Esperamos tu historia corta o larga... Enviar a Latetafeliz@gmail.com Por falta de tiempo, no corrijo las historias, solo las público. NO ME HAGO CARGO DE LOS HORRORES DE ORTOGRAFÍA... JJ

Reinos - Luz de mi vida - Jupiter Asterix - Capítulo 7


 

Capítulo 7

Entro a la habitación haciendo todo lo posible de ser silenciosa, estaba mejor “caliente”, sin candelas encendida se apresuró a buscar ropa, cambiándose ahí mismo por un camisón, debía pensar que hacer mientras llegaba su madre. 

-Me alegra que volvieras. 


-Duerme, me quedaré un momento en la sala. Se acomodo en el sillón y cerró los ojos, bien pues ya es hora de regresar a la realidad, había luchado en contra de los deseos de esa mujer desde que la conoció y ahora era mejor seguir adelante, lagrimas corrieron por su mejía “ella no me quiere” aseguro, el cansancio la hacía ahora dormir, sintió un cuerpo que se acomodaba a su lado, adormilada la abrazo.

 -Qué puedo hacer para deshacer lo dicho. Lloraba aferrándose al cuello en un abrazo. 

Ryot escucho el llanto asustándose.-Mi vida que ha pasado, ¿Por qué lloras? Se levanto con ella en brazos, no sabía que sucedía, estaba herida.- ¿Qué es?¡dímelo! Urgió. 

-Estas tan enojada que no quieres dormitar conmigo. 

-Qué... Seguía sin entender que estaba pasando, se sentó manteniéndola cerca.

-Anny, mi vida, no sé que pasa…estaba dormida, querida, podrías decirme que pasa. Empezó acariciarle el cabello, le beso tantas veces como pudo esperando que se calmara, estaba tan cansada que no quería pensar, solo quería sentir, se sentía tan bien junto a ella. 

-Ry, discúlpame por todo lo que dije anteriormente, crecí viendo a Padre obtener todo lo que quisiera sin importar nadie más que el...Me enojo que Maía se fuera con una desconocida y más como se comportó... Qué puedo hacer para deshacerlo, dime. 

-Acepta ser mi cónyuge. Le sonrió, esperando como siempre cuando la besaba, la tierna cachetada.-Anny perdóname, no debía reaccionar así, es solo que me enoja quienes lo hacen y que me comparen… no me gusto. 

-Te fuiste y me dejaste sola, pensé... 

Callo con un beso, era tan sabroso. -Tuve que hacerlo, quería lastimar y no dejaría que vieras eso. Susurro. 

-A quien lastimaste. 

-A nadie, solo, no es conveniente que vayas al aposento de invitados…A veces no puedo controlarlo. Esperaba escuchar lo demente que era. 

-Si no está vivo, no tiene importancia. 

Tomándola en brazos la acomodo en la cama, como las palabras tranquilizaba, que lo dijera era importante, muchísimo. -Me tranquiliza saber. Susurro mientras seguía acariciando sin hacer plática alguna, solo sintiéndola empezaba a quedarse dormida cuando escucho. 

-Ry no te alejes de mi otra vez, no de esa forma, aunque estés enojada. 

-Tienes mi palabra, si haces lo mismo. 

-La tienes. 

No importaba ahora que había pasado, sentir el cuerpo caliente a su lado era todo lo que quería recordar, se acomodó tan cerca como pudo, era lo mejor de la vida.

 

-----

  

Era temprano aseguraba por la penumbra, sabia que estaba sola en la cama, busco hasta encontrarla, Ryot observaba sin decir palabra como recorría la habitación, notaba a su acompañante ansiosa, no quería pensar que eran amantes, no había señales de serlo, pero era muy protectora con la pequeña. 

-Que tengas un día provechoso en lo que hagas…adonde vas tan temprano. 

-Que el tuyo sea igual de provechoso y reposado, iré donde Maía, quiero asegurarme que se encuentra bien. 

-Te asegure que así es…Trato de mantenerse serena, ya no tenía razón para estar en la cama sobre todo sintiéndose sola, así que se fue a cambiar al cuarto de baño, tomándose todo el tiempo para serenarse “no diré palabras que pudieran ser hirientes, para mí, ella es clara, no me quiere”, suspiro vistiéndose, sin ánimos de salir. 

Se sentó en su sillón junto a la chimenea, ver a Dianna de esa manera la ponía nerviosa, sobre todo por no ser la causante, cerro los ojos era mejor pretender que no se incomodaba. -Ven. Susurro sin intención de ser escuchada, suspiro lagrimeando agradecida cuando se acomodó junto a ella. 

