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Taide bajo corriendo las escaleras de rato que
Alondra se fue, trato de verla de nuevo pero no la encontró, tardo mucho en
reaccionar para pedirle su número.
<<Tengo que esperar a que ella me llame,
tengo que aguantar, que tonta, debí de haberle dicho que me diera su número,
espero que me llame, deseo que lo haga>>
Mientras perdía el sentido de la dirección en
que se encontraba por culpa de la multitud de cuerpos danzantes que se
aglomeraban a su alrededor y la arrastraron con ellos por toda la pista sin que
ella pudiera salir por algún hueco.
Después de empujones y reproches logro
escabullirse a una orilla en la que vio a Top platicando con alguien.
-¿Dónde estabas, creí que te habías ido?
-Estaba tomando un poco de aire en la azotea,
me tengo que ir es tarde.
-Claro Tai, es la una de la mañana.
-Es muy tarde, nos vemos.
Se despidió con un beso de su amigo que se
notaba un tanto ebrio y animoso.
Salió a la calle pero era imposible que la
alcanzara a ver, encendió su auto y se fue a su casa.
La voz de Alondra le parecía un tanto sexy a
decir verdad, además tenía unas prominentes curvas que marcaban las
circunferencias de su cuerpo, era justo lo que Taide había soñado como persona
especial.
<<Es hetero, tiene, mejor dicho tenia
novio, no puede verme de esa forma, tan solo debió de haber pedido mi numero
por cortesía, nunca llamara, lo sé, no lo hará, pero me queda la satisfacción
de haber disfrutado de su sonrisa>>
Eso le era suficiente para no sentirse tan
triste, el hecho de haberla conocido era un triunfo aunque no lograra nada,
esta conducta podría ser conformista para ciertas personas, pero libraba a
Taide de decepciones, uno siempre debe de estar prevenido para lo malo, no
deseándolo solo previniendo los imprevistos de la vida.
No había pasado ni siquiera una hora de que se
acostó intentando descansar cuando se dio cuenta de que conciliar el sueño le
sería muy difícil. El cuarto estaba demasiado caliente, gotas de
sudor diminutas se deslizaban por su frente, las cobijas parecían asfixiar su
piel.
Con paso perezoso se levantó y abrió la ventana
para que el aire pudiera refrescar la habitación, le hubiera sido más fácil
adaptar la calefacción en el termostato, pero decidió que suficiente daño tenía
el ambiente como para sumarle más contaminación aun.
Dio vueltas alrededor de la habitación, por más
que intento sentirse con sueño no lo consiguió, la falta de sueño por las
madrugadas eran frecuentes en su vida, conciliaba el sueño alrededor de las
6:00am y despertaba a las 12:00pm, con Top pensando que dormía mucho cuando en
realidad dormir mucho era uno de sus deseos más anhelados. En la habitación
oscura que recorría a siegas recordó su equipo, si ella no dormía por qué no
hacer algo productivo con su tiempo.
Tomo su tornamesa y comenzó a jugas con los
sonidos, consiguió unas nuevas mezclas que le gustaron, tomo su equipo de
grabación y comenzó a gravar sus nuevas mezclas, las combino con frases y
pedazos que ella decidió cantar, en dos horas cuarenta minutos tenía una nueva
canción, por lo general componer le costaba mucho tiempo incluso meses, pero en
esta ocasión la inspiración estaba de su lado.
Como siempre en punto de las 6 de la mañana se
encontraba poniéndose cómoda para dormir.
**********
En cuanto el despertador sonó Alondra se
levantó, lista para realizar todas sus labores del día, después de un sándwich
salió de prisa a la tienda, termino más rápido que de costumbre y salió para
dar una vuelta.
<<Debería de llamarla, ¿Qué le diría?, no
creo que ella desee que la moleste debe de estar muy ocupada, además no creo que
verla me ayude, al contrario no debo de volverla a ver nunca>>
Mientras se dirigía a su casa para aburrirse un
rato en cuanto cruzo la calle se
encontró con Héctor que aguardaba a su llegada.
-¿Podemos hablar de lo que ocurrió?- pregunto
cuando esta estuvo lo suficientemente cerca.
-No tenemos nada que hablar, dijiste lo que pensabas.
-No, eso no es lo que pienso yo te amo.
-Pero yo no, no te lo había dicho pero desde
hace mucho no siento lo que se supone que debería de sentir, lo siento, lo
mejor será que dejemos las cosas como están, busca a alguien que te amé como
mereces.
