CAPITULO 21
Pasamos
el fin de semana encerrados en mi cuarto viendo películas, contándonos
experiencias, hasta nuestros momentos más vergonzosos, yo solo los veía reír
una y otra vez, me sentía feliz de estar allí con ellos, eran mi escape.
-
Bueno ahora hablemos de nuestros amores,
esas personas bueno chicas que nos han vuelto locos en algún momento. –dijo Mike-
-
No creo que sea un buen tema. –dije notando como Mariana miraba su copa- mejor
pongamos otra película.
-
¡Ay Lau por favor queremos saber de
Paula! –me tense en seguida, hace tanto
no pensaba en ella- ¿verdad Mari?
-
Eh si es un buen tema, supongo.
-
¿Quién comienza? –pregunto, ninguna respondió- está bien comenzare yo. –la mire y seguía mirando su copa, estaba
tan distraída que sabía que se trataba de Cristina- Bueno se llama Lorena,
tiene los ojos más hermosos de todo el ancho mundo –Mariana sonrió enseguida- la conocí hace 5 meses exactamente en
una conferencia sobre el derecho judicial estaba tan aburrido así que comencé a
rayar mi silla, escribía estupideces estaba tan distraído hasta que pusieron
una hoja con una frase y una carita sonriente sobre mi puesto, mire a mi
derecha y allí estaban esos ojos, ella sonrió y me señalo al profesor que me
llamaba y mientras me hacia una pregunta de la cual no tenía la respuesta, ella
me señalo la hoja y si, era la respuesta.
Termino la conferencia se levantó
de prisa y salió, yo claro fui tras ella, la alcance y toque su hombro ella
giro y de nuevo esos ojos –lo mirábamos y
no evitábamos sonreír por la cara que ponía al decir “esos ojos”, era tan
gracioso- le agradecí y le pedí su número, ella me lo negó así que solo le
pedí tomar un café conmigo, la lleve a la cafetería del campus y me conto sobre
su vida, sus gustos. Debo aceptar que no me cansaba de escucharla hablar podría
haberme quedado allí todo el día pero a la media hora dijo que debía irse,
después de ese día coincidimos en algunas clases pero ella me evitaba, así que
un día me acerque y le pedí una explicaciónsolo me respondió“eres un mujeriego y no quiero involucrarme
con gente así” y se fue. –tomo el vino
y sirvió más- Un díasalí de clases y la encontré en el pasillo discutiendo
con un profesor que la tomaba por el brazo y le pedía que lo escuchara, me
pareció bastante extraño así que me acerque y le pregunte si todo estaba bien,
solo asintió y se fue igual que el profesor.
Pasaron varios meses y la vi en
la cafetería con un libro, me acerque tomándola de la mano, “me gustas muchísimo, yo puedo y quiero
cambiar déjame estar contigo. Estos meses sin verte han sido amargados, no sé
porque ni como solo quiero estar contigo” no la deje hablar yo no me
reconocía solo sentía necesitarla así que me acerque y la bese, ella no se negó, correspondió mi beso desde
ese día todo fue perfecto los mejores dos años hasta ahora, nos llevábamos muy
bien, nos ayudábamos con las materias, estaba un semestre delante de ella, y
aun así no interesaba.
Luego llego un día que sin
decirme porque me dejo, no quiso explicarme solo me pidió que no la buscara que
no intentara nada con ella, que se iría del país y no regresaría, su vida ya no
estaba aquí conmigo. –apretó su copa y
bebió, intentaba no quebrarse pero sería imposible. Tome su mano acto que imito
Mariana-
-
¿La has visto de nuevo? –le pregunto, el solo negó con su cabeza- bueno
sé que la veras de nuevo y le darás respuesta a muchas de la preguntas que
tienes ahora, ya verás.
-
Además eres un chico muy lindo, si yo no
fuera lesbiana andaría contigo –provoque
que sonriera- sé que regresara, lo presiento.
Decidimos
ver otra película antes de continuar con las historias, escogimos una de terror
para evitar llorar con algo cursi, pasaron algunas horas y era mi turno si lo
pienso no recordaba mucho a Paula era como si un día ya no fuera importante
para mí, aunque marco un cambio único en mi vida.
-
Es tu turno Lauren, cuéntanos sobre
Paula,–dijo Mike entrando al cuarto- tu
amor de infancia.
-
No sé si llamarlo amor, fue muy
importante en mi vida. Bueno básicamente la conocí seis meses antes de
graduarme de la escuela, recuerdo su mechón morado caer sobre su ojo izquierdo,
como corría por los pasillos con su maqueta; la primera vez que la vi fue en
clase de deportes estaba discutiendo con el profesor sobre la dictadura que
según ella nos imponían al obligarnos a practicar un deporte escogido por el
rector ni para eso teníamos libertad era muy gracioso ver la profesor
intentando responderle ella no lo dejaba le daba uno a uno sus argumentos unos
sin sentido así que el profesor optó por recibirle trabajos escritos y
liberarla del yugo que se le imponía. Una tarde se acercó y me hablo de lo
fácil que había sido convencer al profesor, yo solo sonreía por sus
comentarios, “no has pensado revelarte,
no te dejes controlar” me dijo yo solo le explique que no me sentía
acorralada, me sentía libre a lo que respondió que era imposible que lo
estuviera si optaba por el derecho como quería mi padre, la mire sorprendida,
como podía ella saber eso, no me respondió solo se levantó y se fue.
