Capítulo 12
-
¿Qué?- me sorprende
que me diga eso y viene a mi mente lo que me dijo mi madre del Arcángel Uriel
mi “padre”.
-
Sí, sí que es difícil
de creer, incluso yo no lo creo, por eso investigo. Podría decirse que soy un
nefilim si la una de las versiones es cierta- mira a la mesa como perdido en
sus pensamientos.
Lo miro
y trato de entender sus palabras. Si es cierto lo que me dijo mi madre, yo
también soy una nefilim, como dijo el, si esa versión es cierta.
-
¿pasa algo?- pregunta
sacándome de mis pensamientos.
Sigo mirándole sin responderle, pensando si
decirle que conozco una historia parecida pero sin que sepa que soy yo. ¿Por
qué no? Él fue sincero conmigo.
****
-
Porque estaba
pensando que conozco una historia de alguien, que le han dicho que el padre era
o es un arcángel.
-
Interesante-
respondo- entonces no soy el único que cree descender de alguien así.
-
No, no eres el único.
¿sabes de cuál de los angeles caidos eres descendiente?
Pienso
unos momentos antes de responderle. No voy a decirle que de Lucifer
supuestamente, no vaya hacer que salga huyendo o me tenga miedo, por las cosas
que se dicen del diablo.
-
Si se de quien
desciendo y solo puedo decirte que es de uno de los tres líderes de la caída de
los angeles. ¿no eres tú?
-
Lo tuyo también es
interesante. ¿Por qué?
-
Porque leí que los
nefilim heredaron y heredan la belleza de sus padres y tú eres muy bella- noto
como se sonroja.
-
Tú no te quedas
atrás- responde sin decirme si es ella o no-dime, tú que parecer saber mucho
más que yo de esto ¿estos hijos heredaron o heredan poderes de los angeles?
-
Eso no lo sé, solo sé
que dicen que los angeles caidos enseñaron a sus hijos y a los hombres la
creaciones armas de guerra entre otros conocimientos, pero tal vez si hayan heredado.
Al menos yo no tengo poderes ni alas hasta ahora si eso te preocupa- le digo
sonriendo y acariciándole la mano.
-
Los angeles eran muy
inteligentes y bellos, no dudo que las mujeres se hubieran sentido tentadas por
ellos. Unas alas te quedarían bien pero sería algo raro- responde jugando con
mis dedos.
-
Si y seguramente las
humanas también. Si sería algo como el de X-men. Resultaría extraño.
-
Sinceramente sí.
Nos
quedamos en silencio, ella jugando con mis dedos que le acariciaron su mano.
Solo
puedo quedar observándola. Su belleza es deslumbrante. No puede decir que no es
un ángel.
Miro la
hora y veo que va siendo hora de reunirnos en el comedor para cenar.
-
Arikel- dijo
despacio- me gustaría seguir aquí contigo pero es hora de ir al comedor. Si no
lo hacemos van a sospechar.
-
Tienes razón-
responde ella y nuestras miradas se encuentran.
-
Ve yendo, yo quedo unos minutos más y voy.
-
¿seguro?- dice
levantando una ceja- ¿quieres quedarte con la bibliotecaria?- sigue diciendo
mirándola.
-
Por supuesto voy aprovechar
que quedo solo con ella- responde y me rio al ver su cara de disgusto- Sí, es
la única forma que nadie nos vea saliendo de aquí.
Cierra
el libro y se para lentamente, y me queda mirando unos momentos. Como dudando
de cuál de las dos opciones que le di es la correcta.
Hasta
que en un rápido movimiento besa mis labios. Quedo sorprendida por la acción
esta pero ella solo sonríe y sale.
Yo
simplemente puedo negar con la cabeza. Empiezo a estar realmente perdida.
Quedo
un rato pensando en lo que acaba de pasar y antes de empezar a darle vuelta al
asunto, salgo de allí, con una pequeña sonrisa por lo sucedido.
****
Observo
por la ventada queda al comedor como Luzbel come su cena. Quien diría que es la
hija de Lucí, ni siquiera se parece a él, bueno al menos en carácter, por
ahora, seguramente es el hecho de que estos años han estados lejos y él no ha
podido influenciar en ella, ni siquiera en Damián, que estoy completamente
seguro que haría lo que fuera por ganarse su cariño.
Me doy
vuelta y me siento en la grada del deportivo del internado y miro el cielo,
preguntándome por cuánto tiempo más me tendrán aquí.
-
¿extrañas el hogar?-
escucho que preguntan a mi lado
No es
necesario mirarlo para reconocerlo. Su melena castaña es mecida por la suave
brisa y su vestimenta que resalta en la oscuridad.
-
Si lo extraño,
Miguel- respondo girándome a mirarlo- no tienes idea cuánto.
-
Lo sé, al menos
intento entenderlo. ¿hay algo que te preocupa?
-
Sí, me estaba
preguntado ¿Cuándo despertaran los guardianes?
-
Sinceramente no lo
sé, en sus despertares nunca ha habido una edad exacta, solo despiertan y ya.
-
Sí, de eso me he dado
cuenta. ¿crees que esta vez será diferente que sus anteriores despertares? Esta
vez veo que están estudiando sobre el tema aunque no sepan que les va a servir
más adelante.
-
Espero que si sea
diferente y más si tú mismo dices que se están informando. ¿despertaran al
mismo tiempo, como la última vez?
-
Creo que si deberían
despertar al mismo tiempo, pero presiento que no será así. Creo saber que
guardián lo hará primero y es el guardián de la luz.
-
¿Por qué lo
dices?-pregunta mirándome.
-
Porque estoy casi
seguro que con sus emociones alcanzara la iluminación.
-
Estoy de acuerdo
contigo.
-
Me pregunto si su
amor será tan fuerte para superar todas las pruebas. Cuando despierten, no se
quedaran de brazos cruzados para romper ese amor.
-
¿Cuántas guerras
entre el bien y el mal hemos visto? En todas hubo obstáculos, esta vez no será
diferente.
-
Sí, pero te soy
sincero ya quiero que termine esto.
Se para
y empieza a caminar y despliega sus alas.
-
Tu solo recuerda que
te redimieron por un motivo y estas aquí por ello Uriel.
Escucho
sus palabras viendo como desaparece en la inmensidad de la noche.
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