Es complicado - Silvia 11

Capítulo 11

Las cosas entre Nina y Katherine concurrían mejor que antes, todo era más preciso en cuanto a su relación, ahora ya no se trataba sólo de convivir forzadamente por pura cortesía ante el hecho de que compartiesen el establecimiento junto con sus padres, si no que al parecer cada una disfrutaba de su acompañamiento mutuo, en la semana que ya había pasado, las dos chicas gozaban abiertamente de su “nueva amistad”, la confusión les acompañaba en casi todos los momentos posibles, se hacía presente en cuanto a cualquier ligero movimiento o palabra que las chicas realizaban . George y Sofía llegarían en aproximadamente una semana más, Nina interiormente se desmoronaba lentamente ante la idea de que le sobrara tan poco  tiempo a solas con katherine, deseaba con ferbor que esto no sucediese, quería que el tiempo se convirtiera en millones de partículas diminutas que se esparcen por el espacioso universo , en pocas palabras quería que este se hiciera eterno en plena jovialidad perfecta. Ante la impetuosa necesidad de permanecer siempre cerca a Katherine, Nina decidió ignorar lo que sus sentimientos le susurraban cada vez que estuvieran juntas, no podía dejar que las cosas huyeran de su ahora vulnerable equilibrio.

Argumentaba mentalmente las razones mayormente malas del por qué no debía de agradarle de esa manera katherine, no lograba recordar o encontrar ninguna, era ya pasada la madrugada según su reloj y un repentino sonido llego a sus oídos, junto a un recordatorio de Katherine advirtiéndole que no se espantase si en algún momento llegaba a escuchar algún ruido extraño, le explico que usualmente ella, Katherine, cuando no alcanzaba llegar al sueño se dirigía al piso inferior por algún aperitivo o comida... Nina se encontró sonriendo excesivamente ante aquello, de golpe sobre aterrizó la idea de unírsele con el mismo pretexto, se sorprendió al notar el poco autocontrol que le invadía en ese deseoso instante. Nina salió de las sábanas, seguido por su cuarto y tan rápido como pudo estuvo en el piso de abajo. Katherine observaba la pantalla plana de televisión.

-Hey... ¿Qué haces despierta tan noche?-Preguntó Katherine curiosamente.

-No puedo dormir.-Contestó Nina.

-Oh. He registrado el congelador y me he dado cuenta de que no contamos con absolutamente nada, así que no he preparado nada.

-Nina rió.- Wow, eso es algo raro, no lo he notado, siempre voy a la cafetería de la escuela, supongo que tendré que recordártelo.

-Si... y dime... ¿Tienes alguna idea de que podemos hacer a esta hora?

-Sinceramente no lo sé.-Respondió Nina.

-¡Ya se!-Exclamó Katherine después de unos segundos.

-¿Cuál es tu brillante idea?

-Iremos de compras.

-¿Me estas bromeando, no es así?-Nina le miró con ironía.

-Uh... No lo creo, vamos en mi coche.- Dicho esto Katherine se dirigió a la cochera con una sonrisa segura en el rostro.

-¿Sueles ser así de impulsiva?-Cuestionó Nina con incredulidad.

-Si, la mayoría de las veces sí, ahora vamos, hay un k-Mart abierto las 24 horas.

-Comienzo a cuestionar tu cordura y la mía también por seguirte pero... ¿Cómo crees que nos veremos en un k-marmart por la madrugada y en pijamas?

-¿Te importa tanto lo que piensen de ti?

-No realmente.-Respondió Nina.

-Bien, entonces vamos, además no se dé que tienes que preocuparte.

-¿A qué te refieres?

-Quiero decir que incluso aún que hayas pasado la noche debajo de un puente eres muy bonita.-Dijo Katherine. Nina al escuchar aquello, sintió como un matiz rojo cubría sus mejillas y trató de no pensar e idealizar lo que katherine dijo con otro de sus imaginarios pensamientos absurdos.

-Nina se aclaró la garganta y espetó.-Uh... Gracias, creo, por lo del puente, es una bonita forma de halagarme.-Ambas rieron.

El viaje había resultado corto gracias al poco tráfico que se hallaba por la carretera, el reloj marcaba las 2:13 en punto, contados eran los coches aparcados en el estacionamiento. Las dos chicas bajaron del coche y se dirigieron hacia el k-Mart. Entraron y un policía yacía de pie sobre el umbral de la entrada corrediza, les hecho un rápida mirada pero no pareció sorprenderle y volvió la vista hacia las afueras del establecimiento. Katherine tomó uno de los carritos de compras yendo hacia los pasillos de la comida, Nina le seguía divertidamente.

-¿Cheerios?-Preguntó Katherine mientras sostenía la caja de cereales en sus manos.

-Cheerios.-Respondió Nina afirmativamente.

-Veamos... Oh si, leche.

El tiempo pasaba, terminaron de escoger todo y fueron hacia las cajas de cobranza, a los lados se situaban los estantes de bebidas alcoholicas.

-¡Por poco lo olvido!- Puntualizó Katherine.

-Oh no, ni lo pienses Katherine.-Espetó Nina al visualizar las intensiones de esta.

-Si lo pienso, no pasara nada, créeme, solo un poco de diversión.

-No a esta ho...-katherine se alejó velozmente a los estantes antes de que Nina finalizara, momentos después las chicas se encontraban pagando todo lo que llevarían.