Sin decir más palabras siguió su camino y entro
a su casa, sin voltear a ver la expresión de Héctor, era demasiado el tiempo
que había pasado y demasiadas dudas estaban en mente.
Recostó su cabeza en el respaldo del sofá y se
puso lo más cómoda que pudo, había tomado la decisión de no volver a ver a
Taide, y aria lo posible por cumplirlo.
Cerró los ojos y se resignó a obedecer su
decisión.
Las horas pasaron y ella seguía inerte en ese
sofá sin decir ni hacer nada, estaba en blanco, no se permitía pensar en nada
por miedo a que esos pensamientos raros volvieran.
Al llegar la hora de parir a su ensayo decidió
irse más temprano e ir caminando, no quiso permitir que los aromas del metro le
permitieran perderse en su mente.
Escucho la música pero no la sintió, las alas
que sentía salir de su espalda no aparecieron y su cuerpo se movía con mucho
esfuerzo por seguir a los demás, la luz que brillaba en sus pies con sus
movimientos no destello como siempre pareció apagarse poco a poco hasta dejarla
en penumbras.
Todos notaron su falta de interés por lo que
era lo que más disfrutaba en la vida, le preguntaron si estaba enferma o algo,
pero ella solo sonrió y dijo que se encontraba un poco cansada.
Hiso su maleta y se fue a su casa dispuesta a
seguir con su vida sin Taide en ella.
**********
Los días fueron pasando, Taide realizo varias
presentaciones una por noche durante toda la semana, faltaba un día para ir a
la inauguración de ese sitio en donde se supone que Alondra se presentaría,
tenía más de 8 días sin saber nada de ella.
Top preguntaba qué era lo que le sucedía pero
ella solo decía que el estrés por fin la había atrapado en sus garras.
-Taide tú no te estresan con nada, eres la
chica más relajada y tolerante a la frustración que conozco.
-Bueno, ya sucumbí ante él, no es nada.
-¿Segura?, desde la noche de la fiesta de
máscaras estuviste rara, primero te mirabas muy feliz y de la nada una nube
negra callo sobre ti y te apago por completo.
-No exageres, solo me siento cansada de las
fiestas, además esa nueva canción salió muy bien y necesito sacar más como esa.
-A mí no me engañas, ¿Qué paso en ese lugar?
-Bueno, recuerdas a la chica con la que choque.
-Sí- contesto asintiendo con la cabeza-¿Qué
paso con ella?
-La vi en ese lugar, platicamos, se llama
Alondra y había terminado con su novio, después de platicar quedamos en
volvernos a ver y no he tenido noticias de ella.
-Ya veo- contesto mientras se levantaba del
sofá que había estado ocupando por más de una hora- la quieres volver a ver, te
gusto.
-No me gusto, es hetero, solo me preguntaba que
paso con ella.
-Dijiste que era bailarina, así que mañana por
la noche se tendrá que presentar en la apertura del lugar, la podrás ver y
saber que ocurre con ella, dijiste que termino con su novio, tal vez aun esta
libre.
-Dije que tenía novio, con testículos, hombre,
es hetero así que no tengo oportunidad de nada.
-Creí que habías dicho que no te gustaba.
-Tal vez me atrae un poco, pero sabes que
siempre me fijo en lo imposible.
-No olvides que lo imposible no existe, solo es
cuestión de que lo intentes.
<<Cuestión de que lo intente>>
La invitación de Top pareció resonar en su
cabeza una y otra vez, intentar algo con esa chica, conocía muy poco sobre ella,
y estaba segura de que jamás la vería de esa forma, podría intentar ser su
amiga, ¿pero eso sería suficiente?, lo lograría conformarse con ser una amiga,
¿resistiría a sus impulsos?, su mente parecía confundirse con tantos pros y
contras de la idea de su amigo.
Entre la soledad de su alcoba esa noche como
siempre el sueño tardo en llegar, no podía dejar de pensar en lo que le había
propuesto Top, tratar de entablar una amistad con esa chica, tratar de
conocerla más, podría resultar insoportable y sus sentimientos hacia ella
desaparecerían, lo que más le asustaba es que resultara ser encantadora y que
lejos de desenamorarse de ella termine queriéndole más.
