Esperamos tu historia corta o larga... Enviar a Latetafeliz@gmail.com Por falta de tiempo, no corrijo las historias, solo las público. NO ME HAGO CARGO DE LOS HORRORES DE ORTOGRAFÍA... JJ

Las lecciones del destino - Xiion - 22

Capítulo 22

ABIGAIL
Comí con José, Silvia y Santi y después de dos aburridísimas reuniones mi amigo y yo nos fuimos hasta el sexshop. Nada mas entrar, Santi se fue a mirar la gran variedad de dildos.
-       ¡Que pedazo de nabos!- dijo con los ojos muy abiertos.
-       No los mires mucho, no vaya a ser que te acomplejes- le dije riéndome.
-       Oye perdona pero tú sabes muy bien lo que tengo entre las piernas y lo bien que lo uso.
-       Bueno, bueno, eso de usarlo bien...- le dije divertida y me gané por ello un coscorrón.

-       ¿Les puedo ayudar en algo?- dijo una rubita muy servicial.
-       Estaba buscando algo con lo que sorprender a mi chica.
-       Entonces lo mejor será que compres un dildo negro de esos- señalé riéndome uno de los dildos gigantescos que teníamos enfrente.
-       Parece que su novia lo tiene claro- nos miramos Santi y yo y nos empezamos a reír dejando a la chica totalmente descolocada.
-       Lo siento...- miré en su plaquita que se llamaba Lucía- ...Lucía, pero yo no soy su novia, soy la amiga lesbiana- el rostro de la chica cambió a una expresión mas complacida.
Lucía comenzó a explicarle miles de cosas a Santi, sobre anillos vibradores, lubricantes y demás mientras que yo me di un paseo por la tienda mirando qué llevarle a mi chica.
Estaba mirando unos arneses cuando una mano se apoyó en mi antebrazo.
-       ¿Y tú? ¿necesitas ayuda?- la mano comenzó a acariciar lentamente esa zona de mi brazo y la muchacha me miraba de lo mas seductora. Si esto hubiese pasado no hace mucho la habría invitado directamente a probar conmigo alguno de esos arneses pero no, ya no era así, Alejandra me había cambiado, ahora era un mujer asentada, centrada en su mujer y su familia y, como siempre, en su trabajo.
-       Estaba buscando un juguete para compartir con mi chica- le dije de manera natural y haciendo hincapié en que estaba con alguien. Ella disimuladamente dejó sus caricias y cambió su actitud. Siguió igual de simpática pero dejando el coqueteo a un lado y yo se lo agradecí mentalmente.
Amablemente me explicó las dudas sobre alguno de los productos que tenía en la tienda y veinte minutos después Santi y yo estábamos en caja pagando nuestra compra. La verdad es que a los dos se nos fue un poco la cabeza comprando, parecía que no tendríamos otra oportunidad de ir a la tienda otro día. Nos gastamos un par de cientos cada uno pero la verdad es que tendríamos cosas para disfrutar bastante tiempo.
Pagamos y salimos mientras que Santi me palmeaba la espalda ya que había visto como había rechazado cortésmente a la dependienta. Nos fuimos cada uno a casa y yo llegué, guardé los juguetitos en el vestidor y me duché para irme a casa de mi chica a cenar. Esa noche no me quedaría a dormir aunque me moría por hacerlo pero tenía mucho papeleo que hacer sobre unos fondos que había solicitado para hacer una investigación. Si me concedían esos fondos me quitaría mucho tiempo libre pero el beneficio que sacaría por ellos me serviría para el futuro piso que quería comprar.

El viernes pasó en un suspiro. Estuve muy atareada en el trabajo. A eso de las siete me fui para casa para prepararlo todo. Habíamos quedado en cenar aquí para poder hablar tranquilamente y ami me pareció perfecto ya que después de que se fueran las chicas a mi me quedaría mas cerca la cama para disfrutar con Alejandra.
Preparé la mesa para cuatro, llamé a uno de mis restaurantes preferidos que repartían a domicilio y mientras tanto, me metí a la ducha para relajarme un rato en el agua caliente. Diez minutos después salí de mi agradable ducha. Me puse una falda beige de tubo, una camisa rosa pastel y unos tacones beige. Justo cuando terminaba de vestirme tocaron a la puerta. Era mi chica, tan guapa como siempre, con unos pantalones negro pitillo pegados a sus preciosas piernas y una camisa azul claro.
-       Hola preciosa- la besé- estás guapísima
-       Tú también- me sonrió. Llevaba en su mano una bolsa de viaje con algo de ropa y todo lo necesario para pasar la noche conmigo y el día siguiente- voy a dejar eso en el vestidor.
-       Vale- ella fue hacia el cuarto y yo, antes de seguirla, busqué algo que había comprado esa tarde para ella- ¿Cariño qué es esto?- me dijo cuando ya estaba entrando en la habitación. Me acerqué y pude ver la gran bolsa negra del sexshop.
-       ¡Oh! Era una pequeña sorpresita- dije riéndome al ver su cara de sorpresa.
-       ¿Pequeña? La bolsa está a rebosar.
-       Si, bueno, ayer acompañé a Santi que quería comprarle algo a Esther y la verdad que se nos fue un poco la olla a los dos, si te apetece luego podríamos usar algo.
-       Ssi- dijo tímida e insegura. Tiré suavemente de su mano para que se pusiera de pié y la agarré por la cintura para besarla, me parecía de lo mas tierna. Al separarnos del beso saqué de mi bolsillo la llave que había comprado y se la enseñé- ¿y esto?
-       Te he hecho una copia de la llave de casa, para que puedas entrar y salir cuando quieras sin necesidad de que esté yo o de que tengas que tocar. Esta es tu casa también- ella esbozó una gran sonrisa y me besó.
-       Gracias- dijo cogiéndola de mi mano y mirándola.
-       Gracias a ti- me pareció entrañable que le hiciera mas ilusión la llave que los juguetes del sexshop pero así era ella, una mujer tierna y romántica y ami me encantaba que fuera así- puedes dejar en el vestidor ropa, toda la que quieras, para tener algo aquí en casa- nos miramos sonriendo.
Nos quedamos unos minutos besándonos en el mismo sitio donde estábamos hasta que el timbre sonó indicándonos que Claudia y Carlota habían llegado.



