pecho seguido de un dolor inmenso, note como mi visión vacilaba y mis piernas me fallaron derrumbándome por completo, sintiendo en mi espalda el metal del coche. Estaba confundida ¿qué había pasado?, ¿porque sentía mi pecho arder?, lleve mi mano hacia mi pecho y sentí como mi blusa estaba empapada, fue entonces cuando me di cuenta que aquellos estruendos fueron los impactos de aquel arma. Keely se me acerco aterrada, sin poder contener sus lágrimas, note sus manos temblar - - ¿tan mal estoy?- - sentí como pasaba su brazo por la espalda, dejando de sentir el frio metal, notando como se acercaba la oscuridad de la noche, sintiendo sus manos hacer presión en la herida provocada por las balas incrustadas. La mire a los ojos, esos ojos atemorizados por la situación que me miraban con temor.

- Keely – dije quedamente, sorprendiéndome del esfuerzo que tuve que hacer para pronunciar aquellas palabras.

-Shhh, no digas nada- deposito uno de sus dedos temblorosos sobre mi labio - todo va a estar bien- su voz apenas era entendible, por lo que no me dio la seguridad de que lograría superar eso. En mi vida había tenido varios accidentes y en todos lograba salir casi ilesa, pero, en este estaba segura que no lo lograría. Tome con mucho esfuerzo su mejilla, limpiando sus lágrimas.

- Eres tan hermosa, que es imposible no volverse a enamorar de ti- trate de reír lo mejor que pude, pero ya empezaba a perder el control de mi cuerpo. Sentí las lágrimas cálidas pasar sobre mi dedos, mientras que perdía fuerza y empezaba a caer mi mano sintiendo el contacto de su piel suave, ella la tomo rápidamente y la sostuvo sobre su mejilla, sintiendo cada cálida lagrima resbalar por mis dedos, sintiendo el temblor en su agarre y ver que cerraba los ojos como implorando un milagro. Pude observar la luz de la luna resplandecer con un hermoso destello, llenándome de tranquilidad el final estaba cerca. – Te  amo – con voz casi inaudible.

Mi respiración empezó a ser pesada y dolorosa, sentí un frío intenso empezar a invadir mi cuerpo, y mi fuerza empezaba a cesar del todo, regresando a mi mente cada uno de los hermosos y tormentosos recuerdos de mi pasado.     

- por favor, aguanta, por favor- escuche decir con voz quebrantada, pero apenas pude escucharla, casi no percibía el contacto de su cuerpo, solo podía ver aquel rostro diciendo algo con desesperación y sin dejar de llorar.

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Keely no podía contener el llanto y notó que aquella persona estaba por perder la luz.
- Lo siento- tomo su rostro con una de sus manos y acerco lentamente sus labios para darle un beso lleno de tristeza, mientras sus lágrimas enjuagaban los hilos de sangre que salían de los labios de una chica casi sin vida. Una luz intensa ilumino aquella pareja unidas en un beso, quienes se encontraban sobre el asfalto negro y bajo la luz de la luna llena, aquellas personas que descendieron de aquel auto fueron testigos de aquel beso sin esperanza, sin futuro. Otra luz más acompañada de sirenas se detuvo enfrente de las chicas, provocando que se rompiera aquel beso. Erick corrió hasta su hermana separándola despacio, para que los paramédicos pudieran hacer su trabajo.
- Vamos, tienen que atenderla – la tomo de los hombros y esta giro para llorar nuevamente recargada en su pecho- tranquila, ella va estar bien, sabes que es muy fuerte- la abrazo más fuerte y paso sus manos por su pelo, observaron cómo se la llevaban en la ambulancia, siguiéndola de inmediato.
Los dones que te ofrece la vida, son únicos y dependen de la persona para florecer. De acuerdo al sentimiento con el que se usan se pueden lograr cosas maravillosas, como salvar a un amor que ha perecido en las garras de la muerte, aun cuando el precio es demasiado alto y el destino se oponga al cambio.

Ya ha pasado un año desde aquel acontecimiento desafortunado, Keely estaba parada frente aquella ventana, observando el buen día que hacia afuera. Un radiante sol iluminaba las copas de los árboles y las gotas restantes de la lluvia brillaban dando magnífico espectáculo. Una lagrima resbalo por su mejilla al recordar las escenas de hace un año, sus manos temblaron al tratar de contener el llanto, respiro profundo tratando de despejar su mente, cuando, una manos pasaron por su cintura y sintió el peso de un mentón en su hombro izquierdo.

- Si estuviera en su lugar, no me agradaría verte triste – Sintiendo la respiración tranquila sobre su oreja y la presión del abrazo aumentar.

- Por más que trató no puedo olvidar ese día- Quedándose en silencio unos segundos.

- Te entiendo, pero al menos podrías intentarlo un poco más este día- Keely dio un suspiro pesado y se giró a ver al chico guapo, observo su sonrisa resplandeciente lo que le indico que estaba realmente feliz. Llevaba puesto un traje negro realmente elegante, miro el moño  y lo tomo para acomodárselo.