La habitación se sintió inexplicablemente
helada, el calor que había sentido en ella tiempo atrás había desaparecido, el
frio penetraba en sus huesos y la hacía estremecerse acurrucada en su cama con
más cobijas de lo habitual. El tiempo parecía detenerse y por más que trataba
de dormir no lo conseguía, su mente daba vueltas alrededor del recuerdo de esa chica de Alondra, y se
preguntaba qué era lo que ella estaría haciendo…
**********
La luz del día le hiso despertar, realizo los
deberes del diario antes de salir a realizar su trabajo, salió pronto y se
dirigió a casa para prepararse antes de la inauguración.
Lista y sin nada más que hacer dio un vistazo
por la ventana para observar a las personas callejeras mientras corrían a sus
trabajos, casas o cualquiera que fuese su destino.
Miraba completamente ajena a ellos y a su vida.
<<Sera correcto sentirse como me
siento>>
La duda la interrogaba y por más que intentaba
darle una respuesta no lo conseguía, ¿Cómo saber que algo es correcto o no?,
nadie puede decir que algo sea del todo correcto o incorrecto, ¿es correcto si
no lastimas a nadie, aunque sea a ti a quien lastiman?
<<No debería de sentirme así y menos por
una chica, se supone que yo también lo soy, no debo de sentir esto, dios nos
hiso hombre y mujer por algo, no es correcto ir en contra de lo natural, de
seguro se me pasara pronto, solo necesito no volverla a ver, aunque sé que hoy
estará allí, pero no creo que me recuerde, ¿por qué tendría que
hacerlo?>>
Su mentalidad era que por qué razón una persona
como Taide se preocuparía o se molestaría en recordar a una chica como ella,
además de que el hecho de que esa chica vistiera de tal manera la primera vez
en que la vio no significa que tenga que ser así.
Alondra fue criada con la religión católica muy
apegada a lo que la iglesia considera correcto, la unión de ese tipo no era
normal, y según el sacerdote de la iglesia a la que solía ir esas personas
estaban condenadas al infierno.
Con esa idea en la mente lucho contra su
persona y se hiso a la idea de que así no es normal, que es malo. El hecho de
que una chica despertara tantas emociones en ella la tenía en completo pánico,
temía que esto la condenara, aunque en sus adentros se preguntaba ¿será malo
realmente?, ¿Quién dijo que lo fuera?
Recordó de pronto sus años de la infancia,
cuando estos temas le eran completamente ajenos, recordó lo feliz que era sin
preocupaciones y de pronto después de 5 años con un chico al que nunca había
querido realmente y después de conocer a una chica por accidente, sintió que su
corazón latía de nuevo.
Al platicar con Taide se había sentido bien,
sentía que el solo movimiento de sus labios al hablar la hacían feliz, cada vez
que ella sonreía era como si su corazón iniciara una carrera sin fin y latía más rápido hasta sentir que
saldría de su pecho, sentía que su corazón estaba tan acelerado y que tal vez
logro salir, salió y ahora ya no estaba con ella, sino que se lo había llevado
Taide consigo.
Se sintió increíblemente mal, avergonzada de
pensar en esas cosas, de haberse imaginado haciendo cosas que no son correctas
con esa chica de ojos negros hipnóticos.
Tomo sus cosas y se marchó al salón para bailar
en la inauguración, no tenía que huir de ella se convenció de que la había
olvidado, cosa que la alegro un poco y la lleno de tristeza al mismo tiempo.
Las luces de colores llenaban el lugar, todo lo
que antes había visto completamente vacío se encontraba ahora lleno de cosas,
sillas decorativas con formas muy llamativas, un bar con bebidas embriagantes
de todos los países que podría imaginarse, desde una simple cerveza hasta el
vino más fino, no había nada que le faltara; la tornamesa del DJ estaba puesta
las bocinas instaladas en zonas específicas para garantizar un audio impecable,
la pista lucia brillante y limpia, lista para sus pasos de baile que indicarían
la apertura del lugar.
En medio de esa pista de pronto se sintió
diminuta, como si el lugar la tragara y no pudiera hacer nada para escapar, no
se sentía capas de bailar como antes, sus ojos marrones perdieron su brillo y
la ilusión que reflejaban se había desvanecido como un montón de cenizas
arrastradas por la brisa del viento.
Con un suspiro salió de allí y se dirigió al
camerino donde su vestuario y sus compañeros la esperaban, juntaron sus manos y
entre todos lanzaron un grito de apoya antes de salir. Por miedo a verla no
salió del camerino hasta que la hora de bailar había llegado, esperaba que en
esta ocasión las alas salieran de su espalda y pudiera volar como antes, pero
la tristeza parecía haberlas atado o aun peor cortado para que no volvieran a
mostrarse.
