CAPÍTULO 3
A la mañana siguiente, Alex algo apurado, golpeó a la puerta del
departamento de las chicas. Ana que estaba desayunando fue a abrir la puerta.
-Hola disculpa, No quiero
molestar – Dijo Alex.
-Hola, eres Alex ¿no?
-Sí, soy Alex, ¿y tu Ana? Estoy
algo apurado, llegó tarde a mi oficina.
-¿Necesitas algo?
-Sí, una secretaria.
-¡Ah! – no entendía lo que estaba
diciendo Alex
-Perdón, Ana, me dijeron que
estas buscando trabajo. Y yo necesito una secretaria, Por eso, vine a
preguntarte ¿si te interesaría?
-¿Y cómo sabés que busco empleo?
– preguntó Ana algo confundida.
-Me lo dijo Daniel, mi compañero
de departamento.
-Pues no sé, yo… - Alex no la dejó
terminar de hablar y sacando una tarjeta del bolsillo de su camisa, se la
entregó.
-Mira, ve dentro de dos horas a
la oficina y hablamos ahí bien, sobre horarios y sueldo… ¿Si te parece?
-Ok, lo pensaré – le respondió
Ana tomando la tarjeta y leyéndola.
Alex se despidió atentamente y salió apurado.
-Brendaaaaaaaaaa – Gritó Ana
entusiasmada cerrando la puerta después que Alex se fuera.
-Acá estoy, no grites.
-No vas a creerlo.
-¿Qué cosa?
-Ese Alex vino a ofrecerme
trabajo.
-¿Qué? ¿Quién?
-Alex, nuestro vecino del enfrente.
-Ah… ¿trabajo de qué?
-De secretaria.
-¡Qué raro! ¿Y cómo sabe ese Alex
que vos buscabas trabajo?
-Pues parece que se lo dijo Daniel,
ya te conté que el otro día se hizo el galán conmigo abajo en la entrada y yo
le corté el rostro. Y le dije que debía irme a una entrevista de trabajo. Así
que supongo que por eso, me viene a ofrecer el trabajo. O Chabela le debe haber
dicho algo. No sé.
-O sea que si aceptas, ese tal Daniel
puede pedirte algo… a cambio ¿no?
-No sé – Ana se rió y se metió en
su cuarto a cambiarse. Brenda la siguió…
-¿No sabés?
-No, no sé, no seas tan
desconfiada de la gente Brenda. Además si se me tira un lance otra vez, no soy
ninguna niña tonta. Y sé cómo pararle el carro. Igual ojala lo haga porque esta
tan lindo…
Ya en la
oficina…
…Ana llegó a la puerta de la
oficina y golpeó. Algo apurado Daniel abrió y al verla sonrío. Ella se puso un
poquito nerviosa pero lo disimulo.
-Hola, pasa.
-Hola, vine por lo del empleo –
contestó.
-Sí, sí, Pasa, así hablas con
Alex, que es quien se ocupa de eso. Yo debo salir rápido… nos vemos después –
Le dijo y salió de la oficina y cuando cerraba la puerta dijo – ¡Alex, gente! –
Y se fue.
Ana pasó, y comenzó a mirar la
pequeña oficina, donde había unas sillas, y un pequeño escritorio. Casi nada de
decoración tenía el lugar.
Alex salió de otra oficina. Y al
verla. Sonriendo la invitó a pasar a su oficina. Así lo hizo Ana. Dentro
charlaron sobre la oferta de trabajo, él le explicó lo que debería hacer, y
cuanto podía pagarle de sueldo. Ella sintió confianza, y se dio cuenta que no
era una mala oportunidad. No eran muchas horas de trabajo lo que le estaba
exigiendo, sólo horas a la mañana, y por la tarde, atender el celular de la
oficina y mantener las citas y la agenda al día. Y eso podía hacerlo donde
estuviera. Lo que le daba chances de buscar otro empleo por la tarde. Así que
no lo pensó mucho, y acepto el trato.
