Cuando abrí los ojos, ya esa bastante de día. Miré
para todos los lados y a uno de ellos ví a Candela aún dormida, abrazada a mí.
Era una imagen hermosa el verla dormir, pero; se me
hacía más hermosa si era conmigo a su lado.
Me fui deshaciendo de su abrazo, poco a poco para que
no se despertara. Al conseguirlo, le puse la almohada en mi lugar y se aferró a
ella como si fuera yo.
Esa escena me hizo gracia y me enterneció aún más.
Dispuesta a inmortalizar esa escena, cogí lo primero que tenía a mano que era
mi móvil y le saqué un par de fotos.
Me fui directa a la ducha y justo después a la cocina
a preparar algo de desayuno.
Después de haber cocinado suficiente para las dos, lo
coloqué todo en una bandeja y me fui directa al cuarto de Candela.
Ésta aún seguía durmiendo, me encantaba observarla
mientras dormía.
Me senté a se lado, colocando la bandeja a los pies de
la cama.
Comencé a besarla por toda la cara, el cuello y de
vuelta a sus labios.
Ella no tardó en responder desperezándose.
-
¿Que hora es? - preguntó con los ojitos medio cerrados aún.
-
Hora de desayunar. - contesté regalandole mi mejor sonrisa de mañana.
Me miró un tanto desconcertada, buscó en la mesita de
noche su móvil y vió que marcaban las 11.25 de la mañana.
La miré y sonreí.
- No
es tarde nena, venga... es hora de desayunar. - dije mientras acercaba la
bandeja hasta ponerla en mi regazo.
-
¿Has preparado todo esto? Tiene muy buena pinta.
Le guiñé un ojo y comencé a beber el café.
Después de desayunar, ella se fue a la ducha y yo
recogí y arreglé todo.
Cuando salió del baño y se fue a cambiar, sólo miró
sorprendida a todos lados.
-
Bella, ¿has arreglado el cuarto? - pregunté mientras se vestía frente al espejo
de la puerta del armario.
- Si,
mientras te duchabas. ¿Por? ¿hay algo mal? - pregunté.
Se acercó a mí a medio vestir, pasó sus brazos por
detrás de mi cuello y me besó tiernamente en los labios.
- No
tenías porque, ya lo habría hecho yo. - dijo entre besos.
Reí y la abracé por la cintura sin cesar de besarla.
-
Como sigamos así, todo tu trabajo se irá al garete.
La miré, le eché la lengua en forma de burla y solté
una carcajada.
Nos seguimos besando tímida y tiernamente, hasta que
Candela se separó a coger aire.
-
Como sigamos así, no dejaré que salgas de casa en todo el día. - dijo Candela
mordiéndose el labio inferior.
Ese gesto, lo tomé como una señal; la miré a los ojos
y bajé fugazmente la vista unos segundos a sus labios y volví a su mirada.
Humedecí mis labios, me acerqué lentamente a su boca y
finalmente la besé. Beso de amor y ternura.
Seguimos besándonos por largo rato. Mis manos
recorrían su espalda de arriba a abajo.
Ella amarró mis caderas con sus manos y las pegó a las
suyas.
Podía sentir su latido tan cerca, que hacía que mi
corazón latiera al mismo ritmo que el de ella.
Sus ojos brillaban. Estaba feliz, radiante y yo
también.
Besé, lamí, chupé y mordisqueé su dulce y sabroso
cuello; haciendo que soltara varios gemidos, a cada uno más alto el volumen.
La notaba excitada y o lo estaba aún más.
Nos besamos de nuevo, sus manos acariciaban mi rostro
y las mías iban desvistiendola.
Desabroché su pantalón y lo bajé hasta el suelo,
regresé a besar sus labios y le quité la camiseta. Quedando ella en ropa interior,
acaricié con mis manos todo su cuerpo.
Se separó unos segundos de mí y me observó de arriba a
abajo.
