Era una
tarde preciosa, el cielo se cubría de tonalidades para despedir el día, su
mirada se perdía en el azul intenso del mar, de sus ojos miel salían
tímidamente unas lagrimas que buscaban su camino de bajada a través de las
mejillas, en sus manos tenía una cajita pequeña, con un
contenido adentro, un contenido que desgarraba su alma, pero era todo lo que le
quedaba de aquel que fue su amor.
Tres años
antes.
En un día
normal, de esos que no esperas que ocurra nada transcendental, iba caminando
alegre por las calles camino a su trabajo, no era un trabajo tan excitante pero
al menos cada día lo tomaba con animo y humor, su jovialidad y animo alegraban
el ambiente, esa mañana tenia que acudir a una de esas reuniones que nadie
quiere asistir, pero en la que no tenés opción, porque ellas también están
incluidas en el sueldo. Mientras los jefes hablaban a todos los presentes, sus
pensamientos estaban lejos, su mente soñadora la llevaba lejos cuando nada
atraía su atención a este mundo, una chica sumamente soñadora, hasta que de
pronto veía a todos levantarse, y para sus adentros se decía “genial, hasta que
al fin esto acabo”, su sorpresa es que acababa de empezar algo para ella que no
se lo esperaría.
Al
levantarse de su asiento, dirigiéndose a la salida del salón, de pronto algo
interrumpió su paso, levanto la mirada y allí estaba, los ojos más hermosos que
jamás había contemplado, su mirada se clavo directo en esa mirada, el mundo
para ella se paralizó y por primera vez sintió una sensación diferente recorriendo
cada milímetro de su cuerpo.
De pronto
un compañero y amigo, le tomo del brazo, ella reacciono y noto que a pesar de
que fueron segundos lo que duro clavada en aquella mirada, parecía una
eternidad, la responsable de sacarla de este mundo, se quedo observándola, y
ella se recompuso para detallarla, era una chica más alta que su estatura,
cabello oscuro que le caía por debajo de sus hombros, su rostro era bello, en
armonía con sus ojos verdes y una sonrisa que descomponía a cualquier ser vivo,
como pudo trato de disimular aquello tan extraño que le estaba sucediendo,
desvió su mirada y se quito de enfrente aquella extraña que obstaculizaba su
paso. Desde ese día nada volvió a ser como antes para Arianna.
Los días
pasaron, Arianna estaba confusa con aquel episodio vivido, nunca antes algo así
le había ocurrido, y para colmo de males no tenía idea de quién era esa chica,
antes no la había visto en su lugar de trabajo, pero si estaba presente era
porque ahí laboraba también. Arianna era una chica inteligente, admirada por
sus compañeros, con una vida normal, tenia su novio que era como un príncipe
azul, una vida soñada por muchos, menos por ella misma, quién era muy exigente
y no se conformaba con nada de lo que alcanzaba, siempre quería más, y como era
de esperarse para una chica con estas características, descubriría su misterio
antes de lo cualquier otro fuera capaz. Esa tarde, ya había transcurrido cuatro
días de esa reunión, se dirigió a la oficina de su jefe, le pregunto con mucha
discreción donde podía localizar otra compañera de trabajo, le dijo que la
conocía pero no de nombre, más o menos le hizo la descripción física de lo que
en su mente quedó, y su jefe como era de esperarse la envió a la oficina de
personal, Arianna se sintió decepcionada, su plan había fallado. Cabizbaja
salió de aquel lugar sin una respuesta, y desistió en buscar con esa excusa, ya
algo mejor se le ocurriría. Pero el destino estaba escrito para ella, no tenía
que buscar, las respuestas llegarían solas.
En la
cafetería estaba charlando con su amiga, cuando de pronto la responsable de que
su cabeza no estuviera en su lugar o mejor dicho sus pensamientos, entro; su
amiga la saludo y ella paralizada se quedó:
Arianna:
-¿Vos la conoces? - Alcanzo a preguntar,
su amiga por supuesto le respondió
Amiga: -
Claro, es Dani, bueno Daniela, le decimos de cariño Dani, ¿por qué? ¿Vos no la
conoces?
Arianna no
podía creerlo
Arianna: -
No, nunca antes la había visto, obviamente mentía, porque días llevaba como
demente tratando de investigar quién era.
Amiga: -
¿Qué no la habías visto? ¿Y vos en qué mundo vivís mujer? - Se echo a reír, y
hasta ahí dejo la charla.
Arianna
sintió un vacío, ¿Cómo era posible que antes no la viese dentro de la empresa?
Realmente la gente tenía razón al decir de ella, que su problema era vivir en
otro mundo, se sintió de nuevo como una tonta, se levanto detrás de su amiga y
sin voltear a mirar a la chica se marcho.
Los días
continuaron su paso, Arianna seguía confusa, la imagen de la chica, de esa
mirada no se borraba de su disco duro, para ella se decía que estaba
enloqueciendo, y era cierto, las cosas empezaban a marchar mal, su novio que
estaba adaptado a su forma de ser, la notaba más alejada de lo normal, y eso
estaba afectando su relación, él era un buen chico, pero sus profesiones, sus
trabajos siempre interferían, y para añadir otro ingrediente, la poca atención
de Arianna con él.
Esa tarde
había discutido por móvil, y Arianna estaba muy afectada, de pronto su mundo
perfecto, ya no lo era tanto, bajo las escaleras de prisa en busca del parking
para retirarse de las oficinas, cuando de pronto sus llaves del nerviosismo
caen al suelo, al tratar de agarrarlas sintió una mano, que rozo con la suya,
una piel suave que le causo una sensación de ardor en sus entrañas, retiro su
mano dejándole las llaves a la extraña que aun no divisaba, al girar era ella,
esos ojos claros que robaban su aliento, la responsable de su repentina locura,
se quedo como la primera vez, paralizada, abstraída por los ojos de aquella
chica que se le metía en el alma. Daniela como se llamaba, la miró, se sonrió y
con dulzura en el tono de voz le dijo:
Daniela: -
Son tuyas
Arianna
tomo las llaves, y apenas logro decirle un “Gracias” sin apartar sus ojos de
los de ella.
Se metió
en el coche, y enojada consigo misma pensaba que era una completa idiota, en
realidad lo era, por desaprovechar aquella oportunidad, pero bueno. Nadie es
perfecto. Encendió la camioneta y se marcho rumbo a la cita que tenia con su
novio. Un restaurante muy elegante a las afueras de la ciudad, un lugar
romántico, con el tono de luces bajo, mesas decoradas y un ambiente ideal para una cita de amor, sólo
que Arianna no venia precisamente a una cita de ese tipo, llego a la entrada
donde la esperaba Ernesto, así se llamaba su galán, le tomo del brazo, le dio
un beso simple en los labios, y tomó luego su mano para entrar al restaurante.
Una vez
dentro duraron dos horas charlando, claro luego de comer y beber algunas copas,
Ernesto le reclamaba su extraño comportamiento de los últimos días, incluso le
pregunto si existía alguien más en su vida, qué irónico, ella lo negó cuando en
realidad su cabeza permanecía las 24 horas intentando deducir que había
ocurrido con esa extraña, y que hace minutos la acababa de ver y sentir.
Salió del
lugar, sumida en sus pensamientos, no tenía respuestas para el hombre que la
amaba, pero que quizás ella no estaba tan segura de corresponderle, porque si
fuera así, que hacia su cabeza pensando en otra, y encima en otra; no existía
otro, era una chica, la que había causado ese cambio en tan poco tiempo, algo
que jamás había pasado, ¿qué era todo eso? Ni ella misma lo sabia con certeza,
o quizás si, su interior o subconsciente al que no dejaba hablar.
Decidió
meterse en el trabajo durante semanas para olvidarse de tanta locura, sólo que
era inevitable… hasta que una mañana Rubén que era su jefe la llamó a la
oficina, necesitaba charlar con ella.
Arianna:
-¿Me llamaste?
Rubén:
-Necesito charlar con vos un asunto, podes sentarte
Arianna:
-Decime, soy toda oídos
Rubén:
-hay un proyecto que se le esta ofreciendo a la empresa, pero para ello debo
seleccionar lo mejor de mi empresa, y he decidido ponerte al frente de ese
equipo para llevar acabo esto, ¿que decís?
Arianna
sentía una felicidad, al fin algo que si la mantendría en tierra y no nadando
en las imaginaciones de su cabeza…
Arianna:
-claro, vos sabes que amo los retos
Rubén: -
es genial, porque esto lo será, tenés dos años para desarrollar todo, y
ejecutarlo, es un riesgo, pero sos capaz de eso y mucho más, estoy seguro de
ello
Arianna:
-Gracias, es grato escuchar eso de vos
Rubén:
-Sabes que te aprecio, y sos una de las mejores, así que confió en vos
Arianna:
-Claro, no tenés de que preocuparte
Cuando
Arianna se disponía a salir por las instrucciones del proyecto a la oficina de
planificación, su jefe la detuvo para girarle una última indicación
Rubén:
-Otra cosa, tenés que trabajar con un equipo, serán seis en total, algunos los
conoces, pero otros estoy seguro que no.
Arianna lo
miró fijamente, como buscando una respuesta precipitada de quiénes eran los que
no conocía, su jefe mirándola sonreído
Rubén:
-Espera y te los presento, levanto el teléfono de su escritorio, y le dijo a su
secretaria que los dejará entrar
Se abrió
la puerta de aquella oficina amplia y luminosa, y desfilaron dos amigos de
Arianna, mientras ella giraba a verlos, hizo entrada dos chicos más a los que
en realidad no conocía, otra chica que saludaba a veces en los pasillos de la
empresa, y para su sorpresa, la chica de los ojos hechiceros.
Ella
sonreía mientras la observaba, Arianna se quedó sin palabras, no sabia que
decir, un día aparece en su vida, al siguiente seria su compañera en un
proyecto importante, que significaba todo aquello.
Rubén: -Te
presento a Carlos, Antonio, a ellos los conoces - Dijo sonriendo, María, la
chica que saludaba sin conocerla mucho, Diego, Leonardo y Daniela, ellos serán
tu equipo de trabajo durante todo este tiempo.
Arianna
estiro su manos para saludarlos, cuando tomo la de dani sintió lo mismo que la
vez del parking con las llaves de su camioneta. Daniela la miraba de arriba
abajo, detallándola, sin dejar de sonreírle, con esa sonrisa sincera,
espontánea, Arianna apenas logro decir: -
Arianna:
-Un placer conocerlos. Retiro su mano casi temblorosa, y esquivo esa mirada
insistente de Dani. Miró a su jefe y le dijo: -
Arianna:
-Cuánto tiempo vamos a trabajar en equipo?
Rubén:
-Dos años, ellos serán tu apoyo Ari… así que ya tendrán tiempo de sobra para
conocerse mejor.
Arianna
sonrió… una sonrisa fingida, porque más que alegría sus sentimientos empezaban
a causarle pánico. Pidió disculpas por algo que aún no había concluido y salió
de aquella oficina, con unas ganas inmensas de irse no sólo de ahí sino de la
empresa, su mente no la dejaba pensar, cada pensamiento era un torbellino
dentro de sí, hasta que sonó su móvil y volvió a la realidad.
Dani aún
en la oficina del jefe, recibía instrucciones del proyecto, pero sus
pensamientos no estaban ahí, su mirada estaba perdida, realmente esa chica le
había causado algo que jamás había sentido, pero no se explicaba que era, la
mirada de Arianna la tenía fijada en el alma, esos ojos miel, esa cabello negro
largo, y su lindo cuerpo la había impactado realmente.
Al salir
de la oficina minutos más tarde, vio como Arianna pasaba por un pasillo cercano
a donde ella estaba, se quedó mirándola fijamente, y como si esa mirada fuera
una alarma sobre Arianna, causo que ella la notase, desde lejos miró hacia
atrás, mientras Dani le sonreía. Se dijo para si, “que guapa es” y continúo su
camino.
Los días
fueron pasando, apenas estaban conociéndose, por el trabajo pasaban más tiempo
juntas, pero Arianna evitaba sacar temas que no fueran laborales, Dani le
gustaba charlar, en momentos que no tenían tema, ella aprovechaba para contarle
de su vida, pero Arianna sólo se limitaba a escuchar, Dani empezaba a creer que
la chica era muy reservada con su vida privada, intentó investigar a su modo en
la empresa sobre su jefa inmediata, pero no logro nada, pocos conocían de su
vida, y esos pocos no hablaban. Una tarde estaban en la oficina el equipo
sacando unos informes, de esos que hartan a los trabajadores en una empresa, y
de pronto Dani vio como Arianna llegó, entro a colocar algunos papeles sobre el
escritorio, apenas saludo y se marchó. La noto extraña, más de lo normal, se
quedo viéndola hasta que se fue, y sintió un deseo fuerte de seguirla, y como
era impulsiva… pues la siguió. Arianna entro a su oficina, y antes que la
puerta se cerrará, Dani la sujeto con delicadeza para poder colarse adentro,
ella como estaba de espalda no se percato que tenia compañía, y soltó un llanto
que tenía atrapado en su alma. Arianna miraba a través de la ventana, mientras
sus lagrimas recorrían su precioso rostro, la tristeza la estaba dominando en
aquel momento, la situación con Ernesto era insostenible para ella, la noche
anterior no había logrado estar juntos, sus pensamientos los dominaba su recién
amiga, si así podía llamarla, y cuando su novio la tocaba, solo se imaginaba
que era ella. Seguían sus lagrimas cayendo por su rostro, algo la saco de sus
pensamientos más íntimos
Daniela: -
-¿Te ocurrió algo? ¿Puedo ayudarte Ari?
Arianna
quedó helada, esa voz era inconfundible, ¿Pero cómo entró? ¿En qué momento? ¿Acaso
estaría tan perturbada que no escuchó? Girando levemente la vio ahí, plantada
detrás,
Arianna:
-No pasa nada, estoy bien, gracias… fue lo que alcanzo a responder haciendo un
esfuerzo sobre humano para esconder su llanto
Daniela:
-Si estuvieras bien, no estarías llorando, sé que no nos conocemos, y mira que
he tratado de llegar a vos, solo quiero que sepas que podés contar conmigo,
también soy buena escuchando… al terminar la frase coloco su mano sobre el
hombro de Arianna en gesto de solidaridad, y Arianna sintió ese frío recorrer
su cuerpo, al solo tener contacto con Dani.
Dani se
disponía a salir de la oficina de Arianna, cuando de pronto escuchó
Arianna: -
¿Querés acompañarme a tomar algo? Si quiero charlar….
Daniela: -
Claro, voy a la oficina y guardo algunas cosas, como en 10 minutos estaré
lista, te espero en el parking?
Arianna: -
Si, te veré ahí.
Pasaron
unos 20 minutos, Arianna estaba adentro de su camioneta, escuchaba una música
suave para tratar de calmarse, cuando de pronto por el retrovisor vio venir a
Dani, su corazón empezó acelerar, su estomago sentía un cosquilleo, ¿que le
estaba ocurriendo con esta chica? Su mente no le deba respuestas, de pronto un
temor la invadió, y para si se decía “la invite a tomar algo, y para donde? De
pronto esos pensamientos fueron interrumpidos
Daniela: -
Disculpa la tardanza, me quede más tiempo del que te había dicho
Arianna: -
No hay problema - Encendiendo la camioneta
Daniela: -
Y ¿Para dónde vamos?
Arianna: -
No tengo idea - Le dijo, sonriéndole apenas,
Daniela: -
Yo si tengo una idea de a donde podemos ir
Arianna: -
¿Si? ¿A dónde?
Daniela: -
A mi casa, no bebo, pero siempre tengo algo de licor, podés tomar un vino, o un
whisky, vos elegís
Arianna: -
¿A tu casa? No quiero incomodar
Daniela: -
¿A quién? Vivo sola - Esas palabras retumbaron en el alma de Arianna,
Arianna:
-¿Sola? ¿Pensé que vivías con tu novio?
Daniela: -
No, él vive en su casa y yo sola en la mía - sonriendo después de decir eso…
Arianna
sentía unos celos inmensos, no sabía que tenia novio, hasta ahora hablaba de
sus amores del pasado, y desamores… pero jamás pensó que tenía uno… trato de
disimular su incomodidad con una charla sobre el tiempo… La tarde estaba
bastante gris, y el frío empezaba a ganar terreno, se avecinaba una tormenta,
mientras iban camino a la casa de Daniela. Llegaron, era un barrio privado, su
casa desde afuera se veía bonita, acogedora, estaciono la camioneta, ambas se
bajaron y entraron a la casa. El espacio era amplio, decorado con un estilo
minimalista, las paredes eran blancas, lo que le daba luminosidad, habían
algunos cuadros colgados en las paredes, en el salón había una pequeña mesa,
con algunas fotografías de Dani, en uno de los rincones de la casa, había un
mini bar… y una tv colgada en la pared,
un lugar sin duda acogedor y tranquilo.
Daniela: -
Estas en tu casa, ¿Que querés de beber?
Arianna: -
Un vino esta bien - Caminando hacia la ventana, le encantaba observa a través
de las ventanas, veía lo verde de la grama afuera de la casa, y algunos árboles
que mejoraban aún más la vista, de pronto empezó a llover…
Daniela:
-Toma - Mientras le pasaba la copa de
vino
Arianna: -
¿Y vos? ¿No me acompañarás?
Daniela: -
No bebo, te lo dije….
Arianna:
-¿Y no hacés excepciones? - Mirándola y sonriéndole
Daniela: -
Mmm… Si vos me lo pedís… esta bien - Dijo mientras se dirigía a prepararse una
copa.
La noche
cayó, ambas charlaban sentadas en un cómodo sofá, tomaban vino mientras la
lluvia afuera caía, escuchaban el ruido del agua al caer, ya Arianna se veía
diferente, estaba feliz, su rostro la delataba, era una mujer muy transparente,
reflejaba rápidamente su estado de animo,
Daniela:
-¿ya te sentís mejor?
Arianna: -
Si, como no estarlo, me has hecho reír todo este rato.
Daniela
viéndola a los ojos, le dijo: -Esa es la idea, que te veas feliz, te ves linda
cuando lo haces
Arianna
sintió su rostro sonrojar rápidamente, y un fuerte deseo hacia Dani se apoderó
de ella, sus miradas se quedaron fijamente la una a la otra, Arianna recostó su
cabeza al sofá sin dejar de mirar a dani,
Arianna:
-Tenés lindos ojos, ¿Sabías?
Daniela: -
Vos también - Acercando su mano y
quitando un mechón de pelo que le caía a Arianna en el rostro.
Las dos
como hechizadas la una por la otra, se acercaron lentamente, sin dejar de
mirarse, sintiendo cada vez más su respiración, Dani con su mano acariciaba
lentamente el rostro de Arianna, y como un fuerte impulso que las dominaba,
juntaron sus labios, Arianna pensó que moriría de tantas cosas que le produjo
el contacto de los dulces labios de Daniela, fue un beso tierno, un beso de
dulce reconocimiento, un beso que con los segundo iban alargando, jugaban con
sus labios, sintiendo el sabor de cada una… no querían detenerse, pero sabían
que estaba mal lo que hacían, y como un ataque de conciencia.. Que a mala hora
llega, así como se besaron tiernamente. Bruscamente se separaron ambas al mismo
tiempo.
Arianna
no se podía creer lo que acaba de hacer y Daniela pensaba lo mismo para su
interior. Hubo un silencio profundo… sólo se escuchaba la lluvia caer
Arianna:
-Es mejor que me vaya - levantándose del
sofá…. Dani no alcanzo a pronunciar palabra alguna. Dejo que Arianna se
marchara, su mente estaba confundida, estaba sintiendo un ardor que la quemaba
por dentro. Se levantó del sofá, se asomo y lo último que vio fue a Arianna
marcharse en su camioneta.
Arianna
mientras conducía no apartaba de su mente aquel beso tan hermoso que se acababa
de dar con la chica que tantos días llevaba robándole el aliento…
Arianna:
-Tengo que estar loca… muy loca….
Esa noche
ninguna de las dos logro dormir bien, sus pensamientos revoloteaban con
pajarillos inquietos dentro de sus cabezas, entre vueltas y vueltas en sus
respectivas camas no tuvieron paz alguna.
Al día
siguiente, en la oficina su trato fue distante, se saludaron fríamente,
evitaron mirarse a los ojos, y que el contacto fuera lo menos posible. María
que era otra de las compañeras del equipo de trabajo, se percató de la
situación
María:
-¿Ha ocurrido algo con ustedes?
Inmediatamente
al unísono ambas contestaron “no”… sus miradas se cruzaron y sus pensamientos
volvieron a la noche anterior sin ninguna de las dos desearlo….
Arianna
salió de la oficina, no soportaba aquel tsunami en su cabeza….
Así
pasaron los días, trabajaban, pero evitaban charlar, solo cuando alguna estaba
distraída, la otra la observaba, y uno que otro suspiro de algo que deseas,
pero que esta prohibido tomar.
