Estoy con los ojos cerrados escuchando una
de las tantas listas de reproducción que cree en mi teléfono móvil, pero la que
en este momento se está reproduciendo es la número uno, por qué es como una
montaña rusa,los ritmos suaves son el inicio, el primer acenso y el final, la
músicas de más fuerza empieza que sería como el descenso y el punto en el que
se descarga la mayor cantidad de adrenalina, pero mi realidad me empuja y me
pisa descaradamente,abro los ojos y veo con preocupación que el autobús en el
que me encuentro de repente está completamente lleno de gente, a un lado se
encuentra una mujer ya entrada en edad y al otro un señor que juraría yo no
paso por un baño el día de hoy, dirijo mi vista a la ventana, ya está cayendo
la noche y se pueden ver pequeñas estrellas“Hasta
ahora vamos en la mitad del recorrido y ya me quiero bajar”.
Tratando de estar lo más cómoda posible me
dirijo a la parte trasera del autobús, de repente entra una llamada a mi
teléfono móvil, en la posición en la que me encuentro no logro contestar en el
primer sonido, hago las maniobras necesarias paracontestar.
-
Diga
-
Juan ¿Dónde estás? Llevo
esperándote más de una hora – despego el teléfono de mi oreja y veo la
pantalla, no reconozco el número - ¿Crees que tengo todo el tiempo del mundo?
Estoy muriendo de inanición.
-
Señorita se ha equivo… - no me
deja terminar la frase.
-
¿Quién es usted? ¿Por qué
contesta el número de mi hermano? – oigo en su vos un poco de picardía.
-
Jajajajaseñorita se ha equivocado
de número, no conozco a ningún juan – digo de la manera más calmada posible.
-
Pero… - se hace un silencio, ya
cuando iba a colgar escucho que me dice – disculpe he marcado mal el número, le
pido disculpas por mi imprudencia – esto ya lo dice con una vos dulce y llena
de súplica“Con esa vos cualquiera la
perdona, que dulce, se me hace conocida ¿pero de dónde?” se dibuja una
sonrisa en mi rostro.
-
No se preocupe. Son de esas
dulces equivocaciones - “¿Que ahora estas coqueteando Carol?” espere
a que ella cortara la llamada pero ella siguió la plática.
-
Del malgenio no me fije de los
números que tecleaba, el pizco de mi hermano no ha llegado a casa con la cena –
un momento “le dijo “pizco” a su hermano
eso solo lo hace...” mi corazón se acelera y mis sentidos se agudizaran.
-
Va-Vanesa – digo faltándome el
aire – Vanesa Grafton
-
Si, ¿Con quién hablo?
En ese momento una señora se levanta de su
asiento y sin ser capaz de mantenerme en pie me dejo caer en la silla generando
un par de miradas curiosas a mí alrededor.
-
El mundo es un pañuelo – sale
más como un susurro.
-
¿De dónde nos conocemos? –
pregunta con un poco de impaciencia.
Un poco tranquila y tomando más
conciencia de con quien estoy hablando,
me acomodo en el asiento posando la mirada en la imponente luna llena que acompañami
viaje. “tengo que aprovechar esta
coincidencia, esto no es normal, de todas las personas que pudo cruzar la
llamada, lo hiso con migo ¡esto es una señal!”
-
Es normal que no se acuerde
de mi – lo digo despacio, ella no dice
nada – soy Carol Bustamante – se hace un tortuoso Silencio.
***Vanesa***
No puedo articular palabra, cuando decidí
llamar a mi hermano no me imagine que resultaría hablando con la dueña de mis pensamientos,
sueños y deseos.
-
Tú… eres mi vecina ¿verdad?
-
Yo pensando que no me
reconocerías – responde de inmediato, puedo notar un poco de nerviosismo en su
vos.
-
Qué pena molestarte… -
instintivamente se me escapa un suspiro “esto
debe ser un sueño, pero…” - ¿Cómo me reconociste?