Las luces se apagaron dejando todo en oscuridad,
un presentador comenzó a hablar a la muchedumbre que se encontraba en el lugar
mientras todos tomaban sus lugares. La música se escuchó aún más fuerte que en
los ensayos, todos bailaban pero ella se sentía perdida sin saber a dónde ir,
se convirtió en un estorbo para los que se encontraban danzando en la pista con
audacia, viro la visa hacia la mesa donde supuso encontrar a Taide, al ver
hacia ella contemplo una sonrisa y un movimiento de mano que la saludaba.
Las alas escondidas en su interior rompieron
las cadenas que las ataban, sintió el calor en su cuerpo y se preparó para
dejarlas salir por completo, sus pies eran más agiles que nunca y los sentía
tan ligeros como pluma, la luz que alguna vez la había iluminado al bailar
resplandeció de nuevo con un brillo segador que ella nunca había imaginado,
coda movimiento era realizado con la perfección como característica principal,
los ojos tristes parecían alegres y más resplandecientes que antes, su cabello
se agitaba con un ritmo perfecto como si danzara con ella, y cada vez que
miraba hacia arriba encontraba la sonrisa de esa chica que controlaba la música
moviendo la cabeza con el ritmo ajustando cada control para perfeccionar el
sonido.
**********
Cada movimiento del cuerpo de Alondra parecía
más mágico ante la mirada de Taide, sentía como con su música esa chica se
mostraba tan feliz, notaba la sonrisa que se dibujaba en su rostro mientras
estaba en la pista de baile, por más que intentaba no verla no lo conseguía,
sus ojos eran atraídos en su dirección como abeja a la miel, parecía que las
luces se opacaban ante esa chica de curvas perfectas.
No quería que la música se detuviera temiendo
que se alejara de su vista y no la volviera a ver.
Sin tiempo que perder y antes de que la canción
terminara, dejo algo preparado y dejo a Top en su lugar para salir corriendo
antes de que Venus se alejara de ella.
**********
La música termino y con la última nota las alas
de Alondra se escondieron de nuevo dejándola con la respiración agitada y la
satisfacción que la acompaña después de tan placentero baile.
Busco lo más rápido que pudo a la chica de la
tornamesa pero en su lugar estaba un chico que aplaudía con entusiasmo, la
sonrisa que había permanecido en su rostro se desvaneció por completo.
<<No le gusto, se fue, tendría algo mejor
que hacer>>
Desilusionada y entristecida salió de la pista
con los demás y se dirigió a su descanso mientras contenía las ganas de llorar
que sin ningún motivo razonable la habían embargado.
**********
Corrió lo más rápido que sus pies le permitían,
se abrió paso con empujones y poco le importo el daño que causara tenía que
llegar lo más rápido posible.
Fuera de la pista de baile vio la silueta de la
chica que se alejaba hacia los camerinos, corrió desesperadamente hacia ella
sin idea de que decir.
Después de correr como loca la perdió por
completo, sin idea de a dónde ir doblo en la misma esquina donde la había
conocido tan rápido como un rayo hasta que se topó con un obstáculo en el
camino que la hiso caer.
-Lo siento- dijo al pararse de prisa- es la
segunda vez que me pasa algo así.
-Que gracioso también es la segunda vez que me
pasa a mí.
Se dio
cuenta de que era ella, estaba de nuevo cara a cara con ella, aun
llevaba el vestuario del baile, no supo que decir, solo sonrió por unos instantes.
-Pensare que lo haces apropósito.
-Esta vez eras tú la que corría con mucha
prisa- contesto sonriendo.
-Lo siento.
Se quedaron sin decirse nada solo mirándose y
sonriendo hasta que Taide rompió el silencio.
-Bailaste increíble, realmente eres buena.
-Gracias, espero que si les haya gustado.
Eso fue lo único que Alondra pudo contestar
aunque en realidad lo que quería decir era <<Espero que te haya
gustado>>
-Claro que les gusto fue genial, y si no fue
así deben de estar ciegos.
-Gracias, ¿a ti te gusto?
Taide pareció pensar en la respuesta.
-Claro que me gustó, fue una coreografía muy
buena.
Aunque lo que realmente pensaba era << Me
gustas tú más que todo>>
-¿Cuál era la prisa que tenías?, digo que tenías prisa puesto que
estabas corriendo.
-Yo… solo tenía que llegar a mi lugar de
trabajo.
-Ok, pero corrías al lado contrario de tu lugar
de trabajo.
