Esperamos tu historia corta o larga... Enviar a Latetafeliz@gmail.com Por falta de tiempo, no corrijo las historias, solo las público. NO ME HAGO CARGO DE LOS HORRORES DE ORTOGRAFÍA... JJ

Ella y Ella - Luzi Müller - 15

Capítulo XV


“Hudson tenemos que hablar”
F. Quinn... ¿qué... qué quieres?
Q. Aquí no, te veo a la hora de almuerzo
F. Pero tengo una comida con tu padre
Q. Inventa algo
F. Sabes como es tu padre

Q. Y no tienes ni idea como soy yo, te quiero a las 12 Hudson en la recepción, resuelve con mi padre como puedas.
El chico quedo estupefacto, a su mente vinieron las amenazas que le había dejado en el aire antes de regresar y los nervios que hacian más de una semana se habían esfumado lo asaltaban por sorpresa nuevamente.


“Buen día, quiero hablar con el sargento Martinez”
Vaya por aquella puerta, el segundo escritorio.
“Gracias”
Rachel entraba en la central de la policia nacional revolucionaria de la Habana, había dejado a su amiga Santana cuidando de su tío en el hospital mientras ella venía a ver como iban las investigaciones sobre los atacantes de Leroy.
“Buen día, es usted el Sargento Martinez”
Asi es señorita, ¿para que soy bueno?
“Soy Rachel Berry”
¿Una gringa en la habana? Oye habla usted muy bien el español, ¿en que puedo servirle?
“Eh, disculpe, pero soy cubana, de hecho vengo para ver como van las averiguaciones de los atacantes de Leroy Corcoran”
¿Es usted familiar de él?
“Soy su sobrina”
Pues... esas averiguaciones no proceden señorita
Rachel palideció, las palabras de aquel hombre que lejos de inspirarle confianza hacian lo opuesto no las procesaba al ritmo que hablaba
“¿Cómo que no procede?
Su tío es un opositor a la revolución y usted sabe que aquí él que no este con nosotros se tiene que atener a las consecuencias
“¿Cómo dice? Que a una persona la atacan y no se busca a los culpables”
Se castiga a los que no apoyan a nuestro camarada, usted lo debe saber ¿no dice que es nacida aquí?
Rachel iba a discutir, ya el rojo producto de su sangre drenando con más fuerza ocupaban el color de sus mejillas y parte de su cuello, pero para fortuna de ella otro agente vino en busca del supuesto sargento y esté sin más salió dejándola plantada allí.
T. Señorita Fabray su padre la está esperando en su oficina!
Q. Y ahora que quiere
T. No lo sé, pero dijo que era urgente
Q. Está bien, gracias Tina.

