-Espera por favor – la tomo del ante brazo ya que Kall parecía querer
pasar por ella - ¿Podemos hablar?
-¿Podrías soltarme? – no se dio vuelta, solo se quedó quieta, sin hacer
ningún tipo de movimiento – El doctor dijo que debo descansar – esa sería la
excusa perfecta para que la deje sola por un buen rato.
-Kall por favor… - y rogo porque ya no conocía otra manera de hablar con
ella.
-Ahora es tarde Cristina – y como si cada letra pronunciada de su nombre
fueran puñales, la soltó por el impacto de su voz. Pocas veces Kall la llamaba
de esa forma, significaba que estaba realmente enojada. No podía entrar en
razón con ella en el momento y menos si Kall se sentía mal. Debía dejarla.
No escucho palabra alguna, los simples pasos marcaron el final de toda
posible conversación y su corazón parecía estar en el piso, porque dolió cada
simple avance que su mejor amiga daba hacia su habitación. Se quedó estática,
ningún movimiento azotó su cuerpo y tampoco quería hacerlo, en cierto modo
tenía miedo de avanzar.
Rebuscó en sus memorias el momento exacto en el cual había embarrado
todo y no pudo encontrarlo. Todo lo que sucedió, fue que Kall se levantó, algo
mareada, pero lo hizo y solicito volver a casa. De inmediato pidió disculpas
pero le fueron rechazadas por una Kall tan correcta y fría que asustaba. Miró
en dirección a la habitación de Kall y supo que debía darle tiempo; quizás ella
también lo necesitaba.
Observó una vez más su reloj de forma impaciente. Si la había llamado
¿Por qué demoraba tanto? Empezó una caminata que delataba lo que su sistema
nervioso ejercía sobre su cuerpo. Poco le duró la acción ya que muchos cuerpos
se movían en la gran superficie del aeropuerto, dos o tres chocaron con ella y
no emitieron disculpas, sino que le echaron la culpa.
Luego un par de minutos que se extendieron como horas, divisó a lo lejos
una figura bien esbelta alzarse sobre los demás. El porte de su padre no había
cambiado en nada en los cinco años que no se habían visto. Tenía aquel mismo
tono de piel moreno natural y su cabellera parecía haber alcanzado dos o tres
centímetros más larga de lo que la recordaba. Unos tonos grisáceos se
alcanzaban a distinguir en sus sienes pero todavía eran muy débiles; era el
único rasgo visible de que el tiempo también alcanzaba a los millonarios, a los
pobres, a cualquiera.
-Naomi – se paró en frente de ella a la espera de un abrazo pero los
crudos ojos azules lo recibieron de una forma no tan cariñosa. No le extrañó,
no se habían visto desde la partida del tren - ¿Cómo estás? – intentó una
charla casual para romper el hielo.
-¿Por qué viniste tan de repente? – o tal vez, ir directamente al punto.
Su mirada quemaba. El azul mar no parecía lleno de agua, sino de lava;
una sustancia que arrasa con todo a su paso sin dejar nada con vida. Naomi no
lo quería allí ni ahora y quizás nunca y él conocía muy bien el motivo.
-Me casaré – anunció algo inquieto.
-Te felicito – ¿Tanto viaje para esto?
-Quiero que asistas a mi boda, por favor.
Lo observó una vez más. El padre que siempre había deseado, con el que
siempre había soñado, el cual había anhelado y jamás había tenido, se
presentaba de forma espontánea a la espera de una respuesta positiva. La combinación
de los simples fonemas ‘’S’’ e ‘’I’’ debían salir de su boca, pero no podía.
Ellos tenían una especie de guerra interna, una que batalla por batalla, su
padre la había machacado y si la guerra no se declaraba en favor a él, era pura
y exclusivamente porque ella era obstinada. Porque no podía permitir que le
ganase un rico burócrata, un hombre avaro, un padre ausente…
La mirada hielo, se tornó aún más oscura de lo que alguna vez la había
tenido. Él podía tener lo que más amase, pero ella no y aunque la vida fuese
injusta no era culpa de ella, sino de él. No podía, ni quería. No podía, ni lo
haría. Porque esta vez, le mostraría a su padre, que el amor no siempre espera,
que el amor no siempre comprende y que el amor no siempre perdona.
