16
Nora se sentía flotando
en una nube. El día estaba un poco nublado, el aire estaba más fresco que de
costumbre, los patos jugueteaban alegremente y había pájaros y mariposas
revoloteando en muchos lados, pero lo que realmente era maravilloso (y es que
el adjetivo le parecía cada vez más conveniente), era Luna esforzándose por
contarle todo lo que se podía saber sobre aves migratorias.
Aquello era mucho mejor
de lo que esperaba. Si por un momento tuvo dudas sobre si una musa
materializada sería lo que tanto ansiaba, todo atisbo de incertidumbre se había
ido por el caño porque ver a Luna así, enmarcada en la materialidad de un
parque botánico, era simplemente perfecto.
La noche anterior,
cuando se dio cuenta de que Luna le dirigía atenciones un tanto sáficas, se
había asustado. Luego se había sentido atraída. Luego se había asustado de
nuevo y finalmente, acostada en su habitación de hotel, se había vuelto a emocionar.
Era inverosímil. Tenía la oportunidad de sentir a Luna de todas las maneras
posibles, incluso de aquellas que ni siquiera había contemplado y de ninguna
manera perdería la oportunidad. Le daría a Luna lo que pidiera porque entonces
ella misma quizá recibiría más de lo que jamás deseó.
Nora se sentía como su
Valentina, luchando con fantasmas desconocidos y como ella, lo sabía, se
arrojaría de frente al vacío, porque solo así podría descubrir todo lo que se
puede llegar a sentir. “Eres como una tormenta…”,le había dicho Luna y sí,
seguiría desatando el temporal de sus emociones, sin ninguna consideración, ni
siquiera a sí misma.
“Anoche, después de que
me dejaron en el hotel, escribí mucho”
“Me alegro”
“Debo confesarte que en
parte ese era uno de mis intereses… también por eso quería, necesitaba volver a
estar junto a ti. Luna, eres mi musa. Mientras te tuve escribí mucho, mis
libros se publicaron mejor que nunca y todo iba de maravilla. Soy una mujer
interesada, Luna, egoísta, volver a encontrarte no solo era una necesidad de mi
alma, sino de mi oficio. Me siento culpable por eso”
“Últimamente he
aprendido que los seres humanos actúan por intereses más que por la razón o la
moral. No debes sentirte mal si no eres diferente”
“Pero quiero que sepas
que ya no es solo así. Antes te aparecías como los demonios y duendes, ¿sabes
cuáles? Como una voz interna que me apretaba las entrañas para que salieran
cosas de mí. Pero ahora, puedo olerte, puedo sentirte cerca, puedo ver tus
ojos. Luna, ya no eres solo un ente sin cuerpo, sino eres… me pareces un poema
que se ha vuelto realidad”
“¿Eso es lo que piensas
de mí?”
“Sin duda alguna”
“¿Por qué?”
Nora se quedó sin
palabras durante un par de minutos, mientras caminaban hacia un árbol donde
había patos con crías.
“Porque aunque estás
aquí y ahora, sigues siendo imposible. Tú, no lo olvido, tienes la misión de
hacerme olvidar. Estás en este mundo solo de paso y lo más probable es que
cuando sienta que por fin te tengo, que eres mías, vas a desaparecer y no
quedará más remedio que acostumbrarnos a un mundo en el que todas las emociones
no se pueden agrupar y convertirse en una mujer”
“Los humanos mueren.
También ustedes están de paso en este mundo. No es diferente en mi caso”
“Lo es para mí. ¿En
verdad no puedes entender lo que significas? Eres otra parte de mí”
“Estoy familiarizada
con relatos mitológicos en los que se considerala posibilidad de que dos seres
humanos estén conectados desde mucho antes de su nacimiento”
“Eso es lo que siento
contigo”
“Yo no soy un ser
humano”
“Aquí y ahora, lo eres”
“¿Crees que eso sea
suficiente?”
“Para mí debe serlo. No
tengo otra opción. Antes estaba atrapada en tu presencia, en tu calma, en tu
eternidad. Ahora también lo estoy en tus ojos, tu aroma, tu boca… Desde que me
pediste que te besara, no puedo dejar de pensar en otra cosa”
“Tú y yo no compartimos
una eternidad previa, Nora. Eso debe quedar claro, pero es necesario para mí
aceptar tus emociones de manera agradecida y experimentar contigo la necesidad
de estar cerca física y psíquicamente de otro ser humano”
Nora comprendió.
