Esperamos tu historia corta o larga... Enviar a Latetafeliz@gmail.com Por falta de tiempo, no corrijo las historias, solo las público. NO ME HAGO CARGO DE LOS HORRORES DE ORTOGRAFÍA... JJ

Matrimonio - Elisa


Capítulo 1
Cuando ellas se conocieron,  no hubo chispas, ni mariposas,  nada, eran totalmente distintas,  perseguían objetivos distintos, lo único que las unía era Andrés  el único amigo en común que tenían.
Eloísa era una mujer muy atractiva, inteligente, bastante bonita, graduada en comercio internacional y futura heredera de uno de los emporios comerciales más grande de De toda la costa Este. 


Por el contrario, Aitana era de origen humilde, huérfana de padre y madre, hija única, lo único que le dejaron sus padres fue la casa donde vivía  con una tía, todo lo que había conseguido  fue a base de esfuerzo y dedicación,  se graduó en administración de empresas gracias a una beca que consiguió en una de las universidades más prestigiosas del país, lo que  la obligo por así decirlo,  a refinarse, podía pasar perfectamente por una señorita de sociedad.
Fue allí donde conoció a Eloísa y Andrés,  con Eloísa no eran buenas amigas, simplemente conocidas, pero si quería mucho a Andrés.
Eloísa era caprichosa, acostumbrada a tener lo mejor, abiertamente gay  y mujeriega.  No tenía relaciones estables  ni le gustaba el compromiso.
Aitana sin embargo, era una romántica empedernida, idealista creía firmemente en el matrimonio, en el príncipe azul que llegara  y la rescatara  de su lucha diaria,  eso siempre la llevo a que los hombres se aprovecharan de ella, que la utilizaran  a pesar de ser tan exitosa profesionalmente, era muy crédula y excesivamente  ingenua en lo personal.
Sin saberlo el destino de estas dos mujeres se cruzaría inesperadamente  y sin duda ninguna podía predecir lo que les esperaba.
Los hilos de sus destinos ya se estaban entretejiendo y sería Andrés, el causante de todo.
Debido a la ingenuidad de Aitana, ella se enamoro por así decirlo, de su jefe, estaba convencida de que él, la amaba,  así que cuando quedo embarazada fue de verdad una alegría inmensa, estaba dichosa,  pero cuanta no sería su desilusión, cuando  el “hombre de su vida” le dijo que abortara, que no quería tener más hijos pues el  tipo le salió casado y con hijos, se sintió morir, no lo podía  creer,  una vez más había sido burlada,  ahora su  futuro inmediato lo veía negro y sin salida con un hijo por venir y sin saber  qué hacer, pero la cadena de infortunios no paraba ahí,  debido a que  el tipo era su jefe  le perjudico enormemente su reputación, le invento falsos  tanto así que fue despedida por según incumplir con sus deberes y el tipo no paro allí donde Aitana   quería trabajar,  las referencias de  él no eran las mejores, en fin,  sin trabajo, embarazada y con su reputación hecha añicos   no sabía qué hacer, a donde ir, todo se le había juntado. Su vida de repente se había convertido en un infierno.
Por  otro lado Eloísa  no la estaba pasando muy bien que digamos, su vida licenciosa  le estaba trayendo problemas con  su padre, cansado y a la vez, preocupado por su patrimonio, le dio un ultimátum   no estaba dispuesto a que  la empresa que había luchado por años se viniera abajo por la falta de compromiso  de Eloísa,  así que la cito en  casa y le puso las cartas sobre la mesa
Papá: Hija, estoy preocupado por la vida que llevas
Eloísa: Pero papá no te preocupes, no he descuidado tus negocios
Papá: Eso lo sé, pero lo que me preocupa  es que cuando yo muera mis empresas queden a la deriva.  Tú  si bien eres una excelente profesional, tu vida personal entorpece que nuestros socios e inversionistas te vean con buenos ojos y me temo  que no permitirán  que asumas la presidencia después de mi muerte
Eloísa: Papá ¿qué me quieres decir?
Papá: Eloísa desafortunadamente para ti,  estoy a punto de retirarme y la junta no te quiere como mi reemplazo. Y para eso a puesto ciertas condiciones que por lo que veo, tú no estás dispuesta a cumplir
Eloísa: ¡Pero soy tu hija! ¡No me pueden hacer eso¡
Papá: Si pueden y yo lo permito, tu vida personal es un desastre y no me refiero a que seas lesbiana, me refiero  a que en la compañía  saben de tus múltiples conquistas, tu promiscuidad, tu falta de compromiso, bien sabes,  que para nosotros, la familia  es primero y la junta a puesto como condición que para asumir la presidencia debes estar casada.
Eloísa: ¿¡Qué!? Casada papá  pero… - su padre la interrumpió siguió diciéndole los condicionamientos de la junta.
Papá: Si casada y no solo eso, que deberás como mínimo permanecer casada tres años.
Eloísa: Papá la junta no puede hacerme esto, tú tampoco,  no pueden obligarme a esto. Papá la junta sabe que soy gay ¿qué esperan?
Papá: Te lo dije,  esperan que muestres estabilidad y compromiso y solo casada, podrás demostrarlo  y que seas gay o no, no les importa lo gays también se casan, Así que hija tú decides.
Eloísa: No me parece justo,  no pueden condicionar mi vida de esta manera, no me casaré, no nací para tener compromisos de esa índole. Y  se dispuso a marcharse cuando su padre le dijo – lo siento, pero es así y tienes tres meses para decidir qué hacer, pues ese es el tiempo que me queda para retirarme,  si quieres asumir  la presidencia, tendrás que casarte sino  la junta nombrara a un presidente interino.
Se fue hecha una furia, no podía creer que su padre le hiciera esto. La sola idea de casarse la trastornaba,   no quería unir su vida a otra persona, le gustaba  su libertad, pero también su vida profesional. No quería que las empresas de su padre pasaran a manos de un desconocido, el trabajo de su vida,  adoraba a su padre   y entendía del porque lo hacía, pero   casarse, sería cambiar por completo su estilo de vida  y además con quien…

Capítulo 2
 Así que las cosas no se veían nada bien para ninguna de las dos, ambas fueron a hablar con Andrés de sus problemas,  el que las quería tanto  solo les dijo que ya pensaría algo,  que encontraría una solución, ellas solo debían tranquilizarse.
 Pero Aitana, lejos de tranquilizarse, estaba más preocupada, los días iban pasando y sus ahorros se estaba agotando, tanto era el estrés que le sobrevino una amenaza de aborto, el médico le dijo - debe guardar reposo y tranquilizarse o perderá a su hijo.
La angustia se apodero de ella, no quería perder a su bebe,  debía descansar y esperar las cosas se iban a solucionar.
Y no estaba lejos de ser así, Andrés  las llamo a ambas  les tenía una propuesta que si la aceptaban podían matar dos pájaros de un solo tiro. Ambas intrigadas se dirigieron a su casa, cuando llegaron se sentaron  y Andrés les soltó su idea:
Andrés: Se que ambas tienen problemas serios y creo que esta es la mejor solución que se me pudo ocurrir y que si la aceptan podría beneficiar a ambas
-Así qué ahí les va, Eloísa, tú necesitas casarte y tu Aitana necesitas estabilidad para ti y para tu  hijo, así que por qué no se casan las dos, así tu, Eloísa asumirías la presidencia de la empresa familiar, y tu, Aitana necesitas la estabilidad que la posición económica de Eloísa puede brindarte, será una especie de contrato de trabajo entre ambas, una sociedad que beneficiara sus intereses.
Cuando termino de hablar, las dos  quedaron como en shock  y fue Aitana la primera en hablar.
Aitana: Cómo se te ocurre, no soy homosexual, cómo me propones semejante cosa. Se que no estoy pasando por mi mejor momento pero esto es exagerado.
Después fue Eloísa la que intervino:
Eloísa: Estás demente, cómo se  te ocurre y además con ella, apenas si la conozco
Andrés intentando calmar los ánimos empezó a defender su propuesta: - Cálmense las dos y escúchenme. Esta, si bien es una propuesta  un poco salida de lo normal,  es su mejor opción, Eloísa si no te casas tu empresa pasara a ser dirigida por un extraño y tu Aitana  si sigues buscando trabajo terminaras perdiendo tu bebe, ambas sabían que el tenia razón, pero no se imaginaban, que aunque no  les gustara, tenían que tomar la decisión y casarse era la única que tenían - Andrés prosiguió con su defensa - además   sería un matrimonio por conveniencia, tu Eloísa  asumirías la obligación como esposa de Aitana  y por ende su hijo sería legalmente tu hijo. Serían esposas para el resto del mundo, se comportarían como tal delante de todos, aunque a solas no sería así, tu Aitana si bien serías su esposa, no serías  su mujer con todo lo que ello implica, además, Piénsenlo y decidan porque como yo lo veo no tienen otra opción.
Ambas se marcharon de su casa  confundidas sin saber que hacer aunque en el fondo lo sabían. Aitana siempre soñó casarse, pero no  bajo estas condiciones,  conocía a Eloísa, sabía que  era una mujeriega empedernida  y ya había sufrido mucho con hombres infieles como para que ahora se convierta en el hazme reír de todos por culpa de Eloísa, si aceptaba iba a poner sus condiciones.
Por otra parte, la idea le desagradaba mucho a Eloísa, no sólo  tener que casarse si no también asumir la “paternidad” de un niño que no era suyo ni tampoco quería. Pero dejar su empresa en manos de un desconocido  le resultaba peor que casarse, así que decidió llamar a Aitana y ponerse de acuerdo,  la citó en un restaurante bonito, acogedor.   Cuando la vio llegar notó por primera vez que realmente era hermosa, pero se concentró en el asunto,  se saludaron fríamente y Eloísa empezó: -  Se que la idea de casarte te parece un absurdo, pero  sabes que es lo mejor para ambas, así que si tu quieres  cásate conmigo y asumiré  las responsabilidad tuya y de tu hijo, por los próximos tres años y aún después de eso, ya que el niño sería legalmente mío y mis responsabilidades para con él, serían de por vida  y contigo  después del divorcio. Podemos llegar  a un acuerdo,  ya que como dijo Andrés sería como un contrato de trabajo.
Calló esperando una respuesta, Aitana la escuchaba atentamente y comenzó a hablar y a exponer sus dudas:
Aitana : Si, es cierto,  porque siempre soñé casarme, pero no bajo estas condiciones,  si estoy dispuesta a casarme contigo  por el bien de mi hijo es lo mejor, pero quisiera dejar claro unas cosas,  se que tu eres una mujeriega empedernida, que andas de fiesta en fiesta, pedirte fidelidad sería imposible, pero tampoco quiero ser  la pobre esposa  a la que engañas, así que te pido respeto, que si vas estar con la una y la otra, que no sea en el círculo donde nos vamos a desenvolver ni en tu trabajo, lo que no quiero es encontrarme con una de tus conquistas y me  tengan lástima. Yo haré lo mismo contigo, te respetaré  y te daré el lugar que como mi esposa te mereces, sabes bien que no soy gay,   no sé cómo  comportarme, así que eso será un problema para las dos.
Eloísa la escuchaba  atenta y afirmó: - No te preocupes,   te respetaré,  seré discreta, pero tú también lo serás, no quiero que me pongas el cuerno con hombres, intentaremos llevar una buena convivencia. No será fácil, pero  no quiero que el trabajo de toda una vida  vaya a dar a manos de un desconocido,   así que pongámonos de acuerdo, aquí y ahora sobre nuestro matrimonio.
Aitana: - Está  bien - comentó y preguntó: ¿Cuándo será el matrimonio y dónde?
A lo que Eloísa  contesto: - Primero debo presentarte a mi padre y anunciarle  nuestra boda, también pedir tu mano,  me imagino que  a tu tía, no será fácil, para ti  dar un giro tan inesperado en tu vida, así que   si estás de acuerdo pretendo hacer  ambas cosas el mismo día, también escoge tú la fecha para la boda.
Planearon todo ese mismo día, Aitana sería la encargada de todo con referente al matrimonio. Se casarían el 27 de septiembre,  Aitana escogió esa fecha por ser la misma, en que sus padres se casaron, acordaron vivir en  casa de Eloísa y  acordaron también que el viernes de esa misma semana  darían la noticia a su padre y a la tía de Aitana. Ya se estaban despidiendo cuando Eloísa preguntó a Aitana:
Eloísa: ¿Cuál es tu piedra favorita? - Se extraño con la pregunta,  pero igual contestó:
Aitana: La esmeralda  ¿Por qué?
Eloísa: Lo sabrás el viernes - y se marcharon, cada una por su camino. Le dieron  la noticia Andrés que sería el único que sabría qué su matrimonio era una farsa…

Capítulo 3
Llego el día de la petición de mano. Eloísa escogió un restaurante bonito, acogedor y discreto. Llegaron ella y su padre  primero, mientras esperaban, su padre le pregunto de por qué tanta  formalidad y elegancia, pues ella estaba regia. Elegante y distinguida no pasaba desapercibida. –Ya lo sabrás - contesto
No pasó mucho tiempo cuando apareció Aitana  y su tía, que estaba muy intrigada con el asunto, se sentó a la mesa.  Eloísa pudo notar que Aitana estaba preciosa  no se iba a casar con una mujer poco agraciada. Eloísa  comenzó:
Eloísa: Papá te presento a Aitana Milford,  mi novia
Papá: - Mucho gusto señorita, debes ser importante para mi hija, pues nunca me había presentado a una de sus novias - dijo el padre de  Eloísa mientras estrechaba su mano. Aitana hizo gala de su educación  e hizo lo propio con  su tía
Aitana: Tía te presento   a Eloísa Andreotti, mi novia - la tía  quedo sorprendida  y sólo atino a decir - Mucho gusto, señorita.
Comenzaron a cenar, cuando llego la hora    Eloísa se dirigió  a la tía de Aitana y su padre:
Eloísa: Papa, señora, los invite a cenar aquí para  pedirle la mano de su sobrina,  ya que  he decidido hacer caso a mi padre y sentar cabeza.
Dicho esto, saco un anillo precioso con una incrustación de esmeralda con oro blanco, era de verdad lindo, prosiguió  y esta vez se dirigió a Aitana:
Eloísa: Ai, aquí delante de las personas que más queremos ¿te quieres casar conmigo? Ya  que eres la única mujer con quien me quiero casar - y esto no lo decía por compromiso, de verdad, sólo se iba casar una vez  así, que decidió que sería con todas la de la ley, pues no repetiría la experiencia.
Por su parte Aitana  le parecía increíble lo que estaba pasando siempre soñó con algo así, sonreía  pues era exactamente así,  sin más, una petición de mano tan simple, pero a la vez, tan profunda.  Salió de sus pensamientos y contesto:
Aitana: Si, acepto, siempre soñé con esto -  no mentía, era cierto
El padre y la tía estaban muy sorprendidos, pero a la vez, contentos, a la tía le parecía extraño, pero lo prefería, a ver a su sobrina sufriendo, el padre de Eloísa pudo menos  que decir:
Papá: Me sorprende, pero estoy feliz - y dirigiéndose  Aitana - no sé cómo lograste que dejará su soltería y te lo agradezco, puedo retirarme en paz y a ti, hija mía  se nota que tu futura esposa es muy  inteligente, así que buena elección.
Ambas respiraron tranquilas, habían conseguido engañarlos, así que anunciaron la fecha y empezaron los preparativos.
Todo lo referente a la boda se encargó Aitana,  planeó su boda  como siempre había querido, cuidó cada detalle, los invitados, las flores, dónde sería. Ella y Eloísa habían quedado que el lugar fuese un cabaña a las afueras, frente a un lago, ambas tenían eso en común, le gustaba mucho el campo y el sitio era de ensueño. Aitana le pidió a Andrés que la entregará,  a lo que él acepto  gustoso y aprovecho de paso para indagar más sobre  el acuerdo entre ambas:
Andrés: Cuéntame más acerca de su sociedad
Aitana: Acordamos dormir en cuartos separados, de puertas para afuera, las esposas más amorosas que pueda haber con besos, mimos, todo  y de puertas para dentro, nada. Acordamos también que nuestra vida íntima  sería muy privada y reservada, si ella quiere tener novia que  lo deberá hacer discretamente y yo haré lo mismo,  sólo vamos estar casadas tres años, después de eso, inventaremos algo para justificar nuestra separación, también acordamos que ella estaría siempre en la vida del  niño, participaría en su educación y en la toma de decisiones importantes, el acuerdo también establece que tendrá después de la separación derecho a ver al niño o niña todos los fines de semana  y le pasará una pensión  a él y a mi  de por vida.
Andrés: Vaya que meticulosas, me he dado cuenta  que están muy metidas en esto de la boda.
Aitana: Si, es cierto, acordamos que si nos íbamos a casar fueran las condiciones que fueran, lo íbamos hacer cómo se debe. Eloísa me dijo que sólo se iba a casar una vez y quería recordar con cariño la única vez que sentó cabeza.
Después de esto, se despidió, tenía aún  muchas cosas que hacer, el tiempo corría y la boda sería en menos de 15 días, tenía muchas cosas pendientes, tan metida estaba en el asunto, que olvido la recomendación del doctor  y tuvo que ir  al médico pues estaba sangrado.  El mismo le volvió a advertir - tendrá que guardar reposo, o perderá a su hijo, su embarazo es de cuidado, si no quiere perder a su hijo bájele a su ritmo.
Salió preocupada,  así que llamo a Eloísa  y quedaron de verse. Cuando la vio,  la notó demacrada, podían decir lo que fuera, pero nunca que era una indolente o desconsiderada,  si algo tenía era esa facultad para darse cuenta de las cosas sin que se las dijeran:
Eloísa: Hola ¿Qué Pasa? ¿Cuál es la urgencia?
Aitana: Mira sé que esto es precipitado, pero no voy a seguir los preparativos de la boda,  encárgate tu.
Eloísa: ¿Por qué? Tú estabas llevando todo de maravilla
Aitana: No puedo - lo dijo casi llorando - el médico me dijo que debía guardar reposo, que  si no iba a perder a mi hijo y yo no quiero eso, quiero estar quieta Y tranquila hasta el matrimonio, por favor hazte cargo.
Eloísa: Esta bien, dime que hace falta y  guarda reposo, yo tampoco quiero que pierdas al niño, se cuán importante es para ti, Andrés me ha contado que a pesar de que su padre te pidió que abortaras, tu no quisiste y eso lo admiro en una persona capaz de afrontar las consecuencias de sus actos, así que  no te preocupes, yo termino con los preparativos.
Aitana no se esperaba tanta consideración por parte de Eloísa, la verdad, era que nadie le había dicho que la admiraba, se dio cuenta  que quizá la imagen que se había formado de ella estaba un tanto equivocada.  Le dio los pormenores de lo que hacía falta y se marchó a su casa.

