Cap. IV - Pequeño juego
Me reí, y saliendo de
mis pensamientos, baje la mirada y tu preguntaste.
- ¿en qué piensas?-
divertida- o tal vez es en, ¿Quién?
- si te digo, te
puedes enojar- levante la mirada y riendo.
- prometo no
enojarme, si me lo dices- colocaste tu mano sobre la mía.
- pero, no sécómo lo
tomarías- dije tomando tu mano.
- y no lo sabrás si
no me lo dices- mirándome a los ojos casi seria, entonces me empecé a reír.
- pues, en la
primera cachetada que me diste- no dijiste nada, soltaste mi mano y te pusiste
seria, te quedaste así un pequeño momento, que a mí se me hizo eterno.
-jajajaja- te reíste
divertida- así que la primera cachetada- me sonroje un poco al acercar tu cara
a la mía.
- si quieres,
la repetimos- volviste a reír y te alejaste.
-aaaa- suspire-no lo sé,
puede doler mucho- te mostré la sonrisa más coqueta que pude.
- pero el remedio
puede ser más… lindo- devolviéndome la sonrisa, yo solo podía tragar saliva
ante tu propuesta, ya que el remedio sabía que me gustaría.
- Jajaja, voy a
tomarme enserio tu propuesta- dije riendo, viniendo a mi mente un momento
especial.
------****Recuerdo****-------
Después de
confesar nuestros sentimientos en aquellos besos ya había pasado una semana de
lo sucedido, nuestro comportamiento cambio notoriamente, teníamos que buscar el
momento para seguir manifestando nuestro amor, pero sin darnos cuenta Fernanda
se había percatado que entre nosotras ya pasaba algo más. Días después
nos era más difícil disimular lo nuestro, así que decidimos declararlo ante las
chicas.
-chicas, tenemos
algo que decirles- nerviosa y mirándote.
- no sabemos cómo
lo van a tomar, pero, no tenemos otra opción -tomaste mi mano, me dirigiste una
mirada y asentí, estabas nerviosa igual que yo- nosotras- te quedaste callada y
yo termine la frase.
- andamos.- voz
firme y sonrojándome.
- ¿Cómo?,
explícame- pregunto Fernanda con una sonrisa, lo hacía para molestarme.
- aaaaa- no
sabía cómo explicarlo- yo, yo- realmente estaba nerviosa.
- jajajajajaja-
Fernanda soltó una carcajada y me sonroje más- ya lo sabíamos- y todas
gritaron- felicidades. No sabíamoscómo reaccionar ante aquello, y nos quedamos
un momento calladas con los ojos bien abiertos, hasta que se levantaron las
cuatro y nos empezaron abrazar, esa tarde fue una pequeña fiesta (improvisada). Al terminar todo, cada quien se fue a su
casa, se despidieron de nosotras. Después de un rato nos que damos
sentadas en el sillón y te abrazaste a mí, me sonreíste y me diste un
tierno beso en la mejilla, sin dejar el abrazo me susurraste al oído.
- salió bien,
¿verdad?- riendo tiernamente.
- si- conteste
besando su mejilla, acomodándome de tal forma que quedáramos de frente sin
soltar el abrazo.
- estaba
nerviosa- sin dejar de sonreír tiernamente.
-yo también, lo
estaba- di un suspiro y te di un beso tierno, después de un rato me mordiste
levemente mi oreja, sonreí ante tu caricia, he imite tu movimiento pasando a tu mentón que también lo mordí, fui subiendo
poco a poco dándote pequeños mordiscos hasta llegar a tus labios también
mordiéndolos suavemente, pero después te levantaste del sofá, me sonreíste con
picardía, te dirigiste a la cocina, yo me quede un poco confundida ya que
habías roto el momento, después de unos momentos me dirigí al lugar en donde
estabas, en donde estabas recargada en el lavaplatos con la vista fija al
frente, te abrace por la cintura y reíste, después de unos segundo te volteaste
colocando tus brazos en mis hombros, te quede viendo confundida, reíste al
darte cuenta de mi confusión, te acercaste a mi oído y me susurraste.
- atrápame, si
puedes.- reíste con un toque de picardía, te liberaste de mi abrazo y subiste
las escaleras corriendo, solo me quede pensando en tus palabras y al entender
tu juego salí corriendo, revisando cada rincón de la casa, eras buena para esconderte,
pude verte y corrí hacia ti, tu diste un grito y corriste hacia tu cuarto,
cuando al fin te logre agarrarte por la cintura, reíste y me abrazaste,
colocaste tus brazos sobre mis hombros, te me quedaste viendo a los ojos.
- te atrape- con
una sonrisa tierna, sin poder dejarte de ver.
- eres buena-
sonreíste y me besaste lentamente.