- ¿Tú
no te piensas quitar nada? - dijo señalándome de arriba a abajo.
Sin quitarle la vista de sus hermosos ojos, desabroché
mi pantalón y me quité la camiseta.
La agarré por el cuello y la acerqué a mí para darle
un beso con pasión.
Nos desnudamos mutuamente, nos besamos y nos
acariciamos. Candela pasó su lengua por el lóbulo de mi oreja y le dio unos
mordisquitos, lame mi cuello hasta
llegar a mi pecho y ahí me quita el sujetador... comienza a acariciar mis
pechos con sus manos, para poco después, pasar sus labios rozando mis pezones.
Comienza a lamerlos y yo sólo atino a soltar algunos
gemidos por mi boca. Me tiene a 100.
Nunca alguien me había excitado tanto.
Sigue bajando y me quita las braguitas, pero desde ahí
abajo; sin subir ... comienza a acariciar mis muslos y a besarlos, hasta pasar
la lengua por ellos. Lo cual hace que las piernas me tiemblen.
Me recuesta en la cama y se aparta unos segundo, se
quita su ropa interior y se quedó desnuda al igual que yo.
Yo, recostada en cama; observo su cuerpo... un cuerpo
de infarto.
Antes de que a mí me de tiempo a moverme para besarla,
es ella quien se abalanza sobre mí y ahoga un gemido en mi boca y surca el
interior de esta con su lengua.
Fuimos como locas en busca de lo más ansiado, el
placer mutuo.
Después de ... no se ya cuanto tiempo dándonos placer
mutuo y con nuestros cuerpo recobrando aire y sudando por todos los poros de
nuestra piel, quedamos rendidas y dormidas. Sólo cubiertas por el calor que
emanaban nuestros cuerpos y por una pequeña parte de una fina sabana que
habíamos descolocado de la cama.
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Quedaba
una semana, una semana y estaría apostado todo a una carta: si Candela
descubría quien era y me perdonaba, sería la persona más feliz del mundo. Pero,
si no me perdonaba... ya no sabría vivir sin ella. Lo era absolutamente todo
para mí.
Rezaría lo que no había rezado en toda mi vida para
que todo saliera bien y así no quedarme sin la luz que iluminaba mi vida...
Candela.
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<<Kyle
y Candela>>
Era algo que debía de hacer, faltaban pocos días para
la presentación de Bellatrix, 3 días para ser exactos... y no supe como
explicárselo a Candela. Así que decidí que lo haría diciendo la verdad, toda la
verdad.
Cogí mi teléfono móvil y le marqué a Candela.
-
Ciao, ¿Candela? Habla Kyle. - dije en un tono seco.
-
Ciao. ¿Ha pasado algo? ¿Bella está bien? - dijo preocupada.
- Si,
está bien. Pero, necesitamos hablar. ¿Quedamos para hablarlo cara a cara mejor?
- contesté suavizando un poco mi tono de voz.
-
Claro, me parece lo más lógico. Te paso mi dirección y vienes hasta casa, así
hablamos con calma. ¿te parece? - comentó un tanto más tranquila pero igual de
desconfiada.
-
Perfecto, salgo para ahí. Hasta ahora, besos. - dije antes de colgar.
Me subí al coche y me dirigí a casa de Candela.
Después de 20 minutos más o menos, llegué. Aparqué
enfrente a su puerta y me encaminé a su casa.
Me abrió la puerta y me invitó a pasar.
-
¿Quieres tomar algo? Vino, café, cerveza... - dijo mientras se alejaba a la
cocina.
-
Cerveza sirve, gracias. - contesté frotándome las manos.
Luego de unos minutos se sentó frente a mi con otra
cerveza y me miró fijamente.
-
Kyle, si Bella esta bien... ¿que sucede? porque me da la sensación de que estas
nervioso... o incluso algo incómodo. - preguntó apoyando la cerveza en la
mesita.