Alex contento le dijo que como
era viernes, mejor comenzaba el próximo lunes a trabajar. Y le acentúo - pero si te llevas la notebook y el celular de
trabajo para que desde casa ya vayas atendiendo si te parece. Yo hablaré con el
contador para que me haga el contrato de trabajo y supongo que el martes ya lo
firmamos. - Cerraron la charla con un apretón de mano.
…Brenda iba llegando de la
facultad, al entrar al departamento, se encontró con Ana tirada en el sofá,
hablando por celular y escribiendo en una notebook.
-¿Y qué paso?
-Ya tengo el empleo, comienzo el
lunes, bah, ya comencé. Estoy agendando una cita para la semana que viene.
-Genial ¿y Daniii? – preguntó
Brenda riéndose.
-No sé, mucha bola no me dio, sólo
hable con Alex que es re piola.
-¡Ah!
-Tenemos que festejar. Salgamos a
tomar algo esta noche.
-Cualquier excusa es buena para
vos para salir.
-¡Siiiiiiiiiiii!
-Está bien, sólo porque
conseguiste empleo. Pero sólo unas horas. ¿Y a dónde iremos?
-Me dijeron de un bar con buena
onda acá a cinco cuadras.
-¿Te dijeron?
-Sí, las chicas del 3ro.
-Ok, pero no pienso quedarme toda
la noche, sabés que no soy sociable.
- Si, ya sé, sólo iremos un rato
a escuchar música y a tomar unas cervezas.
…Esa misma noche,
al entrar al bar, un local no muy grande, atestado de gente. El lugar era algo
rustico. Bien decorado y con poca luz. Buena música.
Brenda y Ana, caminaron entre la gente hasta llegar a
la barra. Allí le pidieron al barman dos cervezas. Y se quedaron ahí paradas,
al lado de la barra mirando hacia la pequeña pista donde había algunas parejas
bailando.
De pronto Ana mira hacia la
entrada del bar, y ve a Daniel entrar, éste se para y comienza a saludar a unos
hombres. Detrás entra Alex, quien hace lo mismo.
Algo entusiasmada Ana le cuenta a
Brenda que Daniel estaba en el bar.
-Es él.
-Él… ¿quién?
-Daniel, mira disimuladamente a
la puerta ahí está.
- Si es él, pero vos no disimulas
nada Ana, deja de mirarlo que se va a dar cuenta que lo miras.
Ana seguía mirando, y de repente
Alex las ve. Levanta una mano y las saluda de lejos. Pero continúa hablando con
unos tipos. Por su lado Daniel, se acerca a una chica y comienza a hablar con esta.
Brenda ya estaba aburrida, no le
gustaba mucho salir a los bares, ni a discos, se sentía asfixiada con mucha
gente a su alrededor. Así que bebía su cerveza. Y Ana no dejaba de mirar a Daniel.
Alex apareció al lado de ellas,
ni se dieron cuenta.
-Hola ¿se divierten?
-¡Hola Jefe! – le saludó Ana
sonriendo.
-¡Hola Ana!, pero lo de jefe lo
dejás para la oficina ¿sí?
Brenda lo miró y sólo dijo Hola y
se bebió lo último de su vaso de cerveza. Levantó la mano y llamó al barman y
le pidió otra cerveza.
Alex intercambió algunas palabras
con Ana, y se fue con unos amigos al otro lado de la barra.
Ellas continuaron hablando solas
y bebiendo. De pronto dos tipos se les acercaron. Estaban algo borrachos, e
intentaron propasarse con ambas.
-Solitas – dijo uno y se le acercó
mucho a Ana. El otro se paró detrás de Brenda y comenzó a decirle cosas al
oído. Ella intento dar un paso para alejarse de él, pero la agarró del brazo.
Las dos estaban acorraladas,
rodeadas por estos dos borrachos. Por más que les decían que las dejaran en
paz, ellos insistían.
