Esperamos tu historia corta o larga... Enviar a Latetafeliz@gmail.com Por falta de tiempo, no corrijo las historias, solo las público. NO ME HAGO CARGO DE LOS HORRORES DE ORTOGRAFÍA... JJ

Isy Casta y Pura - Teta Wacha - 16



Capittulo 16: Petronila.

Estaba corriendo completamente desnuda por un callejón oscuro, tras mío una mujer me perseguía con un hacha en la mano. Cuando finalmente me alcanzó pude distinguir su cara. Anais amenazaba con cortarme la cabeza mientras preguntaba ¿Qué le has hecho a mi gato?

Desperté de súbito y salí de la cama de un salto, antes de irme a mi pueblo había ido a la casa de Anais, solo para encontrarla deshabitada, existía una pequeña posibilidad de que su casa inundada, el mensaje en la mesa y el gato muerto la hubieran asustado. Decidí que eso era pasado y que era poco productivo pensar en ello, así que me puse a ordenar mi colección de artículos de bananas en pijamas. Una notificación del teléfono me distrajo de mi ardua tarea, era un correo electrónico; un groupon: CUPÓN DE DESCUENTO, CALZÓN VIBRADOR CON 70% DE DESCUENTO.

¿Calzón vibrador?, ¿qué era eso?, yo no sabía mucho de artículos sexuales, eso era un punto menos en mi contienda para perder la virginidad. Tenía que ilustrarme, era mi deber lésbico saber de este tipo de cosas, además, tenía que comenzar a autodescubrirme, así, cuando llegara el momento podría disfrutar más la ajetreada vida sexual que esperaba (rogaba) tener.

Fui corriendo hacia mi alcancía y al tirarla al suelo para romperla solo salieron polillas. Nunca había sido buena ahorrando, estaba pobre como una rata, no tenía trabajo y tampoco bienes a los cuales echar mano, a menos que…

Una lágrima recorrió mi rostro mientras vendía mi colección de bananas en pijamas; sabía que era un bien mayor, perder la virginidad era la prioridad máxima. Pero había pasado años juntando todos aquellos artículos, el sentimiento de dejarlos ir fue casi como perder un riñón. Una vez en la calle volví a sentirme entusiasmada, tenía el dinero que necesitaba para el calzón vibrador, no tenía aun claro que tipo de uso le daría, pero ya podía comprarlo.
.
Llegué al sex shop que indicaba la dirección del cupón, en cuanto entré fui sorprendida por un montón de dildos de diferentes tamaños y colores mirándome fijamente. Bueno quizás no, pero fue así como me sentí, fui hasta la encargada completamente decidida y puse el cupón junto con casi todo los billetes que tenía en el mesón. Ella me miró fijamente y estalló en carcajadas.

- -    Nunca nadie había venido con tanta convicción a comprar un artículo de esta tienda – dijo ya más tranquila.

Me sonrojé completamente y no logré decir nada, ella ante mi silencio volvió a reír para luego ir a buscar mi preciado calzón vibrador. Cuando llegó de vuelta, un aura celestial rodeaba su cajita, era hermoso, con encajes y una forma de mariposa en la parte delantera. Lo miré como una madre ve a su hijo recién nacido y pronuncié a viva voz – Te llamarás Petronila.

La vendedora volvió a reír estrepitosamente y yo solo alcancé a sonrojarme nuevamente. Ella  toa Petronila, la colocó en una bolsa oscura y añadió una extraña botellita al paquete.

-  - ¿Qué es eso? -  pregunté extrañada.

- -  Un regalo por todo lo que me has hecho reír esta mañana, son feromonas para atraer conquistas – me guiñó un ojo – Procura usar solo unas gotas y causarás furor.

Sonreí ampliamente y me entraron ganas de besarla por su lindo detalle, pero al tomar la bolsa escapé como una sarihuella esquizofrénica. Ya fuera del lugar alcanzaba a escuchar nuevamente las carcajadas de esa amable mujer.

Caminé unos metros pensando en que instancia debía usar a la Petronila,  miré al horizonte y vi la respuesta en un cartel de Nike “Just Do It”. Eso fue suficiente para correr al baño del centro comercial más cercano. Me probé a Petronila, muy cómoda y justo cuando pretendía probarla, llegó un mensaje de auxilio a mi celular: “S.O.S te necesito con urgencia, estoy en el Café Frontera, no te demores por favor”. Era Max, estaba en problemas y un amigo es lo primero, así que guardé el control remoto de la Petro en mi bolso y salí veloz a su encuentro.

Por suerte, el café no estaba lejos y llegué en minutos, entré con actitud de mujer desesperada y vi a mi amigo sentado en una mesa junto a Satán. Su real nombre era Mateo, era el sobrino de Max, pero era peor que los más terribles castigos del infierno. Me acerqué con miedo y extrema cautela, pero no logré evitar a la bestia; la cual se abalanzó sobre mí para pegarme uno de sus mocos en la frente.
-    
    -   ¿Ahora entiendes porque te llamé? – dijo Max ojeroso y deprimido.

   -- Esto califica como una urgencia – sentencie sentándome en la mesa mientras el niño hacia destrozos en la barra del local.

- -  He estado con él toda la mañana, ya no puedo más y aun me queda una larga hora para entregárselo a su madre– exclamó mi amigo desvaneciéndose en la mesa.

- - Tranquilo, quizás es como los tiranosaurios y si no nos movemos no notará nuestra presencia – solté convencida desatando la risa de Max.

Tuvimos que retirarnos del lugar solo 2 minutos después, no fue por propia voluntad, más bien nos vetaron de por vida por los desastres del demonio. Fuimos a una plaza no muy lejana y buscamos unos juegos donde Mateo pudiera desatar toda su diabólica energía. Sentados en el prado veíamos como intentaba destrozar todo aquello que se cruzara en su camino, de pronto corrió hacia nosotros y nos tiró un pájaro muerto en la cara.

- - ¿Crees que si lo drogamos podríamos mantenerlo en control?  - preguntó Max mientras se limpiaba con un pañuelo.

- - Creo que  el mal no duerme ni es susceptible a medicación – respondí con desesperanza.

Nos reímos un poco, pero fuimos interrumpidos por un grupo de señoras de avanzada edad que divulgaban la palabra del señor en la plaza, nos percatamos que Mateo no se acercaba por lo cual decidimos establecer una charla con ellas para liberarnos del monstruo. Conversábamos de las sagradas escrituras, cuando comencé a sentir un cosquilleo entre las piernas, asustada busqué en mi bolso y no encontré el control remoto de Petronila. Miré a Mateo de reojo y lo vi con el control en sus manos sonriendo maliciosamente tras un árbol.

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5 comentarios:

  1. y ahora quien podrá salvarla??...... jjjjjjjj

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  2. Cuando llega el siguiente. Capitulo teta wacha????....esta historia es la mas divertida q he leído junto con "mi perfecto sapo azul"....no demores tanto porfa yo visito la pagina todos los dias para ver di hay novedad de esta historia q me tiene abducida!!!...saludos desde Córdoba, Argentina

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  3. ohhhh volviste Isi que geniallll. conti pronto

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  4. Estoy algo complicada con el tiempo :) pero ya tengo pensado el capitulo sólo me falta redactarlo. Intentaré hacerlo esta noche luego del trabajo... gracias por leerme chicas

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