“No me importa si no es
una eternidad. Pídeme que te vuelva a besar”
Luna encaró a Nora y
volvió a pedírselo. Nora, sin la menor duda se acercó a su musa y la besó con
mucha suavidad, como temiendo que fuera a desvanecerse. Los labios de la mujer
de otro mundo estaban algo fríos, pero se sentían como la seda, como el pétalo
de una flor. Fue un beso pequeño, inseguro.
Cuando Nora abrió los
ojos dio un respingo pero no se separó de Luna.
“¿Qué ocurre, Luna?”,
preguntó la escritora.
“No lo sé, pero puedo
sentir que cambié un poco”
“Tu cabello está mucho
más claro y… tus ojos… están muy negros”
“Dame un momento para
recuperarme”
“Debo llevarte con Mar.
Estando cerca de ella, estarás mejor”
“Sí, pero no puedes
llevarme por la ciudad así. Necesito reponerme y después iremos con Mar. Por el
momento siéntate conmigo y narra las historias que escribiste anoche”
Nora no podía estar más
feliz. Ella y Luna se sentaron sobre la maleza y comenzó a narrar.
Mar bebía un sorbo de
soda de limón. Lunaprobablemente estarían dándole de comer a los patos mientras
Nora los encontraba poéticamente hermosos o maravillosamente poéticos… claro y
Luna estaría, seguramente, puntualizando en orden alfabético las diferentes
tonalidades y medidas de las plumas. Y entonces Nora diría algo como “ohh… me
hace inmensamente feliz que me hables de las cacas de patos” y Luna diría algo
como “es correcto, las bases de datos están llenas de explicaciones sobre heces
de ovíparos estacionarios”. Mar suspiró. Estaba aburrida y ya iba por la cuarta
representación mental de la cita de Nora y Luna. Aunque se sentía un poco
culpable por considerar que Nora exageraría con todo, aquello era mejor que
pensar en que Sara ni siquiera había llamado. No es que le fuera a contestar,
cierto, pero por lo menos debería darle la oportunidad de ignorarla.
No le habían dicho nada
por llegar tarde, en verdad tenía ventajas por ser hija de su madre jubilada de
la no-tan-grande-empresa.
Se sentía tan patética
como se había sentido justo antes de que Luna apareciera, con el plus que ahora
tenía varias razones por las cuales sentirse patética y antes era un pasatiempo.
De haber sabido que todo eso iba a pasar, habría procurado poner más entusiasmo
a las cosas. ¡Ay, claro que no! ¿A quién
quería engañar?
Necesitaba aire. Eso,
alejarse un poco. Hugo llegaría hasta el día siguiente y a lo mejor alivianaba
el ambiente un poco. Ya tendría algún momento de desestrés haciendo alguna
locura con el buen tío. Solo un día. Podría sobrevivir un día.
Llegó hasta su hora de
salida aferrada a esa idea.
Bueno, ahora bastaba
llegar a casa, escuchar a Luna, tomar limonada y luego pensaría en Sara,
lloraría un rato su desamor y dormiría y entonces iría a trabajar al día
siguiente y cuando llegara a casa, Hugo estaría ahí y podrían ir a dar vueltas
en su motocicleta o ir a patinar o a lo mejor esta vez sí adoptaban un cachorro
callejero para que su mamá entrara en desesperación. Podría sobrevivir hasta
entonces, pensó Mar, mientras recogía sus cosas, ponía seguro a sus cajones,
salía de su oficina, bajaba las escaleras y salía del edificio.
Pero ya debía haber
sabido que las cosas no le funcionaban así.
Apenas dando dos pasos
fuera, pudo ver que Sara se acercaba a ella, casi corriendo, como imaginando
que podría escaparse. Y lo habría hecho, sin duda, hubiera corrido en sentido
contrario a Sara si por el otro lado no se acercara una Luna medio traslúcida,
apoyada en el brazo de Nora.
Ella solo quería
respirar.
Instintivamente, Mar
caminó hacia la acera de enfrente, no quería dar un espectáculo en plena puerta
de su trabajo. Sara por su lado, Luna y Nora por el otro, la siguieron.
“Buenas tardes,
señoritas”,dijo Mar, derrotada.
“Mar, tenemos que
hablar, por favor, pero no aquí. Ven conmigo, estoy muy mal, necesitamos
aclarar las cosas, por favor”,suplicó Sara.
