Esperamos tu historia corta o larga... Enviar a Latetafeliz@gmail.com Por falta de tiempo, no corrijo las historias, solo las público. NO ME HAGO CARGO DE LOS HORRORES DE ORTOGRAFÍA... JJ

55 cancri e - M,G,M - 2


Capítulo segundo
Violeta

 La casa estaba sola, mis padres habían  salido a una reunión familiar, y yo me encontraba sola en mi casa como suele pasar seguido, cuando la casa está sola me siento mejor, más libre, amo a mi familia, pero la tranquilidad de no tener a nadie a quien soportar es buena, no siempre, solo en ocasiones, cuando me siento demasiado abrumada.


El reloj marcaba las 2 de la mañana, no podía dormir como ya era costumbre, esta vez el sueño de la chica no apareció, ese sueño tan real, afuera el viento soplaba con algo de fuerza, se sentía fresco, y yo sentía algo de calor, tome una chaqueta delgada y salí a caminar por el patio, me acerque al gran árbol que siempre estaba presente en el sueño de la chica.
-Sí fueses real- me encontré diciéndole al gran árbol- si pudieras existir.

**********
Iara.

Todo estaba oscuro, no se podía ver nada, mi cuerpo se encontraba flotando, trate de moverme pero no podía, una fuerza me arrastraba consigo, las voces de los sujetos dejaron de escucharse por completo ¿esto es lo que debía de suceder con el medallón?

**********
Violeta.

Decidí sentarme a un lado de ese árbol, estaba un tanto aburrida y estar allí era cómodo, el cielo parecía muy estrellado, nunca en mi vida había visto tantas estrellas en el cielo, pero debo de confesar que eso me dio felicidad, una de ellas en especial tenía un hermoso brillo, un brillo de color azul, era un azul intenso, pero hermoso.
La estrella se veía cada vez más cerca, era como si esta estuviese avanzando, era como si…

¡Demonios!, esa estrella estaba avanzando, avanzaba muy aprisa, lo peor avanzaba hacia mí, mi cuerpo se quedó congelado por el miedo, lo razonable hubiese sido que saliera corriendo y entrara a la casa, pero yo nunca suelo hacer las cosas razonables, siempre elijo hacer lo más estúpido, la peor de las opciones, esa es la que yo elijo siempre, y vamos, esta vez no fue la excepción.

La luz se vio de repente eclipsada antes de chocar contra el suelo, una columna de tierra se levantó, y un enorme hoyo quedo en mi patio trasero.

Mi corazón comenzó a latir más rápido, “¿Qué hago?” me pregunte.
Pude haber corrido a dentro ahora que podía moverme pero mi curiosidad era grande.

Baje lentamente por ese enorme cráter que más que ancho  era profundo, la luz de la luna iluminaba bien esa noche así que en cuanto bajó la columna de tierra pude ver lo que allí se encontraba.

“¡Mierda!” me acerque y lo que vi fue un cuerpo semihumanoide tirado, estaba lleno de una cosa azul que supuse seria sangre, “¿Mierda, estará muerto?” me acerque aún más, me incline para ver su rostro pero este  estaba cubierto por lo que supuse era su cabello, se trataba de cabellos muy raros, eran muy finos, delgados y suaves, eran de color negro. Los aparte con cuidado de no tocar bruscamente a ese ser que se encontraba en medio del patio trasero de mi casa, tome aire y valor para mirar su rostro.

Me quedé sorprendida al ver ese rostro, estaba lleno de golpes, de esa rara cosa viscosa de color azul, tierra y algo que parecían ser marcas de quemaduras recientes, pero era ella, estaba segura de que era ella, un golpe había partido su labio inferior, un extraño sentimiento de ternura y preocupación se apodero de mí y acaricie suavemente alrededor del golpe. En cuanto esa criatura sintió el contacto de mis dedos sus ojos se abrieron mostrando un tono azul eléctrico muy intimidante.

Uno de sus brazos se convirtió en una cosa extraña, era como una lanza que parecía brillar tanto como un diamante, sus dedos quedaron transformados en la afiladísima punta de esa lanza.

Mi corazón estaba por completo disparado, era sorprendente que no me diera un ataque cardiaco.

Su brazo se detuvo a escasos milímetros de mi garganta.

-Eira- dijo el, la, lo que sea que fuese lo que estaba en el patio, en cuanto termino de decirlo se desmayó de nuevo.

La chica de mis sueños o algo parecido a ella estaba en mi patio, apareció del cielo y casi me mata con lo que supongo era una parte de su cuerpo.

Al analizar lo que estaba pasando me parecía una cosa imposible, si alguien me dijese eso lo acusaría de loco, pero lo estaba viviendo, la toque era real, estaba allí, que es lo que se supone; ¿qué debería de hacer?

