Capítulo 44
Adriana y yo aclaramos las cosas del no somos
nada. Mientras hablábamos, yo le di la espalda cambiándome, pude ver su rostro
a través del vidrio de la ventana y sé que ha visto la cicatriz de mi rostro
por la cara que puso antes de retirarse de
mi habitación.
La primera vez en muchos años que me acuerdo de
la cicatriz, la única que tiene mi cuerpo, que me recuerda mi primer asesinato
siendo humana y que alguna vez tarde en cicatrizar no como ahora que ni
siquiera marcas quedan en mí.
Después de haber dado muerte al guardia de los
monarcas desde la posición en que estoy recibo un latigazo en la espalda. El
golpe fue tan fuerte que caí al suelo y del dolor que sentía en mi espalda creí
que moriría allí mismo. La vista se me nublo y solo alcance a escuchar una voz
que decía que no me hicieran nada y que me llevaran con ella, y me desmaye.
Desperté en una habitación oscura, no sabía
dónde estaba. Como pude me levante de la cama y al salir de esa pieza al
pasillo había todos candelabros y sonidos que provenían de otra habitación.
El dolor en la espalda era insoportable pero yo
solo quería encontrar a Josías.
Llegue a
la habitación de donde provenían las voces y encontré a varias personas en una
mesa grande y a la chica que nos recibió y Josías juntos comiendo algo y una
niña más que hablaba con él.
-
Por fin ha despertado nuestra anfitriona- dijo
uno hombre alto piel bronceada y ojos marrón claro.
No respondí nada solo quede observando el lugar.
-
Siéntate con nosotros- dijo la mujer que había
visto en el desierto- debes tener hambre.
Me acerque a la mesa junto a Josías pero
manteniendo mi cautela.
Había un par de ancianos que solo tenían una
copa con un líquido rojo que parecía vino. Y los demás si estaban comiendo.
-
¿Qué te trae por Nod?- volvió hablar el hombre.
- Cosas de la vida- respondí mirándolo fijamente.
- Vaya eres una joven interesante- dijo nuevamente la mujer- sabes
manejarte con cautela, ¿no te parece Caín?
-
La verdad si y tiene carácter, por cierto niña
has matado a uno de mis mejores guardia, quien diría que una mujer acabaría con
su vida.
Baje la vista, me sentía mal por haberle quitado
la vida alguien, jamás cruzo por mi mente hacerlo.
-
No te sientas mal-dijo uno de los ancianos- ha
hecho tantas cosas que puedo decirte que se lo merecía, solo que nadie era
capaz de enfrentarlo.
Solo escuche lo que ellos opinaban de la persona
que acababa de matar, porque de todas formas yo no era nadie para hacerlo y me
lamentaba que su final haya sido con la espada que herede de mi padre.
Mientras ellos hablaban de diversos temas, sentí
como si a mí alrededor todo hubiera quedado en silencio. Solo pensaba estoy en
Nod y ¿ahora qué hago? ¿Caín? no puede ser. Observe a mi alrededor, el lugar
era frio estaba medio oscuro, solo las luces de las antorchas colgadas en la
pared y dejaban ver algo.
Mientras pienso que hacer ahora que estoy en la
ciudad que hace días estaba buscando percibí una insistente mirada sobre mí. Me
gire buscando quien me miraba así y me encontré con los ojos de Caín.
Nos quedamos viendo por unos momentos, el
parecía probar cuanto resistía a su mirada y yo toda una desafiante le seguía
el juego.
-
Bueno basta- dijo uno de los ancianos- tenemos
una reunión así que esta vez gana ella.
Todos se levantaron de la mesa siguiéndolo a él.
La mujer salió última.
-
No se muevan de aquí- dijo antes de desaparecer
de nuestra vista.
El silencio era reinante en esa habitación solo
escuchaba la voz de Josías y la niña.
Los minutos parecieron horas que estabas allí.
Daba vueltas y vueltas alrededor de la habitación.
-
Al menos dime tu nombre- escuche decir a la
muchacha, me había olvidado de su presencia allí.
-
Me llamo Ast y ¿tu?
Abro mis ojos y me levanto de la cama, ya perdí la cuenta de todos los
nombres que usado en estos siglos y quizás los siga cambiando en los siguientes
años.
Me voy a la habitación donde hago ejercicios, los vampiros por más que
tengamos hipervelocidad y todo lo que ello con lleva debemos estar entrenados
por cualquier cosa que puede surgir en mi caso por si vuelvo a cruzarme con
Miguel o alguno de los suyos. Necesito estar preparada. Además es la mejor
manera de distraerme de tantas cosas que pasan por mi cabeza, especialmente el
"no somos nada" que resuenan
en mi cabeza. Es que acaso lo momento que compartimos también significaron
nada. Sé que debo ser paciente e ir poco a poco pero he esperado demasiado
tiempo, además la paciencia no es una de mis cualidades.
Al ejercitarme en mis oídos empiezan a sonar una canción que me
recuerdan algunas cosas de mis primeros días como vampiro.
La promesa
En nombre de su amor
Ella no duerme más
La vida no tiene sentido.
Nada que la haga quedarse
Vendiendo su alma lejos
Te sostuve fuerte a mí
Aun así te fuiste
Prometiste regresar a mí
Y yo te creí, y yo te creí.
Después de la noche en la que él murió
Llore hasta que mis lágrimas se secaron
Pero el dolor sigue igual
Voy a perseguirlos por todo el camino
Hice una promesa de vengar su alma a tiempo.
Uno por uno fueron sorprendidos.
Te sostuve fuerte a mí
Aun así te fuiste
Prometiste regresar a mí
Y yo te creí.
A veces me pregunto
¿Podría haber sabido acerca de sus verdaderas intenciones?
Pero el dolor se mantendrá igual
Voy a perseguirlos por todo el camino.
Hice una promesa de vengar su
alma en el tiempo.
Uno por uno fueron sorprendidos
Te sostuve fuerte a mí
Aun así te fuiste
Prometiste regresar a mí
Y yo te creí.
La canción hace que recuerde en el momento que perdí a Estar. La promesa
que le hice de volverla a encontrar, así como también en silencio y entre
lágrimas jure vengarme de quienes me la arrebataron.
-
Yo ya cumplí ambas promesas- digo en voz alta.
Nota: La canción es ThePromise de
within temptation, no soy mucho de traducir canciones en inglés ni ninguna otra
cosa, espero que este bien y si hay errores, perdón
------------------------------------------------------------------------------------------------------
La Teta Feliz Historias y Relatos ® Ve.C - Derechos Reservados
©
Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser
reproducida, ni en todo ni en parte, registrada o transmitida por un
sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún
medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico,
por fotocopia o cualquier otro, sin el permiso previo, por escrito, del
autor.

No hay comentarios:
Publicar un comentario