Cap. 1- Reencuentro
Me encuentro sentada
en una mesa de aquel establecimiento que lleva por nombre “Café Cuba”,
esperando a que llegues casi impaciente,
la mesera ha venido a pedir mi orden y solo ordeno un café, al retirarse, me
quedo nuevamente sola y a mi mente vienen algunos recuerdos, como el día en que
te conocí.
---****Recuerdo****-------
En el barrio de
San Miguel, frente a la Catedral.Esta catedral es un popular así que es normal
que haya mucha gente. Hace un día calurosopor lo que decido comprarme un
helado, cuando de repente alguien pasa corriendo provocando que el helado cayera sobre una linda chica,que
estaba a mi lado, yo solo quería de
morir de la vergüenza, no sabíacómo disculparme.
-lo siento, no
era mi intención,- realmente estaba apenada, aunque, no fuera mi culpa, y no
sabía por qué me disculpaba, tal vez porque eras muy linda.
-no te
preocupes, no fue culpa tuya- dijiste con una tierna sonrisa.
-lo
siento-y como una tonta no dejaba de disculparme, tu blusa rosa con
flores estaba estropeada.- Tu blusa esta…
-lo sé, pero no
tengo otra muda.- estabas preocupada y eso me hizo sentir más culpable, así que
sin pensarlo.
-ven conmigo- te
tome de la mano dirigiéndome a una tienda que se encontraba cerca.
- vamos acepta
esto para recompensar mi falta- extendiéndote una blusa nueva.
-no como crees,
si no es para tanto, además no fue tu culpa-
-mmmm, ya se,
creo que somos de la misma talla, así que tómalo como un préstamo- te dije con
el fin de que aceptaras.
-¿pero cómo?,
aun así no puedo-
- prometo ir por
ella- estuvimos un rato, hasta que la señorita que nos atendía se molestó
y por fin te convencí tomándolaevidentemente apenada, era una blusa azul
con unos monitos, que consideraste tiernos.
Al salir de la
tienda, me agradeciste, regalándome una linda sonrisa y tu mirada tierna, cuando de pronto se escucha un grito:
-
¡Yuniiiiiiiiiii!, por acá- unas muchachas agitando los brazo, muy lindas por
cierto.
-upss me tengo
que ir, gracias por todo- sin dejar de sonreír.
- ¡Yunuennnn!-
no dejaban de gritar y se fue dejando me su blusa.
- Vaya, por
lómenos se su nombre –sin dejar de ver el lugar por donde se fue- bueno creo
que es tiempo de irnos- Llegue a mi casa, es un poco molesto vivir sola, más
que molesto, es melancólico pero creo que eso una etapa de la vida,
me separe de mis padres hace unos años, la causa fueque no piensan igual que
yo, al principio fue difícil pero poco a poco fui acostumbrándome. Prepare algo
para comer, para después centrarme en mi trabajo, poco a poco me fui quedando
dormida, soy un poco floja debo
admitirlo. Cumpliendo con la rutina diaria, al despertar observe el reloj 6:30 p.m. era hora
de bañarse, entre a la ducha, me vestí y fui al lugar en donde puedo
concentrarme mejor el “Café Cuba”. Al sentarme en una mesa en
particular, de hecho es la mesa en que siempre me he sentado, está situada en
rincón más apartado, la mesera toma mi orden. -
-¿qué va a tomar
señorita?
-un café
descafeinado por favor - con media sonrisa.
-lo de siempre-
dijo con una sonrisa coqueta
-aaa, si, lo de
siempre- dije sorprendiéndome un poco, y se retiró para al poco rato traer mi
orden.
Empecé a escribir
realmente concentrada pero una risas me sacaron de mi concentración, mi
sorpresa fue al ver a la chica del helado que no se había percatado de mi
presencia, así que decidí observar un poco. No dejabas de reírte, ni hacer
bromas y unas de sus bromas me hiso reír. Ellas voltearon y se me quedaron
viendo, provocando que me sonrojara notoriamente, entonces me dio la impresión
de que ahora se reían de mí, paso un rato hasta que te sentaste en mi mesa y me
sonreíste.
-ya me acorde de
ti- me sorprendió que dijeras eso.
- ¿en serio?,
pensé que estabas molesta-
-para nada, es
que mean pasado muchas cosas que me olvide del incidente de esta tarde-
-deben ser cosas
muy buenas- tomando un sorbo a mi café- que grosera ¿gustas un café?-pregunte.