El desayuno fue anunciado, Ryot intencionadamente se mantuvo sin incomodarse de ser vista acompañada, devolvió la sonrisa a las sirvientes que se despedían de ella, segura que Dianna dormía en sus brazos, jugaba con las cejas asegurando que le agradaba la mujer a su lado “así sabrán que deben respetarla” estaría completamente feliz si su hija estuviera con ellas, pero por ahora era suficiente. 

Incluso los ronquidos, alegraban, espero paciente, le embriagabadespertar con ella, dándole besos y susurrando buenos días “mía”. -Está servida la comida, vamos. 

Aunque acepto de buena manera desayunaron sin siquiera dirigirse la palabra, no soportaba estar de esa manera.-Dianna, ¿Qué pasa? 

-Crees que estén despiertas, me gustaría saludar a Maía. 

-Dime primero que pasa. Susurro dejando a un lado la comida. 

-Solo quiero asegurarme que está bien. Sabía que era vista de manera sospechosa por Ryot, pero no podía evitarlo. -Por favor. 

-Como solicites. 

Dianna se adelantó a la puerta, pero Ryot se tomó su tiempo tratando de mantener la cordura, por la noche poco falto para discutir, ahora no quería iniciar otra, suspiro esperando por todo lo sagrado no sucumbir al enojo.

Se acercó dándole un beso, agarro la mano para pasar al cuarto siguiente, no hubo una palmada en la mejía, su corazón estaba a punto de quejarse al igual que el resto de su cuerpo. 

Apenas Ryot saludo a la pequeña, Dianna se lanzó en un abrazo muy largo y le dio un beso en la mejía a la pequeña. Sabía que Reginne reaccionaria mal pero no esperaba que se abalanzara contra ella por lo que no pudo contener la furia respondiendo al ataque. 

Debía mantenerse sin responder, era siempre lo mismo, con ella era fácil perder la paciencia, mantuvo las manos por detrás de la espalda, sosteniéndola en un abrazo forzado. - Reggie, mi querida hermana, detente…Cuando se calmó, susurro. -Te quiero tanto, tantísimo, implore tanto que regresaras a mí, te necesito tanto, por favor créeme. 

-Trate de odiarte por tanto tiempo, tu no pensaste en mí, poco te importo. Decía entre lágrimas. 

A pesar de escuchar las palabras, se dio la tarea de negar cuanto dijera y asegurar que la quería y siempre seria así, se tranquilizó cuando acepto esperar estar con su Madre para esclarecer todo. 

            -Descansemos, esta noche hablaremos.

 

-----

    

Terminando de cenar, Dianna estaba convencida que Maía se había enamorado de Reginne, ahora veía que era por las pérdidas la que hacía se comportara de forma agresiva “tendré que hablar con Maía para que se sepa cómo debe comportarse”. Aunque era claro que debían platicar de lo ocurrido se alegró que ambas fueran invitadas a permanecer en la reunión, no tenía duda que ayudaría cuanto pudiera para recuperar a la infanta. 

Se sentaron a escuchar lo ocurrido del ataque, mientras observaba a Ryot cambiar de emociones tan rápidamente, notaba que trataba de mantener la calma, seguramente otro cuarto de huéspedes seria visitado en la noche, “otro cuarto que mejorar” sonrió ante eso, “como seria en la cama, cálmate”, se regañó. 

Dianna no podía entender porque tanto odio, si supiera quien está detrás, pensó que su padre no tendría tanto descaro en hacer guerra a un Reino tan grande. Se petrifico cuando escucho que vieron un árbol frondoso, era posible que fuera la misma persona que en tiempo pasado quiso asesinarla, estuviera atacándolos. 

Cuando terminaron de hablar, la sala se quedó en silencio, era mejor dar por terminada la noche, aunque no le agradaba que durmiera aparte debía confiar, sobre todo porque Maía había entendido y dado su palabra que se iría sin preguntar en invierno.

Dejo que Ryot estuviera a solas con sus pensamientos, la acompañaba estando sentada en el sillón cerca de ella, le agarro la mano sabía que tenía mucho que pensar, no sabíacómo ayudarla, se mantuvo viendo como los leños se quemaban sin apuro por voluntad propia, era embriagador, parpadeo saliendo de su pensamiento con el susurro. 

-Después que Eleonora partió estuve tanto tiempo queriendo irme con ella, ni siquiera podía ver a mis crías, ahora lo que paso…si algo le sucede, yo. No pudo terminar de hablar, lloraba por su hija que estaba en peligro, Dianna la abrazo era todo lo que podía hacer. 