Un sábado,
día de descanso de tantas pesadillas y tormentos… Arianna estaba tumbada en su
cama, escuchando música, cuando de pronto, sintió el timbre de la puerta, sabia
que su madre abriría, y realmente no tenía ganas de salir de su habitación para
saber quién era… cuando de pronto golpearon la puerta suavemente… la abrieron y
era Ernesto, con un ramo de rosas rojas en la mano, ella sonrió, se levanto de
la cama y lo abrazó… no dejo que hablará solo se quedo con su cabeza en el
hombro de su novio… mientras el le hablaba dulcemente al oído. Las cosas entre
ambos no habían mejorado, pero estaba decidida a que funcionaran, no dejaría
que sus deseos y pensamientos la dominaran más…
Por su
parte Dani pasaba un fin de semana con su novio Fernando, no estaba feliz pero
sabia fingir muy bien, siempre le había dicho en su familia que tenia
cualidades para actuar, y no era mentira, Fernando no notaba ningún cambio en
ella, él era un tipo normal, bien parecido, simpático de carácter, pero a veces
mujeriego, cosa que Daniela no sabia, solo le mostraba lo que a él le parecía
conveniente. La llevo a comer a un lindo restaurante italiano, luego la llevo a
bailar y para cerrar la noche de ese sábado a su casa… entre besos y caricias
Dani se dejo llevar, pero no sentía que era Fernando quién la tocaba, con sus
ojos cerrados se imaginaba las manos suaves de Arianna, no era el aroma de su novio
el que la envolvía, sino el aroma de ella, de esa mujer misteriosa, pero
transparente, de esos ojos miel que le deleitaban… cada beso que recibía la
hacia recordar el beso que aquella noche había detenido abruptamente… su piel
ardía de pensar en ella… hicieron el amor… pero ella no hizo el amor con
Fernando… su mente hizo el amor con Arianna aunque el cuerpo era de Fernando.
Habían
transcurrido seis meses desde aquel beso entre ellas, nada más había pasado,
solo trabajar juntas, y tener que aguantarse las ganas de lanzarse la una sobre
la otra, Arianna cada día estaba más perdida por Daniela, aunque a veces ella
le era indiferente su presencia, tenía cambios bruscos de comportamientos, un
día estaba cercana a Arianna, pero otros tan distante y fría que causaba una
herida punzante en su corazón. Ari estaba en su oficina, su teléfono interno
sonó, era su jefe pidiéndole que fuera a su oficina… una sensación de angustia
invadió su espíritu.. se levanto y tomo la dirección hacia la oficina de Ruben.
Rubén: -
Pasa Ari, tenemos que charlar…
Arianna: -
Decime Rubén, ¿Pasa algo?
Rubén: -
Si, el proyecto que están haciendo va por muy buen camino, esas palabras fueron
un alivio para Arianna quién ya se estaba imaginando lo peor…
Arianna:
-¿Y entonces?
Rubén: -El
grupo que financia me ha pedido que enviara a la mitad del equipo a una junta
extraordinaria fuera del país.
Arianna: -
Me parece genial, ¿Y a quiénes has elegido?
Rubén: -
Por supuesto que vos sos una de las que viajaran, pero también elegí a dos de
tus compañeros, a Carlos y Daniela, me parece que son muy dedicados, y en todo
te han apoyado - Cuando Arianna escuchó
la palabra Daniela, su mente quedo en blanco, ¿juntas, de viaje a otro país? Sería peor que tener
que sufrir viéndola a diario en la empresa y encima a veces con su
indiferencia….
Arianna: -
Bien, me parece genial - Alcanzo a responder - ¿Y a donde viajaremos?
Rubén: - A
Canadá, específicamente a Toronto…
Arianna:
-Good, genial ¿Y cuándo?
Rubén
sacando de un sobre los boletos de avión se los pasó…
Rubén: -
Para el sábado, así descansaran el domingo y el lunes a primera hora se
reunirán con los inversionistas a explicarles todo los avances que han hecho
hasta ahora.
Finalizada
la charla y las indicaciones que le dio su jefe, se dirigió a la oficina del
equipo, ahí estaba todos, trabajando… entro y en seguida como un cazador que
busca su presa. Su mirada se clavo en ella.
Arianna: -
Necesito hablar un minuto con ustedes -
mientras les explicaba lo que su jefe le había encomendado, Dani no dejaba
de mirarla, de traer a sus pensamientos el recuerdo del beso frustrado y de la
noche que su mente disfruto estar con un fantasma de recuerdo…
Carlos:
-¿Iremos a dónde? Wow genial - Interrumpiendo los pensamientos de Dani
Daniela:
-¿Qué iremos a dónde? - Repitió tal cual grabadora….
Arianna: -
A Toronto, y salimos el sábado… Ustedes dos vienen conmigo - Notándose la molestia de los otros tres
compañeros que no irían al viaje. Arianna les explico detalladamente del porque
algunos y no todos, y como buena habilidad que tenía para tratar a las
personas, en un segundo les borro de sus rostro esa expresión de amargura.
En el
avión se sentaron los tres juntos, Carlos iba en medio de las dos, y era como
un escudo. Ambas se sentían a salvo, al tener una barrera entre ellas… el viaje
transcurrió tranquilo… llegaron a Toronto, mientras hacían los respectivos
tramites de ingreso en el aeropuerto, a las afueras, en la sala de espera
estaban dos guías que asignaron los inversionistas para recibirlos.
Luego de
saludarlos, abordaron el auto que los guiaría hasta el hotel, los tres se
sentaron en el asiento trasero, mientras los guías iban dándoles la charla
sobre la ciudad. Arianna trataba de prestar atención, pero la presencia de Dani
cerca de ella, le impedía concentrarse en lo que estaban diciéndole.
Veía a
través de la ventana del auto, una enorme ciudad se levantaba frente a sus
ojos, recién empezaba el anochecer… logro desconectarse de sus pensamientos, e
involucrarse en ese lugar nuevo en donde estaba. Llegaron al hotel, los
registraron en sus respectivas habitaciones, le preguntaron los guías si no
tenía ningún problema en compartir su habitación con su compañera de viaje, a
lo que Arianna con voz insegura respondió: - “I don´t have any problem” (No
tengo ningún problema) mirando a Dani fijamente.
Llegaron a
la habitación, ambas guardaban un silencio profundo, Carlos se asomó y les
sugirió que descansaran para luego salir un poco, apenas empezaba la noche,
sonrió y continuó hacia su habitación.
Arianna:
-¿Te sentís incomoda por compartir la habitación?
Daniela:
-No, está bien para mi, ¿Y vos?
Arianna:
-Ya dije que no tengo problema con eso.
Arianna
como era su costumbre, camino hacia la ventana, estaban en un piso ocho del
hotel, la vista aunque no detallaba toda la ciudad, era genial. Se quedo
admirando las luces pequeñas en miles de casas y edificios que se divisaban a
lo lejos, era como ver una pequeña maqueta desde lo alto… Dani se le acerco por
detrás.. Intentado tener la misma visión de Arianna.
Pero la cercanía,
le hacia sentirse más atraída, la vista de la inmensa ciudad, el aroma de
Arianna por un momento sintió que perdía el control rápidamente se aparto.
Un par de
horas más tarde salieron a recorrer la ciudad, Toronto era realmente preciosa
cuidad, a pesar del frío, no les importaba entraron a un café bar, estaba lleno
de gente, música en vivo al fondo se escuchaba una mezcla de idiomas entre
inglés, francés y el español. Carlos les busco charla, si algo tenía su
compañero era muy buen humor, entre copas pasaron el rato, tanto que se
olvidaron del cansancio del viaje. Marcaba las 2 A .M. cuando regresaron a sus
habitaciones, Carlos se despidió y las dejo a ambas... deseando no estar solas.
Para evitar la tentación. Arianna entro directamente al baño, se dio una ducha,
Dani pensaba que estaba loca, para que alguien se duchara a esas horas. Al
salir su mirada inquieta la busco y la vio envuelta en una bata de baño...
Daniela:
-¿Y vos pensás dormir así?
Arianna:
-Yo, claro que no, te podés dar vuelta por favor...
Daniela: -
Claro... - Se acostó, y se giró para
evitar ver a Arianna. La noche se les hizo eterna, ninguna de las dos podía
dormir, la cercanía de ambas, a pesar que no compartían la cama, les
inquietaba... Dani contenía los deseos de hacer realidad aquel momento en donde
hizo el amor con el fantasma de Arianna... y por su parte ella no sacaba de su
mente la suavidad de la piel, de los labios de Daniela... La noche las venció y
se durmieron finalmente.
El domingo
llegó. Y muy temprano se levantaron, desayunaron en el hotel, salieron a
caminar por el centro de Toronto, visitaron algunos Shopping, entraron a un
café genial y los guías les entregaron entradas para el teatro. Entre charla, risas, y viendo los paisajes
que brindaba aquella hermosa ciudad, se les fue el día... En la noche fueron al
teatro... una obra moderna y muy divertida. A pesar que el idioma a veces era
un poco complicado para Dani, Carlos y Arianna si dominaban el inglés... a la
salida del teatro decidieron ir a una disco. En el lugar, Carlos las dejo sola,
se prendo de una rubia a la que llevo a bailar, las dos no sabían de que
hablar, en eso se acerca a Arianna una chica
Chica:
-¿Bailamos?
Arianna
sorprendida se giró no era un lugar de ambiente... pero se había impactado de
que una chica la invitara a bailar. Eso nunca había pasado... al verla le
pareció guapísima. Su cabello era castaño claro. Sus ojos azules intenso. Alta,
con un precioso cuerpo y una voz sensual... fue como seducida en segundos. Y
solo alcanzo a decir: -
Arianna:
-Yes...
Daniela
estaba en blanco. Sus ideas se bloquearon. No sabia que pensar ni menos
pronunciar palabra alguna, que fue todo
eso. Acaso esa mujer que le robaba el pensamiento, que le había besado cuando
nunca antes había besado a una chica, aquella mujer imponente, inteligente y
misteriosa. ¿Era gay? eso explicaría el porque se sintió atraída por ella, pero
un momento, si ella jamás hizo nada para seducirla. Su cabeza estaba apunto de
estallar... y su corazón también. Sentía que le había apuñalado por dentro como
un desgarro que hería su interior, tuvo
ganas de llorar, pero se controlo, lloró
si, pero para sus adentro..
En la
pista Arianna bailaba con la extraña… sonaba una música electrónica de fondo…
ambas danzaban al compás del sonido... la extraña se acerco al oído
Chica:
- My name is Julie ¿and you? (Mi nombre
es Julie y el Tuyo)
Arianna:
-My name is Arianna (Mi nombre es Arianna)
Julie:
-Beautiful name (Hermoso nombre)
Arianna:
-Thank you... (Gracias) - Continuaron bailando mientras a Dani se le acercaba
un chico, rubio, bien parecido. La saco a bailar. De lejos Arianna la
observaba. Sentía celos. Pero no podía demostrarle nada. Ella la había herido
todo ese tiempo. No quiso hablar del beso nunca más. La evitaba y hasta era
indiferente... lo que había pasado. En el pasado estaba. y siguió bailando y
charlando con la recién conocida.
La
madrugada había caído... Arianna se despidió de Julie. No sin antes que la
canadiense le preguntara donde se hospedaba...
Llegaron
al hotel... nuevamente al quedar solas el silencio invadió el espacio... se
ducharon por separado... y cada una se fue a la cama
Al día
siguiente o en unas horas mejor dicho tendrían esa importante reunión.
Los
trasladaron a un edificio en la zona central de Toronto, subieron en el elevador
hasta el piso 12, ahí los esperaban cuatro de los inversionistas, los
saludaron, y guiaron hasta la sala de juntas. Los tres, Carlos, Daniela y
Arianna hicieron su exposición de avances en el proyecto, de forma detallada y
precisa, Carlos servía de apoyo para traducir a Dani mientras Arianna estaba
concentrada en los inversionistas.
Pasaron
las horas, ellos pidieron agregar nuevos elementos al proyecto, en fin... la
junta se extendió hasta final de la tarde. Al salir estaban realmente agotados,
los llevaron al hotel, y para sorpresa de Arianna en el lobby estaba la
canadiense. Sentada esperándola, se sorprendió. N más que Dani, que para sus
adentros decía "que descaro como esta lejos de su tierra ahora no le
importa nada".... Arianna la saludo con un beso en la mejilla, y hablaban
en inglés, Dani no entendía casi que se decían, pero le molestaba verla tan
sonreída con esa extraña que apenas unas horas antes había conocido… La dejo
con ella y se subió al elevador con Carlos, quién no paso por alto la escena
Carlos:
-Vaya, la jefecita se las traía guardadas ¿no?
Daniela:
-Eso es asunto suyo, es su vida, vos y yo no debemos meternos
Carlos:
-Lo decía ché, porque nadie en la empresa conoce su vida privada, ¿Y mira
ahora?
Daniela:
-Y será mejor que en la empresa no se enteren de nada ¿Vale?
Llegaron a
su piso y cada uno marcho hacia su habitación. Unos minutos más tarde llego
Arianna. Al verla entrar, Dani que recién salía de la ducha le habló
Daniela:
-Si querés tener una aventura con esa extraña será mejor que lo ocultes, Carlos
esta preguntando más de la cuenta - ya Daniela daba por hecho la homosexualidad
de Arianna. Esta se detuvo a mirarla con un gesto de enojo…
Arianna:
-¿A qué te referís con eso? ¿Ocultar que? ¿pensás que soy lesbiana?
Daniela:
-No pienso nada, solo te lo estoy diciendo por advertirte nomás...
Dejaron la
charla y el silencio nuevamente como era costumbre dominó el ambiente. Arianna
realmente estaba enojada, de solo imaginar que Daniela creyera que era gay,
pero más que eso... por la forma en que le dijo aquello. Con frialdad, dureza,
sin mostrar nada de afectación... pensó que a Dani aquel beso, nunca le
importó.
Dani por
su parte, seguía actuando, pero el dolor de los celos la desgarraba por dentro,
en eso sonó el teléfono de la habitación
Daniela:
-Hello, si, Carlos ¿Qué queres?
Carlos: -
¿Qué te parece, si vos y yo salimos a dar una vuelta?
Dani
mirando a Arianna arreglando unas cosas para meterse al baño, le dijo: - Me
parece genial, en media hora nos vemos abajo.
Arianna
giró. Y mirándola con más enojo aún le dijo: -vos me decís a mí que oculte lo
que no hay, pero vos que tenés novio, te vas de farra con Carlos. Es otra quién
debe cuidarse de las habladurías en la empresa. - Dani intento responderle, pero Arianna cerró
la puerta y se metió a la ducha.
Al salir,
Dani ya se había marchado con Carlos, ella sintió un enojo mayor, pero más que
enojo dolor, dolor de ver como nuevamente un hombre se interponía, primero el
novio de ella y ahora un tipejo que va de Don Juan... y lo peor que ella se va
con él.... Arianna recordó que la chica la esperaría en el restaurante del
hotel y estaba sobre el tiempo. Se apresuró y bajo.
Arianna se
marcho a un café bar con Julie, se pasaron la noche entera charlando, riendo,
bailando... la canadiense era médico, casi nunca tenía tiempo libre, pero
cuando lo tenía al final de los turnos siempre marchaba por una copa, para
olvidar el estrés del trabajo. Le contó su vida, ella era gay, Arianna lo
deducía, una chica hetero jamás invitaría a otra a bailar una disco que no sea
de ambiente, al menos no en su cultura, la chica había tenido varias novias, y
entre risas le contaba que todas la echaban porque su trabajo, según era más
importante que lo demás, Arianna sonreía, porque esa realidad no estaba muy
lejos de ella, ni de su vida. Ese era una de las causas del desastre de
relación que ahora tenia con Ernesto, entonces cayó en cuenta, aún tenía un
novio y una vida que cada día le parecía más falsa, menos autentica. Llevaban
como cinco copas. Y Arianna entraba más en confianza o seria el efecto del
alcohol en su sangre, era más libre, más desinhibida, le contaba a Julie muchas
cosas, como si la conociera de toda la vida; hasta de Dani le habló...
El reloj
marcaba las 3 A .M. Y al día siguiente tenían nuevamente otra
junta a las 9 A .M.
Arianna
intento despedirse de la canadiense para tomar un taxi, pero la chica insistió
que la llevaba al hotel, llegaron y se estaciono cerca de la entrada, cuando se
iban a despedir, hábilmente ella le robo un beso a Arianna, está se quedó fría,
cercana a su rostro, miró sus ojos azules, la sonrisa y lo lindo del rostro de
aquella recién llegada a su vida... y por efecto del alcohol, de los deseos
reprimidos. O de esas ganas de buscar la verdad acerca de si misma, se aproximo
más y la beso, un beso que de lento fue pasando a profundo, mezclaba su lengua
con la de esa extraña y no le disgustaba. Lo disfrutaba, sentir esos labios, el
sabor de esa mujer, fue haciéndose más ardiente. La deseo como nunca imaginó,
pero estaban en el auto. La chica le
invitó a su departamento. Y Arianna que no estaba en sus cinco sentidos acepto,
sabiendo a lo que iba.....
El
departamento no era muy grande, estaba con luces tenues, pero eso fue lo único
que pudo detallar Arianna, solo sintió las manos de Julie tomándola por la
espalda, besándola suavemente por su cuello mientras introducía su manos debajo
de su camisa, sentía las caricias ardientes de esa extraña que le estremecía
las entrañas, poco a poco entre besos y más besos se fueron deshaciendo de la ropa
que les impedía disfrutar de su piel, Arianna cayó en la cama mientras Julie se
le montaba encima, con sus manos acariciaba su torso semi desnudo.. Metía sus
manos bajo su brassier, sentía esos pechos suaves entre sus manos y con su
lengua bordeaba su cuello, los pezones de Arianna se fueron endureciendo,
sentía que volaba con cada caricia, con cada lamido.. le quitó el brassier
dejándola desnuda del torso, desabrocho su pantalón y con ayuda de Arianna la
dejo casi desnuda, llevaba una braga color negro que le parecía sexy a Julie,
paró de besarla y se quedó mirándola.. Con su mano empezó a acariciar su entre
pierna. Subía, bajaba lentamente. las metió debajo de las bragas y sintió el
calor de su zona más intima... con sus dedos la masajeaba... Arianna estaba
enardecida, no podía parar de gemir. Eso le producía un placer enorme, jamás
había experimentado tantas sensaciones, ni cuando estaba con Ernesto, le
terminó de quitar todo, y ya sin ropa Julie disfruto de aquel cuerpo a
plenitud, introdujo su lengua dentro de la intimidad de Arianna, la lamía, la
mordisqueaba, no paró hasta que la humedad de su saliva se confundió con la
humedad de Arianna... ambas quedaron tendidas en la cama... aunque no tenia
fuerzas Arianna quiso probar, dar rienda suelta a sus deseos. Ahora era su
turno... se levantó miraba a Julie, pero no veía más a Julie, veía a Dani... su
rostro hermoso, aquel cabello castaño lo confundió con el cabello oscuro de esa
mujer que le había robado los pensamientos, ya esos ojos que veía no eran azules,
sino verdes, Sólo la veía a ella... con un deseo fogoso de hacerla suya... la
beso profundamente, enredo su lengua con la de su compañera de aventuras, le
mordía el labio inferior pero sin lastimarla. Y con su lengua lamia el lateral
de su rostro, bajaba por su cuello mientras sus manos recorrían todo su cuerpo,
para explorarla, para sentirla. Para dibujarla... la besaba con más deseo.
Deseo que quemaba... bajo en su recorrido hacia los pechos, aquellos pechos no
tan grandes, pero duros de excitación, los lamió. Mordisqueaba sus pezones,
pasaba su lengua recorriéndoles. Sus manos acariciaban las piernas, la metía
por la entrepierna, provocando placer en esa mujer que no era Dani... bajo aún
más... besando su ombligo... cuando llego a la intimidad la beso. Con
delicadeza, luego fue haciéndose más y más intensa. Metía su lengua mientras
con sus dedos acariciaba el clítoris de ella, eso la hizo estallar en placer,
su humedad corrió y Arianna sintió un clímax que la llevo a levantar a la Dani de sus pensamientos
hacia ella, bordeo sus piernas alrededor de la cintura de ella y busco contacto
que las llevo al cielo... solo los gemidos de ambas se escuchaban y un suspiro
de placer las tumbo en la cama....
Dani
cenaba con Carlos mientras charlaban de sus vidas, siempre se veían en el
trabajo, pero nunca habían compartido, Carlos estaba comprometido con una chica
de la misma empresa, Dani ni se lo imaginaba, le contó como la conoció, como se
enamoraron, y ella le platico un poco de su vida, entre risas y unas copas
pasaron la noche, no marcaban las doce cuando ya cada unos de despedía y
marchaba a sus habitaciones... Dani al entrar noto que Arianna no estaba... su
expresión cambio. En seguida se imagino que se había ido con la canadiense, por
algo estaba esperándola en el lobby del hotel. Una tristeza se apodero de ella,
mientras se cambiaba de ropa, y sin más se fue a dormir para borrar esos
pensamientos que la invadían sin pedirle permiso.
