Capítulo 14
Sylvie no solo se implicó desde el primer
momento en la crianza de Niara, sino que enseguida comenzó los trámites
necesarios para adoptarla legalmente ella también. Fue amor a primera vista.
Juntas buscamos una profesora para ella
que la pusiera al día antes de escolarizarla definitivamente, buscamos a una niñera que pudiera atenderla cuando
nosotras estuviéramos trabajando y sobre todo intentamos que Niara se sintiera
una niña querida y alegre. Ambas nos derretíamos de gusto cuando la oíamos reír
y mi mayor placer era observarlas cuando ambas se quedaban dormidas abrazadas
en el sofá.
Nos trasladamos a nuestra casa de nuevo.
Nos costó un poco recobrar nuestra intimidad, fue quizás el proceso más
laborioso de todos, pero a la larga el más placentero, con mucho. El tiempo fue
pasando y nosotras seguimos viviendo nuestra segunda luna de miel. Niara
asistía a la escuela, donde se había integrado estupendamente. Ella, que
prácticamente se había criado entre adultos, estuvo encantada de
descubrir ese espacio donde podía relacionarse con tantos niños. Mi
sobrino Eder, que iba al mismo colegio fue siempre su protector y su compañero
de juegos más cercano (me recordaban mucho a mi primo Ander y a mi). Aprendió a amar el País Vasco y a
mis propios abuelos, quienes estaban encantadísimos también con ella (y es que
a mis abuelos las historias tristes siempre les habían encendido sus sentimientos
más nobles) y aprendió, sobre todo a vernos y sentirnos como su familia: yo era
amatxu Amaia, mi mujer mami Sylvie.
Aquel día habíamos dejado a Niara en casa
de mi hermana con mi sobrino Eder. Se les había metido en la cabeza que querían
acampar y mi hermana y mi cuñado les habían armado una tienda de campaña (o lo
que fuera aquel montaje de cuerdas y sábanas que habían hecho) en medio de la
habitación de mi sobrino. Y Sylvie y yo habíamos decidido salir a cenar. Una
noche en la que no seríamos amatxu y mami, una noche en la que solo seríamos
dos mujeres en una cita, dos mujeres que se querían en una cita. No podía dejar
de mirar a Sylvie. Habían pasado dos años desde que volví de Tanzania y debo
decir que mi mujer estaba más guapa que
nunca. Yo estaba un poco nerviosa. Todo estaba estupendamente entre nosotras,
pero yo quería proponerle algo y no sabía cómo iba a reaccionar. La llevé a un
restaurante que habían inaugurado hacía poco y me di cuenta de lo famosísima que se
había vuelto mi chica. Cantidad de gente quería hacerse una foto con ella,
cantidad de personas la paraban para charlar, cantidad de mujeres la piropeaban
y cantidad de hombres se la comían con los ojos. Ella no soltaba mi mano.
Amable con todos, pero en todo momento haciéndome saber con sus gestos, con sus
miradas, sin ninguna duda, que yo era suya y que ella era solo mía. Yo
tenía que ir con cuidado, porque me iba inflando tanto de orgullo que en algún
momento estallaría de puro amor. Un peligro.
Charlamos de muchísimas cosas y yo no
podía dejar de mirarla. Me encantaba cómo me tocaba distraídamente la mano,
cómo me miraba y sobre todo cómo me mimaba. Cogimos un taxi y volvimos a casa.
Toda para nosotras. En cuanto
traspasamos el umbral me empujó contra la pared y metió su mano por debajo de
mi blusa abarcando con su palma mi pecho, por encima de mi sujetador. Atrapó
mis labios y susurró con voz sorda
Sylvie:
He tenido ganas de hacer esto toda la
noche. Estás guapísima y yo soy la mujer
más afortunada del mundo
Yo:
Me encanta que me desees
Sylvie:
Eso nunca ha cambiado. Pero hoy que la
niña no está, pienso hacerte el amor en cada esquina de esta casa. Pienso amarte sobre el mostrador de la cocina ,
pienso tenerte en el sofáy vamos a acabar en el dormitorio estrenando un par de
juguetitos que he comprado para nosotras…
Me susurraba en la oreja mientras mordía
mi lóbulo. Ni siquiera me había dado cuenta de que mi blusa estaba desparramada
a mis pies ni de que mi sujetador había volado lejos de mí. Estaba con el pecho
descubierto mientras ella me lo pellizcaba y me lo lamía. Y yo solo oía “un par de juguetitos”. Desde luego con
esa mujer no se podía decir que la vida fuera nunca aburrida. Tenía su cara
pegada a la mía mientras entre beso y lametón me contaba en francés todas las
cosas que me iba a hacer. Madre mía. Yo creo que tenía mojados ya hasta los
pantalones. Me dio la vuelta y me retiró el pelo del cuello. Sus besos cálidos
recorrían mi cuello y su aliento en mi nuca hacía que perdiera toda cordura. Me
había soltado el pantalón también sin darme cuenta y supongo que en algún
momento yo misma había lanzado mis zapatos lejos de mí. Solo sé que mientras me
besaba el cuello y acariciaba mi sexo
por encima de mis bragas yo ya me sentía
excitadísima. Me llevó al sofá y me colocó a horcadas encima de ella. Masajeaba
mis pechos y sus manos arañaban con cariño pero con ímpetu mi espalda. Las
yemas de sus dedos dejaban surcos rojos en mi piel mientras ella estimulaba mis
pezones con su lengua. Pensé que no era justo que yo estuviera casi desnuda y
ella continuara vestida, así que me deslicé sobre sus piernas, me coloqué de
rodillas delante de ella y comencé a desabrocharle el vestido con una mano
mientras con la otra iba acariciando su vientre, su pecho, su cuello y bebiendo
del néctar de sus besos. “El primero va a
ser aquí, en el sofá” le susurré y metí mi mano por dentro de sus braguitas
disfrutando de la humedad de su sexo.