ALEJANDRA
Había llegado a casa de mi chica un poco antes de la hora acordada. Estaba nerviosa por la cena, no se porqué, el tiempo no pasaba ese día y, para estar entretenida en algo me empecé a arreglar y prepararé algo de ropa en una bolsa de viaje. Me despedí de mi madre y de Víctor y me fui en bus hasta su casa. Aunque había salido casi con una hora de antelación, había un atasco  en una de la rotondas por culpa de una colisión por lo que al final llegué casi a la hora acordada.
Al llegar, Abi me recibió tan cariñosa como siempre. Fui hasta su vestidor para sacar algunas prendas para que no se arrugasen cuando una bolsa negra bastante grande llamó mi atención, mientras que le preguntaba que era me agaché para abrirla y descubrí que estaba llena de productos eróticos y en ese momento Abi apareció detrás mía. Me explicó que Santi y ella habían ido el día anterior para comprarnos a mi y a Esther algunas cosas. La idea de usar todas esas cosas, por una parte me gustó, nunca había probado nada de eso, pero otra parte me llenó de inseguridad ¿Abi se aburría tanto conmigo en la cama que había tenido que comprar todo eso? Pensaba mientras que Abi me besaba rodeándome con sus brazos. Después de ese beso se separó para poder coger algo que tenía en su bolsillo. Cuando logró sacar del estrecho bolsillo lo que quería me lo enseñó. Era una llave. Una llave de su casa. Para que la utilizase cuando quisiera. Ese pequeño regalo quitó todas las tonterías de mi cabeza haciendo que me sintiera la mujer mas feliz del mundo. La besé en agradecimiento. Nos quedamos ahí, en mitad del vestidor, besándonos, disfrutando de nuestros labios y del calorcillo que esos besos producían en mi entrepierna hasta que el timbre nos sacó de nuestro momento. Nos separamos reticentes, nos miramos a los ojos y ella me susurró un “te quiero” que me derritió el corazón. Yo le dije que también la quería, me agarró de la mano y salimos para dar la bienvenida a sus amigas.
Nada mas abrir nos encontramos con una rubia exuberante, la conocía, era la chica que vimos llegar un día a casa de mi novia Víctor y yo y la misma que vino llorando a su casa ese día. Detrás de ella había una morena, un poco mas alta que la rubia. He de admitir que las dos me parecieron unas mujeres muy bellas y atractivas, las dos tenían grandes pechos, que por su volumen y forma juraría que eran operados. La rubia vestía mas del estilo de Abi, mas elegante y distinguida y la morena vestía un poco mas informal. Nada mas verse, la rubia se enganchó al cuello de Abi dándole un gran abrazo y dos sonoros besos. Cuando se dio cuenta de que alguien agarraba la mano de Abi me miró con una gran sonrisa y me dijo:
-       ¡Hola! Soy Carlota, aunque creo recordar que Abi ya nos presentó en una ocasión- me dio dos besos.
-       Hola, Alejandra, si, aunque hacía ya mucho tiempo.
La morena hizo lo mismo que Carlota pero ésta le dio un pequeño pico a mi chica que me hizo desear que esa mujer desapareciera ahora mismo por combustión espontanea. Se soltó de Abi y, con toda la naturalidad del mundo y con una gran sonrisa, se abrazó ami y se presentó.
-       Soy Claudia, la novia de Carlota y amiga de tu guapísima novia- me dio dos besos.
-       Alejandra- dije un poco seria.
-       Teníamos muchas ganas de conocerte, Alejandra- me dijo Carlota
-       Pasad- le dijo Abi, cerrando la puerta y llevándonos a las tres a el salón- ¿Os apetece una copa de vino mientras esperamos la cena?- las tres le dijimos que sí y ella fue a la cocina.
-       Alejandra, tengo la sensación que tú y yo nos hemos visto antes- me dijo Claudia con gesto de estar pensando. Yo intenté recordar pero ella no aparecía en mi memoria.
-       Pues no sé, puede que por la calle o algo.
-       Trabajo en un pub cerca del campus,  el Seven, a lo mejor te he podido ver allí, me quedo con las caras de la gente muy rápido- en ese justo momento apareció Abi con las copas y la botella descorchada- Abi, le estaba diciendo a Alejandra que me suena su cara ¿tú sabes de qué podrá ser?
-       Pues la verdad es que sí- dijo llenando las copas- fue el día que tú y yo nos conocimos, Claudia- yo seguía sin comprender. Claudia se quedó un poco confundida pero de repente abrió los ojos sorprendida.
-       Eras la chica del callejón- de repente recordé la noche que Abi me llevó a su piso porque estaba borracha y drogada- yo ayudé a Abi a meterte en el taxi.
-       El mundo es un pañuelo- dijo Carlota después de dar un sorbo a su copa- las cosas cambian tanto en tan pocos meses- se volvió a su chica y la besó.
-       Bueno, contadme qué pasó- le dijo Abi. En ese justo momento sonó el timbre. Abi fue a abrir a los del restaurante y yo me quedé con las ganas de saber.
-       ¿Qué fue lo que ocurrió con vosotras?
-       ¿Ella te ha contado?- me preguntó Claudia.
-       No, pero porque no he preguntado, no quería ser cotilla, pero ahora estoy intrigada- las tres nos reímos.
-       Bueno... se puede decir que gracias a tu chica, Carlota y yo estamos juntas- se miraron la una y la otra y se besaron sin importarle los dos camareros que estaban preparando los platos en la mesa donde comeríamos. Mientras que preparaban la cena, Carlota me contó lo que pasó con su compañero de trabajo y como Abi las reunió a las dos en su piso antes de irse a Alemania y que gracias a ella se dijeron lo que sentían la una a la otra. Sentí un gran orgullo por tener a esa mujer tan maravillosa y generosa a mi lado- mejor espero a que termine Abi con los camareros, como se entere de que te lo cuento a ti antes que a ella me mata- nos reímos.
Seguimos hablando las tres de nuestros estudios y nuestros trabajos hasta que Abi despidió a los camareros y cerró la puerta.
-       Señoritas, al cena está lista- nos invitó a acercarnos.
Las cuatro nos sentamos a la mesa y comenzamos a cenar mientras que Carlota nos contaba qué fue lo que pasó en el piso de mi novia ese día en el que ella las dejó a solas con sus sentimientos. Abi se veía muy feliz de ver a aquellas dos mujeres juntas. Carlota siguió con su historia contándonos que le dio una gran sorpresa a Claudia llevándola a París seis días. Según la mujer rubia, lo que hicieron fue ir a ver la Torre Eiffel y el Louvre ya que el resto de días no habían visto mucho porque se la pasaron haciendo el amor. Seguramente yo me sonrojé un poco y no era para menos, esa mujer hablaba de los encuentros sexuales con su novia con total naturalidad, como si nos estuviera contando que había ido al supermercado a hacer la compra.
-       Fueron unos días fantásticos, Abi- le dijo Claudia muy sonriente- y lo mejor es que volvimos con algo mas de París- levantó su mano derecha y pudimos ver que llevaba un bonito anillo con un diamante incrustado en el.
-       ¿Os vais a casar?- le dijo Abi sorprendida y feliz.
-       ¡Si!
-       ¡Eso es genial!- Abi se levantó y abrazó a una y después a otra.
-       Felicidades- les dije sonriendo desde mi asiento.
-       Esto se merece un brindis- Abi se sentó y levantó la copa- por vosotras.
-       Y por vosotras- le respondió Carlota.
-       ¡Salud!- brindamos y seguimos con la cena.
Las chicas eran muy agradables y simpáticas. No paraban de acariciarse las manos y de besarse, se veían muy enamoradas, aunque ami me parecía muy precipitado eso de casarse, llevaban saliendo un poco menos de un mes mas que nosotras, pero claro ellas no tenían un hijo y supongo que las decisiones sobre su vida no dependían de nadie mas que de ellas mismas.

