Han
pasado tres meses, Stone aún sigue fuera de servicio, aunque lo intenta todo
por volver a ser quien era. Se ha pasado meses entre doctores y psicólogos y
esta es la oportunidad de volver al equipo; Policías de alto rango, Psiquiatras
y Doctores determinaran si Joan es apta para regresar a su trabajo.
-Tranquila,
todo va a salir bien – Intentaba calmar a Stone Sara.
-Esperemos
que sí, porque ya me vuelvo loca si no trabajo.
-Vamos
por un café – Invitó Santos a Stone tomándola de la mano, y haciendo que está
se levantara de su silla.
-Debo
esperar a que salgan de esa estúpida reunión
-Nos
avisaran, tenemos celular.
Stone
volvió a ser quien era dos años atrás, por ende, la única persona con la que se
relaciona o habla es con Sara. La relación con Laura se limita a compartir el
departamento y a ignorarla. Ni siquiera trata de preguntarle sobre lo vivido
juntas en esos dos años que ha olvidado. En cuando a Estévez, no lo ignora, pero
siempre lo está peleándolo, discuten cada vez que se ven.
Laura
poco a poco, comenzó a perder la esperanza de poder acercarse a Stone, de poder
confesarle que estaba enamorada de ella. Si alguna vez había logrado su
amistad, en esta ocasión todo le decía que no pasaría de nuevo. Joan no
recordaba, no había ningún indicio de que volviera a recordar esos años
olvidados.
-Sí,
Jefe – Respondió rápidamente Stone cuando su celular sonó – Inmediatamente voy
– Y cortó.
-¿Qué
dijo? – Preguntó Sara levantándose de la mesa de aquel café donde habían estado
charlando por más de dos horas esperando que los de la Junta tomaran una
decisión.
-Nada,
sólo que me quiere en su oficina ya.
-Pues
vamos, seguro te da la buena noticia…
-No
sé
-Mi
sexto sentido me dice que todo saldrá bien.
Apenas
llegó a la Central, al salir del ascensor caminó entre los escritorios directo
a la oficina de Alterio. La mayoría de sus compañeros se encontraban
trabajando, al verla pasar, sonreían como dándole la bienvenida.
Freno
su paso al llegar a la puerta y golpeó. Desde adentro la voz del jefe se escuchó:
-Pase.
-Aquí
estoy Señor – Entró diciendo Stone y cerrando la puerta detrás de ella.
Alterio
la miró fijamente desde su asiento detrás de su escritorio. Le señaló la silla
para que se sentara. Stone silenciosa hizo caso.
-Es
la segunda vez que la junta debe tomar una decisión sobre tu permanencia en el
equipo. Y te aseguro que no les agradó para nada – Hizo una pausa – Te
consideran una de las mejores policías, pero siguen teniendo dudas sobre tu
comportamiento. ¿Sabés a lo que me refiero?
-Soy
una loca suicida Señor – Respondió Stone.
-Así
es, en los últimos dos años tu comportamiento había cambiado y parecían muy
conformes al respecto, pero esto que te ha pasado, ha hecho que duden de la
primera decisión que tomaron hace un año y medio atrás.
-¿Está
por decirme que aún no se decidieron?
-Digamos
que estarás a prueba.
-¡¿A
prueba?!
-Es
eso o te das de baja sola de la policía.
-¿Qué
es lo que quieren de mí? – Levantó la voz.
-Stone
quieren que seas dócil y te puedan manejar.
-Eso
jamás pasará…
-Sí
pasará… ya te dije es eso o renuncia.
-Pero…
-Stone,
pero nada… Yo puedo manejarte aunque te hagas la dura y la loca suicida. Pero
ellos no lo creen así. Así que actuaras como si entraras en razón y maduraras.
¿Está claro Oficial?
-Me
está diciendo… - no terminó de hablar, su jefe la interrumpió.