Dos horas después descansábamos exhaustas
en la cama. Reposaba mi cabeza sobre su pecho mientras ella me acariciaba
delicadamente el pelo. Me pareció el momento oportuno.
Yo:
Tengo que pedirte una cosa, mi amor
Sylvie:
¡No has tenido bastante! ¡Ya te vale!
Yo:
Estás muy graciosilla tú hoy… No. Te
hablo en serio
Sylvie:
(Se incorporó un poco en la cama) Dime
Yo:
Me gustaría que te plantearás la
posibilidad de tener un hijo conmigo. Me encantaría quedarme embarazada de ti
Sylvie:
¿Lo dices en serio?
Yo:
No he estado más segura de nada en mi
vida. Me gustaría buscar un donante lo más parecido posible a ti, fecundar un
óvulo tuyo y llevar a nuestro hijo o nuestra hija en mi interior. Nada me haría
más feliz que darle un hermanito o una hermanita a Niara, un precioso niño o
una preciosa niña de cabello rubio y ojos color avellana . En mi hospital hay una estupenda unidad de reproducción
asistida. Me he estado informando de los protocolos necesarios y lo que te digo
sería perfectamente posible. Si tú quieres. ¿Qué me dices?
Sylvie:
(Sin poder contener las lágrimas) ¿Qué
quieres que te diga? ¿Que me siento la mujer más dichosa del mundo? ¿Que te
quiero? ¿Que me encantaría? ¿Que tu proposición me hace más que feliz? Digo que
sí. Mil veces sí.
Fuimos rápidas. A los cuatro meses
llevaba un hijo de mi amor en mis entrañas. Cuando se lo dijimos a Niara, se
puso loca de contenta. Iba a cumplir siete años y era graciosísima su estampa a
las noches, sentada en el sofá acariciándome la barriga todavía sin abultar y dándole sus primeras lecciones de vida a su
futuro hermanito o hermanita. Le contaba cómo le enseñaría a subirse al columpio
del jardín, le decía qué cuentos pensaba leerle y le enumeraba todos los
juguetes que pensaba compartir con él o con ella. Sylvie seguía la evolución de
nuestro embarazo con inquietud y esperanza. Pretendió paralizar su vida para
cuidarme, cosa a la que me negué. Había hecho una película en Estados Unidos,
dirigida por un director muy reputado y ahora tocaba hacer la promoción de la
misma. Se hablaba de que sería uno de los filmes seleccionados para los Oscar.
Se planteó decir que no. Le advertí de que no estaba enferma, solo embarazada.
Yo no pensaba dejar de trabajar, así que no entendía por qué ella sí. A regañadientes
se fue unos meses fuera, eso sí, no sin advertirme que todas las noches nos
conectaríamos por Skype. Así que ahí me tenía, levantándome la camiseta todas
las noches para que ella pudiera seguir la evolución de mi vientre día a día.
Tuve un embarazo estupendo. Al quinto mes supimos que tendríamos un niño.
Tres
meses después, la película en la que había participado mi mujer fue seleccionada
para competir en los Oscar y Sylvie nominada al premio a mejor actriz.
Sylvie:
¿Pero cómo quieres que vaya si tú no
vienes conmigo?
Yo:
Yo es imposible que viaje. Con el
embarazo ya tan avanzado no es aconsejable que coja un avión
Sylvie:
Pues entonces yo tampoco pienso ir
Yo:
Vamos a ser sensatas, cariño. Esta que
tienes delante es una oportunidad que se presenta muy pocas veces en la vida de
muy pocas actrices. Es uno de los premios más reputados que se pueden
conseguir. Y el hecho de que estés nominada ya es todo un acontecimiento en
nuestras vidas
Sylvie:
Pero yo estoy pendiente de otro
acontecimiento aún más importante. ¿Qué pasa si mientras yo estoy en Los
Angeles tú te pones de parto?