Después de cenar, nos sentamos las cuatro en el salón. Abi fue un momento a la cocina y regresó con una botella de champán.
-       Ahora si vamos a brindar como dios manda- descorchó la botella y nos llenó las copas- Por vuestro matrimonio chicas, espero que os traiga mucha felicidad y que esa bonita llama nunca se apague, ¡salud!
Brindamos y seguimos charlando.
-       ¿Cuándo pensáis celebrar el enlace?- las dos chicas, que estaban muy acarameladas en el sofá, se miraron y sonrieron.
-       Yo por mi me casa ya, quiero que Claudia viva conmigo en mi piso. Pero cuando le contó la noticia a mi suegra- puso cara de fastidio- no le hizo mucha gracia.
-       ¿Se lo han tomado muy mal?- Se preocupó Abi.
-       Le ha molestado mas que ella sea casi siete años mayor que yo- le aclaró Claudia- que que sea una mujer. Pero le he dicho que nos casaremos este verano, así que tiene tiempo para hacerse la idea- dijo sin ninguna preocupación. Carlota, muy sonriente, la tomó de la cara y la besó. Fue un beso muy apasionado, parecía que se iban a poner a hacer el amor allí mismo. Yo creo que hasta me sonrojé con aquel espectáculo de amor. Al separarse se sonrieron y pareció que se daban cuenta de que no estaban solas por lo que se recompusieron un poco.
-       Es obvio que estáis invitadas a la boda- nos dijo Carlota.
-       Le he dicho a Carlota que deberías hacer un brindis, si no fuera por ti, no nos hubiéramos dicho que nos queríamos, que digo, ni siquiera nos conoceríamos.
-       Me encantaría- dijo Abi con una gran sonrisa.
-       Aunque, por favor, evita los detalles de como nos conocimos- dijo Carlota- no quiero que a mi suegra le acabe de dar el infarto- las tres se rieron y yo me quedé muy extrañada queriendo una explicación.
-       ¿Cómo se conocieron?- les pregunté ya que ellas no me dieron ninguna explicación de sus risas.
-       Bueno...- empezó a hablar Carolina, con cierta naturalidad pero pareciendo buscar las palabras- sabes que Abi era un poco mujeriega.
-       Si
-       Pues resulta que Claudia tuvo aventura con Abi- no me hizo ninguna gracia escuchar eso, creía que nunca me tendría que relacionar con nadie con quien Abi hubiera tenido algo- y por ese tiempo yo... también- miré a Abi y me miró un poco avergonzada pero sonriéndome.
-       Un día que estaba en casa con Claudia, Carlota vino para invitarme a cenar y así es como se conocieron- completó Abi. Yo me quedé bastante sorprendida, no entendía toda aquella situación.
-       ¿Y no te molestó que Abi estuviera con otra de sus amantes cuando llegaste aquí?- dije curiosa. La verdad es que todo aquello me había dolido pero intenté que no se me notara. Ellas al ver que yo no me había enfadado se rieron.
-       No, todo lo contrario, cenamos las tres juntas- dijo Claudia- A mi me encantó Carlota desde que la vi entrar por la puerta, creo que me enamoré ese mismo día, por eso no me pude resistir a sus encantos de seducción- le acarició el brazo. ¿pero qué coño? No creo que sea lo que estoy creyendo que es...
-       ¿Y os seguisteis acostando con Abi?- La verdad es que intenté que mi voz no sonara muy disgustada e incrédula. No comprendía cómo estas mujeres habían hecho eso y menos mi novia. No me podía creer lo que estaba escuchando.
-       Oh si, lo pasamos muy bien esa noche las tres juntas- dijo Claudia. Parecía que lo dijo sin pensar ya que luego abrió los ojos como platos al ver mi cara.
-       Cariño, creo que Alejandra preguntaba si nos habíamos acostado con ella, por separado- le aclaró Carlota. De repente el ambiente se tensó.
-       ¿Hicisteis un trío?- pregunté, mirando hacia abajo. Esto no me podía estar pasando. ¿Como podía haber cedido Abi a tal encuentro? Todas las inseguridades que había tendido desde que empecé mi relación con Abi se agolparon en mi mente.
Las chicas se quedaron mirando a Abi, como preguntándole qué hacer y yo notaba que Abi me miraba preocupada.
-       Sí- dijo Abi.