Capítulo 4
Llego el esperado día,   estaban los invitados, no eran  muchos pues ambas no querían mucha gente, sólo las personas importantes  para ellas. Aitana estaba muy nerviosa,   estaba a punto de arrepentirse, su conciencia la estaba acusando, no quería casarse así, en eso llego Andrés 
Andrés: ¿Qué te pasa?
Aí: No puedo con esto, me supera,  cómo haré esto, fingir  por tres años, no logro procesarlo, voy a pararme frente a las personas  que conozco y quiero y prometerle  a Eloísa fidelidad, amor, mi vida;  sin ser cierto, cuando ni su amiga soy, ¡tengo que besarla por Dios!. ¿Dime cómo lo voy a hacer?
Andrés: Cálmate, ya llegaste  hasta aquí, no puedes retroceder, vamos que tan malo no puede ser,  mira Eloísa, no es como te imaginas,  te darás cuenta de eso, pueden convertirse en grandes amigas, sólo date la oportunidad de conocer a una  gran persona,  yo te puedo decir que toda la imagen que tienes de ella, se te caerá al piso, créeme, cásate y no por ti sino por tu hijo.
 En eso entro  su tía  diciéndoles -  Ya es hora, el juez los está esperando y por supuesto Eloísa  y los invitados.
Empezó la marcha nupcial, Eloísa estaba vestida con un sastre blanco,  sobria y elegante, esperándola al final del pasillo, ella llevaba un vestido color ocre entallado, su embarazo no se notaba, por el contrario. Eloísa pudo ver su hermosa figura, pensando al menos es linda, eso hará más fácil estos tres años. La ceremonia continuó  hasta el momento en que el juez dijo – Puedes besar a la novia – Eloísa se acercó, besó sus labios de manera sencilla, pues comprendía que no era fácil para Aitana,  así que la beso rápido, pero con energía para no levantar sospechas. Aitana  por el contrario, no pudo ocultar su nerviosismo, no se esperaba tal sencillez  en el beso, esperaba que Eloísa la besará  apasionadamente,  pero se equivocó una vez más  con ella y más cuando le dice al oído:
Eloísa: No te preocupes,  de aquí en adelante, te besaré en la mejilla para que no te incomodes.
No pudo menos que sonreír y  decirle:
Aitana: Gracias por tu comprensión.
La fiesta estuvo muy amena y divertida, ambas la disfrutaron. Llegó la hora de despedirse, el padre de Eloísa les regalo un viaje a Tahití de luna de miel, Aitana estaba encantada siempre quiso ir y Eloísa era experta buceando, así que le venía de maravilla. Fueron dos semanas de ensueño para ambas, no convivieron mucho, ambas hicieron planes por separado, se vieron poco ni siquiera habitación compartieron; eso sí, se tomaron fotos juntas y las enviaron a los amigos. Llegó el día de su regreso, su padre y suegro las esperaba en el aeropuerto.
Eloísa se dio cuenta  que su padre estaba extraño  y le preguntó 
Eloísa: Papá ¿Qué pasa?
Papa: Nena, la  junta quiere que te reúnas mañana con ellos  parece que desconfían de la premura de tu matrimonio.
Eloísa: ¿Por?
Papá: Investigaron a Aitana y parece ser que no salió muy bien de  su último empleo, su jefe no da buenas referencias de ella, creen que es una caza fortuna Lo siento Aitana, no dudo de ti, pero explícame que fue lo que te paso,  por qué te despidieron.
Aitana no podía creer lo que estaba oyendo, se lleno de coraje e ira,  que iba a contestar  a su suegro, tenía que decir todo, no sabía qué hacer.
Aitana: Señor – empezó - fui despedida de mi antiguo empleo por falsos rumores de mi jefe,  no quise acostarme con él y le ofendió mucho, invento faltas a mi trabajo, cosa que nunca fueron ciertas, cuando Salí, intente buscar trabajo y el con sus referencias lo entorpecía, eso fue lo que paso, no es más.
Eloísa se dio cuenta que el tema la lastimaba así que intervino.
Eloísa: Ya déjala, mañana yo me reúno con la junta y aclaró lo sucedido, llévanos a casa, Aitana está algo indispuesta.
 Cuando llegaron a casa de Eloísa,  Aitana aún seguía  muy contrariada,  así que ella intento  animarla:
Eloísa: Vamos, no te preocupes, yo me encargo, no pasará de allí.
Aitana: No es eso, me molesta haber sido tan idiota con él,  cómo pudo hacerme esto.
Eloísa: Si no es indiscreción ¿Es el  papá de tu hijo?
Aitana: Si, para mi desgracia.
Eloísa: No te afanes, piensa  que no te mereció nunca y que a tu hijo no le va ser falta un hombre, así que vamos y te enseño tu casa.
La casa era bonita con estilo y minimalista, muy acogedora, grande y bonita; tenía piscina y los espacios estaban bien distribuidos. Le gustaba,  así que le dijo a Eloísa:
Aitana: Tienes muy buen gusto, tu casa es preciosa
Eloísa: Gracias, pero de aquí en adelante, también es tu casa, tu eres mi esposa y aunque no en todos los sentidos, mi papá me enseño que uno debe asumir las responsabilidades  y tu eres mi responsabilidad y tu hijo también
Eso no se lo esperaba,  la tenía por irresponsable e intrascendente Aitana descubría poco  a poco,  a una persona diferente a la que decía conocer, así que sólo atino a decir:
Aitana: De verdad, creo que  no te conozco, ya tendré tiempo para hacerlo.
Eloísa extrañada solo dijo: ¿Eso es bueno o malo?
Aitana: Me creerías si te dijera que ni yo misma sé…

Capítulo 5
Las cosas seguían su curso, el padre de  Eloísa se retiró y ella asumió como presidenta. Aún no  habían dicho lo del embarazo de Aitana, así que eso, era una tarea pendiente, la verdad, no sabían cómo lo iba a tomar, pospusieron  el anuncio a hasta encontrar el momento preciso.
Eloísa seguía su vida normal de conquista en conquista,  pero con absoluta discreción y Aitana  pendiente de su embarazo  con el matrimonio  recupero su credibilidad  y pudo conseguir un empleo,  la verdad, ellas no convivían mucho  y se veían muy poco,  pero una vez más el destino les jugaba una mala pasada, el papa de Eloísa  sufrió un accidente,  lo que lo dejo gravemente herido, obligándolo a pasar su convalecencia en  casa de Eloísa, de nuevo tendrían que reorganizarse y decirle lo del embarazo de una vez, hablaban de eso:
Eloísa: Mira Aí  se que será difícil, pero con mi padre aquí, tendremos que compartir cuarto y no sólo eso sino cariñitos.
Aitana: Eso lo sé, pero me va a costar trabajo y además  tu y yo tendremos que hacer vida de pareja,  no sólo dormir juntas, con tu padre aquí hay que cenar, desayunar; establecer una rutina, además cuando le vamos a decir lo del embarazo, ya sé me nota y no pasará desapercibido para él.
Eloísa: Aí por qué me miras así, qué dije.
Aitana se la quedo viendo raro,  a nadie le permitía llamarla Aí Sólo su padre, la llamaba así, pero por alguna extraña razón  que Eloísa la llamase así, no le incomodaba ni le molestaba.
Aitana: No nada – respondió – ¿Qué decías?
Eloísa: Estás en las nubes, cuando lo traiga para acá, yo le digo si no te molesta claro.
Aitana: ¿Y qué le vamos a decir?
Eloísa: Que fue por inseminación artificial y que no le dijimos nada hasta que resultará, ¿te parece?
Aitana: No sé,  tantas mentiras se nos van a salir de control Elo - eso último se le salió-
Eloísa: No te afanes, todo saldrá bien, chao, me voy a buscar a papá.
El señor Andreotti estaba un poco contrariado,  la noticia del embarazo de Aitana lo tomaba por sorpresa y no era, que no quisiera nietos, pero lo consideraba precipitado.
Cuando llego a la casa,  saludo con cariño a Aitana,   felicitándola por el embarazo. Pero también pregunto de verdad le parecía sospechoso:
Sr Andreotti: ¿Dime hija, por qué decidieron tener hijos tan rápido, no tienen ni dos  meses de casadas?
La pregunta las tomo no por sorpresa, pero si algo nerviosas, A lo que Eloísa se apresuró a contestar:
Eloísa: Quién te entiende papá,  pero mira Ai y yo, decidimos tenerlo ahora y disfrutarlo mucho, además sólo será uno.  Ai está feliz y eso a mí me alegra, además vas a tener un bebe a quién consentir.
Sr Andreotti: No niego que la noticia me hace feliz, pues será mi heredero,  pero pensé que necesitarían tiempo para formar su relación de pareja,  que sé yo congeniar, pelear,  lo que hacen las parejas.
Eloísa: Si, si  es cierto, pero queremos que nuestro hijo vea crecer a sus madres en la relación, que vea cuanto lo queremos y en cuanto, a lo de las peleas, me creerás que no hemos peleado papá.
Si no habían peleado, pero cómo si no convivían. Ellas pensaban que iba a ser fácil, sus vidas, su relación daría un vuelco, los problemas estaban a la vuelta de la esquina, ellas eran distintas, pero a la vez,  iguales.
Eloísa acostumbrada a hacer lo que le daba la gana, encontraría su freno en Aitana. Y ésta se encontraría con una persona que le revolvería la vida y se la pondría patas para arriba. La primera noche en la misma habitación,  juntas, pero separadas  Eloísa durmió en un sofá cama y Aitana en la cama  y la primera discusión:
Eloísa: ¿Puedes apagar la luz?
Aitana: Te puedes esperar, acostumbro a leer antes de dormir.
Eloísa: ¿Y a mi qué? NE- SE-CI- TO dormir y la luz me molesta.
Aitana: Ahora que termine el capítulo  la apago.
Eloísa  le da la espalda pensando que muchacha tan impertinente y grosera. Por su parte, Aitana  para sí, decía que caprichosa. Los roces habían empezado y no pararían allí. Aitana  era una maniática del orden mientras Eloísa no; así como compartían habitación, pero no cama Eloísa dejaba todo tirado, ropa, zapatos  en fin lo que pudiera dejar mal puesto ella lo dejaba, en cambio Aitana, su parte del cuarto era una tacita de plata y el baño ni se diga. Por Dios cuando Eloísa salía y ella entraba. A ella le parecía que acaba de haber un bombardeo, que desorden, tarros, toallas, ropa interior. Aitana  perdía la paciencia con facilidad y Eloísa fresca, de verdad, eso no le preocupaba. La verdad, el orden,  era lo que menos le importaba. El Sr. Andreotti  se divertía viéndolas pelear hasta  por el espacio en el closet y le decía a Eloísa:
Sr Andreotti: No,  qué no peleaban, qué territoriales son…