Yo:
A ver, mi amor. La gala será el 26 de
Febrero y yo no salgo de cuentas hasta el 7 de Marzo. Y además, las primerizas
tendemos a retrasarnos.
Sylvie:
Pero no es justo. No me imagino pisando
esa alfombra roja con nadie que no seas tú a mi lado.
Yo:
Pero qué más dará quién te acompañe. Lo
importantes es que estarás allí
Sylvie:
A mí sí me importa
Yo:
Hay oportunidades que no se pueden
desaprovechar. Tú estarás en la gala de los Oscar y yo no me voy a perder ni un
segundo de la retrasmisión. No vamos a negociar más Sylvie. Vas a ir. Tienes
que ir. No puedes hacerle ese feo al director, a tus compañeros, a la
productora, ni a mí.
Sylvie:
¿Pero tú has visto a las actrices con las
que compito? No tengo la menor oportunidad
Yo:
¡Así me gusta, con confianza! ¿Pero te
estás oyendo? Has sido nominada porque has
hecho un trabajo excelente. Cuando menos tan bueno como las demás nominadas.
Vas a ir. Yo no me voy a perder ni medio segundo de tu llegada ni de la
ceremonia. Pienso invitar a todos nuestros amigos a casa. Pienso pegarme a la
tele y disfrutar de cada plano en el que aparezcas. Vas a ir Sylvie
Sylvie:
Pero no quiero dejarte sola
Yo:
Y yo no pienso dejar que desperdicies esa
oportunidad. Además tienes que tener en cuenta todo lo que voy a presumir luego
yo ¡Soy la esposa de la nominada! ¡Ay!
Sylvie: ¿Qué?
¿Qué tienes? ¿Qué pasa?
Yo:
Nada. Aquí tu hijo que acaba de darme una
patada para recordarme que su hermana y él también piensan estar pendientes de
todo lo que pase en esa ceremonia
Colocó su mano en mi tripa para sentir el
movimiento de nuestro bebé. Así estábamos cuando Niara con cara de sueño y
arrastrando su inevitable monito de peluche se unió a la exploración. Nos costó
un buen rato llevarla de nuevo a su cama, porque cuando sintió el movimiento de
su hermano en la palma de su mano comenzó a saltar excitada en el sofá gritando
“Me ha chocado los cinco, me ha chocado
los cinco” mientras su madre y yo no podíamos dejar de reírnos y de hacerla
cosquillas.
El 26 de Febrero nos habíamos reunido
todos los amigos en casa y Niara viajaba de los brazos de una a las piernas del
otro, encantada con tanto jaleo y tanta gente. Yo no había querido que Sylvie
me enseñara su vestido, ni me hablara de su peinado. Los primeros invitados
iban llegando a la gala. Todos esperábamos impacientes el momento de ver a
Sylvie. Sabíamos que su acompañante sería el director de la película, quien por
cierto, estaba también nominado. Mientras todos charlábamos y hacíamos nuestras
quinielas para los Oscar, mi prima Kaitlynconsiguió hacernos callar a todos al
grito de “Mirad, llegan en esa limusina, ahí están”. Vimos descender al
director y alargar la mano hacia el interior del vehículo para ayudar a Sylvie
a salir del mismo. Casi se me corta la respiración. Una famosa diseñadora
canadiense la había vestido para el evento. Allí se paró a posar para los
fotógrafos, espectacular con su vestido en tono marfil en pailletes y tul, de escote corazón que se le ceñía al cuerpo como una segunda
piel. Y es que no se podía ser más guapa y no
se podía estar más buena. Me sacó de mi ensoñación mi princesa, al grito de “amatxu, amatxu, mira a mami, mami está en la tele”. Mami estaba más
espectacular que nunca. ¡Qué mujer! Cada vez que la miraba no podía entender
cómo tenía tanta suerte de tenerla a mi lado. Las luces de los flashes la
perseguían y ella sonreía. Ella me sonreía. Estaba segura de que cada vez que
una cámara la enfocaba sonreía para mí. Después de aquel bache tan tremendo en
nuestras vidas, todo había vuelto a su ser. Solo éramos una pareja feliz, una
familia al uso que disfrutaba de su día a día.