ABIGAIL
En cuanto dije esa palabra el ambiente se volvió denso y la tensión se podía cortar con un cuchillo. Claudia y Carlota notaron enseguida el cambio de actitud de Alejandra pero ya no había marcha atrás en la conversación. Unos minutos después dijeron de irse. Yo las acompañé hasta la puerta mientras que Alejandra se quedó en el sofá mirando a la nada. Mis amigas me pidieron perdón varias veces antes de irse ya que sabían que me habían puesto en un lugar muy delicado. Yo les dije que no pasaba nada que no era su culpa pero la verdad es que después de ver la cara de Alejandra al confirmarselo me había preocupado.
Cerré la puerta y al volverme en dirección al sofá lo encontré vacío. Avancé por el pasillo y en ese instante Alejandra salió de la habitación con su bolsa.
-       Alejandra- pasó por mi lado sin mirarme con sus ojos fijos en la puerta- Alejandra- la seguí llamando pero ella no me hacia caso. Llegó hasta la puerta e intentó abrirla pero yo la agarré del brazo- ¡Alejandra! ¡Podemos hablar, por favor!- le dije suplicante. La volví para que me mirase pero no me miraba- dime qué piensas ,por favor- le supliqué pero ella no hizo caso, volvió a coger el pomo de la puerta para intentar abrir girándolo casi por completo. Yo no se lo permití, la agarré por los hombros para que me mirase- ¡dime, por favor! ¡¿qué te pasa?!
-       ¡¿Que qué me pasa?! Te parece poco que me entere por un par de desconocidas, las que se supone que son tus amigas, que mi novia ha hecho un trío con ellas, ¿de verdad te parece poco Abigail?- me sorprendió en la forma en la que me contestó, nunca la había visto así.
-       Alejandra, eso hace mas de medio año. Si, lo hicimos, pero yo no te estaba engañando- intenté usar el tono mas calmado y conciliador posible pero la verdad es que estaba aterrada, no sabía en ese momento si mi relación con ella peligraba o no.
-       Cuántas...
-       ¿Qué?
-       ¡Que cuántas putas veces te follaste a esas dos!- gritó con fuerza y con las lágrimas ya saltadas. No me podía creer que esto me estuviera trayendo tantos problemas.
-       No lo sé- miré hacia abajo.
-       Osea que fue mas de una vez.
-       Si...
Intentó volver a irse pero la agarré otra vez con mas fuerza. Me estaba alterando mucho.
-       Alejandra, tú y yo no estábamos saliendo, ni siquiera nos llevábamos bien... Sabías mi pasado antes de que vinieses esa noche a mi casa- dije para intentar que se calmara, pero su rostro me decía todo lo contrario.
-       Por eso has comprado todas esas cosas ¿no? Te aburres conmigo en la cama y ¿querías intentar solucionarlo con todo eso?- no me podía creer lo que estaba escuchando.
-       Alejandra eso no es así.
-       Claro que si, porque iba a ser sino, has estado con tantas mujeres y has hecho tantas cosas que ahora te aburres conmigo.
-       Alejandra...- intenté hablar con la mayor suavidad posible pero la verdad es que no lo conseguía, mis nervios iban a explotar- me encanta hacer el amor contigo... Lo que estás diciendo es una locura. Lo que siento cuando tú y yo lo haceos no lo he sentido jamas- intenté acercarme a ella para abrazarla pero me rechazó bruscamente. Su cara de asco y desprecio estaba quemando mi corazón.
-       Y qué podría hacer yo tan especial que todas esas zorras no te hiciesen eh- me gritó con furia- ¡qué me puede diferenciar a mi de las demás! 
-       ¡¡Porque yo a ti te amo!!- dije por un impulso totalmente desesperada, mis lagrimas ya caían por mis mejillas y su rostro cambió radicalmente de una total furia a la sorpresa- te amo Alejandra, nunca he amado a nadie. Con todas las mujeres con las que he estado solo existía atracción, solo era sexo... Pero contigo todo es diferente, yo no quiero que nuestra relación se base en vernos un par de veces y follar, Alejandra, yo te quiero en mi vida para siempre, quiero vivir contigo, quiero formar una familia contigo, que tu hijo sea mio también y quizás tener otro, lo quiero todo contigo Alejandra y eso solo lo he querido contigo... desde que me di cuenta que sentía algo por ti, dejé de acostarme con mas mujeres, no porque pensara que iba a llegar a tener algo contigo, no, simplemente porque después de darme cuenta de lo que sentía por ti me sentí vacía, ya no era lo mismo...- sus lágrimas salían raudales al igual que las mías- te amo Alejandra...- dije en apenas un susurro. Me sentía derrotada. No podía perderla, me moriría si eso pasara. Ella levantó su cara aún llena de lágrimas.
-       Repítelo- la miré sorprendida.
-       ¿Qué?
-       Repite lo que acabas de decir.
-       Te amo Alejandra... te amo mas que a mi vida- pude por fin tomarla de la cara- por favor, perdóname, se que mis historias pasadas pueden causarte dolor, pero es algo de mí que no puedo cambiar, lo único que te puedo decir es que te amo y que te amaré hasta el resto de mis días- ella recorrió el espacio entre nosotras y me dio un pequeño beso en los labios que me devolvió la vida. Después de ese beso nos abrazamos y, después de unos segundos, nos separamos y nos miramos a los ojos.
-       Yo también te amo Abigail, te amo como nunca he amado a nadie- me volvió a besar.
-       ¿Podemos dejar el pasado atrás?- le dije limpiando las lágrimas de sus mejillas, ella me asintió- mi presente y mi futuro es tuyo preciosa- besé sus labios llenándome, con cada roce, de energía.
Decidimos irnos a la cama pero esta vez no habría nada mas que besos y abrazos. Alejandra fue al baño a cambiarse mientras que yo recogía los restos de la cena. Cuando ella terminó se metió en la cama. Yo fui al baño me lavé los dientes y me fui a la habitación. Comencé a desnudarme y ella me miró extrañada.
-       ¿Qué?- le dije mientras ponía mi ropa en la silla de mi tocador.
-       Pensaba que habíamos quedado en que hoy no...- dijo tímida y yo sonreí.
-       Normalmente, en casa, duermo desnuda, pero si te molesta puedo...
-       No, no- me cortó- no me importa- dijo con la mirada perdida en mi cuerpo semidesnudo. Ese día había elegido un bonito conjunto de encaje, solo para ella, pero, desgraciadamente, ese día no disfrutaría quitándomelo.
Terminé de quitarme toda la ropa quedando completamente desnuda disfrutando de su cara embobada y me metí en la cama. Ella, al ver que iba a abrazarla como todas las noches que habíamos dormido juntas, se volvió y me dejó abrazarla. Besé su nuca y le desee buenas noches.
-       Te amo mi vida- le dije apretándola contra mi y aspirando su aroma.
-       Te amo cariño.
Y así, con la tranquilidad de tenerla entre mis brazos y de que estaba todo arreglado, me dormí plácidamente.

