Sk8er girl - Ghost Girl - 6

Capítulo 6 Medio drogadas

ABRIL AVELLANEDA

Conforme ha pasado el tiempo me he ido enamorando más y más de Sabina, sí lo sé, jamás me hará caso, ella solo me ve como su mejor amiga. Y eso Ahh!!!como duele, es algo tan complicado, yo sé que me quiere, de eso no me cabe duda, cuando llego y ella está, veo que sus ojos se iluminan.

Siempre me busca, me llama por teléfono, me manda mensajes, le da likes a mis publicaciones y las comenta. Pero todo esto es con una simple intención amistosa, y es que ella siempre me lo ha repetido hasta el cansancio, dice que soy su mejor amiga, que primero estoy yo antes que nadie.

Pero solo siente ese cariño fraternal, como quisiera que me deseara aunque sea un poquito, es muy dolorosa escucharla decir: ¨Abril hay que ver a los 33 porque ahí sale el guapísimo de Mario Casas ¨ ó ¨Ya viste el video de Gwen Stefani ese de cool, ahí sale un chavo que esta muuuuy bonito¨.

De verdad que no lo soporto, yo solo asiento y le sigo la corriente, ¿Qué puedo hacer?, temo perderla, quizá sea una masoquista, pero es que no me imagino la vida sin ella, me conformo con tener su amistad.

Uso como anestesia a las chicas que me seducen, con la esperanza de que alguna de ellas me haga olvidar a Sabina, sin embargo todo me resulta al revés, más tardo yo en seducir alguna chica que en ver a Sabina con algún estúpido, me llena de rabia.

Todo tiene un límite y quizá para mí es esta fiesta en la que estamos, verla coquetear con un wey y yo aquí sola, no me queda más remedio que romper una de mis reglas.

Como dije anteriormente Sabina me inspira a ser mejor persona, por eso, por ella he dejado las drogas, pues sé que si ella supiera eso de mí se desilusionaría.

Pero a la mierda, qué más puedo perder, al menos las drogas no me hacen sufrir, es por eso que voy con Iñarritu.

-         Traes unas líneas- Le digo.

-         No que ya las habías dejado- dijo él

-         Bueno, me arrepentí, ¿ Traes o no?- Iñarritu busca entre sus bolsillos y saca una bolsita con un sobrecito blanco y lo agita

-         Bienvenida Avellaneda, vamos a darle

El y su amigo se van a una mesa que está cerca de ese cuarto y yo me les uno, comienzan a hacer tres líneas, el primero en aspirar es el amigo de Iñarritu, después sigue él y por último soy yo quien le da una aspirada, con la firme intención de adormecer aunque sea por un momento el amor que siento por Sabina.

-         ¿Chicos que hacen?- Escucho a Sabina entrar a la habitación donde estamos y al mismo tiempo siento como una descarga de adrenalina producida por las drogas se apodera de mí.

-         Sabina…- Intento darle una explicación.

-         Nos divertimos- Dice Iñarritu- ¿Te nos unes?

-         Vale- Dice una entusiasta Sabina, mientras que yo me quedó perpleja, todo este tiempo pensando que odiaría las drogas, y resulta que la idea le entusiasma. Se sienta al lado mío y  me mira con ese azul profundo que tiene en sus ojos-  ¿Me enseñas?

-         Ok-asiento- solo tienes que inhalar  y a su vez te tapas la fosa nasal con la que no inhalas.

Siguió mis instrucciones al pie de la letra y yo me sentía un poco mal por ser esa persona que la corrompía, pero a la vez sentía un gusto culposo que esa mujer que tanto me gustaba, compartiera mis propios gustos.

Y así hemos estamos durante no sé cuánto tiempo, en realidad he perdido la noción del tiempo, y  lo único que sé es que estoy tan bien con ella, sentada a su lado, tomándonos de la mano, Hollyshit!!!  Me muero de ganas por besarla, incluso en ese estado en el que se encuentra, me parece increíblemente atractiva, esa sonrisita que se dibuja en sus labios, o dios yo incluso me siento tan bien con estas malditas drogas que recorren mi torrente sanguíneo, SabinaPizarro eres tan bonita, tan linda, tan tierna, que ya no soporto más, tengo unas ganas locas de besarte, pero también tengo miedo de que me rechaces, no tengo la certeza de que te atraiga, tanto como tú ami.