Seguíamos
haciendo nuestras apuestas sobre para quién sería el Oscar al mejor guion, a la
mejor película, al mejor actor, al mejor director…aunque sobre quién se
llevaría el premio a la mejor actriz no teníamos ninguna duda. Nuestras
esperanzas y nuestros deseos apuntaban todos al mismo lado. Por fin se comenzó
a leer la lista de las nominadas y mientras sus rostros aparecían rodeando la
escena en la pantalla, yo no podía apartar mis ojos de mi mujer, quien la
verdad además de lucir guapísima (¿ya había comentado eso antes?) parecía extrañamente tranquila. El sobre que
contenía el nombre de la ganadora no acababa de llegar a las manos de la
conductora de la gala y a mí el corazón me latía a mil. Por fin la presentadora
lo tenía en las manos y la actriz invitada que la acompañaba comenzó a exclamar
mientras abría el sobre “And the winner
is…” Ya no tenía uñas que comerme.
Pero ¿cuánto se podía tardar en leer el nombre de un sobre? “Sylvie Tissot”. La algarabía que se formó
en el salón de casa, despertó a la pobre Niara, quien había caído rendida en
los brazos de Michael. Sylvie recibía en pantalla el beso de su director y se
dirigía con su porte elegante y sexi hacia el escenario. Niara volaba de brazos
de uno a los de la otra y todo el mundo la achuchaba y la besaba. No entendía
nada, pero estaba encantada. Llegó al escenario, recogió su estatuilla y se
dirigió al micrófono. Se hizo un silencio sepulcral en mi salón. Hasta Niara
estaba callada, lo cual era más que raro.
Mi mujer comenzó a hablar.
“Quiero dar
las gracias al director por haber
confiado en mí para protagonizar esta maravillosa película y a mis compañeros y compañeras por hacer que
cada día de rodaje fuera un descubrimiento. Pero si me permitís, quiero dedicar
este premio a la persona sin duda más importante que existe en mi vida, a
Amaia, mi mujer. (Mirando a la cámara, añadió)
Amaia, pase lo que pase, esto es”
Una salva de aplausos y de flashes siguió a
mi esposa. Mis amigos me miraban con
cara de “¿Pase lo que pase, esto es? ¿Qué
quiere decir con eso? ¿Qué código es ese?” Pero todos sabían por mi sonrisa
y por la lágrima que comenzaba a rodar por mi mejilla que yo si sabía a qué se
refería. Una vez le conté a Sylvie todo lo que ese poema significó para mí y
cómo se convirtió casi en un mantra que la mantenía a ella anclada en mi
corazón mientras estuvimos separadas y esa era su forma de decirme no sólo te
quiero, sino siempre te querré, siempre serás parte de mi vida y siempre
tendrás un hueco en mi corazón. ¿La locuela de mi mujer se había subido a ese
escenario y ante millones de personas me había declarado su amor? Desde luego mi esposa no se andaba con
tonterías.
En cuanto acabó la gala lo primero que
hizo fue telefonearme para saber cómo estaba yo. Increíble. La acababan de dar
un Oscar y su única preocupación seguía siendo que yo pudiera ponerme de parto
estando ella fuera. Me dijo que al día siguiente había convocado una rueda de
prensa para evitar tener que hacer durante días entrevistas y que en cuanto
terminara la misma cogería el primer vuelo a Toronto. Yo estaba entre encantada
e indignada. Encantada por el derroche de amor y generosidad con el que me
trataba, anteponiendo mi bienestar y mi felicidad a la suya propia e indignada por
sentir que ella estaba sacrificando su momento, que yo se lo estaba robando. “Te prometí ser la mujer que te mereces a tu
lado y eso intento cada día, mi amor. Además, estoy segura de que cuando les
diga que estás a punto de dar a luz a nuestro segundo hijo, todos entenderán
que mi sitio está contigo y con Niara. Y rápido” – me dijo. Qué loca… y qué tierna.
La verdad es que fue un poco
premonitorio. Al día siguiente a las seis de la tarde Sylvie ya estaba en casa
y a las siete conducía el coche a toda velocidad por Toronto camino del
hospital, mientras yo soplaba aguantando el dolor de las contracciones en el
asiento de al lado. Tres horas después, Sylvie cortó el cordón umbilical de
nuestro hijo, Iker.
Epílogo
NIARA
Me
criaron tres mujeres maravillosas. Dos,
que ocupan la mayoría de mis recuerdos y una a la que apenas reconozco solo ya
a través de unas desgastadas fotos en un pequeño álbum. Amaia y Sylvie me
dieron una familia. Bisabuelos, abuelos, tíos, primos y especialmente un
maravilloso hermano al que enseñé a montar en el columpio del jardín, con el
que compartí muchos de mis juguetes y al que leí infinidad de cuentos. Me
dieron una vida cómoda y la posibilidad de hacerme arquitecto. Pero sobre todo
me dieron muchísimo amor. Siempre supe que ninguna de las dos me había llevado
en su tripa, como a Iker, pero siempre tuve claro que la maternidad no solo
consiste en eso. Desde luego, ellas no solo fueron mis madres, sino que
ejercieron como tales.