-
Pues verás, tengo que hablarte sobre algo de Bella. Ella, insisto que está
bien... pero hay algo de ella que no sabes, porque te lo ha ocultado. -
contesté antes de darle un trago a mi cerveza.
-
Pues... explícamelo... no me gusta quedarme con la intriga y esta me esta
matando... dímelo ya Kyle. - dijo mirando con mirada asesina.
-
Pues verás... Bella, más bien la familia de ella no es tan humilde como
crees... pero que conste que Bella te lo ha agachado por su seguridad y por la
tuya. - dije cogiendo aire. - Su padre, el señor Angelo... es El señor Angelo
Chateau... dueño de la mayor parte de viñedos y hombre mas importante de la
región.
Su mirada cambió a asombro y luego a preocupación.
- Me
estas queriendo decir... ¿que Bella es... Bellatrix Chateau Salvatore? ¿La
heredera de las bodegas Chateau? - dijo atónita. - ¿Y porque no me lo ha
contado ella? ¿y porque no hasta ahora? ¿Es que no confía en mí?
-
Vayamos por partes Candela. - dije agarrándole la mano para calmarla. - ella
está acostumbrada a que la hagan daño por ser hija de quien es y por tener todo
lo que tiene. Aparte si a eso le juntas que su padre se piensa que es lesbiana
por experimentar... - y volví a coger aire para decir esto último. - y que su
padre la ha chantajeado contigo para que se presente formalmente ante los
medios de comunicación para que sea conocida...
Su mirada no cambiaba, hasta que dije esto último. Me
miró a los ojos y se sobresaltó de tal manera que hasta yo me asusté un poco.
-
Como ha podido su padre chantajearla... conmigo... no entiendo...
-
Pues fácil, verás... primero le dijo que si no lo hacía por el bien del
negocio... que te contaría toda la verdad. Bella no aceptó y dijo que ella te
contaría toda la verdad y que esperaría a que la perdonaras.
- Y
la otra opción ... ¿cual fue Kyle? - dijo ahora enfadada.
- De
segundo le dijo que haría que perdieras tu trabajo y toda credibilidad en esta
región y Bella volvió a negarse... - dije mirándola sin parpadear. - Pero,
dicen que a la tercera va la vencida y así fue... la amenazó con hacerte daño
físicamente... y eso Bella no lo pudo soportar y cedió. Irá a la presentación
en sociedad, pero Bella juro y perjuró de que en cuanto se declarara la
heredera, volvería a su vida de siempre... pero sin saber seguro si estarás ahí
o no. - trague media cerveza de golpe, respiré hondo y continué. - Ella te
quiere Candela y confía en tí... pero aún no estaba lo suficientemente segura
de ella misma para contarte esto y... cuando me lo contó me di cuenta que tenía
que ayudarla... aunque ella no sabe que te estoy contando toda la verdad... me
mataría si se enterara... - terminé diciendo mientras me bebía el resto de la
cerveza.
-
Kyle, me tienes que perdonar... pero son muchas cosas que asimilar y con tan
poco tiempo no soy capaz... si me hicieras el favor de dejarme sola. Ya
hablaremos... - dijo mientras me guiaba hasta la puerta y la cerraba tras de
si.
<<Candela>>
Es increíble, ¿cómo ha podido guardarse esto y no
contármelo? ¡Se supone que soy su pareja!... ¿y me escondía algo así? ¿no
confiaba en mí o que? No... no me puedo dejar llevar por la rabia en este
momento... la amo, la amo... pero una mentira de este calibre en una relación,
no puedo perdonarla... es imperdonable.
Me fui directa a la ducha, abrí el agua fría y dejé
que hasta el último poro de mi piel se congelara... Ese frió activo algo en mi
e hizo que pensara las cosas más detenidamente y no tan en caliente.
Necesitaba pensar bien en todo y en los porqués y todo
eso... Ahora si que si, ahora iría a la gala a la cual estoy invitada... quiero
ver su rostro cuando me vea allí... quiero ver el rostro de su padre... si se
le puede llamar padre a alguien que por un negocio, sea de millones o sea un
chiringuito... extorsiona y chantajea a su única hija y no se toma enserio su
vida ni sus relaciones.
