Travesía de amor - Kyka - 16

CAPITULO 16. Búsqueda, desilusión, abandono.

Susana se despertó con una sonrisa en su rostro, estiro su mano por la cama para buscar a la mujer que la tenia totalmente enamorada, pero se sorprendió al encontrar su cama vacía, espero por un momento tratando de escuchar algún sonido, alguna pista que demostrara que se encontraba en otro lugar de la casa, pero no hubo seña alguna, se levanto vio que en el lugar ya no estaba la ropa de Katherine. Decidió vestirse e ir al departamento de su mujer, pero no hubo ninguna respuesta, quizás solo se estaba preocupando demasiado, pero una sensación extraña se instalo en su corazón. Se dijo que antes de pensar estupideces se daría una ducha y esperaría un poco más, habitualmente Katherine salía de compras ya que era más que sabido que su preocupación por la alimentación no era mucha, además porque tendría que preocuparse, Katherine le dijo la noche entera que la amaba.

Así pasaron un par de horas y decidió llamarla, no hubo respuesta, se impaciento más, caminaba lado a lado por su departamento, así que antes de volverse loca decidió ir a preguntarle a Orlando, si ella salió la persona más adecuada para preguntar era a él.

-Hola Orlando, ¿cómo está?

-Hola señorita Susana, muy bien ¿y usted?

-Bien gracias, dígame ¿Orlando usted vio a Katherine por casualidad?

-Si la señorita Katherine se fue muy temprano con su novio, me dijo que le entregara a su gatita y le dejo esta nota

Susana no reaccionaba, que era exactamente lo que había dicho este hombre, ¿novio?, esto era una broma y demasiado mala, cuando Katherine volviera hablaría que esta clases de bromas no le gustaban, no entendía a que quería conseguir con esto.

-Señorita Susana, ¿se encuentra bien?

-Disculpe, si claro, muy bien Orlando me puede decir y sin bromas ¿a qué hora vuelve Katherine?

-Yo no estoy bromeando, y no va a volver ella me dijo que se marchaba al extranjero con su novio y que

-Ok, Orlando gracias, ¡me llevo esto!

Subió realmente molesta a su departamento, leería la nota, quizás ahí habría una explicación para toda esta estupidez, entro libero a lady de su jaula y se instalo en el sillón, lo que leyó no lo esperaba.

“Gracias por cumplir mis fantasías, Adiós. Katherine.”

 Esta era la única frase, las únicas palabras, lo único que sabía de ella luego que se había entregado completamente a ella, su cuerpo era de ella, especialmente su corazón, no lo podía creer, no quería creerlo, permaneció sentada por horas, leía una y otra vez la nota, esperando despertar de esta pesadilla, entendiendo lo que había dicho Orlando, como era posible que después que le había confesado su amor, llegara un novio del que ella nunca se entero y se fuera, la abandonara. Salió a buscarla nuevamente a su departamento, nada, ninguna señal, llamaba a su teléfono, pero no respondía, finalmente en la noche se pregunto qué era lo malo que había hecho,  porque la persona que le había entregado su amor simplemente la abandonaba, y no había sido capaz de darle la cara, seria verdad lo de la nota, ella había sido una simple fantasía para Katherine, solo la había querido para pasar un buen momento, no aguantaba más y rompió en llanto, lloraba por el amor perdido, lloraba porque su corazón pedía a gritos a la mujer y su cuerpo solo necesitaba una caricia y un beso para encontrar la paz. Necesitaba hablar con alguien, sabía que en estos momentos necesitaba a su familia, alisto algo de ropa, a lady y a pesar de las altas horas de la noche tomo camino para encontrar un hombro para desahogar sus penas y unas palabras sabias para lograr aclarar sus ideas. Entre llanto y recuerdos llego a la casa de sus padres, su madre se despertó y vio el estado que venía su hija, la abrazo y la dirigió al lugar que sabía que le generaba tranquilidad, en el invernadero espero que su hija se tranquilizara y le contara que era lo que ocurría.

-Se fue mamá, se fue, me abandono. (Alcanzo a decir entre sollozos)

-Katherine

-Sí y yo… yo… (Se quedo en silencio)

-Tú la amas

-Como lo sabes

-Hay muchas cosas que se de ti, yo solo hago que no me entero de muchas cosas o que tu logras engañarme

-¿Desde cuándo lo sabes? (El llanto había cesado para pasar a un estado de asombro)

-¿Qué? lo de Katherine o lo de que eres homosexual

Susana solo miraba a su madre, con la simpleza que trataba el tema, ahora se reprochaba el no haber confiado en ella antes.

-Ambas cosas

-Lo de la homosexualidad me convencí cuando solo me hablabas de esa ejecutiva, aunque creo me di cuenta antes, solo me hice la desentendida, además era interesante como una chica tan linda no quisiera nada con ninguno de todos esos hombre que se aproximaban y lo de Katherine, vi tu interés desde que me la presentaste.

-Lo siento mamá, lo siento tanto, yo debí haber confiado en ti, pero te lo iba a contar, bueno te lo íbamos a contar, pero ahora…

-Haber tranquila, ¿qué ocurrió con Katherine?

-Anoche, ehhh, bueno es que…

-¿Qué paso?

