Esperamos tu historia corta o larga... Enviar a Latetafeliz@gmail.com Por falta de tiempo, no corrijo las historias, solo las público. NO ME HAGO CARGO DE LOS HORRORES DE ORTOGRAFÍA... JJ

Chica Nueva en la Ciudad - Samy - 7

Cuando abrí los ojos, ya esa bastante de día. Miré para todos los lados y a uno de ellos ví a Candela aún dormida, abrazada a mí.
Era una imagen hermosa el verla dormir, pero; se me hacía más hermosa si era conmigo a su lado.
Me fui deshaciendo de su abrazo, poco a poco para que no se despertara. Al conseguirlo, le puse la almohada en mi lugar y se aferró a ella como si fuera yo.
Esa escena me hizo gracia y me enterneció aún más. Dispuesta a inmortalizar esa escena, cogí lo primero que tenía a mano que era mi móvil y le saqué un par de fotos.
Me fui directa a la ducha y justo después a la cocina a preparar algo de desayuno.
Después de haber cocinado suficiente para las dos, lo coloqué todo en una bandeja y me fui directa al cuarto de Candela.

Ésta aún seguía durmiendo, me encantaba observarla mientras dormía.
Me senté a se lado, colocando la bandeja a los pies de la cama.
Comencé a besarla por toda la cara, el cuello y de vuelta a sus labios.
Ella no tardó en responder desperezándose.
            - ¿Que hora es? - preguntó con los ojitos medio cerrados aún.
            - Hora de desayunar. - contesté regalandole mi mejor sonrisa de mañana.
Me miró un tanto desconcertada, buscó en la mesita de noche su móvil y vió que marcaban las 11.25 de la mañana.
La miré y sonreí.
            - No es tarde nena, venga... es hora de desayunar. - dije mientras acercaba la bandeja hasta ponerla en mi regazo.
            - ¿Has preparado todo esto? Tiene muy buena pinta.
Le guiñé un ojo y comencé a beber el café.
Después de desayunar, ella se fue a la ducha y yo recogí y arreglé todo.
Cuando salió del baño y se fue a cambiar, sólo miró sorprendida a todos lados.
            - Bella, ¿has arreglado el cuarto? - pregunté mientras se vestía frente al espejo de la puerta del armario.
            - Si, mientras te duchabas. ¿Por? ¿hay algo mal? - pregunté.
Se acercó a mí a medio vestir, pasó sus brazos por detrás de mi cuello y me besó tiernamente en los labios.
            - No tenías porque, ya lo habría hecho yo. - dijo entre besos.
Reí y la abracé por la cintura sin cesar de besarla.
            - Como sigamos así, todo tu trabajo se irá al garete.
La miré, le eché la lengua en forma de burla y solté una carcajada.
Nos seguimos besando tímida y tiernamente, hasta que Candela se separó a coger aire.
            - Como sigamos así, no dejaré que salgas de casa en todo el día. - dijo Candela mordiéndose el labio inferior.
Ese gesto, lo tomé como una señal; la miré a los ojos y bajé fugazmente la vista unos segundos a sus labios y volví a su mirada.
Humedecí mis labios, me acerqué lentamente a su boca y finalmente la besé. Beso de amor y ternura.
