Capítulo 5
Por la tarde como fue pactado
entraron en el cuarto de la Reina, sus sonrisas se ensanchaban mientras
murmuraban entre ellas, no pasaron desapercibidas ante la pareja que les
esperaban en el sillón sentadas muy juntas agarradas de la mano.
Reginne
no podía dejar de sentirse dichosa de la mujer que le acompañaba agarrada de la
mano, a pesar de la edad su acompañante era inteligente y muy bien educada.
El
vestido que Maía llevaba tenía un escote que aunque reservado la llevaba a la imaginación
del prominente pecho que bien sabia tenia, la sencilla trenza que le acompañaba
a un lado le dejaba espacio para
saborear el cuello, nuevamente se preguntó porque salió de su cuarto cuando
pudo haber gozado a esta mujer, pero claro tenía que ser prudente, recordó el
sufrimiento mientras veía vestirse y más aún no tocarla, se volvió a ella y esta le apretó la mano a sabiendas que eran
observadas mientras saludaban, Ryot fue la primera en hablar.
-Era hora que llegaran, ven
dame un beso, pequeña.
-Ry, siempre es bueno verte,
como te sientes. Maía le abrazo, dándole un beso en la mejía.
-Cada vez mejor.
- Me alegro.
-Dianna, es bueno verte.
-Y tú, has descansado, te
estas comportando. Dijo con el tono más ligero que pudo, su enojo a punto de
desbordarse mirándola fijamente.
Mientras
le decía esto las otras mujeres se saludaban y bromeaban, Maía esperaba que no
hubieran escuchado, hizo todo un esfuerzo para no arremeter con una
contestación que llevaría a levantar sospecha.-Muy bien, de hecho, no te
preocupes por mí. Le dio una mirada severa quedando claro el desacuerdo.
-Si no lo hago yo, entonces
quién. Levanto la vos ahora las otras mujeres estaban atentas ante la explosión
de Dianna.
Maía
respiro profundo y devolvió la mirada sonriendo a las otras mujeres que
esperaban. -Discúlpennos un momento por favor.
Agarro
del brazo a Dianna conduciéndola hasta llegar a un ventanal, se acercó
susurrándole.-Compórtate, quiero tener una cena tranquila y me gustaría que te
unas a nosotras.
-No soy yo la que no se
comporta, que crees que haces, sabes perfectamente lo que pasará muy pronto.
-Cállate. Grito Maía. El enojo
y frustración por lo que no podía cambiar, se hacía más fuerte con el paso de
los días, porque no podía soñar, poco le importaba el mañana, era el ahora que
quería recordar y quería un recuerdo bonito.
-Te diré por última vez,
únete a la cena compórtate o vete, esta noche no la arruinaras, entiendes. La
vos paso de enojo a súplica.
-Ahora no confías en mí y en
lo que te digo, si sigues, tu corazón sufrirá. Dianna la envolvió en sus brazos
sin querer que pasara lo que sabía pasaría o peor aún se alejara de ella.
-Tú también me negaras estar
con quien elija. Dijo conteniendo las lágrimas mientras devolvía el abrazo.
Dianna
agarro el mentón asegurándose que viera a los ojos, dibujando una sonrisa. -Tu
felicidad será mi dicha, deberías saberlo.
-Entonces déjame serlo aquí,
mientras dure, luego te seguiré sin dudar. Dianna la veía, sin responderle
cuanto tiempo pasara mientras esperaba la respuesta. como bien sabia Maía estaba midiendo los
efectos que provocarían su respuesta.Con los ojos enrojecido expectante veía a Dianna
quien era la persona más importante para ella, sin duda la conocía y a la que
más respetaba, gracias a ella era como era, de ahí lo importante de su
respuesta, la única que importaba.-Ann, lo único que me importa es tu aprobación.
Dianna
se río ante lo dicho, sabiendo que era utilizada como siempre, por el amor que
le tenía siempre cedía y porque no esta vez, tenía que aprender con tropiezo
como vivir se dijo “a veces tendrá que hacer cosas que no querrá por deber”.
-Solo lo que dure que el
invierno llegue, luego nos iremos.
-Si! Grito Maía, tirándose a
los brazos nuevamente de Dianna.
Era
la oportunidad de vivir, sin que nadie mandatar a como proceder, Dianna la
levanto y le daba vuelta como cuando jugaban en el cuarto a solas, ambas reían
por las locuras que iban a cometer sin importar el después.
Apenas
se percataron de que ambas eran observadas,Dianna bajo a la pequeña, se dijo,que,
si este sería un tiempo para vivir, ella también podría soñar despierta ante la
mujer más maravillosa que había conocido, talvez no fuera mal plan después de
todo.
