No te amo como si fueras rosa de sal,
topacio
o flecha de claveles que propagan el fuego:
te amo como se aman ciertas cosas oscuras,
secretamente, entre la sombra y el alma.
Te amo como la planta que no florece y lleva
dentro de sí, escondida, la luz de aquellas flores,
y gracias a tu amor vive oscuro en mi cuerpo
el apretado aroma que ascendió de la tierra.
Te amo sin saber cómo, ni cuándo, ni de dónde,
te amo directamente sin problemas ni orgullo:
así te amo porque no sé amar de otra manera,
sino así de este modo en que no soy ni eres,
tan cerca que tu mano sobre mi pecho es mía,
tan cerca que se cierran tus ojos con mi sueño.
o flecha de claveles que propagan el fuego:
te amo como se aman ciertas cosas oscuras,
secretamente, entre la sombra y el alma.
Te amo como la planta que no florece y lleva
dentro de sí, escondida, la luz de aquellas flores,
y gracias a tu amor vive oscuro en mi cuerpo
el apretado aroma que ascendió de la tierra.
Te amo sin saber cómo, ni cuándo, ni de dónde,
te amo directamente sin problemas ni orgullo:
así te amo porque no sé amar de otra manera,
sino así de este modo en que no soy ni eres,
tan cerca que tu mano sobre mi pecho es mía,
tan cerca que se cierran tus ojos con mi sueño.
Toque con las
yemas de los dedos aquellas letras, y es que así es el amor y Neruda lo sabía y
para mí no había nadie más como él para describirlo.
Magnolia:
Neruda!!! – me gritó desde el cuarto de baño –
Teresa: - una
sonrisa se dibujó en mi rostro, y es que ella lo conocía bien – si preciosa,
Neruda, y que haces tú escuchando ah?
Magnolia: soy
madre, tengo el oído superdotado – me seguía gritando del cuarto de baño –
Teresa: jajaja
yo también y no ando escuchando lo que susurras a mis espaldas – cerré el libro
y lo puse en el estante –
Magnolia:
graciosa, como no escuchar, si prácticamente gritabas mientras lo leías,
siempre te ha emocionado leer a ese chilenito - y ese comentario logró una
sonrisa más amplia aún en mi rostro –
Teresa: creo
entonces que ya sabes que te amo ¿no? – se lo grité y esperé su respuesta –
Magnolia: lo sé
y sabes que yo a ti, pero déjame terminar de arreglar ¿si?
Me quedé parada,
y con las manos en los bolsillos me quedé mirando por la ventana, parecía
mentira que mi Magnolia ya fuera madre, y con ella yo también, y que después de
todo lo vivido, sigamos siendo cómplices.
Teresa:
gordita!!!.. ¿ya?, vamos a perder el avión, que tanto te falta? – le grite
desde el salón mientras me acomodaba otra vez en ese sofá tan cómodo –
Magnolia: ya
voy, no puedes tener un poco de consideración – me gritaba con frustración en
su voz –
Teresa:
preciosa, he dejado a mis pacientes prácticamente con la palabra en la boca,
dejando las curaciones para mi residente, y todo porque me alocabas por el
teléfono para que llegara rápido y ahora te demoras tanto…me impaciento…y ya
estamos tarde – le dije recorriéndola con la mirada mientras se acercaba – ven
para acá gordita que te quiero besar
Magnolia:
Tete…por favor – lo dijo mientras me reprochaba el comentario con un gesto
gracioso –
Teresa: solo un
besito a esa pancita hermosa ¿si? – La miré con ternura, y se acercó hasta
poder tocar su barriguita – te ves tan hermosa embarazada…pensé que más hermosa
de lo que eres no te podías ver pero me equivoque
Magnolia: - le
sonreí y le di un beso delicado a su grávido abdomen – tonta, si estoy hecha
una vaca, no, un elefante, si, así estoy, un elefante
Teresa: - con
mis labios pegados a su abdomen me sonreí – en serio hermosa, creo que este
segundo embarazo te ha caído mejor, con Dieguito, no te veías tan hermosa –
Magnolia:
mentirosa, con Diego fue una barriga chiquita, ahora parece que fuera a tener
dos
Teresa: ¿de
verdad? – dirigí mi mirada a la barriguita y empecé a hablar – ¿habrá dos
metidos aquí adentro? – Puse mi oreja contra su abdomen – uhmm, creo que me
están hablando..uhmm, nop, dice que es uno solo y muy tragón
Magnolia: ay
Teresa, cuando vas a dejar de ser tan payasa, ni ser madre te ha enseriado, es
el colmo – la miré y le sonreí mientras se alejaba –
Teresa: tienes
razón ser madre me ha hecho más niña jajaja – le lancé una carcajada que la
molestó más –
Magnolia: aish
contigo no se puede….llama a Diana ¿si? Que ya tenía que estar aquí hace rato
Teresa: ¿Cómo?
Ella no iba a ir de frente al aeropuerto
Magnolia: pero
si te dije, que no, que ella venía, la llame hace un rato y me dijo que estaba
en el tráfico, llámala otra vez, y pregúntale si ya está cerca
Teresa: ok,
preciosa, yo la llamo, pero primero llamare a mi hermano para ver cómo están
los niños y saber si ya están yendo para el aeropuerto si?
Magnolia: si
tienes razón, y Lucas?
Teresa: el Sr.
Juan ya lo tiene, todo está cubierto, y mientras te terminabas de no sé qué
hacer y escuchar a Neruda puse todas las maletas en el auto, sólo faltabas tu,
pero ahora que me dices que Diana viene para aquí, pues también nos falta ella
ahora
Magnolia: ay, ya
no seas tan dramática que bien te gusta recitar a Neruda así que no digas nada,
y Diana seguro no demora – me miró con molestia, pero mi sonrisa era inevitable
–
Ver a Magnolia
con esa panzota recorrer toda la casa, Dios sabe haciendo qué?, era demasiado
gracioso, sentada desde mi sofá veía a esa mujer hermosa, el embarazo la hacía
brillar era como si llevara un halo de luz alrededor suyo, era cierto que no
era la primera vez que estaba embarazada, pero ahora tenía mucho tiempo para
contemplarla, y de verdad era la mujer más hermosa…ella me miraba mientras mi
mirada la seguía en sus atareos, y no podía evitar sonreírme, y es que pensar y
recordar todo lo que pasamos, todo lo que vivimos, y es que parecía mentira que
hoy estuviéramos así, tan juntas, tan unidas, parecía que todo el dolor que yo
le había causado y todo el daño que provoque se hubiera borrado, porque ahora
sólo cabía entre nosotras mucha alegría, mucha felicidad, todo parecía haber
sido un sueño una pesadilla mejor dicho, pero esta realidad era mucho mejor que
el más feliz de los sueños.
Magnolia: ¿qué
me miras tanto?...¿deja de mirarme y llama a Diana quieres? – ese gesto que
hacía al enojarse la hacía verse tan perfecta, tan mamá –
Teresa: ¿ya ni
puedo contemplar tu hermosura?...que rabiosa te me has convertido, me voy a
quejar ¿ahh? – Me miró con enojo así que no la quise molestar más – en éste
instante llamo
Cogí el teléfono
en mis manos y busque a Diana, era la única en mi directorio con ese nombre,
Diana, ella siempre había sido la única, aunque muchas Dianas me encontré en la
vida, ella quedaría en mi vida como la única que valía la pena…si me hubieran
preguntado hace un par de años si ella sería tan buena amiga mía o si valía la
pena mantenerla tan cerca, quizás la respuesta habría sido una negativa total,
y es que la pena que me embargaba de haberla hecho sufrir tanto, era demasiado
poderosa para perdonarme y poder acercarme, al final ella misma hizo el
trabajo, no sólo me perdono sino me enseño el valor de lo que verdad importa,
me enseño muchas cosas y ahora, soy yo quien la espera, quien la llama y busca,
y porque no, quien la admira, en estos últimos años ha logrado tanto en su vida
y encontrar tanto en la mía, que hoy día nos vamos de viaje juntas como una
familia.
Teresa: Diana ¿me
escuchas? – el ruido de los carros era impresionante, entre los bocinazos y el
aire por la ventana – Diana me escuchas?...te escucho apenas, donde estas?
Diana: sí, sí,
yo si te escucho, estoy saliendo de la autopista, ya estoy llegando, ya tienen
todo listo?, las maletas todo?
Teresa: si, si,
Diana te escucho fatal…habla más fuerte
Diana: Tete te
estoy casi gritando…¿cómo está Magno?
Teresa: bien,
bien, ¿cuánto vas a demorar?
Diana: 10
minutos máximo, estoy volando mujer, ¿cómo están los niños?
Teresa: Dios…me
olvide de llamar a mi hermano
Diana: mala
madre…llama pregunta cómo están…ya estamos tarde
Teresa: si,
hellloooo, gracias a ti más tarde
Diana: ya ya, lo
siento, tenía que dejar todo listo, nos vamos en mi auto ¿no?
Teresa: no ya
metí todo en mi auto, todas las maletas ya están allí
Diana: ya estoy
por la salida para la casa, llama a tu hermano nos vemos chau
Hace dos años y
esta conversación hubiera sido ofensiva, ella y yo hablando como amigas, hubiera
sido casi una profanidad, desde el momento que yo dude de ella y la puse en la
posición de roba novias, crucé una línea muy delgada de confianza entre
nosotras, y obviamente, había fallado, y es que como dice el dicho, “el ladrón
cree que todos son de su condición”, y pues yo la creí de la misma calaña mía,
porque no hay que ser ciegos, antes de Ángela yo había sido una imagen de la
deslealtad y una fiel copia de la infidelidad, para mí era más fácil pensar que
ella haría lo mismo, pero por supuesto me equivoqué, cuando regresé de Chile lo
primero que hice fue rogar su perdón, cosa que no vino fácil, pero los
acontecimientos posteriores me pusieron en una posición de amiga herida que
ayudo al final a arreglar las cosas, y ahora somos así amigas, compañeras, y por supuesto nos
queremos.
Teresa: Pablo…¿cómo
están los niños? – los griteríos se escuchaban por todo lado, era un cantico de
gritos infantiles casi insoportables –
Pablo: no te
escucho hermana te paso con Santi
Santiago: hola tía
– su voz de un hombre ya, aún me sorprendía –
Teresa: tía tu
abuela, ya te he dicho que me digas Tete – lo dije con una sonrisa –
Santiago: lo
siento Tete, ¿dime tía?
Teresa:
diosss…jajajaja…mejor no lucho con la tía…jajaja…hijo, dime como están todas
las fieras
Santiago: aun no
se han mordido, matado, espera – un grito se escucho en el fondo de dolor,
felizmente no era de mi hijo – tía disculpa te paso con mamá
Alejandra: ¿alo?
Teresa: Ale, ¿qué
está pasando?
Alejandra: nada
Tete, niños, siendo niños, no te preocupes todos están bien, Pablito los está
poniendo a divertir y tu sabes Santi es un sol, todos quieren jugar con él y el
los pone en orden, no te preocupes…¿ya están en el aeropuerto?
Teresa: no sigo
esperando a Diana, pero el auto ya está listo con las maletas
Alejandra: ¿Diana?
Yo pensé que…
Teresa: si lo
sé, último capricho de Magno, y a las embarazadas hay que engreírlas así que ni
modo
Alejandra: pues
sí, sino se nos pone histérica, por nosotros no te preocupes hay suficientes
adultos en el auto para 4 niños, y esto que cuento a Santi como adulto, porque
le he dado la función de niñero, jajajaja, adoro a mi hijo, quieres que te pase
con…
Teresa: con
Pablo por favor, entonces ¿ya están por llegar?
Alejandra: claro
que si nos vemos en el aeropuerto, un besito, chau
Pablo: hola
hermanita, ¿ya están en el aeropuerto?
Teresa: ¿que no
escuchas a tu mujer?, ¿que no Pablo y ni se te ocurra preguntar por qué?
Pablo: ok, lo
siento pero apúrense que nosotros ya estamos casi llegando, y tu pequeñin está
muy incomodo, ¿pero que haces allá que no sales?
Teresa:
esperando a Diana – hice un gesto de molestia y resignación –
Pablo: ¿pero
supuestamente no tenias que llevar a Magno y Diana irse de frente?
Teresa: antojos
de embarazada, mejor dicho manipulaciones de embarazada, pero ya, llega Diana y
salimos disparadas, igual de aquí es más cerca al aeropuerto
Pablo: lo sé
pero igual no se demoren ¿sí?, que tenemos un jardín infantil aquí ¿sí?, los
míos, los suyos, si?
Teresa: si
hermano – los gritos otra vez, y estaba segura que esta vez era Dieguito – te
cuelgo porque ya sé que es Diego, y mejor no pregunto qué paso, nos vemos allá
hermano te quiero chau
Habían pasado ya
casi tres años desde que había regresado de aquel desatinado viaje a Chile, y
desde que había puesto pie en New York, todo había cambiado, lo considero
desatinado, porque quizás debí haber hecho ciertas cosas mejor, pero al final
ese viaje no tuvo nada de desatinado, me ayudo a seguir a adelante, a darme
cuentas de cosas, y porque no, me abrió los ojos y le dio nueva luz a mi vida.
Me paré en la
ventana para ver afuera de la casa, y el barrio había cambiado, pero Carlos nos
seguía haciendo el favor de cuidarnos, su gratitud se había multiplicado por
1000, cuando le sanó completamente la mano, y se convirtió en un ángel
protector, y con Dieguito en casa era necesario un apoyo…Dieguito, como llegó
Dieguito, pues por una casualidad, tanto desencanto en un embarazo que sería
difícil, y sin embargo en la primera inseminación, ese niño se agarró de su
madre y no se soltó…y es que en ese tiempo Magnolia estaba tan relajada, ya no
había más problemas y bueno, el amor y la felicidad sobraban, no digo que ahora
no haya, al contrario, creo que cada día hay más, tal es el caso que ya se
viene otro en camino.
Una sola acción
cambia todo, y recuerdo bien que cuando mi avión llegaba de Chile, todo mi
mundo parecía trastornado, literalmente no tenía nada, Ángela se había
esfumado, y yo jure borrarla, y Magnolia, resentida hasta la siguiente vida, y
Diana ni que decir, sus buenos deseos llevaban espadas en cada letra, era como
si llegara a un país enemigo, como si fuera a pisar territorio de guerra…cuando
las ruedas del avión chocaron con la pista de aterrizaje, recién caí en cuenta
que debí haberme ido con mi hermano, de que no podía estar sola, lástima que
recién me había dado cuenta de que estaba completamente sola….y fue la
sensación más horrible que pude haber sentido, sentimiento así no se lo
recomiendo a nadie, fue devastador, pero cuando asumí mi soledad es que mi
mente empezó a maquinar las mil maneras de cómo reconquistar a Magnolia y hasta
pensé que quizás Sofía la enfermera podría ayudar, ósea, me convertí en un
manojo de nervios y de pensamientos por demás absurdos.
Magnolia: ¿qué
te dijo Diana? – me gritó mientras yo volteaba y la miraba ponerse el pendiente
–
Teresa: que ya
estaba por la salida para la casa…dijo 10 minutos – me remangué la manga para
ver la hora y ya habían pasado 10 minutos – ya debe estar por llegar
Magnolia: ya
estoy lista, ¿cómo me veo?
Teresa: - le di una
vista de abajo hacia arriba y no había duda ser madre le sentaba tan bien a esa
mujer – hermosa princesa…te ves preciosa – y con una gran sonrisa me acerqué y
le di un beso en la frente –
Magnolia: ay no
te vas a poner conquistadora ahora – me dijo mientras se movía para coger su
cartera –
Teresa: creo que
ya no tengo necesidad de conquistar a nadie ¿no?
Magnolia: eso
espero – me miró incrédula y yo sólo sonreí –
Los sonidos de
los bocinazos que daba Diana al llegar al frente de la casa eran demasiado escandalosos
para no darnos cuenta, y con sólo asomarme por la ventana, la vi, salía como
loca del auto y se apresuraba por entrar, miré a Magnolia bien atareada
paradita en el salón y me volví a sonreír – estas guapa, ¿para quién será tanto
esfuerzo? – Ella sólo me respondió sacándome la lengua, y yo hice lo mismo –¿vamos?
– le dije estirándole mi mano – me quedo voy a esperar a Diana, seguro viene a
tirar sus cosas y sabes que detesto el desorden – la miré tiernamente – lo sé
princesa, te espero en el auto entonces – cogí mi bolso y las llaves del auto
me acomodé la blusa y me puse las gafas de sol y como entré a esa casa salí,
con una gran sonrisa.
Diana entraba
apresurada con mil papeles en las manos, chocó conmigo al entrar y un hola en
una levantada de cabeza nos dimos – no demores – le grité y ella desde ya el
interior de la casa me respondía que sólo dejaría aquello, me senté en el auto
y mirando por el retrovisor, como una cápsula del tiempo recordé…casi tres años
habían pasado desde mi viaje a Chile, y ahora todo era felicidad, mi vida desde
ese día había dado una vuelta de 360º, aunque en realidad nadie había cambiado,
los elementos si se habían mezclado tanto que nadie se hubiera imaginado que
todo terminaría así, mi hermano casado con Alejandra, y a estas alturas de su
vida esperando un nuevo bebé, Paloma totalmente comprometida con un francés que
conoció en un grupo de ayuda “como olvidar a su ex”, y ahora no sólo habla
francés, sino que hasta agradable se ha vuelto…alguien por ahí me dijo que las
personas no cambiaban, sólo modificaban su actitud, y la gente evolucionaba,
según este concepto, entonces yo evolucioné, pasé de doctora despechada, a
doctora madre de familia, pero fue un cambio hermoso y automático, y es que la
primera vez que sostuve a mi hijo en brazos, fue la sensación más hermosa, más
sincera, más feliz…el amor por esa personita tan pequeña, me llenó de tal
manera que no sabía que pudiera alguien llegar a sentirse así, me acuerdo muy
bien que me recosté al lado de mi princesa con nuestro hijo en el medio y le
dije – tiene todos los deditos, se los conté – y ella solo me sonrió y me dijo
– ahora si estamos completas – y fue literalmente eso, sin esperar que otro ya
vendría en camino u otra, aún no lo sabemos.
Cuantos
recuerdos…pero el mejor de todo, y que cambio todo mi destino fue aquel día…ese
día que lo recuerdo como si fuera ayer, yo saliendo de la ducha, con la
angustia y pena clavada en el alma, deseando ser otra y rogando que mi vida
terminara en ese momento, y de pronto encontrarme con ella allí, era otra
oportunidad, una oportunidad que no había pedido, pero ahí estaba ella,
diciéndome lo hermosa que era y ese te extraño, y aquel beso, ese beso, fue un
beso de vida, recupere la vida que no sabía había perdido, la recuperé en ese
beso – abre la puerta – la voz de Diana me sacó de mi ensimismamiento, miré a
Diana golpear la ventanilla y yo como tonta apretando el botón para abrir.
Teresa: lo
siento, Diana, me quede con el pensamiento en el aire
Diana: si me di
cuenta – la miré mientras acomodaba a Magnolia en el asiento –
Teresa: ¿voy a
ser el chofer?, ¿las dos atrás? – volteé para verlas y las dos al unisono
dijeron SI!! –
Solo me sonreí,
no me quedaba más que hacer…era bastante agradable verlas por el retrovisor
entretenidas una con la otra, era más aún que las tres seamos amigas,
compañeras y una familia…Magnolia tenía un gesto muy particular cuando reía con
muchas ganas, y es que la nariz la arrugaba de una manera tan graciosa que se
hacía no sólo una gracia, sino también que era un gesto tan tierno que daba
ganas de besarla…así estaba ahora con esas arruguitas en la nariz, y se veía
hermosa, demasiado hermosa, los años no pasaban por ella, la que acumulaba años
en la piel y en las arrugas, era yo, pero me encantaba, porque la última vez
que me fije en el espejo, estaba segura que esa arruga se formo cuando nació mi
hijo, y la adoré.
Manejaba
despacio, el viento me acariciaba, y era feliz…me parecía increíble que después
de tanto sufrimiento al fin lo haya logrado, había triunfado en mi vida, y no
hablaba de mi carrera que encaminada y enrumbada estaba; era la felicidad…tenía
la felicidad en mis manos, la sentía en mis venas, la emanaba en cada
respiración, era inmensamente feliz…y es que es increíble como la vida cambia
en un instante y para mi ese instante fue en ese momento, que jamás se irá de
mi mente…
– Eres demasiado
hermosa desnuda – volteé y enfrenté a la mujer que estaba frente a mi
– como es que,
que haces aquí?, quien te dijo que estaba aquí?, que haces aquí? – le dije,
mientras la detallaba y es que era ella parada frente a mi
– yo lo sé todo, y te quiero conmigo eso es
todo – me dijo mientras se movía despacio y me abrazó del cuello y yo de su
cintura y me besó
– te extrañe muchísimo – le dije en un susurro
– y yo a ti mi
amor, y yo a ti – me dijo sonriente y nos fundimos en un beso profundo
Un beso que me
devolvió la vida, me perdí en su aliento y ese beso, me separé de sus labios –
dios, pensé que nunca volvería a besar tus labios otra vez – mi boca se volvió
a perder en su beso…y con mis labios abracé sus labios, apreté despacio y jalé
despacio su labio inferior, y logré la abertura perfecta en su boca, y mi
lengua a cuestas del instinto, fue metiéndose rozando toda la piel que había
por rozar, dejándose tocar por la humedad y suavidad de su lengua, mi mano se
seguía apretando a su cintura y sus brazos se cerraban más en mi cuello
atrayendo mi boca más a la suya…las gotas de agua que todavía quedaban en mi
cuerpo se evaporaron en un segundo, mi piel se lleno del calor y ardor que
volver a sentir sus caricias, lograba, había extrañado sus caricias tanto, que
mi cuerpo se vendió a su toque, había perdido el dominio y noción de mi cuerpo,
era suyo, ella lo volvía a poseer, y como no ceder a semejante mujer.
Su mano en
estrategia bajó muy disimuladamente de mi cuello y rozó mi hombro y brazo, para
seguir por mi cintura, y cuando llego a mis caderas, no dudo en pasar hasta mi
parte de atrás, y acompañando una sonrisa que sentí en los labios apretó mi
nalga izquierda, y eso fue suficiente, eso me dio el poder y la dote de deseo
para empujarla con mi cuerpo a los pocos pasos que faltaban para llegar a la
cama, mi mano se perdía en el afán de desabrochar sus jeans, y en meter mis
manos dentro de esa prenda…mis pezones ya estaban parados, y golpeaban su
camiseta que me evitaba sentirla piel a piel…mis manos apretaban sus nalgas y
en pocos segundos descubrí sus nalgas de toda prenda, estaba ese traserito al
aire, y aún faltaba la camiseta para dejar ese cuerpo hermoso al desnudo.
La acomodé
despacio en la cama y termine de sacar ese pantalón, ella ya me esperaba con
los brazos sobre su cabeza para sacarle la camiseta, el brasier fue un dulce, y
todo al final voló por los aires…me acerqué sobre ella y con una gran sonrisa
bese esa curva perfecta que hacía en ese rostro su hermosa sonrisa, me acomodé
muy delicadamente sobre ella y nuestras caderas encajaron en segundos, nuestros pechos se tocaron y
acariciaron al ritmo de nuestros pezones erectos que se movían satisfechos al
compás de nuestra respiración jadeante; sus brazos me rodearon y yo con mis
manos iba acariciando sus costados hasta su pierna, que acomodé enroscada sobre
mis caderas, justo para darme el lugar perfecto y colocar mi muslo en su
centro, un lugar demasiado húmedo ya, a pesar de que recién habíamos empezado a
amarnos.
Con un mordisco
en mi labio inferior y en un vaivén de
su cuerpo, nuestros cuerpos se dieron vuelta en esa cama, y yo quede a la
merced de sus ansias y ganas, y se podía
oler en su aliento y sentir en el calor de su piel, el ardor de sus besos que
había extrañado tanto, y que necesitaba por demás…jalé mi labio despacio aún
prisionero de sus dientes y lancé mi lengua a delinear el suyo, dibujé el
contorno de esa piel con la saliva dulce que el deseo por ella me provocaba,
caricia que ella adoraba y que enloquecía…sus manos desquiciadas, no dejaban de
tocar mi cuerpo, de levantar mi pierna sobre sus caderas mientras ella se iba
en el vaivén frotando su centro en mi muslo, que estratégicamente seguía bien
plantado en su entrepierna…sus labios recorrían la línea de mi mandíbula, luego
besaban y acariciaban y su boca no
soltaba el lóbulo de mi oreja y desde allí sus labios se dejaron bajar
cómplices a mis gemidos hasta mi cuello, el cual marcaron con saliva y mucho
deseo…mi clavícula otra víctima de esos tiernos elementos y mi hombro que con
pasión no sólo fue besado sino también mordido en la lujuria del momento.
Mi pecho subía y
mi voz, era jadeante, la de ella era un canto, con cada “te amo” que lanzaba al
aire, sus manos instrumentos de erotismo sin comparación, apretaban mis senos y
pellizcaban mis pezones, y luego se turnaban amasando mis nalgas y luego
empapándose de mis fluidos, en el roce de mi sexo…perdida en su tacto, perdida
en el deseo, perdida en su amor, me estaba amando y yo me estaba dejando, esta
mujer era la mujer que yo quería en mi vida, y me di un tiempo entre tanta
pasión para decírselo…la separé de uno de mis pechos que devoraba con locura, y
sosteniéndola de los costados de su rostro, la miré fijo, y busque su mirada,
no sus ojos sino su mirada – tu eres la mujer de mi vida, y lucharé por ti
hasta la eternidad – y con un leve brillo de esos ojos y una sonrisa cómplice,
la promesa había sido hecha, esta vez yo no dejaría nada al azar, yo lo quería
en mi vida y así lo haría cumplir.
Un beso selló el
pacto, nuestros labios a las justas se rozaron, pero luego el deseo se apoderó
y nuestras lenguas se trenzaron en el dulce de nuestras salivas y el salado de
nuestras lagrimas, la suavidad de sus labios se mezcló con mi maestría para
jalar ese labio inferior, y mi lengua se
mezcló con la perfecta succión que sólo ella sabía dar…besos que quitaban el
aliento, que hacían temblar mi equilibrio y el eje de mi vida, me rendí a sus
besos y la merced de sus deseos…y otra vez vino el jadeante buscar de su boca
el recorrido de mi cuello hasta mis pechos, y otra vez el jugar con mis pezones
erectos y mis senos turgentes llenos de deseo, su mano se acomodaba muy
discreta acariciando los escasos vellos de mi monte, como para encaprichar a mi
pelvis para que se mueva sometida, pero la única sometida era mi rajita
llenándose más y más de fluidos dulces para la única mujer que cabía en mi
vida.
Su boca deseosa
bajó de mis pechos a mi cintura y sosteniéndose de mis caderas, también beso
las marcas de esos huesos que como parados apuntaban el lugar exacto donde
enterrar la suavidad de sus labios…labios que no esperaron para posarse casi en
un roce en aquellos lugares, y es que nadie sabía besar mi cuerpo como ella, se
lo había ganado a pulso, nadie conocía el mejor tacto de mi piel como ella, era
suya desde siempre, ¿como no pude verlo y lo quise negar? Aún no lo sé, sus
manos en roses de sus yemas dibujó las letras de su nombre que ahora quedaría tatuado
eternamente en mi piel, o es que siempre había estado pero no lo pude ver?,
pero ahora estaba segura, que sólo su nombre podría estar escrito sobre mi
piel.
Mis caderas se
levantaban para alcanzar el cielo y es que con semejantes besos en mis ingles,
no hallaba alivio al deseo que ardía en mi vientre, sus besos llegaron a mi
monte de Venus y con ellos sus labios se acariciaron mientras ella absorbía mi
olor y se enterraba en besos mas lujuriosos en aquel lugar…de pronto se abrazo
a mi pelvis y su lengua pegada a mi
monte buscó mi rajita y en armonía abrió mis labios mayores para alcanzar ese
pedacito de carne palpitante lleno de sangre y deseo…mi clítoris encajó
perfecto en la punta de su lengua y mis piernas cómplices se abrieron a ella
como un libro sin secretos, y cada lengüetazo a ese pequeño botón era como el
pasar de las páginas de la historia que contaba mis ganas, mi cuerpo se
retorcía, mis manos se apoderaban de sus cabellos y sé, que di varios jalones de él, y es que no
podía resistirlo, era demasiado placer, era el placer infinito…su lengua luego
dibujó la perpendicularidad de mi rajita y mi coñito recibiendo ese roce pasivo
de mi lengua se abrió como un botón de rosa floreciente…mi coñito se lució y
sedujo a su lengua y ella no defraudó.
Su lengua
entraba en mi coño con maestría, las estocadas de su lengua dura acariciaba esa
entrada con poder y el interior cálido de mi vagina le entregó todos los jugos
de placer que pudo, su mano no dejó de frotar uno de mis senos mientras la otra
se acomodó encima de mi clítoris que acarició y hasta apretó haciéndole el
mayor y mejor de los favores al placer lujurioso que entregarme a ella
significaba estar vencida a su poder sobre mi…mis caderas volaban, mis nalgas
se contraían en cada alce de mi vientre, mi respiración era jadeante y mis
gemidos solo llevaban el nombre de mi mujer, mis pechos eran presos de sus
caricias y aunque adoloridos de tanto roce descarado, deseaba más y más que esa
mujer me poseyera toda…mordiscos, besos, succiones, lengüetazos, y sus dedos
dentro de mí, prendieron la fogata de mi deseo, el placer era intenso y su
lengua el instrumento de paz a todo ese delirio…los movimientos eran más y más
rápidos y mis latidos eran desbocados, mis manos apretaban su cabeza más a mi
centro, y hasta su nariz participaba del roce erótico, todo se confabuló y mi
cuerpo no resistió más y sosteniéndome de las sábanas, y apretando los labios,
y gritando al cielo, mi cuerpo se tensó en un arco perfecto mientras los
fluidos desbordados llenaban su rostro y boca…mi orgasmo explotó y con él,
el nombre de mi mujer entre susurros.
Mi cuerpo
agotado, satisfecho y jadeante se quedó estático, la descarga de voltaje había
sido como un corto circuito…Dios que mujer para espectacular….me repetía en la
mente, y con mis manos busqué su rostro alojado en mi muslo y la atraje hasta
mí, la coloqué frente a mi mirada y acariciando su mejillas y contemplando su
mirada y los restos de mi placer en su boca, le dije – tu y yo para siempre mi
amor – y en un beso volvimos a sellar nuestro trato.
– despierta!!!, ya está en verde – me gritó
desde atrás Diana, - estas soñando despierta mujer y estamos tarde – yo sólo
asentí y volví mi vista al frente, tenía razón, pero como no recordar ese día y
a mi mujer, ese recordar me trajo la mayor de las sonrisas y con complicidad
miraba por el retrovisor entre avergonzada y satisfecha a Diana y a Magnolia
discutir sabe Dios de que.
El tráfico ayudó
demasiado y en poco tiempo llegamos al aeropuerto, Pablo nos vio llegar y con
Diana rápidamente bajaron las maletas, mientras yo ayudaba a la mujer más
grávida que haya visto, pero lo tenía que volver a mencionar, era demasiado
hermosa, como por ahí dicen ojos de enamorada no se equivocan y Magnolia estaba
preciosa, todas las maletas se bajaron y yo quedé parada allí buscándola con la
mirada, mientras trataba de ver si la hallaba a través de las paredes de
vidrio, pero la había perdido de vista, así que sin más cerré la maletera, me
monte en el auto y lo fui a dejar al parqueadero.
Mientras regresaba
del parqueadero, en mi rostro sólo cabían sonrisas, ese día en particular había
sido de recordar, y como por ahí dicen “recordar es volver a vivir” y pues yo
estaba reviviendo aquellos momentos con ella, el día de mi llegada, de su
inesperada aparición, de los dos días después que nadie salió de ese
departamento, pero que departamento si a las justas salimos al baño, porque no
abandonamos esa habitación, más que para lo vitalmente necesario, y es que los
días posteriores a ese encuentro fueron como una luna de miel, y aunque no hubo
matrimonio, después si lo hubo y por supuesto repetimos la luna de miel, en un
viaje más planificado, pero casi con el mismo resultado, pocas veces dejamos la
habitación de hotel, tanto que tuvimos que repetir el viaje a Marruecos, porque
no conocimos nada, a ls justas llegamos a conocer el lobby del hotel…pero valió
la pena porque estoy casi segura que nuestro hijo en ese viaje ya quiso formar
parte de nuestra familia y con él obviamente regresamos a Marruecos, y es que nuestro
bebé tenía que conocer el lugar donde maquiavélicamente planeamos su venida.
Las puertas del
ascensor se abrieron y yo busque a mi familia con los ojos pero específicamente
a mi pequeño terremoto, donde estaba sabe Dios, y en ese afán de buscarlo, la
vi a ella, solitaria sentada leyendo un libro en unas bancas laterales, ¿pero
qué mujer para hermosa? Me dije a mis adentros, quise rehuir mi vista para
seguir buscando a mi hijo pero, su belleza me hipnotizó, su pasividad, como
pasaba las hojas de su libro con total delicadeza, ¿pero qué mujer?, me seguía
diciendo para mis adentros…miré a los costados para ver si alguien venía y si
pensarlo y con una gran sonrisa me acerqué y me senté a su costado…ya en su
costado percibí su olor que era exquisito, y de reojo reconocí el libro que
leía…”Cien sonetos de amor”, obviamente de Neruda, me sonreí y recordé ese
libro…volteé mi cabeza y me quedé mirándola fijo – ¿qué me miras? – me dijo, yo
no respondí sólo le sonreí y no dejé de mirarla – disculpa el atrevimiento,
pero eres muy hermosa, no se puede evitar mirarte – ella se sonrió y sus ojos
brillaron, apoyé mi brazo en la bracera de la silla donde estaba y me incliné a
su oído pegando mucho mi boca a ése lugar – y parece que estas enamorada o
quieres estarlo – le susurré mientras le señalaba el libro…ella se alejó un
poco y volteó para verme – estoy muy enamorada – me dijo con una sonrisa
cándida, y yo ya no dije nada, sólo compartí su sonrisa y levantando la ceja,
la vi con la mirada más pícara que tenía, y así nos quedamos unos minutos, sólo
mirándonos, hasta que me atreví otra vez a acercarme a su oído, pero esta vez
más cerca aún – de mí? – pregunté despacio, ella me miro sorprendida, con un
gesto delicioso en su rostro y volteando para enfrentarme, y arrugando la nariz
se quedó quieta – y de quien más mi vida, si eres el amor de mi vida – y
acortando distancias, en un beso nos fundimos, en un delicado roce de nuestros
labios, en la tibieza de su boca, mis manos se sostuvieron de su cintura y ella
dejó caer el libro para sentirme un poco más jalándome del cuello – Tete….Ángela!!!,
dejen de manosearse y vengan a ayudar, que su hijo va a ser ahorcado por mis
manos – gritó Diana, mientras las dos nos separamos de nuestras bocas para
reírnos no sólo del comentario sino también de la verdad de nuestro hijo…era un
terremoto.
Teresa: - la
miré tiernamente – yo voy mi amor
Ángela: no amor
yo voy, que a ti Rafita te domina, a mi si me hace caso – me miró con un tono
de burla –
Teresa: amor
tiene año y medio ¿cómo me va a dominar?
Ángela: amor…..-
solo tuvo que decir eso, y es que era cierto, amaba a mi hijo tanto que lo
dejaba hacer lo que quisiera…era cierto me dominaba y yo adoraba eso –
Teresa: ok lo
acepto, entonces ve – la miré mientras se paraba y recogía su libro –
Ángela: toma, me
quede en el soneto XXI, se que el que viene te gusta, sigue leyendo mi amor –
se acercó a mi boca y me dejó su sabor en los labios –
La miré caminar
hasta donde nuestro pequeño terremoto estaba y adoré esa imagen, ella
levantándolo por los aires, y ese que eran idénticos, tenían los mismos ojos
verdes, y la misma mirada, mis mayores amores; como lo dije antes un instante
puede cambiar tu vida entera, una decisión puede hacerte de una u otra manera y
encaminar tu vida, Ángela hizo eso, el día que yo partí de Chile, ese mismo día
ella intento deshacerse de la revista, si esa revista, y adivinen ¿qué?, no
pudo, y ahí se dio cuenta de todo, no sólo de su cobardía, de su egoísmo, de su
ceguera, de el daño que ella misma se hacía, se dio cuenta de todo, y asumió su
amor por mí, eso fue lo principal, dejó de pensar en lo correcto lo que debía
hacer e hizo lo que de verdad quería hacer, y
mi hermano fue el cómplice, no sólo le dijo donde estaría sino que le dio
hasta las llaves del departamento, y todo sucedió tan perfecto que ella llegó
antes a New York que yo…un vuelo directo hace menos tiempo que mi bendito vuelo
de casi 24 horas, y así pasó, mi mujer mi Ángel, siempre fue eso un ángel, se
apareció tal cual en ese departamento, y desde ese día no nos hemos separado…la
distancia se preguntarán…pues adivinen, tengo muchas millas acumuladas, y me
convertí en un viajero frecuente, y ella en otra viajera frecuente, la
distancia dejo de ser una traba, tiempo libre que teníamos, tiempo que usábamos
para irnos a ver, y lo hicimos tan perfecto que doctora en Chile también soy,
la distancia dejó de alejarnos, nunca más volvimos a separarnos.
¿Dónde vivimos?
En todas partes, en Chile cuando queremos, en Nueva York también cuando
queremos, y en Perú, cuando el clima nos llama o Rafita quiere ir a ver a su
nona….pero yo fiel al amor de mi mujer por su tierra, casi siempre paramos en
Chile, entre Santiago e Iquique…y es que teníamos que tener un lugar en
Iquique…ahí sucedió la magia, así que ahí casi siempre regresamos en nuestro
aniversario, ya va 1 año de casadas y de juntas pues ya cinco, y es que en
realidad nunca nos hemos separado, bueno físicamente si…pero nunca nuestras
almas se soltaron.
– Rafael y
Ángela, mi alegría más grande – lo dije en voz alta mientras seguía mirando a
mi mujer con nuestro hijo, cerré el libro y me paré donde estaban todos, toda
la familia junta eran un gentío, mi hermano con sus tres hijos y el cuarto en
camino, Diana siempre peleándole a Magnolia, y Diego, su hijo, otro terremoto, ¿Cómo terminaron esas dos
enamoradas?, aún no lo sé, pero le doy gracias a Dios, porque mejor pareja no
pueden ser, se aman sinceramente y se entienden a las mil maravillas, su
familia es demasiado perfecta; me quedé ahí mirando a todos juntos conversando
de todo y de nada, cuando de pronto siento ese abrazo tan delicioso, ese tacto
que me hace perder el equilibrio, era Ángela rodeándome con su abrazo y
besándome el cuello.
Ángela: ¿qué
tanto miras mi amor? – me dijo con los labios pegados a mi cuello –
Teresa: que
somos un montón de gente, sólo falta tu hermana – volteé mi rostro para
encontrarme con su boca y la besé –
Ángela: para el
próximo viaje ella vendrá, tu sabes ella todo lo deja para el final
Teresa: ¿y Rafa?
– le dije lanzando mi cabeza hacia atrás para caer en su hombro y poder besar
su cuello –
Ángela: con sus
primos, amorrrrrrrrr….no me provoques que te llevo al baño y te violo
Teresa: ¿así? No
te creo capaz – le dije levantando mi cabeza y dando la vuelta al cuerpo para
quedar de frente –
Ángela: - me
sonrió y me juntó a ella jalándome por la cintura – eres enana Tete – y las dos
reímos al unísono –
Teresa:
cállate!! – lo dije con un tono chillón y algo infantil –
Ángela: jajaja ¿tu
me vas a violar? – y otra vez las dos nos reímos, la tomé por el rostro y la
acerqué a mis labios y la besé tiernamente –
Teresa: - me
separé de su cuerpo y tomé su mano y también la besé – que bien te queda ese
anillo
Ángela: aún no
puedo creer que lo hayas guardado en la caja de Te, si me lo hubieras dado cuando
me lo tenías que dar, estaríamos casadas hace tanto
Teresa: era
mejor así mi amor, “no sé ni cómo, ni cuando, ni dónde, pero si va a ser será
en su momento…y será hermoso”
Ángela: y lo es
mi amor, es hermoso, todo, nuestra vida, nuestro hijo y también esto – bajó su
mano y la puso sobre mi abdomen – este renacuajito creciendo
Teresa: - la
miré atenta y le sonreí – shhh mi amor, no lo digas fuerte, aún no le he dicho
a nadie
Ángela: amor
pensé que se lo dirías a Magno – me dijo con un puchero –
Teresa: prefiero
que lo hagamos juntas, contigo de la mano y decirles a todos en grupo
Ángela: vaya
lugar para dar la noticia de un embarazo – me miró divertida –
Teresa: pero
amor, si Disneyworld es el mejor sitio para dar una noticia de un embarazo – lo
dije con mi todo burlón –
Nos reímos como
dos niñas otra vez, y una vez más un beso nos llamaba a sellar el momento,
mientras todos nos miraban, y molestaban, el único que aplaudía y se emocionaba
era Rafaelito, el estaba acostumbrado a vernos besándonos a toda hora y en todo
lugar, y cuando no lo hacíamos él sabía muy bien que andábamos molestas y el
era nuestro intercesor, y nos jalaba con sus manitos chiquititas para que nos
juntáramos y nos besáramos…doy gracias por lo que tengo, esto es mucho más de lo que pude haber imaginado, la
felicidad no es solo completa pero perfectamente imperfecta, amo a mi mujer y a
mi hijo y el caminar juntos para adelante es lo que nos espera, sé que no será
fácil, que problemas, discusiones y desilusiones, pero si estamos juntos, todo
será mejor.
Pablo: ya
tórtolas…agarren a su engendro que ya tenemos que entrar – nos separamos de
nuestro beso y nos sonreímos –
Teresa: Rafa,
ven – llame a nuestro hijo y el sonriente vino corriendo, lo tomé en los brazos
y lo cargué –
Ángela: amor lo
malcrías demasiado, tiene que caminar – la miré y asentí, y lo puse en el suelo
–
Teresa: a
caminar pequeño hombrecito - miré a Ángela con amor y le dije – ¿eres feliz mi
amor?
Ángela: - ella
volteó sonriente – infinitamente feliz mi vida – se acercó y un beso me regaló,
se separó de mis labios y otra vez me miró – muy feliz
Ángela y yo
sostuvimos a Rafa de cada bracito y detrás de todo el grupo fuimos entrando al
lugar de embarque, le sonreí a mi hijo y dije – adónde vamos Rafita? – me miró
con sus ojitos verdes y desde allá abajito con su voz chillona me respondió – A
DISNEYWORLD TETE!! – y en dos carcajadas y sonrisas amplias nos fuimos
perdiendo en el caminar hacia la puerta de embarque mientras nuestro hijo se
columpiaba de nuestros brazos.
FIN
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autor.
Me hiciste sufrir al principio del capítulo pero igual me fascino como lo llevaste,toda la historia estuvo maravillosa, gracias!!! fue estupenda, gracias por tu imaginación, por como narras, definitivamente me sentí dentro de la histpria, me encanto, felicidades!!!!
ResponderEliminarGéminis
Tuve q comprarme un mapa y leerlo dos veces, para poder enterderlo y todavía no lo entiendo, este fin si q es raro. Y no me gusto q sequedara con Ángela perro... Q c leva hacer.
ResponderEliminarHaidee
R. Dominicana.
Que hermosa historia..Me asuste porque pensé que se quedaba con Magno, pero el amor siempre triunfa..Ame cada capítulo..
ResponderEliminarFelicitaciones a la autora y a ustedes chicas por compartirla..
Vicki..
¿Me pueden explicar éste final?
ResponderEliminarEmpiezas a leer el capitulo y Teresa está feliz con Magnolia,esperando su segundo hijo y de repente al llegar al aeropuerto está con Ángela y no con ella.
No entiendo nada!!
Muy buenaa; si se hubiera quedado con Magno no habría pasado nada malo pero si podía elegir prefero el amor verdadero de ángela... Te felicito!!
ResponderEliminarS- España
wow que pedazo de final, he de admitir que me has hecho odiar a Angela algunas veces y siempre he preferido a Magnolia, pero despues de leer este final he comprendido que tenia que acabar asi pq Teresa y Angela se aman de verdad, ademas Magnolia no se merece que la quieran a medias.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho que la historia tenga pocos capitulos pero largos, asi no te cansas de ella. Lo dicho me ha encantado.
Debo.Espana
¡¡¡WTF!!!! Increible y decepcionante final. Teresa ha debido quedar sola por pendeja. Bueno Gracias por la historia igualmente.
ResponderEliminarEvan
Caracas
Totalmente de acuerdo!!!!! Recien leo el final y no entiendo!! como es que termina con Angela si al inicio estaba con Magnolia :s noooooo yo queria que se quedara con Magno... TT_TT
EliminarBue igual buenisima historia, me encantado quitando la mitad del capitulo final jaja
Gracias por compartirla con nosotros!
Saludos, Wen - Bogota
Leía, y cuando llegue a donde las llaman Tete...Angela, dije que pasó, tuve que devolverme, yo creí que estaba con Magnolia. Pero bueno ellas se amaban y lo bonito es que tuvieron un final feliz.
ResponderEliminarMuchas gracias por esta historia.
Yezi
Por mucho que leo el capitulo una y otra vez no entiendo el final,será que soy un poco torpe y no me entero de nada.
ResponderEliminarSi empieza el capitulo contando lo feliz que está con Magnolia y con la llegada de su nuevo hijo,etc, como es que de repente está con Ángela??
....Bueno, como sea que haya sido este capitulo....era mi Final perfecto.
ResponderEliminarPili-Chile.
Mi Respuesta
ResponderEliminarUna historia muy bien llevada la parte emotiva y la situaciones de los personajes, cada capítulo fue intenso y con sus particularidades, siempre en la cúspide la narrativa, muy bien abordado la intensidad de los sentimientos como del amor, los celos, la nostalgia, la tristeza, la depresión... etc., etc... En general se conjunto una buena trama con una buena narrativa, y fuiste muy hábil dejabas muy bien puesto el final de cada capítulo y lo ensamblabas magistralmente con el siguiente. Pero al final cayó precipitadamente, al tratar de jugar con la incertidumbre de quien era la "mujer" a la que Teresa hacía referencia. Eso más que crear la expectativa se hizo confuso para el lector, con un final desangelado que NO se concretó.
Felicitaciones
Saludos
Lunna
Lunna, acá entre nos, no pienso que cayó así así el final, fue emocionante esa incertidumbre,sentí un final diferente, si se ponía atención a la narración ya te percatabas de que no era Magnolia su amor, aunque de ser su esposa me enca...ria si me dejaba botada en el aeropuerto con mi hijo y yendo por la amiga a su casa y comportándose en plan de ligue empalagosa, pero quiero pensar que no la boto, y si vio a su mujer allá, fue porque venían de otras ciudades y el aeropuerto era su punto de reunión; corazón aun así merece un 10, a poco no?
EliminarTe cuidas mucho, un beso y me saludas a tu negrita, ándale! dale postre a tu nena para que suba otro capítulo que lo dejo en lo mejor, jajjajajaja
Géminis
a mi me encanto toooda la historia, y este estupendo final que me hizo leer los ultimos parrafos 2 veces!! ajajaj, me EN-CAN-TO la vuelta de tuerca que da este final,bien camuflada hasta el final que la mujer de tete era angela!! quien siempre amo. es asi, el amor es lo unico que nos hace vivir.
ResponderEliminarGracias Milagros (mi respuesta). Ojala podamos leerte pronto con otra historia.
Saludos!!
Dany
BsAs
Pues a mi me encanto la historia,hubo momentos que queria estrangular a Angela, pero nadie es perfecto, realmente era su soulmate de Teresa y no puedes luchar contra eso...
ResponderEliminarOjala y haya mas historias de esta autora...
Thanks
Martha
Mexico
Ame esta historia me hizo pensar y meterme en los personajes, es una historia que te hace de cierta forma reflexionar, y esta muy ligada a la realidad, aunque el final es un poco confuso..Debo decir que fue excelente. Gracias por la Historia a la Autora. PAOLA
ResponderEliminarsuper bello me gusto mucho,,,^^
ResponderEliminar¡AY DIOS! QUÉ HISTORIA MÁS BONITA Y QUÉ REVUELO HAS CAUSADO JA,JA,JA, ACABO DE LEER DE VUELTA ESTE CAPÍTULO PARA ENTENDERLO, PRIMERO PENSÉ Q ERAN DOS FINALES ALTERNATIVAS PERO COMO NO DABAS MAYOR EXPLICACIÓN PUES LO LEÍ NUEVAMENTE Y YA EMPECÉ A ATAR CABOS, CLARO PUES, CÓMO DIANA IBA A LLEGAR A UNA CASA EXTRAÑA A DEJAR SUS PAPELES, OBVIAMENTE ERA SU PROPIA CASA Y A TETE SÓLO LA HABÍAN ENCARGADO DE RECOGER A MAGNO CON QUIEN SE PORTABA SUPER CARIÑOSA PRECISAMENTE POR LA CONFIANZA Q SE TIENEN Y LA AMISTAD Q AHORA LAS UNE... TE FELICITO MILAGROS ERES UNA EXCELENTE ESCRITORA, ESPERO SEGUIR LEYÉNDOTE.
ResponderEliminarCUÍDATE Y MUCHOS BESOS, DESDE PERÚ.
La historia es realmente fascinante. El final al pricipio un poco confuso. Pero si se leé bien el saludo de la persona que aparece detrás de la puerta. Te das cuenta que es Ángela. Era la única que siempre le decía que era hermoso estando desnuda. La verdad me encanto que fuera ella quie estuviera con Teresa. Y lo gracioso de la historia la revista con vida propia. Ja ja ja eso si fue gracioso. Felicitaciones a la autora desde Puerto Rico.
ResponderEliminarUna emocionante historia que te engancha desde el primer capítulo pero que acaba con un final extraño.
ResponderEliminarConsiderando que Teresa nunca amó a Magnolia y que sus sentimientos (el amor de su vida) no pueden evaporarse por arte de magia en 24 horas, resulta bastante lógico suponer que Angela era quien aparecía en el departamento.
El final te deja un sabor extraño ya que logra sorprender al lector, pero no por generar incertidumbre o suspenso, sino por generar confusión.
Si debes leer dos o tres veces para entender lo que el autor ha querido decir, es una clara señal de que algo se ha escrito mal.
Mecachissss,, aysss pero como se ha quedao con Angela?..jooo, pero en fin, un amor asi imposible de echarlo a un lado por mas q se quiera..
ResponderEliminarNiña,, q forma mas espectacular de narrar una historia, me ha encantaoo,
woaaaaa¡¡. el final es un poco confunsooo,, tuve que leeerla dos veces para entenderla al principo pense qeu se quedaría con magno pero despues descubres qeu fue angela quien se armo de valor para poder lograr tener a su gran amorr.... ES UN HISTORIA MUY HERMAZAA
ResponderEliminarfelicidades....
Impresionante historia, me he sentido bastante identificada, me hubiera gustado que la Angela de mi vida me hubiera pedido perdón y se hubiera quedado conmigo, yo también habría hecho cualquier cosa por ella, Desafortunadamente no ocurrió así.
ResponderEliminarMe quedó un sabor bittersweet.
Me habría gustado que Tere se quedara con Magno.
De cualquier forma me encantó la historia, muchísimas felicidades.
Bravooo q histotiaaaa lo mas importante es que DEJO UNA ENSEÑANZA hay que ser como tete variente sin miedo a decir lo que siente como magno que la dejo ir en busca de otro amor y que no fuera de ella y NOO SER como angela fria cobarde insegura
ResponderEliminarSaludossss desde Argentinaaa besos
ResponderEliminarHERMOSA HISTORIA... HAY ESCRITORAS QUE VALE LA PENA LEER MIL Y MIL RECUERDOS... SAM
ResponderEliminarFelicitaciones preciosa historia ..Realmente con mucho suspenso en el final..Misterioso y super super muy lindo..Hay q pensar también. Q angel era humana tenía miedo a pesar de saber q adoraba a esa mujer a Teresa
ResponderEliminarA veces las dudas nos hacen perder cosas valiosas pero cuando ya aclaras las ideas todo viene por si solo...Me pare w q muy rantico q amabas se quedarán y formarán la familia q deseában. Saludos María Lima Perú..Y sería un placer escribirme con la autora..