Los besos se
hacían cada vez más apasionados, y la temperatura de nuestros cuerpos empezaba
a aumentar, lentamente mis manos empezaron acariciar tu espalda, y mis besos
empezaron a convertirse en tiernos y leves mordiscos que empezaron a bajar por
tu mentón, bajando lentamente por tu cuello, después empecé a subir otra vez
hasta llegar a tu oreja y un leve suspiro salió de tus hermosos labios, lo que
provoco que mi piel se estremeciera. Seguí mordiendo hasta que tú me separaste
depositando un tierno beso, me empujaste con tu cuerpo hacia la cama, dándome
un empujón caí en ella, subiste a mi cuerpo colocando tus piernas en los
extremos, te acercaste a mi rostro y me diste un beso en los labios, sonreí
devolviendo el beso, empezaste a besarme el mentón, bajando lentamente por mi
cuello, eso me volvió loca, era mi debilidad, simplemente me derretía, un
suspiro se escapó de mis labios, y al
parecer te diste cuenta de mi debilidad ya que seguías con insistencia
besándome, los suspiros seguían cada vez más fuertes, empezaste a acariciarme
mi estómago, metiste tus manos entre la blusa acariciando mi cintura y subiendo
lentamente sin dejar de besarme, trate de imitar pero hiciste que me sentara en
la orilla de la cama, me besaste apasionadamente, y al separarte me
despojaste de mi blusa, con una mirada me indicaste que hiciera lo mismo, al
quedar sin tu prenda te sentaste en mis piernas y me comenzaste a besar el
cuello, te detuve y comencé a besarte en los labios, empecé a bajar poco a
poco, sin darme cuenta desabrochaste mi sostén, me empujaste lentamente sobre la
cama, quitándomelo lentamente volviendo a besarme en el cuello, bajando
lentamente, pasando por mis pechos, seguías bajando lentamente hasta llegar a
mi ombligo. Ya era demasiado tarde para parar, ya que me habías excitado lo
suficiente, mi respiración estaba agitada y tú lo notaste, así que tus labios
retornaron su camino hasta llegar a mis labios, me besabas con pasión y locura,
desabroche tu sostén y te despoje de él lentamente, mis manos se posaron en tu
espalda acariciándola tiernamente, pasando después a tu cintura subiendo
lentamente para llegar a tus senos, los acaricie un tanto impaciente y un
gemido salió de tu boca, pero te bese un poco más lento, esta vez te coloque
debajo mío y empecé a besar tu cuello bajando lentamente hasta llegar a unos de
tus pechos y lamerlo con ternura, después de haber terminado con los dos,
empecé a bajar por tu vientre plano para quedarme en tu ombligo, seguí bajando
pero algo me interrumpió, era tu pantalón, levante la mirada hacia tu rostro
intentando pedirte permiso para desprenderte la prenda pero tus manos ya
se encontraban bajando el cierre de la mío, así que te imite, al quedarnos solo
con las prendas íntimas acariciaste mis piernas, empezando con los dedos de mis
pies y subiendo poco a poco, al llegar a mis muslos me besaste con ternura y
subiste tus manos a mi cintura colocando tus dedos en mi prenda íntima,
bajándola lentamente, esto me excitaba más y un leve gemido salió de nuestro
beso. Empecé a bajarte tu ultima prenda, tu respiración empezó a agitarse más,
un suave gemido salió de tus labios interrumpiendo tu respiración, coloque una
de mis piernas entre las tuyas rozando tu parte intima, esto hizo que gimieras
un poco más fuerte, me imitaste solo que acompañado de besos en mis cuello y
eso me hizo gemir.Nuestra respiración era rápida y entrecortada, ya
habíamos empezado a mover nuestras caderas al ritmo de nuestros corazones, el
clímax estáa punto de llegar, nuestras pierna estaban entrelazadas, rozando
frenéticamente nuestras partes húmedas de tanta excitación, cada vez eran más
rápidos los movimientos, los gemidos salían sin parar pero los cubríamos con
besos, hasta que por fin alcanzamos un orgasmo lleno de amor, pasión, locura,
todo sentimientos mezclados, nos habíamos fundido en uno solo.
Al separarnos te
recostaste en mi regazo, aun nuestra respiración era agitada, nuestros cuerpos
estaban cansados, pero llenos de gozo, y amor. Cuando nuestra respiración
empezó a relajarse, empezabas a conciliar el sueño recostada sobre mi
cuerpo desnudo, tu rostro estaba recostado por encima de mis pechos, tus brazos
aprisionaban mi cintura en un tierno y delicado abrazo, mi pecho sentía tu cálido
aliento, y poco a poco me fui quedándome dormida, con una sonrisa en mi rostro
te susurre en tu oído un tierno…
-“te amo”-
-----*****Fin del
Recuerdo*****--------
Sonreías ante mis
palabras- jajajaja- reíais como si el tiempo que estuvimos separadas solo fuera
un minuto, un pequeño instante en donde pudimos ver nuestro destino
predeterminado, realmente no sécuánto tiempo estuvimos riendo, pero me
pareció una eternidad, hasta que miraste tu reloj y sorprendida dijiste.
- vaya, contigo sigue
pasándose el tiempo muy rápido- reíste.
- ¿Por qué lo dices?-
fingiendo sorprenderme, pues ya sabía que era tarde, siempre que estábamos
juntas el tiempo pasaba muy rápido sin darnos cuenta.
- ya es un poco
tarde, ya son las 8:00 de la noche.
- no me digas que
tienes a alguien quien te supervise- reí con un poco de burla- que lastima,
quería que me acompañaras otro rato.- fingiendo tristeza.
- claro que no, es
que parece que- te quedaste callada.
- parece que, ¿Qué?-
entre cerrando los ojos y la mirándola fijamente.
- que, sigue
siendo como antes- con un pequeño aire de tristeza.
- ¿no me estarás
diciendo que me extrañaste?- diciendo esto con el fin de borrar esa tristeza.-
¿o sí?- sonriéndole dulcemente
- no lo sé, tal vez.-
al parecer mi estrategia funciono ya que me devolviste la misma sonrisa.
Nos quedamos viendo
un rato a los ojos y sonriendo con ternura, era verdad parecía como si el
tiempo no pasara sobre nosotros, sobre lo que sentíamos, sobre nuestro amor.
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