Sus pasos la condujeron hasta una de las oficinas más grandes de aquel edificio, su padre el presidente de las empresas ocupaba aquel lujoso recinto
Q. Se puede
Ru. Adelante, te estaba esperando
La rubia caminaba con desconfianza hacia el escritorio que ocupaba un gran espacio en ese sitio, un ventanal tras él dejaba ver los rascacielos de Nueva York como un paisaje de fondo
Q. ¿Para que me has llamado?
Ru. He estado pensando Quinn
Q. ¿En qué?
Ru. Creo que algo te está pasando desde que regresamos de ese viaje
Q. No... Sé a que te refieres
Ru. Creo que… me ocultas algo
Q. YO?
Ru. No veo a nadie más en esté lugar ¿o si?
Q. Russel creo que estás alucinando
Ru. Modera como me hablas jovencita, puede que seas parte del personal de está empresa pero eres mi hija
Q. ¿Parte del personal? ¿Eso que significa que aquí no soy tu hija sino sólo cuando quieres ejercer tu derecho como tal?
Ru. Eres una ejecutiva más de está empresa, no por ser mi hija tienes preferencias
Q. ¿Qué... qué estás tratando de decirme?
Ru. Lo obvio Quinn, estás aquí porque eres buena en lo que haces, tienes un sueldo cada quince días y comisiones por los negocios que cierras anualmente, eso te hace ser una empleada más ¿no?
Q. Espera un momento... me he perdido algo... estudie Ingenieria de sistemas computarizados para complacerte... entre a trabajar en está empresa sin ver otras posibilidades porque es el negocio de la familia... ¿y ahora me dices que soy una empleada más de este lugar?
Russel asentía positivamente a todo lo que en su monologo decía su hija mayor
Ru. Excepto por un pequeño detalle Quinn... yo no te obligue a estudiar eso
Q. ¿Qué? -una risa sarcástica- tú conseguistes mi cupo en U.C.L.A y me impedistes irme a Yale a estudiar artes como yo quería y todo por
Ru. Por tu bien Quinn, ¿que ibas a aprender en esa universidad? ¿Como tomar una fotografía desde determinado ángulo? En serio consideras eso una profesión?
Q. Esto es… increible...
Ru. El tema de está conversación es que está pasandote?
Q. ¿A mi? Nada...no me ves estoy perfecta
Ru. Entonces ¿por qué diablos has cancelado reuniones importantes para nuestra empresa? ¿Por simple capricho?
Q. Ah! ¿Es eso? ¿Me estás amonestando?
Ru. No sé que tienes, pero si no retomas tu ritmo normal de trabajo Quinn
Q. ¿Qué? ¿Qué harás Russel?
Ru. Te reemplazaré por alguién que sí este dispuesto hacer tu trabajo
Q. Oh! ¿Es una amenzada de despido? ¿De mi propia empresa?
Ru. No es tu empresa Quinn, es mia... esto que ves lo he construido yo... así que no porque seas mi hija esto te pertenece... ¿te ha quedado claro?
Un cerdo, eso pensaba Quinn en ese instante que era su padre, no quiso gritarle, pero la rabia y decepción la dominaban en aquel momento, respiro profundo y logro salir de aquel lugar sin ser echada como eran las advertencias que había recibido
Q. Una empleada más -susurraba para sí misma mientras caminaba rumbo a su oficina

S. ¿Dónde has estado?
R. Es una larga historia San... San qué haces aquí? No te dije que no dejarás solo a Leroy
S. Eso trato de decirte enana, hace más de una hora me sacaron de la habitación
R. ¿Qué? ¿Por qué?
S. Estaba tranquila sentada y comenzaron a sonar esos aparatos a los que está conectado, lo siguiente fue ver médicos y enfermeras encima de él, me echaron de ahí y desde entonces no sé nada
R. Oh dios
La morena corrió a través de aquel largo pasillo de ese hospital en su ciudad natal

Q. Tina ubicame a Abrams
T. Enseguida señorita
Quinn colgaba el auricular y tomaba su móvil
“Aquí Kurt Hummel al habla”
Q. ¿No puedes simplemente decir aló, diga? ¿O algo así?
K. No sería yo querida si hago algo tan común como eso
Q. además para eso tienes identificador de llamada
K. Voy conduciendo, no quiero morir arrollado por otro auto simplemente por ver la pantalla de mi teléfono, para que me llamas? Quieres discutir con alguién? Hace menos de una hora salí de tu oficina ¿ya me extrañas? Menos mal soy homosexual sino diría que estás acosandome
Q. Idiota! No te llamo para eso, pero paso algo y quiero un consejo tuyo
K. Interesante, ¿de qué se trata?
Q. Cenemos está noche y te cuento
K. Si es por el curso de español... aún no he conseguido uno, soy rápido pero no tanto ¿eh?
Q. No es eso, es… algo delicado
K. Oh! ¿Almorzamos entonces? Ya me ha picado la curiosidad
Q. No, tengo planes ya
K. Ok, entonces nos vemos en la noche rubia!
“Soy familiar de Leroy Corcoran, paso algo y nadie nos da información señorita, ¿puede decirnos que está pasando?”
Dejeme preguntar y ver si algún médico hablar con usted, espere aquí.