La diplomacia no servía, así que
Ana intento empujarlo, lo que hizo enojar al tipo, quién se le acercó más y
trató de besarla, justo en ese momento, aparece Daniel y se lo quita de encima
a Ana, con un empujón.
- ¡Mejor se largan idiotas! –
Dijo Daniel levantando la voz para que los escucharan porque el ruido de la
música era alto.
- Llegaron tardes boludos, las
chicas ya están con nosotros - respondió él que tenia agarrada del brazo a
Brenda.
- Disculpa, pero las chicas
vinieron con nosotros, somos sus novios – Dijo Alex. Y lo empujo al tipo, y
este cayó sentadito de culo al piso.
El otro furioso, y por demás
borracho, se le fue encima a Alex y lo trompeó. Alex trastabilló, pero no sé
cayó. Daniel, lo agarró al tipo por atrás, y lo empujó sin golpearlo al suelo. En
ese mismo instante llegaron tres hombres que se suponían hacían de seguridad
del local, levantaron a los dos borrachos y se los llevaron.
Daniel se comenzó a reír mientras
miraba a Alex que se sobaba la mandíbula.
-Hermano, ya sácate ese bigote
falso… - Le dijo Daniel riendo, y al mismo tiempo se dio vuelta para mirar a
las chicas.
-¿Están bien? – Preguntó ahora ya
serio Daniel
-Sí, gracias – respondió Ana,
tratando de tranquilizar a Brenda que se veía realmente asustada.
-Quiero irme – le dijo Brenda a
Ana. Ésta la abrazó.
-Sí, ahí nos vamos, Brenda,
cálmate.
-Tranquila Brenda, nosotros las
acompañamos a casa. No te preocupes – Exclamó Alex, quién ya no tenía su falso bigote.
-No, estamos bien – Dijo Ana.
-De ninguna manera se van solas
de acá – Respondió Daniel– Ya nos hicimos los héroes, así que la hacemos
completa Y las acompañamos.
- Ana, ya quiero irme – insistía Brenda.
Ana aceptó que ellos las
acompañaran. Así que abrazó a Brenda y la encaminó a la salida del bar. Ellos caminaron
detrás de ellas.
Al salir del Bar, los cuatro tomaron
en dirección al edificio donde vivían todos.
Caminaban callados. Sólo se escuchaba a Ana tratando
de calmar a Brenda que estaba realmente asustada y nerviosa.
Daniel rompió el silencio, y tratando de hacer que las
chicas se sintieran seguras con ellos.
-Te dije que no usaras más ese
maldito bigote falso Alex.
-Ah- dijo Alex sin entenderlo.
-Mira lo que hace ese bigote
tuyo, atrae trompadas jajajaja.
-Sos un estúpido.
-Sí, soy un estúpido, pero buen
tipo, y no me propaso con chicas. Sino que las acompaño a sus casas, y las dejó
seguras ahí – Al terminar de decir esto. Llegaron frente al edificio.
Ana les agradeció que las
hubieran acompañado. Y Brenda sólo los miró, no dijo nada, pero estaba algo más
calmada. Y no tenía esa cara de susto que venía trayendo en todo el camino.
Alex, les dijo que entraran, que cuando subieran al ascensor ellos se iban.
Daniel las saludos. Y se apoyo en el hombro de su amigo para verlas entrar.
Caminar al ascensor. Presionar el botón llamándolo y meterse en el mismo. Cuando ellas entraron.
Ambos se dieron media vuelta y se volvieron por el camino que habían venido.
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Alex es hermafrodita ?
ResponderEliminarYo creo q es mujer..solo q lo oculta.....muy..buena.historia
Eliminar¡No den spoilers! ;D
EliminarYa leí estas historia alex es mujer
ResponderEliminarYo pude leer esta historia tambien y queria seguir con la lectura pero no me aparece jijuji creo que es porq la esta subiendo.nuevamente es buenisimaaa espero el proximo capitulo
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