“Mar, Luna necesita
verte a solas un momento”,intervino Nora, sin prestar atención mas que a las
necesidades de la galáctica.
“Mar. Es conveniente
que atiendas nuestra petición en primer lugar y posteriormente aclares a Sara
que éstas no son condiciones propicias para hablar”,puntualizó Luna, siempre
correcta.
“Luna, no te metas en
este asunto. Ayer ya hiciste tu show de superprima aprovechada. ¿Crees que no
me di cuenta de que eso es lo que estabas esperando? Vi cómo la abrazabas…”
“¿La abrazabas?”,cuestionó
Nora. “Creí que ustedes dos estaban juntas”, declaró la escritora viendo a Sara
y luego a Mar.
“Eso es lo que necesito
hablar con Mar, pero no es posible si tu
novia está entrometiéndose a cada rato”,dijo Sara, señalando a Luna.
“Ella no es mi novia,
¿o sí?”,preguntó Nora.
“Considero que estos
son asuntos que deberíamos dialogar en un ambiente más propicio para el
intercambio de opiniones. Pero de ninguna manera Mar se irá a solas contigo,
Sara”
“No te metas, Luna. Tú
ya la tienes a ella”
(Sí, sí, señalando a
Nora)
“Este no es un asunto
de pertenencia. No voy a dejar que Mar se vaya contigo. No bajo estas condiciones.
Necesitas calmarte”. Vaya que la galáctica sí había aprendido a enfadarse.
“Tú necesitas calmarte.
Aléjate de Mar. Todo estaba bien antes de que aparecieras”
“Eso no es cierto,
siempre te has aprovechado de ella”
(Nora seguía
preguntándose si podían considerarse novias o no)
“En serio, Luna,
cállate, tú no sabes nada”, Sara comenzaba
a sonar muy amenazante.
“Sé más sobre Mar de lo
que tú nunca podrás saber”, (las seres sin tiempo y espacio también podían
sonar muy amenazantes).
“¿Ya terminaron?”. La
voz de Mar sonó cansada. “¿Qué es lo que necesitan de mí? En serio, lo que sea
que necesiten”
“Yo solo quiero que
hablemos, estoy muy mal”,volvió a rogar Sara.
“Necesito conectarme
contigo”,dijo Luna
“Sí, ya han pasado
muchas horas y empieza a ponerse pálida”, intervino Nora.
“¿Acaso Mar tiene que
darte tus vitaminas o qué?”
“Sara… por favor, no
sigas. Muy bien, a todas les daré lo que sea que necesiten. Pero no ahora.
Sara, claro que hablaremos pero hoy no, ni mañana, pero el jueves llega a mi
casa a las seis de la tarde y tomaremos limonada y hablaremos de lo que quieras
o haremos como si nada, como siempre. Me da exactamente lo mismo,pero hasta el
jueves. Luna, ven para acá…”,pidió Mar, pero en realidad fue ella quien se
acercó a Luna, la abrazó con mucha fuerza y besó su mejilla durante unos
segundos. “¿Eso es suficiente por el momento? Sería raro si me besas frente a
tu novia”,susurró en el oído de la galáctica.
“Sí, durará unas horas”,respondió
Luna, susurrando también.
“Nora, ¿puedes
acompañar a Luna hasta la casa?”
“Claro”
“Muy bien. Ahora
váyanse todas, por favor. Déjenme en paz”
“¿No vienes a casa?”,preguntó
Luna.
“¿A dónde vas?”,preguntó
Sara.
¿A dónde iba?
“Voy a… acostarme con
ella”,dijo Mar, señalando a una de sus compañeras de trabajo que en aquel
momento salía del edificio. “Luna, nos vemos más tarde, porque es como que inevitable. Sara, el jueves. Nora, supongo
que pronto. Hasta luego.”
Mar cruzó la calle.
“¿Es en serio?”,preguntó
Nora, viendo hacia donde Mar se dirigía.
“No”,aseguró Sara.
Mar llegó hasta su
compañera, una morena de cabello bastante corto que estaba acompañada por otros
dos sujetos.
“No lo sé”,puntualizó
Luna.
Mar y su compañera
intercambiaron un par de comentarios y luego pudieron verlas caminar juntas, en
sentido contrario a los otros.
“No lo sé”,estuvo de
acuerdo Sara.