Tampoco sabía como iba a reaccionar en el momento de
encontrármela frente a mi. Aún no sabía si la abofetearía y no la perdonaría o
simplemente haría de tripas corazón y seguiría como quien oye llover.
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<< Bella >>
Llegó
el día D.
Estaba de los nervios, no sabía que hacer cómo reaccionar
ni nada por el estilo. Era un manojo de nervios.
Quedaban escasas horas para que diera comienzo la gala
y aún no me había preparado cuando mi padre irrumpió en mi cuarto.
-
Pequeña, ¿aún así? Si no te das prisa no llegarás a tiempo... y no te gustará hacer
esperar a los invitados y a todos los medios aquí congregados, ¿no es así? -
dijo mientras se acercaba e intentaba acariciar mi mejilla.
- Ni
se te ocurra tocarme. Si sales me prepararé, pero no pienses que esto cambia
algo; al contrario... ahora si que se realmente que soy huérfana de madre y
padre. - dije mientras lo miraba con los ojos llenos de ira y rabia.
Angelo no dijo nada de nada, agacho un poco la cabeza
y se giró de camino a la puerta.
Pero antes de salir por ella, se volvió hacia mí y me
dijo en un tono muy serio:
-
Eres igual que tu madre, con ese carácter y ese genio... no hay quien os
domine, ¿eh? - suspiró y volvió a mirarme. Esta vez tenía un brillo extraño en
los ojos. ¿podía atisbar tristeza o disculpa en ellos? No, no lo creo... aunque
comenzaba a dudarlo... - Puedo ser muchas cosas hija, pero... jamás haría daño
a otro ser humano. Se que no he sido el mejor padre del mundo, pero; al menos
sólo quiero que sigas con mi legado y que tengas lo que yo no tuve.
Y así como terminó de hablar, se fue por donde había
venido.
Es realmente extraño y fuera de lo común... ¿con eso
venía a decirme que jamás tubo intención de hacerle daño a Candela? ¿Todo
habían sido habladurías para que yo me lo creyera y así presentarme en la gala?
Si todo esto era cierto, lo más lógico era que me
dijera lo de la gala, que me presentara y punto; sin presionarme con Candela y
esas cosas. Aunque paraser exactos, mi padre nunca fue lógica, más bien tubo
siempre cadencia de lógica.
Comencé
a arreglarme y una vez lista, cogí mi móvil y marqué a Kyle.
-
Kyle, ¿como ha ido? - pregunté mordiéndome las uñas mientras caminaba de lado
al lado del cuarto.
-
Bien, tranquila. Al final... le he contado toda la verdad... se ha molestado un
poco, dijo que quería tomarse un tiempo para asimilarlo todo y la dejé pensando
en lo que le dije. - dijo este mientras soltaba una risa floja.
-
¿Vas a venir? - pregunté aún más nerviosa.
-
Claro, no me lo puedo perder.
-
Entonces, ¿a que hora vienes?
-
Pues, me retrasaré un poquillo, pero estaré en primera fila cuando tu padre te
lance a los fotógrafos y demás periodistas. - a carcajada limpia.
- Que
gracioso... yo también te quiero Kyle. - contesté antes de colgar.
Hora del comienzo de la gala.
Todos salimos a un gran salón que conectaba con un
jardín inmenso; donde un poco más alejados estaban nuestros viñedos.
Pasé la mitad de la noche saludando y volviendo a
saludar a amigos, socios, y demás gente relacionada con mi padre.
Llegó
el momento cumbre de la presentación. Angelo se había subido al escenario y
entre aplausos, pidió un poco de calma y silencio para hablar.
Todos guardaron silencio y ahí comenzó su discurso.
