CAPITULO 5
Llegue a casa de Lau no quería ir pero al final asistí, sabia que era
importante para ella no lo dijo pero se que nos presentaría a Angela y yo
ocultaría mi tristeza para no opacar su felicidad, al llegar vi a Mike y a Lau
platicando alegremente en la sala como era habitual en ellos, gire y la vi en la cocina
sirviendo vino se notaba tensa así que decidí hablarle.
-
Tu debes ser Ángela
-la tome por sorpresa haciéndola derramar
un poco de vino- lamento haberte asustado, no era mi intención.
-
Si soy yo, -se giro y lucia más hermosa que en el bar- y ¿tu eres?
-
Soy Mariana, - le digo mientras me acercó para ayudarle a
limpiar- trabajo con Lau, somos dueñas de París, -era el nombre de nuestra empresa, sin querer roso su mano y percibo
como se tensa- asi que eres la chica que me quito a mi mejor amiga.
-
ahh yo solo -sonrio
tras su nerviosismo-
jajaja si te he quitado a tu Lau ¿que harás para recuperarla? -que acababa de hacer, acaso me ha coqueteado-
-
Veo que ya se
conocen -decía Lau mientras entraba y la
tomaba por la cintura besando su mejilla- ella es mi angel
-
Eso veo, -su comentario me estremeció, pero asumí que
lo había malinterpretado-
-
Encantadora
¿verdad?, ya se conoceránmejor-dijo- te parece si
cenamos ya.–le pregunto a Angela-
-
Iré a saludar a
Mike permiso –dije, parecía haber tensión
ente ellas-
Mike no quiso hablar conmigo, sabia que estaba molesto pero creí que ya se
le pasaría cosa que no sucedió, y yo no insistí quería esperar además me
hablaría de nuevo de Cristina y era lo que menos quería, esa seria la barrera
que me pondría para no hablar de el, de su vida necesitaba tiempo igual que yo.
La cena transcurrió normal entre risas cómplices, y bromas absurdas entre los
chicos, y Mike como siempre intentando avergonzar a
Lau con sus historias de la universidad las que para Angela resultaban muy interesantes.
-
¿en quien tanto
piensas?–me pregunto Lauren- no has dicho nada
desde que nos sentamos a cenar, ¿estas bien?.
-
En nada, solo
quería escucharlos como en los viejos tiempos claro con una nueva integrante,
así que bienvenida Angela. - levante mi
copa de vino esperando que Lauren dejara de interrogarme pero su mirada no se
apartaba de mi-¡Salud!
-
Gracias Mariana.
-
Bueno traeré el
postre me acompañas Mari, -sabía que
necesitábamos hablar y la cocina era el mejor lugar por ahora- no te hagas
del rogar.
En la cocina
-
Ok, ¿que quieres
saber? -le decía mientras entrabamos a la
cocina- yo se que no me trajiste aquí por el postre, adelante habla.
-
Tranquila no te
estoy atacando, reconozco esa mirada es acaso... tiene que ver con Cristina -percibí como mi rostro se congelo al escuchar su nombre, sabia que este día
llegaría- si no quieres hablar te puedo solo abrazar.
-
Yo solo -atine a decir antes de que me abrazara-
Mike me la mencionó y yo solo la recordé después de tanto tiempo, siento que no
la he superado y debo decirle tantas cosas pero...
-
Por lo que me
contaste te puedo asegurar que ella lo sabe, entiende por que te fuiste y
cuanto la amabas. -me abrazo por unos minutos
pero sabia que era el momento de salir o comenzarían a preguntar- te parece si salimos ya o comenzara el interrogatorio de
Mike. - solo asenti-
En la mesa.
-
Casi que no salen,
ya iba a ir por mi postre -decía Mike-
si nos dejaron algo.
-
Lo pensé pero
decidí permitirles probar las delicias que hace mi chica.
-
No es para tanto–dijo Angela- esperó les guste
lo hice especialmente para Uds.
-
Esta delicioso,
¡eres mi nueva pastelera favorita! -decía
Mike provocando que Ángela se sonrojara-
Los
chicos seguían debatiendo alegres poco
participaba de la charla así que decida a irme antes a casa y esperar que aquel
día terminara lo más pronto posible, me
despedí cortésmente buscando la primera excusa que se me vino a la mente Lau me
apoyo, y pude irme pronto evadiendo la mirada de Angela que no descifraba muy
bien. Llegue a mi casa me duche como era habitual, estaba tan agotada que solo
quería dormir cosa que logre pero horas depues fue interrumpido por una
llamada, supuse que era urgente porque mi teléfono no paraba de sonar encendí
mi lámpara, tome mi celular pero no reconocí el número.
-
Hola.
-
¿Mariana eres tú? –no lo podía creer, reconocí esa voz al instante era Carla, me tense en
seguida- ¿hola?
-
Si Carla soy yo –no pude evitar que me recorriera una sensación de angustia que me hizo
saltar de la cama- ¿Cómo… como conseguiste mi numero?, ¿algo anda mal?
-
No fue fácil, pero me lo dio tu madre. –note en su voz algo de tristeza que
intentaba ocultar- necesito pedirte que vengas a México lo más pronto
posible.
-
No has respondido mi pregunta, ¿está
todo bien? –no dejaba de repetirme Cris,
Cris- tendría que arreglar unas cosas en mi trabajo y en dos días estaría
allá.
-
No necesito que estés mañana en la tarde
aquí en el DF –tomo aire- no quería
decírtelo por teléfono pero… Mi Santi y Cris tuvieron –pude sentir como se quebraba- ellos tuvieron un accidente de auto
y murieron.
-
¡Noo! –atine a decir entre en estado de shock, la escucha llorar al otro lado
pero no podía hacer nada, solo solté mi celular y me senté en el piso, los
recuerdos comenzaron a llegar, podía sentir las lagrima caer no las podía
contener-
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Ohhhh pobre mariana q le pasara eso... pero veo hay química entre ella y mi tocaya... esperemos q mas sale... me gusta la historia... pero siento q toma muchas cosas a la vez sin enfocarse en una sola cosa
ResponderEliminarSenti esa tristeza y vacio de Mariana, pobre mujer.
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