-No me necesitas allí – elevó el
mentón por puro reflejo –con que Tom asista, todo estará bien ¿verdad padre? –
sus miradas se cruzaron y si ella había heredado aquellos ojos, haría uso de
ellos, enviándole toda la carga emocional que su alma gritaba ausente en su cuerpo
– si me disculpas, tengo un lugar urgente al cuál debo ir – percibió el atisbo
de sorpresa que presentaba el rostro de aquel hombre apuesto con traje – Tom
también está en la ciudad – dijo a modo de referencia y de despedida.
Movió la lengua de un lado a otro y la falta de saliva denotó la
deshidratación que su boca presentaba. Maldijo por lo bajo al actuar tan
infantilmente en la entrada de su departamento. Suspiro; era tarde. Rasco el
casco de su cuero cabelludo en un intento de liberar la tensión. Se levantó
perezosamente y caminó hasta la entrada de su habitación. Puso la mano en el
picaporte y tomando aire en busca de valentía, giró el mismo y salió al resto
del inmueble compartido. Lo próximo que supo, fue que estaba en el piso, encima
de Cris.
-¿Qué haces aquí? – pregunto al momento que revisaba de no haber dañado
a su mejor amiga.
-Esperaba para hablar, no pensé que pasaríamos a la parte en que
directamente me pegabas – comenzó a reírse de forma nerviosa, Kall estaba muy
seria.
-No seas idiota – y le golpeo en brazo en signo de reproche y de cariño.
-¡Ves! ¡Ya empiezas! – se cubrió la cabeza fingiendo aceptar los golpes.
-Que eres rara Cris – y en aquel momento ambas se percataron de que no
había dicho su nombre completo. Salió del escondite que había creado para
burlarse de Kall y la miró directamente. Era hora de hablar.
-¿Qué sucede?
-¿Por qué no me dijiste de ella? – decidió aclarar las cosas por
completo.
-Oh… - ahora comprendía todo- ¿Me escuchaste? – Era retórico – Yo no
deseaba arruinar tu viaje de negocios contándote.
-¡Pero volví! Podrías haberme contado hoy…
-Estabas enojada Kall, ¿que se supone que hiciese? – Interrogó
seriamente - ¿levantarte el ánimo hablándote de ella? - Cris negó con su cabeza – sabes que no
puedo hacerte eso. Ni siquiera me gusta hablar de ella.
-Sabes que a mí tampoco me gusta, pero es la realidad –y aunque entendía
que su mejor amiga la había intentado proteger, no era la forma – y aunque sea
dura, hay que enfrentarla Cris…
-Lo sé – respondió triste – pero no quiero la enfrentes sola.
-No lo haré si lo hablamos todo ¿está bien? – plantó la bandera blanca
ya que Cris tenía la mirada triste. La vio asentir mientras se abrazaba a ella
– Cuéntame, por favor.
Pensó en tomar la ruta que la llevase directamente al gimnasio pero con
la venida de su padre había perdido dos horas. Accedió rápidamente en una
intersección con destino al pent house de Kall, solo esperaba que estuviese
bien. Maldijo por lo bajo una vez más cuando un semáforo le impidió el avanzar.
En ese corto tiempo, realmente le tomó el peso a la respuesta que le dio
a su padre. Se la había negado. Por primera vez no había cedido a deseos caprichosos
de su ‘’protector’’. Por una vez lo había hecho por ella misma, había decidido
y aunque la tormenta que se formase en el horizonte pareciese atemorizante,
ella estaba decidida. Por única vez, sentía que había elegido lo correcto.
Luego de sentirse satisfecha se dio cuenta lo que había desatado. Tommy
estaría tras ella sin parar. Y si sus cálculos no fallaban, antes de 24 horas,
él estaría tocando la puerta, preguntándole frenéticamente porque le negó a su
padre el apoyo en tal momento fundamental. Suspiró por lo bajo, mientras el
rojo terminaba su estación y un verde esperanza, se prendía en lo alto de toda
la noche negra para permitir el avance de los autos.
-Voy – anunció, aunque su interceptor parecía no escucharla ya que
seguía golpeando más fuertemente – ¡dije voy! – Subió el tono de su respuesta
pero por segunda vez, no la escuchó - ¿Cuál es la emergencia? – Terminó de
hablar cuando se dio cuenta que frente a ella había una Naomi completamente
agitada y sudada – Hey – la detuvo por el antebrazo -¿Dónde crees que vas? – ni
siquiera le había dicho ‘’hola’’, simplemente se aventuraba en el departamento
en busca de… ¿Kall?
-¿Dónde es su habitación? -
intentó hacer fuerza para soltarse, pero al parecer no había sido
suficiente ya que Cristina seguía sosteniéndola firmemente.