-Eres la persona más extraña que pude haber conocido en mi vida.- Katherine sonrió al frente, con sus manos sostenía el volante cuidadosamente, llegaron a uno de los semáforos que permanecía en stop y el coche se detuvo, la sonrisa de Katherine se desvanecía, ahora se tornaba en algún gesto pensativo, ahora era silencio.

-Debo de serlo, más ahora.-Finalmente contestó Katherine con la mirada pérdida en el solitario camino que les rociaba la vista.

-¿Cómo?-Nina realmente quería saber a qué se refería. El semáforo cambió y Katherine instantáneamente movió el volante.

-No es nada. -Kat realizó un preocupante suspiro. <<¿Nada?>> Pensó Nina, una persona no podía simplificar enormes suspiros a la nada, la respuesta la abandono en un mar de grandes dudas. Después de agonizantes minutos en silencio llegaron, el coche se estacionó por sí solo, acto seguido, sacaron las bolsas del coche y se dirigieron a la cocina, terminaron de establecer los alimentos en su lugar.

-Bien... Hemos terminado.-Katherine tomó las botellas de whisky he hizo un ademan aleatorio hacia la piscina. -Iré a nadar un poco, ¿Me acompañas?

-Claro.-Contestó Nina. Dicho esto, ambas salieron por las puertas corredizas. La noche acunaba la piscina con bellos brillantes nocturnos, contrastaban al par del agua azul, la Paz ganó a los nervios de Nina. Katherine se deshizo de su outfit dejándola en nada más que ropa interior. Era realmente hermoso lograr mantener su íntegro ser en total calma, detenidamente observó el hilarante cuerpo de la castaña, el lacio cabello caía como grandes cascadas sobre su femenina espalda. Era como si no supiera exactamente que pensar o sentir, si era solo un halago o saber ver la belleza de otra mujer sin ningún sentimiento o deseo hacia ella, o si realmente le gradará en más que un solo sentido, la tormenta de sensaciones le ahogaba.

-¿Entonces... Te meterás?

-Oh si...-Nina reaccionó ante la cuestión, la vergüenza se hizo presente al instante, se dio cuenta de que ante la escena presente se había quedado perdida de alguna inevitable manera. Nina se quitó las ropas que llevaba encima y se metió en la tibia piscina. Le relajó aquel amable movimiento, el agua le golpeó cálidamente la piel, esta se contrajo levemente creándole placenteros escalofríos irremediables. Katherine ahora flotaba sobre el agua, se le veía abstraída del momento, Nina no pudo evitar cuestionar en voz alta.

-¿Qué piensas?.- Preguntó Nina mientras le daba un sorbo a la botella de alcohol. El sonido de los grillos nocturnos se hizo presente y después de largos segundos Katherine respondió.

-En muchas cosas.

-Cuéntame una.-Katherine le miró dudosamente mientras bebía un trago de la botella y se descarriló de su posición flotante, quedando de frente a Nina.

-En mi mascota de cuando era pequeña.

-¿Qué hay con ella?

-George me ha dicho que nacimos al par, desde que nací estuvo conmigo, murió cuando tenía ocho...-Silencio.- Pero... quiero decir... No es como si fuera un gran problema, es sólo que a esa edad somos tan sensibles, lloré sin parar durante un mes seguido.

-Te equivocas con lo de “A esa edad somos sensibles” Por qué tu aún lo eres.-Dijo Nina

-Quizás.-Contestó Katherine.

La noche cazaba el ruido cuidadosamente haciendo que este disipara, dejando a ambas chicas en el ocaso del silencio, las botellas que justo después de una gloriosa hora estaban terminadas, era víctima del momento.

-¿Alguna vez has besado a una chica?-Preguntó entré risas katherine.

-¿A qué viene la Pregunta Kat?- Las erres ya fallaban, el entorno daba vueltas, tenía un éxtasis jovial, eso solo daba a entender una sola cosa, Nina estaba ebria.

-Curiosidad.-Risas.- ¡Es algo serio Nina, dimeee!

-Tal vez, tal vez no...-Dijo. Nina. Katherine se encontraba al borde del refrigeradorcon  puertas abiertas, sosteniendo crema de cacahuate, a un lado suyo estaba Nina recostada sobre el suelo esparcido de cereales.

-¿Qué demonios significa eso?

-Lo qué has escuchado.-Contestó Nina. Katherine llevo a su boca una cucharada de la crema a su boca.

-¡Yo nunca lo he hecho!-Risas.

-¡Katherine!, ¡No! ¡No lo creo!

-Hablo enserio, nunca, nuncaaaa lo he hecho.-Más risas.

-Te enseñare.-Dijo Nina quien sobresaltadamente se levantó del piso inundado de cereales.

-¡Oh no! ¡Nina, estas ebria y yo también!

-¿Entonces? ¿Cuál es el problema? Mañana no recordaras nadaaaa.

-No lo haremm.... mmm... mmmm.- El universo daba vueltas en ese instante, a pesar de no saber lo que hacía en ese instante, sus labios cobraron vida, que se interponían supremamente entre los de Katherine, suaves, cielo, algodón, sabor a maní... curiosos... Sus ojos se apagaron y así también lo hizo el cuerpo de Nina, cayó sobre el suelo de nuevo, sus sentidos se apagaron y así, sólo así durmió plácidamente, mañana sería otro día.

Nota de la autora: Enserio, realmente siento la demora de los capítulos, he estado bastante liada, espero que pueda hacerlos más seguido. Gracias por sus comentarios y por seguir leyendo la historia, saludos, un abrazo (:

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La Teta Feliz Historias y Relatos ® Silvia - Derechos Reservados

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