Abrí poco a poco los ojos y me encontré con los ojos deseosos de mi chica que, al ver que la había pillado mirándome, bajó la cara tímida.
-       Buenos días, vida- le dije con la voz ronca por el sueño.
-       Buenos días... ¿Puedes decir eso otra vez?- yo sonreí.
-       Mi vida- la traje hacia a mi y besé sus labios. Ella me rodeó con los brazos y fue subiendo una de sus manos hasta agarrar uno de mis pechos y de apretarlo. Yo sonreí entre besos y metí una de mis manos bajo su pijama. Su pezón reaccionó rápidamente con mis caricias poniéndose duro sobre mi dedos. Era una sensación de lo mas embriagante. Ella se montó encima mía, comenzó a acariciar todo mi cuerpo y yo, con cada caricia, me excitaba mas y mas. Mientras nos besábamos ella dirigió un par de veces sus ojos hacía el vestidor- ¿Qué pasa cariño?- le dije entre besos. Ella no dijo nada, siguió besándome, pero pude notar algo, como si dudara en decirme algo o hacer algo. Volvió a mirar un par de veces mas hacía el vestidor mientras besaba mi cuello y una idea rondó mi cabeza. La bolsa. La separé lentamente de mi, me levanté de la cama y fui hasta el vestidor volviendo de el con la bolsa negra. La puse en la cama frente a Alejandra que se encontraba sentada mirándome y me monté para volver a tenerla entre mis brazos- ¿Qué te apetece usar?- abrí la bolsa y empecé a sacar la cosas para que las viera. Había un par de lubricantes, velas de masaje, dos balas vibradoras, un par de vibradores con diferente forma, un huevo, un arnés con correas y otro dildo que no tenía correas. Ella se quedó mirando las cajas que sacaba de la bolsa sin animarse a coger ninguna- abre la que quieras amor- dudó por unos segundos pero al fin se decidió por el dildo sin correas. Lo sacó lentamente de la caja y empezó estudiarlo con al mirada sin decir nada mientras que yo acariciaba su cuerpo y besaba su cuello.
-       ¿Te apetece que usemos este?- me dijo tímida y un poco colorada. Yo sonreí y la traje hacia mi besándola y tumbándola en la cama. Le quité la parte de arriba de su pijama mientras disfrutaba con el roce de mi muslo en su coño. Sin perder mucho tiempo, quité los pantalones de su pijama y me encontré con sus bragas totalmente empapadas. Este contacto hizo que mi coño se volviera loco. Tiré de sus bragas hacia abajo y acaricié los resbaladizos pliegues de coño mientras escuchaba sus placenteros gemidos. No podía esperar mas así que me separé un poco de ella y cogí el dildo. Le quité el plástico protector y la miré mientras me metía lentamente la parte mas pequeña dentro de mi. Ella se mordió el labio mientras veía como el dildo se quedaba entro de mi y yo me volví loca. La cogí por las caderas y le di la vuelta poniéndola boca abajo, luego le alcé las caderas indicándole que se pusiera de rodillas y ella lo hizo enseguida. Yo disfruté de esa imagen y de ese olor a excitación. Sus fluidos hacían que su vello púbico brillara con intensidad y se extendían hasta sus muslos y su clítoris, totalmente erecto, que sobresalía entre sus labios mayores, me estaba llevando a la locura. Me agaché y metí mi cara en su coño chupando su clítoris como si me lo quisiera llevar para siempre y ella gimió bastante fuerte. No quise hacerla esperar. Me posicioné y dirigí la cabeza del dildo hasta su coño y la penetré lentamente. Ella gimió cuando el dildo la llenó por completo quedando toda su extensión dentro de ella. Lo saqué y volví a penetrarla una y otra vez a un ritmo que se iba intensificando mas y mas. Ella, con sus caderas me indicaba que quería mas velocidad y yo se la di sujetándola por las caderas y penetrándola con mas y mas fuerza. Tal era mi placer al verla disfrutar ademas del placer que me proporcionaba el roce en mi clítoris que cuando ella comenzó a correrse yo también me corrí con gran intensidad. Cuando sus gemidos cesaron saqué el dildo lentamente y me tumbé para acunarla entre mis brazos. Nos besamos dulcemente y ella fue acariciando mi cuerpo sudoroso hasta llegar al dildo que aún se encontraba dentro de mi. Lo sacó con cuidado y lo echó a un lado de la cama montándose enseguida encima mía besando mi cuello y bajando poco a poco por todo mi cuerpo hasta llegar a mi coño que la esperaba con ganas de mas y mas. Y así nos pasamos la mañana del sábado, confirmándonos la una a la otra, con cada orgasmo, que solo nos necesitábamos la una a la otra para ser felices.