-Estás
a pruebas, y vas a mostrarte dócil y tranquila… Por unos meses estarás bajo el mando
de Estévez.
-¿Estévez?
-Es
la única persona que consideras a tu altura. Te crees mejor que él, pero aún
así lo consideras el mejor hombre de este equipo, y es el único que puede
contigo. ¿Lo sabes?
La
conversación en el despacho del Capitán se extendió por más de media hora.
Afuera, Sara se encontró con Estévez, y sus compañeros y todos esperaban verla
salir de la oficina diciendo que había regresado. Pero cuando salió su rostro
no mostraba alegría, y todos pensaron lo peor. Caminó hasta pararse frente a
Sara y Wal…
-Estoy
a prueba – Dijo y siguió caminado hasta el ascensor, para entrar en él y
retirarse sola.
Salió
del edificio y siguió caminando sola por las veredas sin saber a dónde iba, su
mente comenzaba a replantearse su personalidad. ¡Tanto había cambiado en esos
dos estúpidos años que no recordaba para que todo se complicara ahora! Si bien
Sara se había encargado de contarle bastante de lo olvidado, no le entraba en
su cabeza el hecho de haberse convertido en amiga de Estévez. Sabía muy bien
que con el pasó de los años, no odiaba a Estévez pero no lo quería en su
vida. Siempre le fue difícil admitir que
como policía era el mejor, y que se sentía segura si le tocaba trabajar con él.
Pero ser amigos fuera del trabajo, no podía creerlo. Caminó y caminó, sin
saberlo iba rumbo a su casa. Tal vez, su mente estaba absorta en sus
pensamientos pero caminaba hacía el edificio donde vivía. Cuando se detuvo
frente a la puerta de entrada, se dio cuenta de donde estaba, y que había
perdido la noción del tiempo. Entró, caminó hacia el ascensor y subió a su departamento.
Apenas entró en él se quedó parada tras cerrar la puerta… en ese mismo instante
desde el baño salía Laura envuelta en una toalla que al verla se sorprendió.
-¡Ah!
Sos vos – Dijo Laura y siguió caminando hacia su cuarto… Stone la miró de la
cabeza a los pies, y volvió a subir la mirada hasta sus ojos para luego
voltearse y caminar a su habitación. Pero volvió a detenerse a mitad de camino
y a quedarse quieta…
-Hey,
¿Qué te pasa? Pareces una estatua…. – Le habló Laura al verla parada y en
silencio en medio de la sala.
-¡Tanto
cambie en el último año!
-Así
parece – Exclamó Laura – Pero no sé decirte si mucho o poco, sólo te he
conocido un año y medio nada más.
-Sara
dice que tú y yo nos hicimos amigas…
-Algo
así
-¿Cómo
algo así?
-Al
principio me ignoraste como lo haces ahora. Con el paso de los meses comenzaste
a saludarme y después me hiciste tu cómplice para poder unir a Estévez con
Sara.
-No
puedo creer que haya hecho eso…
-Pues
lo hiciste, y ellos te deben la felicidad de estar juntos.
-¿Felicidad?
-Sí,
realmente se aman, y son el uno para el otro. Si no fuera porque te
obsesionaste en unirlos seguirían cada uno por su lado y sufriendo los dos.
-¿Es
cierto que me hice pasar por tu novio?
-mmm,
pues si, cometí un error, y Sara te convenció de ayudarme y te travestiste y
fuiste mi novio en dos ocasiones.
-Dos
nada más, y ¿qué pasó?
-Nada,
no pude seguir con la mentira y le confesé la verdad a mi madre.
-Uy,
cómo me perdí eso…
-No
te lo perdiste estabas aquí con nosotras cuando le dije la verdad a mi madre.
-Pues
no recuerdo nada.
-¿Querés
recordar? – Preguntó Laura acercándose a ella.
-Claro
que quiero recordar, no puedo haber cambiado tanto – Dijo Stone tirándose en el
sofá.