¿Por qué estas acariciando mi mejilla? ¿Porque me miras con tanta ternura?, ¿Será que tú también sientes los mismo que yo?, tengo que averiguarlo ¡AHORA! Puedo sentir su cálido aliento, por fin sentiré tus dulces labios, estoy comenzando a tocar sus labios o si un primer contacto y…

-         Sabina tus papás te buscan afuera-Te odio Iñarritu, has interrumpido este bello momento, bueno al menos eso quisiera decirle, lo miro con desprecio

-         ¿Mis papás están aquí?

-         Si y ya no tardan en entrar

-         ¡Hay no!, no pueden verme así, me van a castigar

-         Tranquila- La tomo de la cara y trato de transmitirle paz- Ya nos arreglaremos  para evitar tu castigo.

Ella me abraza y se va corriendo…

SABINA PIZARRO

-         ¿Mira nada más cómo estás?- dice mi madre parada con un paraguas afuera del coche- ¿Pero quién te has creído tu para estar así?, yo no te eduqué para que tuvieras ese comportamiento.

Lo mejor es que me quede callada, mamá está demasiado alterada, bastante suerte he tenido con que no me haya dado una tunda, debo permanecer quieta y aguantar.

-         ¡Métete al auto! Y de una vez te aviso estás castigada, no tienes permiso para salir a ningún lado que no sea la escuela o el entrenamiento, a partir de lunes tu padre o yo vamos a pasar a tu escuela y de ahí derechito al entrenamiento. ¿ME ENTENDISTE?!

-         Si

El camino a casa es silencioso y yo solo puedo pensar en cómo le voy a hacer para estar con Abril y con los chicos, y es entonces cuando me acuerdo, ¿En realidad Abril me iba a besar?, pude sentir ese pequeño roce con su labio inferior, creí tocar el cielo ¿Habrá sido un sueño, producto de la droga?.

-         Bájate de al auto y te vas derechito a tu recamara, mañana tu padre y yo vamos a hablar contigo.

Yo solo obedezco y me voy a mi cuarto, de momento me siento mareada y taaaan cansada, me tumbo en la cama y mi mente vuelve a recrear ese instante minúsculo en el que si mi cerebro no me está jugando un mala pasada , Abril intentó besarme y con ese pensamiento me sumo en un profundo sueño…..

                                                                                           .

Hoy es un nuevo día y pfff lo que me espera, seria platica con mis padres, no me quiero ni imaginar qué clase de condena tendré que cumplir, algo se me ocurrirá para poder seguir viendo a los chicos, ellos le han dado tanta alegría a mi vida que no estoy dispuesta a dejarlos.

 Pienso en Abril y ese quasibeso que nos dimos, estoy segura que no pudo ser una alucinación, en realidad estaba pasando.

-         Es hora de que te pares- Mi madre abre de golpe mi cuarto- En esta casa no hay cavidad para vagos, el tiempo es oro y debes de aprovecharlo, te quiero lista ya en media hora.

Y aquí viene el regaño monumental, quizá si hago todo lo que me dicen consiga reducir mi condena, e incluso negociarla, todo con tal de que me dejen estar con los LGDS.

Después de haber aguantado estoicamente el regaño, me pasé toda tarde pensado que quizá Abril si me quiere tanto como yo a ella y si ella fue valiente ayer, claro con un poco de ayuda estupefacientes, es hora de que yo lo sea por ella.

Por eso decidí escaparme de mi casa e ir a su búsqueda, al primer lugar que me dirigí fue la guarida, y tal como lo supuse, ella ahí estaba  en la rampa haciendo esos trucos en patineta, no lo puedo negar esa niña me encanta, es tan sexy con sus risos pelirrojos volando y ella haciendo esas piruetas.

