Travesía de amor - Kyka - 18

CAPITULO 18. Rescate.

A las nueve de la mañana del día viernes estaban en Chile, tenían que viajar a La serena debían buscar a Ricardo, convencerlo para que les ayudara, todo se basaba en suposiciones pero ella tenía confianza en que lograría recuperar a Katherine. Y así lo hicieron buscaron a Ricardo, al mostrarle la foto inmediatamente se dispuso a prestar ayuda, él le explico que ese hombre era buscado por tráfico de drogas, por estafas y una serie de asesinatos, solo hace unas semanas recibieron una pista que podía estar en Brasil, pero por lo que Katherine decía en su carta se encontraban en Uruguay, si huía nuevamente al país era porque una operación había sido descubierta, esta tenía que ser la oportunidad de capturar a toda esa gente, era una operación arriesgada y además solo basada en suposiciones pero lo haría por la memoria de su amigo y por Katherine.

Ricardo le pidió a Susana que se quedara a esperar por noticias, esta le suplico para poder acompañarlo, quería estar en el momento de rescate, accedió pero si obedecía y se quedaba en el auto todo el tiempo.

El día sábado saldrían de madrugada si Vito y su gente volvían al lugar lo harían al amanecer o al anochecer, ellos tenían que posicionarse en un buen lugar para poder vigilar, el lugar era solitario y la bodega bastante amplia. Luego de vigilar por unas horas, cerca de las seis de la mañana comenzó a haber actividad en el lugar, llegaron alrededor de seis camionetas, unos quince hombres descendieron todos muy bien armados, además de tres personas que iban con sus rostros cubiertos. Susana inmediatamente susurro el nombre de Katherine, su corazón le decía que una de esas personas era ella, trato de salir de su escondite y correr a su rescate, pero sabía que nada lograría con eso. Ricardo dio aviso para pedir refuerzo, necesitaban tener asegurado todos los caminos. Ricardo salió del auto ya todo había comenzado, solo esperaba que todo saliera bien, luego de unos minutos algo la hizo salir, no sabía porque pero sentía que Katherine la llamaba y no la abandonaría, lentamente fue caminando, se escabullo por la parte de atrás de la bodega, sentía los disparos, su corazón se acelero y en su mente solo tenía la imagen de Katherine, encontró una entrada por la parte de atrás, alcanzo a divisar que ya tenían a varias personas detenidas, pero su corazón se paralizo cuando escucho su voz.

-Si estúpido, yo di aviso, logre comunicarme con mi hermana, te arruine la vida, como tú arruinaste la mía, me separaste de mis padres, de mi hermana, de la mujer que amo, pero ahora tú estarás en la cárcel y yo con los que amo.

-Maldita perra… (Y una bofetada retumbo en el lugar) no vivirás para estar con ellos

Susana sin pensarlo entro al lugar y con su cuerpo protegió el de Katherine, se escucharon dos disparos, luego un tercero pero este iba dirigido al hombre que la había atacado, Ricardo había llegado al lugar, le dio un disparo en la pierna que lo hizo caer para luego esposarlo y pasárselo a un compañero para que lo sacara del lugar.

Katherine desde la silla que se encontraba amarrada miraba a la mujer que le había salvado la vida, estaba en el suelo y un pequeño charco de sangre la cubría, lloraba, gritaba su nombre, esto no podía estar pasando, la vida no podía ser tan cruel con ella, no podía quitarle lo que más amaba, por lo único que tenía fuerzas día tras día, luchaba por deshacerse del amarre pero era inútil, Ricardo se acerco a las dos mujeres, soltó a Katherine, esta desesperadamente corrió a abrazar a Susana.

-¡Auchhh! Eso duele, ¡hey! ¿Cómo estás preciosa?

-Susana ¿estás bien? Yo pensé que el… o por dios… porque me asustas así! (Dándole pequeños golpecitos en el pecho)

-Tranquila, amor estoy aquí contigo, no quise asustarte pero una bala me dio en mi abdomen, solo que agradécele a Ricardo, el me obligo a usar chaleco, pero aun duele el impacto… creo que intuía que podía hacer alguna locura por ti.

-Eso nunca lo dude, deja revisarte, Katherine dame permiso por favor.

-Me dio en el brazo también

-No te preocupes la ambulancia está en camino, presiona acá para que no sangre más. Katherine ¿dime tú estás bien?

-¡Si ahora sí! (Acercándose a Susana y besándola)

-Así veo, ¡hey! Susana te has transformado en heroína hoy, felicitaciones, ¿te podrías unir a nosotros?

