Cap. VII - Regreso, Un amor
Prohibido o ¿Simple Confusión?
Al despedirme de
ti te llevabas mi corazón contigo, no tenía otra elección, así que deje que el
tiempo pasara, estaba triste, pero feliz del saber que no terminamos de mala
manera, sabiendo que si algún día nos encontráramos podría hablarte sin sentirme
culpable, y así el tiempo paso lento, rápido, con nuevas emociones, con nuevas
decepciones laborales quiero aclarar, hasta que se cumplió un año de la última
vez que nos vimos, ese día lo recordé como ninguno, el 7 de septiembre
nuestro aniversario, así como la canción que quedaba bien con nuestra vida, no
pude olvidar tus besos y tus carisias, valla manera de olvidarte, aunque lo
intente no puedo, simplemente te llevo en mi mente, en mi corazón, solo espero
que pueda sacar de mi interior un poquito de ti, para no seguir sufriendo de
alguna manera.
------**** fin del
recuerdo****-----
- pues, tal vez, no
lo sé- baje la mirada-solo sé que he cambiado- levante la mirada y te
medio sonreí.
- mejor cambiemos de
tema- sonreíste.
- está bien,
dime que has hecho- no es que estuviera muy interesada, pero tenía un poco de
curiosidad- durante todo este tiempo.
- no mucho, ya sabes
trabajar, pero esta pregunta ya me la habías hecho- reíste.
-así, pues no me
acuerdo, ¿hace cuánto fue?- pregunte un poco sonrojada, ya no sabía que
preguntarte, tenía tantas ganas de decirte lo mucho que te extrañe, pero no
creo que fuera apropiado.
- hace un rato-
reíste divertida-veo que no te queda más que preguntar- me sonroje.
- creo que tienes
razón-reí apenada.
- bueno, cuéntame que
tal te fue en tu investigación-
- bien, todo…-
alguien nos interrumpió.
- de visita y no nos
avisaste- estaba parada frente a nosotras una muchacha de pelo negro, corto,
ojos café oscuro, labios delgados y esbelta.
- Fernanda- me
levante y la abrase, ella me correspondía al abrazo, al separarnos giro hacia
Yunuen.
- aaa, ya veo por qué
no avisaste, hola Yunuen- la saludo y también se dieron un abrazo, eso me
extraño.
- ¿que fue eso?-
pregunte con un poco de curiosidad- ¿no se supone que se visitaban?.
- aaa, veo que no le
has dicho- Fernanda se dirigió a Yunuen, después me regreso a ver.
-¿decirme que?-
pregunte con más curiosidad, Fernanda se quedó seria y eso me asusto.
- que, deje a Ana y
ahora Yunuen es mi prometida, pero tuve un pequeño viaje, así que ya he
regresado, pero no esperaba encontrarte aquí, con ella- mis sentidos se
paralizaron al escuchar tu voz tan seria, observe a Yunuen y también
estaba, confundida, tal vez era porque no esperabas que lo digiera así de
golpe.
- perdiste tu
oportunidad, deja de molestarla- seguías seria entre cerraste los ojos
mirándola confundida, baje la mirada, la mesera interrumpió preguntando la
orden de Fernanda, la cual ordeno un café, se retiró y todo seguía tenso y en silencio
hasta que estaño a carcajadas.
- jajajaja, no es
cierto, estoy jugando, jajaja- no dejaba de reír, ya se me había olvidado quien
era, simplemente era aquella, que siempre me animaba, pero también me hacía
pasar cada cosa con sus bromas, pero esta la sentí tan real, que me dolió
un poco- como crees que voy a dejar a
Ana, esa mujer me trae loca y Yunuen pues, no la había visto desde su pequeño
viaje.
- si, tuve un viaje a
Baja California, una exposición de Control de Sanidad, y las Ballenas- apenas
podías hablar- llegue hace una semana- tal vez estabas tan sorprendida como yo.
