Esperamos tu historia corta o larga... Enviar a Latetafeliz@gmail.com Por falta de tiempo, no corrijo las historias, solo las público. NO ME HAGO CARGO DE LOS HORRORES DE ORTOGRAFÍA... JJ

Soy yo -La usurpadora- Jjaxxel - 14

Capítulo 14

Los Ángeles

-¿Qué espías en la tablet? – Preguntó Gabriel a José que sentado en una silla al lado de la ventana del cuarto de Ariel…
-Reviso para saber que pasa en Mar Del Plata…
-¿Y?
-Hay sudestada… y las calles están anegadas… es imposible salir de la ciudad… o más bien, es imposible salir de la casa donde están las chicas…
-Eso es bueno ¿No?
-Creo que sí… Pero ya saben que deben volver…

-Hay que apresurar las cosas con Ariel y Pamela… - Comentó Gabriel.
-Ahí viene… - Dijo José mirando hacia la puerta que se abría y Pamela entraba…
-Permiso – Entro la enfermera al cuarto.
-Pase, pase señorita – Le dijo Sandra que sentada al lado de la cama de su hijo, la observaba. Pamela se acercó y le preguntó si no necesitaban nada… A lo que la mujer comentó… - No has dormido… hace de ayer que te veo trabajando…
-Tengo turno doble… debido a que mi compañera está enferma… hasta la noche continua mi trabajo…
-Pobre, debes estar muy cansada. – Comentó el padre de Ariel, parado al lado de la puerta. Ninguna de las dos lo había escuchado entrar.
-Algo cansada, pero está todo bien… - Se acercó a Ariel, quién abrió justo los ojos y la miro… -¿Cómo se siente? – Lo interrogo.
-Bien… algo ma… reado – Hablando con mucho esfuerzo – Y cansado de  es…ta ca… ma.
Acercándose a él, trato de que se incorporaba más, lo ayudo a sentarse un poco en la cama.
-Gracias…
-De nada – Y mirando a los padres giro como buscando retirarse – Si necesitan algo, solo me llaman… estoy al final del pasillo…
-Claro señorita… Vaya a descansar un poco, que no ha dormido nada…
-Ustedes tampoco. El doctor pasara en una hora a verlo…
La joven se retiró del cuarto, Ariel la siguió con la mirada… hasta que Pamela salió.
-Ah bueno… ¡te la vas a comer! – Comentó el padre al ver la escena…
-Sí se deja, con guuss… to…
-Ariel – exclamó Sandra.
-Bueno, Madre… es que e...sa chica es di… vi… na.
Su padre se acercó más a la cama de su hijo, acerco la otra silla y se sentó.
-¿Te gusta? – Le preguntó.
-Ehhh… ¿se me nota?
-Jajaja – Se rió su padre al tiempo que miraba a su mujer y esta ponía cara de “¿Y ahora que le decimos?” – Creo que lo primero es recuperarte y después andar mirando chicas…
Sandra se paró de la silla y comentando que salía a llamar a Sofía camino hacia la puerta del cuarto y desapareció. Al ver que su madre ya no estaba, miro a su padre.
-Padre, de verdad, me gusta… sé… que es extraño… no la conozco… pero algo dentro de mí me dice que sí.
-Has estado en coma más de tres años… - No sabía si decirle que tenía una novia que había sufrido por él. Algo le decía que callará. No sabía que era. Pero se llamo a silencio el mismo.
-Ya me lo han dicho… no entiendo como no recuerdo nada… No solo he perdido tres años, siento que perdí mucho de mi vida…
-Hijo, ya recordaras… seguro con el paso de los días tu memoria regresa…
-¿Y si no recuerdo?
-Pues… la vida sigue… Hijo…

…..