Siento la garganta seca y camino a la cocina
para tomar un poco de agua, termino de refrescarme y devuelvo mis pasos para
sentarme en el gran sofá, en el que hace un par de minutos disfrutaba de
la lectura de un libro. Toda esta acción
la realizo con una sonrisa tonta en mis labios. “Esta es la oportunidad que siempre he querido”
-
Bueno… Tu eres la única persona
que conozco que llama “pizco” a su
hermano – no puedo evitar reír.
-
Ni se te ocurra decirle que lo
he llamado así – oigo como suelta una tímida risa –me mata si se entera.
-
No sé, tal vez le mencione algo
cuando lo vea.
-
¡NO! De seguro deja de hablarme
el resto de su vida – ambas reímos “Es
ahora o nunca” – pero compensare tu silencio.
-
¿Cómo? ... – apenas puedo oírla
lo dijo en vos muy baja
-
Sé que te gusta el basquetbol,
no se pienso que podríamos ir al partido que presentan hoy, claro si no tienes
algo mejor que hacer – “vamos dame una
oportunidad” se demora un poco es responder.
-
Estoy en el autobús camino a
casa y no tengo planes para esta noche,así que acepto tu propuesta –esta vez lo
dice muy rápido.
-
Perfecto, el partido empieza a
las ocho, si quieres nos vemos a fuera del estadio media hora antes ¿te parece?
-
Estábien… - duda un poco – hay
nos vemos
-
Hay nos vemos – corto la
llamada temiendo que se arrepienta de aceptar mi propuesta.
“No lo
puedo creer tengo una cita con Carol la chica que me tiene de un ala” me dejo caer en el sofá cerrando los ojos imaginando me como seria
la cita. Pero mi dicha dura poco, ya que mi hermano entra al apartamento de
imprevisto haciéndome saltar del susto que me ha dado.
-
Casi me matas del susto
-
Hermanita si te vieras en un
espejo seguro te mueres – se ríe descaradamente, se dirige a la cocina dejando
los paquetes enzima de la mesa.
-
Que gracioso – le digo
mostrándole la lengua y poniendo los ojos en blanco.
-
¿Con quién hablabas? – pregunta
haciendo un gesto sugestivo con la cejas.
-
Desde cuando escuchas
conversaciones detrás de las puertas–le reclamo con supuesta indignación.
-
Desde que a mi hermana se le ve
un hermoso brillo en los ojos – bajo mi mirada inmediatamente “tengo que desahogar mi felicidad con
alguien y quien mejor que mi hermano”
-
Estaba hablando con la vecina…
- siento como juan corre hacia mi cual niño quiere un dulce.
-
¿Con la vecina que te trae
loquita? – afirmo con un suave movimiento de cabeza y el prosigue con su
interrogatorio - ¿Cómo conseguiste su número? ¿De qué hablaron? Hermanita
cuéntamelo todo.
-
Bien… tranquilo lo importante
del caso es que tenemos una cita en menos de una hora.
Oigo pero no escucho los comentarios de
juan sobre la cita que tendré con mi vecina, no puedo evitar sentirme nerviosa
es la primera vez que ella y yo sostenemos un conversación más allá de unos
saludos. Quiero que hoy sea el día en que le confiese mis sentimientos no puedo
dejar pasar más tiempo o sino la perderé y lo peor nunca saber qué hubiera
pasado. Con una sonrisa tonta me levanto del sofá e ignorando a juan voy
caminando contando mis pasos hasta mi habitación con la convicción de que hoy
será el primer día del resto de mi vida.
***La cita***
En efecto Carol y Vanesa se encontraron a
las afueras del estadio. No era un lugar en el que ninguna de las dos se
imaginara tener su primera cita, pero era adecuado sí queríandarse a conocer
sin pretensiones y sin tapujos, era cuestión de disfrutar del momento y por
supuesto de la mutua compañía.