Entonces Mar se terminó
el trozo de pastel de queso y fresas que tenía frente a ella. Daniela, la
morena de cabello corto, había optado por alguna opción poquito más saludable. No,
no estaban comiendo carbohidratos post-sexo-casual, estaban hablando del
trabajo, de las nuevas ilustraciones y de que quizá sería buena idea empezar un
proyecto creativo independiente. Daniela era agradable. Tenía un novio muy
lindo con el que llevaba un par de años. Había estudiado en la misma escuela
que Mar pero en diferente generación y había aceptado ir a comer pastel porque
tenía que hacer un poco de tiempo antes de recoger a su hermana menor en casa
de algún amigo.
Mar agradeció la
compañía, se había sentido perdida cuando se le ocurrió retirarse tan
elegantemente de la presencia de las otras, pero afortunadamente Daniela era
una persona bastante confiada y no había puesto resistencia a la idea de ir a
comer algo dulce. Qué bueno, no hubiera sido muy victorioso ser rechazada
frente a quienes quería evitar.
Pero ya no tenían tema
de conversación, pidieron la cuenta y Daniela se retiró de la cafetería. Mar
pidió otra taza de café y encendió un cigarro. No iría a casa todavía.
Recibió un mensaje de texto.
Era Sara, preguntando si estaba bien. Lo ignoró. Entró una llamada. Era su
mamá, así que contestó. Se había preocupado porque Luna había llegado sin ella.
Dijo que regresaría en una hora.
Y mientras colgaba, los
vio.
Eran dos hombres
sentados en la barra, comiendo semillas. La miraban fijamente. Mar pensó que
había muchos pervertidos en la ciudad, así que tomaría un taxi de sitio y
listo. Volteó a verlos, desafiante y entonces se quedó helada. Los hombres
tenían ojos completamente negros.
Se levantó de la mesa
de inmediato y salió casi corriendo del lugar. Tomó el primer taxi que
encontró. Llegó a su casa, gritó “¡ya llegué!”, para que sus papás la notaran y
subió corriendo a tocar a la puerta de Luna.
La alienígena abrió.
“Luna, los vi, a otros
como tú, pero hombres y no eran guapos, eran totalmente tenebrosos. Y no pagué
la cuenta y espero no provocar un incendio porque no sé dónde quedó el cigarro…”
Dijo Mar muy acelerada,
entrando a la habitación y cerrando la puerta.
Luna se sentó en
silencio sobre la cama.
“¿Me escuchaste,
marciana?”
“Sí. Esto no tiene
sentido”
“¡No querrán que ahora
yo sea el vínculo de todos los seres extraterrestres que nos invadan!”
“Eso no es posible,
solo yo puedo estar contigo”
“¿Entonces?”
“No lo sé”
“¿No lo sabes?”
“No”
“¡Averígualo! ¡Casi me
matan del susto!”
“Lo haré. Pero nuestro
vínculo es completamente vulnerable cuando abandono este cuerpo”
“¿Entonces?”
“Necesito…”
“¡Ay otra vez con eso!
¡La timidez no va contigo, marciana!”
Mar atrajo a Luna y la
besó en la barbilla. Se separaron y Mar se dio cuenta de que desde esa posición
podía notar motas doradas en los ojos de Luna que no había notado antes. Sería
la inversión de posiciones.
“¿Eso está bien? ¿O
debo ser yo la que ponga el mentón?”
“Esto también sirve”
“Eso pensé”
“Buena conclusión”
“Siempre he sido
deductiva”
“Mar”
“Dime”
Luna repitió el
procedimiento de vinculación pero ahora posando ella los labios sobre la
barbilla de Mar.
“¿Necesitabas más
potencia?”
“No realmente, estaba
comprobando algo. ¿Tú sientes calor cuando besas a Sara?”
“Luna… ¿por qué me la
recuerdas?”
“Es una pregunta
objetiva”
“Supongo que sí, a
veces en todo el cuerpo. Realmente no me he puesto a medir la temperatura”
“Gracias por tu
respuesta”
“¿Nora y tú…?”
“Sí”
“¿Y sentiste calor
cuando la besaste?”
“No”
“A lo mejor no lo
hicieron correctamente, ya aprenderán”
“Contigo siempre es
cálido”
“Cierto, ¿verdad? Yo
también lo noté. Siempre es como si acercaras una cuchara tibia a mi barbilla,
pero sin la cosa dura del metal, sino como un látex con tratamiento para
sensación de piel…Toda tú eres como una cobija con calefacción”
“No entiendo tu
analogía”
“Sí bueno, ya
aprenderás a besarte con Nora. ¡Nora! ¡Ella es la que más corre peligro con los
hombres tenebrosos! ¡Ve, anda, anda, yo vigilaré que nadie encuentre tu
galaxia! ¡Averigua por qué me estaban viendo! ¿Me estaban siguiendo? Luna,
averígualo todo.”