Una luz
entraba por la ventana. Arianna se despertó, noto que tenia compañía... cuando
abrió bien los ojos. Miró a su lado, para su sorpresa su acompañante no era
Daniela, sino Julie. Recostó su cabeza de nuevo en la cama, y lo primero que
pensó fue "Que estúpida soy, Dios".... y lo era... cayó en la
tentación y se metió con una chica. Pero ese no era el problema... el problema
es que esa chica no era la que despertaba sus pasiones, no era la que cada día
miraba con timidez, la que bloqueaba sus pensamientos, la que hacia sentir
cosquilleos en el estomago y palpitar su corazón... por primera vez.... había
cometido el mayor de los errors
Daniela
estaba despierta, ya no logro conciliar el sueño... sus pensamientos se
atropellaban intentado tener una explicación del paradero de Arianna, hasta que
escucho sonar la tarjeta de la puerta de la habitación, levemente giro a mirar
quién entraba, y efectivamente era Arianna... se quedó viéndola, con unos ojos
que pedían a gritos una explicación
Arianna:
-Buenos días - Fue todo lo que dijo, mientras en su maleta sacaba ropa para
irse a la ducha
Daniela:
-Veo que te has divertido ¿no?
Esa
pregunta, quedó sin respuesta.... Arianna se metió a la ducha, y Daniela se
quedó dolida, porque imaginaba que esa "diversión" seguramente
incluía sexo con la recién conocida de la mujer que le quitaba el sueño.
Las horas
pasaron, y esas dos no se dirigían la palabra, era como si hubieran tenido una
de esas discusiones terribles de pareja... lo insólito del caso, es que lo de
"pareja" no aplicaba para ellas. Carlos notó la frialdad, pero no
quiso intervenir, pensaba que era diferencias de chicas y nada más.
Ese día
concluyo tras las juntas finales con los inversionistas... y al día siguiente
tenían que marcharse de nuevo a su ciudad, decidieron recorrer otros lugares
cercanos, y entre pasear, y charlar con los del grupo que se unieron a ellos,
se les fue el día.
Otra noche
caía, y nuevamente a compartir la habitación... eso era una tortura para
Arianna, su conciencia y sus deseos no le dejaban en paz... entraron y cada una
se disponía a cambiarse, esta vez ninguna se fue al baño... Arianna estaba de
espalda a Daniela, igualmente ella, pero sus ojos no resistían que le quitaran
de la vista lo que más deseaba ver, y traicionó sus principios de respetar la
privacidad de su compañera, giró hacia ella, y vio como se quitaba la ropa, su
espalda desnuda, esa piel suave que provocaba tocar, besar... la miraba con
deseo, pero sabia que no podía cometer otro error más... quizás el efecto de
las miradas hizo que Daniela se volteara hacia ella
Daniela:
-¿Qué estás mirando?
Arianna se
sonrojo tanto que sintió sus orejas arder... la vergüenza le hizo bajar la
mirada al suelo y voltearse inmediatamente
Arianna:
-Lo siento
Daniela:
-¿Sentís qué? ¿Sentís lo de anoche? ¿El haberte ido con esa extraña? ¿O sentís
deseos hacia mí?
Arianna no
podía creer lo que estaba escuchando... ¿Sentir deseos hacia ella? y lo decía
así tan frescamente...
Arianna:
-¿Deseos por vos? ja ja ja estas loca. - Tras decir eso, tomo su ropa y se fue
al baño.... sus oídos se bloquearon y pesar que Daniela le hablaba, ella no
quiso escuchar más. Duró encerrada hasta que sintió que su compañera de
habitación se había dormido. Aunque eso no era del todo cierto... Dani solo
fingía, estaba más confundida, no se explicaba porque le hacia tantos reclamos
a esa chica, total... cada una era independiente y adulta, se cuestionaba su
comportamiento tan infantil.
Llegó la mañana, ya estaban todos listo para marcharse, cuando están en el lobby esperando por el auto que los llevaría al aeropuerto, hizo su entrada la canadiense, en su idioma le habló a Arianna, un poco enojada por dejarla así el día anterior, sin si quiera despedirse.
Arianna: -
I´m sorry, Julie... (Lo Siento, Julie)
- Era lo que entendía Dani, quién ponía
atención a la charla de ellas. Luego vio como la chica abrazaba a Arianna, un
abrazo fuerte, de esos que se dan las personas cuando comparten un vínculo
entre ellas, esa fue la prueba de confirmación para sus sospechas, una prueba
que hizo brotarle algunas lagrimas en sus ojos, y que disimulo al colocarse los
lentes de sol.
Se
despidieron y partieron al aeropuerto, en el recorrido solo se escuchaba la voz
de Carlos conversando con los guías, ambas mujeres estaban en profundo
silencio.
El viaje
transcurrió como el inicio, con Carlos en medio de ambas, y cada una metida en
si misma, no hubo charla, no hubo risa, sus rostros estaban serios, y el de
Dani con una expresión de abatimiento.
Pasaron
tres días desde su regreso, Daniela estaba con su novio, había intentado
olvidar todos esos sentimientos que se apoderaron de ella durante su viaje,
pero cada vez que él la besaba, la tocaba, su mente solo veía el rostro de
Arianna, cada día estaba peor, pensaba incluso que se estaban enloqueciendo...
lloraba cuando estaba a solas, porque junto a esos sentimientos, se venia a su
cabeza el abrazo de esa mujer con su tormento.
Mientras para Arianna la vida había tomado sentido... a su regreso llamó a Ernesto, y se citó con él en un parque, no quería tener gente cerca charlando, ni estar pendiente de ordenar comida, ni nada. Sólo caminar al aire libre
Ernesto: -
Amor, me encanta estar con vos así, en la naturaleza. Le decía mientras
caminaban... Arianna estaba callada, pensativa, pero decidida
Arianna:
-Te cite acá porque creo que llegó la hora de que tengamos una conversación
seria
Ernesto:
-¿Pasa algo?
Arianna: -
Vos sabes que si, que algo pasa entre nosotros desde hace tiempo
Ernesto:
-¿Vos tenés a alguien más? eso es lo que me atormenta, y si querés ser sincera,
hablemos sin mascaras entonces
Arianna:
-No es por alguien más, es por mí
Ernesto:
-¿Por vos? todo siempre es por vos, primero tu trabajo, tu familia, tus sueños.
Todo es por vos
Arianna:
-Esta vez no es nada de eso Ernesto
Ernesto:
-Entonces ¿Decime qué es? Necesito saberlo, necesito entenderlo
Arianna: -
Sos un gran chico, el hombre perfecto para cualquier mujer... - En eso Ernesto ya alterado la interrumpe
Ernesto: -
Para cualquier mujer menos para vos
Arianna: -
Ernesto, por favor
Ernesto: -
Por favor ¿qué? Me querés cortar y me salís con esto
Arianna: -
Esto no funciona, ¿Hace cuánto sostenemos esta farsa vos y yo?
Ernesto:
-¿Quién es?
Arianna:
- ¿Quién es? ¿De qué hablas? No es por
nadie es por mi
Ernesto: -
No te creo
Arianna:
-Basta, no voy a sostener una discusión sin sentido, esto se termino, lo siento
mucho, no quería lastimarte pero no me dejas explicarte
Ernesto:
-¿Explicarme? ¿Acaso tenés alguna explicación para que me cortes y me eches
como un perro de tu vida?
La
situación se salió de control para Arianna, se dijeron muchas cosas que
lastimaron su corazón, ambos se marcharon y Ernesto estaba realmente
perturbado.
Arianna
llegó a su casa, entró y su madre la notó extraña, ella no quiso dar
explicaciones, fue a su habitación, hizo una pequeña maleta y al preguntar a
donde iba solo respondió
Arianna:
-Mamá voy a salir este fin de semana, necesito ordenar mis ideas
Madre:
-¿No acabas de llegar de viaje?
Arianna:
-Eso fueron negocios, esto es por mi
Madre:
-¿Querés hablar?
Arianna: -
No, no... Cuando ordene mis ideas, hablaremos.
La
carretera estaba sola, el día se torno gris totalmente, se dirigía hacia la
montaña, en ella tenía una pequeña cabaña que le había dejado su padre al
morir, pocas veces la visitaba, pero cuando lo hacia era porque su alma
necesitaba un respiro... y este era el momento para Arianna, el enredo de tener
que trabajar con alguien que le gustaba, quizás ese enamoramiento equivocado,
viajar y meterse con una chica y encima traicionar sus sentimientos e incluso
al novio que tenia. Era motivo suficiente para escapar de todo. Escuchaba una música,
mientras contemplaba el camino y conducía, no quería pensar. Había logrado
ordenar a su cerebro no hacerlo... quería encontrar un poco de paz.
Daniela,
en su casa sentía la necesidad de verla, aquellos días sin hacerlo desde que
regresaron del viaje la estaban quemando por dentro, tomo el teléfono, se sentó
en el sofá... y viendo el teléfono no sabia que hacer... deseaba llamarla...
pero algo se lo impedía... caminaba, miraba por la ventana, recordaba lo mucho
que le gustaba hacerlo Arianna, paso un par de horas en esa indecisión, hasta
que se animó, levanto nuevamente el teléfono nuevamente, y marco… pero el móvil
de Arianna estaba fuera de servicio, pensó que quizás era una señal para
desistir de su plan, sin embargo intentó al número de su casa, le atendió la
madre de Arianna
Daniela:
-Buenas tardes, por favor con Arianna
Madre:
-Buenas, no se encuentra; ¿Con quién habló?
Daniela:
-Es una compañera del trabajo, Daniela
Madre:
-Ah, Ok. Ella no esta, se marchó unos días fuera de la ciudad
Al
escuchar esto, la expresión del rostro de Dani cambió, algo le había ocurrido,
lo presentía, no sabia que exactamente… pero mientras colgaba su corazón latía
más fuerte, como un aviso de que algo estaba por suceder.
Pasaron
tres días, no había noticias de Arianna, su jefe estaba preocupado, le había
intentado llamar varias veces pero era imposible lograr comunicación, la madre
estaba más angustiada aún, su hija no daba señales de vida, y por los nervios
había decidido comunicarse con Ernesto, para que la fuera a buscar a la cabaña
en las montañas.
Daniela
llegó a la oficina, y por tercer día consecutivo, no tuvo respuestas acerca del
paradero de Arianna, la presión que sentía en su pecho, el nudo en la garganta
que se le hacía, la tenían muy mal. Decidió ir hasta la casa de Arianna, y
preguntar la dirección de la cabaña, ella misma iría a ver que sucedía.
Esa tarde,
Rubén, la dejo libre, y ella tomo su auto, aunque poco le gustaba conducir, y
con una pequeña maleta salió de la ciudad en busca de su adorado tormento. Cayó
la noche, iba sola en su auto, un poco confusa por la dirección, y con una vía
totalmente desolada, los nervios la hacían imaginar cosas, hasta que llegó a
una encrucijada, según las coordenadas cerca a unos 2 Km . estaría la cabaña.
El camino
era de tierra, su auto se le dificultaba la entrada, además estaba oscuro, ya
había entrado la noche… poco a poco fue deteniendo el auto, y observo a lo
lejos una camioneta, no tenia muy buena visión pero imagino que podría ser la
de Arianna.
Arianna
efectivamente estaba dentro de la cabaña, escuchaba música a un volumen
moderado, todo menos estar en silencio, para ver si de esa forma callaba sus
pensamientos, no se percató se que un auto había llegado. Sólo sintió el
golpeteo en la puerta, se asusto, ¿Quién podría ser a esas horas? En un lugar
tan alejado de todo… su padre le había regalado un arma, para su protección, y
siempre que salía lejos de la ciudad la llevaba consigo… al sentir pasos afuera
de la cabaña, inmediatamente la busco en el cajón de una mesita que estaba
cerca de la chimenea, la tomo y silenciosamente se dirigió a la puerta.
Su corazón
estaba agitado, los nervios la dominaban, se encontraba sola en aquel lugar,
¿Quién podría venir a esas horas de la noche en medio de la nada?... Arianna
quito el seguro del arma, con la mano firme, pero fría empuño el arma hacia la
puerta, escucho nuevamente el golpeteo, camino lentamente sin pronunciar
palabra, y cuando ya estaba cerca escucho una voz
Daniela: -
Arianna, ¿Estás ahí? Soy yo Daniela
Su corazón
se aceleró mucho más, ¿como era posible que ella estuviera ahí? no conocía la
dirección de la cabaña, aparte todas las cosas que habían sucedido entre ellas,
sus oídos no lo querían creer, su mente estaba confusa, pero durante unos
segundos vacilo y alcanzo a decir:
Arianna:
-¿Sos vos?
Daniela:
- -Si, soy yo, abré que muero de frío,
¡Por favor!
Arianna
abrió la puerta, e inmediatamente escondió el arma llevando la mano a su
espalda....
Arianna:
-¿Vos qué hacés acá? Es de noche, el lugar es solitario
Daniela:
-Si me dejas pasar te explico ¿Vale?
Entrando
al lugar, vio la chimenea, estaba encendida, lo que mantenía el lugar caliente
y acogedor, se giro a ver a su dulce tormento, mientras ella cerraba la puerta
y la aseguraba, se percato del arma
Daniela:
-¿Me ibas a disparar?
Arianna: -
Pero que tonterías decís, por supuesto que no, no sabia que eras vos
Daniela: -
¿Te estuve llamando por ratos?
Arianna: -
No te escuchaba, tenia la música alta
Daniela: -
Si, así recibís las visitas
Arianna: -
Déjate de pavadas, vos no sos ninguna visita, ¿Me podés explicar cómo llegaste
hasta acá? - Mientras apartaba el arma de su poder.
Daniela:
-Si querés me marcho, no tengo problema -
Caminando en dirección a la puerta, la reacción de Arianna fue tomarla
del brazo
Arianna:
-¿A dónde vas?
Daniela: -
Al auto, ya comprobé que estas viva, y bien por lo visto
Arianna:
-Vos no vas a ningún lado... - Tomándola
del brazo y halándola hacia ella...
Daniela
quedó paralizada al estar tan cerca de Arianna, podía sentir su respiración, el
calor que emanaba su cuerpo, solo miraba hacia sus labios, no se atrevía a
mirarle a los ojos, sabia que si lo hacia, no se resistiría más a ella.
Arianna:
-¿Me podes decir por favor qué haces acá? - Sacándola de sus pensamientos de
deseo
Daniela:
-Tenés dos días sin aparecer en la empresa, nadie sabe de vos, tu madre esta
preocupada, y decidí ir a tu casa para preguntar la dirección... además Rubén
me dejo la tarde libre para que viniera a buscarte... satisfecha con la
explicación...
Arianna se
quedo en silencio... la miraba fijamente a los ojos... esos ojos que le perdían
la cabeza y el tenerla tan cerca, a pocos centímetros de ella... fue como una
fuerza que la dominó... su cuerpo se acerco más... ya no quedaba espacio entre
ambas. Sentían un fuego que las quemaba... Daniela no podía resistir... y se
dejo caer de nuevo en la tentación. sus labios se rozaron suavemente, sus
corazones se agitaron, y solo sintieron ese dulce contacto que tanto anhelaban
desde hacia meses, sus bocas se unieron al principio con suavidad, pero el
deseo contenido podía más que ellas, el beso se fue profundizando, sus bocas
sintieron la necesidad de explorar y se abrieron permitiendo el contacto de sus
lenguas, ese encuentro que entre juego y pasión hacían una mezcla perfecta, las
manos de Arianna inquietas buscaban sentir la piel de esa mujer que tanto
tiempo la tuvo perturbada...las caricias se fueron haciendo presente, metió su
mano bajo la camisa que desde su cintura subía por la espalda de Dani, el beso
se encendía más y más. Arianna separo sus labios y con sus manos sujetando su
cara
Arianna:
-Sos preciosa, no sabes cuanto había deseado esto - Apenas susurrándole...
Daniela
estaba hipnotizada, no respondió nada, solo una mirada de deseo, de permiso le
concedió a su amante. Sus labios se deslizaron por su cuello, suavemente su lengua recorría su delicada
piel, sus manos desabrochaban la camisa con lentitud hasta que la dejó caer,
dejando su torso semidesnudo... con su cuerpo la fue conduciendo hasta la
habitación sin dejar de besarla, de tocarla. No se separaban, ya no había frío
en aquella noche que caía sobre esa cabaña; Dani la acariciaba con un deseo
intenso de hacerla suya aquella noche, Arianna la inclino hasta dejarla caer en
la cama, la contemplaba.. su vista se llenaba con aquel hermoso cuerpo, se poso
encima de ella, no sin antes de que Dani quitara su sudadera y la dejara en
iguales condiciones, con sus labios besaba sus pechos, y sus manos ayudaron a
quitar ese molesto brassier que estorbaba su camino, la acariciaba, los besaba,
su lengua jugaba con los pezones de Dani que ya estaban endureciéndose, sentía
sus gemidos de placer, su manos bajaban hacia su cintura para desabrochar el
pantalón, entre ambas se liberaron de esa pieza de ropa, lo mismo hizo Arianna
con el suyo... casi desnudas podían sentirse, aquellos dos cuerpos se fundían
en uno solo, la cama era su cancha para jugar a sus anchas, se deshicieron de
sus bragas, y ya desnudas sin nada que se interpusiera entre ellas se dedicaron
a amarse toda la noche.
Daniela
besaba con una pasión desenfrenada a su amada, ambas estaban entrelazadas entre
si, besaba su cuello con ardiente deseo, su lengua la recorría hasta sus
pechos, unos pechos más grande que los suyos, pero igual de hermosos, los
acariciaba mientras sus labios no se separaban de ellos...para ella todo eso
era algo nuevo, pero la pasión la conducía a través de aquella piel, la
exploraba, bajaba lentamente por su abdomen que con su lengua lo acariciaba,
sus manos bajaban por los muslos de Arianna, mientras ella disfrutaba el
sentirse amada, sin tener noción de lo que estaba haciendo solo escuchaba los
gemidos de placer de Arianna, su lengua jugaba con la intimidad de ella, su
saliva se mezclaba con la humedad de su amante, al principio era un juego suave,
que se fue haciendo más intenso, sentía necesidad de ella, de saciar la sed de
esa mujer que la descolocaba, ambas llegaron al clímax, hasta caer tumbadas y
enredadas en aquella cama, la única testigo del desborde de pasiones.
La luz del
día entro como destellos por la ventana de la habitación... ambas estaban
rendidas del cansancio… un cansancio que les brindaba tranquilidad... Arianna
fue la primera en despertar, al notar que sobre su hombro derecho posaba su
amada, sonrió. Una sonrisa de felicidad, no había soñado. Todo aquello había
sucedido en realidad... con su mano acariciaba su pelo suave y negro...
Daniela:
-¿Qué haces? - Apenas murmullo recién despertando
Arianna:
-Contemplándote
Daniela:
-Ni que fuera una obra de arte – sonriendo
Arianna:
-Para mi lo sos, la más hermosa,
preciosa obra de arte que haya visto jamás - Devolviéndole la sonrisa
Ambas guardaron silencio unos minutos...
Ambas guardaron silencio unos minutos...
Daniela:
-¿Qué pensás?
Arianna:
-Soy feliz… vos me haces feliz.... - Mirándola a los ojos y dándole un beso.
Daniela:
-También yo... - Continuando con otro beso y abrazándose a ella.
Arianna: -
Pero como de amor sólo no se vive... - Levantándose de la cama, mientras
buscaba algo para vestirse
Daniela: -
¿A dónde vas? - Sentándose en la cama -
Quédate acá conmigo....
Arianna: -
Nop, es hora de comer algo o te comeré a vos y eso no te gustará jajajaja
Daniela: -
Deja que yo te haga algo de comer
Arianna:
-Sus deseos son ordenes – Riéndose, si para algo era mala Arianna en este
mundo, era precisamente para cocinar.
Ambas se pusieron en pie… y marcharon hacia la cocina.. al salir de la habitación Daniela detallo el lugar, era amplio, luminoso, había un salón donde estaba la chimenea y la entrada principal de la cabaña, donde llego la noche anterior, decorada de forma simple pero cómodamente, sobre la chimenea habían algunas fotografías, se quedo viéndolas de lejos, camino hacia la cocina, y mirando a Arianna
Ambas se pusieron en pie… y marcharon hacia la cocina.. al salir de la habitación Daniela detallo el lugar, era amplio, luminoso, había un salón donde estaba la chimenea y la entrada principal de la cabaña, donde llego la noche anterior, decorada de forma simple pero cómodamente, sobre la chimenea habían algunas fotografías, se quedo viéndolas de lejos, camino hacia la cocina, y mirando a Arianna
Daniela: -
¿Y qué tenés para preparar?