Liya me dio la vida. A mami y amatxu debo
agradecerles también que me regalaran el recuerdo de la mujer que me trajo al
mundo, que estoy segurísima de que, si estuviera viva, también hubiera ejercido
como madre. No tengo recuerdos tristes de mi infancia; de ninguna de las partes
de ella, ni la que tengo clara, ni de la que se agita entre mi mente y mi
corazón como una nebulosa de sensaciones y trazos borrosos.
He esperado unos años para hacer esto. Y lo
he hecho porque mi hermano siempre me
dijo que debía esperar a que él fuera lo suficientemente mayor para acompañarme
en esta aventura. Hace un mes que Iker cumplió dieciocho años. Es por eso que
hoy estoy aquí con él. Me encuentro
delante de la tumba de mi madre, Liya y de su gran amor, Alika y he venido a
traerles flores, a hacerles saber que siempre tendrán un sitio en mi corazón y
a decirles que estoy bien, que tuve suerte, que he tenido una vida afortunada.
Vivo en Toronto, en el apartamento que fuera el primer hogar de mis madres y
trabajo haciendo lo que me gusta. Hace dos años que vivo con mi novio, que es
francés. Compartimos los domingos con Iker, Sylvie y Amaia y una vez al mes con el resto de la familia.
Me encantan esas mesas llenas de parientes donde reímos, comemos y contamos
nuestras alegrías y nuestras penas.
Alika y Liya son un pedazo de mi historia. Alika influyó en Liya y mi
madre fue la responsable de construir los cimientos de la persona en la que me
he convertido. Gracias a ambas. De corazón. Gracias a las cuatro valiente
mujeres que han hecho de mi la persona que soy.
IKER
He crecido rodeado de mujeres, mujeres
fuertes y cariñosas, arropado además por
una extensa familia. Mi hermana Niara es valiente y generosa. Ella guio mis
pasos en la infancia. Niara siempre ha
sido una constante en mi vida, un ancla para este mundo y un precioso par de
alas para mis pensamientos y mis fantasías. Crecí recta pero amorosamente
educado por mamá Sylvie y también muy querido, pero un poco más malcriado por
amatxu Amaia. Ambas son pilares en mi vida y las responsables de mi felicidad.
Crecí en un hogar estable, sin mucho
drama rodeando mi vida. No sufrí rechazo en mis tiempos escolares por tener dos
mamás en lugar de papá y mamá como la mayoría de mis amigos. O por lo menos, no
más peleas de las que tenía que librar el gordito, la flacucha, el de las
orejas de soplillo o la de las gafas. En la infancia casi todos hemos tenido
colgado algún sambenito. En mi caso no lastró para nada mi vida. Llegar a mi
casa era como retozar en un remanso donde siempre me sentía seguro y acogido,
donde mi grupo de amigos siempre tuvo un hueco y donde familiares y amigos de
mis madres tenían siempre la puerta abierta y unos brazos amorosos dispuestos a
regalarme un abrazo.
Acabo de cumplir dieciocho años hace un
mes. En breve ingresaré en la Universidad. Quiero ser médico. Viviré en Quebec.
Me da vértigo empezar esta nueva vida lejos de mi familia, pero por otra parte
estoy deseando vivir esta nueva experiencia. Hoy estoy acompañando a mi hermana
en este viaje a sus raíces, en esta visita a la mujer que la trajo al mundo y
que la depositó en manos de mis madres. Estoy terriblemente agradecido de que
su generoso gesto me haya permitido ser el hermano pequeño de Niara.
Gracias
Niara, gracias amatxu, gracias mami. Gracias a esta pequeña colección de
mujeres que guiaron mis pasos en este mundo. Gracias a las tres valiente
mujeres que han hecho de mi la persona que soy.
SYLVIE
Amaia llegó como un ángel a mi vida. Se
fue colando por cada poro de mi cuerpo hasta ocupar totalmente mi alma, mi corazón y mis
pensamientos. Me hizo disfrutar de formas que nunca hubiera imaginado, me hizo
sentirme querida como nunca antes y se entregó a mí en cuerpo y alma desde el
momento en que nos dijimos te quiero. Es mi faro y mi guía, mi norte y mi
cordura.
Amaia es sobre todo buena persona,
valiente y generosa, muy generosa con sus sentimientos, con su amor. Esa
generosidad de mi mujer le hizo perdonarme y acogerme de nuevo con los brazos
abiertos cada vez que la herí. Esa generosidad le hizo ofrecerse a Liya para
cuidar de su hija y hacerse cargo de ella cuando Liya faltó. Esa generosidad me
regaló a Niara que fue el primer bálsamo para mis heridas. Esa generosidad me
regaló a Iker, en el que cada vez que le miro a los ojos veo los de mi madre,
quien estaría orgullosa de la familia que formamos.
