Jugadas del destino - 9 - Apo

CAPÍTULO NUEVE

¿Sabían que el tiempo de atención de una persona es entre 30 o 40 minutos desde el comienzo de alguna clase? Pues mi período de atención justo en estos momentos, cuando más lo necesito, está completamente en cero.

Ladeo mi cabeza y puedo observar las gotas de lluvia caer a través de la ventana del salón.

-ese sueño… Esa chica... la he visto antes… ¿Pero en donde? y ahora el tema de Dayana… ¡Oh dios! Mi cerebro explotará si continúo así. - sólo mi persona es expectadora de esos pensamientos - reacciona, que en lo que deberías estar pensando es qué contestarle al profesor.

- Entonces señorita Génesis, me va a decir si la lluvia ¿está más interesante que mi clase?

- Si- veo como los ojos de mi profesor de Ciencias Naturales se abren e inmediatamente reacciono- Digo perdón, no no no… su clase… Lo que sucede es que… Estaba pensando en lo interesante y educativa que es su asignatura- la mejor cara de niña inocente acabo de mostrarle al profesor.

- Entonces dígame Silva, si le parece TAN interesante mi clase ¿cuál es el proceso que origina la sangre?

- demonios, ya he recargado a mi cerebro demasiado- pienso y siento cómo cada alumno del salón me observa

-la hematopoyesis…- logro escuchar a victoria decirme la respuesta

- la hematopoyesis profesor- aunque la única persona que escuchó a victoria fui yo, el profesor canoso que dicta la clase me mira con cara de pocos amigos.

De nuevo continúan las anotaciones extensas en el cuaderno de líneas y el monólogo interminable del señor que aparenta unos cincuenta años, el cual tiene el papel de profesor.

¡RING!

Es un alivio escuchar ese timbre que indica el comienzo de la tarde. Arreglando mis cosas para irme, escucho que alguien se detiene justo detrás mío.

-tú a mí no me engañas Génesis. ¿Se puede saber qué es lo que te sucede?- Victoria había esperado juiciosamente a que todos se fueran, incluso las demás, para poder confrontarme.- y no me hagas esa cara que no tienes ni idea de que te hablo porque estás consciente que si. Tienes semanas con una actitud extraña.

-ahora ¿qué harás?- mi voz interior juega del mismo bando que mi Pepe grillo y me presiona para hablar- no sucede absolutamente nada vika, no comprendo tu actitud- tú de verdad que eres… ¡¿Por qué le mientes?!  Y lo peor… ¿Por qué te mientes?

-jajajajaja y aún así me vas a mentir en mi cara. Te conozco para reconocer cuando te perturba algo, y desde hace semanas tienes el mismo semblante; así que… - su expresión me hace saber que no se irá hasta que le cuente y hace un ademán para que comience- empieza a contarme qué demonios te sucede.

Un largo suspiro es el abreboca de la conversación que está por empezar aunque sé que no seré completamente sincera.

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-entonces… ¿hubo una chica que te confesó su amor?

- pues si vika…

-Aja… ¿Y qué hiciste?¿te gustó?

-no, vale vika. Obviamente me sorprendió mucho pero hasta ahí… no hubo ninguna atracción...- y por la sirena Morena … me vas a decir ahorita ¿que no te gusto?…- además que le dije claramente que tengo novio.

- ¿ te gustan las chicas Génesis?- pienso en esta pregunta y mi corazón empieza a latir fuertemente.

-Jajajaj sólo por eso que sucedió vika, no significa nada. A mí me encaaaantan los hombres- puedo estar riendo pero siento que una pieza no encaja con lo que mi boca acaba de expresar, sin embargo hago caso omiso y continúo con la conversacion.

-tú sabes muy bien como soy… Cuando algo me incomoda pues me pongo a pensar y me sumergo en ello.

-lo sé, lo sé… Sólo que… Hoy estabas distraída en clase Génesis ¡en clase!. Me pareció sumamente extraño. Estabas pensando en “eso”- con gestos como comillas mi amiga la pelinegra hace referencia al tema sagrado.

- ahora surgió otra pregunta…diferente ¿sólo hubo una sola chica?

- ¿que me dijo lo que te dije? Si

-y ésta misteriosa chica…¿la conozco?.

Mis labios se entreabren para emitir algún sonido pero inmediatamente mi cerebro manda una orden de no decir nada, solo hago un movimiento con mi cabeza negando la pregunta.

-Bueno, creo que ya es momento de que nos vayamos, van a ser las 3:30 y conoces la vía que tengo que agarrar para irme a mi casa.