Arianna: -
Busca, hay de todo... casi no vengo a vacacionar para acá, pero cuando lo hago
trato de traer las cosas que me gustan, de hambre no muero, abrí la estantería
Daniela: -
¿Enlatados? ¿Dulces?... Vaya, vos si que
tenés un régimen dietético... jajajaja
Arianna:
- Ja ja muy graciosa te levantaste
hoy... - Abrazándola por la cintura y
besándola en el cuello.
Daniela:
-Bueno, me vas a dejar intentar cocina
¿o? - dándose vuelta y mirándola a los
ojos para besarla apasionadamente...
Arianna:
- Mmm nop, mejor te dejo... voy a poner
algo de música...
Daniela:
- Pero no tan alta, que casi por eso
anoche me envías de paseo al más allá
Arianna:
- Ándate, eso no iba a pasar... -
Dirigiéndose al salón... Mientras charlaban y Dani cocinaba sonó en equipo una
canción...
Daniela:
- ¿Y esa canción? ¿Jamás la habías
escuchado?
Arianna: -
Es de un grupo que me encanta
Daniela: -
¿Anglo?
Arianna: -
Alemán
Daniela: -
¡Ah! ¿Vos hablas alemán?
Arianna: -
Mi bisabuela era alemana. Qué querés que te diga –
Sonriendo
Daniela: -
Es linda, la canción
Arianna: -
Se llama “ich bereue nichts”
Daniela: -
¿Y en español eso que significa?
Arianna: -
No me arrepiento
Daniela
levanto la mirada, y se quedo pensativa unos segundos
Daniela: -
¿No te arrepentís por lo que esta pasando entre nosotras?
Arianna: -
Ich bereue nichts - Mientras la miraba
con una cara de felicidad, de satisfacción -
¿Y vos?
Daniela: -
No, claro que no, de lo único que tengo que arrepentirme, es de haber esperado tanto tiempo para
demostrarte lo que siento
Arianna
sintió una alegría tan grande en su interior... la mujer que robo su sueño,
aquella que la hizo darse cuenta de cuan infeliz era al lado de un hombre,
Sentía lo mismo...... amor
Mientras
tanto en la ciudad. Ernesto se disponía a salir... en busca de su ex o novia.
Eso aún no lo tenia muy claro. Era un hombre que a simple vista parecía el
príncipe azul para cualquier mujer...Bueno. Para cualquiera que no fuera
Arianna... Pero siempre se muestra lo que se quiere dejar ver. En la realidad
ella no lo conocía también.. a veces le parecía misterioso, sobre todo con su
trabajo, pero pensaba que quizás era celoso con algunas partes de su vida, y
entendía que necesitaba su espacio.
En la
cabaña Arianna compartía el desayuno con su amada, reían, estaban felices, como
en su luna de miel, al terminar se fueron a la ducha mientras hacían el amor
nuevamente, al salir de cuarto de baño, se echaron en la cama, abrazadas.
Daniela: -
Me despedirán y a vos también
Arianna: -
Con vos acá, no me importa nada, soy
feliz - Gritándolo a los cuatro vientos
Daniela: -
Estas loca - Sonriéndole… intento levantarse, mientras Arianna la tomó por la
cintura
Arianna: -
Lo estoy, por vos - Mirándole a los
ojos, esos mismos que le hicieron perder la cabeza - Creo que me estoy enamorando
Daniela: -
¿De quién?
Arianna: -
De vos… - Sus miradas se quedaron
fijadas nuevamente, como la noche anterior, como la noche del sofá en casa de
Dani, era como si al mirarse fijamente se pudieran explorar el alma… dicen que
los ojos son las ventanas del alma, quizás esto les paso a ellas… se fueron
acercando lentamente, hasta sentir sus labios juntos, fusionándose en uno solo,
Dani tendida sobre Arianna no paraba de besarla, sus labios se paseaban por su
cara, bajaba por el cuello, subía hacia detrás de sus orejas, sentía la
respiración acelerada de Arianna.. y eso le daba una sensación de placer
enorme, no se detuvo hasta hacerla suya nuevamente. Pasaron el día juntas, sin
nada que hacer más que sentir sus cuerpos, sus caricias y sus besos.
Mientras las chicas estaban inmersas en la felicidad por otro lado...Ernesto llegaba cerca de la cabaña, notó la presencia de dos autos, uno era el de su querida Arianna y el otro no lo conocía, estaciono el suyo lejos, sus sentimientos le enviaban como una alerta a su cerebro... algo no andaba bien. Porque dos si se suponía estaba sola... su cabeza estallaba... presentía que ella estaba con su amante, la razón por la cual hacia unos días le había terminado la relación que llevaban desde hacia 4 años.
Se bajo
camino lentamente su corazón latía más fuerte se asomo por la entrada principal
de la cabaña no se veía a nadie en el salón en la vista que apenas dejaban las
cortinas que cubrían las ventanas. Decidió dar la vuelta por la entrada de
atrás tampoco había nadie. busco el lado hacia donde se encontraba la
habitación aunque la ventana estaba cerrada por una abertura escasa logro ver
lo que tanto le atemorizaba su amada tenia compañía en la cama sus ojos se
nublaron su mente estaba confundida una mezcla de rabia e ira se apoderó de él.
Volvió a mirar pero no se distinguía con quién estaba ella. Decidió irse al
frente de la cabaña ya no podía marcharse… quería necesitaba ver quién era el
"hombre" que le había robado a la mujer de sus sueños.
Daniela se
levantó, el reloj marcaban las 16 horas, se habían dormido mucho tiempo
Daniela: -
Tenemos que irnos amor
Arianna: -
Mmm no, quedémonos acá - Mientras la abrazaba
Daniela: -
Mañana tenés que estar en la empresa, o Rubén nos echa a las dos
Arianna: -
¡Qué importa! - Mientras sonreía
Daniela
levantándose rápidamente: - Vamos, a vos te esperan y a mi también
Arianna: -
¡Ah! ¿Si? ¿Y quién? ¿Tu novio? - Se hizo
un silencio en la habitación y por instantes, Daniela se desconecto... al caer
en cuenta sólo logro responder
Daniela: -
Por favor, no vamos a discutir.
Arianna: -
Esta bien, vamos - Suspirando o tomando aire para no responder algo que no
quería
Se
arreglaron, ordenaron un poco la cabaña Arianna tomo su arma Casi nunca viajaba
sin ella y se disponían a salir. Al abrir la puerta, estaba Ernesto sentado
mirándolas de frente no se lo podía creer... no era "un" amante sino
"una" amante... su rostro se desdibujo... sus palabras no sabían como
salir de su boca… esperaba todo menos eso y de pronto una ira intensa se
apoderaba de él
Ernesto: -
¿Cómo podés hacerme esto? - Con los ojos llenos de lágrimas
Arianna
confundida y a su vez sorprendida también alcanzo a responder: - Ernesto, ¿Qué
haces acá?
Ernesto: -
Contéstame, así como tenés el valor para cogerte a esta perra... contéstame
Arianna: -
Baja el tono ¿eh? creo que la última vez que nos vimos quedó todo claro
Ernesto: -
¿Claro? - Levantando la voz - Cómo podés decir que quedo todo claro, ¿Desde
cuándo me engañabas?
Arianna: -
No te engañaba - Evadiéndole la Mirada
Ernesto: -
¡Ah, no! ¿Sos lesbiana y no me engañabas?
Daniela no
sabia como actuar, la escena era realmente desagradable... y se tornó peor
ambos empezaron a discutir, a herirse con las palabras y casi hasta con los
actos, Ernesto herido por la situación se salió de control e intento agredir a
Arianna, pero esta saco de su bolsa el arma que llevaba... Daniela por unos
segundos pensó que aquello terminaría en tragedia. Afortunadamente Ernesto confuso pero
amenazado dio la vuelta, busco su auto y se marcho mientras Daniela la abrazaba
sin saber exactamente como consolarla, ambas sabían que después de esa tarde
nada volvería a ser igual y que seria sólo cuestión de tiempo.
En el camino de regreso a la ciudad, cada una en su auto pensaba en los problemas que se le vendrían encima por todo aquello; sus familias era muy cerradas en cuanto a los temas de la homosexualidad, además no solamente era sus familias, era el novio de Daniela, sus amigos, sus compañeros de trabajo, se preguntaba como tomarían aquella noticia estaban realmente aterradas. Daniela no encontraba respuestas para todo aquello, sabia que desde que conoció a Arianna aquella mañana en la empresa, jamás logro sacarla de su mente, a medida que compartían en el trabajo se sentía cómoda con ella, podía ser autentica sin tener que guardar apariencias, sin tener que actuar como siempre le habían dicho sus allegados, recordaba la rabia que sintió en Toronto cuando Arianna se metió con aquella extranjera, y de solo pensarlo la piel se le erizo, su mente le recorría por toda la historia que habían vivido juntas, el primer beso precipitado de aquella tarde gris en su casa, y todos esos sentimientos que despertaron en ella la noche anterior cuando hacían el amor. Se había enamorado, antes nunca había sentido tanto por nadie, y ahora estaba perdidamente enloquecida, solo que no se enamoró de un príncipe azul como lo esperaba... se enamoró de una princesa.
Esa noche ninguna concilió el sueño, Daniela lloraba en silencio dentro de su habitación, no sabia que hacer, ni que explicación le daria a Fernando, ni mucho menos como abordaría a su familia, seria más fácil si olvidara lo que sucedió. Y como siempre elegimos el camino menos pensado, la decisión que tomó en aquel momento no fue la mejor.
En el camino de regreso a la ciudad, cada una en su auto pensaba en los problemas que se le vendrían encima por todo aquello; sus familias era muy cerradas en cuanto a los temas de la homosexualidad, además no solamente era sus familias, era el novio de Daniela, sus amigos, sus compañeros de trabajo, se preguntaba como tomarían aquella noticia estaban realmente aterradas. Daniela no encontraba respuestas para todo aquello, sabia que desde que conoció a Arianna aquella mañana en la empresa, jamás logro sacarla de su mente, a medida que compartían en el trabajo se sentía cómoda con ella, podía ser autentica sin tener que guardar apariencias, sin tener que actuar como siempre le habían dicho sus allegados, recordaba la rabia que sintió en Toronto cuando Arianna se metió con aquella extranjera, y de solo pensarlo la piel se le erizo, su mente le recorría por toda la historia que habían vivido juntas, el primer beso precipitado de aquella tarde gris en su casa, y todos esos sentimientos que despertaron en ella la noche anterior cuando hacían el amor. Se había enamorado, antes nunca había sentido tanto por nadie, y ahora estaba perdidamente enloquecida, solo que no se enamoró de un príncipe azul como lo esperaba... se enamoró de una princesa.
Esa noche ninguna concilió el sueño, Daniela lloraba en silencio dentro de su habitación, no sabia que hacer, ni que explicación le daria a Fernando, ni mucho menos como abordaría a su familia, seria más fácil si olvidara lo que sucedió. Y como siempre elegimos el camino menos pensado, la decisión que tomó en aquel momento no fue la mejor.
A la
mañana siguiente al salir del elevador, los compañeros de Arianna al verla se
acercaron para saludarle, pensaban que algo fuerte estaba pasando con ella, su
actitud de jovialidad, de alegría con el pasar de los meses había desaparecido,
era como si otra persona ocupaba ese cuerpo, lo comentaba entre ellos, pero
ninguno se atrevía a preguntarle directamente que le ocurría (típico de una
oficina)...
Rubén: -
Al fin te veo ¿Eh? - Le dijo mientras
salía de su oficina y caminaba en dirección hacia Arianna
Arianna: -
Necesitaba aire fresco
Rubén: -
Me decís y yo mismo te llevaba a pasear - Mientras sonreía y le daba un abrazo. Le hizo la seña para que
entraran en la oficina
Arianna: -
Bien, ¿Y para qué soy buena con tanta
urgencia?
Rubén
mientras cerraba la puerta... ¿Trabajas acá o te olvidaste de eso?
Arianna: -
No, pero en serio necesitaba ordenar mi cabeza
Rubén: -
¿Y lo conseguiste? Al menos la próxima vez avisa ¿Eh?
Arianna: -
Más o menos la ordené, y no me dio
tiempo, pero no creo que mis enredos mentales no sean el tema principal acá,
¿Qué pasa?
Rubén: -
Tengo buenas noticias para vos
Arianna: -
¿Si? ¿Cuáles?
Rubén: -
Los inversionistas están felices por como va el proyecto, y quieren que vos
estés un tiempo allá en Canadá con ellos, creo que al terminar este trabajo,
tienen otra propuestas para esta empresa
Arianna: -
¿Estar allá un tiempo?
Rubén: -
Si, como lo escuchaste
Arianna: -
¿Cuánto tiempo?
Rubén: -
Seis meses
Arianna: -
¿Estás loco?
Rubén: -
No, ¿Por qué?
Arianna: -
¿Seis meses? ¿Y quién se supone va a estar controlando el proyecto acá? Vamos
vos me dejaste responsable de eso ¿o lo olvidaste? - Devolviéndole con sarcasmo
las mismas palabras que hacia unos minutos le había dicho su jefe.
Rubén: -
Vamos Arianna, delegas funciones y listo, lo principal esta hecho ¿No?
Arianna: -
No, las cosas no son así de simples
Rubén: -
¿Querés ir o no?
Por supuesto
que Arianna no quería marcharse, al fin tenia sentimientos que antes no había
experimentado, una felicidad que le producía estar junto a esa mujer que le
cambio la vida, y más importante aún,
que era correspondida, a pesar de
tener el mundo en su contra...
Arianna: -
No, sinceramente no deseo irme
Ruben se
quedó perplejo, jamás había escuchado una negativa en lo laboral de parte de
Arianna y menos si se trataba de crecer como profesional.
Rubén: -
¿Vos te sentís bien?
Arianna: -
Estoy mejor que nunca
Rubén: -
No me lo parece, hace días te veo distante, extraña, no sos la misma
Arianna: -
Pero esa etapa ya paso - los ojos le
brillaban mientras le respondía a su jefe
Rubén: -
Vamos hacer algo Ari, pensá esto si, no tomes una decisión precipitada, te doy
una semana y luego me respondes definitivamente ¿Vale?
Arianna: -
Esta bien...
Se
despidieron y ella salio en dirección a su oficina, al entrar estaba Daniela
sentada esperándole
Daniela: -
¿Ya resolvieron eso tan urgente que tenían?
Arianna: -
Si - Mientras se acercaba a ella - ¿Cómo
pasaste la noche sin mí?
Daniela
mientras su mirada seductora recorría de arriba abajo a Arianna: - extrañándote
Arianna: -
¿En serio? Mmm - Acercándose y dándole un beso fugaz, un beso que despertaba
deseos y recuerdos recientes de su encuentro.
Dani
apartándose rápidamente para no caer en la tentación de ese cuerpo que le
fascinó descubrir.
Daniela: -
Ari... Me vas a contar ¿Si o no?
Arianna: -
¿Ari? mmmm me encanta como se escucha de tus labios... - Daniela la esquivo y
se levanto de la silla..
Daniela: -
Sabes que acá no podemos, ¿Lo sabes no?
Arianna: -
Claro... ni acá, ni afuera, ni en ninguna parte seguramente ¿O me equivoco
Daniela?
Daniela: -
No deseo discutir lo nuestro, ahora no, ¿Pero quiero saber que pasara si tu ex
va soltando lo nuestro por ahí?
Arianna: -
No lo dejaré que haga eso
Daniela: -
¡Ah! ¿No? ¿En serio que le harás?
Arianna
mirándola - ¿Vos pensás que soy capaz de
hacerle algo Dani?
Daniela: -
Se violentaron en la cabaña, no sé de
qué seran capaces los dos
Arianna: -
A ver, hagamos algo ¿Vale? Lo llamaré, quedaré para charlar con él y resolveré
esto de buena manera, ¿Te gusta así?
Daniela: -
No hagas nada fuera de lo normal, ¿Me lo prometes?
Mientras
se acercaba nuevamente a Arianna
Arianna: -
De acuerdo - Con un beso fugaz se
despidieron por ese instante.
El día
transcurrió agitado, cada una sumergida en el trabajo, sin embargo Arianna
estaba pensando la forma de solucionar las cosas con Ernesto, así que tomo el
móvil y le marco, a la primera no respondió, marco dos veces más y cuando
estaba apunto de desistir él le respondió
Ernesto: -
¿Qué querés?
Arianna: -
Se dice Buen día, o en todo caso Hola
Ernesto: -
¿Y me llamas para darme clases de modales?
Arianna: -
No, te llamo porque creo que debemos charlar
Ernesto: -
Ya todo esta dicho entre nosotros
Arianna: -
No, quiero explicarte, no es posible que te vayas con una ideas equivocada de
todo
Ernesto: -
Explicarme ¿que me engañaste con otra?
Arianna: -
Ernesto, por favor, sólo quiero charlar,
no montar la guerra de Troya, ¿Será qué te podés comportar como adulto?
Ernesto: -
Encima me decís infantile
Arinna
empezaba a perder la paciencia, pero cuando finalmente había decidido colgarle,
el accedió a la petición de ella. Habían quedado para la cena, Arianna estaba
nerviosa, no sabia como iba a reaccionar, esta era la parte de él que ella no
conocía. Ese día ambas casi no se pudieron ver, solamente por mensaje ella le
aviso a Daniela de su encuentro con Ernesto unas horas más tarde para tratar de
calmarle los ánimos.
Por su parte, Daniela estaba teniendo un conflicto interno, y ese tenia un nombre: - Fernando; ¿Qué se supone haría con él? ¿Con su relación? Ella pensaba que estaba enamorada, o al menos eso fingía para si misma, siempre cuando estaba a su lado se sentía cómoda, más no estaba feliz, se decía para si que quizás el amor era algo del que todas las personas hablaban, como una moda, pero que muy pocas quizás sentían realmente, y con eso se mantuvo durante mucho tiempo, para darse animo y no ver la realidad de que ese hombre que decía era su novio, no era el amor de su vida. Con todas esas dudas que te podes llevar en la cabeza, llegó a su casa, y para su desagradable sorpresa, estaba su novio, Fernando. Lo saludo con un beso en la mejilla, sin darle tiempo a que el chico reaccionará, esto hizo que el notará por primera vez algo extraño en el comportamiento de ella
Fernando:
- Vos tenés algo Dani, no sos así, estas algo diferente
Daniela: -
¿Diferente cómo?
Daniela
estaba aterrada de caer a una realidad que jamás se imagino vivir, nunca antes
le había ocurrido aquello, el sentirse atraída por una mujer, el desear alguna,
y más aún sentir esa pasión sin limites cuando estaba con Arianna, lo único que
tenía claro en su cabeza, es que se había enamorado realmente, y que antes...
nunca lo había estado.
La única
respuesta que alcanzo a darle "creo que no me siento bien hoy"...
Fernando que era un hombre acostumbrado a tener las mujeres encantadas por
él (típico Don Juan), acababa de
percibir algo diferente, algo que lo dejo preocupado.
Entre
tanto Arianna estaba con Ernesto sentados en un parque, los dos estaban
callados, solo contemplando la luz de la luna en esa noche más clara de lo
normal
Ernesto: -
¿En qué momento te perdí?
Arianna: -
Nunca fui tuya Ernesto. - Sólo alcanzó a
decir
Ernesto la
miró con una profunda ira que contenía dentro de sí, quizás esa ira de no poder
tener lo que más deseas, o de creer que eras dueño de algo que jamás fue
tuyo... las palabras empezaron a salir, pero de pronto todo se complico, para
terminar nuevamente en discusión, con una variante diferente, él había
amenazado a Arianna con no dejarla ser feliz, esas palabras retumbaron en su
corazón, una sensación de temor recorrió su cuerpo, y por primera vez, aquel
hombre que alguna vez ella miraba como su príncipe azul, se había convertido en
un hombre que solo le inspiraba miedo. Los hombres cuando son heridos en su
ego, se pueden convertir en el peor de los tormentos, Arianna no logro dormir
en toda la noche, esas palabras venían constantes a su mente, ¿quién era en
realidad Ernesto? ¿Por qué cuando nos enamoramos o creemos estarlo nuestros
ojos se vendan? ¿Será que ese hombre bueno y soñado era en realidad un mal
hombre? todas esas preguntas la invadían, y a su vez tenia la esperanza del
amor, el amor que descubrió en los ojos de esa hermosa mujer, que en una mañana
hechizo su corazón y su alma.
Viendo
nuevamente la luz de la luna a través de su ventana, sintió en medio de esa
mezcla de sentimientos, un hilo de felicidad al recordar el rostro de
Daniela.... tomo su móvil sin dejar su lugar, y le escribió un mensaje...
“Estoy enamorada” Fue todo y lo envío.
Daniela
quién tampoco conciliaba el sueño, escucho sonar el móvil, lo tomo de su mesita
y lo abrió, una sonrisa se dibujo en su rostro, y sus pensamientos a su amor
esa noche dedico.
Los días
fueron pasando, y conforme avanzaban la situación se tornaba más complicada
para las dos, Fernando empezaba a sospechar que su novia estaba con
"otro", hacia semanas lo estaba rechazando, evitaba que la besara,
que la tocara, y mucho menos irse con él a la cama, eso lo tenia molesto,
mientras que Ernesto valiéndose de su acomodada posición económica se valía de
recursos turbios para investigar la vida de su contrincante, de aquella mujer
que no salía de su mente, aquella que robo su tesoro más preciado. Arianna y
Daniela en la oficina continuaban fingiendo ser solo compañeras de trabajo,
evitaban que las vieran cerca, para que nadie sospechara de sus amoríos, de vez
en cuando se echaban miradas de deseo, o sonrisas fugaces para no levantar
pensamientos de alguno que las capturara, pero cuando salían de aquella
fortaleza que se había convertido para ellas la empresa, buscaban las excusas
más ingeniosas para poder encontrarse, casi siempre lo hacían en casa de Dani,
quién vivía sola. Lo que empezó como una noche y casi un día entero de pasión
en aquella cabaña, se fue convirtiendo en una droga, se deseaban, se soñaban,
la una a la otra, esos encuentros amorosos fueron haciéndose más y más frecuentes,
y ninguna saciaba la sed de sentir la piel de la otra, ese ardor que las
quemaba, y que se hacia más emocionante por tener que ocultarlo, pero a su vez
una tortura por no poder gritar a los cuatro vientos ese amor que compartían en
silencio.
Una noche,
después de una larga jornada de trabajo, ambas se quedaron un poco más en la
empresa, se acercaba un año de trabajo y tenían que rendir cuentas a los
inversionistas, esos días previos habían sido un caos, y tenían noches que no
compartían juntas, el último en marcharse fue Carlos, quién sospechaba que algo
ocurría entre ellas, desde aquel viaje a Toronto donde comprobó que su jefa
tenía inclinaciones por las chicas y al notar las asperezas entre ellas, en su
mente había formulado la ecuación perfecta, y no estaba equivocado, para ser
gentil le ofreció a Daniela llevarla hasta su casa, pues ya era muy tarde y la
zona donde estaban no era de fácil acceso. Por supuesto que ella lo rechazó, a
salir de la oficina, él dibujo una sonrisa en su rostro, estaría confirmando
sus sospechas.
Daniela: -
tenemos días sin charlar de nosotras
Arianna
asegurándose que todos se habían marchado se giro desde la puerta de su oficina
en dirección a Daniela, mientras la miraba con sed de besos y caricias
Arianna: -
¿Sólo querés charlar? o ¿Querés algo más de mi?
Daniela: -
estas tratando de seducirme... - mientras pícaramente sonreía
Sin hacer
más larga las palabras, solo se acercaron lentamente, sus miradas estaban
fijadas la una a la otra, sentían una calor, que las invadía sin pedir permiso
alguno Arianna tomo a Dani entre sus brazos con fuerza, no quedaba espacio
entre aquellos dos cuerpos, sus labios acariciaban con dulzura el rostro de
Dani, sus manos se metían por debajo de su camisa sintiendo el contacto con la
piel de su espalda, subía y bajaba lentamente, no dejaba de acariciarla con su
lengua, la paseaba detrás de su oreja, Dani sentía la necesidad de desnudarla
en ese instante, pero Arianna no la dejaba, mientras luchaba con sus manos para
tenerla dominada la fue moviendo al compás de una música, una música que solo
estaba en su cabeza, pero era la melodía perfecta para aquel momento, Dani
comprendió lo que su amante le trasmitía y solo se dejo llevar, sentía su
lengua recorrer en su cuello, aquello despertaba en ella un estallido de deseo,
deseo de sentir más, le desabrocho rápidamente la camisa y con sus manos
acariciaba sus brazos, besaba sus pechos con intensidad, seguía apretándola
contra si para sentirla, Arianna tenia la necesidad de sentirla lo más cerca posible,
fue bajando mientras besaba su abdomen, desabrocho su pantalón y con velocidad
lo llevo hasta el suelo, subió su mirada y bajo sus bragas de la misma forma,
la dejo desnuda, y desde abajo semiarrodillada la observaba, era lo más hermoso
que había visto jamás, sus curvas, sus pechos, toda ella, beso sus piernas, y
acariciándola volvió a subir hasta su cuello, mientras la llevaba contra la
pared para apoyarla, las manos de Dani le desabrocharon su pantalón y con ayuda
de Arianna se lo quito, igual la camisa, estaban ansiosas de contactar sus
pieles, sentirse sin nada de interferencia, Arianna metió su pierna entre las
piernas de Dani, y mientras la besaba fogosamente, hacia fuertes movimientos de
fricción contra su sexo, esto provocó en Dani gemidos de placer, sentía
humedecerse, y a medida que se intensificaba no podía contenerse, sus labios se
encontraron entre esa lucha de cuerpos por poseerse, sus lenguas se enredaron
en una batalla campal, se fueron deslizando al suelo sin soltarse, no les
importaba estar en aquel frío e incomodo suelo de una oficina, lo único que
importaba era hacer el amor de la forma más salvaje posible, en el suelo
rodaron la una encima de la otra, por segundos Dani que estaba ya encima de
Ari, la contemplaba, mientras esta tenia clara vista de sus hermosos pechos, no
resistía la tentación y seguía, los mordía sin lastimarla, pero sabia que eso
desgarraba a Dani, escuchaba sus gemidos con más frecuencia, le lamia el cuello
y no dejaba de acariciar su sexo con una mano mientras la otra la apoyaba en su
cintura, con la punta de sus dedos frotaba lo más intimo de su amada, hasta
hacerla elevar al cielo y dejarla allí por unos instantes, de pronto Dani la
miró, y se lo pedía a gritos, ella entendió, se giro con su cuerpo y acopladas
perfectamente la una a la otra sintieron un placer que jamás habían disfrutado,
aquella noche fue única, salvaje, excitante, delirante, que dejo dos cuerpos
fusionados en uno.
Era de
madrugada cuando se marcharon, ambas se sentían felices, plenas, sabia que el
lugar elegido para lo que paso no era el más adecuado, pero cuando los
sentimientos están presentes lo demás pasa a un tercer plano. Mientras Ari
conducía ella se apoyaba en su hombro, le miraba y sonreía, no importaba el
mañana, ni que sucedería el mes entrante, estaban viviendo el presente, el
ahora, y en ese ahora ambas eran felices, era lo único que importaba. La dejo
en su casa, se despidió con un largo beso, que no deseaba terminar, pero tenia
que marcharse. Lo que quedaba de noche, fue lo mejor para ambas, se soñaron
mutuamente, y durmieron placidamente.
La vida
siempre continua su recorrido, el tiempo jamás se detiene, y los momentos
felices que vivimos solo nos quedan en pasado, en dulces recuerdo que podemos
tomar cuando más lo necesitamos. Una semana más tarde después de su encuentro,
Arianna decidió pasar de sorpresa por casa de Daniela, era un sábado
esplendido, un sol brillante se montaba en el inmenso cielo azul, quería
sorprenderle, con algo diferente, paso por una floristería y compro un hermoso
ramo de rosas, se sentía un poco tonta por esa acción, pero le gustaba la idea
del romanticismo, una típica caja de bombones y un oso enorme que le gusto,
pidió que se lo enviaran a la dirección que escribió y con una hora exacta de
entrega, moría por ver la cara de ella. Se fue a recorrer un poco la ciudad,
estaba feliz, su sonrisa en la cara no la disimulaba, quería cantar, bailar,
gritarle al mundo cuán bien se sentía. Llegó cerca de la casa de Dani, miró su
reloj, vio cuando el auto del que haría la entrega se estacionó, lo miraba
desde lejos, pero casi oculta tras un árbol inmenso que había en la calle a
pocos metros del lugar, tocaron el timbre un par de veces, y abrieron la
puerta, ella asomaba apenas la mirada tras su lugar de escondite, cuando sus
ojos vieron algo que en segundo hizo borrar esa felicidad... era Fernando, la
sorpresa de su rostro no tenía precio, su cara se torno muy seria, recibió el
encargo pero se mostraba la cantidad de rabia que contenía por dentro, firmó y
entro en la casa. Arianna pego su cabeza y levanto su mirada al cielo, todo su
plan echado al suelo por un idiota que siempre estaba en el medio, no sabia que
hacer, si ir hacia la casa, o marcarle a Daniela, tomo aire y decidió enfrentar
lo peor. Camino lentamente hacia la casa de su amada, las piernas le pesaban,
el corazón latía más deprisa, su respiración estaba entrecortada y sus
pensamientos atropellados, no sabía que diría, pero algo se le ocurría, su mano
temblorosa toco el timbre, uno, dos, tres intentos, sintió que caminaba en
dirección a la puerta, y ahí estaba……
Era una
mujer plantada frente a sus ojos, como de unos 55 años quizás un poco menos, de
1,65 de altura o más, cabello castaño y ojos claros, su rostro mostraba el
cansancio de los años, pero a pesar de eso era un rostro bien dibujado
Madre: -
Buenos días, ¿A quién busca señora?
Arianna: -
Disculpe, ¿está Daniela?
Madre: -
En este momento esta ocupada, ¿desea algo?
Arianna: -
Si, con la voz entre cortada y preocupada por no divisar ante sus ojos a su chica,
soy... soy su jefa (¿soy su jefa? es todo lo que se le puedo ocurrir)
Madre: -
Pase, ella esta en la ducha, pero puede esperarle, señalando que entrará...
¿Tome asiento por favor, desea tomar algo? ¿Un café?
Arianna: -
No gracias, sólo la esperare... Su mente trataba de encajar lo que ahí ocurría,
la tarjeta no decía mayor cosa, solo decía… Para la princesa que alegra mis
días. Quizás si decía más de lo que debía, ¿Estaría acaso encerrada discutiendo
con el novio aquello? pero como? no escuchaba gritos, nada fuera de lo normal.
No resistió la tentación y marcho hacia la cocina, no se divisaba desde el
salón, ahí solo estaba el mini bar donde la primera vez Dani le ofreció aquel
vino, el lugar donde comenzó su historia; allí estaba él, se veía descompuesto,
pero seguía en lo que estaba haciendo, picando algunos quesos y colocándolo en
una bandeja,¿Para que seria todo aquello? Se preguntó... no había terminado de
auto interrogarse, cuando escucho el timbre, nuevamente la mamá de Daniela, lo
asumió así aunque la señora no se había presentado formalmente, salía camino a
la puerta, se apartó de la cocina y rápidamente volvió al salón, vio cuando 9
personas entraron, la abrazaron y pasaron, por el saludo dedujo que esos eran
hermanos de Dani, su familia era numerosa, unos 10 hermanos, 6 chicos y 4
chicas, al menos había llegado todas las chicas y dos chicos, los otros 3 eran
niños, dedujo que también eran los sobrinos, Dani le había contado de su
familia. En seguida sintió los pasos de Dani por las escaleras, las
habitaciones estaban en la planta de arriba, ella no se percató de que su amada
estaba allí, paso directo hacia su familia los abrazo, Ari miraba aquel cuadro
familiar, abstraída, se quedó por unos instantes sin pensamientos, la veía
feliz, hermosa con el cabello empapado por la ducha, pero muy fresca, veía esa
sonrisa en el rostro, la alegría la poseía, de pronto la mamá de ella le hizo
señas con la mirada, y Dani volteó, ahi estaban los ojos miel que la tenían
encantada. Su sonrisa se desdibujo, su rostro cambio de color blanco a pálido,
y se notaba que los nervios la tomaban sin pedir autorización
Daniela: -
Hola... ¿Qué… qué haces acá?
Arianna: -
Hola… - Hizo un silencio de segundos, mientra tenía la atención de su familia y
de ella encima - Sólo pasaba a ver si habías terminado los papeles que se
necesitan para el lunes. - Fue lo que de su mente sin pensar salio...
Daniela: -
Claro... - Apenas miró a su familia, rápidamente los presentó... mientras
súbitamente buscaba a su novio en aquel salón, la madre notó que buscaba y le
dijo
Madre: -
él esta en la cocina....
Daniela: -
Falta Fernando, ahora te lo presentó - claro que Arianna le importaba un pepino
conocer a Fernando, pero le tocaba
disimular, ya había entrada en la caverna de los leones, y le tocaba
aguantar....
En segundos hizo su entrada el hombre que le interfería en su plan de felicidad.
En segundos hizo su entrada el hombre que le interfería en su plan de felicidad.
Fernando:
- mucho gusto, así que vos sos la famosa Arianna
Arianna: -
El gusto es mío - Mientras su mente deseaba borrarlo de la faz del planeta, o
al menos de la vida de Dani - Bueno veo que estas ocupada, disculpa por
aparecer así.... el lunes resolvemos eso...
Madre: -
¿Por qué no te quedas al almuerzo? ¿Un asadito para celebrar y compartís con
nosotros? - Le preguntó la madre de Dani
Arianna: -
Me gustaría, pero... - Le interrumpió nuevamente sin dejarle dar explicaciones
Madre:
- Quédate, estamos celebrando algo
especial - Mientras abrazaba a su
amada... Sin decir que era... No tuvo más opción que aceptar, mientras miraba a
Dani con ojos de desesperación antes aquella escena...
La tarde
transcurría medio tranquila, no había podido charlar con Dani, solo
intercambiaban miradas, y pocas palabras, las hermanas se dedicaron a sacarle
conversación toda la tarde, de su trabajo, y cosas triviales, Arianna veía en los
ojos de Fernando una ira contenida, pero sabia disimular muy bien, ¿Qué había
hecho con el obsequio que envió? estaba segura que Dani no lo había recibido...
mientras pensaba y apenas respondía el interrogatorio de las anfitrionas,
miraba como organizaban la mesa con el asado y las bebidas en la parte de atrás
de la casa, tenía un pequeño espacio, había un asador un tanto rustico, una
mesa bastante larga, unas cuantas sillas acomodadas al azar, y algunas plantas
en el jardín...
Llegó la
hora del almuerzo, aunque pasado de la
hora, y se sentaron todos a la mesa, un poco juntos, pues habían llegado 2
hermanos más de Daniela y los padres de Fernando, todos tenían su plato, y se
disponían a comer, cuando de pronto la madre de Dani se levantó
Madre: -
Hoy, queridos hijos, nietos, yerno e
invitados - Mirando a Arianna - Es un
día muy especial para nosotros, como familia que somos, hoy recibimos con
agrado a un próximo nuevo miembro - mientras ella daba el discurso, Arianna no
paraba de observar a Dani, ¿A que se refería con nuevo miembro? ¿Acaso ella
estaba embarazada?, cuando de pronto vio levantarse a Fernando
Fernando:
- Les agradezco su presencia, y sus
palabras doña Lucia - Mirando a la madre
de Dani - Hoy quiero expresar lo feliz
que me siento al formar parte de esta familia, y de sellar un lazo tan
importante que nos unirá de ahora en adelante - Mirando a sus padres y a
Daniela, de su bolsillo saco una caja pequeña,
Arianna sintió que su corazón saltaría de su pecho y la abandonaría en
aquel momento, él se acercaba a su novia, a un lado suyo se arrodillo y abrió
la cajita - sé que no soy un príncipe
azul montado en un caballo blanco, que tengo defectos como todo ser humano,
pero quiero que sepas que por sobre todas las cosas "te amo", y hoy
delante de todos los que nos acompañan, te pido desde mi corazón... que seas mi
esposa...
Arianna se
sintió morir, quiso salir corriendo,
desaparecer, sentía que no podía dominar
sus ojos, sus lágrimas luchaban por aparecer en escena, su corazón se
paralizaba, sus oídos estaban atentos ante la respuesta de su amada. El tiempo
se detuvo para Daniela, aquel compromiso delante de sus seres queridos, ¿Cómo
evadirlo?, ¿Cómo decirle a Fernando que no? ¿Qué explicación le daría? Como
decirle que su corazón, su mente, su cuerpo y su alma le pertenecían a alguien
más, como decirle que se había enamorado, ¿Cómo decirle que quién le quitaba la
respiración, y la hacia suspirar estaba sentada en esa misma mesa?, ¿Cómo
explicarle a su familia que amaba a una mujer? Se encontró encerrada, sin
escapatoria, sus ojos se llenaron de lagrimas,
pero esas lágrimas amargas que no salen por la felicidad, sino por
desesperación, apenas en un susurro dijo las palabras más temidas por Arianna
"acepto".
Esa
palabra retumbo en lo más profundo del alma de Arianna, una ganas insostenibles
de llorar aparecieron de pronto, se hizo un nudo en su garganta que apenas le
dejaba respirar, no podía creer todo lo que estaba escuchando mientras Dani
continuó hablando
Daniela: -
Acepto repitió por segunda vez medio dudando... pero no será este año que se
celebre esa boda... de pronto la interrumpió su madre
Madre: -
¿Y por qué no?
Fernando
la miraba buscando la misma respuesta que su madre
Daniela: -
Es complicado, por el trabajo, no vamos a tener tiempo de planear todo, solo me
falta un año para culminar el encargo que nos tiene la empresa, ya después
veremos
Fernando:
- Amor - Acercándose a ella y besándola
brevemente - Esperare por vos el tiempo
que sea necesario
La familia
de ambos, llenos de felicidad, brindaron por aquel compromiso. Arianna sentía que su brazo era de plomo,
apenas logro levantar la copa, trataba de fingir que estaba alegre por su
compañera de trabajo pero su expresión mostraba una mueca muy alejada de la
alegría y felicidad. El terminar aquel almuerzo fue la tortura más grande de su
vida, la comida no tuvo sabor, su animo estaba en el suelo, ninguna de las dos
se atrevían a mirarse, ambas sabían el daño que esa tarde había causado a la
relación. Luego que todos se levantaron de la mesa, para compartir charlas y
seguir tomando algunas copas, aprovecho Arianna para marcharse, se despidió de
la madre de Daniela con la excusa que la estaban esperando, igualmente hizo con
algunos de sus hermanos y se marcho sin ver a su amada.
En la
camioneta iba atormentada, al salir de aquella casa a toda velocidad sus
lagrimas presas en su alma comenzaron a brotar como agua de una fuente, lloraba
de dolor por el comportamiento de Daniela, por no tener la fuerza para negarse
a comprometerse, por la cobardía de ella al no querer enfrentar la realidad
externa, al tener que vivir escondiendo sus sentimientos, lloró por las dos,
lloró por no aceptar aquel amor.
Tomo el móvil y llamó a su mejor amigo Joseph, ambos habían estudiado juntos en la universidad, desde entonces eran inseparables, muchos pensaban que estaban enamorados, pero entre ellos nunca hubo una relación de amor, ni si quiera de noche de copas, se querían como si fueran hermanos, y él siempre estaba ahí para ella.
Tomo el móvil y llamó a su mejor amigo Joseph, ambos habían estudiado juntos en la universidad, desde entonces eran inseparables, muchos pensaban que estaban enamorados, pero entre ellos nunca hubo una relación de amor, ni si quiera de noche de copas, se querían como si fueran hermanos, y él siempre estaba ahí para ella.
Joseph: -
¿Ari sos vos? ¿A qué debo el honor? - Riendo después de decir la última frase
Arianna: -
¿Estás en casa? ¿Podemos tomar algo? - Su voz se escuchaba entrecortada,
llorosa, él se preocupo
Joseph: -
¿Estás bien Ari? ¿Paso algo?
Arianna: -
Allá hablamos ¿Vale?
Joseph: -
Esta bien, acá te espero.
Pasaron
unos 45 minutos antes de llegar a casa de su mejor amigo ya que vivía a las
afueras de la ciudad.
En la casa
de Dani todo era celebración, alegría, menos para ella quién era la
protagonista de la tarde. Subió a su habitación, con la excusa de buscar algo,
y al cerrar la puerta se echo a llorar, dejo de actuar para liberar la presión
de su corazón, las lagrimas bañaban su rostro, se dejo caer al suelo sujetada
por la puerta, y permaneció ahí un buen rato, sabia el daño que le había hecho a
Arianna, pero no tenía el valor para asumir lo que le estaba sucediendo con
ella, no quería lastimar a su madre, quién soñaba verla casada y con una
familia, ni a sus hermanos, ni a sus amigos, y a pesar de su mala relación,
tampoco a su padre.
Al abrir la
puerta, su amigo se sorprendió, el rostro de Arianna estaba enrojecido, sus
ojos bañados en lagrimas que no dejaban de correr bajo de sus mejillas, el se
aproximo a ella y se abrazaron, un silencio profundo habló por ambos; entraron
minutos después, sin decir palabra alguna, fue al bar que tenia y sirvió un par
de copas, se sentó a su lado, ella se aferró a su hombro, con la copa en la
mano
Arianna: -
La he cagado Joseph
Joseph: -
Todos cometemos errores Ari
Arianna: -
El mío es el más gordo de todos
Joseph: -
¿A quién mataste?
Arianna lo
miró: - A nadie tonto
Joseph: -
Entonces no es un error gordo - Mientras
le asomaba una sonrisa - Además todo en esta vida tiene solución menos la
muerte ¿Eh?
Arianna lo
volvió a mirar y le dijo: - Hay algo de mí que vos no sabes
Joseph: -
Bueno, vos de mi hay muchas cosas que tampoco sabes jajaja
Arianna: - Payaso, déjame liberarme
Arianna: - Payaso, déjame liberarme
Joseph: -
No sabia que estabas presa - Si algo lo caracterizaba era su buen humor.
Arianna
esa noche le contó todo, necesitaba liberarse con alguien de aquel sentimiento
que se convertía en una tortura, le contó como se enamoró de Daniela desde
que la conoció, el error que había cometido en Toronto, la razón de porque le
terminó a su novio de tanto tiempo, y la relación oculta que tenía con ella,
pero la peor parte fue tratar de explicarle como se sintió esa tarde, escuchar
de ella ese "acepto".
Arianna: -
¿Qué pensás de todo lo que te he dicho?
Joseph: -
Qué sos una cajita de Pandora... jajajaja es broma! - El silenció regreso por unos instantes,
ella estaba temerosa de la reacción de su amigo, miedo, quizás a que la rechazara por descubrir su
verdadera orientación sexual, la cara de él era de sorpresa total, sin embargo,
luego de tomar hasta el fondo de la copa, la miró y le respondió: -Pienso que
tenés que entenderla, porque al final vos estas en la misma situación
Arianna: -
¿La misma situación? ¿A que te referís con eso?
Joseph: -
Vos no has salido del closet con tu familia, con tus amigos, con tu madre ¿O
si?
Arianna: -
No, claro que no
Joseph: -
¿Y lo harías? Si vos estarías exactamente en el lugar de que ella tuvo que
ocupar esta tarde... ¿Qué harías?
Ante esa
pregunta reveladora para Arianna sólo guardó silencio... su amigo tenía razón,
ella era tan cobarde como Daniela, y no podía culparla por lo que había hecho.
Entre tanto Dani aún encerrada en su habitación, no deseaba volver abajo con
los demás, tenía su móvil en la mano, pero no se atrevía a marcarle a Arianna,
aunque las ganas inmensas de salir corriendo tras ella no le faltaban. De
pronto sintió que tocaban su puerta suavemente, se apresuró a secar su rostro e
intentar disimular que había llorado, entro su hermano
Franco: -
Dani, te desapareciste de la reunión, ¿Qué pasa con vos?
Daniela: -
Nada, no pasa nada... - Haciendo un esfuerzo por sonreír
Franco: -
No te creo hermanita, siempre querés ocultar lo que sentís, pero si de algo
estoy seguro, es que no te gusto ni poco
la petición de Fer, y que si aceptaste fue por quedar bien con nosotros
Daniela: -
¿De dónde sacas semejantes ideas?
Franco: -
¿No lo querés cierto?
Daniela: -
Déjate de tonterías - mientras le daba la espalda haciendo que buscaba algo de
forma nerviosa
Franco: -
Estás cambiada - Acercándose más a ella - Ellos no lo notan porque no te
conocen como yo, pero no sos la misma.
Daniela
escuchaba asustada esta revelación, si bien tenia buena comunicación con todos
sus hermanos, el que mejor la conocía era Franco, su hermano menor, siempre
desde niños el vivía a la sombra de ella, se adoraban, y es con quién más
confianza y plenitud tenia.
Dani
volteando hacia él se armo de valor y le respondió: -Tenés razón, algo ha
cambiado en mí - mientras sus lágrimas volvían a la escena - me enamoré... me
enamoré pero no es de Fernando - él la
miraba mientras con su mano trataba de secar sus mejillas
Franco: -
¿Quién es ese, hermanita?
Ella se
aferró a sus brazos rápidamente, y susurrándole al oído apenas le respondió
Daniela: -
Es esa...
La cara de
su hermano se palideció, y por instinto fuertemente entre sus brazos la apretó.
Arianna se
rindió en el sofá de su amigo, sin despertarla se apartó de ella, la cubrió con
una manta y a su habitación se marcho. Esa noche el dolor y las lagrimas la
vencieron, aferrada al hombro de su hermano Daniela se durmió, mientras el con
ternura le contemplaba, sabia lo que eso significaba, un desastre familiar se
avecinaba si se descubría la verdad, y peor aún, sino sucedía su hermana
adorada seria infeliz el resto de su vida.
La mañana
levantó, entraba el verano, un sol radiante iluminaba el cielo azul, un día que
amanecía como para sonreírle a la vida… todos menos ellas dos.. Luego de
desayunar con su amigo, Arianna se fue a su casa, saludo apenas a su madre y se
metió en su habitación, ya su madre empezaba a sospechar que algo andaba mal
con su hija, tenia comportamientos que eran fuera de lo normal, o llámenlo
instinto maternal, fue tras ella e intento interrogarle, pero al observarle tan
desganada de conversación, desistió y la dejo.
Franco: -
Te prepare algo de comer
Daniela: -
Gracias, ni sé a que hora se fueron todos...
Franco: -
Te dormiste en mis brazos, mama se acercó y le hice señas, se fueron un par de
horas después...
Daniela: -
Ya... - Franco estaba esperando que su hermana lo interrogará por su novio,
pero al ver que no ocurría
Franco:
- Y luego de verte dormida Fer también
se marcho - Viéndola fijamente. Por más
que intentó sacar algo de su hermana, tampoco obtuvo más respuestas; el
silencio se apoderó del lugar, mientras comían sin si quiera Dani atreverse a
mirarlo
Otra
semana más iniciaba su rumbo, y ambas sabían que tenían que enfrentarse en el
trabajo, no podían evadirse, Dani se cruzó con Arianna en el elevador
Daniela: -
¡Buen día Ari!
Arianna: -
¡Buenos días! - Con la mirada fija en el indicador...
Daniela: -
Tenemos que hablar de lo que paso
Arianna: -
No creo que tengamos mucho por hablar, vos tomaste una decisión - El elevador subía lentamente, y Arianna solo
deseaba salir volando de ahí
Daniela: -
Vos no sabes lo que estas diciendo... Ari yo... yo… - en eso se abrió y así
como entró en el sin mirarle así mismo salió dejándola con medias palabras en
la boca.
Así
transcurrieron los días, Arianna evitaba estar cerca de Dani, cedió algunas
responsabilidades que le tocaba en conjunto con ella a Diego, en los pasillos
evitaba encontrársela, entre tanto Dani estaba consciente que debía dejar a Ari
tranquila, al menos por unos días mientras intentaba ordenar su cabeza, pensar
como saldría de aquel compromiso sin sentido, aquel enlace que podía acabar
haciéndola infeliz, sabia que tenia que arreglar el desastre, lo que le faltaba
era la respuesta del como hacerlo sin herir a nadie.
Una tarde
sentada en su oficina, miraba a través de su ventana, contemplaba la ciudad,
empezó a recordar los primeros pasos que dio al salir de la universidad, la
relación con sus amigos, los viajes familiares, su ingreso a la empresa, el
respeto que por su trabajo se había ganado día a día, entonces le surgió
aquella pregunta en su cabeza ¿falta menos de un año para finalizar este
proyecto, después que haré con mi vida? de un tirón se levanto de la silla, fue
a la oficina de su jefe, apenas asomaba la cabeza su jefe la noto
Rubén: -
Pasa Ari, qué te trae por acá
Arianna: -
Pues, sólo quería saludar. - Rubén que
la conocía desde que era una niña, sabia que eso no era cierto, cuando entraba
por esa puerta algo quería
Rubén: -
Vos pensás que te creí eso de "saludar" ja ja te conozco desde que te
tenia tu madre en el bombo ¿Eh? – Sonriéndole
Arianna: -
estas faltando a la relación laboral -
mientras le devolvía la sonrisa -
Si se enteran que me conoces desde nena
pensaran que hay favoritismo
Rubén: -
vos sabes que lo que te has ganado acá es por el esfuerzo y el empeño que has
puesto, nada más que eso
Arianna: -
Gracias - Mientras se sentaba
Rubén: -
Pero a que debo el honor - Pegando su espalda al asiento y sin dejar de mirarla
de forma indagatoria
Arianna: -
He pensado que pasará conmigo luego que entreguemos el trabajo listo a los
inversionistas
Rubén: -
No lo sé Ari, esperar otra oportunidad, aunque vos rechazaste una, y una grande
Arianna: -
¿Y la perdí totalmente?
Rubén
apoyando sus manos en el escritorio -
Claramente dijiste que no la querías,
que lo pensarías y nunca diste una respuesta ¿Por qué ahora la pregunta?
Arianna: -
Las cosas han cambiado - haciendo una
pausa prosiguió - Necesito un rumbo para
mi vida
Rubén: -
¿Y no lo tenés ya? ¿O no estas a gusto acá?
Arianna: -
No es eso... - Notó como la tristeza invadía su expresión...
Rubén: -
Ari, vos sos como una hija para mi, tu padre y yo fuimos muy buenos amigos, y
creo conocerte bien, sé que algo te ha pasado todo este tiempo, no sé que es
pero tengo la sensación que lo que sea.
Es la causa de que hoy estés en esta oficina buscando una oportunidad
para irte lejos ¿o me equivoco? - mientras caminaba por detrás de Ari y se
acercaba a ella
Arianna
busco su mirada y se quedó viéndolo fijamente, con ganas de llorar, era como
ver a su padre, aquel que perdió de muy chica y que por ratos tanta falta le
hacia
Arianna: -
Tenés toda la razón
Esa tarde
ambos salieron de la empresa, de forma separada para no levantar rumores falsos
que nunca faltan, el conducía su auto, y ella le seguía en el suyo, no sabia a
donde iban, cuando de pronto llegaron a un lugar a las afueras de la ciudad, un
lugar tranquilo, cálido, con un paisaje que hizo perder su mirada en aquello
tan hermoso que le brindaba la naturaleza. Empezaron a caminar y a charlar, él
hablaba de la amistad que tenia con su padre, de su familia, de como se enamoró
de su esposa, de su vida en general, Arianna lo escuchaba sin dejar de
contemplar los paisajes a su alrededor, entonces surgió la pregunta
Rubén: -
De todo lo que hemos charlado, sólo quiero un si o un no, ¿Vos estás así por la
señorita Fernández?
Arianna de
pronto reacciono, lo miró rápidamente interrogándolo con los ojos ¿De dónde él
sacaba esa conclusión?
Rubén: -
Si o no Ari?
Arianna
volvió a desviar la mirada, un silencio se hizo... sus pensamientos trataban de
encajarse para dar una respuesta sustentada - Si - Pero, su jefe la
interrumpió...
Rubén: -
No tenés que decirme nada, las palabras están demás - con su mano sujeto su cabeza y la llevo a su
hombro, una lágrima asomo su recorrido, aquel momento en la memoria de ambos quedó.
Las malas
decisiones que tomamos a veces son la causa de nuestro propio sufrimiento,
Daniela día tras día tenía que actuar, en un teatro vacío, sin espectadores más
que su propia conciencia y sus sentimientos, su vida se había transformado en
un "guardar apariencias" para hacer feliz a los demás, a todos, menos
a si misma; evitaba a Fernando, pero este se las ingeniaba para estar siempre
presente, tenía un amigo que le aconsejaba que debía hacer, pues el chico no
era tan hábil con mujeres difíciles, sus estrategias de don Juan fallaban, pero
la insistencia era un punto que tenia a favor. No habían hecho el amor en
meses, empezaba a perder la paciencia con ella, sin embargo no le guardaba
fidelidad, poco tenía claro este concepto en su cabeza, entre una y otra
satisfacía su deseo, deseo que Daniela dejó de llenar por su ausencia.
Era un
sábado por la tarde, Daniela una vez más había puesto el trabajo como excusa
para evitar compartir el día con su prometido, otra mentira, como todo en su
vida desde aquella tarde en su casa, estaba en el sofá acostada, mirando el
techo, pensado, escuchando música, y reviviendo los recuerdos de sus encuentros
con Arianna, tenia una copa medio llena en la mano, sentía ganas de llamarle,
pero sabia que no tendría respuesta, como las otras veces que le intentó llamar
a su móvil, o las veces que en la empresa trató acercarse, en el fondo no
quería herirla más, ya había tomado una decisión, y el tiempo fijado se
acercaba más y más. Tomo una, dos, tres, cuatro copas, deseaba embriagarse,
ahogar el dolor en el alcohol, olvidarse de todo, de nuevo la tristeza hizo su
aparición, las lágrimas volvieron hacerle compañía, hasta que se decidió.
Salió de
su casa, tomo el auto y se marcho, el rumbo lo tenía marcado en su cabeza, no
se detendría hasta llegar a su destino, venció el miedo a la noche, el miedo a
conducir sola, y el poder del alcohol en ese instante le hacían fuerte. El
reloj marcaba las 00: -30, Arianna aún estaba despierta, no podía dormir, la
tranquilidad del lugar era óptima, pero sus sentimientos cada noche le impedían
conciliar sueño; de pronto escuchó timbrar, pensó que eran ideas suyas, se
mantenía en la cama, de nuevo escucho el timbre sonar, miró la hora y pensó que
algo había ocurrido, ¿quién a estas horas podría venir a casa? se pregunto,
entre tanto se levantaba para dirigirse a la puerta, aquella noche estaba sola,
su madre estaba de viaje con su sobrina, los primos de Ari, le invitaron a
venir, pero ella se negó, al igual que Daniela poniendo el trabajo como excusa.
Al abrir
la puerta se quedó en blanco... pasaron unos segundo antes de articular palabra
alguna.
Arianna: -
¿Qué haces acá?
Daniela
quién no estaba en sus cinco sentidos, solo se abalanzo sobre ella, la abrazo
fuertemente, como si nunca más se fuese a desprender de aquel cuerpo que servía
para soportar su peso, se ancló como un barco en un muelle, no quería soltarse
más, susurro en su oído
Daniela: -
Te amo Ari, sos mi única verdad... - buscando su mirada, con su mano sujeto su
rostro y dulcemente la beso, pero ese beso tierno y lleno de sinceridad no fue
correspondido, Arianna aparto su rostro, y con delicadeza se desprendió de sus
brazos
Arianna: -
Estás ebria - Cerrando la puerta de su
departamento
Daniela: -
¿Te dije que te amo, y lo único qué podés decirme es que "estoy
ebria"? - Mientras la miraba con
decepción
Arianna: -
Mañana te arrepentirás de este beso, como seguramente te has arrepentido de
nuestra historia
Daniela: -
No hables por mi, yo no me arrepiento de amarte a vos - Aferrándose a ella, bordeo sus brazos
envolviéndola y susurrándole al oído -
Te amo, te amo y eso jamás nada ni nadie lo cambiará.
Por unos
minutos se quedaron unidas, Arianna no se giró, sabia que si lo hacia la
conduciría a la cama, y no quería tener ventajas.
Arianna: -
Vamos a la habitación, dormir te hará bien
Daniela: -
Quiero estar con vos.... - Intentado besarla
Arianna: -
Hoy no - Tomándola con cuidado del brazo y conduciéndole hasta su cama.
Ambas se
acostaron, abrazadas, no hubo esa manifestación desbordada de pasión, no hubo
palabras, solo un silencio les acompañó aquella madrugada, un silenció que poco
a poco se iba apoderando del alma de Arianna.
La mañana
llego, el móvil de Ari sonaba, al despertar por el ruido notó que su adorado
tormento, estaba aún dormida, con cuidado sin despertarla tomo el aparato y
salió de la habitación
Arianna: -
Buenos días
Rubén: -
Buenos días, disculpa te llame tan temprano, pero es para darte buenas noticias
Arianna: -
No te preocupes, y si son buenas noticias menos tenés que disculparte
Rubén: -
¿Podemos vernos para almorzar?
Arianna: -
Claro - Mirando el reloj notó que marcaban las 7 AM - Te parece a la 13: -00
Rubén: -
Perfecto
Se
despidieron y colgó el móvil. Aprovecho de preparar café y un sándwich, cuando
de pronto levanto la mirada y ahí estaba
Daniela: -
¿Pensé qué no cocinabas?
Arianna: -
Esto no es cocinar... - Volviendo a lo que estaba haciendo... - ¿Querés uno?
Daniela: -
No, aunque café si te acepto
Arianna: -
Te hace falta... - Mientras que le llenaba una taza... - Y yo pensé que vos no
bebías - Le dijo de forma irónica
Daniela: -
Y no bebo... Pero necesitaba escapar de tantas cosas
Arianna: -
¡Ah!, Si, ¿De qué cosas? - La seriedad invadió su rostro esperando una
explicación, respuestas a tantas preguntas que le habían surgido desde aquel
falso compromise
Daniela: -
escapar de mi vida Ari... de mi misma - Mientras tomaba un sorbo
Arianna: -
¿No te gusta tu vida? Yo pensé que estabas muy enamorada de tu novio, con él
que te comprometiste, con él que te casarás
Daniela: -
Ari no... - La interrumpió bruscamente
Arianna: -
¿No qué? ¿No hablemos ahora? Dejemos esto para después, ¿Para cuando Daniela?
¿Para cuando estés en la iglesia vestida de blanco con el velo de novia frente
a ese tarado diciéndole que si aceptas ser suya y ser feliz hasta que la muerte
los separe?
Con lagrimas que nuevamente empezaron a brotar de sus ojos, y con un nudo en la garganta por la fuerza arrolladora de aquellas palabras
Con lagrimas que nuevamente empezaron a brotar de sus ojos, y con un nudo en la garganta por la fuerza arrolladora de aquellas palabras
Daniela: -
No lo amo, vos tenés que entenderme, vos
tenés una vida, ¿Cómo crees que reaccionaria tu madre si supieras que sos gay?
¿Qué crees que dirían tus amigos? ¿tu familia?
- Nuevamente fue interrumpida
Arianna: -
No te compares conmigo, yo no me voy a casar, no vivo una farsa como vos, y mis
amigos no tienen que opinar acerca de mi vida, si ellos no aceptan como soy es
porque jamás lo fueron, mi familia no se mete en mis asuntos, y mi madre me
ama, y si algún día decido hacerla pasar por este dolor, estoy segura que me
apoyará, pero no me escondo detrás de un tipejo, ni finjo que nada paso, ni te
ignoró como lo hace vos conmigo - El dolor se adueño de sus sentimientos, ya no
quería seguir escuchando las razones que ella le daba, dejo todo sobre la mesa,
al salir de la cocina por última vez en ese día se dirigió a ella
Arianna: -
Si querés desayuna, dúchate y te vas... no estaré acá... me hace daño el solo
tenerte cerca....
Dani aguanto por unos segundos el llanto, y a escuchar como Ari se marchaba a la habitación se derrumbó.
Dani aguanto por unos segundos el llanto, y a escuchar como Ari se marchaba a la habitación se derrumbó.
Pasaron
unos minutos, Arianna con ropa deportiva se marcho de su departamento, dejando
trozos de su corazón al sentir como trató a su amada, pero sabía que de su
reacción dependía que tomara una decisión definitiva.
Hay días
que es mejor no levantarse, quedarse en la cama es la mejor elección, pero
siempre existen motivos que nos mueven, y nos manipulan como marionetas en un
teatro de títeres, marionetas que son manejadas por hilos, hilos del destino.
Esa mañana era un día atípico de verano, estaba lluviosa, gris, fría, Dani se
dirigía a la empresa en una taxi, odiaba conducir con el tiempo así, y de por
si poco le gustaba hacerlo, veía a través de las ventanas del auto las gotas de
lluvia caer, la espesa neblina que opacaba el cielo, y como las personas en la
calle iban a toda prisa con paraguas para tratar de refugiarse.
Arianna
estaba lista para salir en el parking de su edificio, cuando se percató que no
tenía consigo las llaves de su camioneta
Arianna: -
Joder... Ahora a devolverme, llegaré tarde - exclamo molesta
Entre
tanto ya casi todos habían llegado a la empresa, otro día de trabajo
Rubén: -
Dani, buen día
Daniela: -
Buen día jefe, ¿Cómo está?
Rubén: -
Pues empapado... esta lluvia repentina me ha sorprendido
Daniela: -
Tenés que cambiarte, o te resfriaras
Rubén: -
No más me cambie te llamo, tenemos que charlar
Ya asomaba que el día traería conflictos propios, Dani asintió con su cabeza, y pensativa por instantes quedó.
Ya asomaba que el día traería conflictos propios, Dani asintió con su cabeza, y pensativa por instantes quedó.
Madre: -
¿Qué hacés acá otra vez hija?
Arianna: -
Deje las llaves de la camioneta, afuera esta cayendo un mar de agua
Madre: -
¿Y por qué no esperas a qué pase?
Arianna: -
Má ya voy re tarde... no, ni pensarlo -
Entre tanto revolvía todo el estar en busca de las llaves
Madre: -
No deberías conducir así... al menos toma un taxi
Arianna: -
¿Taxi? ¿Con este tiempo? Imposible, la gente se mata por uno, y me tardaré más
Sin
escuchar las advertencias de su madre, tomo las llaves que estaban cerca de la TV.
En la empresa Dani y Rubén charlaban, él tenia un plan
para ella, solo quedaba menos de 4 meses para que el proyecto acabara, le
planteaba una posibilidad en otra cede que abrirían en el interior del país,
ella escuchaba atentamente, una ventana de escape se estaba abriendo ante sus
ojos.
Arianna iba con cuidado, la lluvia le impedía prácticamente divisar el camino, trataba de mantenerse concentrada, pero a su mente solo venían las palabras de su jefe el día anterior, tenia una ventana frente a sus ojos para huir de su tormento, poner distancia, aclarar sus sentimientos, la oportunidad perfecta para olvidarla... de pronto solo sintió algo fuerte que la saco del camino, un dolor que la invadía, que marcaba su cuerpo, y en segundo un destelló se abrió ante sus ojos....fue lo último que vio.
Arianna iba con cuidado, la lluvia le impedía prácticamente divisar el camino, trataba de mantenerse concentrada, pero a su mente solo venían las palabras de su jefe el día anterior, tenia una ventana frente a sus ojos para huir de su tormento, poner distancia, aclarar sus sentimientos, la oportunidad perfecta para olvidarla... de pronto solo sintió algo fuerte que la saco del camino, un dolor que la invadía, que marcaba su cuerpo, y en segundo un destelló se abrió ante sus ojos....fue lo último que vio.
Era cerca
de la hora de almuerzo, Rubén buscaba por los pasillos a su pupila, había
estado en su oficina y no tenia rastros de ella
Carlos: -
¿A quién busca ingeniero?
Rubén: -
¿Has visto a Ari?
Carlos: -
No, hoy no, se desapareció de nuevo -
Dijo con una sonrisa picará
Rubén: -
Déjate de pavadas, ella sabia que teníamos que reunirnos, es importante
Carlos: -
Si la veo, la envió a tu oficina
Rubén: -
De acuerdo... - Continuo su camino
El sonido del móvil sonaba, pero era inútil, nadie respondía al llamado.
El sonido del móvil sonaba, pero era inútil, nadie respondía al llamado.
Rubén: -
Es la décima vez que marco, algo no esta bien
María: -
Si querés llamamos a su casa
Rubén: -
No, lo haré yo
María
salía de la oficina en dirección a la de Daniela
María: -
El jefe esta como loco buscando a Ari, ¿Vos no la has visto hoy?
Daniela
levantando la mirada de las carpetas que estaba revisando - “no, no le he
visto"... - vio como su compañera
se alejaba de la oficina, y a su mente vino el triste recuerdo del día
anterior, dudo unos momentos pero la ansiedad que le dio la dominó, marco el
número de ella, sonó una, dos, tres, cuatro veces y tampoco obtuvo respuesta.
Pensó que no quería hablarle, era lógico después de todo lo ocurrido entre
ellas.
Colocó el
teléfono en su lugar, y estirándose hasta el espaldar de su asiento dejó
sumergirse en sus pensamientos.
Entraba la
tarde, cuando Rubén salió exaltado de su oficina, apenas se lograba acomodar el
saco para salir, se centro en la mitad del pasillo haciendo señas a algunos de
sus empleados,
Rubén: -
No estaré el resto de la tarde, una de nuestras compañeras más queridas - Hizo
una pausa, su corazón se encogió al no tener certeza de su estado - Ha sufrido
un accidente
Solo se escuchó una voz precipitada.
Solo se escuchó una voz precipitada.
Carlos: -
¿Quién? No me digas que....
Nada más
se escuchó en aquella oficina durante esos segundos. Todos dedujeron de quién
hablaba el jefe. Entre tanto Daniela se había marchado un poco más temprano, su
hermana le paso buscando con la excusa que la acompañara al Shopping, pero no
era más que una mentira, en realidad la estaba esperando Fernando. Quién
aconsejado por su maravilloso amigo seguía paso a paso lo que él le
recomendaba...
Fernando:
- Hola amor... - Acercándose a Dani para darle un beso.
Daniela: -
¿Qué haces acá?
Hermana: -
Dani, ¿No estas feliz de ver a fer? - Ella volteó a mirarla de forma repulsiva,
en realidad lo último que deseaba ver era a ese actor que con ella
interpretaban "la pareja perfecta"
Daniela: -
Pensé que veníamos al Shopping, no que vos estarías acá, ¿O es qué ahora te
encanta ir de compras?
Fernando:
- Amor, porque sos tan sarcástica conmigo, yo vivo pensando el día entero en
vos - Cuando de pronto el sonido del móvil interrumpió el discurso que estaba
dado...
Daniela: -
Si, decime Carlos.
Mientras
Carlos le daba la noticia, su rostro se fue desdibujando... una lágrima
recorrió rápidamente su mejilla derecha, su respiración estaba acelerándose en
segundos… y sus manos comenzaban a temblar, casi impidiéndole sujetar el aparato.
Daniela: -
Vos Estás... ¿Estás seguro?
Carlos: -
Si, el jefe salió a volado... por eso te estoy avisando.
Colgó la
llamada y de la misma forma sin importarle que estaba en compañía de su novio y
su hermana salió a toda prisa de aquel lugar, Fernando al verla tan angustiada
la siguió junto con su hermana, la interrogaban pero no tenían respuesta,
corrió a la salida del lugar y subió a un taxi, los otros dos abordaron con
ella dejando sus autos en el parking.
Fernando:
- Al menos decime que sucede.
Hermana: -
Dani, ¿Qué pasa?
Daniela: -
Al hospital general, por favor... - Al escuchar las instrucciones que le dio al
chofer, ambos se preocuparon mucho más.
Hermana: -
¿Es mamá? ¿Pasó algo? Decime - Apenas pronunció palabras entre cortadas.
Daniela: -
No, no, es Ari.
Recostó su
cabeza en el asiento mientras miraba por la ventana del auto. Ellos la miraban
algo confusos, no hubo más charla en
todo el trayecto.
Rubén al
llegar al hospital se encontró con la madre de Arianna y su amigo Joseph,
después de saludarlos brevemente.
Rubén: -
¿Cómo está ella?
Joseph: -
Esta estable, dicen los médicos que tuvo suerte, en un par de horas podremos
verla.
Tomaron
asiento en la sala de espera, mientras la madre de Arianna lloraba tímidamente.
Entró
desesperadamente al hospital, sus paso estaban descontrolados, sentía un vacío
que poco a poco se adueñaba de su alma, sus lágrimas paseaban a la vista de
todos, y sus pensamientos solo eran para Arianna, al encontrarse en la sala de
espera notó la presencia de Rubén, apresuró más el paso, con una ansiedad
terrible de información sobre su amada.
Daniela: -
¿Está bien Rubén? - Con una mirada de
suplica buscando respuesta inmediata.
Ruben y
Joseph quién rápidamente dedujo quién era contestaron al unísono: - "esta
estable". Ambos se miraron e intercambiaron una sonrisa discreta, era
obvio que ambos hombres conocían el secreto
Daniela: -
¿Puedo verla?
Joseph: -
Aún no, hay que esperar un poco, esta inconsciente aún...
La madre
de Arianna sólo la observaba, algo dentro de sí le hizo sonar una alarma, la
contemplaba de arriba abajo, como queriendo entender el porque esa chica estaba
tan descontrolada por su hija. Algo dentro de sí querían revelarle una verdad,
que quizás ella nunca había querido aceptar.
A veces hay verdades que se nos revelan ante nuestros ojos, pero somos incapaces de verlas, o quizás evitamos verlas para hacerlas menos dolorosas al corazón. Fernando no podía entender la reacción tan desmesurada de Daniela por el accidente de esa chica, que ni si quiera era su familia, su hermana en el otro extremo la contemplaba, a su mente venían dudas que evitaba darles alas para no caer en una realidad que tal vez no le iba a gustar.
Joseph: -
¿Por qué no tomas asiento?
Daniela: -
Estoy bien...- Mientras caminaba de un
lado a otro.
Los
primeros en entrar fueron su madre y Joseph, ambos estaban muy preocupados por
su estado, un auto le había llegado por detrás a su camioneta sacándola del
camino, los médicos le informaron que al ingresar había perdido mucha sangre
por una hemorragia interna, múltiples contusiones y perdida de la conciencia,
un panorama poco alentador, sin embargo su respuesta fue buena durante la
cirugía y estaba en recuperación. Los ojos de ella se llenaron de lágrimas.
Madre: -
Mi hija... - Susurraba mientras tomaba su mano, verla en esas condiciones le
partía el alma, Joseph sólo observaba aquel cuadro, también le dolía
profundamente ver a su mejor amiga ahí tirada con un montón de aparatos y vías
en sus brazos.
Doctor: -
No se preocupen, estará bien, es una chica joven y fuerte, en un par de meses
no parecerá que ha sufrido este incidente.
Transcurrió
la tarde, aún no le permitían verla, pero no se movía del lugar, no podía, lo
único que de verdad hacia feliz su vida estaba ahí dentro, luchando por
recuperarse.
Fernando:
- Se esta haciendo tarde Dani, será mejor que la veas mañana, creo que lo más
recomendable es marcharnos
Hermana: -
Fer tiene razón, hermanita, es mejor que
nos vayamos.
Daniela: -
Si quieren váyanse ustedes, yo me quedaré un poco más.
Ambos no entendían
la razón del porque estaba así... o bueno es posible que no quisieran leer las
señales clara que todo aquello les enviaba a sus mentes, una forma de evitar lo
que es palpable y real.
Caía la noche, Fernando se había marchado, su hermana no quiso moverse del lugar.
Caía la noche, Fernando se había marchado, su hermana no quiso moverse del lugar.
Hermana: -
Estas actuando un poco extraño ¿Sabías?
- Le dijo casi susurrando al oído. Antes que pudiera tener una respuesta.
Madre: -
Si querés verla, podés entrar, eso si, se breve, ella aún no esta consciente.
No había
terminado la frase cuando se disponía a entrar a la sala previa para colocarse
la indumentaria e ingresar a la habitación de cuidados donde estaba Arianna.
Al entrar
y observarla unas ganas inmensas de llorar afloraron.
Avanzó con lentitud hacia la cama donde
estaba, le tomo la mano y soltó el llanto.
Daniela: -
No sabes lo que he sentido cuando me entere de la noticia mi amor, mil cosas
pasaron por mi mente y lo único que sé es que si te perdía…. moriría con vos...
mientras le susurraba lo más cerca de su oído...
La hermana,
Vanessa, no podía quedarse afuera, sabia
que algo que despejaría sus dudas vería en aquella habitación, así que una vez
entro Daniela, se coló en la habitación, sin entrar solo mirando por un pequeño
espacio que había entre la puerta y el marco de esta. Sus ojos se abrieron como
dos faros, no podía digerir lo que estaba viendo... su hermana estaba dándole
un beso en los labios a su jefa.
Daniela: -
te amo... - Luego de separarse de ella con cuidado mientras no dejaba de
acariciarle el rostro, con prudencia se aparto caminando hacia atrás mientras
salía de la habitación.
Cada día
la visitaba puntualmente antes de irse a la empresa y luego de salir, Rubén
asumía el vacío de su padre, ella era como si hija mayor.
Rubén: -
Te ves genial…- Habían pasado dos semanas y en breve le darían el alta para que
terminara su reposo en casa.
Arianna: -
¿En serio? Pues me siento como si un tren me hubiera pasado por encima.
Joseph: -
No fue un tren, fue otro auto... - Mientras sonreía su amigo.
Madre: -
Lo importante es que te estas recuperando aceleradamente.
Al salir
Joseph y su mamá de la habitación, Rubén dejo escapar algo.
Rubén: -
Siempre pregunta por vos, ¿Sabías? -
Mientras le sonreía.
Arianna: -
No sé a que te referís...- Lo sabía, lo sentía cada día, desde el día del
accidente le pareció soñar con su amada, un lindo sueño donde sellaban una
confesión de amor con un dulce beso, pero pensaba que solo era un sueño.
Daniela
después de aquel día no volvió al hospital, al menos esos pensaban todos, la
discusión con Vanessa fue terrible, esta le amenazó con contarle a la familia
sino se alejaba inmediatamente de aquella mujer, su madre sufría del corazón,
sabía que si una información así se descubría podía matarle de un disgusto. Una
vez más, le toco sacrificarse por los demás, poniendo todo por encima de su
propia felicidad.
El día que
le estaban firmando el alta, su mamá le ayudaba a recoger las cosas de la
habitación, aún caminaba con dificultad y el rastro de las heridas, no estaban
sanadas.
Madre: -
¿Qué es esto? - Mientras le mostraba una cajita de color azul pequeña.
Arianna: -
No sé Ma - tomándola con curiosidad, al abrirla dentro había una pequeña
medalla con forma de corazón, solo estaba la mitad, Arianna disimuló - Seguro
es algo que me dejo Joseph - guardándola entre sus cosas.
Cayó la
noche, ya estaba en su casa, en su cama nuevamente contemplaba todo como si
hubiese tenido años sin estar ahí, sentía un nudo en el estomago de sólo
recordar ese destello que vio antes de quedar inconsciente, sentada en la cama
se recordó de lo que entre sus cosas tenía, con dificultad por el dolor en las
costillas, se levantó, la buscó con cuidado y la encontró. La observaba, no
parecía nueva, sino una reliquia de hace muchos años, tomo la cajita
nuevamente, vio que había un compartimiento oculto, dentro tenía una nota muy
bien doblada, con cuidado la desarmo y decía: -
"Aunque no puedo estar a tu lado, aunque la vida se empeñe en separarnos,
solo quiero que sepas que es tuyo mi corazón, que sos la razón de mi primera
sonrisa cada amanecer y el último suspiro al anochecer, conserva esta mitad que
el día menos pensado en uno sólo se convertirá"
Sabia que era Daniela, ella era la dueña de aquella prenda, pero no se explicaba como había llegado hasta allá, si en los días que estuvo sólo una vez paso a visitarle, y luego nunca más regreso. Su corazón se encogió, lo único que deseaba en aquel momento era tenerla en sus brazos y sentir su calor.
Transcurrieron
los días, Arianna seguía en su casa recuperándose, en la empresa todos de
cabeza por la finalización del proyecto, dos años de trabajo arduo, de ideas
plasmadas en un resultado, a pesar de su ausencia nada se movía sin su
autorización, prácticamente trabajaba desde casa, se entendía con Carlos, o
Diego e incluso con María, no tenía ningún tipo de comunicación directa con
Daniela, aunque no dejaba de pensarla, de soñarla... de amarla.
Rubén: -
¿Cómo te sentís? - Mientras en su oficina firmaba unos papeles.
Arianna: -
¿Físicamente o emocionalmente?
Rubén
sabía de que hablaba., hizo un silencio y continúo: - esta todo listo, en una
semana será la presentación final, y luego -
Otro silencio - Luego seguirás
con tu destino.
Solo era
cuestión de tiempo, y de los caminos que la vida le deparaba. Al colgar… el
teléfono volvió a sonar...
Arianna: -
Hola… ¿Hola? ¿Hay alguien?... - Nuevamente como cada noche, al otro lado solo se escuchaba una
respiración entre cortada, no hubo palabras, no hubo identificación, solamente el sonido al colgar... Arianna
quedó con el teléfono aún al oído, lo que su mente no dedujo, lo hizo su
corazón.
Siempre la
felicidad fugaz nos alcanza cuando logramos una meta, así se sentía Arianna, el
día por fin había llegado, estaba nerviosa, nada la distraía, ni si quiera el
contemplar a través de la ventana del taxi que la conducía a la empresa, dos
largos años habían pasado, lo que la unía a su amada, ese lazo que las ataba
estaba apunto de romperse, las cartas estaban echadas.
El día fue
agitado para todos, apenas se intercambiaban miradas en los preparativos de presentación
para los inversionistas, miradas de anhelo, chispazos de amor que no se termina
de consolidar por causas ajenas...
Rubén: -
hoy quiero felicitarles a todos, por el esfuerzo, el empeño que han puesto para
cumplir esta meta, me siento orgulloso de cada uno de ustedes... - mientras se
dirigía al equipo de trabajo y sus empleados de la empresa.
Todo se
desarrollo según lo calculado, los inversionistas que estaban de visita
quedaron muy satisfechos y encantado con el equipo y Arianna, al finalizar hicieron
una reunión con su respectivo brindis incluido, las miradas furtivas de Arianna
sobre Daniela se acrecentaban más y más,
en unos instantes de descuido, vio como ella se apartaba para dirigirse
a las oficinas. Sigilosamente le siguió, y al abordar el ascensor.
Daniela: -
¿No sabía que también subirías?
Arianna
dejó que el elevador cerrara, su mirada se clavó en ella, en esos ojos verdes
que parecían dejarle ver el alma, con seguridad se acerco solo dejando
milímetros de espacio entre ambas, con su mano izquierda rozo el cabello oscuro
de Daniela
Arianna: -
Estas preciosa... como siempre... - La respiración de Dani comenzó acelerarse a
mil por hora, la cercanía de Ari, su perfume que la envolvía, su aliento que la
llamaba a embriagarse en el, su calor...
Daniela: -
Cuanto había deseado esto... - mientras sus labios estaban tan cerca… Solo
susurros salían de ellos
Arianna: -
Te amo... y esperare ese día ansiosa... - Se dejo llevar por sus sentimientos y
con un dulce beso sus labios unieron, un beso lleno de amor, sus manos
acariciaban su espalda, sus cuerpos unidos permanecieron así hasta que el
elevador nuevamente se abrió y esa magia que por momentos la tomo, de pronto
desapareció.
Cada una
tomo un rumbo diferente en las oficinas, no se encontraron nuevamente.
Pasaron un
par de semanas, todo estaba listo… las ganas inmensas de verla la atormentaban
por las noches, pero sabia que tenia que esperar, dejarla elegir sin
interferir, así que se decidió y escribió una nota, como aquella que había
encontrado en esa pequeña cajita que tan celosamente guardaba.
"Quería
verte para que mis ojos contemplaran por ultima vez esos ojos hermosos que un
día me robaron el aliento y que dejaron marcada mi alma y mi corazón, pero sé
que un día menos pensado lo que tan celosamente guardo al fin se unirá y en uno
sólo se convertirá, siempre tuya Arianna".
Entrego la
nota a Rubén, con la expresa orden de dejarla sobre el escritorio de Dani, acto
seguido se despidió de él, bajaron las maletas, abordaron el taxi y rumbo al aeropuerto
se fueron.
En el
camino su mente repasaba los momentos felices que compartieron, esa sensación
de vacío la volvió a tomar, un frío corrió por sus piernas y unas ganas de
llorar luchaban con ella. Entre tanto Dani también hacía su equipaje, tenia un
nuevo proyecto que llevar a cabo por la empresa, ese eran sus planes al
culminar el trabajo que desempeñaba junto con su amada, una luz se abría ante
ella, una escapatoria ante el acoso inminente de su familia y de Fernando que
cada día presionaban más para colocarle la fecha definitiva de la boda, estando
lejos tendría un tiempo más para despejar su mente, para encontrar la salida,
para hacerle frente a su más grande temor.
Subir a
ese avión era como dejar su vida atrás, la misma sensación que deja el saltar
en un paracaídas, sin saber que te espera en un futuro próximo, llena de dudas,
pero a la vez con una incertidumbre que te genera adrenalina corriendo por las
venas.
En la
oficina ya estaba llegando como era de costumbre todos los empleados, Rubén
entro, saludo y se dirigió a la oficina de Dani, tenia que cumplir la petición
de Ari. La colocó encima y de la misma forma salió.
Pasaron un
par de horas, Dani venia a recoger unos documentos que le faltaban para
marcharse también en avión pero al interior del país, entro a su oficina y
mientras buscaba en los archivos algunos papeles, de pronto su mirada se detuvo
en una pequeña hoja doblada sobre su escritorio, leyó el contenido... su cara
cambio rápidamente, una expresión de desesperación surgió sorpresivamente.
Daniela: -
¿Puedo pasar?
Rubén: -
Hey Dani, Buenos días... claro pasa.
Daniela: -
Rubén esta nota la encontré en mi escritorio, ¿Arianna estuvo acá?
Rubén: -
No Dani, esta mañana se marchó a Canadá, antes de partir me pidió que te
colocará eso en tu escritorio, y así lo hice.
Daniela: -
¿Se marchó? Pero... pero ¿Cómo? ¿Por
qué? el proyecto fue un éxito, no entiendo..-
Decía mientras se derrumbaba.