ALEJANDRA
Todo lo sucedido en la cena con las amigas de Abigail quedó olvidado cuando ella me dijo que me amaba. Toda mi furia y rencor se desvaneció cuando ella pronunció esa tres palabras que me llenaron el alma.
Esa noche le dije que era mejor que solo durmiéramos y ella lo aceptó sin rechistar.
A la mañana siguiente me desperté con sus brazos rodeándome y me sentí la mujer mas querida del mundo entero. Me giré para verla y pude ver su precioso cuerpo desnudo. Me quedé embobada por mas de media hora viendo cada parte de su cuerpo mientras que una gran humedad se fijaba en mi centro hasta que ella abrió los ojos y me miró. Me sentí un poco avergonzada pero sus buenos días y sus besos me quitaron toda la tontería de encima. Ella me amaba y yo a ella también. Aunque la noche anterior no hicimos el amor, lo recuperamos todo esa mañana quedando las dos exhaustas.
Cuando recobramos un poco de energía, nos fuimos juntas al baño donde nos dimos un relajante baño en su gran bañera de hidromasaje. La sensación de tenerla rodeando mi cuerpo mientras que me acariciaba con la esponja espumosa era única. Simplemente una delicia.
Cuando salimos del baño, comimos algo mientras que disfrutábamos de nuestras caricias y nuestros besos. Era tan cariñosa y romántica conmigo, no se como pude dudar de ella en ningún momento y la verdad es que me culpé de ello. Tenía a la mujer mas maravillosa del mundo conmigo y tenía que sentirme afortunada por haberla encontrado.
Cuando estábamos por sentarnos en el sofá para descansar un rato el teléfono de Abi sonó. Era Esther que quería que fuésemos a cenar a su casa. Abi le dijo que no ya que quería ir a cenar con mi hijo y mi madre y ella le insistió diciéndole que se vinieran también que eran mas que bienvenidos. Yo llamé a mi madre y aceptó la invitación.