Seguimos besándonos por largo rato. Mis manos recorrían su espalda de arriba a abajo.
Ella amarró mis caderas con sus manos y las pegó a las suyas.
Podía sentir su latido tan cerca, que hacía que mi corazón latiera al mismo ritmo que el de ella.
Sus ojos brillaban. Estaba feliz, radiante y yo también.
Besé, lamí, chupé y mordisqueé su dulce y sabroso cuello; haciendo que soltara varios gemidos, a cada uno más alto el volumen.
La notaba excitada y o lo estaba aún más.
Nos besamos de nuevo, sus manos acariciaban mi rostro y las mías iban desvistiendola.
Desabroché su pantalón y lo bajé hasta el suelo, regresé a besar sus labios y le quité la camiseta. Quedando ella en ropa interior, acaricié con mis manos todo su cuerpo.
Se separó unos segundos de mí y me observó de arriba a abajo.
            - ¿Tú no te piensas quitar nada? - dijo señalándome de arriba a abajo.
Sin quitarle la vista de sus hermosos ojos, desabroché mi pantalón y me quité la camiseta.
La agarré por el cuello y la acerqué a mí para darle un beso con pasión.
Nos desnudamos mutuamente, nos besamos y nos acariciamos. Candela pasó su lengua por el lóbulo de mi oreja y le dio unos mordisquitos,  lame mi cuello hasta llegar a mi pecho y ahí me quita el sujetador... comienza a acariciar mis pechos con sus manos, para poco después, pasar sus labios rozando mis pezones.
Comienza a lamerlos y yo sólo atino a soltar algunos gemidos por mi boca. Me tiene a 100.
Nunca alguien me había excitado tanto.
Sigue bajando y me quita las braguitas, pero desde ahí abajo; sin subir ... comienza a acariciar mis muslos y a besarlos, hasta pasar la lengua por ellos. Lo cual hace que las piernas me tiemblen.
Me recuesta en la cama y se aparta unos segundo, se quita su ropa interior y se quedó desnuda al igual que yo.
Yo, recostada en cama; observo su cuerpo... un cuerpo de infarto.
Antes de que a mí me de tiempo a moverme para besarla, es ella quien se abalanza sobre mí y ahoga un gemido en mi boca y surca el interior de esta con su lengua.
Fuimos como locas en busca de lo más ansiado, el placer mutuo.
Después de ... no se ya cuanto tiempo dándonos placer mutuo y con nuestros cuerpo recobrando aire y sudando por todos los poros de nuestra piel, quedamos rendidas y dormidas. Sólo cubiertas por el calor que emanaban nuestros cuerpos y por una pequeña parte de una fina sabana que habíamos descolocado de la cama.
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            Quedaba una semana, una semana y estaría apostado todo a una carta: si Candela descubría quien era y me perdonaba, sería la persona más feliz del mundo. Pero, si no me perdonaba... ya no sabría vivir sin ella. Lo era absolutamente todo para mí.
Rezaría lo que no había rezado en toda mi vida para que todo saliera bien y así no quedarme sin la luz que iluminaba mi vida... Candela.
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        <<Kyle y Candela>>