- Jajajaj pues estás de suerte querida amiga porque hoy me toca irme contigo hasta el metro, solo que mi dirección es opuesta a la tuya.

Extrañada y con el ceño fruncido vika me pregunta- ¿y eso? ¿No te viene a buscar tu mamá?

-aquí al colegio no vika, me recoge donde william- con una facción bastante  característica le contesto a mi amiga

-Jajajaj procura ocultar ese rostro al llegar a tu destino- en mi interior me alegra que mi madre confíe en mí como para irme por mi propia cuenta… Pero necesariamente ¿a donde Willian?

Ya ambas nos encontrábamos  en la estación de metro más cercana. Percatándome de la hora, me despido con un beso de Victoria para dirigirme a mi destino. Sinceramente camino por inercia, como si de respirar se tratara, totalmente inmiscuida en mis pensamientos; uno en particular que no me deja tranquila. El tema de Victoria realmente no me preocupa mucho, Dayana es, dicho en forma de refrán harina de otro costal. Prefiero no estancarme en eso, porque lo que tiene mi mente agitada, es el sueño de esta mañana. La mezcla de emociones con la que me levanté fue increíble; era como sentir celos, miedo, amor y pasión a la vez.

-¿será que si conozco…- me doy cuenta que seis ojos me miran e inmediatamente empiezo a bajar el tono de voz- Jajajaj ¿ahora también hablando sola Génesis?.

-Estación, La California.

¡Rayos! Por estar pensando en el sueño y escuchando a mi conciencia, me pasé dos estaciones de donde me tenía que bajar. Mi humor cada vez empeora, tengo hambre, estoy cansada, y la multitud me estresa sobremanera.

Después de casi media hora por fin llego a casa de Willian. Su hermanita es la que me recibe.

-¡cuñis! ¡Llegaste! Mi mama hizo una carne guisada muy sabrosa…- Diana es una hermosura de niña- pero ven, ven, pasa.

Es una casa muy grande, sin embargo, no pertenece  por completo a la familia Morales. Ellos viven alquilados en una sola parte de la gran casa. Lo demás lo utilizan como empresa para fiestas.

Después de subir las escaleras en forma de caracol y  abrir la puerta, ya nos encontramos en el hogar de Willian.

-Genesis llegaste, mija pensé que no venias.

-lo lamento Rosalba, entre una cosa y otra en el colegio, el metro con retraso, me pasé dos estaciones más y aparte, ya sentada en el autobús , había tráfico para subir . Toda una odisea llegar acá jajajaja- en realidad es así o ¿es que en el fondo quería llegar tarde?.

-jajaja mamá, mi novia siempre tan despistada- me río de aquel comentario aunque de gracia no tiene nada, solo en ocasiones. William se me acerca y me da un beso en la comisura de los labios.

-will…- mi cara refleja incomodidad. Ya los dos solos en su cuarto, que es el mismo del de sus papas, le digo un poco molesta- sabes muy bien que no me gusta eso, delante de tus padres me da vergüenza will.

-princesa pero relájate y mejor ven…- él se acuesta en su cama y me agarra de la cintura- quédate acá conmigo viendo televisión. Mira que tenemos días sin vernos y me haces falta

-Willian y ¿acaso yo tengo que venir siempre a verte? - mientras hablaba, él trataba de besarme y sus manos planeaban viajar hacia otro lugar que no era mi espalda- ¡te puedes quedar quiero un momento!- en un susurro medio gritado le contesto y el deja de mover todo su cuerpo- Willian tu familia está afuera y piensas… ¿Hacer esto acá? Es en lo único que piensas.

-primero, todos acaban de salir que Franklin los llamó, segundo, no espero que vengas todos los días, pero entiende que con el proyecto final de la universidad estoy full, y tercero, entiende gene que, tú eres muy sexy y cada vez que te beso…

-ya entendí- con una mano le tapé la boca- pero aún no me siento lista ¿ok? Aja y… ¿Por qué Franklin los llamó?

-está bien mi niña, y no por nada malo, lo que sucede es que hoy y mañana hay un evento importante y necesitan a mi mamá lavando cada forro de las sillas y mi papá tiene que ir a buscar un pedido en la panadería. Eso lo estuvieron hablando antes de que llegaras.

-ah ok- en mi cabeza solo ronda una palabra… panadería.-  bueno yo ya vengo, mi mama seguramente ya debe de estar por llegar.- al intentar levantarme Willian me vuelve a agarrar por la cintura y me tumba en la cama.

- ¿y qué pasa si no te dejo ir?

