Capítulo 13
Despierto
en el medio de la noche algo angustiada y con el cabello mojado pegado a la
frente. Trato de calmar mi respiración y recordar que estaba soñando pero es
imposible.
No es
la primera vez que me pasa algo así en estos días de despertar de golpe y no
recordar lo que estoy soñando.
Me
levanto de la cama, y miro por la ventana, el sol empieza asomarse a lo lejos.
Me encanta ver el amanecer aunque más lindo es verlo desde un lugar alto o
desde la orilla del mar.
Busco
mi chándal y una zapatilla y salgo al patio.
En este
momento del día, el internado se encuentra en silencio absoluto, la mayoría se
encuentra durmiendo, porque al ser fin de semana, duermen tarde o se escapan
para ir de fiesta y terminan llegando unos momentos antes del amanecer.
Me
apoyo en uno de los árboles del patio y respiro profundamente, dicen que el
aire puro de la mañana, hace que uno empieza con buena energía el día, no sé si
será cierto, pero en estos momentos lo necesito. Desde donde estoy observo el
empezar de un nuevo día. Luego de estar mirando unos minutos así, estiro mis
piernas antes de empezar a trotar alrededor de la cancha.
Comienzo con unas cuantas caminatas, hasta empezar a
correr, el deporte no es lo mío, creo no necesitarlo, sé que muchas personas lo
hacen por el físico más que por ser saludable, yo preferentemente tengo un
cuerpo que a pesar de comer de todo, no sé dónde va porque no se me nota. Pero
recuerdo que de chica cuando me sentía frustrada o lo que fuera, me decía que
podía descargarme haciendo deportes, no importaba cual fuera, que eso me
ayudaría.
También
me llevaba a esgrima, natación, karate y ajedrez entre otras cosas. Nunca he
entendido porque lo hacía, porque no eran deportes que no me gustaban. Lo único
que me gustaba y gusta es piano, no estaba de acuerdo con que estudiara eso,
creía que era inútil, pero mi madre lo convenció y pude aprender, aunque ahora
hace años no lo hago.
No sé
cuantas vueltas he pegado corriendo, pero ya empiezo a sentir el sudor en mi
cuerpo y decido parar y pegar unas vueltas caminado para bajar las pulsaciones
y normalizar mi respiración.
****
Desde
mi ventana puedo verlo correr. Hoy desperté temprano. Nunca lo hago pero por
alguna razón lo hice.
Mi cama
está al lado de la ventana, al sentarme y mirar al patio pude verlo. Me
sorprendió verlo allí, es muy temprano, todos duermen.
Quisiera
bajar y hablarle pero no creo que me preste atención porque a ninguna de las
chicas de aquí del internado lo hace, pero últimamente lo he notado mirando
mucho a Arikel.
No me
molesta que lo haga porque sé que a ella también le gusta, pero quizás la poca
molestia que tengo es que nunca miro a nadie o mejor dicho no me miro ninguna
vez a mí, no creo que lo hiciera o haga porque no tengo la belleza que tiene Arikel.
Tengo
el cabello rubio oscuro y ojos color miel. Y aquí en el internado me dicen Luna
y físicamente no podría describirme porque cuando uno se describe siempre se ve
bien, al menos yo o tengo ningún complejo con mi cuerpo y gusta lo que veo así
que diré que estoy bien.
No
recuerdo en que momento llegue a vivir aquí, seguramente era muy chica. Solo se
de las vacaciones que he viajado con mi madre a varias partes del mundo, y el
resto del año estar aquí internada. Mi madre me ha dicho que mi padre murió
cuando yo tenía dos años de edad, tengo un álbum con fotos de él.
Lo que
si recuerdo es de cuando Luzbel y su hermano llegaron a este internado. Desde
entonces no he podido sacarle la vista de encima, primero quería estar segura
del color de sus ojos, si eran azules como todos decían o celeste.
Al ir
creciendo y ver su bella sonrisa y la forma en que le brillan sus orbes azules
cuanto está contento o feliz, hicieron que poco a poco no pudiera sacarlo de mi
mente.
Nuestros
sectores nunca se han llevado bien, y a él los chicos no lo quieren porque
todas las mujeres queremos con él, y como no quererlo si con una mirada o una
sonrisa consigue que suspiremos como bobas.
Y ahora
yo estoy como boba mirándolo desde mi ventana.
****
Mientras
pego mi última vuelta caminado, miro hacia el edificio donde se encuentran los
dormitorios y veo la silueta de alguien mirándome desde una ventana.