-Lo lamento, ella ahora no está disponible – no quería seguir
sujetándola de la forma en que lo hacía pero sospechaba que si la soltaba no
pararía hasta encontrar a Kall.
-¿Podrías soltarme, por favor? – no gritó, ni se exaltó, pero el tono
sonaba amenazante e hizo lo que le pidió - ¿Puedes llamarla?- insistió una vez
más.
-Mira, ella no puede atenderte ahora, tuv-
-Un golpe en la cabeza, lo sé- interrumpió esperando que con ello se le
permitiese verla.
-Si lo sabes no hay nada más que hablar ¿no crees? – la miro y por el
azul profundo de Naomi sabía que no pararía en su intento. Intentó analizar las
muchas formas que habría de frenarla pero ninguna parecía pacifica o tranquila
sin que perturbasen a Kall – Naomi – suavizó su voz ya que desde que la había
tomado con tanta fuerza podía sentir la hostilidad de respuesta – ella ahora
está durmiendo, el médico le recomendó reposo tanto físico como emocional… - y
esperó a que la entendiese.
-¿Insinúas que armaré un alboroto? – preguntó un poco ya alterada. Solo
quería ver a Kall, saber que estaba bien y pedirle disculpas. No quería seguir
de la forma en que estaban y menos con el último recuerdo de ella cayendo
inconsciente al piso por su culpa.
-No, pero… - se rasco la parte posterior de la nuca en busca de liberar
tensión. Quería decir lo siguiente sin herir a nadie –ustedes estaban peleadas…
- hizo un gesto con sus manos como dando a entender la situación. Al ver que
Naomi no la seguía continuó – y reconciliarse ahora no sería del todo
recomendable – finalizó de la forma más dulce posible intentando evitar una
pelea pero al momento que lo hizo, supo que tendría la ira de la morena.
-¡No vengo aquí a seguir peleando! ¿Por quién me tomas? – y
efectivamente estaba demostrando la teoría de Cristina.
-¡Ves! - no pudo evitar levantar
un poco la voz ella también en la euforia de tener la razón. Y aunque Naomi se
dio cuenta de ello, por el mismo motivo se enojó más, casi como niña pequeña
que acaban de regañar y no quiere admitir su error.
-¡Tenme un poco de –
-¿Qué sucede? – una voz somnolienta se alzó desde la escalera del
departamento. Se refregaba los ojos porque todavía no podía abrirlos y la luz
la cegaba temporalmente.
-Kall -dijo con una voz de alivio de verla en pie, aunque no pasó
desapercibido el color purpura que tenía en la sien izquierda.
-Lo lamento, no queríamos molestarte – se disculpó Cristina por algo que
al parecer Naomi había olvidado – Naomi ya se iba…
-¿Naomi? – y de golpe sus ojos estaban abiertos y viendo a una Naomi
parada al lado de Cris que la miraba preocupada, se veía tan hermosa. De pronto
recordó sus últimas palabras juntas y su pelea. ¿Qué quería? Y lo que intrigaba
más aun, ¿Por qué a esta hora? Se estudiaron por una fracción de segundos que a
ambas le pareció una eternidad, Kall intentando verificar si Naomi estaba bien
porque nadie acudía tan tarde a menos que tuviesen problemas o haya pasado algo;
mientras que Naomi intentaba verificar si Kall se encontraba bien, debido a la
herida que recibió del golpe de Cristina.
Odiaba quedarse entre ellas dos. Siempre que las veía juntas se quedaban
calladas y todo a su alrededor desaparecía. Se quedaban tan prendadas la una de
la otra, que olvidaban que Cristina todavía estaba allí. Pasaron 10 segundos en
que ninguna de las dos había quitado la mirada de la otra y ya se empezó a
irritar. ¿Si tanto se querían porque peleaban? Era una pregunta estúpida pero
siempre se la hacía. Supuso que era de la misma forma en que ella y Kall
peleaban. Era parte de una relación. Pero esta no era cualquier relación.
Era una extraña. Nunca pudo describirla del todo pero sentía como si los
errores comunes de una pareja se multiplicasen por 20 en esta. Como si su
destino estuviese en contra de su amor, como si las tiras del mismo se
enredasen una y otra vez, creando nada más que puros nudos en su camino. Pero
ambas se gustaban y con ello debía bastar, ¿Cierto?