Era algo que debía de hacer, faltaban pocos días para la presentación de Bellatrix, 3 días para ser exactos... y no supe como explicárselo a Candela. Así que decidí que lo haría diciendo la verdad, toda la verdad.
Cogí mi teléfono móvil y le marqué a Candela.
            - Ciao, ¿Candela? Habla Kyle. - dije en un tono seco.
            - Ciao. ¿Ha pasado algo? ¿Bella está bien? - dijo preocupada.
            - Si, está bien. Pero, necesitamos hablar. ¿Quedamos para hablarlo cara a cara mejor? - contesté suavizando un poco mi tono de voz.
            - Claro, me parece lo más lógico. Te paso mi dirección y vienes hasta casa, así hablamos con calma. ¿te parece? - comentó un tanto más tranquila pero igual de desconfiada.
            - Perfecto, salgo para ahí. Hasta ahora, besos. - dije antes de colgar.
Me subí al coche y me dirigí a casa de Candela.
Después de 20 minutos más o menos, llegué. Aparqué enfrente a su puerta y me encaminé a su casa.
Me abrió la puerta y me invitó a pasar.
            - ¿Quieres tomar algo? Vino, café, cerveza... - dijo mientras se alejaba a la cocina.
            - Cerveza sirve, gracias. - contesté frotándome las manos.
Luego de unos minutos se sentó frente a mi con otra cerveza y me miró fijamente.
            - Kyle, si Bella esta bien... ¿que sucede? porque me da la sensación de que estas nervioso... o incluso algo incómodo. - preguntó apoyando la cerveza en la mesita.
            - Pues verás, tengo que hablarte sobre algo de Bella. Ella, insisto que está bien... pero hay algo de ella que no sabes, porque te lo ha ocultado. - contesté antes de darle un trago a mi cerveza.
            - Pues... explícamelo... no me gusta quedarme con la intriga y esta me esta matando... dímelo ya Kyle. - dijo mirando con mirada asesina.
            - Pues verás... Bella, más bien la familia de ella no es tan humilde como crees... pero que conste que Bella te lo ha agachado por su seguridad y por la tuya. - dije cogiendo aire. - Su padre, el señor Angelo... es El señor Angelo Chateau... dueño de la mayor parte de viñedos y hombre mas importante de la región.
Su mirada cambió a asombro y luego a preocupación.
            - Me estas queriendo decir... ¿que Bella es... Bellatrix Chateau Salvatore? ¿La heredera de las bodegas Chateau? - dijo atónita. - ¿Y porque no me lo ha contado ella? ¿y porque no hasta ahora? ¿Es que no confía en mí?
            - Vayamos por partes Candela. - dije agarrándole la mano para calmarla. - ella está acostumbrada a que la hagan daño por ser hija de quien es y por tener todo lo que tiene. Aparte si a eso le juntas que su padre se piensa que es lesbiana por experimentar... - y volví a coger aire para decir esto último. - y que su padre la ha chantajeado contigo para que se presente formalmente ante los medios de comunicación para que sea conocida...
Su mirada no cambiaba, hasta que dije esto último. Me miró a los ojos y se sobresaltó de tal manera que hasta yo me asusté un poco.
            - Como ha podido su padre chantajearla... conmigo... no entiendo...
            - Pues fácil, verás... primero le dijo que si no lo hacía por el bien del negocio... que te contaría toda la verdad. Bella no aceptó y dijo que ella te contaría toda la verdad y que esperaría a que la perdonaras.
            - Y la otra opción ... ¿cual fue Kyle? - dijo ahora enfadada.
            - De segundo le dijo que haría que perdieras tu trabajo y toda credibilidad en esta región y Bella volvió a negarse... - dije mirándola sin parpadear. - Pero, dicen que a la tercera va la vencida y así fue... la amenazó con hacerte daño físicamente... y eso Bella no lo pudo soportar y cedió. Irá a la presentación en sociedad, pero Bella juro y perjuró de que en cuanto se declarara la heredera, volvería a su vida de siempre... pero sin saber seguro si estarás ahí o no. - trague media cerveza de golpe, respiré hondo y continué. - Ella te quiere Candela y confía en tí... pero aún no estaba lo suficientemente segura de ella misma para contarte esto y... cuando me lo contó me di cuenta que tenía que ayudarla... aunque ella no sabe que te estoy contando toda la verdad... me mataría si se enterara... - terminé diciendo mientras me bebía el resto de la cerveza.
            - Kyle, me tienes que perdonar... pero son muchas cosas que asimilar y con tan poco tiempo no soy capaz... si me hicieras el favor de dejarme sola. Ya hablaremos... - dijo mientras me guiaba hasta la puerta y la cerraba tras de si.