Capítulo 6
Los problemas de convivencia seguían, a eso se sumaba  que los arrumacos eran bastante incómodos para Aitana, establecer una rutina les estaba costando a Eloísa,  le molestaba el hecho que ya no podía irse con regularidad de fiesta, pues tenía que estar en casa para la cena y a Aitana ni se diga recibir a Eloísa como la más amorosa de las esposas le costaba, no hacían vida social, lo que extraño al señor Andreotti, no salían a ninguna parte, ni a cenar juntas; ellas habían decidido no asistir a fiestas ni cócteles y cosas así,   pero el Sr. Andreotti sabía que a Eloísa le gustaban ese tipo de cosas, así que les pidió que fueran en su representación a un homenaje que le harían. Ambas  sabían que serían el centro de atención, pues el círculo donde se movía Eloísa querían conocer  a la mujer que logro atraparla. Ya para entonces, Eloísa  ya tenía una manera especial de saludarla y despedirse  siempre, que llegaba le daba un beso debajo del lóbulo de la oreja cerca del cuello. Aitana ya se había acostumbrado a eso.
Así que  se dispusieron a asistir al coctel  Aitana le pregunta a Eloísa
Aitana: ¿Con qué clases de personas me voy a encontrar?
Eloísa: Con gente muy elegante y entrometida qué te hará miles de preguntas sobre cómo y cuándo nos conocimos,  no estás obligada a contestarles, simplemente desvía el tema,  además posiblemente te encuentres con alguna ex novia mía.
Aitana: Si, qué más
Eloísa: Qué si te encuentras a alguna,  lo más seguro es que  te hablen mal de  mí.
Aitana: Y eso, ¿qué les hiciste?
Eloísa: Sabes que nunca he sido lo que  digamos fiel, así que de verdad, hay algunas, a las que lastimé mucho y no me enorgullece, pero las cosas que están hechas, están hechas y por más que pedí disculpas, el daño está hecho, además si nos encontramos con alguien  a la que quiero mucho, te la presento, no pudo ir a la boda,  así que prepárate, vas a conocer a la única mujer a la que no puedo engañar.
 Aitana quedo intrigada, ¿quién sería  esa mujer? Se vistieron y fueron al coctel, en donde les esperaba más de una sorpresa. Llegaron ambas, estaban preciosas,  era imposible pasar desapercibidas,  se convirtieron en el centro de la fiesta, todos querían hablar con Aitana, conocerla, examinarla. Medirla, la bombardeaban con preguntas, de cómo, cuándo y por qué, a lo que ella supo salir airosa. Demostró refinamiento, educación y clase. Los invitados estaban encantados con ella. Eloísa la miraba de lejos, pendiente por si tenía que ir en su auxilio, pero se dio cuenta que sabía manejar la situación. De repente apareció una mujer bonita, se le acerco a Aitana  y le dijo:
Mujer: ¿Con qué eres tú? Debo reconocer, eres bonita.
Aitana: Disculpa, te conozco – preguntó
Mujer: Disculpa, mi nombre es Carolina y tenía muchas ganas de conocerte.
Aitana: Mucho gusto y eso, ¿se puede saber por qué?
Carlos: Quería conocer a la mujer que le puso la rienda a Eloísa y la domó logrando lo que muchas no consiguieron - su voz se notaba inconforme y herida - así que tú eres su esposa.
Aitana: Si, así es - yo soy Aitana -    ¿La esposa de Eloísa y tú eres?
Carolina: Yo soy su ex novia, sabes, tu esposa  me engaño infinidad de veces, no puede ser fiel, me sorprende que se haya comprometido, si ella es la versión femenina de Casanova.
Aitana: A veces en la vida, uno se encuentra con personas que te hacen cambiar
Carolina: Dudo mucho que  la gran hija de....
La interrumpió Aitana con un ademán - no sé qué te haya hecho Eloísa pero no te voy a permitir que hables mal de ella en mi presencia - dijo molesta - y sabes, no me interesa hablar más contigo supéralo, deja de vivir en el pasado - y se marcho. Eloísa no se dio cuenta de lo sucedido estaba entretenida con unos amigos de su padre que le decían:
Amigo: Eloísa,  tu esposa esta preciosa
Eloísa: Gracias.
Amigo: De verdad, qué inteligente es, dónde la conociste, por qué no la habías traído antes.
Eloísa: No habíamos podido, la verdad, muchos compromisos  en nuestros trabajos, ¡ah! y nos conocimos en la universidad.
Amigo: Qué buen gusto  tienes, muchacha y yo que pensé que no ibas a sentar cabeza.
Eloísa: jajjaja
Reía Eloísa,  orgullosa, estaba fascinada,  estaba tan contenta por los buenos comentarios referentes a su esposa que la busco con la mirada  y la contemplaba a lo lejos, cuando sus ojos vieron a alguien conocido,  cuando la vio se alegro mucho y corrió a su encuentro, la saludo con un beso y fuerte abrazo:
Eloísa: Hola, por fin apareces Mónica, llegas tarde.
Mónica: Disculpa,  el tráfico es imposible, además la curiosidad   me tiene al borde de un ataque de nervios, ¿A ver dónde está?
Eloísa: Espérame tantito, ya te la traigo y así me das tu opinión.
Mónica era prima de Eloísa, habían crecido juntas y aunque  Mónica era un poco mayor que Eloísa esta la adoraba.
Eloísa llego donde estaba Aitana con un grupo de personas:
Eloísa: Disculpen señores, pero me tengo que llevar a mi esposa.
Aitana: Con permiso, a dónde  vamos con tanta prisa, por qué estás tan eufórica
Eloísa: Recuerdas  la persona que te iba a presentar, ya llego, ven, quiero que la conozcas.
Aitana se dio cuenta que esa persona era especial.
Cuando llegó, Mónica observó a Aitana de pies a cabeza tanto que la hizo ruborizar.
Eloísa  las presento:
Eloísa: Mónica, ella es Aitana, mi esposa.
Mónica: Mucho gusto - dijo tendiéndole la mano.
Aitana: El gusto es mío.
Mónica: Vaya Eloísa, está preciosa.
Eloísa: Es mi prima, no pudo estar en la boda, porque estaba de luna de miel con su marido.
Mónica: Marido que por  cierto, te manda a decir que eres una ingrata. Puedes creer Aitana que no ha llamado ni una sola vez.
Eloísa: jajjaja No quería interrumpir.
Aitana reía por la mueca que hacia Eloísa a su prima.
Mónica: Aitana, ¿Dime dónde se conocieron?
Aitana: Ella y yo tenemos un amigo en común Andrés, y nos conocemos desde hace mucho  fuimos a la misma universidad.
Mónica: A mira que bien. Eloísa me consigues algo de beber, por favor - quería quedarse a solas para charlar con Aitana, Eloísa lo entendió así y fue a buscar los tragos.
Mónica: Sabes Aitana,  me da gusto que Eloísa se haya organizado y dejado esa vida de “Don Juan” que llevaba. Y creo que eligió bien, espero que no hagas sufrir a mi prima, la veo contenta y no quiero que sufra de nuevo, así que cuídala, por favor.
Aitana extrañada  quiso indagar más así que dijo:
Aitana: La verdad, lo voy a intentar, pero con tanta ex novia  reclamándome, porque ella las hizo sufrir es como difícil pensar que ella ha sufrido porque siento que Eloísa me está ocultando una parte de su vida que no conozco.
Mónica: Quizás, pero no seré yo quien te la cuente, solo puedo decirte que esa que tu conociste en la universidad solo es una fachada para  ocultar  su verdadera naturaleza, si la quieres tendrás que lograr que ella te lo cuente.
Aitana: Ya me has intrigado, pero ya lo averiguaré.
La verdad, si le había despertado Mónica su curiosidad, quería saber qué  era eso que tanto había hecho cambiar a Eloísa. Sin darse cuenta Aitana estaba más y más interesada en Eloísa, no sé explicaba por qué empezaba a molestarle el hecho de que hablaran mal de ella…

Capítulo 7
La velada seguía, el homenaje del señor Andreotti había sido todo un éxito, Aitana estaba algo cansada, así que fue al baño a refrescarse y se encontró a la salida con el padre de su hijo, que apenas la vio empezó a insultarla, Carlos, pues así se llamaba el hombre era invitado por ser proveedor de las empresas del Sr. Andreotti cuando la vio empezó a decirle:
Carlos: Pensé que me había equivocado, eres tú.
Aitana: Si soy yo, Carlos  ¿qué quieres?
Carlos: De una mujerzuela como tu nada,  al menos que quieras pasar un buen rato.
Aitana: Estás borracho, déjame en paz - se dispuso a irse cuando él la agarro por la fuerza  y empezó a sobrepasarse con ella,  intentaba besarla por la fuerza, Aitana  intentaba soltarse, pero no podía.  Forcejeaba con el por soltarse,  pero él la dominaba, le decía:
Aitana: Suéltame, no quiero nada contigo
Carlos: Antes te gustaba cuando te revolcabas conmigo, ahora no te hagas la difícil, vamos dame un beso.
Aitana: Suéltame – logró soltarse y le propinó una cachetada- te lo tienes merecido por patán - le dijo.
Carlos, Con el ego herido. Se lleno de furia y la empujo con violencia contra la pared.  Cuando se percato de lo que había hecho. Ya era tarde y salió huyendo, mientras tanto  el golpe había hecho que Aitana le sobrevinieran dolores agudos estaba allí en el piso adolorida cuando Mónica la encontró:
Mónica: ¿Qué te paso?
Aitana: Un tipo quiso sobrepasarse.  Me defendí y lleno de rabia me empujo.
Aitana comenzó a llorar, el dolor era tan intenso  que apenas podía hablar
Aitana: Por favor, llama a Eloísa dile que venga
Mónica: Esta bien, no importa si te dejo sola – ante la negativa de Aitana salió en busca de Eloísa.
Eloísa la ve acercarse con cara de preocupación y le pregunta:   que te pasa ni que hubieres visto a un muerto en el baño ¿y Aitana?
Mónica: de ella se trata. Vamos esta en el baño. Alguien intento sobrepasarse  y la golpeo cuando se defendió.
Cuando Eloísa escucho  esto, demudo el rostro,  recordó  el embarazo  de Aitana y las amenazas de aborto, salió como alma que lleva el diablo. Cuando llego al baño al ver Aitana en esa situación le dolió mucho:
Eloísa: Ai ¿Qué te paso?
Aitana: Elo,  me duele, llévame al hospital no quiero perder al niño.
Eloísa: Ya voy, ven – la tomo por el brazo y  la hizo apoyarse en ella – vamos. ¿Mónica podrías conducir?
Mónica: Si, vamos.
Ya en el auto, Eloísa intentaba sacarle a Aitana quien había sido,  estaba realmente furiosa, pero Aitana no le dijo quien era. Llegaron al hospital y la atendieron de inmediato, el doctor de Aitana  salió y hablo con Eloísa:
Doctor: Le dije a su amiga que se cuidará o lo perdería, pero ha hecho caso omiso a mis indicaciones.
Eloísa: Doctor, si ha hecho caso, sólo que la golpearon, por favor evite que pierda al niño - Eloísa se le quebró la voz - es lo que ella más desea en estos momentos
Doctor: Veré que puedo hacer.
Cuando el doctor se fue. Mónica preguntó:
Mónica: ¿Cuánto tiempo tiene?
Eloísa: Muy pocos, pero siempre ha sido de riesgo y ha tenido dos amenazas de aborto, no sabes quién le hizo esto.
Mónica: No sé, cuando llegue ya estaba tirada
Eloísa: Te juro Mónica, que si llega a perder el bebe voy a matar a quién hizo esto, te lo juro
Mónica: No ganas nada con ponerte así,  ella te necesita calmada, necesitas pensar con la cabeza fría, ya le preguntarás quién fue.
Eloísa: Si, sí ya me calmo, esperemos  que salga el doctor.
La espera se hizo interminable  y ni el doctor ni las enfermeras decían nada. Eloísa temía lo peor. Por fin salió el doctor:
Eloísa: Doctor, ¿Qué pasó? ¿Cómo está Aitana?
Doctor: Hicimos lo que estuvo a nuestro alcance.
Eloísa: No me diga  que perdió al bebe – Eloísa estaba bastante contrariada y expectante, sentía un vacío en el pecho - contésteme doctor  
Doctor: Señorita cálmese, la paciente está estable, en cuanto al bebe   logramos que no lo perdiera de momento, si logra pasar las siguientes 48 horas pasará la amenaza. Lo que sí es cierto, es que si no lo llega a perder va a tener que  guardar reposo absoluto  hasta el quinto mes.
Eloísa: ¿Ella cómo está? ¿Puedo verla?
Doctor: Esta sedada, pero puede verla 5 minutos.
Eloísa: ¿No puedo quedarme esta noche?
Doctor: Sólo familiares, ¿Usted, qué es de la paciente?
Eloísa: La esposa
Doctor: Si, está en su derecho
Eloísa: Mónica, vete  a casa y llama a papá explícale lo sucedido, no le digas toda la verdad, no quiero que se preocupe.
Mónica: Esta bien, pero  llámame, mañana  regreso.
 Eloísa se dirigió  a la habitación de  Aitana. Cuanto entro estaba dormida, así que se sentó a su lado a esperar que  despertarse. Se  quedo ahí contemplándola en silencio…

Capítulo 8
Ya amanecía, cuando Aitana despertó, estaba confundida, no  reconocía el lugar, pero  si la persona que  estaba a su lado. Le dio una rara sensación de alivio, saber que estaba allí, se  movió de la cama, he hizo un ruido que despertó a Eloísa:
Aitana: disculpa, no  quise despertarte - al verla despierta  Eloísa dibujo una sonrisa en su rostro
Eloísa: No hay problema ¿cómo te sientes?
Aitana: Adolorida – calló, de repente recordó todo, se  angustio mucho, perdió  la calma – Elo, ¿dime qué paso? ¿Mi bebe, mi bebe?  – preguntó llorando
Eloísa: Cálmate, sí. Te hace daño, no lo has perdido, pero  el médico dice que hay que esperar 48 horas para estar seguros, después  de eso tendrás que guardar reposo absoluto hasta tu quinto mes.
Aitana se calmo.
Aitana: Tres meses en cama sin hacer nada, eso  será difícil, y mi trabajo que voy a hacer.
Eloísa: Si, pero  tendrás que hacerlo, si  no quieres perder al bebé, en  cuanto al trabajo,  eres lo suficientemente capaz para conseguir otro después que nazca el bebé para no correr riesgos.
Aitana: Si, eso lo sé – ¿Elo  pasaste aquí toda la noche?
Eloísa: Sí,  me quede preocupada por tu salud y eso me hace recordar ¿quién fue el tipo que intento sobrepasarse contigo? ¿Lo conoces?
La pregunta sobresalto Aitana, no  sabía que responder, que le iba a decir
Aitana: Si,  lo conozco
Eloísa: Quién es para matar al maldito bastardo – eso último atemorizo Aitana
Aitana: No  te lo voy a decir,  estás muy enojada.
Eloísa: ¡Claro que lo estoy, no voy a estar riendo, después  de lo que te paso!
Aitana: No te lo voy a decir, no  quiero que hagas una locura 
Eloísa: dímelo, vamos, ese  tipo tiene que pagar, eso que hizo es intento de homicidio no puede salir de esto sin pagar las consecuencias casi mata a tu hijo  ¿dime quién es?
Aitana se dio cuenta que Eloísa tenía razón, pero  que decir sabía lo impulsiva que era.
Aitana: Te lo voy a decir, pero  tienes que prometerme algo antes.
Eloísa: ¿Qué?
Aitana: Que no vas a hacer nada que te perjudique y no le harás daño a él.
Eloísa: Pero Ai
Aitana: Elo promételo, manita  derecha en el corazón e izquierda arriba vamos - la interpretación de Aitana le sacó una sonrisa a Eloísa - promételo.
Eloísa se puso en la misma posición de solemne juramento: - lo prometo, no  le haré  nada al maldito bastardo.
Aitana: No digas groserías.
Eloísa: ¡Dímelo!
Aitana: Fue Carlos, el padre del niño – cuando Eloísa lo escucho, se puso verde de la ira-
Eloísa: Qué ¿por qué?
Aitana: Me negué a darle un beso  y lo abofetee como respuesta me empujó el resto tú lo sabes.
Eloísa: Qué hacia él allí, sólo estaban invitados conocidos. Socios y proveedores de mi padre.
Aitana: No lo sé, la verdad, ¿qué voy hacer ahora?
Eloísa: no te preocupes, te contratare una enfermera que este al pendiente de ti. Pero ya sabes  nada de hacer locuras.
Aitana la miro con cara de que locuras voy a hacer acostada en cama, la verdad quedarse quieta no era por así decirlo su estado natural. Las horas iban pasando y su salud evolucionaba satisfactoriamente pronto le darían de alta. Recibió visitas de Andrés, Mónica, su suegro, su tía de todos rosas, muñecos,  en fin la consistieron mucho, también se pudo dar cuenta que Eloísa estuvo con ella en todo momento.
Estaban ella y Eloísa en  la habitación cuando entro el médico:
Doctor: Sra. Andreotti – Aitana se lo quedo viendo,  era la primera vez desde que se había casado que la llamaban así – le tengo buenas noticias,  le daré el alta con las recomendaciones que deba seguir, ya le explique a su esposa, debe venir cada mes a control, debe guardar reposo y evitar las emociones fuertes.
Aitana: si, doctor seguiré  todas sus recomendaciones, pero es necesario que me quede en cama los tres meses.
Doctor: bueno, podrá realizar caminatas cortas, pero siempre acompañada, lo que le estoy prohibiendo es que haga actividades que impliquen un esfuerzo innecesario, esto incluye nada de sexo - esto último la hizo sonrojar y a Eloísa sonreír y decir:
Eloísa: no sé preocupe doctor,  de sexo nada de nada y me encargaré que cumpla sus indicaciones, dígame cuando le dará de alta.
Doctor: ya mismo, primero usted debe ir a firmar unos papeles, después de eso, podrá llevársela a casa…

Capítulo 9
Ya en casa,  Aitana se sintió más relajada, más tranquila. Eloísa contrato un enfermero así  estaba muy bien cuidada, pero el encierro, la falta de ocupación, en fin, estaba un poco impaciente, además súmenle el hecho que Eloísa había hecho de su habitación un templo al desorden lo que la irritaba y no poder recogerlo la irritaba aún más un día:
Aitana: Eloísa deja de ser tan desordenada.
Eloísa: ¿Cuál desorden? yo lo veo todo ordenado.
Aitana: ¡Ah! Sí dime si dejar ropa, zapatos de todo tirado es ser ordenando recuerda desorden es igual a desaseo.
Eloísa: mujer, Por Dios, no seas tan cuadriculada.
Eso último la molesto a Aitana: - cuadriculada, si por que procuro tener un ambiente agradable para vivir, no podrías al menos recoger tu tiradero.
Eloísa: cálmate, estate tranquila, no te sobresaltes, piensa en el bebé creo que estas así porque no has salido. El médico dijo que podías hacer caminatas cortas, dile el enfermero que te acompañe.
Aitana: estoy pero cansada de tu desorden al menos recoge el reguero.
Eloísa: está bien, pero mañana del año que viene - y se retiro al ver la furia de Aitana

Al día siguiente
Aitana Salió a dar una paseo al jardín acompañada de su suegro y el enfermero, mientras estaba en el jardín Eloísa entro al cuarto y se dijo -en verdad, está hecho un chiquero, la ropa sucia y el polvo podrían hacerle daño al bebe y Aitana – y se dedico a limpiar y a organizar todo – no sé por qué hago esto, por qué le doy gusto es una cuadriculada - se decía-  ni siquiera se va a dar cuanta, nada más se da cuenta cuando desordeno - termino de asear y organizar y se fue a su trabajo,  se despidió de su padre y de Aitana como siempre lo hacía.
Aitana estaba algo cansada así que decidió irse a  dormir la siesta. Cuando entra, se sorprende de que todo está limpio y organizado, pregunto a la empleada si había sido ella, a lo que esta contesto que no, que había sido Eloísa, le dio mucho gusto,  pero a la vez, también se dio cuenta  que estaba siendo demasiado intensa con lo del orden y decidió dejar que Eloísa se diera cuenta de lo que hacía sin ella estar de cantaleta. Llego la noche y Eloísa se disculpo por no poder ir a cenar por asuntos de trabajo. Aitana supuso que estaba de conquista, así que se fue a dormir, aprovechando que estaba sola se puso a leer cuando la venció el sueño. Entre tanto Eloísa  no estaba de conquista, de verdad estaba trabajando. Cansada se retiro y llego a casa, ya estaban todos durmiendo, así que se fue al cuarto, cuando entro, vio la luz prendida así que pensó que era Aitana  leyendo y así era, la encontró con un libro en la mano, pero dormida
Así que se acerco para apagar la luz y dormir al acercarse hizo un ruido despertando a medias a Aitana que entre  dormida le dice:
Aitana: gracias por limpiar Elo.
Le sorprendió, pero igual dijo: - de nada y hasta mañana.
Las semanas fueron pasando, ya Aitana se le notaba el embarazo, ya tenía cuatro meses. El Sr. Andreotti se recuperó satisfactoriamente y regresó a su casa. Aitana y Eloísa siguieron compartiendo cuarto hasta que ella diera a luz, su cotidianidad seguía siendo la misma. Eloísa se estaba cambiando para irse al trabajo cuando le pregunto a Aitana:
 Eloísa: Hoy  es tu cita con el ginecólogo
Aitana: Si, hoy a las tres
Eloísa: ¿Puedo acompañarte?
Aitana: Si no tienes nada mejor  que hacer, claro así no voy sola.
Eloísa: Esta bien, pasare por ti a la una, así  nos dará tiempo y ¿qué quieres que sea?
Aitana: ¿El bebé?  Quiero una niña, si pudiera elegir, pero estará bien si está sano
Eloísa: ¿Qué nombre le pondrás?
Aitana: Si es niña,  Lorena y si es niño,  Esteban - Aitana no sé percato que el nombre de la bebé, si era niña  le traía recuerdos tristes  a Eloísa, su madre se llamaba así.
Son bellos nombres - dijo Eloísa y se marcho.
Llego la hora de la cita. Eloísa paso por Aitana puntual y llegaron al consultorio y esperaron su turno.
Ya en el consultorio:
Doctor: Vamos a ver cómo está el bebé
Aitana: Ya puedo saber el sexo
Doctor: Quizás, no es seguro y usted no piensa acercarse - dirigiéndose a Eloísa –
Eloísa: Si, disculpe
El doctor puso el eco grafo en la pancita de Aitana,   al principio solo se escuchaba su corazón,  al escucharlo Eloísa  sintió que el corazón le dio un vuelco y esbozó una  tímida sonrisa, en cambio Aitana lloraba de la emoción.
Doctor: Vamos a ver si podemos ver el sexo,  si,  aquí está - dijo señalando la máquina - es niña
Aitana: Si, niña, entonces se llamará Lorena.
Doctor: Y Ud. ¿Qué dice?
Eloísa: Espero que sea tan bonita como su madre.
De Ahí en adelante Eloísa le hablaba a la barriga de Aitana con mucho cariño, claro lo hacía  cuando ya Aitana estaba profundamente dormida.  Le daba pena  hacerlo con ella despierta, pero un día Aitana despertó y se dio cuenta:
Aitana: ¿Qué haces?
Eloísa: Eh, eh - había sido descubierta – que iba a decir- nada solo le hablaba a la bebé-
Aitana: ¿Y por qué le hablas cuando estoy dormida?-
Eloísa: No quería que pensaras que estoy loca.
Aitana: Cómo se te ocurre, además tú eres su madre y ese derecho te lo has ganado.
Eloísa: De veras, no te molesta.
Aitana: No, puedes hacerlo cuando quieras menos cuando este dormida.
Eloísa: jajajaja Bueno,  está bien,  Lore buenas noches nena…

Capítulo 10
Desde esa noche Eloísa le hablaba al bebé, le cantaba, le leía. A  Aitana le parecía increíble tanta dedicación y entrega por parte de Eloísa, no  podía evitar hacer comparaciones, ninguno de los hombres  con lo que había estado y que le habían dicho que le amaban le habían mostrado la consideración que Eloísa le demostró.  Se dio cuenta que su bebé aún en el vientre  reconocida a Eloísa cuando le hablaba, ella se movía y cuando sentía su mano se acomodaba del lado que la tenía en fin, la empatía de ambas era evidente           
Tanto así que Eloísa salió a un viaje largo de negocios por tres semanas y en esas tres semanas la bebé no sé movió. Aitana se preocupo aunque el médico le dijo que todo estaba bien. Ella seguía preocupada, estaba en la sala cuando Eloísa llegó:
Aitana: Hola, bienvenida ¿cómo  estuvo el viaje?
Eloísa: Bien – noto que algo pasaba, Aitana era muy transparente- ¿Te pasa algo?
Aitana: Estoy algo preocupada
Eloísa: ¿Por qué?
Aitana: La bebé no se mueve y aunque el doctor me dijo que es normal aún así me preocupo.
Eloísa: No se mueve, a ver - se acerco  poniendo su cabeza en la barriga – Lore, amor ¿qué te pasa?  Tienes a mamita preocupada - no había terminado de hablar cuando Aitana sintió como la bebé se movía - ves  solo me extrañaba - dijo Eloísa con una sonrisa.
Aitana: Sí, ya veo, la próxima vez la llamas por teléfono.
Eloísa: Estás más tranquila.
Aitana: Si y sorprendida que  a la bebé le hagas falta teniendo en cuenta que cuando nos casamos la idea no te gustaba mucho.
Eloísa: Cierto, la idea era bastante desagradable, no te lo niego, pero cuando escuche sus latidos, me di cuenta que a veces lo que menos quieres es lo que más necesitas, así que haré esto bien.
Aitana: Gracias por quererla de verdad, no quería que creciera con la idea que nadie más que yo la quiere.
Eloísa: Y no te molesta el hecho de que yo sea lesbiana.
Aitana: No, no me molesta la criaré o perdón - se corrigió- la criaremos  con la base al respeto  y aceptación para consigo misma y los demás y con las herramientas suficientes para que tome las mejores decisiones y tu más que homosexual eres una persona.
Eloísa: Y yo que  siempre he pensado que  no te caía bien por eso.
Aitana: No, para nada,  mi incomodidad contigo es o era tu falta de compromiso y estabilidad. No el hecho de que fueses gay ¿te hice pensar eso?
Eloísa: La verdad sí.
Aitana: Si te hice pensar eso, disculpa no fue mi intención.
 La verdad, es que a través del tiempo que habían pasado juntas compartiendo ambas se habían dado cuenta que la imagen mutua que tenían la una de la otra estaba equivocada,  el destino ya había empezado hacer de las suyas y Cupido también..

Capítulo 11
Paso  el tiempo  que el doctor había estimado para que llegara a feliz término el embarazo sin ninguna otra amenaza de aborto. La noticia tranquilizaba Aitana y a Eloísa que  a pesar del visto bueno del doctor no dejaban de lado las precauciones. Comenzaron los preparativos para la llegada de Lorena  Eloísa invito a Aitana de compras:
Eloísa: Ai me acompañas al centro comercial
Aitana: ¿A qué?
Eloísa: A comprar las cosas para organizar el cuarto de la bebé ya está por nacer y no hemos decorado su cuarto ni comprado su ropa, cuna y esas cosas.
Aitana: Y tú no tienes que ir a trabajar, no estás en balances de fin de mes.
Eloísa: Si, pero la nena es primero, además aplace todo para ir hoy.
Aitana: No es necesario,  yo puedo ir sola, Así no descuidas lo tuyo
Eloísa: No, no, no  yo te acompaño, no quiero que sufras algún percance por andar sola.
Aitana: ¡Qué exagerada!
Eloísa: No quiero correr riesgos después - tocándole la panza - mi nena sufre
La cara que puso fue realmente tierna que enterneció a Aitana  y  además su cercanía empezaba  a inquietarla, su aroma la cautivaba, la consideración que le guardaba realmente la hacía sentir importante, querida,  todo lo que había soñado recibir de   un hombre lo estaba recibiendo de una mujer que ni siquiera la quería. La idea la entristecía, estaba empezando a creer que su destino era quedarse sola, en esas estaba cuando Eloísa la saco de sus pensamientos.
Eloísa: Tierra llamando Aitana. Tierra llamando Aitana.
Aitana: ¡Ah! ¿Qué?
Eloísa: Estás en otro planeta
Aitana: Disculpa, estaba dándome cuenta de algo ¿decías?
Eloísa: Qué te cambies, qué nos vamos
Aitana: Si, ya voy
Mientras se iba, Eloísa la seguía con la mirada, la veía realmente hermosa  con su embarazo, para ella resultaba muy sexy, atractiva, no se sentía así desde que ella se fue. Ninguna mujer la había cautivado tanto y el hecho de que   la tuviera a su lado sin poder tenerla hacia que la deseara aún más. Le gustaba, siempre le gusto, pero nunca se le acerco por ser hetero y ahora menos,, a pesar de ser su esposa se dijo para sí: “ no te ilusiones, se irá en menos de tres años - esa idea la mortificaba – mierda - soltó dando un puñetazo.  El ruido del golpe alarmo a Aitana
Aitana: ¿Qué pasó? ¿Qué fue eso?
Eloísa: Nada, es sólo que me di cuenta de algo.
Aitana: ¿Qué es para que te pongas así?
Eloísa: No te ha pasado que cuando deseas algo con todo  tu ser y lo quieres tener  y te das cuenta que por más que lo desees no  puedes  porque simplemente no es para ti.
Aitana: Si, sé  de lo que hablas ¿y estás segura que no lo puedes tener?
Eloísa: Si, eso es lo que me da rabia
Aitana: ¿Y por qué no luchas por eso?
Eloísa: Es causa perdida y si lo hago saldría lastimada y pasar dos veces por lo mismo sería doloroso
Aitana: ¡Ah! se trata de una mujer
Eloísa: Si y no la puedo tener no es para mí
Aitana: Dijiste dos veces, así  que hubo otra y debe ser la que Mónica me hablo, la que te  hizo cambiar tanto.
Eloísa: Si la hubo hace mucho, creo que fue la única mujer que realmente he amado.
Aitana: ¿Y por qué no estás con ella?
Eloísa: Porque para ella no fue suficiente y ya no quiero hablar más del tema, vamos.
Aitana se dio cuenta que los recuerdos le resultaban dolorosos y miles de interrogantes aparecían en su mente ¿quién  era esa mujer que tanto amo? ¿A quién deseaba tanto? No podía evitar sentirse irritada, le molestaba sentirse así, pensó este embarazo me tiene a mil con las hormonas, si deben ser las hormonas, por que reconocer que estaba empezando a sentir cosas por Eloísa era impensable, en fin, todo en su cabeza estaba hecho un caos…

Capítulo 12
Las dos salieron, en el camino no hablaron, ambas estaban sumergidas en sus propios pensamientos. Cuando llegaron  buscaron de inmediato los almacenes para bebé. Eloísa quería comprarle de todo y Aitana ni se diga, ropa, biberones, la cuna, muñecos,  ese día se la pasaron de tienda en tienda,  cansadas de tanto ir y venir,  se sentaron en una cafetería a descansar, estando ellas en eso, cuando se encuentran a Mónica y a su esposo:
Mónica: Hola Eloísa que sorpresa.
Eloísa: Hola prima ¿cómo estás? ¿Y tu Roberto cómo te va con esta loca?
Roberto: jajajaja bien para no decirte la verdad ¡auch¡ no me pegues Mónica.
Eloísa: Mira Roberto te presentó a mi esposa Aitana.
Roberto: Hola, Mónica se quedó corta, realmente eres muy bonita.
Aitana: Mucho gusto y gracias.
Mónica: Veo que vas bien con tu embarazo, ¿ya sabes qué es y cómo se llamara?
Aitana: Es niña y se llamará Lorena
Mónica: Como mi tía
Aitana: Si, así es
Mónica: Prima nosotros nos vamos, tenemos una cita.
Eloísa: Bueno, fue un gusto verte, ¿cuándo van a casa?
Mónica: Llámame y nos ponemos de acuerdo, adiós Aitana.
Aitana: Adiós Roberto, Mónica.
Aitana: ¿Por qué no me dijiste que tu mamá se llamaba Lorena?
Eloísa: Porque no sabía que le ibas a poner así,  aunque me dio mucho gusto y poco de nostalgia.
Aitana: ¿Cuándo murió tu mamá?
Eloísa: Cuando tenía 16, sabes fue a la primera persona que le dije que era lesbiana. Y me dio mucho miedo que me rechazará, pero me equivoque fue un gran apoyo para mi, y sobre todo para decirle a papá, cuando murió se me vino el mundo, me costó mucho adaptarme a su ausencia, la extraño un montón. Cuando me dijiste que nombre le ibas a poner a la niña me causo tristeza y gusto al tiempo de la coincidencia.
Los recuerdos la entristecían así que Aitana no preguntó más y se desvío del tema:
Aitana: Vamos a escoger la cuna y no estés más triste, tú te ves más linda cuando sonríes, si quieres le cambio el nombre a la nena.
Eloísa: No, es un bello nombre y yo no pude haber escogido otro mejor, así que no, además si no me quieres ver triste dame algo.
Aitana: Qué, si puedo, cómo no
Eloísa: Cocíname, yo sé que cocinas muy bien, Andrés me lo dijo
La petición le pareció extraña y además ella sólo cocinaba para personas especiales para ella, pero aún así quería darle gusto y verla sonreír.
Aitana: Está bien, aceptó ¿qué quieres de cenar?
La sonrisa que dibujo Eloísa  fue increíblemente tierna e infantil
Eloísa: Lo que quieras, sólo quiero ver si es que cocinas tan bien.
Aitana: jajajaja  Acepto el reto.
Y se fueron a casa después de comprar la cuna. En el camino Aitana pidió a Eloísa  pasar por el supermercado para comprar todo lo de la cena.
Eloísa: ¿Y qué vas preparar?
Aitana: Canelones rellenos
Eloísa: Espero no intoxicarme
Aitana: Ja – sonrió irónica- después de que me “pruebes” querrás más - se sonrojo, pensaba que he dicho - pero ya estaba dicho.
Mientras tanto Eloísa pasó por alto el comentario, no quería ilusionarse, para qué, así que  sólo atinó a decir:
Eloísa: Veremos, si es cierto.
Y el resto del camino,  siguieron en silencio….

Capítulo 13
Llegó la noche y Aitana estaba muy ajetreada en la cocina con lo de la cena, parecía una hormiguita de aquí para allá,  picando, horneando, estaba tan concentrada que no sé dio cuenta que Eloísa había entrado y la observaba en silencio cuando la saco de su abstracción:
Eloísa: Hey – cuando consiguió su atención – cuidado, la bebé ¿quieres que te ayude en algo?
Aitana: No te preocupes, y si, podrías cortar estos tomates, por favor.
Eloísa: Si, como los quieres
Aitana: En cuadritos pequeños
Eloísa: Bueno
Y empezó Eloísa a picar con poca destreza, pues a la cocina no iba ni por accidente, sólo quería estar cerca, sentirla, pero por estar distraída se cortó,  el dolor la hizo salir de sus pensamientos
Eloísa: ¡Auch, mierda cómo duele!
Aitana: A ver, muéstrame - Eloísa se negaba - Elo muestra para ver, hay que desinfectarla.
Eloísa: No seas exagerada, no fue nada.
Aitana: Eso  lo decido yo, la mano - dijo visiblemente enojada y Eloísa se percató de ello.
Eloísa: Ya,  toma es una cortada sin importancia mira - señalándole el dedo,
Aitana: Estás sangrando, tienes botiquín
Eloísa: Si, esta allá.
Mientras iba por el, le decía a Eloísa:
Aitana: Se nota que nunca cocinas, ¡Qué torpe eres!
Eloísa: Ves, eso me gano por amable.
Aitana: No me malinterpretes, te agradezco la ayuda, pero no quiero que te lastimes, ven te va arder un poco – le decía mientras pasa el algodón con alcohol
Eloísa: Arde – intentando librarse – Ai, no seas cruel
Aitana: Cobarde
Eloísa casi llorando, pues le dolía: -  No te ayudo más.
Aitana: No llores, mira ya termine - el dedo tenía una bandita con carita feliz - si quieres, sólo me acompañas en la cocina y no te acercas a los cuchillos, vamos, no pongas esa cara de niña regañada - Aitana pensaba para sí, que linda se ve - pero Eloísa estaba a punto de llorar, Aitana intento consolarla acercándose a ella, más de lo conveniente y le decía:
Aitana: Qué puedo hacer para verte sonreír – con su frente en la de ella- dime
Eloísa un poco nerviosa por su cercanía, dejé de llorar, alzó la mirada desde su perspectiva, sus labios  se veían provocativos, deseaba besarlos, pero se aguantó, no quería echar a perder el momento con un impulso, así que sólo atino a decir
Eloísa: Más te vale que tu cena sea sabrosa.
Aitana por su parte  tenía que reconocer que la cercanía de Eloísa le era perturbadora.
Aitana: Está bien, ¿Y qué más?
Eloísa se lanzó con una petición extraña,  pero de verdad lo deseaba: -  un beso aquí – señalando  la herida en el dedo.
Aitana: Está bien - le tomó el dedo y lo besó - ya contenta
Eloísa: Si, aunque eso no quita el dolor que me has causado
Aitana: ja jajajaja dramática, siéntate,  la cena ya está casi lista.
Así que Eloísa,  se sentó a esperar como niña pequeña la cena. No pasó más de media hora cuando Aitana le dice:
Aitana: Elo ¿sabes poner la mesa o eso tampoco se te da?
Eloísa: Chistosa, tampoco soy una inútil, si la sé poner.
Aitana: Ponla para  dos, ya  está la cena.
Eloísa: Por fin, muero de hambre.
Pusó la mesa y se dispusieron a cenar. Aitana le sirvió primero y después a ella,  esperando que Eloísa empezará a comer después de dar gracias, se la quedo observando mientras comía para ver su reacción, tenía la necesidad de su aprobación, que le gustará, espero un largo tiempo, ambas comieron en silencio y al final Eloísa le dijo:
Eloísa: Debo reconocer que eres una cocinera fantástica, valió la pena, tanto dolor, cocinas mejor que cualquier chef de esta ciudad y del mundo entero ¡te quedó delicioso!
Aitana dibujó una sonrisa de oreja a oreja y le dijo: - Gracias, me alegra que te haya gustado.
Eloísa: Gustado es poco, delicioso, manjar exquisito, mataría por comer otra vez uno de tus platos.
Aitana: Exagerada, sólo son canelones.
Eloísa: Creo que a ti, hasta el agua hervida te queda bien.
Aitana: jajajaja Si que eres lisonjera.
Eloísa: No, digo la verdad, no miento ¿cuándo cocinas de nuevo?
Aitana: Cuándo quieras, ahora hay que lavar los platos.
Eloísa: Déjalo,  yo lo hago es lo menos que puedo hacer después de tan fantástica cena, ve a dormir,  te ves cansada.
Aitana: Estás segura, bueno, hasta mañana
Eloísa: Espera y me despido de Lore - se acercó, dejó al descubierto la barriga y le plantó un beso - Hasta mañana Lore, que duermas bien, hasta mañana Ai.
Aitana el contacto de sus labios le erizó la piel, se fue adormir cansada y a la vez satisfecha, pensando en el beso de Eloísa….

Capítulo 14
El tiempo iba pasando y el embarazo también. Se habían hecho muy buenas amigas, y Aitana  le cocinaba cada vez que podía, los días que Aitana cocinaba, Eloísa no faltaba, de hecho había cambiado muchísimo con respecto a su modo de vida, casi no salía de parranda y estaba en casa temprano, si salía lo hacía con Aitana para donde su padre y prima, su círculo de amigas no la conocía aún, pero tenía planeado presentarla después del parto, pero ahora tenía compromisos que cumplir  como presidenta de las empresa de su padre, así que  tenía que ir a un coctel preparado para honrar a su padre por su larga trayectoria estaban en casa preparándose para salir Eloísa le pregunta:
Eloísa: ¿Ai estás segura de ir?, yo puedo ir sola, recuerda ya es el séptimo mes ¿no quiero que te agites?
Aitana: No te preocupes, el ginecólogo me dijo que todo está bien, que puedo hacer vida social sin sobresaltos y sin excesos,  además me da mucho gusto acompañarte a ti y a tu padre.
Eloísa: Bueno, está bien, pero si te cansas me avisas para regresar.
Aitana: Ok.
Eloísa: Bueno, vámonos, papá nos está esperando.
Cuando llegaron, una vez más fueron el centro de atención. Eloísa no apartaba la vista de Aitana, cuidándola toda la noche, se la paso cuidándola con la mirada, no quería  que la maltrataran como la otra vez, Aitana por su parte,  se sintió cansada y fue al baño a refrescarse, pero esta vez Eloísa  se dio cuenta, de cuando entró y de quién entró con ella y espero a verla salir. Cuando Aitana salió se dio cuenta que un hombre, la tomaba por el brazo hacia una parte alejada, no sabía quién era, pero si se dio cuenta que Aitana no quería ir  con él, así  que fue en su busca. Mientras tanto, Aitana intentaba lidiar con el sujeto que era Carlos,  el donante:
Aitana: Carlos,  déjame, qué haces aquí, me haces daño
Carlos: No sé por qué estás aquí, pero veo que no abortaste.
Aitana: No, pero casi lo pierdo por tu culpa, así que déjame en paz o te acuso de intento de homicidio
Carlos: Ja inténtalo, tú no eres nadie,  sólo eres una pobretona venida a más  aunque tengo que reconocer que eres la mejor amante que he tenido en mi cama, vamos recordemos viejos tiempos - poniéndola contra la pared.
Aitana: Suéltame o grito
Carlos: Todo el mundo está en sus asuntos, nadie vendrá en tu ayuda.
Cuando hablaba, no sé dio cuenta que Eloísa venia tras de él hecha una furia,  lo hala del cuello de su camisa  haciendo espacio para ponerse entre él y Aitana
Eloísa: Ai ¿Estás bien?
Aitana: Si
Carlos: ¿Por qué se mete?, esto no es asunto suyo
Eloísa: Claro, que es mi asunto, yo a usted lo conozco, es uno de los proveedores de la empresa.
Carlos: Señorita Andreotti este no es un asunto laboral, así  que retírese, no tiene derecho a inmiscuirse entre esta ramera y yo - esto último hizo enfurecer más a Eloísa que levantando la mano le dio una bofetada.
Eloísa: Se lo merece por patán.
Aitana: Cálmate Elo no vale la pena.
Carlos: Si, cálmese, no tome como propia esta cruzada, pues esta que está allí no es nadie.
Eloísa: No será nadie para usted,  pero para mí sí.
Carlos: Esta perra que tiene que ver con usted, yo al menos soy el padre de eso que lleva en su vientre.
Eloísa: Así con que usted es el irresponsable que la dejó, le pidió que abortará, daño su reputación  y hace unos cuantos meses casi hace que pierda el bebe, el hombre que la engaño ocultándole que estaba casado vaya que figurita.
Carlos no sabía que decir, ignoraba el por que Eloísa conocía tanto de su persona, pero seguía insultando a  Aitana
Carlos: Vaya que tienes quién te defienda, mosquita muerta.
Eloísa más enojada de lo normal, no iba permitir que la siguieran insultando, no en su presencia, Aitana por su parte intentaba calmarse y calmarla a ella, nunca la había tan furiosa
Aitana: Elo cálmate, me pones nerviosa.
Carlos: Si, cálmese Srta. Andreotti, no tiene derecho a intervenir en esto.
Eloísa: Quizás, él que no tenga derecho a intervenir sea usted.
Carlos  más furioso que nunca quitó de un empujón a Eloísa, se disponía a pegarle a Aitana, cuando una vez más Eloísa se puso enfrente  deteniendo con su mano la trayectoria de la de Carlos.
Eloísa: Cuidado con lo que hace,  se va arrepentir toda su vida.
Carlos: Una vez más, no se meta  en esto,  no tiene derecho.
Eloísa: Claro, que lo tengo, es mi esposa y no permito que nadie la maltrate.
Carlos se alejo estupefacto, no podía creerlo, sabía lo que eso significaba, Aitana tenía el poder para acabarlo financieramente,  sabía del poder de la familia Andreotti,  no supo cómo reaccionar
Carlos: Su esposa, lo que me faltaba ahora eres lesbiana.
Aitana: ¡Qué te importa!
Carlos: Claro, que me importa, no voy a permitir que mi hijo crezca con unas lesbianas de mierda.
Aitana: Ahora te preocupas por él, cuando no te importo  pedir que lo abortara, no tienes derecho.
Carlos: Claro que lo tengo, voy a pedir la custodia, te lo voy a quitar.
Aitana: No te la van a dar - Aitana se asusto, no quería perder a la bebe - tú no eres más que un donador.
Carlos: Soy el padre.
Aitana: ja esa palabra te queda grande, ella - agarrando a Eloísa – ha sido más “hombre” de lo que tú fuiste,  asumió una responsabilidad que no era suya con creces,  así que la bebé es legalmente suya, tú no  nos la puedes quitar.
Carlos: Veremos.
Eloísa: Lárguese antes que lo haga echar y ya hablaremos de negocios
Carlos: Si, lo haremos y a ti, Aitana no te confíes,  ese bebé es mío y no voy a permitir que crezca a tu lado
Eloísa: No la amenacé,  tiene quien la defienda, quien intente quitarme a mi hija y se dará cuenta de lo que soy capaz.
Carlos  se marchó furioso y cuando se fue, Eloísa le dijo Aitana  -Vámonos a casa, estás cansada.- Aitana, no sólo estaba cansada, la idea de que Carlos le quitará la niña, la perturbaba, pero no dijo nada para no preocupar a Eloísa, sólo le dijo
Aitana: Gracias, por defenderme.
Eloísa: Lo haré cuantas veces sea necesario y  tu por darme mi lugar  - y se fueron a casa…

Capítulo 15
Habían pasado dos días desde el incidente, Eloísa se había puesto en contacto con sus abogados para saber qué posibilidades tendría Carlos de quitarle a la niña, ellos le dijeron que legalmente la niña era suya, por el matrimonio, pero iban a investigar más a fondo.
Un poco más tranquila,  se dedicó a trabajar y a romper relaciones comerciales con Carlos,    a buscar otro proveedor y aunque tuviera que pagar la cláusula de incumplimiento, lo iba hacer para su tranquilidad y la de Aitana, quien la preocupaba, pues la había notado triste, no se percato de la hora, ya era bastante tarde, así que se apresuro a irse a casa, cuando entro todo estaba en silencio hasta que  subiendo escucho a alguien llorar, cuando entro se dio cuenta que Aitana lloraba a un lado de la cama, se acerco por el otro lado recostada de tal manera que le hablaba al cuello de Aitana
Eloísa: ¿Por qué lloras,  no estés triste?
Aitana: No quiero perder a nuestra niña.
Eloísa se le partía el alma verla así e intento consolarla y la abrazo y le beso en la mejilla
Eloísa: Hoy hable con los abogados, me dijeron que las posibilidades de que Carlos  nos quite a la beba son mínimas, no llores, si, mírame - Aitana se volvió y la miraba a los ojos - te prometo que no te la va a quitar no lo voy a permitir, aunque se me vaya la vida en ello, cálmate - se iba al sofá cama cuando Aitana la detuvo.
Aitana: Quédate, duerme conmigo, hoy me siento sola.
Eloísa: No te molesta.
Aitana: No, y me das un abrazo
Eloísa: Bueno -  Le dolía verla tan vulnerable, así que se puso su pijama y la abrazo en la cama y así  despertaron juntas.
La primera en despertar fue Aitana, cuando abrió los ojos vio a Eloísa dormida,  pensó que hermosa es y aparto con su dedo el mechón de cabello que cubría su rostro, se quedo un rato contemplándola, tenerla cerca la tranquilizaba,  seguía viéndola cuando Eloísa despertó y se encontró  con sus ojos:
Eloísa: Dormiste bien – acariciándole el rostro - pudiste descansar, viste que no ronco
Sonrió tímidamente
Aitana: Si dormí bien, pero te mueves mucho pareces un gusano.
Eloísa: jajjaja  lo que pasa es que no estoy acostumbrada a dormir con nadie.
Aitana: Y con tus novias.
Eloísa: Con ellas no duermo, lo que quiero decir  es que no me quedo a dormir con ellas, deje de hacerlo hace mucho, de hecho  en toda mi existencia sólo he dormido con dos, tú y Estela.
Aitana: ¿Estela quién es ella? ¿Fue la mujer qué amaste tanto?
Eloísa: Si, ella, fue de hecho, la primera con la que anduve, duramos casi tres años viviendo juntas.
Aitana: Vaya ¿y por qué terminaron? me dijiste la última vez que no habías sido suficiente.
Eloísa: Te voy a contar porque eres mi amiga, nada más, pero después de hoy no me preguntes más.
Aitana: Está bien
Eloísa: Estela fue el amor de mi vida,   como decirte antes de ella yo había tenido relaciones esporádicas, cuando la conocí quede prendada de ella, me enamoré como una tonta, sólo tenía 19 cuando eso, nos fuimos  a vivir juntas, mi papa la conoció, después de ella no le presente a nadie más que a ti. Como te decía, vivimos juntas como  tres años o menos, yo era feliz, teníamos  discrepancias y todo, ella, mayor  tres años, pero íbamos superando los conflictos, yo creía que el amor que le tenía era suficiente para salir a delante,  pero para ella no, un día cuando regresé a el depa donde vivíamos,  la encontré con otra persona, me destrozó el alma,  me dijo que no me quería, que el cariño que me tenía se había acabado, que había sido un error - paro para coger aíre, le dolían los recuerdos - irnos a vivir juntas,  le rogué, que no sé fuera, que no me dejará, pero no le importo, me dejó,  de ahí en adelante no creí más en el amor y me dediqué a cambiar de mujer como de camisa, me convertí en la persona que conociste, ya hace  8 años de eso, no la he vuelto a ver desde entonces.
Aitana: De  verdad,  no quise hacerte recordar eso, no sabía que te lastimaba tanto, perdóname, ¿si?
Eloísa: No te afanes, creo ya lo superé, pero recordar duele.
Aitana: Y si te la vuelves a encontrar, ¿qué harías, volverías con ella si te lo pidiera?
Eloísa: No sé, está entre matarla y abofetearla; y volver  con ella, no, te dije que estoy interesada en otra persona, me gusta más, incluso de lo que me gusto ella.
Aitana: Puedo saber ¿quién es?
Eloísa: No, no quieres saberlo.
Aitana: Eso lo decido yo.
Eloísa: Ya te dije que no, deja de ser tan curiosa…

Capítulo 16
Después de esa conversación, la curiosidad de Aitana iba en aumento, quería saber quién era esa mujer que a Eloísa le gustaba tanto, sentía celos, rabia, inseguridad. Con el tiempo que habían pasado juntas se había dado cuenta que  era un ser humano valioso, no quería preguntarle  para no descubrirse, le daba y le daba vueltas al asunto cuando sonó el teléfono:
Aitana: Alo Buenas tardes
Mónica: Hola Aitana ¿cómo estás?  Mira, llamaba para invitarte a ti y a Eloísa a una cena en mi casa esta noche.
Aitana: Qué bueno, está bien,  ¿A qué hora?
Mónica: A las 8 PM
Aitana: Listo, llamo a Eloísa para que venga a recogerme.
Mónica: Las espero, no falten. - Y colgó.
De inmediato Aitana llamó a Eloísa quien quedo  de pasar  por ella a las  7 PM.  Eloísa tan puntual como siempre,  cuando llegaron,  Mónica las recibió muy animada, eran una pareja muy compenetrada, se entendían muy bien,  la cena estuvo genial y pudieron compartir con Mónica y su esposo, pero la noche era joven,  así que se pusieron a escuchar música Roberto le dice a Eloísa:
Roberto: Me prestas a tu esposa  para bailar con ella – a lo que Eloísa contestó
Eloísa: Si tú me prestas la tuya.
Roberto: De acuerdo
Y se pudieron a bailar los cuatro después de un tiempo,  Roberto grito cambio de parejas y por primera vez, desde que se habían casado bailaron juntas,  música suave, estaban embelesadas la una con la otra cuando de repente Aitana, sufrió un dolor agudo en la barriga, Eloísa la miraba un tanto asustada, a lo que Aitana  pregunto:
Aitana: Elo ¿Qué pasa? es sólo un dolor en la barriga.
Eloísa: Ai no te asustes por lo que te voy a decir, has roto fuente
Aitana: ¿Qué? pero si faltan dos meses
Eloísa: La bebé quiere salir.
 Aitana: No estoy para bromas
Eloísa: Mónica, Roberto me acompañan, estoy algo nerviosa y no quiero manejar.
Mónica: Eloísa cálmate
Eloísa: ¿Cómo quieres que me calme,  ya va nacer y es prematura?
Roberto: Debes en lo posible, parecer calmada por el bien de Aitana
Eloísa: Bueno, Aitana  vamos recuerda respirar.
Aitana: Llama al ginecólogo.
Eloísa: Lo haré en el auto, vamos respira.
En todo el camino al hospital Eloísa estuvo a su lado intentando tranquilizarla, aún por encima de sus propios nervios, llamo al doctor, a su padre, a la tía de Aitana, a Andrés diciéndoles que la bebé iba a nacer, cuando llegaron el doctor estaba allí.
Doctor: ¿Sra. Andreotti  cada cuánto son las contracciones?
Aitana: Cada cuatro minutos, doctor, dígame va estar bien,  aún no es hora.
Doctor: Señora.  No me extraña que el parto se haya adelantado, usted a tenido demasiadas complicaciones que estaba haciendo antes de romper fuente dirigiéndose a Eloísa
Eloísa: Bailábamos música suave, ella se ha cuidado, muy bien desde la última amenaza
Doctor: No ha tenido sobresaltos algo que la preocupe.
Eloísa: La verdad, es que si, un altercado muy fuerte con un conocido, pero fue hace dos semanas
Doctor: No importa, le dije nada de sobresaltos eso ha causado un estrés en la niña, por eso ha roto fuente,  aunque no ha dilatado todavía del todo habrá que esperar, voy a hacerle una ecografía para ver el estado de la niña.
Mientras se la llevaban Aitana grito: - Elo ven, no me dejes sola
Eloísa: Puedo ir con ella,  doctor
Doctor: Si, claro,  si quiere puede estar en el momento del parto
Eloísa: ¿Quieres qué este?
Aitana: Claro, por supuesto.
Las horas iban pasando y el parto se iba complicando el doctor consulto con Eloísa como proceder pues la bebé venia atravesada y había que hacer cesárea y no solo eso sino que Aitana  estaba sangrando mucho y eso complicaba aún más las cosas.
Doctor: solo quiero saber en caso tal que  se llegue al extremo  de tener que decidir quién se salva a quien salvaría usted al bebé a su esposa
Eloísa sorprendida solo dijo: -  Tan complicada es la situación.
Doctor: Si, su esposa sigue perdiendo sangre, si, piénselo consúltelo con ella y me dice.
Consultarlo con Aitana,  la idea era de locos,  no quería preocuparla más. Cuando entro a la habitación  no le dijo nada de lo del doctor, quiso tranquilizarla, estar con ella,  pero ella misma no podía con la situación así que se fue a la capilla:
Eloísa: Dios, quizás no estés de acuerdo con mi vida, pero sé que me amas, sólo quiero pedirte que no te lleves a mi esposa ni a mi hija, no quiero tomar una decisión de esta naturaleza – oraba llorando, derramando su alma - sé que he hecho cosas desagradables, que hecho sufrir a muchas con mi actitud, personas que no tenían nada que ver con la que me hizo daño y te pido perdón, pero esta situación  no puedo con ella, no quiero perder Aitana,  la amo y aunque ella jamás me corresponda, no quiero perderla y la bebé es mi ilusión, mi alegría, quiero verla crecer y  ver feliz a su madre, te lo pido, no te las lleves
Y siguió allí llorando y orando...

Capítulo 17
Después de orar y un poco más tranquila, se fue a la habitación con Aitana,  se paro en la puerta,  ella estaba en compañía de Mónica, Aitana le pregunto:
Aitana: ¿Dónde has estado Elo?
Eloísa: En la cafetería
Aitana: Hablaste con el doctor
Eloísa: Si, posiblemente te hagan cesárea, si no dilatas en las próximas horas
Aitana: Y la bebé va estar bien
Eloísa: Si, no hay complicaciones - mintió  no quería  preocuparla.
Mónica: Ya que llegaste, me voy, llamé a mi tío, le dije que era innecesario que viniera, que tú lo llamarías cuando naciera, lo mismo a tu tía Aitana  bueno, adiós cualquier cosa me llamas Eloísa.
Antes de irse
Mónica: Eloísa me acompañas - sabia que algo ocultaba - vamos a la sala de estar.
Eloísa: Si, claro ya regreso Ai.
Mónica: ¿Qué te pasa? aunque intentas  parecer tranquila,  algo te preocupa.
Se deshizo en llanto no pudo contenerse
Eloísa: El médico me dijo que si las cosas se complicaban y Aitana no dilataba, habrá que hacerle cesárea, pero también existe la probabilidad que se produzca una hemorragia durante el procedimiento que pondría en peligro la vida de las  dos, el médico me ha pedido que en ese caso debo decidir entre Aitana y  Lorena, dime como voy hacer eso, por un lado no me imagino criando la nena yo sola y por el otro no quiero perder  a  Aitana,  no quiero tomar una decisión así,  son mi familia y las amo a las dos, no sé qué hacer
Mónica quedó estupefacta y preocupada - ¿Y qué has decidido? – preguntó
Eloísa: Nada, no voy a perder  las dos mujeres que más amo, dejaré todo a la divina providencia, ahora sólo quiero estar  a su lado. Vete tranquila yo te llamo por si cualquier cosa.
Las horas pasaban y Aitana no dilataba, y el dolor se hacía más insoportable. Eloísa estuvo con ella todo el tiempo dándole la mano que Aitana apretaba con fuerza cada vez que había contracciones. Le dolía verla tan adolorida y no poder hacer nada para evitar ese dolor, estaba desencajada con ojeras por no dormir. Aunque se acercaba el tiempo estipulado por el doctor para hacer la cesárea. Aún así se notaba en su cara lo  mal que la estaba pasando,  así que entono de broma le dijo:
Aitana: Recuérdame, no tener más hijos,  no ha nacido y estoy horrenda
Eloísa: Vas a dejar a Lore, sin hermanos, ay  como eres y no estás tan fea sólo un poquito 
Aitana: No me hagas reír que me duele.
Eloísa: ¿En serio no vas a tener más hijos?
Aitana: No sé,  esa pregunta te la contesto después de que Lore nazca, ahora en el momento te puedo  decir que no, ¿y tú no piensas tener hijos?
Eloísa: No me emociona la idea, menos viéndote así.
Aitana: Nada, tiene que ver, dale hermanos tú
Eloísa: Yo, ja, no la verdad no me veo en esas – señalando Aitana - tenlo tú
Aitana: Tú quieres que tenga más hijos
Eloísa: Si, por qué no
Aitana quedo sorprendida iba contestar cuando le sobrevino otra contracción, esta vez más fuerte, se le salieron las lágrimas del dolor, le dijo a Eloísa - quita esa cara, no me voy a morir - el comentario hizo recordar la sugerencia del médico, así que muy molesta le dijo:
Eloísa: No me hace gracia tu comentario
Aitana al ver el semblante de Eloísa, le dio miedo, pensó que quizás le estaba  ocultando algo.
Aitana: Lo siento, sólo era una broma.
Eloísa: Pues, no las hagas, me asustan.
Aitana: ¿Elo tú no me estás ocultando nada, verdad?
Eloísa: ¿A qué te refieres?
Aitana: Es que estás muy rara, desde hace rato tienes ese tic en tus manos cuando algo  ocultas
Mierda, pensó Eloísa, como había llegado a quedar expuesta de esa manera, así  que cambio las cosas
Eloísa: Sólo estoy preocupada por ti,  que tú y la nena salgan bien de esto, eso es todo, no te oculto nada.
Aitana: ¿No me mientes?
Eloísa: No
Aitana: Estoy un poco alterada, el dolor es insufrible, llamar doctor, sí
Eloísa: No será necesario, ahí viene
Entró el doctor para hacer el chequeo y  ver la situación, Aitana no había dilatado, así que les dijo ambas
Doctor: Prepararé el quirófano para la cesárea, Señora Andreotti puedo hablar con usted-
Aitana: Doctor, Eloísa, puede estar presente.
Doctor: No, exactamente en el quirófano, sino fuera detrás de un cristal por razones de asepsia, pero estará cerca; ahora si me disculpa, pronto vendrá una enfermera a prepararla,  si me permite hablaré con su esposa un momento.
Ya  a solas, el médico preguntó: - ¿Qué ha decidido?
Eloísa: Amo a mi esposa y a mi hija, no quiero perder  a ninguna de las dos, así que como médico le pido  que haga todo lo posible por evitar una situación que las ponga en peligro
Doctor: Haré lo que pueda
Eloísa: Sé que sí.
Eloísa regresó con Aitana que estaba muy nerviosa e intentó animarla, se sentó a su lado, la abrazó y le dio un beso en la frente.
Eloísa: No te preocupes, todo saldrá bien.
Aitana correspondió al abrazo, y por Dios, sintió de todo con ese beso además, su presencia le daba seguridad, se sentía protegida, cuidada, amada, para que mentirse sentía más por Eloísa de lo que quería admitir, pero no sé atrevía a decirle nada, menos sabiendo que le gustaba otra persona, así que se dedico a disfrutar cada momento con ella, y  le dijo: 
- No sé,  la verdad es que  tengo miedo  a que salga algo mal.
Eloísa: No será así, tranquilízate, ya vienen por ti.
Aitana: Vas estar cerca
Eloísa: Si, y cuando despiertes, seré lo primero que verán tus ojos y conoceremos a nuestra hija juntas.
Aitana: Lo prometes.
Eloísa: Lo prometo….

Capítulo 18
Empezó la cirugía,  el doctor  con mucha destreza  pasó el bisturí por el vientre de Aitana,  era cuidadoso   abriéndose paso por su vientre hasta que sintió al feto y fue allí cuando se dio cuenta que sus pronósticos eran ciertos, la beba venía con el cordón alrededor y que había que sacarla de inmediato o no llegaría suficiente oxigeno al cerebro, así que el médico empezó  a maniobrar para sacar a la niña causándole el mínimo daño a la madre para evitar una hemorragia abdominal.
Eloísa no sabía esperar, estaba en total angustia, se había salido de donde estaba y empezó a dar vueltas en la sala de espera, ya había llamado a su familia y a la tía de su esposa, estaba como león enjaulado, cuando ellos llegaron preguntaron por Aitana  y  la niña, a lo que ella contestó:
- Aún no sé nada, están en cirugía, hay que esperar –
Mientras tanto en el quirófano, el médico sacaba a Lorena, para entonces Aitana estaba semiinconsciente, no sé dio cuenta de cuando le sacaron a la bebé,  de inmediato la enfermera empezó a limpiar a la niña, a destaparle las vías respiratorias con mucha habilidad  y rapidez esperando que lloraré como era prematura, tardo unos segundos en respirar, cuando se oyó su llanto, la terminaron de revisar y la pusieron en  incubadora y la llevaron a la sala de neonatos, no sé la mostraron Aitana,  ya que su estado  era crítico, su situación se había complicado,  no sé pudo evitar la hemorragia, así que luchaban por contenerla, le pusieron unas tres unidades de sangre,  el médico hacia lo posible  para manejar la situación  hasta que encontró  el origen de la misma, cauterizo y drenó el vientre de Aitana y procedió a cerrarla para mandarla a observación  durante la siguientes 48  horas.
Entre tanto, en la sala de espera, el desespero de Eloísa iba en aumento, nadie le daba razón alguna  de lo que pasaba, cuando ve salir al doctor:
Eloísa: Doctor  ¿Cómo está mi esposa y mi hija? ¿Dígame por qué ha tardado tanto? ¿Ellas están bien? Por Dios, calme esta angustia
Doctor: Cálmese Señora Andreotti para informarle.
Eloísa: Disculpe, es que esta espera  ha sido una tortura
Doctor: Ya nació la beba,  su condición es estable y deberá permanecer en la incubadora en los próximos días, a pesar de  que es prematura, su condición física  es muy buena, está preciosa y ha evolucionado muy bien
Eloísa se sintió en parte aliviada,  una preocupación menos  así que preguntó
Eloísa: ¿Y mi esposa?
Doctor: Cuando sacamos  a la beba, se presenté una hemorragia que la hizo perder mucha sangre, fue muy complicado  encontrar el origen, pero pudimos  contrarrestarla y pararla, su estado es crítico  y esta en observación intensiva, esta inconsciente habrá que esperar.
Eloísa: ¿Esperar qué?
Doctor: A qué despierte
Eloísa: No entiendo
Doctor: Su esposa perdió mucha sangre, habrá que esperar a que se recupere, es posible que permanezca en ese estado dos días como máximo.
Eloísa: Y si no despierta en esos días, doctor
Doctor: Si, eso pasa procederemos conforme al protocolo
Eloísa: Gracias, doctor, cuando puedo ver a mi esposa y mi familia puede ver a la niña
Doctor: Podrá verla  en dos horas y si pueden verla, uno a la vez, vendrá una enfermera a guiarlos a la sala, permiso, tengo que hacer mi ronda
Eloísa informó a su familia, era una sensación agridulce, contentos y preocupados al tiempo querían conocer a la nena, así que cuando, la enfermera llegó;  el primero en entrar fue el abuelo, la tía, Andrés, y por último Mónica,  todos coincidían  en que era muy linda. Mónica  regreso de ver a la niña  y pregunto a Eloísa:
Mónica: No  vas a verla
Eloísa: No la veré, cuando Aitana despierte, se lo prometí ¿Cómo la viste?
Mónica: Yo la veo bien,  esta chiquita, pero es muy enérgica, se parece mucho Aitana.
Eloísa: es decir, que es hermosa
Mónica: Si, que estás muy enamorada y eso que yo pensé que la premura de tu matrimonio era rara.
Eloísa: ¿Por qué?
Mónica: Por muchas razones, pero  no es necesario hablar de eso ¡ya soy tía! que emoción
Eloísa: Tía y madrina  y Andrés será el padrino, sólo hay que esperar que Aitana se recupere….

Capítulo 19
Después de esperar más de dos horas en la sala de espera, por fin pudo entrar a ver a Aitana, sintió un alivio al verla  y saber que lo peor ya había pasado,  se prometió que ella nunca se enteraría de que su vida y la de la niña estuvieron en peligro,   se acercó a la camilla, pusó su frente con la de ella y  le dijo:
 “Te amo  y me duele que nunca llegues a saberlo o que llegues a escucharme. ¡Qué cobarde soy!, me aprovechó de tu inconsciencia, tú tienes la facultad de hacerme sentir que pierdo el control, contigo encontré lo que había perdido; la vida, sí que es irónica, me da la persona por la que daría todo lo que tengo por tenerla a mi lado y no la puedo tener, no sé en qué momento me enamoré de ti, en que mi fascinación por tu ingenuidad, por tu belleza  me  fueron enamorando, me duele saber que te iras de mi lado cuando se cumplan los tres años,  quise solucionar un problema y me metí en otro, sé que no debí enamorarme de ti,  pero lo hice y ya no hay más remedio,  ¿ahora qué voy hacer?, disfrutarte a medias, me hiciste cambiar, sabes yo no  quería hijos, pero cuando vi a Lore en la ecografía, cautivo mi corazón y a medida que iba creciendo tu pancita, iba creciendo mi ilusión, cada momento que he pasado  a tu lado,  me ha renovado, ha sacado todo ese dolor que llevaba dentro, te convertiste en mi amiga, en mi amor,  me enseñaste que siempre hay esperanza, sabes quiero todo contigo más hijos, un perro,  todo encontré,  muelle para el barco a la deriva que era mi vida, pero sólo puedo estar atracada ahí por tres años como quisiera tener el valor para decirte lo que siento y que quiero que te quedes conmigo siempre, pero no puedo hacerlo, eso haría que te alejaras de mi y no quiero hacerlo, pero esto si lo puedo hacer, aunque nunca te enteres.”
Acto seguido la besa con ternura en los labios deseando quedarse así para siempre, se separó de ella y sentándose a  su lado tomándola de la mano para que supiera que estaba allí.
En todo el tiempo que estuvo Aitana inconsciente, Eloísa no se movió de su lado, todo lo hacía en el hospital, se bañaba, dormía, comía, tanto así que Mónica y su padre le decían que iba enfermar, que cualquiera de ellos podía quedarse con Aitana,  a lo que ella decía que no, que esa era su responsabilidad y que solo quería estar allí cuando ella despertará, que después descansaría, así que se quedaba y le hablaba, en una de esas charlas le decía:
Eloísa: Sabes, todos los que han visto a Lore dicen que es preciosa, que esta pequeñita, pero que tiene unos pulmones que son capaces de mantener despierto todo el hospital, el doctor dice que ha evolucionado muy bien, que en dos semanas podremos llevarla a casa,  te espera a ti para  irnos a casa, despierta, abre esos ojitos que son capaces de cautivarme y dejarme indefensa.

Empezó abrir los ojos y lo primero que veía eran sombras, no estaba segura de dónde estaba, empezó a reconocer el lugar, a recordar que había pasado, se sentía mareada, adolorida. Un poca ansiosa, se tocó el vientre como un reflejo, recordó que estaba en el hospital, porque se le adelanto el parto, se dio cuenta que todo estaba en silencio  y que era bastante tarde, escuchaba murmullos a lo lejos, paseo su vista por toda la habitación y la vio  allí a su lado dormida como le había prometido,  lo primero que verían sus ojos sería a ella, la experiencia  que había vivido le había servido para darse cuenta de que la quería, que quería permanecer a su lado siempre, pero se convenció que para que le decía que la quería, si ella ya amaba a otra persona, una vez más se enamoraba sin ser correspondida, ¿qué hacer?,  disfrutarla,  mientras se cumplía el plazo  de su matrimonio, cómo  deseaba que la besará, que la hiciera suya, pero no sería así, acercó su mano hacia su cabeza  y acariciaba sus cabellos mientras dormía,  mientras lo hacia se le salían las lagrimas, siempre había conseguido lo que había querido, pero ahora no, en el amor  no sé pueden forzar la cosas.
El movimiento de sus manos  hizo que Eloísa despertará, cuando la vio despierta, puso una cara de alegría inmensa,  se sentó a su lado en la  cama, puso su frente con la de ella y le dice:
Eloísa: No me vuelvas asustar así, te extrañe mucho.
Aitana: Lo voy a intentar y también te extrañe ¿y la nena?
Eloísa: Está en la incubadora, los que la han visto dicen que  es hermosa y el médico ha dicho que en dos semanas podremos llevárnosla
Aitana: ¿Los qué la han visto? ¿Acaso tú no lo has hecho?
Eloísa: Recuerda, que te prometí que la conoceríamos juntas.
Aitana: ¿Si ya recuerdo? ¿Cuánto tiempo he estado así?
Eloísa: Poco más de dos días
Aitana: ¡Tanto! Llama al doctor quiero ver a la nena
Eloísa: Es tarde, la veras en la mañana, ahora duérmete – la beso en la frente y la cobijo-…

Capítulo 20
Aitana despertó y le extraño no ver a Eloísa,  pensó que habría ido a casa a cambiarse, cuando la ve entrar con  una enfermera.
Eloísa: Despertaste, mira la señorita nos va a traer a Lorena
Aitana: Si, ¿cuándo?
Enfermera: En un momento, ya vengo
Aitana se dio cuenta que Eloísa se veía demacrada con ojeras, muy cansada se notaba, que no había descansado mucho. Estaba en sus pensamientos cuando la enfermera entro con la niña como describir con palabras ese momento, Aitana  la miraba embelesada, que chiquita es pensó y le decía – hola soy tu mama como estas? - y ahí estaba reconociendo, mirando cada partecita de su cuerpo,  si que eres hermosa, Eloísa las miraba de lejos en la puerta, no quería dañarles el momento,  madre e hija, se decía para si – si que soy afortunada esposa e hija  me gane la lotería sin comprarla y se reía-
Aitana: Elo -  la llamaba - Ven acércate, ¿qué haces allá?
Eloísa: No, disfruta el momento a solas
Aitana: Nada de eso, ven  -Eloísa se acercó a la bebé y a ella - mira, amor, tu mami Elo, mírala haber Eloísa, cárgala
Eloísa: No sé hacerlo
Aitana: Es fácil, pones una mano en la cabecita y la otra debajo del cuerpo ves así, ves no es tan difícil, así mismo
Eloísa: Hola Lore – la niña apenas escucho su voz abrió sus ojitos - ves Aitana me recuerda – si, mi princesa, soy yo mami, sabes no te esperaba tan pronto, pero me da gusto que estés aquí, alegrándonos la vida a tu mami y a mí,  si vieras tu cuarto, es bien bonito y todas tus cosas son muy bonitas, las escogimos tu mama y  yo.
Mónica: Hola - llegó - Aitana me alegro que ya hayas despertado, Eloísa  siéntate, dale la nena a tu mujer, así perfecto y ahora tu ponte a su lado eso así es abrázalas y sonrían.
Eloísa: Para qué es la foto
Aitana: Si, ¿para qué es?
Mónica: Para el álbum de la familia y cuándo les dan de alta
Eloísa: En dos semanas podremos irnos
Mónica: Eloísa, me haces un favor, puedes traerme un café
Eloísa: Si, claro ya vengo
Aitana: Para qué hiciste que se fuera
Mónica: Para que la convenzas  de irse a descansar desde que todo esto empezó, no ha comido ni dormido, bien le he dicho que se vaya a casa, pero no me hace caso, así que pídeselo tú, ya que no te niega nada.
Aitana: Ya conoces lo terca que es, pero lo voy a intentar  y eso que no me niega nada lo pongo en duda
Mónica: Si, tú eres su debilidad.
Aitana: Está bien.
Mónica: Pero como cosa tuya, espera a que yo me vaya
Eloísa: Aquí tienes, espero que no hayas sonsacado a mi esposa, te conozco quien sabe que le habrás dicho
Mónica: Nada prima, que le voy a decir, gracias por el café y adiós.
Se despidió de ellas con un beso, un rato después Aitana le decía a Eloísa
Aitana: Elo te ves cansada ve a casa y descansas un rato
Eloísa: Te estorbo - dijo haciendo un puchero.
Aitana: Para nada, ven - estirándole la mano y sentándola a su lado - solo que me he dado cuenta que estas cansada  y no quiero  que seamos dos en este hospital.
Eloísa: Es  que no quiero dejarlas solas.
Aitana: Mira es temprano, ve dúchate y duerme un rato y regresas en la noche  a hacerme compañía
Eloísa: Es que te voy a extrañar mucho - se prudente, evita ese tipo de comentarios, la vas espantar pensó para sus adentros - está bien, pero regreso en la noche, listo
Aitana: Ok, descansa, hey te vas sin despedirte como siempre
Eloísa: No, cómo se te ocurre - y la besa en el cuello debajo del lóbulo de la oreja.
Aitana sólo lo hizo para sentir esa electrizante sensación recorrer todo su cuerpo, estás perdida y locamente cautivada por esa mujer se dijo para sí y ahora ¿qué vas a hacer?
El tiempo pasa volando y Aitana y la niña salieron del hospital rumbo a casa, era un verdadero alivio estar con lo conocido en un lugar que  era todo lo que buscaba, un hogar.  Su recuperación fue rápida, pasaron seis meses desde la salida del hospital, ellas se habían hecho más cercanas, más amigas, sus vidas estaban unidas por Lorena y por ese sentimiento que las unía, aunque no lo supieran, la una con respecto a la otra.
Eloísa no volvió a dormir en el sofá cama, Aitana se había acostumbrado a su presencia al calor de su cuerpo, a su aliento por las mañanas, a verse al comienzo y al final de cada día en sus ojos y ella, Eloísa a la tranquilidad que le prodigaba su sonrisa, a la calidez de sus palabras, a su aroma,  a espiarla mientras se cambiaba, a ver su hermosa figura, deseándola cada día más, amaba todo de ella, su cocina, su orden, todo ella le daba sentido a su vida….

Capítulo  21
 Y ahí seguían las dos  en silencio, sin atreverse a confesarse lo que sentían, viviendo una vida  tranquila y por qué no feliz, aunque fuera a medias. Esa noche  Eloísa le dice Aitana:
Eloísa: Ai necesito pedirte algo
Aitana: Si, dime
Eloísa: Recuerdas que te dije que mis amigas tenían ganas de conocerte y que había tenido que aplazarlo por todo lo que ha sucedido.
Aitana: Si, lo recuerdo
Eloísa: Quedé en salir con ellas hoy y ¿quieren que te lleve?
Aitana: ¿Hoy y la bebé? ¿y dónde sería eso?
Eloísa: La bebé, puedo decirle a Mónica que se quede con ella y con respecto a lo otro, espero no te moleste es en una disco de ambiente.
Aitana: ¿Gay?
Eloísa: Si, pero no te preocupes sólo es para que ellas te conozcan,  no nos demoramos nada
Aitana: Y si se me acerca una en plan de conquista qué hago
Eloísa: Sólo di que estás con tu esposa y ya
Aitana: Y  alguna ex de la que tenga que preocuparme
Eloísa: Quizás, pero la verdad no sé, me acompañas
Aitana: Si, está bien
Eloísa: Salimos a las ocho