Pasaron algunas semanas y la vi
cerca de un árbol, intente evitar acercarme pero al final lo hice tenía el
cabello un poco más corto y unos ojos miel que no había notado hasta ese
instante, “¿Por qué sabes que estudiare
derecho?” sonrió, y me pidió acercarme un poco más a ella “te he observado Collins, y conozco a tu
padre lo he escuchado horas hablar de los planes que tiene para ti en su
buffet, pero yo sé que no te gusta, has otra cosa ¡SE LIBRE!” se acercó a
mi oído, “además una chica tan linda no
debe ser obligada a nada” me miro y me beso, bajo ese árbol. Ese fue mi
primer beso.
Nos veíamos una vez a la semana,
en su casa donde me enseño todo acerca de una mujer, desde muy pequeña sabía
que me gustaban las chicas ella solo lo confirmo. Poco después le dije a mi
padre que no sería abogada, que no quería heredar su prestigiosa firma de
abogados y me fui de mi casa poco después, en cuanto a Paula estudio derecho y
trabaja con mi padre, irónico lo sé, pero ella si es una buena abogada y una
excelente amante.
-
Que romántico –dijo Mariana riéndose- casi lloramos.
-
Les dije no era amor, ni nada trágico
solo me enseño y me guio ese último año, más que mi amor de infancia fue una
gran amiga.
Llego
el turno de Mariana podía ver como se debatía entre si contarnos o no, abría su
boca y decía “bueno” nada más, solo
eso se levantó y se fue a su cuarto cerrando la puerta tras de ella tardo
algunos minutos y regreso con una foto en perfecto estado, la cuidaba muy bien,
en ella estaba una chica alta, delgada sus ojos miel y una gran sonrisa junto a
Mariana, en el fondo había un lago hermoso rodeado de algunas flores y una
canasta en la esquina estaban de picnic supuse.
-
Ella es Cristina mi primer y único amor,
ella lo fue todo durante un año y medio, iba tras de ella como un perro tras su
amo. El lago que ven al fondo de la foto es su lugar preferido en todo el
mundo, allí fue donde estuvimos juntas la primera vez, donde nos dimos nuestro
segundo beso y desde ese perdí la cuenta, me olvidaba de todo al estar con ella
era todo tan mágico e irreal. Ella salía de una relación larga cuando comenzó
conmigo, en ese momento no me interesaba solo quería estar con ella pero tiempo
después eso me peso, en ocasiones me evitaba con la excusa de que su tía no me
quería ver o que se sentía mal. Los primeros 8 meses fueron excelentes salíamos
juntas, viajábamos juntas, entrenábamos más que pareja éramos mejores amigas.
Un día me dijo que deseaba viajar a Paris así que hice todo lo posible por
conseguir el dinero de los tiquetes, el hospedaje para que fuera perfecto
llegue a vender el auto de mi padre, era nuestro último aniversario yo no lo
sabía, así que le pedí que empacara y la recogí, la lleve al aeropuerto con los
ojos vendados, le puse los pasajes en la mano y le quite la venda, al verlos
grito de la emoción me beso apasionadamente y me agradeció una y otra vez.
Llegamos a Paris la lleve a los mejores restaurantes, a los mejores lugares que
ofrecía esa hermosa ciudad y nuestra última noche la lleve a la torre Eiffel,
donde me hice jurarle amarla siempre sin importar nada, dude pero era tanto mi
amor que acepte selle mi promesa con un beso y sin saberlo esa noche la hice
mía por ultima ves. –se quedó unos
segundos en silencio observando la foto- esa fue la última vez que me permitió
amarla hasta el amanecer.
Regresamos a el DF y unos días
después llego a mi casa algo triste, la lleve a mi cuarto y me dijo “siento tanto el dolor que te voy a causar
pero no sabía que esto pasaría, créeme, no lo planee solo paso. Esto se ha terminado
–una lagrima bajo por su mejilla y tras de ella muchas más- me casare… con Santiago. Perdóname lo siento
yo no sé qué decirte” no le pedí que me explicara nada solo le pregunte
hace cuanto lo veía a lo que me respondió que llevaban viéndose dos meses, el
dolor fue aún mayor me había engañado, “no
olvides que te amo tanto, espero puedas perdonarme algún día esperare el tiempo
que sea, como lamento no haberte conocido antes” me dijo saliendo de mi
cuarto “pero no me amas tanto como a él” le
dije antes de que cerrara la puerta. –limpiaba
sus lágrimas mientras la abrazábamos intentando consolarla-
La vi algunos meses después en su
boda a la que mi madre me obligo a ir, esa fue la últimavez que la vi, llevo un
año sin saber de ella, me vine a Colombia para dejarla atrás para olvidarla.
Esa
noche dormimos abrazados a ella, intentando animarla, consolarla pero no lo
logramos, se quedó dormida después de llorar por casi media hora, esa noche
juramos apoyarnos en todo, jamás abandonarnos.No le romperíamos la promesa a
Mariana no la haríamos sufrir de nuevo.
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Ahhh ya sabemos como fueron las cosas... pero a sufrido mucho mariana... por fa no la pongas a sufrir mas...
ResponderEliminarSaludos
No se cristina desde el principii no me cayó bien no se merecias Mariana que la hiciera sufrir no se dudo que la haya querido y despues dejarla a su hija que tuvo con otro con mariana me sentiria como segunda opcion
ResponderEliminarclaro ahi esta la razon q no sufra mas ni ella ni nadie..
ResponderEliminarM.S (galicia)