-Pues
estás cambiando, pues no me estás ignorando…
Stone
la miró parada frente a ella, con tan sólo una toalla envolviendo su cuerpo.
Subió la mirada a sus ojos y la volvió a bajar hacia sus senos… Laura al darse
cuenta, se sonrojó y frunciendo el ceño se dio la vuelta y caminó rápidamente a
su cuarto a cambiarse. Joan se quedó
sentada como esperándola volver, pensando que seguro le diría algo a su
regreso.
En
menos de 10 minutos regresó ya vestida con un jean y una remera, caminó hacia
Stone y se sentó enfrente y le habló.
-¿Se
puede saber que miras? – Le preguntó viendo que Stone seguía mirándola
fijamente.
-Ehhh
-Ehh
¿Qué?
-Miro
que no llevas corpiño – Respondió sonriendo.
-¡Qué
te pario!… sos peor que los tipos… - Gritó indignada Laura y se levantó del
sofá y caminó a la cocina.
-Hey,
no te enojes, soy honesta nada más.
-¡Vete
al diablo!
-Ya
no te enojes, ¡qué culpa tengo yo que tengas lindas tetas!
-Stone,
por favor, más respeto conmigo carajo – Le gritaba desde la cocina.
-Si
no te he faltado al respeto, mi honestidad llega hasta ahí no más. No soy tan
lanzada.
-¡¡¡Ah
No!!! – Le reclamó Laura volviendo a la sala.
-Nooooo
-Sabes,
nunca antes me habías faltado el respeto así, me ignoraste y hasta me has
mandado a la mierda, pero jamás pensé que te fijaras en mí de esa forma
-Bueno,
que puedo decir, no recuerdo nada, no sé cómo te he tratado antes.
-¡Eres
insoportable!
-¿Lo
tomo como cumplido? – Le dijo riendo, a la vez que tomaba su celular del
bolsillo de su pantalón. Y comenzaba a marcar para llamar.
-¡Estúpida!
-Hola,
Buenas noches, me mandas una doble de queso… - Stone pedía una pizza mientras
Laura en la cocina enojada se sonreía, pues se daba cuenta que si no la
recordaba no importaba, Stone la había mirado como mujer – Ok, pero que no se
pasen de media hora. Buenas noches, Gracias – Se despedía Stone de quien le
había tomado el pedido.
Se
paró al terminar la llamada, volvió a meter su celular en el bolsillo y fue
directo a la cocina.
-En
media hora viene la pizza… Seguimos la discusión con la panza llena mejor… - Le
dijo sonriendo.
-No
quiero discutir ni pelear… - Le contestó mirándola fijamente a los ojos – Pero
tampoco quiero que me ignores.
-Lo
intentaré
-¿Qué?
-Intentaré
no ignorarte, no meterme en mi mundo, soy antisocial, no me relaciono con la
gente.
-¿Por
qué?
-No lo
sé, siempre fui así, solitaria, no podía hacer amistades… creo que Sara y
verónica han sido las únicas personas que han logrado ser mis amigas…
-Estévez
también lo logró aunque no lo recuerdes, hasta pensé que yo era tu amiga.
-Pues
no lo recuerdo, y no sé cómo pasó eso.
Continuaron
hablando, hasta que llegó la pizza, cenaron juntas y temprano se fueron cada
quien a su cuarto a dormir. Laura sentía que había dado el primer paso para
acercarse a Joan. Por su parte, Stone, sentía que le caía bien su compañera de
cuarto, pero aún no sentía que podía confiar en ella.
------------------------------------------------------------------------------------------------------
La Teta Feliz Historias y Relatos ® Jjaxxel - Derechos Reservados
©
Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser
reproducida, ni en todo ni en parte, registrada o transmitida por un
sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún
medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico,
por fotocopia o cualquier otro, sin el permiso previo, por escrito, del
autor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario