Capítulo 55
Su
mirada y la mía se encuentran por milésimas de segundo mientras salgo a la
sala. Vi sus ojos oscurecerse al verme. Sé que me odia hace tiempo aunque el
motivo sea erróneo.
-
¿de qué quieres hablar?-pregunta parada frente a mí.
-
Solo quiero que me digas que haces aquí- mirándola fríamente- espero la
verdad.
Camina
por la sala de aquí y allá y sé que está intentando que no entre en su mente.
Algo oculta y voy a descubrirlo.
-
Puedes dejar de dar vuelta y decirme- dije seria, me saca de mis
cabales.
- Está bien pero es algo difícil- dice parándose
justo delante de mí- sabes bien todas las maldades que ha hecho y sigue
haciendo Miguel.
- No es necesario que me lo digas yo sé
perfectamente como es tu “hijo” adorado,
me pregunto a quien se parecerá.
- Sé que tengo la culpa porque yo influencie mucho
y no para bien.
- Sabes una cosa Caín tenía razón en no querer
convertirlo, miguel siempre fue demasiado psicópata, pero bueno para que hablar
de lo que paso desde entonces. Pero ¿Qué tiene que ver Miguel en todo esto?
- Ha ido hablar con el consejo y pedir una pelea a
muerte entre tú y el y ellos la autorizaron. Te esperan en un mes allí.
- ¿entonces tu eres la portadora de tan buena
noticia?- dije riendo- ¿tienes que ver en esto no?
- Mira Ast yo sé que tu no crees nada de lo que te
digo y tienes razón en no confiar en mí. Esta vez intercedí por ti, no quiero
esa pelea. Caín tiene razón tu eres la única capaz de ser nuestra heredera, tienes el carácter que
se necesita para manejar esto.
- Tu no quieres esa pelea porque no quieres que
mate a Miguel ¿acaso ya lo has
convertido en tu amante?- respondí gritando- y yo no quiero ser su heredera,
quiero seguir con mí no vida hasta ahora, sin esa responsabilidad.
- ¿Cómo puedes decir eso? Esa vez cometí un error,
me deje llevar por la rabia. Tú desde que llegaste te llevaste la atención de
mi marido.
- Porque te conozco y sé que no le guardas
fidelidad al tonto de Caín. No entiendo cómo puede perdonarte todo. Verdad es
un tonto enamorado. Pero lástima que tu no lo valores tanto como el a ti. Y
sabes que él siempre me hablo como un padre y nada más, aconsejándome de las
decisiones tomar como una oscuro. Estaba tan emocionado de tener una hija
aunque no fuera de su sangre. La última vez que lo vi estaba tan triste por lo
que hiciste. Te metiste con dos inocentes que no tenían nada que ver. Si tanta
bronca me agarraste por las actitudes de él debiste meterte conmigo, no con
ellos.
- Esas son sus decisiones. Y este tiempo me
arrepentido con él por esos errores y por no disfrutar más de ti. Pero deje
llevar por la rabia creyendo que Caín se enamoró de ti e hice eso que no debí.
Sé que me odias porque no querías esto para él.
- Si no sabes cuánto te odio. Porque tú me
alejaste de las personas que más quería. y puedes volver y hablar con los del
consejo y decirles que no voy a ir a esa pelea absurda.
- Puedo volver sin ti pero no decirles eso. Ellos
me dijeron que en dos semanas tienes que estar allá, para prepararte.
- ¿dos semanas?- conteste- no pienso ir. ellos no
pueden hacerme nada. Porque tú me desterraste, y allí no pienso volver.
- ¡Ast!- dice llena de rabia- vine aquí contigo
hacer las paces y llegar a un acuerdo y llevarte por las buenas pero si no
quieres será por la mala.
- ¿y qué piensas hacerme?- dije acercándome más a
ella desafiándola- sabes que no te tengo miedo. El respeto que te tenía antes
lo perdiste.
- Sé que no me tienes miedo- responde sonriendo
maliciosamente- pero conozco dos humanas que pueden pasarla mal, como es que se
llaman- pone cara de pensativa- Adriana y Camila, no creo que te guste que
Miguel las encuentre.
- Eres una maldita hdp-conteste lanzándome contra
ella y llevarla hasta la pared- con ella no te metas. No te han hecho nada.
Ustedes me quieren a mí- digo mirando a sus ojos- ¿es que no has aprendido nada
con lo que hiciste aquella vez? Que esta vez piensas hacer lo mismo- me di
vuelta aun con ella ya que la tengo de la camisa y la hago volar hasta la otra
pared.
-
Ya te he dicho por las buenas o por las malas- dice riendo
maliciosamente, y arremetiendo contra mí y pegándome a la otra pared- si te
queremos a ti, pero sabes de lo que somos capaces con tal de conseguir lo que
queremos- sigue riendo maliciosamente- ¿Cuál de las dos te interesa más?
Me lleno
de furia. Como puede intentar hacerles algo a dos personas que no le han hecho
absolutamente nada. Con mis manos le empujo con fuerza en el pecho y vuelve a
darse con la pared.
-
Ya veo que Miguel te lleno la cabeza pero son tal para cual los dos. Se
de lo que eres capaz, matar gente inocente igual que Miguel- se acomoda la ropa
y corre hacia mí, logro esquivarla y darle una patada en el estómago que la
hace retroceder- y a ti no te importa cuál de las dos me interesa más.
- Entonces sufrirán las dos y todo por tu culpa-
dice agarrándome y lanzando contra la mesa de vidrio la cual lastima la piel de
mi cara- solo tienes que venir conmigo y luchar.
- ¿mi culpa?- dije levantándome y corriendo hacia
ella, logro estampillarla contra un mueble- ustedes son los enfermos mentales
que se meten con gente que no tiene nada que ver en nuestras peleas y ¿es mi
culpa? – la alce y lance contra el techo y ante de caer le di una pata que la
volvió a levantar por el aire y después cayo pesadamente- eso lo dicen para no
tener cargo de conciencia. Cierto me olvidaba que tú no tienes conciencia- la
levante de allí y la tire contra la pared- no te acerques a ellas porque no
sabes de lo que soy capaz si les haces algo.
- Jajaja creo que tanto estar con humanos te saco
la frialdad- corre hacia mí y no logro esquivarla me lanza de cara a uno de los
cuadros colgados y el vidrio de este abre más la herida de mi cara, la sangre
cae a mi ropa- la única forma es que vengas con nosotros- me mira y ríe- yo no
les hare nada pero Miguel sí.
- Los dos son tan cobardes- empiezo a reír también-
él te nada a convencerme y tu hacer el trabajo sucio- me acerque a ella con
velocidad y volví a tomarle de la camisa y levantarla- pero sé que tú al igual
que él, quieres deshacerte de mí- la sangre también sale de su ceja lastimada y
boca.
- Para que negar lo que es cierto- esta vez es
ella la que me sostiene por los aires puedo entrar y leer su mente, el solo
pensar que haga lo que planea me asusta- pero es porque tan arrogante igual que
Caín. Entiendo porque siempre te ha querido- me empuja con todas sus fuerzas
contra la pared, siento un dolor terrible en una de las costillas- esta tan
orgulloso de haberte convertido y también decepcionado de mí de haber
convertido al asesino de Miguel- pero eso se arreglara en el combate.
- ¿Qué paso acá?- dice Karla al llegar y ver el
desastre.
- ¡Suéltala!- dice Josías que también llega con
Karla y ve como me tiene Lilith- Karla ayúdame- grita.
-
Tú sabes Ast que hacer, si quieres que ellas paguen el no ir al
enfrentamiento- me vuelve a empujar contra la pared.
Karla y Josías
la llevan a otro lado cuando me suelta para que no sigamos peleando.
-
Lilith tú no eres nadie para decirme que hacer o no- contesto al
acomodarme mi ropa.
- ¿estás bien?- pregunta Karla que se acerca a mí-
déjame limpiar la sangre de tu cara. Seguro hasta vidrio tienes en las heridas.
- Estoy bien no te preocupes- respondo y miro la
hora- ¡mierda! Me tengo que ir. Cuando
llegue a casa me limpiare y veré eso- mire a Lilith y Josías que la tiene de
los hombros con fuerza para que no se le escape- te lo advierto Lilith, te
quiero lejos de ellas o me conocerás realmente.
-
Si me quieres lejos de ellas sabrás que hacer- contesta- solo piénsalo y
me avisas. Tienes dos semanas para decidirte.
Camino
hacia la puerta acompañada de Karla.
-
Hazme un favor quieres- miro a Karla antes de salir- que no se quiera
acercar Adriana o Camila y si puedes convencerla de que se vaya mejor.
- Está bien yo cualquier cosa te aviso, ¿Qué
harás? Sabes que ellos conseguirán la forma de que vayas para allá.
-
Tu solo has lo que te pedí. Yo veré como soluciono lo otro. Nos estamos
viendo Karla- respondí al salir rumbo al ascensor.
Al salir
de allí, tomo rumbo al bufete de Adriana. Hace casi una hora debí pasar por
ella. Pero de todas formas voy a pasar tal vez todavía no se fue y si se fue
espero este en casa.
Llego y
subo para ver si esta miro en su oficina y no hay nadie está toda la luz
apagada pero al mirar bien detrás de unos libros veo una luz roja.
Me
acerco a mirar y es una cámara. De un tirón la desenchufo. Alguien volvió a
meter cámaras aquí y seguramente micrófono.
Salgo y
esta vez sí camino a casa. Y pensar que esta noche quería prepararle una cena y
también ver si yo podía inventar algo para fingir por el momento de que también
me alimento de esa manera.
En casa
entro por la puerta de atrás, no quiero que me vea así toda ensangrentada la
cara, aunque de todas formas sé que vera las heridas, pero al menos no de este
modo.
Entro de
la manera más sigilosa posible pero cuando voy a entrar a mi habitación, ella
aparece delante de mí. Nuestras miradas se encuentran.
-
¿Qué te paso?
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Felicidades Vec, tu historia me gusta mucho. Qué tengas unas bonitas fiestas, un abrazo.
ResponderEliminarAna