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Reginne noto la cara enojada
de Dianna desde que entraron, sin duda no aprobaba que amabas pasaran tanto
tiempo a solas y lejos de ella, trato de no darle importancia ya que por lo que
veía Ryot compartía tiempo con ella y le gustaba la compañía, acaso Dianna
quería compartir las noches con ambas.
Trato
de comportarse por su acompañante a quien le había prometido pasar una buena
velada, pero cuando ambas se apartaron, recorría en ella una urgencia de
proteger, la forma con que Dianna se dirigía a Maía, si bien no podía escuchar
estaba segura que estaban discutiendo.
Cuando
Maía grito “Cállate” inmediatamente se levantó para dirigirse a ella, nadie tenía
porque hacer enojar a su mujer, menos Dianna, aún no sabía quién era, ni porque
estaban alojadas en el castillo, pero cada vez le molestaba más.
-No se te ocurra ir,
siéntate.
Una
mano la jalo haciendo se sentará, se preguntaba de donde salía tanto poder de
esta mujer, sin duda no era la persona que pretendía ser, tan cariñosa que se
presentaba, pero peligrosa.
Por
supuesto conocía muchas historias de batallas y otras que había compartido con
ella, podía ser muy letal pero nunca la había visto despiadada, sentía orgullo
de quien era Ryot y lo que habían logrado, aunque dolía las vidas que habían
perdido para lograrlo. Aun sabiendo eso, la ira hablo por mí.
-Quieres que permanezca
sentada y calmada como tú, cuando ella me necesita.
-Yqué piensas hacer.
-Lo que me corresponde, ir y
proteger a Maía a como dé lugar. Reginne no dejaba de ver a Maía y Ryot a ella
con una sonrisa satisfecha.
- Capricho o algo más serio.
Reginne
le devolvió la mirada, si hubiera dicho eso otra persona ya le habría caído a
golpes, pero siendo Ryot no podía.-No te incumbe… No me gusta como la trata Dianna,
debo decirte que ella no la tocara más, no me importa el trato que tuviesen.
-Celosa. Decía Ryot mientras
ocultaba una risa tomando un trago de vino.
-Ryot no sé qué pasa aquí, no
me has dicho nada de ellas dos, quienes son.
-Ellas son mis invitadas y tú
te comportaras, entiendes, es todo lo que necesitas saber.
-Quien es Dianna, para que
demande tanto de Maía. ¿No está contigo? o ¿eres de las que comparte sin problemas?
En un
movimiento rápido que impresiono a la misma Reginne, Ryot la tenía agarrada de
la camisa con una mano, mientras con la otra le agarraba el mentón
presionándolo lo suficiente para hacerse entender, donde habría caído la copa que
tenía en mano se preguntó, el sillón chirrío del movimiento tan brusco, esa era
la persona que tanto temía desde que podía recordar, siempre espero no tener
que hacerla enojar como ahora.
-Escucha bien lo que te digo,
no lo repetiré. Te comportaras con mis invitadas, te dirigirás a Dianna y
tendrás respeto como si fuera yo misma y harás lo que ella demande de ti. Con Maía
la trataras como la doncella que es y cómo la hija que querría tener, comprendes.
(Silencio) Si esto es un juego u otro capricho vete inmediatamente, te llamaré
cuando te necesite.
Reginne
supo que Dianna era importante y se maldijo a si misma por no pensar en los
sentimientos de Ryot, seguro también le habría dolido la forma en como la había
tratado. Era tan idiota como tanto le había dicho, que no prestaba atención, se
habría convertido solo en una máquina para matar, no era una disculpa por su
comportamiento, pero seguro era en parte culpa por tan malos modales sobre todo
con Ryot.
-Ryot, discúlpame, si de
verdad puedo ganarme tu perdón, es solo mi enojo ante el poder que parece tener
haciaMaía quien hablo... Nunca nadie le hará daño a Dianna, la protegeré y
amaré como a ti hermana mía… Creo que tantas batallas en las que participe me
han hecho tan descortés, no quiero perderte a ti por sobre todas las cosas.
-Reggie tienes que dejar la
batalla en el pasado, quiero que empecemos a vivir, ya no busques guerra,
querida.
-Un buen plan para mí, me
siento cansada de ver tanta muerte,solo estaré a tu disposición, espero que me
quieras cerca.
Una
riza hizo volver a ver a la otra pareja, las veían jugando como niñas mientras
daban vueltas felices, las hermanas abrasadas, suspiraron ante la imagen
queriendo guardarla para siempre entre sus más preciados recuerdos.
-Vamos por ellas, creo que ya
aclararon lo que debían. Dijo Ryot.
-Como nosotras, espero.
Ambas
caminaron hacia ellas, apenas Reginne saludo Maía se lanzó con los brazos al
cuello para darle un beso, luchaba por no derramar las copas de vino que
llevaba en cada mano.
-Mi cielo, ten clemencia es
buen vino.