-¿Enserio?- contesto Taide avergonzada de ser
sorprendida en la mentira.
-Sí, si fueras para atrás llegarías a tu mesa.
-Entonces me he perdido- contesto sonriendo
mintiendo a la chica que la miraba incrédula.
-¿Te llevo para que no te pierdas?, podrías
llegar a Kazajistán sin darte cuenta.
-Lo agradecería si lo hicieras.
-Vamos.
Tomo su mano y la llevo con ella a su sitio.
Taide sentía como la suave mano de Alondra
apretaba la suya para no perderla entre la multitud de gente que estaba en la
pista, sentía que sus piernas temblaban tan solo por el contacto de su piel
pero lo disfrutaba de manera sobrenatural.
**********
<<La estoy tocando>>
Pensaba Alondra alarmada.
<<La estoy tocando y me gusta hacerlo,
sentir la tibieza de su mano en la mía>>
-Listo- dijo al llegar a lugar en que se
encontraban los controles.
-Gracias por librarme de llegar a
Kazajistán-contesto Taide poniéndose en los controles.
-De nada. Parece difícil- dijo Alondra después
de darle un vistazo a todos los controles que Taide manejaba diestramente.
-No lo es tanto, solo tienes que escuchar cómo
suena, encontrar un buen ritmo, escucha- tomó los audífonos que tenía al lado y
los coloco en los oídos de Alondra con sumo cuidado acercándose un poco más a
ella.
-Se escucha bien- contesto después de haber
despegado los audífonos de sus oídos.
-Es lo único que tengo que hacer, detectar si
suena bien.
Taide comenzó a mesclar sonidos con una
grabación que traía y el ritmo la hiso
moverse animadamente mientras las personas de abajo festejaban y aplaudían a su
sonido.
-Tienes muy buen ritmo.
-No tanto como tú que eres la profesional de la
danza aquí, enséñame unos movimientos.
Pensándolo por algunos segundos Alondra comenzó
a bailar junto a Taide que imitaba sus movimientos a la perfección
sorprendiendo a Alondra.
<< ¿Qué estoy haciendo?, me siento feliz
al estar con ella>>
Mientras seguían bailando al ritmo de las
mezclas de Taide tres chicas se acercaron a donde ellas estaban.
-Hola, eres Taide verdad, soy tu fan eres muy
buena con las mezclas- dijo una de las chicas que se acercaba a saludar a
Taide.
-Gracias, no soy tan buena solo me divierto.
-Y nos diviertes- completo otra chica- puedo
tomarme una foto contigo.
-Claro- contesto esta mientras posaba con la
chica- solo toma mi lado sexy por favor.
-Todos tus lados son sexys- contesto la chica
que abrasaba a Taide para la foto.
Alondra comenzó a sentir enojo primero hacia
las chicas y después contra Taide que sonreía al lado de esa desconocida.
No le gustaba la idea de que ella estuviera al
lado de esas chicas que vestían con ropa que dejaba muy poco a la imaginación,
detestaba que ella les sonriera y les hablara de una forma tan amable.
-Escuchamos que buscas buenas voces que llamen
la atención para gravar y aquí tienes tres candidatas dispuestas- dijo la chica
que había tomado la foto.
-Sí, buscaba una voz, veo que el chico de la
entrada les dio información verdad- contesto viendo al chico que impedía que
las personas se acercaran demasiado a donde Taide se encontraba.
-Sí él nos dijo, también comento algo sobre tu
estado civil- dijo la chica que seguía abrasando a Taide.
Alondra sintió que su sangre comenzó a hervir
de rabia y coraje, aunque se decía a si misma que ella no tenía que sentir eso,
no era nada de ella y tenía el derecho a coquetearle a quien quisiera.
-Ok- contesto Taide para después aclarar su
garganta y apartase un poco de la chica que la abrazaba- lamento decirles que
ya encontré una voz que me agrado y que me ayudara con lo que tengo que gravar,
les presento a mi amiga Alondra, ella ara las grabaciones, pero si las necesito
las busco, datos con mi amigo de la entrada.
Las chicas voltearon en dirección de Alondra
que solo miraba en silencio hasta el momento.
-Yo…-bacilo un poco pero al ver las señales que
Taide le hacía por detrás de las chicas, ella apunto a las tres, formo una
pistola con los dedos índice y pulgar y fingió darse un tiro en la cabeza para
después unir las manos en señal de súplica- le ayudare con las grabaciones.
-Que lastima- dijo la chica de la cámara- si
necesitas algo llámame- dijo mientras se despedía de Taide.