En el pasillo del hospital… a unos metros de la habitación de su hijo, Sandra volvía a llamar a Sofía…
-¿Ya están viniendo?
-No mamá…
-¡Cómo qué no! Deben regresar, por Dios, Tu hermano está despierto… Pregunta por vos… - Hablaba sin parar…
-Mamá, Por favor, escúchame… - Le grito Sofía.
-Qué…
-Aquí no ha parado de llover desde que llegamos… las calles están anegadas… No podemos salir del edificio.
-¿Qué?
-Nos acaba de avisar el portero del edifico, que hay sudestada y inundación en la ciudad, las calles del barrio donde estamos están anegadas… es imposible salir con el auto…
-Por Dios, lo que nos faltaba….
-Sí, dime como está él…
La madre trato de calmarse y comenzó a contarle todo lo que había pasado… y como se encontraba Ariel…
-Me estás diciendo que perdió la memoria.
-Sí hija, y eso no es poco, cuando te nombre a vos y a Ana, él creyó que Ana era tu novia…
-Mi nooooov… Oh… maldición…
-No le hemos dicho nada aun… el médico dijo que esperemos por si poco a poco recuerda, debemos contarle solo lo que él quiera saber.
-Eso es muy estúpido… - exclamó Sofía.
-Sí, pero no sé porqué pero creo que es mejor no decirle nada de Ana por el momento… Seguro cuando la ve, la recuerda…
-¿Y si no la reconoce?
-Pues, pues…
-¿Pues qué Mamá…?
-Pues ya veremos que hacemos… Ahora esperemos que puedan viajar lo más rápido posible…
-Está bien ma… veré si podemos salir de acá lo antes posible…




Ana

No podía regresar, estaba agradeciendo a Dios, que afuera estuviera todo anegado y que fuera imposible salir… y viajar… Miré a Sofía que terminaba de hablar por teléfono con su madre… y se acercaba a mí.
-Ana… - Me llamó… seguí mirando por la ventana. Perdida en mis propios pensamientos.  Sentí sus manos tomarme por los hombros… a la vez que su cuerpo se pegaba al mío. – Tranquila, Ariel está bien… - Me di vuelta y me le quede mirando. – Mi madre dice que Ariel por el momento tiene amnesia…
-¡No recuerda!
-Parece que perdió la memoria… pero en parte, no recuerda los últimos diez años de su vida…
-¿Me estás diciendo que no me recuerda…?
-Así parece… - Me sentí algo aliviada…
-Eso me salva de ir a verlo…
-Debes ir…
-Sofía… no tengo cara para mirarlo… estoy enamorada de ti… No puedo enfrentarlo.
-Ana… yo tampoco tengo el valor de verlo, pero debo hacerlo… él nos necesita.


Los Ángeles

-Todo va sobre ruedas José – Comentó Gabriel a su amigo ángel.
-En Mar del Plata, el agua bajara, ya no llueve… puede que en un día las chicas ya puedan salir de viaje.
-O sea que tenemos un día para que Pamela y Ariel se enamoren…
-Así es, Así que manos a la obra… Yo me encargo de vigilar a las chicas y a los padres.
-¿Y yo? – Preguntó Gabriel sonriendo.
-Tú saca de tus recuerdos alguna escenita romántica de telenovela para que Ariel se enamoré.
-Mmmm – Contestó pensando en todas las telenovelas que había visto – Algo se me ocurrirá… Cada uno a lo suyo – Dijo Gabriel chocando su mano con la de su compañero. El cual desapareció del cuarto de Ariel y apareció automáticamente en la sala del departamento en Mar del Plata…