Ella siempre lo supo, desde aquella noche en que vio a Naomi
literalmente babear por Kall, cuando la arrastro fuera de aquella fiesta de
gala hacia 5 años. Los ojos de Naomi eran inocentes, puros y sensibles, pero
ello no impedía que también se mezclase con amor, deseo y lujuria. En cierta
forma siempre lo supo, que Naomi no veía a nadie más que a Kall. Pero por
alguna razón el destino las había separado y ella pensaba que su amiga había
finalizado su historia con la morena.
-Hmm – tosió un poco en busca de romper el hechizo que las mantenía
atrapadas – supongo que no me necesitas
aquí… - miro a Naomi de forma amenazante
y le dedico un mensaje que esperó que su invitada lo entienda – puedes
subir si ella te lo permite – quien Kall confirmó asintiendo con la cabeza y se
encamino a la sala de estar. No con el fin de escuchar su pelea o su
reconciliación, sino para cerciorarse de que Kall no se sobre exigiese.
-Kall yo – empezó a decir apenas termino de subir las escaleras.
-Aquí no – la tomó de la mano y la guió a lo que supondría su cuarto –
ven – pero cuando llegaron se dio cuenta que estaba equivocada. Era una oficina
o una biblioteca. El cuarto contaba con un escritorio largo divido al medio, el
cual Naomi pudo reconocer la parte de Kall, estaba pulcramente ordenada y con muchos
códigos civiles, penales y constituciones. La otra supuso por descarte que era
de Cristina, tenía papeles medios desordenados y sus hojas eran cuadriculadas
lleno de cálculos. En todo ese escritorio se encontraba varios portarretratos
con Kall y Cristina como protagonistas – dime, ¿Qué sucede? - escucho a Kall
interrogar a su espalda, cuando casi caía en la tentación de acercarse y
conocer a su novia en su época de universidad.
-¿Estás bien? – Se acercó a ella y acaricio levemente con la punta de
sus dedos la zona inflamada- ¿Duele?
-No comparado a otras cosas – respondió en tono cortante. Pudo sentir
como el dulce tacto calentó su corazón y despertó pasión en su cuerpo, pero
intentó controlarlo pensando en lo último que había escuchado de la boca que
tanto amaba.
Comprendió el mensaje de Kall de inmediato. El golpe podía sanar en unos
días con los cuidados respectivos, pero su corazón no. Nunca había estado
realmente con alguien y no sabía cuál era el paso a seguir cuando habías sido un
idiota. No supo que hacer más que abrazarse a ella.
-Perdóname – al principio se sorprendió ¿Cómo aquella persona que se
imponía tan fuertemente a Cristina ahora estaba colgada de un abrazo con ella y
lloraba como niña pequeña? – Por favor, perdóname – escondió su rostro en aquel
cuello de porcelana que tanto amaba e imprimió fuerza sobre ella. La poca
cordura que mantenía su expresión fría y distante, fue rota por la sinceridad
de aquellas lágrimas que penetraron sin piedad en su corazón. Sintió un deseo
incontenible por abrazarla, velar por ella, cuidarla y protegerla. Sus brazos
envolvieron la estrecha cintura de la morena y pudo sentir sus hipidos
desesperados.
-Tranquila – apretó su cuerpo para que la morena cesase el llanto pero
no parecía tener resultado – Naomi – tomó su rostro entre sus manos y espero a
que el azul aguado cubierto de lágrimas la mirase. Se veía tan vulnerable y
hermosa. Sus pestañas se habían agrupado de a dos o tres por lo mojado y sus
ojos llenos de chispas destilaban arrepiento y amor. No debían hablar más.
Sabía que Naomi estaba apenada por sus hirientes palabras. Con ello bastaba.
Sin darse el tiempo para pensar, la besó. Y aquel beso era tan dulce. Su
saliva tenía un sabor diferente posiblemente por las lágrimas de Naomi pero no
le daba asco, de hecho le parecía tan rico. Se fundió completamente en ella
esperando hacerle saber que la había perdonado. No supo si Naomi interpretó o
no el mensaje, pero si tenía claro que ambas querían lo mismo en ése momento.
Si comenzó dulce y tierno, ahora adquiría un matiz fuerte y seductor. Entre
besos buscaban aire y a la vez gemían completamente inmersas en la fantasía de
volver a ser de la otra, de volver a amarse, de volver a ser una.