-O a mí- dijo la chica que le pidió la foto.
-Nos veremos muy pronto- dijo la tercera chica
que al igual que las demás se despidió de Taide con un beso en la mejilla.
Taide solo sonrió a las tres chicas y asintió
con la cabeza mientras estas se marchaban
lejos a la pista de baile.
-Te debo una, me dio algo de miedo.
-Y eso
¿fue…?
-Admiradoras acosadoras.
-¿Te pasa seguido?
-Solo de lunes a domingo- contesto sonriendo-
esto debió de darte una mala imagen de mí, aun no comprendo porque lo hacen.
Alondra observaba como Taide regresaba a los
controles mientras se encogía de hombros.
<<Lo hacen porque eres hermosa>>
Quiso gritarle pero no tuvo el valor para
decirlo, tenía miedo de lo que pudiera pasar, de que se alejara de ella.
-Tal vez les gustas- dijo algo apenada.
-Que mal gusto deben de tener, si fuera ellas
me figaría en alguien menos… yo.
-¿Cómo que menos tú?
-Sí, alguien más extrovertida, más desinhibida,
creo que piensan que porque me la paso de fiesta en fiesta soy más atrevida.
-Así que no te agrada que sean tan lanzadas.
-Bueno me levantan el ánimo, pero si me
incomoda un poco, en una ocasión me lanzaron un sostén a la cara.
-Wow, ¿Qué hiciste?
-Lo tome y dije en el micrófono que se los
agradecía pero que era muy grande para mí era copa doble D.
-Y ¿ninguna de ellas te gusta?
Después de hacerle esta pregunta se dio cuenta
de que tal vez no debió de haberlo dicho, Taide se quedó callada un momento
mientras la miraba sorprendida por el cuestionamiento, Alondra sintió que se
sonrojaba, quería salir huyendo del lugar pero antes de que sus piernas
siguieran la orden de su cerebro Taide contesto.
-Bueno no puedo decir que son feas porque
mentiría, pero ninguna me gusta, no son lo mío.
La última frase se encerró en la cabeza de
Alondra, “No son lo mío”, eso quería decir que no era les como ella pudo
pensar, era heterosexual, con esta información se sintió como una tonta por
pensar diferente, no sabía que decir, hubiera preferido que le digiera que
alguna le había gustado, pero con ese “no
son lo mío” había descartado toda posibilidad de que ella pudiera lograr
que se interesara en ella.
-Entiendo- dijo mirando a otro lado.
-Lo de tu voz era cierto, me gustaría que
gravaras algunas frases, podríamos hacer algo interesante con ellas.
-No sé si pueda.
-Por favor, sé que es mucho encaje después de
que me salvaste de esas chicas, pero enserio tengo unos proyectos en los que tu
voz me vendría muy bien.
-Yo no canto.
-No necesitas cantar es solo cuestión de que
hables.
Si aceptaba tendría el pretexto para volver a
verla, podría pasar tiempo con ella y conocerla más, después de todo no era gay
así que sus pensamientos se quedarían en solo eso, pensamientos que son
imposibles de materializar y que con el tiempo desaparecerían como ya lo habían
hecho ideas anteriores.
-Ok te ayudare con eso.
-Perfecto, el estudio de grabación no está
disponible pero tengo el equipo necesario en mi casa ¿Cuándo tienes tiempo?
-Pasado mañana al medio día.
-Me parece perfecto, te espero en mi hogar, te
anoto la dirección- saco una hoja de una libreta que estaba en un cajón, anoto
los datos y se los entrego.
-Ok nos veremos allí.
Después de esa pequeña charla continuaran
bailando y riendo hasta que la fiesta se dio por terminada y se fueron a sus
casas.
Alondra estaba más angustiada que antes, se
había dispuesto a no volver a ver a Taide y ahora tenía un compromiso con ella,
le aterraba estar junto a ella, pero lo disfrutaba a la vez, el simple rose de
la piel de Taide la hacía sentir felicidad, sentía que vibraba y quemaba, pero
esa sensación le encantaba, con Héctor nunca llego a sentir nada ni remotamente
parecido.
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Hola chicas, espero no ir tan mal.
ResponderEliminarsaludos y todas las criticas, dudas y sugerencias son muy bienvenidas con los brazos abiertos \(*-*)/
ME ESTÁ ENCANTANDO ESTA HISTORIAA POR FAVOR CONTINUA
ResponderEliminarMe esta gustando mucho la historia :D
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