-jajajaj pues me tendré que defender y déjame decirte que golpeó duro. En serio, déjame ir…- no me dejó terminar la frase cuando ya tenía sus labios junto a los míos dejándolo más de un minuto allí.

-y así… Es que se recibe a la novia mas bella de este planeta.- no pude evitar reírme ante el comentario.

-¿asi? ¿Contra su voluntad? Jajajaja

-ah bueno, entonces no me beses.- esta vez yo tomo la iniciativa y me acerco para besarlo delicadamente

-así es que se hace- le guiñó el ojo- ¿ahora si puedo ir al baño?

Justo cuando me levanto mi celular suena con el timbre de la llamada de mi mamá.

-gene no me digas que ¡te vas ya! ¿Me vas a dejar así?- las últimas tres palabras las pronunció con un tono muy bajo y realmente no pude aguantar la carcajada de risa

-jajaja si ya me tengo que ir y te recuerdo que usted solito fue quien se puso… Así- señalándole toda su parte inferior. Bye, te escribo por mensajes.

-adiós- con cara de niño recién regañado porque quiere un helado, will se despide.

Me monto en el carro de mi madre y en un abrir y cerrar de ojos ya nos encontrábamos en la autopista vía para la casa. Como mi mamá me cuenta su dia, con detalles todo su trabajo y todo lo que tiene que hacer en él, es algo que me encanta, adoro verla de esa manera. Relato tras relato voy bajando el asiento del carro y sin darme cuenta, me duermo.

-hija ya llegamos- creo que sigo soñando- hija, Génesis, ya llegamos a la casa, despierta.- no, es mi mamá.

-ya voy, ya voy- que rico se puede dormir en media hora.

-¡hija tú si duermes Dios mío!

-ay mami no me molestes con eso, además ¿sabes lo sabroso que es dormir?

-pues recarga tus baterías hoy porque mañana hay limpieza profunda de la casa. Lo cual implica TODO.- cuando mi madre dice todo… Hay que tenerle miedo porque hasta la cerámica del baño deja como nueva.- y hay que hacerlo lo más rápido posible debido a que mañana tenemos un evento con Analy y Reinaldo en el Ccct.

-¡mamá! Es imposible hacer todo eso y quedar con energía para algo más.

-pues si mi niña, hay que tratar.

Lo siguiente que deseo hacer, es acostarme en mi cama, y así, lo logro. Ya en ella… observando cada figura adherida al techo en forma de planetas y estrellas, rememoro una y otra vez el sueño.

-ok Génesis, concentrada en esto- hablo en voz alta- la chica junto a mí primeramente, era más alta y si no recuerdo mal…- cerrando los ojos lo descubrí- ¡era morena! Pero…

-¡¿hija con quien hablas?!- el grito de mi madre hace que regrese a la realidad.

-nada mami, estoy calculando unas cosas del colegio.- continúo pensando en aquella protagonista de mi sueño. Sé que con los ojos cerrados existe una posibilidad de dormirme pero… Igual lo haré.

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-¡Porque me hacen esto!- lo que mi garganta sentía era un ardor inconcebible ante aquella frase.- ¡ya! ¡Basta! ¡Quítale tus mugrientas manos de encima! Ella es mía…- el tono de mi voz se fue desvaneciendo.

Una risa fuerte y sardónica llega a mis oídos - Si no eres capaz de enfrentarte a tus miedos, a tus inseguridades… ¿Realmente crees que puedes luchar por ella? NO. Lo único que observo es un ser débil e insignificante. ¿Y sabes una cosa? El reflejo de tus miedos más profundos soy yo, así que primero me derrotas para ganártela a ella; mientras tanto… - la sonrisa maléfica y su mirada lujuriosa que muestra es evidente de sus intenciones,sus manos huesudas y pálidas, agarran su cara- observa cómo eres vencida por no ser quien eres- cada lágrima derramada era ácido. La pasión con la que la besaba me hería. Como lo dijo… En ese momento soy un peón caído ante la reina.

-no, no, ¡NO!- inmediatamente doy un salto en la cama y gotas de sudor descienden por mi rostro, mi corazón palpita sumamente rápido y jadeo constantemente -¿qué demonios significan estos sueños?- siento una corriente de aire un poco fría- Oh… Me dormí en ropa interior… Genial. ¿Dónde dejé la pijama?- mientras busco mis prendas de vestir mi madre abre la puerta de mi cuarto.

-hija, ¿todo bien? Mamita te escuche gritando.

-si ma, fue otra pesadilla, tranquila. Por cierto ¿qué hora es?.

-las seis hija, levántate para limpiar.

-ok ma, ya voy.