Ana se encontraba en los brazos de Sofía. Ambas sentadas en el sofá. Calladas. Ninguna de las dos quería ya hablar, Sofía ya no sabía que decirle para convencerla y darle valor a Ana para que esta la acompañara a Buenos Aires.
José al verla se dio cuenta que la cuestión en el lugar no iba bien. Pero no podía hacer nada, ellas tenían que regresar juntas y hacer frente a Ariel.
Respiró hondo y chasqueo los dedos para desaparecer y volver a aparecer en la casa de los padres de Ariel. Ellos acaban de llegar.
-Mejor descansamos y mañana temprano regresamos – Comentó Víctor subiendo las escaleras rumbo a su cuarto.
-Preparo la cena y te llamó.
-Ya bajo, me doy una duchita y estoy listo para la cena amor.
José se sentó en los escalones de la escalera como esperando el paso del tiempo.
A los cuarenta minutos, Víctor bajo al comedor, y se encontró con Sandra que ya estaba con la mesa servida. Ambos se sentaron y cenaron.
-¿Y qué te dijeron las chicas… cuándo regresan? – Preguntó Víctor rompiendo el silencio.
-Están esperando que baje el agua, esta todo inundado… Por suerte ya dejo de llover.
-El médico dijo que mañana mismo comenzaran con la rehabilitación… cree que en poco días Ariel ya podrá estar de pie y con esfuerzo caminando.
-Ariel es fuerte, él podrá volver a empezar…
-Así es, pero entonces ¿por qué traes esa cara de preocupación? Ariel ya despertó…
-No recuerda a su novia… - Exclamó Sandra.
-Eso te preocupa o te alegra… Porque a vos nunca te cayo Ana como nuera.
-No, Ella no es la mujer para mi hijo, pero ella estuvo a su lado siempre… La qui… - No termino de hablar
-¿Qué vas a decir que la quieres?
-Vamos, amor, ¿acaso tu no le tomaste cariño? – Repreguntó Sandra y bebió de su copa de vino.
-Claro que la quiero, es una joven encantadora… Ya dime ¿qué te pasa?
Sandra volvió a tomar de su copa de vino, estaba algo nerviosa. Y se notaba su nerviosismo. Tal vez porque su marido la conocía más que nadie, aunque intentará disimular no podía ocultar su nerviosismo.
-Víctor, ¿dime qué no te has dado cuenta de nada?
-¿Cuenta de qué? – Algo preocupado
-Víctor, de verdad, ¿no te has dado cuenta de lo que le pasa tu hija?
-¿De qué estás hablando?
Sandra, cerró los ojos, era claro que su marido no se había dado cuenta del enamoramiento de su hija hacia su cuñada.
-Tu hija Sofía está enamorada…
-Ah… era eso…
-Eso… ¿Qué te pasa Víctor? Tu hija está enamorada de Ana, y no es feliz.
-No es feliz porque no quiere… Hace rato que ama a Ana – Estaba admitiéndole que sabía de la situación desde siempre – Pero está obsesionada y no quiere alejarse de ella… para olvidarla.
-Lo sabías, ¿y nunca me dijiste nada? – Algo enojada
-Cómo decirte algo así…
-Es mi hija también…
-Sandra, pero…
-Pero nada… Quiero ver feliz a Sofía… y también a Ariel… y en estos momentos una luz de esperanza se divisa en el horizonte…
-¡Qué poética que estas! ¿De qué hablas?
-Ariel no recuerda a Ana… Ojala no la recuerde, Sería la oportunidad de Sofía…
-Cariño, tú das por sentado que si Ariel no la recuerda, Sofía puede ser feliz con Ana… Pero te olvidas que Ana ama a Ariel…
-Víctor, se que lo quiere, pero amarlo, de eso no estoy segura… mi instinto de madre no se equivoca… y Ana está más cerca de Sofía que de mi hijo ahora.
-La verdad, no te comprendo… nunca te gusto Ana como nuera y ahora estás queriendo que nuestra hija sea feliz con ella…
-No… no me gustaba como nuera, no la veía para mi hijo, pero si la veo para mi hija… ¿Acaso está mal lo que pienso o siento…?
-Ay, querida, esto es un verdadero lio… Ojala Dios nos tirara una manito para arreglar este despelote… La verdad, en algo tienes razón, Ana quiere con toda el alma a Ariel, pero ya no la veo enamorada. La veo sufriendo… Y Ariel, no sé desde que despertó, no hace otra cosa que preguntar por la enfermera…
-¿Pamela? – Preguntó Sandra asombrada de lo que se estaba enterando.
-Pues sí, me ha confesado que le encanta esa chica… que no sabe por qué pero le encanta.
-Esa será la manito de Dios que estabas pidiendo – Dijo sonriendo Sandra…
-Ehhh
…….

Han pasado tres días desde que Ariel despertó… Después de muchos exámenes, comenzaron con la rehabilitación, pues quieren que en menos de una semana Ariel ya este de pie y caminando, poco a poco ha logrado hablar sin esforzarse.  Los primeros dos días, Pamela se la paso cerca del cuarto del joven, pero al tercer día, no apareció y él se la paso preguntando por ella.
Sus padres no se separaban de él, solo por la noche regresaban a su casa, para volver al hospital por la mañana muy temprano.
En cuanto a Sofía y Ana, después de tres días discutiendo y hablando. Finalmente Sofía logro convencer a Ana de que la acompañara al hospital…
Viajaron toda la noche para llegar al hospital bien temprano, apenas estacionaron en frente al edificio, vieron el auto de Víctor.