No siempre fui justa con ella, pero desde
que entró en mi vida, nunca, nunca, he
dejado de quererla. Jamás pensé que una mujer fuera a ser mi compañera de vida
y sin embargo hoy, no me imagino compartiendo este viaje con nadie que no fuera
ella.
Me acerco a los cincuenta años. Mi hija
vive con su novio. Mi hijo pronto partirá a la Universidad. Amaia y yo nos
quedaremos solas en esta casa tan grande y tan llena de momentos felices. No tengo
vértigo. Sé que echaré de menos a mis hijos, pero mientras Amaia siga sujetando
mi mano me siento capaz de transitar cualquier camino, de subir cualquier
montaña, de superar cualquier obstáculo. Gracias a la mujer que decidió
compartir su vida conmigo regalándome una existencia plena que ya solo concibo
vivir a su lado. Gracias a la mujer que ha hecho de mi la persona que soy.
AMAIA
Repaso mi vida y casi empalaga de lo
perfecta que es. Pero qué voy a decir. Me gusta. Mi esposa es valiente y divertida y en ella encontré el
motor de mi vida. Hace ya tanto…La miro
y no me explico cómo una mujer tan espectacular
decidió compartir su vida conmigo. Qué puedo decir. Es una excelente compañera, insuperable
amante y mejor madre. Nunca me sentí más perdida y angustiada en mi vida que
cuando pensé que la perdería. No sé qué hubiera hecho ni en qué me hubiera
convertido si eso hubiera sucedido. Pero no pasó.
En mi momento más oscuro, un rayo de luz
se coló por un resquicio iluminando las sombras y dándole a mi vida un nuevo
sentido. Niara me salvo. Me salvó de mis
inseguridades, de mis angustias, de mis miedos. Introdujo una nueva palabra en
mi vocabulario y un reguero de sentimientos nuevos en mis entrañas. Iker
completó el cuadro de mi vida y puso
delante de mí permanentemente el reflejo de mi mujer. Sentirle crecer en mi
cuerpo fue una experiencia inolvidable y oír su primer llanto una explosión de
sentimientos.
Nuestros hijos están construyendo sus
vidas. Y yo quiero acabar la mía al lado de Sylvie. Estoy segura de que así
será. Pero mientras tanto quiero disfrutar cada segundo de la mujer que ha hecho de mí la
persona que soy.
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Una Historia exquisita la verdad, creo que es el relato que mas disfrute leer... es completa para mi gusto, tiene su "te quiero, no te quiero pero te quiero", el encuentro esperado, un drama triste, la solución del problema y un final muy feliz, ademas de todo el contenido de realidad con el cual me sentí un poquito identificada, el convivir con una persona con depresión.
ResponderEliminarGracias Despistada por esta bonita historia.
O.F.
Gracias a ti O.S. por haberme acompañado hasta el final del camino y sobre todo por haber tenido tiempo y cariño que compartir conmigo.
EliminarUn placer
Despistada un final realmente precioso la generosidad y la gran capacidad de dar amor sin reservas de Amaia la hicieron un gran personaje y nos deja una enseñanza hay que amar sin limites y no hace falta parir para ser mamá y compartir lo bueno lo malo las tristezas y las alegrías sin miedos criaron dos hijos para la vida llenos de ternura y generosidad
ResponderEliminarSylvie aprendió que la vida esta llena de obstáculo pero si tenemos a la persona correcta no hay que tener miedos ni huir de las dificultades que nos pone la vida si somos dos la vida se hace mas fácil si crece la familia la vida se hace maravillosa si pasan los años y seguimos amando mucho mas a nuestra pareja la ha sido un regalo
Mi querida escritora mi Despistada una vez mas ha sido muy grato un privilegio volver a leer una historia de su autoría gracias por regalarnos momentos lleno de aventuras ternura y amor
Despistada da un poquito de penita el separarnos hasta su próxima historia espero que como esta preciosa historia no tarde mucho para volverla a leer gracias por este final que incluyó a todos contando su vivencia esta familia de dos mujeres de dos mamas gracias
Mi Despistada un abracito lleno de cariño y ternura y besitos de colores para su alma
desde aqui Curicó zona centrar de mi Chile
Hasta pronto
Seguiremos por aquí degustando historias de otras compañeras. A mi personalmente me gustó mucho escribir esta y me gustó mucho compartirla con todas vosotras. Ha sido un placer volver a cambiar impresiones con todas vosotras a lo largo de todos estos días y solo deseo volver a encontraros por aquí cuando vuelva a colgar otra historia, que seguro que lo haré.
EliminarUn abrazo muy fuerte y todo mi cariño, Gladis
Gracias por su cariño y darse un tiempo para responder mis comentarios
EliminarGracias Despistada nuevamente un a bracito con cariño desde la distancia para usted
Una historia preciosa como las q siempre escribes
ResponderEliminarNo tardes en publicar , tengo ganas de volver a leer otra de tus historias ;-)
Besos
M.S(galicia)
Mi gratitud para ti por haber tenido siempre un momento para comentar conmigo. Solo por vosotras merece la pena intentar juntar unas cuantas lineas en otra ocasión.