- vamos, no se pongan
tensas, solo fue una broma- Fernanda sonreía divertida
- de mal gusto-
dijiste enojada, pero se veía una leve sonrisa, tal vez te diste cuenta de mi
actitud, tal vez te diste cuenta de que aún me importabas.
- pero viste la cara
de Anel, eso fue divertido- solo me sonroje y trate de ignorarla, te dirigí una
mirada y me sonreíste, me sonroje más, voltee a otro lado.
-¿Cuánto tiempo vas a
estar aquí?- la pregunta que me hizo Fernanda, me hizo recordar mi
regreso a este lugar.
-----**** Recuerdo****-------
-Anel,
¿ya terminaste de pasar, las estadísticas?- Karina estaba cansada, pero
trabajaba muy bien.
- ya, fue
difícil, pero ya termine- me senté en el sillón de escritorio y me recargue
quedando mi vista hacia el techo, cerré los ojos, hasta que sentí las unas
manos suaves en mi frente.
- ¿estas
contenta?, ¿verdad?- pregunto, acariciándome la frente- por fin la vas a volver
a ver.
- si, la voy a
volver ver- pero no estaba del todo convencida, tenía dudas, preguntas
como- ¿si ya no se acuerda de mí?, ¿y si ya se casó?, ¿Qué dirá cuando me vea?
- vaya que si
eres tonta, no lo sabrás si no la vez- sonriócálidamente, depositando un besocálido
en la frente- vamos tenemos que terminar o si no, tendrás menos tiempo, para
estar con ella- sonriendo y dirigiéndose
hacia su computadora.
- ok, pero me
vas acompañar, ¿verdad?- te mire y volteaste- claro, quiero conocerla, tal
vez y le gusto- rio divertida, mientras arqueaba una ceja.
- ¿Qué dijiste?-
lance una almohadilla que estaba en el
sillón y reímos unos instantes, al terminar nuestro trabajo, nos fuimos a
costar, antes de que entraras a tu cuarto te dije.
- gracias por
todo, gracias por tu amistad- y sonreíste.
- de nada para
eso están las amigas- sonriendo, mientras ingresaba en aquel cuarto.
Hubo un tiempo
en que actuaba diferente, no me había dado cuenta que se habíaenamorado de mí,
me di cuenta tiempo después, pero solo podía verlacomo amiga, porque ya tenía
una persona a quien querer, es cierto que me ayudó mucho cuando más lo
necesitaba, pero no quería darle falsas esperanzas, así que hable con ella,
todo tenía que ser una simple confusión, esas fueron mis palabras, discutimos,
un tiempo, era la primera vez que discutíamos de un tema seriamente, logre que
me entendiera y las cosas volvieron hacer como antes, así paso el tiempo, hasta
que nos dieron una noticia de que por fin regresaríamos a nuestros hogares,
estaba triste y le pedí que viniera conmigo, era huérfana y había sufrido mucho
para sobre llevar tu carrera, así que le pedí que se mudara a mi ciudad, acepto,
y por el momento se quedaría en mi casa, mientras busca un trabajo y un
departamento propio, todo eso a cambio de su amistad, solo de su amistad, tal vez
di paso a nueva esperanza, y pedía que no que no pensaras eso.
El momento llego
todos los escritores regresamos a nuestros hogares, ella estaba conmigo, el
viaje fue largo, llegamos en la madrugada a San Miguel, dormimos el resto de la
mañana.
- vaya, que
floja eres- entraba en la cocina, fui al refrigerador, tome la leche y le serví
a júnior su desayuno, antes llegar pasamos a un supermercado que por suerte aún
estaba abierto.
- aún tengo
sueño, llegamos muy tarde- me serví una taza de café y tome un sorbo de él.
- si pero,
tienes que hablar con ella, lo recuerdas- mire como tomaba de su café.
- lo sé, pero
antes debo limpiar este basurero- mirando alrededor de mí.
- solo tiene
polvo y entre las dos terminaremos pronto.
