Capítulo 5
- ¿Un Arcángel? ¿cómo
Miguel?
- Si hija como Miguel.
Como te dije anteriormente, él fue perdonado, y entonces ascendió nuevamente a
los cielos. Y sé que vela por tu bienestar porque muchas veces he sentido su
presencia en tu habitación, y sé que está cuidándote.
- ¿tú le creíste todo eso?
- Ariana, yo misma lo vi
alzar vuelo con sus blancas y enormes alas y desaparecer entre las nubes.
- Entonces debo creer que
soy hija de un Ángel o Arcángel- respondí secándome las lágrimas.
- Sé que no me crees esto
que estoy diciéndote, pero es así. Eres mitad ángel, mitad humana. Y grábatelo
en la cabeza aunque te cueste aceptarlo. Eres hija de un Arcángel.
Nunca creí en esa historia aunque mi madre
sabe que no lo he hecho no puedo creer en algo así.
Pero he leído muchos libros con respecto a
eso e incluso la biblia que habla de la caída de Lucifer pero nada más. Y los
demás arcángeles son nombrados. ¿Cómo se habrá redimido? Porque que yo sepa ser
redimido tiene un precio.
Será mejor dormir antes de que me empiece a
doler la cabeza. Si mi madre engaño a mi padre debió inventarse una historia
creíble.
****
¿Así que simplemente descendieron para
procrear hijos? Así que los ángeles también tuvieron su debilidad y no solo Eva
por comer la manzana.
Seguramente eran hermosas, bellísimas,
deslumbrantes las mujeres de aquella época para que hasta los ángeles se volvieran
loquitos por ellas.
¿Arikel será tan bella como aquellas mujeres?
porque para mí es una diosa, debe ser hija de la misma afrodita.
Pero ¿Por qué estoy pensando en ella? Desde
que llego no he podido sacármela de la cabeza.
Lo que alcance a leer es que Lucifer no
descendió esa vez con los demás Ángeles.
¿En qué momento y porque lo hizo? Deberé
averiguar todo es, pero dudo que todo esté en un libro. O al menos en ese.
Sé que tengo la mismísima fuente de información en casa pero pensándolo
no creo que vaya a decirme la verdad si es que decide contarme. No me queda
otra que investigar de otras formas.
Mi madre debe saber algo, tal vez solo lo
básico. No creo que él le haya contado cosas de hace miles de años o quizás sí.
Recostada sobre la cama observo la pared más
alejada de mi dormitorio donde hay una mancha de humedad. Con lo bien que le
pagan los padres de la mayoría de los que estamos aquí encerrados, los
directivos deberían al menos arreglar de vez en cuando este viejo edificio.
Algunas manchas ya tienen forma propia y casi
puedo verlas bailando entre ellas.
La habitación está a oscuras. La lluvia para
y vuelve, las cortinas de la ventana están corridas para que entre un poco el
aire fresco y el olor a la lluvia.
Esto de encontrarme a escondidas con Arikel
me no me atrae mucho. No por el hecho de que nos vaya a meter en problemas si
alguien se entera. El solo hecho de estar a solas con ella es lo que no me
gusta. Porque para que negarlo me atrae y muchísimo y no me gustaría terminar
despertando algún sentimiento por ella.
Este es mi último año aquí y tal vez el de
ella también. Me estiro en la cama y suelto un bostezo mientras ruego no volver
a tener el mismo sueño desde hace siete años, y dormir tranquila.
Despierto con el sonido del despertador.
Intento recordar lo que estaba soñando pero no puedo. Como todas las mañanas me
levanto y voy a la ducha, después de mi baño matutino salgo hacia la cafetería
con los pequeños y mi hermano acompañándome.
Viernes. Ultimo día de la semana. Lo único
que nos alegra a los que estamos aquí es que es el último día de clase, porque
salir no podemos. Aunque muchos se escapan para ir a los boliches. Antes solía
hacerlo, pero ahora ya no, es mi último año y luego saldré tranquila a donde
quiera.
Claro que mi padre ya ha empezado a insistir
en que voy a estudiar al terminar el colegio, y que quiere algo relacionado a
la empresa que el maneja porque quiere que
me haga cargo.
Sinceramente de mi parte no sé qué estudiar,
pero no pienso hacer algo que él quiere. Pronto cumpliré la mayoría de edad y
el no podrá hacer nada, suficiente ya ha hecho bastante con haberme encerrado
aquí.
Al llegar a la cafetería y pedir nuestros
respectivos desayunos nos sentamos en nuestra mesa de siempre.
Hay muy pocos alumnos, al ser el último día
de la semana no se preocupan de llegar a horario a clases.
****
Lo veo sentado frente a mí y aunque quiera no
puedo apartar mi vista de él.
Debo hacerlo para que no se den cuenta de que
me gusta. La verdad no me importa si se dan cuenta o no, pero lo que no quiero
es que haya problema entre ambos sectores.
- Esta noche saldremos de
fiesta- comenta Luna- deberías venir Arikel.
- Si tienes que venir-
dice Lukas y suena como una orden.
- Gracias por la
invitación pero no- respondo mirándole seria.
Realmente no lo soporto, le deje muy en claro
el otro día que no quiero nada con él y mucho menos con esa actitud que tiene.
Vuelvo mi vista al frente y encuentro los
ojos azules de Luzbel mirándome.
Me pierdo en esa mirada azul, él toca su
cabello rubio dejándolo desprolijo, sabiendo que lo hace ver más guapo. Siento
el deseo de sumergir mi rostro en su melena para impregnarme de su perfume y
besar la piel de su cuello y emborracharme de su aroma.
Despeja sus ojos de los míos y se levanta de
manera molesta y no vuelve a mírame desapareciendo por el pasillo de su aula.
Su actitud me desconcierta hasta que siento
mi mano entrelazada con otra.
Puedo ver a Lukas sonriendo triunfante y mi
mirada se trasforma sabiendo lo que hizo. Me suelto de él y con esa misma mano
le doy una bofetada.
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Me encanta por favor continua pronto Vale (Colombia)
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