EliminarUn fuerte abrazo M.S.
Ha sido una historia muy pero que muuuuy bonita Despistada. Me ha encantado de principio a fin. Espero seguir disfrutando de tus historias pronto! Un besito :*
ResponderEliminarUn abrazo fuerte para ti, Xiion. Y un placer seguir encontrando tus capítulos. Cuídate mucho.
EliminarUn fuerte abrazo
me a encantado de verdad,hasta llore cuando leí todo lo que paso con Liya y Alika pero me quedo satisfecha con este increible final segui asi,espero seguir leyendote y que sigas compartiendo tu talento gracias Despistada BESOS DESDE ARGENTINA
ResponderEliminarBy:Lourdes Avalos
Muchísimas gracias a ti Lourdes. Ojalá nos veamos pronto de nuevo por aquí.
EliminarUn fuerte abrazo
Despistada, si que te superaste y con creces!. No podrias haber cerrado mejor la historia. Me quito el sombrero ante tu pluma. Fue un viaje maravilloso y espero repetirlo pronto. Gracias por compartir tu talento con nosotras. Saludos. Vero
ResponderEliminarEl placer fue siempre mio. No podía haber tenido mejores compañeras de viaje.
EliminarUn fuerte abrazo, Verónica
Wow! Se me erizo la piel cuando Amaia le pide tener un hijo de Sylvie.Nuestra talentosa actriz se gano un Oscar.Y Niara se convirtio en arquitecta,fue a Tanzania a las tumbas de su madre biologica Liya y Alika.El hijo Iker supongo que por (Iker Casillas) quiere ser medico como su amatxu.Que buen hogar crearon lleno de amor,estabilidad con una familia grande.Una historia con un final feliz pase lo que pase...
ResponderEliminarEsperamos que tu musa continue fluyendo y vuelvas a escribir.Te echaremos de menos ya que tu interactuas con tus lectoras ha sido un verdadero placer dar este viaje contigo,sera hasta saber de ti esperamos que sea pronto,
Un beso y un fuerte abrazo
El placer ha sido mío. Muchísimas gracias
EliminarTe amo, gracias por compartir tu historia, por darnos algo de ti. Gracias
ResponderEliminarHa sido un placer. Muchas gracias a ti Elizabeth por acompañarme hasta el final
EliminarHola despistada, comento hasta ahora pero seguí la historia desde sus inicios (actualizando la página cada tanto), tengo que decirte que me ha encantado la historia, en especial el personaje de Niara, es un amor y jugo un papel fundamental en la vida de las protagonistas. El caso de Niara es el claro ejemplo que una familia la constituyen personas que se preocupan por ti y te quieren. En mi país Colombia ya fue aprobada la adopción igualitaria y da luz verde para que niños como Niara tengan una familia que los quiera y los proteja. Saludos ariyian.
ResponderEliminarGracias por tus palabras, Ariyan, Esperemos que ese derecho se vaya entendiendo y legislando cada vez en más países. Un abrazo
EliminarEn España los cuentos se terminan habitualmente con un “Colorín colorado, esta cuento se ha acabado”. Para las que no hayáis oído hablar del País Vasco (aquí lo llamamos Euskadi), deciros que además del castellano (o del español, como queráis llamarlo) aquí en mi tierra hablamos otra lengua, el euskera, que no se habla en ningún otro lugar del mundo. Aquí los cuentos que nos cuentan de niños terminan diciendo “Hau ala bazan ala ez bazan, sar dadila kalabazan eta atera dadila (aquí en este espacio, cada uno dice el nombre de su pueblo) plazan” que traducido más o menos vendría a decir “Tanto si fue así como si no lo fue, que se meta en la calabaza y que salga en la plaza (del pueblo)”. Yo siempre interpreté esa muletilla como una invitación a vivir mi fantasía y a sentirme protagonista de mi propio cuento y dueña de mi historia. Así que podía montar en la calabaza cual Cenicienta (para mí Marierrauskin) como fregona y aparecer ante los demás en medio del pueblo, como quisiera (princesa, bailarina, guerrera o estrella del rock, que en la calabaza cabían todas las fantasías). Me apetece acabar este relato que acabo de compartir con vosotras de esa forma , porque tanto si ha sido así (real) como si no lo ha sido (es decir, solo producto de mi imaginación) , me he sentido como Cinderella, transportada en mi calabaza- carroza hasta el medio del baile, observada, abrumada y estupendamente bien tratada. Me habéis dado un protagonismo que no merezco y mucho más cariño del que hubiera imaginado. Prometo olvidar mi zapato de cristal, para así tener que volver algún día a recuperarlo.