<<Candela>>

Es increíble, ¿cómo ha podido guardarse esto y no contármelo? ¡Se supone que soy su pareja!... ¿y me escondía algo así? ¿no confiaba en mí o que? No... no me puedo dejar llevar por la rabia en este momento... la amo, la amo... pero una mentira de este calibre en una relación, no puedo perdonarla... es imperdonable.
Me fui directa a la ducha, abrí el agua fría y dejé que hasta el último poro de mi piel se congelara... Ese frió activo algo en mi e hizo que pensara las cosas más detenidamente y no tan en caliente.
Necesitaba pensar bien en todo y en los porqués y todo eso... Ahora si que si, ahora iría a la gala a la cual estoy invitada... quiero ver su rostro cuando me vea allí... quiero ver el rostro de su padre... si se le puede llamar padre a alguien que por un negocio, sea de millones o sea un chiringuito... extorsiona y chantajea a su única hija y no se toma enserio su vida ni sus relaciones.
Tampoco sabía como iba a reaccionar en el momento de encontrármela frente a mi. Aún no sabía si la abofetearía y no la perdonaría o simplemente haría de tripas corazón y seguiría como quien oye llover.

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            << Bella >>

            Llegó el día D.
Estaba de los nervios, no sabía que hacer cómo reaccionar ni nada por el estilo. Era un manojo de nervios.
Quedaban escasas horas para que diera comienzo la gala y aún no me había preparado cuando mi padre irrumpió en mi cuarto.
            - Pequeña, ¿aún así? Si no te das prisa no llegarás a tiempo... y no te gustará hacer esperar a los invitados y a todos los medios aquí congregados, ¿no es así? - dijo mientras se acercaba e intentaba acariciar mi mejilla.
            - Ni se te ocurra tocarme. Si sales me prepararé, pero no pienses que esto cambia algo; al contrario... ahora si que se realmente que soy huérfana de madre y padre. - dije mientras lo miraba con los ojos llenos de ira y rabia.
Angelo no dijo nada de nada, agacho un poco la cabeza y se giró de camino a la puerta.
Pero antes de salir por ella, se volvió hacia mí y me dijo en un tono muy serio:
            - Eres igual que tu madre, con ese carácter y ese genio... no hay quien os domine, ¿eh? - suspiró y volvió a mirarme. Esta vez tenía un brillo extraño en los ojos. ¿podía atisbar tristeza o disculpa en ellos? No, no lo creo... aunque comenzaba a dudarlo... - Puedo ser muchas cosas hija, pero... jamás haría daño a otro ser humano. Se que no he sido el mejor padre del mundo, pero; al menos sólo quiero que sigas con mi legado y que tengas lo que yo no tuve.
Y así como terminó de hablar, se fue por donde había venido.
Es realmente extraño y fuera de lo común... ¿con eso venía a decirme que jamás tubo intención de hacerle daño a Candela? ¿Todo habían sido habladurías para que yo me lo creyera y así presentarme en la gala?
Si todo esto era cierto, lo más lógico era que me dijera lo de la gala, que me presentara y punto; sin presionarme con Candela y esas cosas. Aunque paraser exactos, mi padre nunca fue lógica, más bien tubo siempre cadencia de lógica.
            Comencé a arreglarme y una vez lista, cogí mi móvil y marqué a Kyle.
            - Kyle, ¿como ha ido? - pregunté mordiéndome las uñas mientras caminaba de lado al lado del cuarto.
            - Bien, tranquila. Al final... le he contado toda la verdad... se ha molestado un poco, dijo que quería tomarse un tiempo para asimilarlo todo y la dejé pensando en lo que le dije. - dijo este mientras soltaba una risa floja.
            - ¿Vas a venir? - pregunté aún más nerviosa.
            - Claro, no me lo puedo perder.
            - Entonces, ¿a que hora vienes?
            - Pues, me retrasaré un poquillo, pero estaré en primera fila cuando tu padre te lance a los fotógrafos y demás periodistas. - a carcajada limpia.
            - Que gracioso... yo también te quiero Kyle. - contesté antes de colgar.