- Eres el novio más guapo que he visto – tomando sus hombros para depositarle un beso en la mejilla.

- Y tú la madrina más hermosa que he tenido – devolviéndole el beso para después abrazarla con fuerza.

- ¡Ve! que se te hace tarde, recuerda que el novio debe estar esperando en el altar – Dio una enorme sonrisa y este volvió a abrazarla fuerte mente.

- Deja de estar triste, que no creo le guste – le dio un beso en la mejilla para salir de aquel cuarto, dejándola con una sonrisa divertida. Volvió a girar para seguir admirando aquel panorama que le regalaban, sonriendo complacida, hasta que de nuevo un abrazo alrededor de su cintura la sorprendió.

- Un pajarito me contó que estabas triste- La voz resonó tranquila y su corazón latió con fuerza al reconocerla, llenándola de felicidad, conteniendo las ganas de girarse y abrazarla.

- Que pajarito tan chismoso – sonriendo y dejando que aquella chica depositara un beso en la mejilla, se giró para encontrarse con la mirada divertida de Yaeli.- Llegaste temprano- y la vio asentir sin dejar de sonreír, y sin más la abrazo depositando sus manos sobre sus hombros.

Yaeli notó la tristeza albergada en sus ojos y de pósito un beso tímido, con la intención de despejar la mente de aquellos recuerdos, se separó lentamente sin romper el abrazo.

- No quería perderme la ceremonia y mucho menos la compañía de tan estupenda chica- la miro con ternura y Keely no pudo contener las lágrimas, así que apretó más el abrazo, mientras observaba como hundía su rostro en su pecho – ¿Qué sucede? – pregunto con preocupación.

- No puedo evitar los recuerdos de ese día – escucho su voz quebrantarse – es tan difícil para mí – Hizo un pausa, respirando pesadamente - pensar que por mi culpa, tú, casi – No la dejó terminar, tomó su rostro delicadamente y fundió su labios en un beso apasionado.

Keely sintió el roce de sus labios suaves y cálidos aprisionando los suyos, lo hacía con tanta ternura que su mente solo se concentraba en mantener el ritmo, sintiendo su piel estremecerse en cada movimiento llevándose su alma en cada suspiro.
Se separó de aquel beso sin querer hacerlo, y posando su mirada en la de ella, le sonrió tiernamente, mientras se llevaba sus manos a los botones de su blusa, desabotonándolos lentamente hasta llegar a la mitad del recorrido, tomo la mano de su acompañante y la llevo hasta la cicatrices que estaban en su pecho, sintiendo tensarse la mano de Keely.

Sé que aún no es legal en nuestro país, y también sé que no es necesario un papel para demostrar que nos amamos - observo los ojos abrirse de par en par y sonrió divertida, llevando su mano hacia uno de sus dedos y quitándose unos de los anillos que estaba segura que ella no había notado – Hoy quiero darte un motivo para que sonrías cada vez que veas esta cicatriz, quiero darte algo más que un triste recuerdo- Hizo una pausa tomando su mano libre, para colocar el anillo en su dedo delgado y fino- quiero darte mi vida, si tu aceptas- No pudo continuar con su discurso porque esta sin decir palabras le planto un beso aún más apasionado, dejando en claro su respuesta.


FIN
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La Teta Feliz Historias y Relatos ® Yosuen - Derechos Reservados
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6 comentarios:

  1. ¡QUÉ BONITO! ME HICISTE DERRAMAR ALGUNAS LÁGRIMAS PREVIAS AL DESENLACE, SUPISTE MANTENER EL SUSPENSO HASTA EL ÚLTIMO.
    ¡FELICITACIONES YOSUEN!

    MUCHOS BESOS, ELI DESDE PERÚ.

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  2. Gracias a todas aquellas que se dieron el tiempo de leer mi historia, realmente les agradezco infinitamente, es realmente emocionante leer sus comentarios. discúlpenme si en algún momento les aburrió mi historia, solo espero poder seguir mejorando cada vez más :) Nos vemos en mi siguiente historia(La primera que escribí). Que tengan un lindo mes.

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  3. Me alegra que hayas podido terminar tu historia, previamente al desenlace la estuve siguiendo y me pareció sumamente interesante, lamento que por motivos personales no la hayas podido retomar, pero afortunadamente lo hiciste y para bien, porque ésta me cautivó de principio a fin.
    Por otra parte, espero que en tu vida personal esté todo bien y que esto te permita seguir compartiendo tus historias.

    Saludos desde México. :)
    Lidia Z.

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  4. wauuu que historiaaa.. llore como un bebe con el desenlace de la historia de verdadd esta es una de las historias mas bonitas que e leidoo

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  5. Si, de verdad que es una hermosa historia, gracias por compartirla. Un abrazo, te felicito. Ale (Colombia)

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  6. Me encanto la historia, por un momento pensé que moriría.. Felicidades

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