ResponderEliminarMuchísimas gracias a “La Teta Feliz” y a su administradora por haberme cedido este espacio y muchísimas gracias a todas las que me habéis seguido hasta aquí. En especial a las que habéis querido interactuar conmigo y decirme qué os hacía sentir mi historia.
Hasta pronto.
Ay Despistada dice el lenguaje popular que lo bueno no dura y hasta aquí nos trajo esta historia, la cual estuvo llena de muchas situaciones que se nos pueden presentar en la vida... Realmente tienes una manera de escribir que hace que uno se deleite con las palabras plasmadas en capítulo... Mentiría si no dijera que me entristece no encontrar mañana un capítulo más pero me consuelo con pensar que pronto regresarás para deleitarnos con un nueva historia.... Mis mejores deseos para ti Despistada (en todos los aspectos de tu vida) y gracias por esa interacción diaria que tuvimos entorno a cada capítulo... Y pues nada te envío un beso y un fraternal abrazo de oso polar rompe costillas, ja, ja, ja.... Con afecto la de siempre Atenea Palas, una ciudadana del mundo que es tu fan!!!
ResponderEliminarMil gracias, Atenea Palas, ciudadana de este lugar llamado mundo.
EliminarDespistada un gran Final, una gran historia de principio a fin.. Muchas emociones , espero leerte pronto.
ResponderEliminarGracias Nallely. Espero verte pronto
EliminarWauuu que fabulosaa historia hermosa de principio a fin gracias por compartirla.dia dia por tu comprimiso hacia nosotras las lectoras espero leerte prontoo te voy a extrañar te kiero Mi despistada besotes Rosana de Argentina
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Rosana de Argentina. Hasta pronto
EliminarPozi! Unas lagrimillas salieron.
ResponderEliminarA la espera, nos vemos en la próxima.
Un saludo afectuoso.
Nos vemos en la próxima, Ofelia. Gracias
EliminarHola sabes algo no dire que ha sido lomas queche leido.nop lo hare.te dire algo escribes fabuloso.creo quecdecias escribo no muchos cap.pues nobes lo mio escribir mas .y obviaste algo despitada.escribes super bien porque no deleitarnos con algo magnifico como esto otra vez .no te quites meritos ponte.nina.muchos .muchos donde queria .esta historia.ya llego.me facino me volvi adicta.de historias y empese aleerte y te aseguro tus historias son unicas.bueno amuchos les gustan por eso digo date merito.nina dios te bendiga mucho.eres genial.cuidate y sigue escribiendo historias desiguales entre si como hasta ahora .dios te colme de bendiciones.
ResponderEliminarMuchísimas gracias. Hasta pronto, "La morena"
EliminarHola despistada..
ResponderEliminarTu historia es hermosa de principio a fin.. El amor tan bonito y tan fuerte entre Amaia y Silvye pudo contra todas las adversidades q se les presentaron.. He de decirte q con las caracteristicas d Silvye fue inevitable q tu historia fuera d la mano d Evelyne Brochu (probablemente sepas quien es) bendita mujer la imagino hastab mi sopa!! Jaja
Siempre es un gusto leerte..asi q espero volver hacerlo pronto!
Cuidate y saludos hasta el otro lado del mundo!
Seel..
Gracias Despistada por está historia fabulosa nos das enseñanzas y una gama de sentimientos es lo éramos verte pronto en otra historia gracias abrazos desde USA
ResponderEliminarMuchísimas gracias a ti. Hasta pronto
EliminarHermoso final despistada, de verdad que amor tan bello, nos demuestra que es posible superar las dificultades cuando alguien que te ama esta a tu lado para apoyarte, tambien que para poder amar tenemos que saber sanar las heridas propias... Despitada tu escritura enamora, tus historias dan esperanza a esos amores perfectos y el sueño de que formar una famila es mas que posible para todos... Mil gracias por esta historia. Atte liz de venezuela
ResponderEliminarGracias a ti Lizeth por seguirme hasta el fin. Hasta pronto
EliminarHola me fascina como escribes es increible todo lo que transmites en la historia e leido relatos tuyos y son wow felicidades encerio sigue escribiendo eres increible describes el amor en su forma mas pura me gusto me atrapo desde el primer momento
ResponderEliminarSaludo y abrazos cordiales
Gracias a ti por seguirme en mis historias y por dejarme un comentario. Un abrazo y hasta la próxima
EliminarPreciosa historia..Me la leí toda ..Q maeavillosa forma de escribir..Gracias muchas gracias por llenarme de alegrías y sueños a través de tu lista da historia ..Y tu de despistada solo el seudónimo porque te digo leo muchas historias y está es increíble...Nuevamente gracias a ti y al blog tan generoso de darnos cosas lindas..Arte María Lima Peru
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