Hora del comienzo de la gala.
Todos salimos a un gran salón que conectaba con un jardín inmenso; donde un poco más alejados estaban nuestros viñedos.
Pasé la mitad de la noche saludando y volviendo a saludar a amigos, socios, y demás gente relacionada con mi padre.
            Llegó el momento cumbre de la presentación. Angelo se había subido al escenario y entre aplausos, pidió un poco de calma y silencio para hablar.
Todos guardaron silencio y ahí comenzó su discurso.
            - Hola a todos y todas y gracias por asistir a esta gala. - con la copa en la mano y mirando a su alrededor. - Sólo quiero daros las gracias por todo este tiempo a mi lado... y que como ya sabéis, yo me retiro... es hora de cambios, de sangre nueva y de novedades y modernidad. Por eso, me enorgullece decirles, que los viñedos que tantas alegrías y tristezas nos han dado y en todo en lo que se ha convertido... se lo cedo a mi única descendencia... se que no le gustan este tipo de eventos y le encantaría seguir en el anonimato... pero, que le vamos a hacer, tienes que ser conocida; al menos para que sepan quien manda en esta empresa... Ella es mi gran tesoro y mi única hija... Bellatrix Caterina Chateau Salvatore. - terminó diciendo mientras comenzaba a aplaudir y me indicaba que me subiera al escenario con él.
Acepté a regañadientes, estaba colorada por todo lo que estaba pasando y muy avergonzada por toda esa gente mirándome y hablándome.
            - Y aquí está. Bellatrix... - pero lo interrumpí.
            - Ya papá, creo que les ha quedado claro. Además sabes que sólo mamá me solía presentar así. - comenté mientras tapaba un poco el micro para que no me oyeran.
            - He aquí la sucesora. - dijo mi padre alzando la voz y guiñándome un ojo.
Todos aplaudieron y vitorearon, mientras que los fotógrafos me cegaban con tanto flash... Era lo que tenía que soportar y aún por encima Kyle no había llegado, al menos no lo había visto.
Cuando se hubo calmado el ambiente un poco, me acerqué a la barra que estaba en un extremo del jardín y pedí un whisky doble. Me haría falta, para sobrellevar todo lo sucedido y lo que quedaba por pasar.
Un escalofrío recorrió mi cuerpo al notar una mano en mi hombro. Sabía de quien se trataba, sabía que era ella pero hasta me daba miedo el girarme y mirarla por su reacción. Finalmente me giré y mi sorpresa fue enorme.
            - Buenas noches, permite que me presente... Soy Candela Cortez, abogada y tu novia; aún habiendo agachado cosas. - dijo mientras me extendía la mano.
No pude articular palabra, estaba aquí conmigo... me perdonaba, seguíamos juntas... Todo en mi volvió en si al momento...
Noté un golpe seco en mi rostro que me hizo girar la cara. Cuando volví a mi posición original, ví como Candela tenía esa mirada llena de arrepentimiento peor al mismo tiempo de rabia e ira.
            - Siento haberte pegado, pero... fue la rabia la que habló por mí en este momento. - dijo mientras acariciaba mi mejilla con timidez y delicadeza.
            - La que lo siente soy yo... debí de habértelo contado hace tiempo, pero no me encontraba con las fuerzas necesarias ni la confianza en mi misma tampoco... - comenté mientras ponía mi mano sobre la suya en mi mejilla.
            - Sólo te quiero a ti, no quiero ni lo que tienes ni lo que eres... Sólo a ti. Me da igual que seas rica, como si eres pobre... Sólo tú. Sólo te amo a ti, por como te comportas conmigo, por como eres conmigo. - dijo acercándose a mi rostro cada vez más.
Me acerqué a ella y la besé suavemente. Separé mis labios unos segundos de los suyos y la miré a los ojos.
            - Te amo Candela Cortez. Tú eres mi tesoro y mi riqueza. - volviéndola a besar y abrazándola.
En ese momento ya teníamos a algunos fotógrafos por ahí rondando y empezando a sacar fotos.

Nos importó un carajo que nos vieran o que nos fotografiaran... incluso me dieron ganas de decirle a uno de ellos... "¿me pasas algunas de ellas? es que tenemos pocas fotos juntas" y me reí al pensar eso, pero no lo hice. Decidimos ir donde Kyle, el cual había venido con Candela y pasar una velada cómoda y tranquila, al menos dentro de lo que se pudiera.
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La Teta Feliz Historias y Relatos ® Samy - Derechos Reservados
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