Cambiaba de canal en busca de algo que no la hiciese dormir en la espera
de que Kall y Naomi hubiesen hecho las paces y no la guerra. Luego de unos
minutos de silencio, imaginó que se habían arreglado así que no debía quedarse
más. Se levantó del sofá y comenzó a apagar la televisión. Cuando finalmente
caminaba hacia su habitación,el timbre de la puerta la sorprendió. Miró
instantáneamente la hora y se dio cuenta que no era frecuente el horario para
visitas. Dudó por un segundo si contestar o no, en cierto modo temía fuese un
asaltante aunque claro podía aplastarlo en el piso, pero eso no quitaba el
hecho que tendrían que llamar a la policía, ir a la comisaria, declarar, etc.
Parecía bastante trabajo para alguien que quiere irse a dormir.
De todos modos se dirigió a la puerta porque también existía la posibilidad
de que fuesen sus pupilos con alguna emergencia. Siempre los había intentado
entrenar para que la llamen antes, pero al parecer tenían tanto miedo que
siempre la buscaban directamente. No preguntó quién era, ni se molestó,
simplemente abrió la puerta sin esperarse que la persona del otro lado fuese ELLA.
Nota de la autora: Buenos días, tardes o noches,
donde sea que estén, las saludo. Sé que he desaparecido, les pido mil
disculpas, intentaré no volver a hacerlo porque les debo respeto a ustedes y
por supuesto a la historia. Hablando de la misma, se pondrá interesante así que
por favor no dejen de leerla culpa de su irresponsable
escritoraL.
Este capítulo va dedicado a una
persona muy especial, la más especial de todas en mi vida. Te amo con todo mi
corazón, te extraño y sé que todo irá bien… luchemos juntas siempre (L)
¡Felices 10 meses amor mío!
Saludos
Eugeene
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reproducida, ni en todo ni en parte, registrada o transmitida por un
sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún
medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico,
por fotocopia o cualquier otro, sin el permiso previo, por escrito, del
autor.

Me alegro que hayas regresado a la escritura y a la historia. Sabemos que sera interesante lo que viene.
ResponderEliminarpor finnn ya extrañaba esta historia saludos
ResponderEliminarMe encanta que hayas regresado , esta es mi historia favorita ,gracias :)
ResponderEliminarSí, el capítulo es coherente con el resto de la historia, no me costó seguirla. Tienes razón, la trama se vuelve interesante, esperaré los demás capítulos. Un abrazo.
ResponderEliminarSofi
eugene larga ausencia he me gusta tu historia se me hizo un poco canzon y no muy interesante
ResponderEliminarsaludos
Tany
Hola, Que buen regreso y gracias por seguir con la historia, muchas no han vuelto y nos han dejado sin final dejando más decepción. Me gusta mucho tu historia y como se va dando de a poco la "relación" de Kall con Naomi.
ResponderEliminarSaludos y a la espera de el próximo capitulo ojala no tarde mucho xD
No importa el tiempo ,me alegra q hayas vuelto,,,es una de mis historias favoritas!!!!!!
ResponderEliminarA mi si me importa el tiempo de espera porque como han dicho otras lectoras he pedido totalmente el hilo de la historia, pero te agradezco que hayas vuelto a completarla, ya que también era de las historias que más me gustaba leer.
ResponderEliminarMakeys.
Me ha gustado mucho el capitulo, se me hizo fácil recordar como iba la historia hasta el momento, me alegra que hayas regresado y con tan buena noticia de que se pondrá mejor, ademas quiero felicitarte porque redactas muy bien y con muy buena ortografía y gramática ese detalle hace muy agradable la lectura. Muchas gracias por compartir con nosotros tan interesante historia, esperare con ansias el siguiente capitulo.
ResponderEliminar- Maria, Colombia
pues como es una de mis historias favoritas, de vez en cuando leía el último capítulo en que se había quedado por eso le entendí de inmediato ojalá y no nos vuelvas a abandonar de nuevo
ResponderEliminarMe alegra que hayas vuelto!! Le entendí de inmediato porque extrañaba la historia y de vez en cuando leía el capítulo en que se había quedado ojalá y no nos abandones otra vez.
ResponderEliminarOoooooh eres super tierna amor, muchísimas gracias por su saludo y dedicatoria, en verdad fue una muy hermosa sorpresa, discúlpeme si no le respondí antes, no lo había visto antes, amor toma y valora las críticas de las chicas que te la hicieron de forma constructiva, como una de tus fans, también te pido no nos abandones, me encanta tu historia, Te amo y eres todo para mi, ¡Felices diez meses también para ti!... Besos.
ResponderEliminarJem.
Me encantó :-)
ResponderEliminarEsta muy buena la historia!!, me la he leído en dos días ^^. Me gusta mucho como escribes.. Sigue así! y animo que se puede en este termino de año ;)
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