A las ocho de la tarde ya estábamos preparadas para salir. Fuimos hasta casa en el coche para recoger a mi madre y a mi hijo y los cuatro fuimos a casa de Santi y Esther.
Al llegar Santi nos abrió la puerta con una gran sonrisa. Nos saludó a todas con dos besos y a mi hombrecito lo cogió en brazos y lo llevó por todo el salón fingiendo ser un avión mientras que él se reía a carcajada limpia. Enseguida salió Esther de la cocina y nos saludó a mi madre y a mi y las tres miramos como Abi y Santi se habían puesto a jugar Víctor. Se convertían en  críos cuando estaban con mi hijo.
La cena estuvo deliciosa y mi madre le pidió la receta del pastel de berenjena a Esther que encantada se la escribió en un papel explicándole hasta el mínimo detalle. Se habían caído genial y yo me sentía muy a gusto con ellos.
Nos fuimos bastante pronto ya que mi peque se quedó dormido en el sofá. Abi lo cogió en brazos, nos despedimos de la pareja y nos fuimos a casa.
Al llegar a casa, Abi volvió a coger a Víctor, que venía dormidito y lo llevó hasta la cama. Entre las dos lo ayudamos a cambiarse ya que se rehusaba a despertarse por completo y lo metimos en la cama.
-       Buenas noches renacuajo.
-       Buenas noches mi amor.
-       Buenas noches mami, buenas noches mamá.
Las dos nos fuimos a la cama con una sonrisa de oreja a oreja y nos dormimos abrazadas sintiéndome en el cielo.
El domingo por la mañana, bastante temprano, mi pequeño travieso vino hasta mi cuarto y se tiró encima de nosotras despertándonos.
-       Venga mamis, es hora de levantarse- decía dando saltitos en la cama. Abi lo agarró y lo tumbó en el pequeño espacio que quedaba libre entre las dos y comenzó a hacerle cosquillas.
-       Buenos días pequeñajo.
-       Buenos días mami- dijo el entre risas por lo que la sonrisa de Abi se hizo mas grande- tenéis que levantaros ya para que no se nos haga tarde. Así podremos estar mas rato en el parque con el coche- el día anterior por la noche habíamos quedado en salir los cuatro al parque acompañados de Santi y Esther para pasar el día todos juntos.
-       Pero cariño, quedamos a las once con Santi y son las- miré el despertador de mi mesita de noche- ocho y media Víctor, ¿no podías haber dormido un rato mas?- aunque ya estaba acostumbrada a que Víctor se levantara tan temprano aún me sorprendía con la energía con la que lo hacía.
-       Venga mami, la abuela también está despierta, está preparando un montón de cosas para desayunar
A regañadientes, nos levantamos y nos fuimos hasta la cocina para saludar a mi madre, luego, los cuatro desayunamos con tranquilidad y, cuando se acercó la hora para ir al parque, nos preparamos y bajamos a la calle para ir andando.
Nada mas poner un pie en la calle agarré la mano de Abi y la miré sonriendo al igual que ella y así nos fuimos hasta el parque: con una mano de Abi sujetando mi mano y con la otra agarrando el gran parachoques del coche teledirigido de mi hijo y mi peque agarrando la mano de su abuela y con la otra llevando el control remoto de su juguete. En la entrada del parque nos encontramos a Santi y Esther y juntos comenzamos a recorrer el parque buscando un sitio tranquilo donde pudieran jugar con el coche sin molestar a nadie. Las tres nos sentamos en un banco mientras que los tres jugaban con los coches. Víctor y Abi con el suyo y Santi otro que, según nos dijo Esther, había comprado poco después que Abi comprara el de Víctor con el único objetivo de jugar con mi hijo. La imagen de ese gran hombretón sentado en el suelo jugando me parecía muy tierna y le pregunté a Esther si tenían pensado tener hijos. Ella me contó que Santi se moría por tener hijos y que quería tener al menos dos pero que ella quería esperar unos años, después de la boda, para disfrutar de su matrimonio.
Las tres estábamos entretenidas charlando mientras ellos jugaban y, de vez en cuando, Abi me miraba y me brindaba una bonita sonrisa que me derretía el corazón. Quería casarme con ella y, como ella me había dicho el viernes, que fuera la madre de Víctor también, no solo por estar conmigo sino legalmente. También me encantaría tener mas hijos para poder disfrutar de una gran familia y estaba feliz de que ella quisiera lo mismo que yo.
Me levanté y fui hasta a ellos. Los tres estaban de pie, Santi y Víctor conducían y ella miraba y dirigía a nuestro pequeño muy concentrada. Me acerqué por detrás y la abracé besando su hombro. Ella me miró y nos dimos un pequeño beso en los labios. Ya no me importaba nada ni nadie, quería que todo el mundo viera que amaba a esa mujer y que ella me amaba a mi.
-       Te quiero- le dije en un susurro.
-       Y yo a ti vida- Vida, ella si que era mi vida.
Nos quedamos viendo como Víctor jugaba hasta que alguien, no muy lejos, llamó mi atención. No, no puede ser... no puede estar aquí. Miré hacía esa persona hasta que sus ojos se encontraron con los míos y un gran escalofrío recorrió todo mi cuerpo a la vez que el temor me embriagaba. Felipe, el padre de mi hijo, estaba allí.