El día nos avisa lo caluroso que será; ni el aire acondicionado de los tres cuarto sirven para refrescar un poco la casa. El sol inclemente se burla de nosotras. Han pasado ya 9 horas desde que me levanté y aún no organizo mi recámara.

-ma, mis manos son testigo de que mi limpieza en la cocina terminó con éxito, así que me voy a mi cuarto.

-ok hija.

Papeles van, papeles vienen, casi tres bolsas de basura, reestructuración de todo para mover las energías y esas cosas. Veo el reloj y marca casi las siete. Como dos correcaminos nos bañamos y nos arreglamos para subir a casa de mi hermana.  Tacones altos negro, un Jean ajustado a mis piernas y una camisa transparente es el atuendo de esta noche. Me maquillo lo mejor que puedo y alisto mi cartera.

Ambas adentro del auto, mi mamá le marca al celular de Analy para avisarle que ya vamos en camino. La noche se espera comprometedora, y a mi mente llegan fragmentos del sueño.

-si sigues con el ceño fruncido, las marcas que te quedarán serán bellísimas- mi madre tiene rato observándome.

-jajaja pensando es en lo que ando. Y además que tengo hambre.

-te compras algo en la panadería del centro comercial mi niña, los Sandwich que te gustan- panaderia, Ccct, Sandwich… Mis ojos se abren inmediatamente.

- ¡CLARO! ¡Cómo no me di cuenta antes!

-me asustaste Genesis, ¿de qué demonios hablas?-mi pobre madre brincó en su asiento.

-de nada, yo me entiendo- la cara de Janira se ve que no me cree nada- es que me acorde de algo que tenía como dos dias tratando de descifrar- la duda en su rostro aumenta- él hambre mami, el hambre- ambas nos reímos

¡Ella es! Es la chica de mi sueño. La que hace dos noches no me dejaba dormir. Aunque esta mañana en el otro sueño ella precisamente no era. No importa, esa sonrisa seductora ya la había visto, dejando paralizado cada músculo del cuerpo. Aquellos ojos transparentes y tan vivos, un día se posaron en los míos dejándome sin aliento. Cualquiera puede tener unos  ojos marrón intenso pero sus ojos, como los de ella, nadie en la faz de la tierra.

Aunque sí lo pienso detenidamente es esa mirada penetrante, fuerte, intimidante pero dulce a la vez. -puedes mentirle a quien tú desees, pero a tí no, la detallaste muy bien.

Su melena negra cual cascada, colocada de un solo lado…

-toma hija…¿hija me escuchas?

-si si mami, ¿que pasó?

-toma la tarjeta para que compres comida, me llamas para decirte en cual local estamos.

-ok

Salí rauda en busca, no sólo de un Sandwich, sino de otra oportunidad para verla. Llego a la caja para comprar el ticket.

-que casualidad, es la misma señora que atendió a mi papá aquella vez- pienso al ver quien está detrás de la máquina registradora.

-Nico y pensar que ahorita se estaría yendo Natalia. De verdad que extraño a nuestra Morena- la señora habla cómodamente con el chico que es un poco imprudente- ay mi niña perdón, ¿qué deseas?- la única Morena de esta panadería era ella…

-un Sandwich de orégano por favor- le sonrío y ella continúa hablando

-es que es cabeza dura la muchacha ¿no crees?. Aquí tienes mi niña, el chico de allá te atenderá.- me da el ticket. ¿Sera que hablan de ella?

-bueno Jaque que te puedo decir, se lo dijimos muchas veces. Seguir con la loca esa es un suicidio, pero hasta que no aprenda ella sola...- por favor que no hablen de ella. No puede tener pareja- ¡hey pero si tu eres…! - si se acuerda de mi- Perdón perdón… ¿que deseas?

-un Sandwich de orégano- veo todo el lugar pero ella no está.

-¿la estas buscando verdad?- congelada me quedo ante aquella pregunta- ya no trabaja aquí, justo de ella hablábamos.- me dolió saber eso. Trato de responder pero no articulo ninguna palabra.- si quieres siéntate y te lo llevo- dedicándome una sonrisa, le hago caso.

-esa novia que ella tiene… Mmm… No me da buena espina como dicen.- justo lo que no quería escuchar… Si tiene… Tantas ocasiones observándola para nada…

-toma chica, buen provecho- Nico me entrega mi pedido pero… El hambre se había esfumado al igual que ella.

De nada sirve seguir viniendo… Me levanto, camino hacia la barra y le pido que me lo envuelva para llevármelo. No quiero seguir aquí.

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La Teta Feliz Historias y Relatos ® Apo - Derechos Reservados

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