Desde
la distancia que estoy no puedo distinguir bien de quien se trata, me sorprende
que alguien más parte de yo este despierto, tal vez sea alguna genio del sector
de los privilegiados, porque muchas veces me encontré con ellas despiertas
temprano.
Dejo de
mirar hacia allí me encamino al edificio. Voy pensando en sacarme el jersey sudado
y ponerme algo limpio y desayunar, y quizás volver a dormir un rato más.
Ya en
mi cuarto me saco todo y meto a la bañera para relajar mi cuerpo y poder dormir
de nuevo.
El
vapor del agua tibia me hace que cierres los ojos e imágenes llegan a mi mente.
Es como
si me hubiera trasportado allí, puedo ver todo a mí alrededor, pero ellos no
pueden verme a mí.
El
chico está aprendiendo a manejar la espada, no debe pasar de los 20 años quizás
es un poco más chico. Puedo ver su cabello negro bastante largo cayéndole hasta
los hombros, pero no puedo ver sus ojos.
-
Hijo presta atención-
dice el hombre que le enseña- escúchame Javier, yo sé que todo esto que te
enseño es inútil, pero algún día te servirá. Por más que no lo practiques nunca
lo vas a olvidar, si prestas atención como te pido, esto te quedara aquí- dice
señalándole la cabeza.
-
Lo se padre, pero
nunca me has dicho porque me has obligado a aprenderme todas estas cosas.
-
Javier, no lo
entenderías, pero si te enseño todas estas cosas es porque nunca se sabe cuándo
podrias a llegar a necesitarlo- dice el hombre apoyando su mano en el hombro de
este y mirándolo con ojos cansados pero infinita ternura.
-
Confió en ti padre y
sé que todo lo haces por bien- responde este apoyando su mano en la de su
padre- ¿continuamos?
El
hombre asiente y continúan con los ataques y defensas, ambos contrincantes se
desarman, alguna vez el hombre mayor y otras el joven lo hacen con él.
Puedo
notar la complicidad y ternura que reflejan ambos. La sonrisa del hombre
demuestra ser de feliz en cada sonrisa.
Luego
de un rato de estar así, ambos juntan sus cosas para dirigirse a la casa. No es
grande, pero si tiene buen espacio de patio y árboles que dan buenas sombras.
Al ir
acercándonos al hogar, veo una sombra entre unos arbustos que ellos no se
percatan de esto y siguen caminado como si nada y conmigo a sus espaldas. Puedo
sentir familiaridad con este lugar, pero es imposible eso.
-
¡amor!- dice una
chica alegre abrazando y besando al joven Javier.
-
¡cariño mío!-
responde el levantándole por los aires.
-
Deberías bajarle- se
escucha la voz de una mujer y el joven hace caso y la baja con cuidado.
-
¿estás bien?-pregunta
tomando el rostro de la joven- ¿madre pasa algo?
La
mujer solo sonríe y asiente mirándole a la joven.
-
Amor mío- toma las manos
de Javier y la va acercando a su vientre- ¡estoy embarazada!
-
¿en serio? No sabes
lo feliz que me haces mi amor- y besa sus labios.
Se gira
mirando a su padre mientras una lágrima de felicidad cae de sus ojos. Miro su
rostro. No puede ser.
Siento
el agua fría y la piel de gallina. Cuando noto como el rastro de una lágrima en
mi cara. No puede ser, llore al ver esa escena en mi mente. Me sentía
familiarizada en ese lugar, que no creo que nunca haya conocido o estado allí.
Y al verlo llorar, me contagio su estado.
Después
cambiarme y tratar de encontrarle explicación a las imágenes que viví hace un
momento, en otro momento.
Salgo
de mi dormitorio a buscar mi desayuno y así poder volver a mi pieza lo más
rápido posible antes que me vean los más chiquitos o Damián.
Camino
poniéndome una pulsera, cuando siento que alguien me arrincona en un pequeño
pasillo por el que voy pasando.
-
Hola.
------------------------------------------------------------------------------------------------------
La Teta Feliz Historias y Relatos ® Ve C - Derechos Reservados
©
Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser
reproducida, ni en todo ni en parte, registrada o transmitida por un
sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún
medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico,
por fotocopia o cualquier otro, sin el permiso previo, por escrito, del
autor.
quien ess????.... y quienes era las personas de sus sueño???
ResponderEliminar