-Ry, sé que ahora parece no haber solución, pero pasará, tendrás a tu hija de nuevo. 

-Ann, es mi culpa que todo esto esté pasando, luego de su partida me recluí en estas cuatro paredes, no quería saber de nada, ni ver a ninguna. 

-Ry. Dianna se sentó en su regazo, mientras escuchaba los sollozos. - No sé porque de las vicisitudes, tu consorte seguramente tampoco quiso irse, sin duda fue feliz a tu lado. 

-Ann, Ann y, no me dejes, no tu. Quedo gélida sin saber que contestar, sabía que lo que contestara la alejaría, nunca se perdonaría hacerle daño, mantuvo las caricias sin decir palabra. 

 

-----

      

Dianna descansaba entre los brazos de Ryot quien se había dormido nuevamente, “sigue haciéndolo, será peligroso o solo cansancio” no se cansaba de acariciarla también era embriagador quien lo diría. 

Alguien se anunció, Ry se tensó aferrándose más en su abrazo, la cargo hasta ponerse frente a la visita, era una joven mujer con un cuerpo esbelto vestida como todo caballero con pelo corto como todas, fue puesta en el suelo manteniéndola a su lado agarrada por la cintura. 

            - ¿Qué ha pasado?... 

-Mi señora, solo tuve un incidente, pero nada grave, pensé que me encontraría con vuestra Madre… me dijeron que estabas herida… pasé para saber cómo te encuentras. 

-Tratas de cambiar de tema, así te comportas, debo recordarte que soy tu madre. Grita enojada. 

-Yo..., no ha pasado nada, solo un incidente. 

Seguía respondiendo sin levantar la mirada, Dianna estaba segura que había sido atacada, golpeada, “Por todos los demonios, ¿forzada?”.

 Louren, entro poniéndose a la par de la joven, le tomo la cara con sus manos, revisándola notaba enojo,sin duda en cualquier momento se comportaría igual que su madre.-Mi amada, quien ha sido, dame un nombre. 

            -Apártate de mi lado, vete y déjame en paz. 

            -Me iré apenas digas quien fue. Dijo aguantando el empujón. 

Ryot, estaba sin decir palabra alguna, estaba claro para Dianna que si no se incluía iba terminar por romper todo en el castillo, incluso el bosque frente a ellas. 

            -Ryot, mírame. Por algún motivo, estaba actuando igual que Louren, no quería entender. -Ry, déjame hacerme cargo, debes calmarte. La veía a los ojos, tratando de transmitirle cada palabra. -Voy hacerlos pagar, pero primero hay que atenderla, entiendes…ella necesita atención. Lo último lo dijo despacio esperó hasta que levemente Ryot asintió abrasándola. 

Dianna se puso delante de las dos pequeñas que estaban cada vez levantando más la vos, iba a bofetear a Louren en cualquier momento.-Louren, ve a cambiarte, luego regresa y acompaña a tu Madre, quiero que la atiendas. 

-Dianna… 

-Suficiente, quieres hacerme enojar, ve y haz lo que digo. Urgió Dianna. 

Louren callo arrodilla.-Ella estuvo en peligro, no pude...

Sin perder tiempo, Dianna la levanto, susurrándole. -Lo que necesita es sentirse querida, así que compórtate. La hizo que la mirara a los ojos.-Después haremos pagar a esos bastardos. Louren asintió. -Despídete y ve a cambiarte, tienes que cuidar a tu Madre, está alterada. Volvió asentir. 

-Wene, me alegra tanto que estés aquí. Le abrazo sin forzarla, cuando sintió que se apartaría, le miro a los ojos, le dio un beso casto en los labios sonriéndole. -Vuelvo pronto. Se alejo, tratando de hacer lo mandado, aun así el estómago estaba revuelto por tener que alejarse. 

-Pequeña vamos al cuarto de baño, verás que pronto te sientes mejor. 

-Vamos, hija mía. Ryot la cargo en sus brazos, tratando de mantenerse calmada. 

-Puedo limpiarme sola. 

Dianna le agarro el brazo a Ryot, haciéndole señas que saliera del cuarto de baño. Seguía avanzando a la bañera que se encontraba en medio del cuarto sin importar la mirada que le ofrecía. 

-Ryot, vete a descansar, me haré cargo. 

Aunque iba a contestar, Ann la miro enojada “Pero que no mando ni en mi cuarto ahora”, sin embargo, le sonrió.-Lo sé querida, solo las acompaño. Se acerco a la pequeña susurrándole. –Estaré esperando hija. 