-Se que te hace falta alguien así de valiente, pero prefiero quedarme con mi trabajo de profesora.

-Katherine te voy a necesitar para que declares, además tengo que preguntarte por las otras dos personas que estaban encapuchadas.

-Están en ese cuarto de ahí, Ricardo! son mis padres

-¿Comprendes que ellos también tendrán que ir a la cárcel?

-Si (Agachando la cabeza)

-Ok, Katherine quédate con ella hasta que llegue la ambulancia y tu Susana por esta vez hazme caso y no te muevas.

Ambas mujeres se miraban, se acariciaban sus rostros, sonreían, se besaban, era como si trataran de recuperar el tiempo perdido, Katherine no se separo por ningún momento de Susana hasta que llego al hospital, por mientras que la atendía ella dio sus declaraciones, aviso de los lugares donde tenían más instalaciones, de los crímenes que se había enterado en el tiempo que estuvo con Vito. Luego fue a buscar a Susana al hospital, corrió hasta su encuentro, dándole un fuerte abrazo y un beso.

-Mi amor aunque no sabes la falta que me hace sentirte así de cerca, pero debo confesarte que me duele un poquito

-¡Ohhh! Lo siento tanto, Susana siento haberte dejado así, sin dar ninguna explicación, discúlpame porque hoy tuviste que arriesgar tu vida por mi… (Comenzando a llorar)

-¡Shhhhh!... no preciosa, no te disculpes por nada, ni siquiera quiero que llores, quiero que estés feliz como yo lo estoy, porque ahora te tengo conmigo, sana y salvo, y además tienes que tener en cuenta que para salvarte me arriesgaría una y mil veces, además tu ya te arriesgaste por mí, así que dejémoslo en un empate te parece.

-Te extrañe tanto, soñaba cada noche con volver a estar contigo, en mis peores momentos solo recordaba la noche en que estuvimos juntas y me hacia volar, viajar a tu lado, tu recuerdo me mantuvo fuerte y con vida.

-Yo lo siento tanto Katherine, por haber dudado de tu amor, por haberte traicionado, por no esperar a que tú regresaras

-No mi amor, tu solo estabas dolida, yo te deje sin dar explicaciones, pero ahora sé que me amas y estaremos juntas por siempre, cumpliste lo que me dijiste la última noche.

-Y lo sigo diciendo recorrería el mundo solo para que estés a mi lado, te amo

-Y yo con todo mi corazón (Se besaron apasionadamente)

-Creo que mejor hacemos esto en otro lugar, porque creo que las enfermeras nos miran con envidia

-Si es una buena idea, amor, ¿dónde está mi hermana?

-Tuvo que marcharse a ver a Aniee

-¡Ohhh! Quería tanto verlas

-Lo sé mi amor, si quieres podemos planear pronto un viaje para visitarla

-Si me encantaría

-Katherine te parece si por la mañana vamos donde mis padres me gustaría hablar con ellos, que te vean y sepan que todo está bien, además estarán felices de verme con la mujer que amo y a la que tanto quieren.

-¿Me quieren?

-Ufff… te adoran, cuando les comente de toda la situación, solo me decían que encontrara a su nuera pronto.

-¿Tu les contaste?

-Cuando te fuiste, no soporte el dolor y fui a hablar con mi madre, necesitaba conversar con una de las personas que más amo y con alguien que me ayudara a aclarar las ideas, te puedes creer que ella siempre pensó que tú te habías ido por algo que sucedió

-Siempre te lo dije tu madre es muy sabia… mi amor me siento nerviosa

-No tienes porque preciosa, ellos te adoran

-¿A dónde iremos a descansar?

-¿A nuestros departamentos?

-En viña

-Sí, te molesta manejar un poquito

-No, pero dime ¿aun vives ahí?

-No amor, yo vivo en Canadá, me fui cuando perdí la esperanza,  solo conserve ambos departamentos.

-¿Entonces viniste desde Canadá para ayudarme?

-Como ya te dije recorrería el mundo para estar a tu lado

Cerca de madrugada llegaron al lugar donde se habían conocido, al lugar que había comenzado su amor, el lugar que había sido testigo de esa noche llena de amor y pasión, el departamento estaba intacto y bien cuidado, fueron directamente a la habitación, esa noche solo durmieron, con sus cuerpos muy juntos, para sentir que no era un sueño que estaban nuevamente reunidas.

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