-
Hola a todos y todas y gracias por asistir a esta gala. - con la copa en la mano
y mirando a su alrededor. - Sólo quiero daros las gracias por todo este tiempo
a mi lado... y que como ya sabéis, yo me retiro... es hora de cambios, de
sangre nueva y de novedades y modernidad. Por eso, me enorgullece decirles, que
los viñedos que tantas alegrías y tristezas nos han dado y en todo en lo que se
ha convertido... se lo cedo a mi única descendencia... se que no le gustan este
tipo de eventos y le encantaría seguir en el anonimato... pero, que le vamos a
hacer, tienes que ser conocida; al menos para que sepan quien manda en esta
empresa... Ella es mi gran tesoro y mi única hija... Bellatrix Caterina Chateau
Salvatore. - terminó diciendo mientras comenzaba a aplaudir y me indicaba que
me subiera al escenario con él.
Acepté a regañadientes, estaba colorada por todo lo
que estaba pasando y muy avergonzada por toda esa gente mirándome y hablándome.
- Y
aquí está. Bellatrix... - pero lo interrumpí.
- Ya
papá, creo que les ha quedado claro. Además sabes que sólo mamá me solía
presentar así. - comenté mientras tapaba un poco el micro para que no me
oyeran.
- He
aquí la sucesora. - dijo mi padre alzando la voz y guiñándome un ojo.
Todos aplaudieron y vitorearon, mientras que los
fotógrafos me cegaban con tanto flash... Era lo que tenía que soportar y aún
por encima Kyle no había llegado, al menos no lo había visto.
Cuando se hubo calmado el ambiente un poco, me acerqué
a la barra que estaba en un extremo del jardín y pedí un whisky doble. Me haría
falta, para sobrellevar todo lo sucedido y lo que quedaba por pasar.
Un escalofrío recorrió mi cuerpo al notar una mano en
mi hombro. Sabía de quien se trataba, sabía que era ella pero hasta me daba
miedo el girarme y mirarla por su reacción. Finalmente me giré y mi sorpresa
fue enorme.
-
Buenas noches, permite que me presente... Soy Candela Cortez, abogada y tu
novia; aún habiendo agachado cosas. - dijo mientras me extendía la mano.
No pude articular palabra, estaba aquí conmigo... me
perdonaba, seguíamos juntas... Todo en mi volvió en si al momento...
Noté un golpe seco en mi rostro que me hizo girar la
cara. Cuando volví a mi posición original, ví como Candela tenía esa mirada
llena de arrepentimiento peor al mismo tiempo de rabia e ira.
-
Siento haberte pegado, pero... fue la rabia la que habló por mí en este
momento. - dijo mientras acariciaba mi mejilla con timidez y delicadeza.
- La
que lo siente soy yo... debí de habértelo contado hace tiempo, pero no me
encontraba con las fuerzas necesarias ni la confianza en mi misma tampoco... -
comenté mientras ponía mi mano sobre la suya en mi mejilla.
-
Sólo te quiero a ti, no quiero ni lo que tienes ni lo que eres... Sólo a ti. Me
da igual que seas rica, como si eres pobre... Sólo tú. Sólo te amo a ti, por
como te comportas conmigo, por como eres conmigo. - dijo acercándose a mi rostro
cada vez más.
Me acerqué a ella y la besé suavemente. Separé mis
labios unos segundos de los suyos y la miré a los ojos.
- Te
amo Candela Cortez. Tú eres mi tesoro y mi riqueza. - volviéndola a besar y
abrazándola.
En ese momento ya teníamos a algunos fotógrafos por
ahí rondando y empezando a sacar fotos.
Nos importó un carajo que nos vieran o que nos
fotografiaran... incluso me dieron ganas de decirle a uno de ellos... "¿me
pasas algunas de ellas? es que tenemos pocas fotos juntas" y me reí al
pensar eso, pero no lo hice. Decidimos ir donde Kyle, el cual había venido con
Candela y pasar una velada cómoda y tranquila, al menos dentro de lo que se
pudiera.
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