Cap. V -Problemas, ¿Fin de la Historia?
- entonces, ¿me
sigues acompañando?- después de ese pequeño lapso, por fin pude articular
palabra.
- Mmmm, déjame
pensarlo- haciendo un mueca de duda mientras yo arqueaba una ceja.- estoy
bromeando- y reíste.
- mala - di un suspiro-
no me asuste- y reíste divertida.
- al parecer sigues
siendo la misma-
- pues he cambiado un
poco- dije son seriedad.
- ¿en serio?- con
cara de incredulidad y reímos otro rato, al parar las risas tu cara
cambio un poco.
- por
cierto, ¿has mejorado en?- dudaste un poco.
- en, ¿Qué?-
temiendo por la pregunta, y tu actitud.
- en, ¿tu miedo
hacia la estabilidad?- dijiste al fin sin titubeos, me quede callada unos
segundos, debo admitir que medaba un poco de miedo la palabra estabilidad a lo que
se refiere, tener familia, responsabilidades, simplemente no estaba lista para
tener algo realmente serio, la amaba pero me daba miedo la responsabilidad o
tal vez el qué dirán, y por esos miedos termino nuestra relación o tal vez fui
yo quien la termino, no puede evitar recordar esos días de locura, de amor, de
pasión así como de angustia y dolor.
------****Recuerdo****--------
Nuestra relación
iba muy bien, ya habían pasado 2 años desde que todo empezó, celebramos los 2
aniversarios del inicio de esta relación, las 2 navidades, todos aquellos días
especiales, así como los días tristes (la muerte de tus padres), simplemente
éramos inseparables al menos eso creíamos, llegaba el día de tu cumpleaños,
empezaba con los preparativos sin que te dieras cuenta, me encantaba la idea de
celebrar tus cumpleaños al lado de nuestras amigas y demás personas, así que el
día esperado llego, estabas en mi regazo durmiendo, parecías un ángel, con la
yema de mi dedo índice pase ligera y suavemente por tus labios, por tu mejilla,
por tu frente y nariz, haciéndote cosquillas provocando que salieras de tu
sueño, me sonreíste.
- es la primera
vez que te despiertas antes que yo, ¿cuál es el motivo?- sostuviste mi cintura
con un poco más de fuerza.
- ¿debería tener
alguno?- te sonreí y te deposite un suave beso en los labios, para
después levantarme y dirigirme a la ducha, abrí las llaves de la
regadera, entre en el agua y mi piel se erizo al contacto con ella, poco a poco
se fue acostumbrando a ella y cerré los ojos, sentí tus brazos rodeándome la
cintura, me abrazaste y susurraste a mi oído.
- tomando una
ducha tan temprano, eso es algo raro, ¿no crees?- sonreíste, y soplaste en mi
oído, se estremeció mi piel y sonreí, me di la vuelta y te bese
tiernamente, al separarme te respondí.
- Tengo que ir a
trabajar- no dejaba de mirarte a los ojos.
- ¿en un
sábado?- entrecerraste los ojos, tratando de sacarme la verdad, pero no
pudiste.
- hoy llegan
unos importantes escritores a la editorial y tengo que atenderlos,
ya sabes cosas de escritores.- fingiendo pesadez.
- mmmm- hiciste
una mueca de desapruebo- lo que me recuerda que yo también tengo que ir al
consultorio, tengo un problema con un pequeño gatito, aaaaa- diste un suspiro
de resignación- y tenía que ser en este día.
- que pasa,
¿este día es importante?- dije fingiendo no saber nada.
- mmmm, no, solo
que quería estar este día contigo- tenías un pequeño aire de tristeza.
- prometo estar
temprano aquí- te sonreí y te bese con pasión, nos terminamos de duchar, sabía
que no llegarías antes de las de las 10:00 A.M., así que llame a las chicas que
me ayudaron con los arreglos de la casa, con la comida y con todo lo
demás, se acercaba la hora, esperábamos impacientes, tuvimos que esperar
otra media hora más, hasta que por fin llegaste, al abrir la puerta el típico
grito “ FELIZ CUMPEAÑOS”, los abrazos y risas no se hicieron esperar.Fue un día
estupendo, salimos al cine, y al terminar el día fantástico, se despidieron
nuestras amigas, regresamos a tu casa, me quedaba contigo de vez en cuando y
hoy no era la excepción.
- gracias, por
todo, por un momento pensé que se te olvidaría- estabas abrazada de mí, con los
brazos en los hombros.
- ¿cómo
crees?, si lo estuve preparando una semana antes- me diste un beso en los
labios y dijiste.
- eres un amor-
- ya lo sabía-
serré los ojos y fingí orgullo.
- que modesta-
reíste, nos quedamos un tiempo así, hasta que te separaste de mí y me
tomaste la mano y me condujiste hasta tu recamara, al cerrar la puerta de tras de
mi dije.
- es hora del
regalo especial- sonreía con cierta picardía.
- ¿así?, y ¿cuál
es?- dijiste siguiendo mi juego.
