Hoy
la vi, después de tantos días, por fin pude verla. Creo que mi corazón se me va
a ir tras ella, porque late tan rápido, como si estuviera tratando de salir de
la cárcel en la que está atrapado, quiere salir corriendo, quiere gritarle, ¡hey!,
aquí estoy, pero solo se pone triste al ver que ella se aleja sin poder decirle
eso que siente, eso que lleva esperando a decir por mucho
tiempo, que por miedo no se atreve.
Él
siempre ha sido un intrépido para otras cosas, como cuando lo seguí para que me
llevara a obtener el trabajo de mis sueños, emprendiendo esa empresa que tantas
alegrías me ha dado, o cuando me guio por aquella aventura de viajar a esos
lugares desconocidos que siempre había querido conocer y con solo preguntarle
supe que debía ir, tenía que conocer aquellas tierras lejanas que abrirían
tanto mi mente.
Pero
aquí estaba yo solo viéndola pasar y una vez más mi corazón sabíaqué hacer,
estaba totalmente seguro de que debíamos seguirla, hablar con ella, pero mi cuerpo
no respondía, algo lo impedía, eran esos miedos otra vez, esos miedos tontos
que todos tenemos pero que pocos se atreven a hacerlos a un lado y seguir.
No
podía creer que yo, una empresaria reconocida y con mucha experiencia en los
negocios no pudiera acercase a una chica hermosa para entablar una conversación
sin parecer una tonta.
Solo
la veía pasar, día tras día ahí estaba, simplemente no me atrevía, simplemente
no sabía cómo, pero mi corazón, ese corazón loco que siempre está seguro de las
cosas, seguía ahí, gritando “no seas cobarde, acércate” y yo tratando de callar
a mis miedos para poder escucharlo.
Cada
vez que la veía, solo podía hacerlo unos segundos, porque de inmediato me
ruborizaba, realmente me ponía muy nerviosa.
Regresando
un día a la oficina después de comer, entre al elevador y de repente una voz
dijo -por favor detenlo- por lo que yo rápidamente metí mi mano para evitar que
se cerrar, cuando volteo a ver a la dueña de esa voz, mi corazón inmediatamente
la reconoce… La miro a los ojos por primera vez, siguiendo esos impulsos de mi
loco corazón y para mi sorpresa ella me está viendo también, nuestras miradas
se cruzan y se atrapan, se siente como si ya nos conociéramos.
Mientras
las puertas se cierran ella se acerca cada vez más…. Hasta solo quedar a
milímetros de mí, tomó mi cara y me beso tan fuerte e intenso que solo sentía
que daba vueltas y mi corazón brincaba de alegría. Fue el beso más fugaz e
intenso que haya tenido, cuando las puertas se abrieron ella solo dijo – Espero
que después de esto si tengas el valor de invitarme a salir – y salió del
elevador como si nada hubiera pasado.
------------------------------------------------------------------------------------------------------
La Teta Feliz Historias y Relatos ® Scarlet - Derechos Reservados
©
Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser
reproducida, ni en todo ni en parte, registrada o transmitida por un
sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún
medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico,
por fotocopia o cualquier otro, sin el permiso previo, por escrito, del
autor.
Queee sigaaaaaa abrazo
ResponderEliminarSabía que la observaba.
ResponderEliminar