Me he quedado embelesada viéndola, ella a volteado hacia mi dirección y se ha percatado que estoy aquí, baja en el aire con maestría de su patineta y se dirige hacia mí, y veo esa sonrisa en ella que tanto me derrite

-¡¡¡Avellaneda estas aquí!!!- Seguido de eso me abraza, o que bien se siente estar entre sus brazos y oler ese aroma tan de ella, tan dulce, me siento tan protegida, tan cálida ahí.

-¡Me escapé!- Consigo decir, estoy sobrecogida por la emoción que me genera el simple contacto con ella.

-¡Esa es mi chica!- dice Abril un tanto orgullosa de mi acto vandálico.- y bien esto hay que celebrarlo ¿No? ¿A dónde quieres ir? Tu di y ahorita le digo a los chicos

- Quiero ir a la terraza… -(Es un mirador que Abril y yo encontramos accidentalmente un día) pero solo tú y yo

Ella me mira a los ojos, y se queda pensando un rato, luego asiente

-         Ok terraza entonces, vamos- me tiende la mano y yo sin dudarlo se la tomo.

Caminamos en silencio a paso lento, y entonces comenzamos a correr por las calles sin soltarnos de nuestras manos, llegamos a la terraza y nos soltamos, nos reímos un tanto agitadas después del maratón que recorrimos.

-         ¡Loca!- me dice

-         Loca tu- le digo y la empujo

-         ¿A yo soy loca?- Me dice tomándome por la cintura

-         Siiiii- dijo yo mientras coloco mis brazos alrededor de su cuello, ella pega su frente contra la mia, puedo escuchar nuestras respiraciones como están aceleradas, yo paso saliva, mientras intento armarme de valor- Es momento de que acabemos el beso que medio drogadas nos dimos ayer. ¿No crees?- consigo decir suavemente

-         ¿Cómo?- dice un tanto divertida, no sin soltarme y aferrándose más hacia mi cintura

-         Que…- me impaciento, paso saliva y tomo un impulso y mis labios se impactan con los de ella, los cuales me reciben cálidamente, el beso es lento, es mi primera vez haciéndolo y tengo miedo que no le guste, así que comienzo a mover mis labios rápidamente.

Ella se separa de mí, acaricia mi cabello lentamente, -Tranquila, despacio, poco a poquito, disfruta de cada momento y déjate llevar- me lo dice en un suave susurro cerca de mi oído, lo cual hace que mi piel se ponga de gallina, seguido de ello ella vuelve a tomar mi boca y me besa con mucha parsimonia, yo hago lo que ella me dijo, lento y dejo que mis sentimientos hagan su trabajo.

-         ¿Mucho mejor? – pregunto separándome de esos deliciosos labios

-         Mucho mejor – contesta ella acercándose para volverme a besar- Tenemos mucho tiempo para ensayar.- dice en un susurro

-         Yo la miro y ahora soy yo quien la vuelve a besar, esto me está gustando más y más, lentamente ella me tumba en el pasto y me sigue besando y acariciando, yo solo consigo suspirar por el mar de emociones que estoy sintiendo.

Al cabo de un rato estamos acostadas ella y yo, yo acomodada en su pecho y ella abrazándome, contemplando el atardecer, no hay palabras entre nosotras, solo silencios cómodos, caricias y muchos besos.

-         Debo de irme  ya- digo con pesar

-         Noooo, ¿Por qué?

-         Por qué no quiero que el policía Ernesto Pizarro se dé cuenta de mi fechoría, no quiero que me lleven a la celda de aislamiento, si me envían a ella ya no te podré ver.

-         Nooo por favor eso no.

-         Por eso ya me voy para que no se de cuenta

-         Pues si es así te acompaño.

De regreso a casa ella me llenó de muchos mimos, hasta llegar a la puerta de mi casa, me abrazó y se despidió de mi con un último beso.

-De vuelta a su castillo mi princesa

-Nos vemos, te voy a extrañar

-Yo más

Seguido de esto me trepo hacia mi casa y desde la superficie le mando un beso a mi principa azul.

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