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12 comentarios:

  1. Drama is coming !! Gracias por tu historia Xiion!!

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  2. Le toca a Abi sentir el gusanillo de los celos y la inseguridad, pero también le ayudara a tomar una decisión que nunca pensó tomar en su vida, que es la del matrimonio ella no se veía con una pareja estable y ahora hasta mas hijos con Ale quiere, pero esta muy, pero muy bien porque es lo que ahora siente y dar ese paso no le va a costar nada y ese Felipe no pinta nada en sus vidas y Alejandra tiene que dejárselo muy claro y demostrarle a Abi ese gran amor que siente por ella.

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  3. Muy bueno el cap. no me cansare de decir q Abi es MARAVILLOSA!! Los celos de Ale me gustan pero reacciona un poco exagerada siempre con las cosas sobre sexo jajaja , no molaria q hiciera sentir mal a Abi. Bueno a esperar con ansias el siguiente, Gracias Xiion ;) un beso desd Valencia . Carmen

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  4. ¿Ahora se acuerda de que tiene un hijo? . Expectante por leer la continuación

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  5. Joer, ya vienen los problemas siesque la felicidad dura poco, espero q anímate proteja a Alejandra y al peque

    Espero el próximo capitulo

    M.S(galicia)

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  6. Wuao se viene tal vez algo duro para Alejandra creo que el padre de Victor no esta por casualidad creo que Felipe a estas alturas no tiene ningún derecho sobre Victor ni siquiera digo su hijo porque el no quería que Victor naciera el quería que Alejandra de hiciera un aborto cosa que Alejandra no iso y ahora tiene ese niño precioso
    Creo que ahora viene la prueba final para Abigail y Alejandra estar unidas ante lo que se viene y ganar la batalla
    Ya ellas saben que se aman mutuamente y quieren estar juntas ser una familia y Abigail apoyará y peleara junto a su mujer
    Excelente capítulo Xiion a esperar el siguente capítulo creo que ya falta poco para el final

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  7. Q paciencia tiene Abi a veces con Alejandra y no lo digo x los celos si no x la manera en q le habla o la trata a veces, me gustaría q acaben usando todos los juguetitos del sexshop jajjaja por cierto me encanta la palabra "coño" ;) Q la aparición de Felipe no haga sufrir a Abi xfa! Muchas gracias Xiion y q la historia no acabe pronto. Lola

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  8. Ahora llegó el que menos esperábamos, el tal Felipe, a ver con que nos va a salir este señor...con expectativa para el próximo capítulo.... Fraternal abrazo Xiion, Atenea Palas!!!

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  9. Xiion que cosas, el capitulo se quedo en lo mero bueno jejejeje. Muy pasional y me alegra que todo entre las chicas este marchando de maravilla, algo me dice que pronto hay compromiso .

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  10. Esto es increible pasan el bache de los celos de Ale por lo del trio de Abi se declaran su amor incluso quieren casarse,tener otro hijo y Abigail quiere reconocer legalmente a Victor como su hijo.Y aparece el azaroso de Felipe a buscar que? despues de 10 anos que quiere dinero,darle el apellido,hacerle la vida imposible a Alejandra...Mi adorado renacuajo que esta dando saltitos de felicidad que ni se le acerque.Abigail no es cascara de coco y va a tomar las acciones pertinentes y ella tiene poder e influencias.
    Gracias Xiion! Quedaremos expectante por el proximo capitulo...

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  11. Ya me estaba poniendo triste porque pensaba que se iban a separar despues de lo contado del trio peroo el Amorr lo puede todo y siii se dijeron que se Aman ,y que pasara con el padre de su hijo espero que nada grave gracias por la historia xiion besos

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  12. Otra gran entrega tuya Xion, volviste a provocar un sin fin de sentimientos :') ya lo he dicho pero lo volveré a mencionar: Abi es la mejor! Cariñosa, graciosa, detallista...y muchísimas cosas más, sin duda has creado un personaje realmente maravilloso. Me quedo con la expectativa de cómo Víctor y toda la familia reaccionan ante la llegada del jodido Felipe. Espero que éste personaje no venga con la ilusión de quitarles el niño y si así es no hay que dudar de que Abi va a mover tierra y marea para que no ocurra. Esperaré el próximo capítulo con grandes ansias. Sigue así. Un abrazo.

    Lizbeth

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