“De acuerdo”
Luna invocó la galaxia
pequeña flotante con su mano derecha y abandonó su cuerpo, mientras Mar se
sentaba sobre el suelo, recargando su espalda en la puerta, protegiendo
cualquier ruta de entrada a la habitación.
Entonces sí había más
marcianos y esos dos no se veían tan amables, ni tan bonitos, ojalá no fueran
de mal augurio. Ella solo quería pasear en moto y un cachorrito.
------------------------------------------------------------------------------------------------------
La Teta Feliz Historias y Relatos ® Laura T.D - Derechos Reservados
©
Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser
reproducida, ni en todo ni en parte, registrada o transmitida por un
sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún
medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico,
por fotocopia o cualquier otro, sin el permiso previo, por escrito, del
autor.
Woww que querrán esos dos extra galácticos ¡Mmmmmm!!!!!! Será que están investigando que hace Luna con Nora
ResponderEliminar¡Hayyyy!!! Cada capítulo se pone mas interesante y mas misterioso ¡Uyyyyy!!!!
Saludos Laura desde Chile
La historia es diferente a lo común y agrada el género sobrenatural con pizcas de drama, humor y romance (en este blogger no había alienígenas hasta ahora solo exitía mujeres lobo, vampiresas y fantasmas) Agregando la pulcra narración con su sencillez lo hace atractiva de leer.
ResponderEliminarDejando ya las flores (halagos) a la autora (?).
Me gustaría hacer una hipótesis de las parejas al final (a excepción de lo que suceda con los extraterrestres) Si bien se ve que por ahora hay un cierto "atracción" entre Luna y Nora así como el "acercamiento romántico" entre Mar y Sara no creo que esas dos parejas queden, sería invertida las parejas Luna y Mar, Nora y Sara.
Tengo cierta duda de los aliens que aperecieron recientemente. Que se traen entre manos?
Saludos desde Colombia.
Yo creo que algo especial se está tejiendo entre Mar y Luna más allá del vínculo, algo que ellas no se han dado cuenta aún. Sara y Nora? pues no me va... Yo creo que Sara se debiera quedar sin pan ni pedazo y Nora volver a su vida normal y reincorporarse al mundo sin la ayuda de una extraterrestre.
ResponderEliminarLo que me intriga mucho es saber qué sucedería si Luna y Mar se dieran un beso en la boca, ya que algo cambió en Luna cuando Mar la beso en la barbilla. En fin... a seguir esperando qué sucede y a deleitarme con cada capítulo.
Hey Laura, gracias por tu constancia y lo largo de los capis. De verdad espero todos los días sólo para leerte.
Saludos desde Chile
Gaby
Un nuevo giro. Me encanta la historia y sigo disfrutando muchísimo de tu forma de contarla, tan ocurrente y tan fresca. Una auténtica delicia.
ResponderEliminarQuiero agradecerte también que hagas el esfuerzo de colgar un capítulo cada día. Eso mantienen mi interés en todo lo alto.
En cuanto al devenir de la historia, la pareja o las parejas que se van a formar, me declaro absolutamente fans de cualquier cruce que quieras vendernos. ¿Luna y Mar? me encantaría. ¿Sara y Mar? seguro que la que estaría feliz sería nuestra protagonista-vínculo. ¿Nora y Luna? la escritora daría saltos de alegría. ¿Nora y Mar? un cruce muy interesante. ¿Sara y Luna? quizás así la amiguísima-en ocasiones-novieta se daría cuenta de lo especial que es la alienígena. ¿Sara y Nora? Tú misma. Parece que bailando se entendían bien y siempre podrían ser una el premio de consolación de la otra si vínculo y galáctica acabaran juntas.
Deseando leer el próximo capítulo.
Gracias, Laura
Estoy de acuerdo, entre ellas ya existe algo especial, solo q aún no se dan cuenta.... Pero ya quiero q eso pase.... Ufff un beso entre mar y luna? Que pasara? Que sentirán? Luna cada ve demuestra mas sentimientos humanos.
ResponderEliminarEstoy a la espera de que Luna le pida a Mar un beso *.*
ResponderEliminar