Q. Adelante
A. ¿Me mando a llamar señorita?
Q. Sientese Abrams
Un nervioso Artie tomo asiento frente a la rubia que no perdía rastro de sus gestos
A. Usted dirá
Q. Lo que vamos a conversar Abrams quedará solo entre tú y yo, si algo de lo que se diga aquí traspasa estás puertas, le aseguro que… nunca más volverás a ejercer en un puesto similar al que tienes ahora en está empresa
El chico trago duro antes la mirada amenazante y fría de aquella rubia vestida como una ejecutiva de poder, que caso a parte era una de las que él creía dueña de esa empresa.
A. Pu... puede estar segura que no diré nada... jamás... nunca!
Q. Así me gusta

“¿Usted es sobrina del paciente Corcoran?”
R. Así es, doctor que está pasando
Santana obsevaba callada la interacción entre aquel médico y la pequeña diva
“Está mal, su tío sufrió una golpiza tremenda, eso causo fractura de varias costillas que perforaron varias áreas de los pulmones, ha tenido acumula de sangre en ellos, en primer momento se hizo los procedimientos correctos para drenarlo, pero han pasado los días y las complicaciones han surgido”
R. ¿Complicaciones?
“Su tío tiene un tromboembolismo pulmonar”
S. ¿Y eso que es?
“Una obstrucción de la arteria pulmonar, significa que la cantidad de oxigeno que entra en sus pulmones está comprometido, por ende todo los tejidos que necesitan de el para su funcionamiento”
R. Saldrá… ¿de esto doctor?
“Estamos haciendo lo que está a nuestro alcance... pero...”
S. ¿De cuánto es la posibilidad que salga de eso?
“¿Sinceramente?”
Ambas asintieron mientras Rachel comenzaba un llanto silencioso
“Menos de un cinco porciento”
Santana aferro su brazo alrededor del hombro de su amiga y tambien dejo caer varias lágrimas tras escuchar aquella terrible noticia
“Lo lamento, haremos lo que podamos por él”


Q. Tienes cuatro años trabajando en está empresa Abrams, eres el encargado de manejar los recuersos que se generan
A. Siempre he dado lo mejor para que todo salga bien señorita
Q. Y nadie está diciendo lo contrario, pero de ahora en adelante quiero estar involucrada en los movimientos financieros que generamos
A. Eso... eso lo autoriza su padre
Q. ¿Es una pregunta o una aseveración?
A. lo primero
Q. Por supuesto, soy su hija... la segunda dueña de todo este imperio
A. Yo... yo estaría más tranquilo... si...
La mirada de Quinn lo tenía sumamente nervioso
Q. ¿Si qué? Hablamos claro ¿Artie?
A. Así es
Q. Quiero saber cuanto dinero neto se genera en la empresa cada año, a donde van esos fondos exactamente, como se invierten, todo sin que Russel esté al tanto de esto
A. Señorita eso es...
Q. No te verás perjudicado de ninguna manera, es solo informativo... nada más
A. Pero...
Q. ¿Cuánto quieres por dejarme acceder a esa información Artie?
A. Dios... no... no es eso...
Q. Todos tenemos un precio Artie... ¿Cuál es el tuyo?

“Es mejor que entre, ya sabe... a...”
No termino la frase porque estaba demás en ese momento, se aparto y dejó que aquella chica de pequeña estatura ingresará a esa habitación
“Dejela que entre sola, no deberia incluso estar ahí... son las normas del hospital…pero”
S. Está muriendo ¿cierto?
“Así es”
Aquella enfermera y su mejor amiga veían desde afuera una muy triste escena.

A. Cada tres meses su padre ordena auditorias, hay mucho control sobre cada dólar que entra o sale de está empresa


Dos escenas, dos lugares diferentes, dos vidas apartes pero ligadas por un sentimiento, una sufriendo la pérdida de la única persona que había visto por ella llevando su misma sangre y que por circunstancias injustas de la vida estaba a punto de cerrar la última página de su libro de la vida; y otra trazando planes inesperados para luchar por algo que poco tiempo antes jamás hubiese imaginado sentir, algo llamado amor. 
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La Teta Feliz Historias y Relatos ® Luzi Müller - Derechos Reservados
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