-Es que anoche ella me dijo que me amaba y luego ella y yo…

-Ok, ok hija ya entendí, por favor de eso no me des muchos detalles (Este comentario provoco una pequeña sonrisa en su hija)

-Pero hoy desperté sola, la busque, la llame y solo dejo una nota con el conserje que decía que yo había cumplido todas sus fantasías y solo dejo un adiós, no puedo creer que me haya hecho esto, yo la amo, se que encontré a la persona correcta para mi vida, es la persona que completo mi corazón, es la persona que provoca que mi piel se erice con solo verla, mi corazón late más deprisa cuando esta cerca, es lo que soñé para mí, no puedo creer que se haya ido con un novio que yo nunca supe que existía

-¿Novio?

-Si eso me dijo el conserje

-Esto esta extraño hija, mira yo creo que tu hasta hoy te preguntas porque mi trato fue diferente con Katherine

- Si, aun me parece extraño que no la echaras a patadas el día de mi cumpleaños

-¡Hey! No soy un monstruo

-Tratare de convencerme de eso (dejando escapar una pequeña sonrisa)

-Cuando la vi y puede hablar con ella me di cuenta el cariño que te tenia, para mí era extraño comprender como en tan poco tiempo podía sentir algo así, y le pregunte directamente que era lo que sentía por ti, me conto su historia y me dijo que tu le trajiste la luz a su oscuridad, que estaba perdida y sola en este mundo y tú en solo una semana lograste que ella volviera a vivir, y en sus palabras solo vi la verdad, en ese momento me sentí feliz ya que si yo no estaba cerca habría alguien que estaría contigo para apoyarte, escucharte y amarte, así que hija te pregunto, no crees que algo haya pasado con ella, que obligara a tomar alguna decisión difícil, que la obligara a dejarte.

-Pero anoche estábamos bien, que pudo cambiar tanto en solo unas horas

-Piénsalo hija, búscala, no termines nada sin saber lo que verdaderamente ocurrió.

-Gracias mamá por siempre estar conmigo.

-Además si me contaste el secreto mejor oculto de tu vida es porque verdaderamente la amas, ahora vamos a descansar

-¿Papá sabe?

-Sí, el me convenció que no te presionara, que me contarías cuando realmente te enamorarías y tenía razón, a veces salen buenas ideas de la cabeza loca de tu padre y te debo decir que él adora a Katherine.

Susana descanso y durante la tarde del domingo tenía que volver, no descuidaría su trabajo, pero seguiría los consejos de su madre, buscaría a Katherine, descubriría la verdad, averiguaría porque se fue sin despedirse.

Luego de más de un mes de buscar pistas sobre Katherine, y gracias al nombre de la tía Marisa que recordaba, viajo hasta La Serena, iba esperanzada, necesitaba encontrar respuestas.

-Hola, es usted la señora Marisa

-Hola si, ¿y usted quién es señorita?

-Mucho gusto, soy Susana Arteaga, soy amiga y vecina de Katherine

-Ohhh!, pase, pase, ella me dijo que tal vez usted podría buscarme

Susana recorrió el lugar, había hermosas fotografías de dos niñas, podía reconocer los ojos color avellana y esa hermosa sonrisa de Katherine en la más pequeña, sin duda era ella junto a su hermana. Katherine siempre decía que fue lo único que perdió cuando se fue de casa todos los recuerdos de su niñez.

-Son Valeska y Katherine, yo no tuve hijos así que me dedique a consentir a mis sobrinas, son muy hermosas ¿cierto?

-Mucho

-Pero dígame en que puedo ayudarla

-Quiero saber ¿dónde está Katherine?

-Ohhh! Yo no puedo ayudarla en eso, pero me espera un momento, tengo algo para usted

La señora Marisa volvió luego en un momento con un sobre el cual se lo entrego a Susana, en el había una carta y una fotografía, primero comenzó con la lectura de la carta.

Susana:

         Si estás leyendo esto es porque sigues buscándome, y quiero que desistas, lo siento pero necesitaba compañía por el tiempo que mi novio estaba en el extranjero. Ahora ya estoy casada con él, lo puedes comprobar en la fotografía que te deje en el sobre y si no es suficiente pregúntale a mi tía. Yo soy feliz y espero que tú también lo consigas, te lo deseo de todo corazón. De todas formas gracias por el lindo tiempo que pasamos juntas.

Katherine.

Susana solo se levanto guardo la carta, las lágrimas  corrían por su rostro, sabía que la señora Marisa le preguntaba algo, pero su mente no le permitía poner atención, en su mente solo estaba el rostro de Katherine, en lo cruel de la situación, se toco su pecho, su corazón estaba destrozado, se subió a su auto, golpeo fuertemente el volante y se maldijo por haberse entregado de esta forma, por haber creído en las palabras de ella, por haberse ilusionado con las palabras dichas por su madre. Tomo su teléfono y se dispuso a comenzar nuevamente.

-Hola amiga!

-Oscar, necesito trabajo en Canadá, y un buen lugar donde vivir, me voy en cuanto termine el año escolar.

-Amiga ¿qué ocurre?, estas llorando, ocurrió algo con Katherine

-Solo haz lo que te pido por favor, te enviare mi currículo.

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