- ya lo veras,
tu solo ponte cómoda- te sentaste en la cama, mientras yo me dirigía al baño,
al regresar tenía una rosa en mi mano, te sonreí y me dirigí hacia ti, al estar
frente tuyo coloque la rosa en la cama mientras te daba mi mano para que te
levantaras, te bese tiernamente mientras te despojaba de tus prendas,
lentamente, te recosté en la cama y con la rosa empecé a acariciar tu cuerpo,
empecé a besar por el camino que iba marcando la rosa, desde tus parpados, tu
nariz a tu boca, descendiendo poco a poco por tus pechos por tu abdomen, tu
vientre, eso te éxito mucho, así que no me dejaste continuar, empezaste a
desnudarme y besaste mi cuerpo. Nuestra respiración era agitada,
cada beso significaba un suspiro, mi cuerpo estaba encima del tuyo, mi dedo
índice acaricio tus labios, bajo lentamente por tu cuello, pasando entre tus
senos, bajando por tu abdomen agitado, por tu vientre, me detuve un instante,
pero empecé a seguir el recorrido por tu pelvis, gemiste pero seguí bajando
hasta sentir tus labios, introduje un dedo lentamente para no causarte dolor,
ya que no me había atrevido hacerlo durante dos años, de echo solo habíamos
tenido relaciones un par de veces, moví lentamente mi dedo y gemiste un poco
más fuerte, te bese para tratar de callar tus gemidos, seguía moviendo mi dedo
dentro tuyo, lento suave, de pronto me imitaste, ondas electrizantes dentro de
mi invadieron mi cuerpo, haciendo que me excitara más, poco a poco moviendo
suavemente nuestros dedos, cada vez más y más rápido, nuestras caderas
empezaron a moverse al mismo tiempo, hasta el momento en que alcanzamos el
cielo en un éxtasis proclamado desde el principio, al separar nuestros dedos de
nuestras partes, pasaste tus brazos por mi cuello y me acercaste a tu rostro
que aún estaba sonrojado por la alta temperatura, tus mejillas encendidas, y me
diste un tierno beso.
- no sabía que
podías hacer esto- sonreíste y me diste otro beso.
- pues ya vez, y
puedo hacer más- sonriendo picaronamente.
- este es el
mejor regalo, no, tu eres mi mejor regalo- te abrazaste fuerte y yo me acomode
en tu cuerpo, para después que darnos dormidas hasta el día
siguiente.
Paso un tiempo y
nuestra relación continuaba al parecer bien, pero sentía algo en mi interior
que me tenía intranquila, recibiste una llamada de tu prima, quienvenía a pasar
unas pequeñas vacaciones por aquí, y me preocupara que no distanciáramos. Todo
pasa bien al menos eso creía hasta los últimos días, me irritaba demasiado cada
vez que te veía con Esteban, me llenaba de rabia, y acabe haciéndote numeritos,
aún recuerdo unas de nuestras conversación.
- ¿Qué te pasa?-
preguntaste con enojo.
- me da rabia
que estés con él, y lo sabes- estaba aún más enojada.
-vamos, si solo
es un amigo, además se va a casar con mi prima- tratando de tranquilizarme
- si pero no le
quita lo ojo alegre-
- ya vasta, me
estoy cansando de tus celos- me dejaste en la sala y subiste a tu recama pero
antes de que te fueras te grite.
- yo no estoy
celosa- te volteas con enojo y dijiste.
- no seas
inmadura- solo me quede callada tratando de tranquilizarme.
Todo se tranquilizó
cuando tú prima regreso a su hogar, no reconciliamos, y pudimos continuar,
al parecer todo volvió a la normalidad, seguimos sin problemas eso creíamos
hasta que Fernanda y Ana decidieron juntarse, empezaron a salir dos meses
después de que anunciáramos nuestra relación, te visitaban y te contaban lo
bien que era estar en pareja, eso te entusiasmo lo suficiente para que me
pidieras que nos juntáramos, que viviéramos como una pareja, yo solo podía
darle vueltas al asunto, poniéndote pretextos, me daba miedo la idea de tener
más responsabilidades, y para colmo mi madre decidió visitarme no me atreví a
confesarle nuestro amor, al pacer aun me afectaba lo que pensara, de nuevo
empezaron la inconformidades, mi madre se había ido pero no te presente con
ella, cuando te enteraste, me cuestionaste, nunca me había gustado que me cuestionen,
no separamos por un tiempo, se me hizo eterno, pero pudimos pasar esa etapa,
las cosas ya no eran como antes, teníamos discusiones, nos empezamos a
distanciar, se me presento una propuesta de trabajo, era excelente con una
buena paga, solo que teníamos que viajar por todo el continente, no sabía que
decidir por un lado estabas tú, te amaba, pero las responsabilidades nunca me
habían gustado, tenía quince días para decidir, no sabía que hacer cada vez que
nos veíamos nos poníamos irritantes, Fernanda nos dijo que era una etapa que la
superaríamos, pero mi miedo seguía, pasaron los quince días y ya había tomado
una decisión, así que decidí hablar contigo.
-necesito hablar
contigo- dije seria
- ¿qué pasa?- me
mirabas molesta.
-yo..- aun dude.
- vamos solo
dilo- aún más molesta.
- hace quince
días recibí…- e interrumpiste.
- al grano por
favor- tu mirada esta fija en otro lado.
- mañana me voy
a Yucatán- volteaste al instante, incrédula.
-vamos no estoy
para tus juegos-
- tal vezsería
bueno que fuera un juego, pero me hicieron una propuesta y la acepte-un
silencio vino al instante, no me atrevía a verla a los ojos, mis manos estaban
inquietas tu silencio me tenía de nervios así que yo rompí el silencio- solo venía
a despedirme- mi pecho se oprimió, trate de contener las lágrimas un poco más-
yo no quería – rompiste en llanto y no pude contener más, mis lágrimas
empezaron a salir sin control, te abrasé pero no esperaba tu reacción, te
separaste bruscamente.
- vete, que te
vaya bien en tu viaje- tus lagrimas no dejaban de brotar
- pero…- me
interrumpiste
- vete, déjame
sola, no quiero verte- trate de calmarte pero te ponías peor- por favor…--
¡¡¡veteeeeee!!!- al escuchar tu grito, me gire, aun mis lágrimas no
dejaban de salir, voltee para verte, te habías sentado en el sofá con las manos
en la cara sin dejar de llorar, al fin salí, aborde mi auto y partí.
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