Sofía

-Vamos… - Le dijo a Ana quien no quería bajar del coche… - Ana, ya estamos acá.
-No sé qué le diré…
-No digas nada…
Ana descendió del automóvil y camino conmigo a la entrada del hospital. Entramos y subimos directo al piso donde se encontraba el cuarto de Ariel.
Caminábamos por el pasillo hacia la habitación, al llegar a la puerta las dos nos detuvimos, al unisonó nos miramos y respiramos hondo, como tomando fuerzas para ingresar.
Al abrir la puerta, entré… Ariel se encontraba sentado en la cama, vestido con ropa deportiva… Al verme sonrió… y estiro los brazos llamándome.
-Hermanita – Corrí a él y se abrazo. Ana observaba desde la puerta la escena. Petrificada…
-¿Cómo estás? – Preguntó Sofía sin dejar de abrazarlo.
-Bien, acá me tienen haciendo ejercicios para poder ponerme de pie… ¿Pero dónde andabas?
-En Mardel… se cago lloviendo y no había forma de regresar… fue un diluvio terrible.
-Algo me comentó mamá – Hablo Ariel al instante que sus ojos veían a Ana – ¿Y esa chica tan linda es tu novia? – refiriéndose a Ana que estaba callada mirándonos…
-Ehhhh – Separándome de mi hermano, sin entender que me decía. Seguí su mirada y me encontré con Ana… - ¡Ana!
-Hola Ana… - Saludo sonriendo Ariel… - Pasa
-Ana, ella no es mi novia, es mi amiga… - Aclaró Sofía.
Tímidamente Ana camino hacia el centro de la habitación, Aunque quisiera hablar parecía que su voz se había enmudecido… apenas pudo esbozar una pequeña sonrisa en su cara.
-¿De veras no la recuerdas? – Le pregunté. Y él me miro, algo apenado por la situación.
-Perdón hermanita, Discúlpame Ana, pero no recuerdo mucho…
-Está todo bien, lo que importa es que estas despierto y pronto volverás a tu vida habitual… - Hablo de repente Ana.
En ese instante entro al cuarto Pamela, y muy atenta saludo.
-Buen Día señoritas… ¡Qué bueno que han podido venir! – Y acercándose a Ariel… - enseguida traigo la silla de rueda y te llevo al sector de rehabilitación… - Giro y salió de nuevo. Ariel se quedo mirando la puerta por donde había salido la enfermera… y suspiro.
-¿Ariel?... Eyyy Baja a la tierra…
-Ah… Perdón… es que esa mujer me trae  de cabeza – Confeso Ariel muy tranquilo.
-¿Pamela? – Preguntó Ana algo asombrada,
-Sí, ¿La conoces?
-Sí, es tu enfermera, ella te ha cuidado en los últimos ocho meses – Respondió muy tranquila Ana… su miedo parecía haber desaparecido… sentía que la amnesia podría ayudarla mucho y podría salir airosa…
-Pues yo solo la conozco desde hace tres días… desperté y vi sus ojitos mirándome…
-¿Y no has dejado de pensar en ella? – Pregunté…
-No, ¿está mal eso? – Preguntó bajando la mirada Ariel.
-Claro que no, parece que eso es amor a primera vista – Comenté al tiempo que miraba a Ana y sonreía pues veía que ese enamoramiento me daba oportunidad con Ana y él no sufriría…

Pasamos unos minutos hablando tonterías, hasta que Pamela regreso sonriente con una silla de ruedas, lo ayudo a sentarse en ella y lo saco del cuarto para llevarlo a rehabilitación, sin avisarnos antes que mis padres se encontraban en la cafetería desayunando…
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3 comentarios:

  1. Genial! La idea de Gabriel ha salido a la perfección jajaja por fin un buen final para todos

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  2. Seré como el diablo, solo falta que el diablo le recuperé la memoria y por celos al descubrir a su hermanna con su novia, pelee con Sofia dejándola gravemente herida. Mujajajjaja.....

    Excelente capítulo espero la continuación pronto saludos.

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  3. Que buena gracias X no olvidarte de tus seguidoras Sam Colombia

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