En las dos horas que duró el partido ambas
mujeres trataron de dar señales de sus intenciones generando un regocijo del
pensamiento de que sus sentimientos fueran correspondidos. Al final de la faena
Vanesa le propone a Carol ir caminando hasta el complejo de apartamentos en el
que viven, con la excusa de disfrutar de la luna que esa noche brillaba como
ninguna otra.
-
Carol llevamos viviendo en el
mismo edificio más de tres años – Vanesa se acerca un poco y toma de gancho a
Carol - hasta hoy he podido intercambiar palabras más que unos saludos y sin mencionar que la he pasado de
maravilla.
-
Soy un poco tímida y no
acostumbro a aceptar invitaciones de extrañas – Carol le guiñe un ojo Vanesa, y
se gana un leve golpe en el hombro por su comentario – pero no voy a negar que
ha sido una de mis mejores noches.
-
Quiero decirte algo – lo dice
despacio para que la entienda, Carol solo la observa – pero creo que
necesitamos sentarnos
-
Me estas preocupando – están cerca
de una asientos y Carol invita a Vanesa
a sentarse – sé que hasta ahora nos estamos conociendo pero puedes tener la
plena convicción que puedes contar conmigo para lo que sea.
-
Me alegra escuchar eso – Vanesa
toma una bocarada de aire para calmarse, sabe que lo que diga puede cambiar su
vida. Fija su mirada en los hermosos ojos negros de la morena – llevo
despertándome hace tres años con una música a todo volumen acompañada de saltos
incontrolados y con un olor a café fresco… - Carol le la mira sorprendida – no
te estoy haciendo reclamos. El punto es que no me molestan esas cosa al
contrario me parecen lo más dulce y tierno del mundo …
-
Estas diciendo que te gusta la
bulla que hago y el olor a café cargado –se
sueltan en una sonora carcajada – esto lo tiene que saber mi madre – lo dice
con una sonrisa de oreja a oreja
-
No solo eso, me gusta tu
cabello inmanejable, tus gestos al habar… me gustas – la ve fijo a los ojos al
decir esto ultimo
Carol detalla, su mirada y sus gestos para
percibir algo de mentira en sus palabras pero es imposible solo ve verdad e
incertidumbre, acorta la distancia que las separa, dirige una de sus manos a
las de Vanesa y la otra la posa en el rostro de su acompañante, con los ojos a
punto de estallan en llanto y un nudo en la garganta Carol se decide a darle
rienda suelta a sus sentimientos
-
He deseado escuchar esas
palabras hace mucho – acerca su rostro al de Vanesa – esta es mi respuesta a tu
confesión
Las dos se funden en un beso tierno, sublime
que hace desaparecer el mundo a su alrededor. Quien pensaría que una llamada
cambiaría su vida, pues Carol y Vanesa tienen mucho
camino por recorrer pero tienen la convicción que si están juntas todo
obstáculo será superado.
“las
oportunidades se presentan una sola vez… pero es de sabios y valientes saber
cuándo actuar”
Nota de la autora:agradezco los comentarios de la anterior historia, espero que esta
sea de su agrado y no olviden poner su comentario o sugerencia.
La Teta Feliz Historias y Relatos ® XXXX - Derechos Reservados
©
Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser
reproducida, ni en todo ni en parte, registrada o transmitida por un
sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún
medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico,
por fotocopia o cualquier otro, sin el permiso previo, por escrito, del
autor.
¡Woww!! Que historia tan tierna y romántica Ariyian y tienes mucha razón
ResponderEliminarHay que ser sabio y muy valiente y saber actuar en el momento justo y no dejar pasar un dia mas sin el amor que te quita el sueño y llena cada espacio de tus pensamientos
Hay que arriesgarse y sin temor decirle lo que esta sintiendo dentro del alma
Una historia solo para valientes y enamorados una historia de un capítulo pero intensa Ariyian saludos desde Chile sigue escribiendo
Interesante con la vecina jejej, que chico es el mundo, muy bueno el capitulo
ResponderEliminar