Todas
rieron. Maía estaba contenta de estar donde estando abrazada y más porque vio a Dianna
le dio un beso en la mejilla a Ryot quien se sorprendió,pero sonrío ampliamente
en respuesta.
Pasaron
al balcón sin salir por el tiempo helado, ambas parejas se mantenían juntas, la
primera que hablo fue Dianna.-Es una luna llena realmente hermosa, su luz
alumbrara los lugares más ensombrecidos, realmente bella.
-Como tú, lo eres para mí. Contesto
Ryotal oído, mientras le abrazaba desde atrás queriendo decir por fin lo que en
tantos días había pensado, pero sin atreverse hacerlo por temor a espantarla, a
que jugaban no lo sabía, pero lo cierto es que ya era hora de pasar por crías
que no saben lo que quieren, poso su mentón en su hombro suspirando de
felicidad.
Maía
seguía abrasada a Reginne sin querer separarse admirando la luna tan bella,
espalda a la pareja contigua, sintió el beso que le dieron en el pelo y el dedo
que le rosaba suavemente el antebrazo, si estas caricias seguían dudaba que se
quedara a cenar sin que robara un beso, sin embargo, no duro mucho la
indecisión ya que fue anunciado, la cena estaba lista.
Tomada
de la mano mientras era guiada por Reginne, vio el salón maravillada que la mesa
era pequeño y ovalado, lo cual no había visto anteriormente, en medio un
candelabro daba un ambiente romántico, en un rincón un grupo de músicos tocaban
canciones desconocidas sin embargo eran suave, las parejas se sentaron de forma
que Reginne quedo frente a Ryot y a la par Maía frente a Dianna.
Comieron
entre risas por los recuerdos que Reginne contaba de Ryot su forma como corría
detrás de las gallinas para ella poder cocinarlas, - Al final Madre simplemente
pedía a la cocinera hacer un plato extra ya que nunca quedaba bien cocinado.
-Reggie mi pollo quedaba bien
cocinado, era tu culpa que quedara con mal sabor, por tantas especies que le
echabas. Le apuntaba con un cubierto mientras lo decía tratando de sonar seria.
-Si claro, deberíamos de hablar
a Madre y ver si esa es su opinión, tal vez puedas cocinarnos tu platillo tan
bueno, que ellas decidan.
-Me gustaría mucho conocer a
tu madre. Dijo con una sonrisa Dianna mientras le veía con algo más serio en
sus ojos, Ryot no sabía cómo sofocar el calor que empezaba a sentir sin ser
pillada.
-Voy a disponer todo para el
viaje mañana. Dijo Ryot agarrando la mano a Dianna se volvió a ella. -Quieres
ayudarme, a decidir que llevar.
-Por supuesto, podemos empezar más
tarde si deseas. Dijo Dianna quien recibió un beso en la mano.
-Me gustaría mucho, mi vida.
Pero antes tengo que saber que ha pasado con Reginne aún no me ha contado todo,
de la perdida de Leonora.
-Bien, cuando gusten nos
retiraremos.
Ryot
quedo mirándola fijamente sin poder descifrar lo que veía en los ojos de Dianna,
pero para Maía estaba claro que lo que profesaba, era amor, aunque nunca se había
enamorado,Maía veía a sus padres comportarse de la misma forma, esperaba con
todo su corazón tener la misma dicha pronto, escuchar su nombre la volvió a la
realidad.
-Creo que Maía debe empezar a
conocer la realidad de la vida de un señor que conlleva a la muerte, pueden
quedarse no es necesario se retiren, que dices Reginne.
-No tengo inconveniente
siempre que me dejen hablar sin interrupciones, como tú siempre lo haces, luego
se me olvidan parte y te quejas de mi mala memoria.
-Reggie, deja de decir eso,
tu siempre oculta cosa, tengo que andarme enterando por tus caballeros, casi
mueres crees que no lo sé cuántas veces fueron.
-Esos bocazas, ya les haré
pagar por eso.Susurra enojada. Reginne terminaba el postre en silencio, sin
querer aventurarse a ver aMaía, le rondaba el pensamiento que una vez escuchara
lo que había pasado, le diría que fue culpable y que por su culpa Leonora
estaba en un lugar sin protección, sin las personas que la quieren, suspiro
elevando al cielo una plegaria para que no fuera mancillada por sus captores.
-Si no quieres que esté
presente puedo retirarme.Agarro la mano de Reginne mientras sonría cariñosa, tratando
de disfrazarlo nerviosa que esta se encontraba.
-Es solo que… no quiero que
pienses que soy mala persona. Le susurro al oído.
-Nunca podría.
Con eso dicho, el corazón de Reggie sintió
que un gran peso era quitado, una de las personas más importante era la que tenía
a la par y verla a los ojos la hacía creer en la lealtad y fidelidad como una
vez lo hizo antes.
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Me encanta esta historia espero y la actualices pronto saludos
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