Corrí a la cocina, tome la pimienta en aerosol y regrese a donde se encontraba, por alguna rara razón el aire se sentía más frio cerca de ella.

“Si despierta y me quiere matar la roció en los ojos y salgo corriendo a llamar a la policía”

Mientras pensaba en esto la entidad que estaba aún inocente comenzó a despertar.

Se levantó suavemente y me vio directamente a los ojos.

Yo temblaba de miedo, no sabía que era lo que pasaría, inhale un poco de aire y antes de exhalar esa cosa estaba frente a mí.

-Eira- dijo de nuevo antes de abrazarme.

Yo me quede por completo petrificada, Eira era lo único que le había escuchado decir, me confundirá con alguien o algo parecido.

Antes de que pudiera decirle algo se desaparto de mi bruscamente, y por algún motivo eso me hiso sentir mal.

-Tú no eres Eira- dijo antes de acercarse de nuevo, esta vez se veía molesta, su mano comenzó a ponerse de un tono turquesa- ¿quién eres?, ¿Dónde estoy? ¿Qué has hecho con los guardias?

Yo no sabía que contestar, tome un poco de aire y me anime a hablar.

-Hola, soy Violeta, estas en mi patio trasero y no sé de qué guardias hablas.

La alíen no dijo nada, bajo la cabeza y se puso a pensar en algo sin bajar su mano que seguía a escasos centímetros de mi cuello.

-¿Qué eres?, ¿hueles a…? tú aroma, no eres un general, tampoco un soldado, y mucho menos heredera de algún elemento.

Sus palabras eran algo extrañas, me sentía en una especie  de película de acción.

-Soy una persona, una mujer, una humana, terrícola.

-Terrícola- se quedó pensando durante un rato más sin bajar su amenazadora mano- ¿estoy en la tierra?

-Sí- conteste moviendo la cabeza un poco en señal de afirmación- ¿de dónde vienes?

Ignoró mi pregunta durante unos minutos, no sé si tal vez no lo había entendido, estaba a punto de repetirla cuando contestó.

-De un planeta que está a poco más de 40 millones de años luz de aquí, en la constelación de cáncer, 55 Cancri e, de allí vengo.

-¿Y qué te trae a la Tierra?- pregunté como si eso fuese de lo más normal del mundo.

-No lo sé, no debería de estar aquí- en cuanto dijo esto bajo la mano y  se tocó la pierna que estaba demasiado herida, toda su ropa del costado izquierdo esta quemada, no por completo pero sí bastante.

-¿Estás herida?- pregunte antes de acercarme a ver su pierna-Tienes una cortada profunda, tengo que limpiarla.

**********
Iara.
El medallón me había llevado hasta otro planeta, era un planeta demasiado raro, me encontraba frente a una humana, no había escuchado mucho sobre ellos, de hecho eran como un mito, y tenía a una frente a mí, una que se parecía demasiado a Eira.

Algo en ella me hacía sentir cierta paz, pero no podía confiarme, se dio cuenta de que estaba herida, eso lo podría utilizar para atacarme pero se ofreció a curarme, me ha llevado a dentro de su extraña casa, puso un líquido transparente de olor fuerte en mis heridas, eso realmente ardía, pero se sentía bien.

Su rostro parecía sorprenderse por mis heridas, como si nunca hubiese visto una cortada por espada antes.

-Tu sangre es azul- dijo mientras limpiaba la herida.

-Sí, la tuya de qué color es, ¿de qué familia?

-La mía es roja, y bueno, no sé a qué te refieres con familia, soy A+.

Su parecido con Eira era sorprendente, sus ojos, esos ojos claros, los labios de un rosa fuerte, y el cabello castaño y ondulado que colgaba hasta la altura de sus hombros.

**********
Violeta.
La sala se sintió más fría, de hecho todo lo que estaba cerca de ella se sentía un tanto más fresco.

Cure sus heridas con lo que pude, le coloque algunas gasas y vendas, ella no decía mucho, se había quedado muy callada, siendo de otro planeta supondría que tendría algunas preguntas.

-Te ves cansada, deberías de descansar- le dije antes de marcharme a la cocina a traer un poco de agua para que tomara.

-¿Acoges en tu casa a alguien de otro planeta que podría ser peligroso?

Su pregunta sonó justo como algo que mi madre diría, no era algo muy inteligente de mi parte, pero no podría dejarla afuera o llamar al FBI para que se la llevaran y la lastimaran- Sí- conteste finalmente.

-¿Los humanos son así?

-No todos.

-¿No temes de mí?- preguntó acercándose a mí.

