CAPÍTULO 5
Cierto día, que Ana se encontraba
en su trabajo. La puerta de la oficina se abrió bruscamente. Brenda entró, la
cerró y dejó caer su espalda contra puerta. Su respiración agitada y su rostro
mostrando el pánico alertó a su amiga Ana.
-¿Qué te pasa Brenda? – Le preguntó
corriendo hacia ella.
Brenda no podía hablar. Estaba
tan agitada que aunque lo intentara ningún sonido salía de su boca. Ana le ayudó
a caminar hacia una silla, y la sentó. E intentó calmarla.
-Brenda, mírame, respira
tranquila, despacio… trata de calmarte…. Estoy aquí.
Brenda poco a poco, ya con los
ojos llenos de lágrimas comenzó a recuperar la respiración normal.
Alex salió de su oficina al
escuchar la voz de Ana. Se acercó a las chicas. Y se arrodilló al lado de
Brenda. Mirando a su secretaria:
-¿Qué sucede? – Preguntó
-No lo sé, está en shock… - Le
contestó Ana a Alex. Y continuó intentando que Brenda se calmara, dejara de
llorar y le contara que sucedía.
De pronto dijo sólo dos palabras
y rompió a llorar de nuevo.
-Lo vi…
-¿A quién viste? – Preguntó
intrigado Alex. Y le tomó su mano. Y Brenda lo miró, pero no quitó su mano. Al
ver esto, Ana, se dio cuenta que Brenda podía confiar en Alex.
-Tranquila Brenda. Decinos ¿qué
pasa? ¿A quién viste? – Le preguntó Ana mirándola a los ojos.
- Era él, era él… - era sólo que
repetía entre sollozos.
Ana casi comprendiendo a que se
refería, dado que la conocía mejor que nadie. Siguió intentando calmarla para
que pudiera hablar.
-Ya, Brenda, respira hondo.
Necesito que te calmes para poder entender que te está pasando.
Alex, que no entendía nada, sólo
se limitó a tener su mano entre las suyas. Como haciéndole saber a Brenda que ahí
estaba y que podía confiar.
Fueron varios minutos, pero
Brenda se calmó, no mucho, pero entre sollozos y casi entrecortando las frases
les contó lo que había pasado…
-Cuando Salí de casa… apenas
caminé unos metros por la vereda… sentí la extraña sensación de que… alguien me
estaba observando. Traté de no darle importancia. Vi el autobús, y corrí para
no perderlo, me subí, y viaje en el, creo que media hora. Fue cuando bajé…. Que
de nuevo esa misma sensación de antes se apoderó de mí. Pero esta vez, sentía
como una mirada se clavaba sobre mi espalda - Brenda venia hacia la oficina a
buscar a Ana, para que juntas fueran a comer ese día – Sólo caminé un par de
cuadras y me detuve frente a un local… con una vidriera que me reflejaba casi
todo lo que había en la vereda de enfrente – Respiró… y prosiguió su relato –
Tuve miedo Ana, Nunca antes he sentido una sensación así tan rara de sentirme
observada o perseguida. Sé que le tengo miedo a las personas... Pero nunca me
sentí así. – Ana la abrazó, y ella continuó – De pronto mirando el escaparate
de la vidriera, lo vi… estoy segura de que era él… Entré en pánico, me di
vuelta bruscamente y él me miraba desde la otra acera… sonriendo… pero de
pronto frente a mí, pasó un camión por la calle que me obstaculizó la visión, y
cuando ya el camión no estaba, miré y nada… él no estaba. Miré para todos
lados… y nada…. Sólo veía personas que no conocía. No sé si lo imaginé o era
él… tuve medio y vine hasta aquí corriendo…
Ana y Alex la escucharon
atentamente en silencio. Ana sabía cuál era su mayor miedo, era la única que
podía comprenderla.
Alex, por su parte, sólo
observaba, y se preguntaba quién diablos era ese tipo que había dicho ver, y
que le estaba causando tanto miedo.
Aunque Brenda únicamente confiaba
en Ana, a ésta no le importaba que Alex estuviera ahí, y comenzó, poco a poco,
a revelar el gran secreto de su amiga.
-Brenda, quiero que te calmes, acá
estás a salvo. El no vendrá a hacerte daño. No lo permitiré. – le dijo Ana,
tomándola de los hombros y haciendo que Brenda la mirará a los ojos.
Brenda se abrazó a su amiga. Y
volvió a sollozar…
- Bren… necesito contarle algo a
Alex, porque lo necesitamos ¿sí? - dijo
esto y la miró buscando su aprobación.
Alex, estaba ya de pie al lado de
ambas, la miraba, y parecía decirle con los ojos “Confía en mí”
- Ana, ¿decime qué sucede?,
pueden confiar en mí… - dijo Alex.
-Lo sé Alex – dijo Ana.
En ese mismo instante entró Daniel,
que venía de la calle. Al ver a Brenda sollozando. Caminó hacia ellos
preguntando:
-¿Qué le pasa a Brenda?
Brenda que seguía sollozando, se
abrazo más fuerte a su amiga y le dijo:
-Por favor, no…
-Bren… Alex y Daniel no son como
él.
-¿Cómo quién? – Preguntó Daniel
que no entendía lo que estaba sucediendo. Y se acercó a Brenda - ¿Por qué está
llorando Mi Damisela?
-Es una larga historia – dijo
Ana.
-Pues dinos lo que debemos saber
nada más – apuntó Alex.
-El tipo que Brenda cree haber
visto… - hizo una pausa, miró a Brenda, pero vio en sus ojos llorosos la
aprobación para continuar hablando y así lo hizo – es su ex novio. Él le hizo
daño – Daniel no dejó que terminara de decir nada más.
-¿Quién es y dónde está?
-No sabemos dónde está –
respondió Ana. - Brenda ha quedado un poco traumada después de todo lo que él
le hizo, y por eso, ahora ella misma estoy segura no sabe si realmente lo vio,
o sólo fue una alucinación suya.
-Te juro que lo vi – dijo
gritando Brenda.
-Tranquila, si lo viste, te
creemos – Le dijo Alex, tomando su mano y mirándola a los ojos – Daniel, Ana y
yo no vamos a permitir que él vuelva a hacerte daño. Créeme.
Mucho más acongojada que antes, Brenda volvió a romper
en un llanto. Algo que hizo que Alex y Daniel, se apartaran para darle lugar a Ana,
que era su amiga y era quien podía calmarla.
Ana tardo en calmarla, pero lo
logró. Decidieron llevarla a su departamento. Para que descansara.
------------------------------------------------------------------------------------------------------
La Teta Feliz Historias y Relatos ® Jjaxxel - Derechos Reservados
©
Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser
reproducida, ni en todo ni en parte, registrada o transmitida por un
sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún
medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico,
por fotocopia o cualquier otro, sin el permiso previo, por escrito, del
autor.
Se pone feo todo, esperaba que fuera una historia no tan cruda, pero espero que si logren cuidarla, ahora entiendo porque Brenda tiene todo ese miedo a la gente.
ResponderEliminar