- qué bueno que aceptaste
venir- dije jugando,observando arquear una ceja para después reír -
tenemos que almorzar antes que nada, yo preparo el almuerzo, tu lava los
trastes y pon la mesa.-
- entendido,
sensei- reí divertida, terminamos de almorzar y continuamos con los deberes de
la casa, al terminar con lo principal, se dirigió a la cochera y pregunto.
- ¿tienes o
tenías coche?-
- ¿aaaaa?, sí,
pero no podía llevármelo, así que lo deje encargado con una amiga, abrí la
cochera y sorpresa dentro estaba mi coche.
- pues creo que
no te lo cuido siempre- río.
- tendrá que
darme algunas explicaciones, cuando la vea- dije un poco seria.
- bueno vamos a
dar una vuelta, ya casi es hora de comer-
- vamos
entonces- La pasamos bien ese día te lleve a lugares en los cuales la
pasa con mis demás amigas, en el paseo me encontré con Ashlen, una de mis
amigas, las presente. Ella se ya se había casado con un joven guapo
y al parecer rico, y para su suerte la quería mucho, se amaban, estaban
esperando a un bebe aun no sabían que era, pero yo sería la madrina, al
despedirnos, ya eran las 9 de la noche, decidimos regresar, ese día no sería el
que nos veríamos, sería mañana 7 de septiembre. Ya habían pasado 3 años
desde que nos vimos por última vez, tres años es un número pequeño pero
en términos de tiempo es largo, muy largo para dos personas que se quieren.
Por la noche
estuve rondando por el teléfono celular, preguntándome si tendrías el mismo número
telefónico, marque una vez pero no contesto nadie, volví a marcar esta vez
contestaste, era tu linda voz, pero no tuve el valor de hablarte y colgué.
- aja, la
señorita no tiene valor- Karina estaba en la puerta de mi habitación.
- Karina, ¿desde
hace cuánto estas hay?- pregunte sorprendida.
- pues, desde
que marcaste por primera vez- caminó hacia mi cama.
- ¿en serio?- me
puse nerviosa, pareciera como si fuera la primera vez que le hablaba a Yunuen –
- porque no solo
le hablas, no se sabe lo que puede pasar, la puedes perder – esas palabras
pareciera como si estuviera hablando con Fernanda.
- lo sé, pero
hoy estoy cansada y ella debe estarlo, se escuchaba fatigada- baje la mirada y
sonreí.
- entonces hasta
mañana- se acercó a mí y me dio un beso, un poco cerca de los labios.
- hasta mañana-
tal vez era peligroso vivir con ella.
A la mañana
siguiente me desperté como siempre al final, fui a la cocina pero no estaba
Karina, revise su recamara para mi sorpresa tampoco estaba, entonces salí a mi
cochera y no estaba mi coche, estaba confundida ¿sabía manejar?, la llame al
celular y no contestaba, espere en la sala media hora, pero no llegó, una
hora y empezaba a preocuparme y después de una hora 15 minutos entraba por esa
puerta de la cual salió.
- hola, aaa,
tome prestado tu coche- estabas tranquila, pero con miedo - talvez, porque estaba seria, sentada en la sala- ¿pasa algo?.
- tomaste mi
coche, y no me avisaste- dije con voz seria.
- ¿lo siento?- tenía
una cara confundida.
- y además,
sabes manejar y no me lo dijiste- sonreí, no estaba molesta, estaba preocupada.
Era recién llegada a esta ciudad, podría haberle pasado un accidente o
cualquier cosa- pudiste llevarme tu ayer.
- ¿no estás
molesta?- preguntó.
- no, sol estaba
un poco preocupada, eso es todo- reí
- aaaaaaaaa-
suspiro- entonces no importa que le allá echo un rayón a tu coche-
- ¿Qué?-
sorprendida.
- no es cierto,
estoy jugando, ¿puedes ayudarme a bajar las cosas que compre?
Después de
almorzar y terminar los deberes tome el celular, marque tu número y por suerte
contestaste, me quede callada uno segundos hasta que por fin logre articular
palabras.
- hola- te
quedaste callada del otro lado de la línea- soy Anel, ¿si me recuerdas?- hubo
un silencio.
- si, ¿a qué se
debe tu llamada?, tu voz sonaba tranquila.
- bueno, quería
saber si…- dude un momento y recibí un codazo de Karina, la mire y su mirada me
dijo que tenía que continuar- ¿podemos vernos?, acabo de llegar, no sé si
puedas o tengas un tiempo, tiempo- estaba nerviosa y Karina se reía de mí.
- En este
momento no tengo tiempo, pero más al rato si- esta vez tu voz sonaba un poco
más alegre.
- ¿entonces, aceptas mi invitación?-
- claro, hace
tiempo que no nos vemos-
- ¿nos vemos en
el Café Cuba?, ¿aún existe verdad?- estaba feliz por fin iba a verte.
- sí, hay nos
vemos, pero ¿a qué hora?-
- ¿a las 6 te
parece bien?-- si, entonces nos vemos a las 6 en punto, hasta luego- colgaste
el teléfono.
La tarde
trascurrió muy lento, estaba nerviosa, Karina trataba de tranquilizarme, al
llegar las 5:00 p.m. empecé a arreglarme, trate de vestirme muy bien para ti,
pero no podía estaba muy nerviosa, así que Karina me ayudo, al terminar de
arreglarme eran las 5:30 p.m., estaba lista para salir.
- ¿me veo bien?-
le pregunte a Karina.
- te vez muy
linda- al decir esto me sonroje y pude ver en sus ojos un poco de tristeza.
- ¿te encuentras
bien?- me acerque a ella y sonrió ocultando su tristeza.
- si, ¿por qué
no debería de estarlo?- sostuvo mi mejilla con ternura y sonrío- anda ve o
llegaras tarde, yo me quedare viendo películas de terror, no te preocupes por
mí- no estaba tranquila, de alguna manera sabía que le dolía que me fuera, pero
no quería que se ilusionara, gire el pomo de la puerta y entre abrí la puerta, regrese a verla.
- bueno, deséame
suerte- trate de darle ánimos, pero sé que la lastimaría con cualquier cosa que
le digiera.
- suerte- dijo
fingiendo una sonrisa, y ocultando su tristeza.
Salí de la de la
habitación pero antes de cerrar la puerta pude ver en sus ojos una lágrima
derramar, me sentí culpable pero no podía hacer nada, ya le había dicho que
amaba a alguien más. Por fin aborde mi auto y salí hacia el Café Cuba a tu
encuentro, por fin después de tanto tiempo vería a mi amor.
-----**** fin del
Recuerdo****--------
- un largo tiempo-
sonriendo y me que viendo a ella, la dueña de mis latidos.
- ¿es enserio?-
sonreía Fernanda, entonces podemos salir muchas veces como antes, todas juntas,
bueno con excepción de Ashlen.
- Me entere que ya se
casó y está embarazada- tome un sorbo de mi café.
- ¿y cómo te
enteraste?
- Ayer fui a dar un
paseo con Karina y me la encontré- te me quedaste viendo y Fernanda arqueo una
ceja.
- ¿Karina?, ¿y quién
es Karina?- preguntó Fernanda con suma curiosidad
- Es una amiga que me
acompaña- me seguías viendo- Se la voy a presentar mañana, si están de acuerdo
por supuesto.
- claro, ¿por qué
no?- dijiste tal vez un poco molesta.
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Tengo que confesar que cuando leí que Fernanda decía que era la prometida de Yunuen sufrí un poquito, hasta que recordé que cuando se reencontraron ambas dijeron que no tenían pareja.
ResponderEliminarMe encanta tu historia,tanto que se me hacen cortos los capitulos :-)
Rita
Me encanta esta historia. Creo que alguien se puso celosa jaja. Mori de risa cuando Fernanda dijo que era una broma.
ResponderEliminarYo estaba en mi trabajo leyendo tu historia hasta se me olvido estaba trabajando por que esa parte donde fernandan bromio me quede what me gusta mucho historia
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