La puerta del cuarto de baño se cerró, Dianna sabía que podría haber diferentes tipos de reacción por parte de la pequeña, creyendo que hacerse que no pasaba nada sería la mejor elección dijo.-Quítate la ropa, mientras voy a preparar la bañera. 

-Gracias, de verdad puedo hacerlo sola. 

-Maía cayó por el acantilado del Castillo cuando aún tenía dientes de bebe, se raspo la cara, los brazos y se hizo una herida en la pierna derecha que le quedo una cicatriz ahora creo que casi no se le nota, pero…después pase día y noche detrás de ella por mucho tiempo, hasta que ella me agarro de las manos y me dijo “Ann sé que hice algo indebido, pero ahora sé que solo los pájaros vuelan, deja de ser mi sombra”. 

-Que hiciste. 

-La deje como ella quería, aunque la seguía sin que me viera.

-Porque lo hacías. 

-Porque la quiero, siempre la querré y si puedo evitarle un dolor lo haré…. Haré lo mismo contigo. 

Dianna sonrió viéndola, desnuda con golpes en todo el cuerpo, estaba segura que las muñecas tendrían marcas por mucho tiempo, ella había hecho de todo para escapar, “bien hecho”. -Ven aquí, esta lista el agua. 

Espero paciente mientras se decidía sonrió cuando entro, empezó a limpiarle la espalda, viendo los moretones, seguía revisándola, mientras fregaba con agua, quedarían marcas, “No en tu corazón” rogo con cada cardenal que limpiaba. 

-Sabes Ry te quiere. 

-Porque lo dices, si apenas me has visto. 

-Ella cambia cuando te mira, seguro que es igual siempre que estas en el mismo cuarto. 

-Quieres que te cuente como nos conocimos, seguramente no lo creerías. 

Dianna seguía limpiando hasta el último dedo del pie, mientras continuaba la historia del bosque, se alegró de sacarle algunas risas a la joven “si, tú puedes dejar esto atrás”, se detuvo y dijo. -Crees que caer al rio y golpearse la cabeza la detuvo. Seguían riendo, mientras ella aprovechaba echándole una mezcla en las heridas y a cocer “por suerte solo tres heridas y donde no se ven”. 

-Ry ha sido desdichada por mucho tiempo, me alegra que te conociera. 

-Tú crees, de no ser por el lobo, creo que la hubiera matado yo misma, a veces sigo queriendo. Se reían como si no había problema alguno, bueno no podía dejarlo por más tiempo. 

-Ven aquí, siéntate en mis piernas. Haciendo caso, se acercó poniéndose el camisón que le paso, mientras seguía secándole el cabello corto. 

-Tienes un cabello tan bello, toda tu lo eres, por lo que vi Louren está muy enamorada de ti. 

-Lo sé, crecimos juntas… la primera vez que me vio, me dijo “creceré pronto, te haré mi esposa y tendremos muchos hijos”. 

-Igual a su Madre entonces. 

-Sí, ella siempre ha querido ser como Ry. 

-Y tú. 

-Yo?... Ry siempre supo que sería Reina, yo siempre supe que era hija de unos campesinos, así que solo estoy agradecida de convivir con ellas. 

-Eres una tonta, lo sabes. 

-Yo! La veía incrédula porque le decía eso. 

-Eres una princesa, Ryotdijo que eres su hija, la lastimas no aceptándola. Le dio la vuelta quedando cara a cara. -Te sientes mejor. 

-Si, gracias por todo. 

-Mañana hablaremos de lo que paso, aunque no me quede con tu Madre siempre estaré para ti, ahora a descansar. 

Agarradas de la mano, se subieron a la cama donde estaban las demás abrazadas esperando sin decir nada, Dianna arropo y dio beso a cada una. 

-Vamos a dormir, no quiero escuchar una palabra, mañana hablaremos. 

La joven veía como ambas asentían sin oponerse, sonrió para sí misma, “esta mujer sí que sabe cómo poner orden”, se abrazó a su Madre, sintiendo que era abrazada detrás por Dianna, que bien se sentía, casi al dormir sintió que la agarraban de la mano, sabia de quien era, “por fin en casa” no pensó más, descanso su cuerpo y su alma.


------------------------------------------------------------------------------------------------------
La Teta Feliz Historias y Relatos ® Jupiter Asterix - Derechos Reservados
© Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser reproducida, ni en todo ni en parte, registrada o transmitida por un sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico, por fotocopia o cualquier otro, sin el permiso previo, por escrito, del autor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...