-No te conozco- dije antes de ver sus ojos que poco a poco perdían el azul eléctrico para quedar en azul cielo.

-Deberías temerme por ello.

-¿Tú me temes?

-No lo sé- contestó viéndome a los ojos- no creo que me lastimes.

-No deseo hacerlo, ¿me lastimarías?

-Tampoco deseo hacerlo.

Un impulso de besarla me llego, pero lo resistí, no podía besar a un alíen, ni aunque fuese así de hermoso, era algo muy descabellado, me retire un poco de ella, le ofrecí que durmiera en el sofá, y subí a mi habitación.

**********
Iara.
Estaba en un sofá demasiado raro a decir verdad, todo en aquella casa me parecía raro estaba un tanto atontada por la pérdida de sangre y energía que se me había olvidado algo muy importante ¿Qué demonios  hacia yo allí?

El medallón aun colgaba de mi cuello, el debió  de haberme llevado hasta ese lugar, el aroma era diferente, todo olía a esa humana, había otros olores pero el de ella era el más fuerte, o el que más percibía.

Deje de escuchar ruidos arriba y supuse que se había quedado dormida, estaba demasiado cansada como para salir de allí, además de que no tenía ni idea de a dónde ir, “¿los humanos tendrán poderes?” me pregunte mientras veía una imagen de violeta que colgaba de la pared, tenía un enorme y brillante marco color plateado,  recorrí esa sala y me encontré con objetos de cerámica, muebles de madera y un espejo, me acerque para ver mi reflejo, mi cara no estaba sucia, ella me había limpiado, me quedaban algunos golpes y raspones, mi labio estaba un tanto hinchado, pero lo que me sorprendió  y me alarmó fue que mi cabello era de color  negro,  eso no era normal, no tenía ni idea de a que se debía, retrocedí un poco y tropecé con una silla que estaba detrás de mí, caí al suelo y me golpee la cabeza, mis movimientos eran bastantes lentos y mi cuerpo se sentía algo pesado, supuse que era por el cansancio, regrese al sofá en el que estaba y cerré los ojos para dormir lo que pudiera.

Desperté más tranquila, tenía más energía, me parecía que había dormido por días enteros, pero las cosas no parecían haber cambiado mucho, el entorno se miraba igual que antes, decidí que sería bueno hablar con la humana, detecte que aún se encontraba en la habitación en la que había entrado antes de que yo durmiera, subí las escaleras y entre sin tocar.

Se encontraba recostada en una especie de mesa suave, supuse que esa debía de ser su cama, ella aun dormía, ya había pasado demasiado tiempo y ella seguía dormida, me quede al lado de la cama a verla.

Su parecido con Eira era increíble, sus labios eran tal vez diferentes, un tanto más gruesos, pero su piel, sus ojos, se parecía bastante a Eira.

-Eira- susurre sin que ella pudiera escucharme.

Su pecho subía y bajaba al ritmo de su respiración, su cuarto estaba oscuro, entraba un poco de luz por la ventana pero solo iluminaba la cama, las paredes quedaban en sombras.

Escuche un ruido prominente de la humana, me di la vuelta y me acerque de nuevo a la cama.

Se levantó  de un salto al verme parada a un lado- Eres real- exclamó al verme de arriba abajo- pensé que había soñado ¿Qué haces despierta tan pronto?, te deje abajo a eso de las 3:50 am, y son apenas las 5:30.

Yo no entendía que era lo que me estaba diciendo, supongo que debía de referirse al tiempo que dormí, que si debo de aceptar fue bastante- Lo siento, dormí demasiado, es solo que estaba cansada- dije bajando la cabeza.

-¿Demasiado?- pregunto algo sorprendida- no dormiste ni 2 horas.

-Eso fue demasiado tiempo para mí, es mucho más de lo que suelo dormir- conteste mientras ella me veía sorprendida.

-Eso es sorprendente, pero los humanos dormimos un poco más de tiempo, ¿necesitas algo?

-No, solo pensé que estabas despierta.

-Bueno de hecho no puedo dormir bien- contestó sentándose sobre la cama- ¿puedo preguntarte algo?


-Bueno, no eres la única que quiere respuestas, tú pregunta- contesté sentándome a su lado.
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5 comentarios:

  1. Muy interesante y novedoso... Sigo con gran expectativa para esta historia, la cual ya despierta gran interés.

    Gracias por traer algo nuevo que leer ;)

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  2. Muy interesante tu historia sigue con ella ^_^

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  3. Me ha gustado mucho esta historia y me agrada tu forma de contarla, espero sigas publicando diariamente, saludos.

    - Maria

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  4. Interesante tú historia y muy diferente, ojala y siga así ; tiene buena pinta, saludos

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