-bueno si me lo invitas,
con gusto acepto- dijo sonriendo, llame a la mesera y ordene otro café, lo trajeron inmediatamente.
-lo de tu blusa,
no pensé encontrarte aquí, y no- ella me interrumpió.
-no te preocupes
no fue tu culpa y pues me compraste otra blusa ya has pagado tu deuda.
-pero valla que me
costó convencerte de que la aceptaras- mi tono era coqueto.
- ¡¿Yunuen
podemos irnos ya?!- grito una de tus amigas, que llamo nuestra atención.
-lo siento debo
irme, a propósito, ¿cuál es tu nombre?
-discúlpame que descortés
me llamo Anel.
-mucho gusto soy
Yunuen- extendió su mano y me dio un beso en la mejilla.
-Yunuennnn-
grito otra vez su amiga.
-mucho gusto-
dije con una sonrisa, soltando tu agarre para después verte partir son una
sionrisa.
Después de
aquella escena mi inspiración fue cortada así que decidí irme a casa, para ese
entonces ya eran las 9:30, durante el trayecto decidí pasar al supermercado,
compre cosas necesarias para preparar la cena, como vivo sola con junior, no
necesito comprar. Paso a pagar en la
caja y continuo con mi recorrido, al llegar le doy de comer a junior, preparo
la cena y al terminar por fin me doy cuenta.
-hay que tonta
no le pedí su número telefónico, no lo
puedo creer junior- junior se me queda viendo con cara de confundido.
- va que tu no
entiendes ni una palabra de lo que digo.
Al día siguiente
mi rutina de siempre, bueno de casi toda la semana, voy a la Editorial a que
supervisen mi trabajo, hora de salida 1:00 de la tarde, paso por la
catedral, compro una refrescante agua y continuo con mi camino, al llegar a mi
casa le doy de comer a junior, preparo mi comida y enciendo la televisión, me
quedo dormida, y al despertar me ducho para ir a mi lugar de concentración el café Cuba. Con
un pequeño cambio, te encuentro de nuevo, solo que esta vez estabas sola,
cuando me viste te sorprendiste y me saludaste.
-hola, nos
volvemos a encontrar-con tu típica sonrisa creo puede enamorarme solo por tu
sonrisa.
-hola, si pero
al parecer hoy no vienes con tus amigas- mirando por las demás mesas.
-no, esta vez
están castigadas- fingiendo maldad-jajaja.
-¿gustas
sentarte en mi mesa favorita?-señalando la mesa del rincón.
-aaaaa, bueno
pasemos- no parecías muy convencida pero aceptaste sin más.
- y cuéntame¿qué
haces por aquí?-
-pues mi padre
me sito aquí, pero cancelo en el último momento- con un poco de tristeza- pero
me dije ya que estas aquí, aprovechare para tomarme un café.
-así que ya
tomaste café- fingiendo tristeza, me encanta coquetear- yo que quería invitarte
uno.
-no, de hecho
acabo de llegar-sonriendo
-entonces
¿aceptarías un café?-con la sonrisa más coqueta que puede sacar de mi interior.
-si me lo
invitas,con gusto acepto.- sonreímos al
mismo tiempo. Estuvimos un buen rato platicando, hasta que llegó la hora de
partir.
-me la pase muy
bien, hasta pronto- me extendió la mano y me dio un beso en la mejilla.
–Espera, ¿puedo
llamarte?- casi con pena.
-claro, te doy
mi número- saco de su bolso un pedacito de papel y un lapicero apuntando su número-aquí
tienes, ¿puedes darme el tuyo?
-por supuesto-al
darle mi número nos despedimos una vez más y me quede viendo como desaparecía
de mi vista aquel taxi.
-----****Fin del Recuerdo****------
La mesera interrumpió
mis pensamientos.
-¿desea algo más?-
-por el momento no. Gracias-
dije con una media sonrisa.
Pasaron unos minutos
y apareciste por la puerta de que sitio, no podía dejar de verte, te veías tan hermosa,
tu pelo castaño ondulado, tus ojos color miel y esos labios tan encantadores,
acompañados por esa figura esbelta. Trague saliva mientrasseguías caminando
hacia la mesa. Nuestra mesa.
-hola – Te salude
nerviosa,tú me viste con ternura, cautivaste mi corazón como si
fuera la primera vez que nos veíamos, es algo increíble.
-hola- Por fin saludaste
con una sonrisa, típica de ti.
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