Aitana solo quería saber cuál era la mujer, quizás la conocería solo por eso iría, nada más así que empezó a cambiarse para una nueva experiencia conocer una disco de ambiente. La noche llego y llegaron al bar, cuando entraron Eloísa empezó a buscar con la mirada a sus amigas, mientras Aitana reconocía el sitio, le pareció agradable, cuando Eloísa la toma de la mano y le dice – allá están, vamos – y llegaron a la mesa
Eloísa: Hola chicas, ¿cómo están?
Amigas: Hola  ingrata, nos tenías abandonada
Eloísa: Exageradas
Amiga: A ver, ¿dónde está la mujer que te hizo sentar cabeza a ti, la más mujeriega de las mujeres?
Eloísa: jajajaja me apenas,  Aitana ven, mira, ellas son Camila y su novia, Andrea y Sofía, chicas, ella, Aitana, mi esposa.
Aitana: Mucho gusto, chicas
Las mujeres se la quedaron viendo y le dijeron: si que  la sacaste del estadio, esta vez es realmente bonita
Eloísa: Gracias, siempre he tenido buen gusto - Dijo  presumiendo.
Camila: Aitana ¿y tú qué haces?
Aitana: Yo soy administradora de empresas en estos momento estoy buscando empleo y mientras sale algo cuido a Lore.
Sofía: ¿Lore?
Aitana: Si, nuestra hija
Amigas: ¿Tienes una hija Eloísa?
Eloísa: Si, no les había dicho Lorena Andreotti,  se llama, tiene 6 meses es una belleza.
Sofía: ¿Cuánto tiempo llevan de casadas?
Aitana: Año y medio, casi más o menos Elo ¿cuánto es que es?
Eloísa: 13 meses exactamente.
Aitana: Si, así es.
Camila: Oye y tú de tanta mujer que hay, por ahí viniste a caer en las garras de esta.
Aitana: jajajajaja si
Eloísa: Hey – protesto Eloísa - no me hagan tan mala publicidad
Amigas: Si  “mala publicidad”
Sofía: Aitana, antes de esta,  ¿cuántas novias había tenido?
Aitana: La verdad Eloísa es la primera y  estoy segura qué será la última.
Amigas: Encima la vuelves gay, eres el colmo
Eloísa: Yo no la he vuelto nada y ya cambien el tema
Aitana se reía del apuro de Eloísa con las amigas, la noche seguía  avanzando y Eloísa aprovechaba  que estaban en público para ser como quería ser con ella, la besaba, la abrazaba  era todo lo cariñosa que quería ser y Aitana  lo disfrutaba mucho, tenerla así solo para ella  y siempre pendiente para ver si algunas de las mujeres que estaba con ellas era la que Eloísa le gustaba, pero no vio nada raro, pensó quizás no esté aquí, así que decidió  disfrutar cada beso, cada caricia que ella le prodigaba y ella no sé quedaba atrás,  también le  demostraba con  hechos lo que sentía, aunque Eloísa pensará que era una farsa y ahí estaban las dos queriéndose como deseaban
Aitana: ¿Me pueden decir dónde está el baño?
Eloísa: Ves, esta al fondo, ten cuidado
Aitana: No me va a pasar nada
Eloísa: Los últimos acontecimientos dicen lo contrario
Aitana: Exagerada, ya vengo
Y ahí estaba en el baño cuando la abordo una mujer
Mujer: Hola ¿cómo estás nena?
Aitana: Bien, gracias
Mujer: Me aceptarías un trago es que te ví y estas bellísima
Aitana: Lo siento, estoy acompañada - se sorprendió la mujer era  realmente bonita -
Mujer: No te preocupes, no soy celosa
Aitana se quedo de una sola pieza, no sabía cómo manejar la situación, así que salió del baño sin darse cuenta que la mujer estaba detrás de ella
Mujer: Nena, no me huyas, no como gente
Aitana: Le he dicho que estoy acompañada puede respetar eso
Mujer: Y yo le he dicho que no soy celosa - acercándose  más hasta no dejarle espacio para moverse.
Aitana: Le ruego el favor, que me de permiso, me están esperando
Eloísa se percato de la situación y fue  en su rescate 
Aitana: Aléjese por favor, le he dicho no, entiéndalo
Eloísa a las espaldas de la chica  le dice:
- La señora ha dicho no  y aléjese.
Mujer: No es su asunto e intenta besar a Aitana – Eloísa se le suben los celos a la cabeza  y la aparta con violencia:
Eloísa: No sé atreva  a ponerle una mano encima a mi mujer.
Aitana  quedo estupefacta  nunca la había visto así como macho cuidando a su hembra valga la comparación.
Mujer: ¿Su mujer?
Eloísa: Si, mi mujer, mi esposa  aléjese  o se arrepentirá.
Y  la mujer se fue  con el rabo entre las piernas
Vamos Aitana a la mesa, deja de andar de coqueta - le dijo realmente sin medir sus palabras.
Aitana le dice - eso es injusto, yo no estaba coqueteando con nadie. Ella se me tiro encima
Eloísa: Si, eso no fue, lo que me pareció.
Aitana: No me creas,  es tu problema y  ya vámonos
Eloísa: Si quieres irte, vete tú sola - lo dijo sin pensarlo, estaba realmente celosa de que alguien más la tocara.
Aitana: Está bien, adiós energúmena
Y se fue a buscar un taxi…

Capítulo 22
Aitana salió fuera echa una furia estaba lloviendo y fue en busca de un taxi, no entendía la reacción de Eloísa,  ella no estaba coqueteando con la chica, camino hacia la calle. Mientras tanto Eloísa se despedía, alego que las habían llamado  de parte de la niñera, así  que tenían que irse y se despidió por Aitana,  cuando se dio cuenta de lo que hizo  salió corriendo del bar en busca de Aitana al no encontrarla en el estacionamiento, se subió al coche y la buscaba en medio de la lluvia se decía: ¿“Estúpida  qué has hecho?” - y la buscaba con la mirada.
Aitana caminaba por la acera hecha una furia “por qué se pone así”  se decía “ni que le importara”.
Eloísa cruzo la calle, cuando la vio  a lo lejos, acelero  para  alcanzarla y  toco la bocina, Aitana  no escucho y solo se dio cuenta cuando el carro estaba a su lado
Eloísa: Aitana, sube por favor
Aitana: No,  estoy furiosa, me culpas de algo  de lo que no soy responsable
Eloísa: Lo sé,  discúlpame, sube,  te vas a resfriar
Aitana: Está bien, pero no me hables
Eloísa: Está bien, no te hablo
Y se subió en el coche, no dijo nada en todo el camino,  estaba furiosa. Llegaron a la casa  y corrió a su cuarto, Eloísa mientras tanto guardo el coche.
 Aitana llego al cuarto, caminaba como león enjaulado  de un lado a otro  cuando entro Eloísa   y fue directo al baño a buscarle unas toallas mientras le decía:
Eloísa: Lo siento
Aitana: Lo sientes, después de qué me culpas de algo de lo que no soy responsable
Eloísa: Si, lo sé, no medí  mis palabras, perdona, no debí ponerme así, me perdonas, poniendo cara de borrego herido.
Con esa mirada Aitana estaba indefensa,  pero no lo demostraba, seguía haciéndose la fuerte.
Aitana: Tú eres la responsable por llevarme a ese sitio al que nunca había ido No sé cómo manejar hombres en una situación así  mucho menos mujeres.
Eloísa Ya no sabía qué hacer así que se le acerco con las toallas y le dijo:
Eloísa: Ven, siéntate aquí - en la cama-
Aitana obedeció al instante, Eloísa se sienta  frente a ella y empieza a secarle el cabello mientras le decía.
Eloísa: Sólo quería que mis amigas te conocieran, debí imaginar que siendo una mujer tan bonita,  ibas a conseguir muchas admiradoras y no supe manejar la situación.
Aitana: Me dijiste que andaba de coqueta.
Eloísa: Lo que pasa es que tú no te das cuenta cuando coqueteas, te sale naturalmente – le decía mientras seguía secándola - y tengo que estar espantándote todo el que  se te acerca,  es muy difícil manejar la situación.
Aitana: No tienes por qué hacerlo
Eloísa: Si tengo, tú eres mi esposa.
Aitana: Si, pero amas a otra, no tiene sentido que me cuides y te pongas celosa.
Eloísa: ¿Celosa yo?
Aitana: O lo que sea,   todavía no entiendo, porque te pusiste así, me hiciste sentir culpable, como si te estuviera engañando y desde que nos casamos no he tenido otra relación.
Eloísa no podía creer lo que escuchaba, ella si había seguido su vida por lo menos los primeros meses, después ya no, menos después de darse cuenta que la amaba
Eloísa: ¿Por qué no lo has hecho? Ten, cámbiate  o te resfrías
Aitana empezó a desvestirse  delante de ella sin pensarlo mientras le contestaba:
Aitana: No se, por principios,  sea cuales fueran las condiciones de nuestra boda, estoy casada contigo, no podría haberte sido infiel, aunque en ese momento no sintiera nada por ti y ahora sí que menos
Eloísa escuchaba atenta  y absorta en su desnudez, pero cayó en la cuenta  de lo último que dijo así que pregunto:
Eloísa: ¿Ahora  qué ha cambiado?
Aitana se dio cuenta que había cometido una imprudencia, se termino de cambiar e intento cambiar la conversación
Aitana: No me hagas caso, no tiene importancia
Eloísa: Si la tiene, ¿qué ha cambiado?, dímelo
Aitana: Ya déjalo,  no quieres escucharlo, si
Eloísa: Eso lo decido yo- dijo Eloísa visiblemente alterada-
Aitana: Si, quizás, como yo también decido si te digo a no, así que déjalo no te lo voy a decir, voy a dormir.
Se iba del otro lado cuando Eloísa se interpuso y la agarro por la cintura con algo de violencia
Eloísa: dímelo, intentando verla a los ojos, pues ella apartaba la mirada
Aitana no sabía que decir  no iba a aguantar la presión así que contra ataco.
Aitana: Lo haré si me contestas una pregunta
Eloísa: ¿Cuál? Mírame cuando te hablo - consiguió que la mirará fijamente
Aitana: ¿Por qué te pusiste así en la disco?
Eloísa: Ai no te das cuenta  todavía,  te lo diré, porque no soporto que nadie más  que yo te ponga una mano encima, me molesta, me enferma, me dan celos, por eso me puse así y más cuando “esa”  intento besarte
Aitana: Elo... - Iba continuar cuando Eloísa la interrumpió
Eloísa: Porque siento que te apartaran de mi lado y te llevaran lejos y eso no podría soportarlo - se le quebró la voz - y más cuando recuerdo que te iras de mi lado en un año y siete  meses.
Aitana veía en sus ojos extrañada,  intentaba comprender, sólo pensaba que estaría malinterpretando o sólo lo decía por Lorena,  Eloísa seguía insistiendo: - Dime, ¿por qué ahora, no puedes serme infiel?
Aitana: Ya basta, no quiero hablar de ello.
Eloísa: Ai déjate de rodeos, dímelo, yo te conteste, dímelo
Aitana: Déjame, no quiero salir lastimada.
Eloísa: Lastimada, porque yo no te haría daño
Aitana: Si, porque ya me lo haces, me dueles, Eloísa y mucho.
Eloísa aún más extrañada, no deja que  se suelte, consigue exasperar a Aitana  quien intenta inútilmente de zafarse de su abrazo
Aitana: Suéltame Elo ya sí
Eloísa: Dime por qué  te duelo tanto Aitana, !DÍMELO¡ - grito
 El grito hizo desesperar a Aitana  que no pudo contener el llanto y se lo soltó:……

Capítulo final
Aitana: ¡POR QUE TE AMO!
Hasta que por fin lo dijo, sintió un alivio y vergüenza al tiempo, Eloísa abrió los ojos, sorprendida y la soltó por inercia, mientras se recuperaba del shock que le habían causado sus palabras, no sé lo esperaba, Aitana siguió hablando:
Aitana: Me enamoré después de conocer el gran ser humano que eras, cuando me di cuenta que toda la imagen que tenía de ti era equivocada,  me enamoré de tu manera de tratarme, incluso de la forma en que amas a mi hija, como  nos defiendes, como has estado a mi lado  en todo,  siempre has estado cuando abro mis ojos, en un hospital, en ti encontré todo lo busque por años de equivocaciones, pero también sé que aunque te ame, tu a mi no, decidí disfrutarte  aunque sea a medias, se me rompe el alma al saber que me tendré que ir y dejarte.  Amo cuando me besas , cuando me tocas, cuando me ves,  amo todo lo que tú eres y me duele amarte porque se que tu amas a otra,  solo fui al bar haber si conocía a esa que deseabas tanto y no podías tener, a esa que te hizo olvidar a Estela, me movían los celos, disfrute cada beso que me diste en la disco, disfruto cocinar para ti, me encanta despertar y ver tus ojos, me encanta cuando me besas  debajo de la oreja - se detuvo a tomar aire - te amo y no puedo evitarlo - terminó de hablar y se iba de la habitación  cuando Eloísa,  quien la había estado escuchando la detiene
Eloísa: ¿Adónde crees que vas?
Aitana: Me voy… ya es demasiado vergonzoso tenerte en frente
Eloísa: Ni creas que te voy a dejar ir después de lo que me dijiste
Aitana: No te sientas comprometida
Eloísa: ¿Comprometida?- tomo su rostro en las manos – no, como se te ocurre, he esperado escuchártelo decir por meses.
Aitana: No te burles
Eloísa: No lo hago
Aitana: Tú estás enamorada de otra
Eloísa: Tonta,  como no te diste cuenta, tu eres  de la que hablaba, si, no me mires así, tu eres la que no podía tener, aunque quisiera,  de la que me enamoré te imaginas, yo enamorada de una mujer que ni siquiera era homosexual y que aún siendo mi esposa, no podía hacerla mía porque ella no sentía lo mismo.
Aitana: Mentirosa
Eloísa: Te juro,  que ni siquiera a Estela la amé más de lo que te amo a ti, cuando sentí que te perdía al momento de Lorena nacer, sentí que se me iba  la vida,  Ai te amo  como a mí misma y es por eso que me muero de los celos cuando alguien se te acerca o intenta besarte.
Aitana  le escuchaba embelesada, era eso lo que quería escuchar desde  hace tiempo.
Aitana: De verdad, no me mientes - dijo con voz de consentida
Eloísa: ¡No! ven - y la abrazo - incluso cuando estamos en público me aprovecho para besarte más de la  cuenta o cuando estas dormida - dijo picarona
Aitana se sonrió  y le preguntó - me besas cuando estoy dormida -  a lo que  Eloísa le responde - sólo lo hice una vez.
Aitana: ja,  No sólo me espías cuando me cambio, si no que me robas besos, no lo recuerdo
Eloísa: No lo recuerdas, ven, yo te haré recordar 
y la beso como nunca lo había hecho, sintió  como su corazón se aceleraba  con cada movimiento de sus labios, Aitana mientras se dejaba llevar  por  su ternura, su pasión,  por todo el amor que le tenía, Eloísa se separo un momento para contemplarla mientras Aitana le dice muy coqueta – aún no lo recuerdo
Eloísa se ríe: Si,  después de hoy no lo vas a olvidar nunca -  la toma por la cintura y la besa, ya no con ternura, sino con pasión desenfrenada, la besa por todas partes  y aparta de ella todo lo que le estorba, pijama.
Aitana le quita la ropa, un poco torpe, cuando Elo le dice al oído -  Déjate amar como yo sé hacerlo, déjame demostrarte  todo cuanto te amo - si - le dice Aitana. 
Eloísa la amo toda la noche como nadie la había  amado. Tanto tiempo buscando a un príncipe azul y lo que encontró fue una princesa rosada. Despertaron desnudas en la cama, Eloísa la veía dormir cuando ella despertó regalándole una sonrisa, te quedaras conmigo le pregunto Eloísa, a lo que ella le contesto  hasta que me muera.
Hoy es su tercer aniversario, Eloísa llega a casa y la besa apasionadamente
Eloísa: ¡Feliz aniversario preciosa!
Aitana: Para ti, también encanto
Eloísa: ¿Y Lore?
Aitana: Lore, cariño, llegó mamá
Salió la nena corriendo a abrazarla
Lore: Hola mami te quero
Eloísa: y yo a ti, mi sol
Eloísa: Aitana, hoy se suponía que debías dejarme, ¿te quieres ir?
Aitana la abraza y le dice – No,  si todo lo que quiero  ya lo tengo y eso, eres tú y le da un beso y te recuerdo sólo la muerte podrá separarme de ti. Te amo Sra. Andreotti hoy mañana y siempre



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19 comentarios:

  1. mi historia preferida!!! qué bueno que no la hubieran borrado, la leo y releo y me encanta!... aunque le cambiaron el nombre

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  2. Ah me sigue gustando esta historia! Gracias por dejarla (=

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  3. Me a dejado sin palabras wooo... La ame ♥!!!

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  4. Esta historia me encanta, es mi favorita!
    Haidee

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  5. que historia tan genial lo unico que me dio miedo fue el embarazo daria mucho miedo estar en una situacion asi huy.

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  6. hermosa historia me encanto :3 :D

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  7. maravillosa historia!!!!!!!!!!! no la saquen,me gustaria volver a leerla

    saludos desde argentina

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  8. esta historia me ha encantado, es preciosa.
    saludos desde mi burbuja

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  9. wow, es preciosa esta historia, me ha encantado tanto q ya la he leido 2 veces, felicidades a la autora,
    saludos L

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  10. Meeee facinooooo que hermoso final besos ARGENTINA

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  11. Fascinante historia me encanto de principio a fin...
    Vale saludo desde Colombia ;$

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  12. ya lo leí como 15 veces esta historia y todavía sigo llorando al final de esta.
    muuuuyyy buen trabajo Elisa un beso desde Argentina

    Lourdes Avalos

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  13. MUY BUENA LA HISTORIA UNA SEGUNDA PARTE NO VENDRIA MAL

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  14. Wau me volví a enamorar con esta historia, palabras perfectas en una historia perfecta. Aveces la vida nos trae inesperadas personas en la vida en la cual se convierte en eso en nuestra vida
    Muchas gracias a la autora por compartirla que viva el Amor en muchos sentidos y forma de decirlo y demostrarlo 😍😊😘

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