Rubén: -
me lo había pedido hace algunos meses atrás, incluso el día de su accidente la
estaba buscando para que firmara los papeles y se marchara, pero, bueno ya
sabes lo que sucedió luego.
Daniela: -
¿Fue por mí?
Rubén: -
Fue por ambas... - Estirándose en su asiento y uniendo sus manos sobre el
escritorio continuo diciendo... - Por eso también te envió al interior, vos lo
necesitas… ¿O me equivoco?
Daniela
confirmo por sus palabras que él sabía todo...- Lo sabes ¿No?
Rubén: -
Ari es como otra hija, lo sé.
Dani salió
de su oficina, sus ganas de comerse al mundo se habían esfumado, la mujer que
amaba se marchó lejos, poniendo miles de kilómetros de distancia entre ellas.
Los días
fueron pasando, así las semanas y los meses, Arianna estaba viviendo en
Toronto, se había adaptado con el pasar del tiempo al idioma, las costumbres, a
la gente, en la empresa canadiense le iba excelente, pero a pesar de tenerlo
todo sentía ese vacío que hace casi tres años había desaparecido, en todo ese
largo tiempo nunca más tuvo noticias de Dani, Rubén le llamaba de vez en
cuando, pero no le mencionaba a Daniela, por más que a veces intentaba
preguntarle siempre le cambiaba la charla por alguna otra cosa. Se acercaba el
verano, la gente se emocionaba, a pesar que las temperaturas nunca subían
tanto, era un alivio que el frío se espantara un poco. Una hermosa tarde caía,
la observaba desde su oficina, cuando sonó su móvil.
Arianna: -
Hello - Una sonrisa se dibujo en su
rostro... era Julie, la mujer que un día la deslumbró con su belleza y su
autenticidad, al instalarse Arianna en la ciudad se encontraron en un café por
casualidad, desde entonces ambas mantenían una relación de amistad. Quedaron
para tomar una copa, y charlar como lo hacían de vez en cuando.
Entre
tanto para Dani la vida se le había complicado, a pesar de estar lejos de la
capital, su novio se desvivía por llegar a donde se encontrara, estaba decidió
a no perderla, a no dejarle espacio para que lo olvidara, tanto insistencia de
él y su familia la había llevado a ponerle fecha al día que menos deseaba que llegará... el día de su boda, donde todos
sus sueños de felicidad quedarían sepultados por siempre.
Arianna
estaba fuera de sí mientras conducía rumbo a su casa, no podía dejar de
escuchar en su mente las palabras de Rubén: - "la boda es mañana, tu gran
amor se casará al fin con su noviecito"...
Arianna: -
¿Por qué? ¿Por qué nos haces esto Dani... - La rabia, el dolor, la esperanza
rota, hacían brotar con dificultad sus lágrimas.
La rabia
la condujo hasta su habitación, no le dirigió palabra a su madre quién le había
preguntado por su día... tomo la cajita y así mismo salió sin que notara su
estado de humor... se fue en su auto nuevamente hasta el oeste de la ciudad.
Llegó a un
lugar donde se detuvo, se quedó pensativa por unos minutos, parecía no poder
expresar lo que sentía con lagrimas que aliviaran su alma...entonces se decidió
a bajar.
Era una
tarde preciosa, el cielo se cubría de tonalidades para despedir el día, su
mirada se perdía en el azul intenso del mar, de sus ojos miel salían
tímidamente unas lagrimas que buscaban su camino de bajada a través de las
mejillas, en sus manos tenía una cajita pequeña, con un contenido adentro, un
contenido que desgarraba su alma, pero era todo lo que le quedaba de aquel que
fue su amor.
Abrió la
cajita, el contenido era la mitad de aquella medalla con forma de corazón, la
contempló y recordó la nota que escondida aguardaba ahí.
Arianna: -
Me engañaste, todo fue una mentira, nunca se unirá en uno solo, porque vos no sos capaz de aceptar tu única
verdad - Esas lágrimas que empezaron asomar tímidamente, se acrecentaban como
un caudal por sus mejillas, recordó el último beso en aquel frío elevador, esos
ojos que tantas veces le perdieron e hicieron reaccionar, la había perdido para
siempre. Levanto su brazo y con impulso fuertemente arrojo la medalla al
mar, desde el acantilado, era como si arrojara su propio corazón.
El invierno había hecho su entrada, aquel día era uno de los más fríos del año, todo estaba listo, al fin ese día que tanto temor tenía de que llegará hacia su entrada en menos de 24 horas, había decidió no ir a la empresa, su jefe le dejó libre para que terminará todo los preparativos para el peor día de su vida... bien abrigada caminaba sola por las calles, no tenía rumbo, una desesperanza invadía su alma, solo recordaba esos ojos miel que tanto deseaba tener en frente suyo, pero el destino siempre teje sus hilos se acercaba a una cafetería, una de las más concurridas de la ciudad, de pronto detuvo su paso, el frío era penetrante, así que paso por algo que la calentara un poco, cuando de pronto vio aquella escena, no se lo creía, ¿Qué hacia él en ese lugar con semejante compañía?
El invierno había hecho su entrada, aquel día era uno de los más fríos del año, todo estaba listo, al fin ese día que tanto temor tenía de que llegará hacia su entrada en menos de 24 horas, había decidió no ir a la empresa, su jefe le dejó libre para que terminará todo los preparativos para el peor día de su vida... bien abrigada caminaba sola por las calles, no tenía rumbo, una desesperanza invadía su alma, solo recordaba esos ojos miel que tanto deseaba tener en frente suyo, pero el destino siempre teje sus hilos se acercaba a una cafetería, una de las más concurridas de la ciudad, de pronto detuvo su paso, el frío era penetrante, así que paso por algo que la calentara un poco, cuando de pronto vio aquella escena, no se lo creía, ¿Qué hacia él en ese lugar con semejante compañía?
Un paso,
otro paso, parecía una cámara lenta, se acerco y al mirarle se levanto de la
emoción.
Fernando:
- Amor, que sorpresa - Dándole un beso en la mejilla ya que no podía desviar su
mirada de aquel hombre que con su novio estaba sentado tomando un café - veo
que te sorprende encontrarnos, vos no lo conoces, es un amigo, un gran amigo en
estos últimos tiempos... mirando al hombre le dijo… - Ella es mi novia, y
mañana será mi esposa, la mujer que roba mi aliento... devolviéndole la mirada
a ella le dijo - El es mi amigo Ernesto.
Daniela
estaba estupefacta, recordó el día de la cabaña, donde le insultó al
descubrirle con su novia, sus ojos se llenaron de rabia, el con una sonrisa sarcástica
en el rostro respondió
Ernesto: -
Es un placer conocerte Daniela - En ese
momento lo único que ella deseaba era abalanzarse sobre el y ahorcarlo con sus
propias manos, su mente no paraba de encajar las piezas, era como si de pronto
se armara un puzzle que tanto costo entender,
su mente se decía "claro, este hijo de puta"....
Daniela: -
Es un placer - Mientras contenía su deseo, todo encajaba perfectamente, por eso
los cambio de comportamiento de Fernando, seguro este tipo estaba detrás de
todo....
Ellos le
invitaron a sentarse, obviamente esta se negó con la excusa de tener que
culminar unos pendientes para el gran día, pidió un café y salió de ahí con
pasos apresurados, tomo un taxi a unas cuadras y cogió el móvil para marcar,
eso no podía quedarse así....
El día
había llegado, amanecía con un sol espléndido... pero sus ánimos estaban por el
suelo. Cabizbaja se ducho y arregló para salir a caminar, era sábado y había
quedado con su amiga Julie en acompañarle a visitar unos Shopping, siempre tenía
guardias en la semana y poco tiempo le quedaba para su vida personal.
Ella sabía
que Ari no estaba nada bien, que su amor se casaba justo ese día, planeo
distraerle lo más que pudiese para que ni recordará.
En casa de
Dani todos estaban corriendo de un lado a otro arreglándose, a ella la
terminaban de peinar, sus ojos miraban fijo el espejo, no quería caer en cuenta
que el día de su decisión final había llegado, le hablaban pero no estaba
presente, solo su cuerpo se encontraba en aquel lugar, sonó su móvil varias
veces hasta que noto las llamadas, atendió.
Daniela: -
Si diga... - Al otro lado la voz de un hombre se escuchaba, le giraba
instrucciones... - Si, esta bien - Antes de colgar terminó con un “muchas gracias”.
El reloj
marcaba las 18: -00... La iglesia estaba perfectamente decorada, ramos de
flores a cada lado de la entrada principal hasta llegar al altar, las personas
invitadas comenzaban a llegar, incluido Ernesto, el rival que un día le
prometió a Arianna no dejarle ser feliz, ese día estaba haciendo su promesa
realidad. El novio estaba a las afueras esperando el momento oportuno para
entrar.
Vanessa: -
¿Estás nervioso Fer?
Fernando:
- Cómo no estarlo, es mi boda... - Mientras ansioso miraba la hora en su reloj.
En casa de
Daniela ya todos se habían marchado a la iglesia, solo quedaban sus padres y su
hermano menor, Franco. De pronto sonó el timbre de la casa, ella aún estaba
arriba, arreglando su equipaje sobre la cama, escucho el tock tock de la puerta.
Daniela: -
Pase.
Rubén: -
Hola Dani... - Al escuchar su voz en seguida le reconoció, una sonrisa en su
rostro se dibujo.
Daniela: -
sos vos... - Caminando hacia él lo abrazó, se aferro fuertemente como lo haría
un naufrago a su salvavidas.
Rubén: -
Acá tenés mi regalo - Entregándole un sobre amarillo sellado...
Daniela: -
No sabes cuanto te lo agradezco, gracias por escuchar ayer mi llamada…
Rubén: -
Sé feliz Dani, vos lo mereces... - Volviendo a abrazarle.
Rubén
salió de aquella habitación y se marcho. Minutos más tarde lo hizo Dani, bajo
las escaleras, estaba preciosa realmente, el vestido ceñido al cuerpo dibujaba
sus perfectas curvas, el moño que tenía dejaba resaltar el verde intenso de sus
ojos, su hermano solo la miraba con una sonrisa en su rostro.
Daniela: -
Mamá quiero que Franco me lleve a la iglesia.
Madre: -
¿Hija por qué Franco? Si tu padre y yo te estamos esperando, además será tu
padre quién te entregué en el altar.
Daniela: -
Mamá, papá, por favor, Franco desde niño
soñaba con llevarme hasta la iglesia, cierto Fran, ¿Cuando jugábamos a la
carroza de la princesa y vos al chofer?
Franco: -
Si, lo recuerdo, siempre fue mi sueño... - Poniendo cara de soñador que esta
cerca de lograr su meta...
Pasaron
unos minutos hasta que por fin sus padres accedieron, ella se iría con su
hermano menor. Abordaron dos autos, sus padres iban delante de ellos.
Franco: -
¿Estás segura de hacer esto Dani?
Daniela: -
Completamente... - Mientras lo miraba.
Entre
tanto Fernando y sus padres estaban nerviosos, tenían media hora esperando.
Fernando:
- ¿Dónde están?
Vanessa: -
De seguro encerrados en un tráfico horrible, ten calma - Mientras su padre le
colocaba el brazo sobre su hombro.
Los padres
de Dani venían charlando, cuando de pronto vieron por el retrovisor, el auto de
Franco no estaba...
Padre: -
¿A dónde se fueron?
Madre: -
seguramente tomaron otra vía para llegar más rápido, deberíamos hacer los
mismo...
Padre: -
¿Vos crees?
Madre: -
Claro, ya vamos sobre la hora....
Franco y
Dani bajaban a toda prisa del auto, ella metía las llaves con su pulso nervioso
sobre la cerradura, hasta que logro abrirla, entraron ambos directo a la
segunda planta, abrió su habitación, allí estaba su equipaje, él lo tomo
mientras ella se acercaba a la mesita de noche para agarrar el sobre amarillo.
Franco: -
Vamos tarde, apresúrate.
Salieron unos minutos después de la misma forma que ingresaron a la casa, a toda velocidad.
Julie
charlaba con Arianna de muchas cosas, aún así notaba que su amiga de copas
tenía la mente en otro lugar, uno muy lejos de esa ciudad.
Julie: - ¿You´re
fine? (¿Estás Bien?)
Arianna: -
Yes, I´m fine (Si, Estoy bien)
Julie: -
¿Sure? (¿Seguro?)
Arianna: -
Of course!!! - Tratando de sonreír,
aunque muy lejos estaba de sentir si quiera ganas de hacerlo.
El auto
iba a toda velocidad.
Franco: -
Me mataran por esto, ¿Sabías?
Daniela: -
¿Por llevarme tarde a mi felicidad? -
Mientras le sonreía...
Franco: -
Definitivamente tengo que quererte mucho para hacer esto - Protestaba sin
perder la vista del camino.
Se
estacionaron precipitadamente.
Franco: -
¿Quá hora tenés?.
Daniela: -
18: 50... Apresúrate, yo te alcanzo..... - Daniela entro con pasos apresurados.
Las copas
empezaban hacer efecto en Arianna, llevaba cuatro sin parar, su amiga le
advertía que apenas empezaba la noche, que se tomara las cosas con calma, pero
la necesidad de ahogar el dolor le hacían sorda a las advertencias de su
acompañante.
Los dos
estaban frente a frente, sus móviles sonaban sin parar... pero para ellos en
ese momento no existía nadie más que ellos dos, sus ojos se llenaron de lágrimas.
Daniela: -
Te quiero.... de pronto sonó por los altavoces "American Arline hace su
último llamado a los pasajeros con destino a Toronto, abordar por la puerta
numero 8"
Franco: -
Es hora hermanita, ándate que sino perdés el vuelo - Ella se aferró a él, lo
beso en la mejilla y con dificultad se soltó.
Daniela: -
Nunca olvidare esto Fran
Franco: -
ándate... sabes que no me gustan las despedidas - ella lo miró mientras las lágrimas descendían
por su rostro, tomo el equipaje y comenzó a caminar a toda prisa...
Franco: -
Hey..... - Haciendo que ella se
detuviera por segundos - Sé feliz - Con esto se despidió.
En la
iglesia los invitados murmuraban. La familia de Daniela no hallaba donde
esconderse, el reloj marcaba las 17: 50, la novia nunca llegó... Ernesto se
encontraba al lado de Fernando, su mirada era de hierro, la rabia contenida lo
dominaba estaba lleno de odio... su plan había fracasado... la mujer que tanto
detestaba no se casó, y eso era más que suficiente para que Arianna su ex,
fuera feliz.....
Levantaba
el día, una mañana hermosa, con un cielo azul intenso y despejado, Arianna
estaba dormida aún, Julie preparaba el desayuno, de vez en vez miraba a ver si
esta se había despertado.
Una gran
ciudad que tiempo atrás había visitado se levantaba nuevamente ante ella, su
rostro estaba cansado por tantas horas de vuelo, pero una sonrisa de felicidad
se dibujaba en ella, tenían un año sin verse desde aquel día que sus labios se
juntaron en el elevador, saco la mano, paro un taxi y sin dirigirle palabra al
chofer le entro un papel con una dirección anotada, una vez cerro la puerta a
su destino se dirigió.
Arianna: -
Good morning Julie (Buenos Dias Julie)
Julie: -
Good morning... (Buenos Dias) - Mientras
con una sonrisa le servía en la mesa el desayuno, ambas se sentaron… la noche
anterior Arianna se había emborrachado, no tenía noción de quién era, su
compañera de copas la trajo hasta su casa, y compartieron cama sin que nada
ocurriera entre ellas, solo el dormir con una amiga.
Casi no
charlaron, ella sentía que Ari estaba realmente mal, le sugirió que fuera a dar
un paseo por la costa, le caería bien visitar ese lugar que tanto le encantaba.
Lo que no sabia es que el hacia un par de días había estado ahí, para
deshacerse del último recuerdo de su amada.
Al
finalizar el desayuno, Ari se despidió y se marcho. Sonó el timbre un par de
veces.
Madre: -
Ya voy... - Al abrir la puerta pensando
que era su hija, se quedó en blanco... - Era aquella chica, su rostro jamás se
le olvidaría, aquella que por su hija tantas lagrimas derramo cuando se
encontraban en el hospital.
Daniela: -
Buenos días señora, ¿Esta Arianna?
Madre: -
Te recuerdo, sos una amiga de ella, ¿cómo es que te llamas....?
Daniela: -
Daniela, me llamo Daniela - Mientras estiraba su mano
Madre: -
Es cierto, su amiga del trabajo... - Dándole la mano... pasa.
Ambas charlaron durante una hora, le sirvió desayuno y la acomodó en una habitación de huéspedes. En eso el ruido nuevamente del timbre las llevo hasta la puerta, su corazón se aceleró mientras la madre de Arianna giraba la manila.
Madre: -
Siempre deja las llaves - Al abrir se quedó nuevamente sorprendida...
Julie: -
Hello, Señora Sophie...- Pronunciaba mal el nombre de Sofía...
Madre: -
Hello Julie... - Esta le alzó la mano con un manojo de llaves, acto seguido
continuo diciendo con su mal manejo del español
Julie: -
Ari dejo llaves en casa... - Daniela quedo plantada sin articular palabra
alguno, la recordó, era la mujer del café bar, la del lobby del hotel, la amante repentina de su amada en aquel
viaje que tan infeliz le hizo, aquella primera visita a esa ciudad donde
nuevamente se encontraba... el dolor en su pecho parecía que la iba ahogar,
tenia unas ganas intensas de salir corriendo..
Julie la
reconoció, poco la había visto, pero Arianna le había mostrado algunas fotos
que guardaba de su amor.
Julie -
Hello Daniel....
Daniela: -
Daniela… -Le replicó – Hello - Sin decir otra palabra más.
La chica
se despidió y con la misma se marcho sin si quiera aceptar la invitación a
pasar, Daniela no pudo contenerse y tras ella salió, dando una excusa a la
madre de Arianna.
Daniela: -
Stop... - Tratando de pasarle para impedirle proseguir su paso.
Julie: -
¿Excuse me?
Daniela: -
¿Están juntas?
Julie que
poco entendía de español, aquellas palabras rápidamente capto...
Julie: -
No, no somos juntas... - Daniela sonrió.
Daniela: -
Estamos...
Julie: -
Eo es ta mos juntas... - Dani suspiró...
Daniela: -
Thank you...
Julie: -
You´re welcome... - Sin entender bien el porque le daba las gracias...
Julie se
animo, entre inglés y español le dijo donde podía encontrarla, sabia que Ari
estaba mal por ella... y si le veía eso sería motivo suficiente para borrar su
tristeza. Le hizo señas que le siguiera, su casa quedaba a una manzana de la de
su amada, se subieron a un auto deportivo muy lujoso, y arrancó... charlaron
poco, el idioma era una barrera para Daniela.
Pasaron
unas dos horas, no sabia exactamente a donde iban, ni porque el camino era tan
largo, Julie le sonreía de vez en vez para calmar sus nervios, cuando de pronto
vio que estaban llegando a una zona de la costa, podía contemplar el mar desde
la carretera, un aviso anunciaba "Welcome Wasaga Beach", suspiro y se
dejo llevar por el azul inmenso del mar...
Arianna
contemplaba el paisaje, sus pensamientos estaban en paz, se había resignado a
la perdida, no tenía más opción, dejaba llenar sus oídos con el dulce sonido
del mar.
El auto se
detuvo repentinamente, ambas se bajaron, Dani miraba a Julie de forma confuse.
Julie: -
Esta... - señalando que caminará hacia un lugar en la playa, estaba alejado de
los demás temporaditas, ella entendió, asintió con la cabeza y le dijo.
Daniela: -
Thank you, very much.. - Julie sonrió...
y esta se encamino hacia el lugar indicado.... paso tras paso, sentía que su
corazón se aceleraba, una sensación de alegría subía por su cuerpo, su
respiración se entre cortaba.. al fin la divisaba, estaba sentada en la arena,
su mirada fijada en el inmenso mar azul, tenia unos jeans, y una camisa color
negro, no tenia zapatos puesto, su cabello estaba alborotado por el fuerte
viento...
Arianna
salió de su abstracción al sentir alguien cerca suyo... alzó la mirada... ahí
estaba... tan hermosa, esos ojos verdes eran casi transparentes, su perfecta
sonrisa dibujada en su rostro, su cabello bailando al compás de la brisa
marina, no podía creer lo que veía.... se frotó los ojos.
Daniela: -
No estas soñando... soy yo.
De golpe
se levantó.... con timidez su mano se acerco a la suya, la puntas de sus dedos
contactaron, era cierto.. Estaba ahí
parada frente a ella...
Arianna: -
¿Sos vos?
Daniela: -
claro que lo soy tontita... - abriendo sus brazos para recibirla, se lanzó
sobre ella, la felicidad se adueño de su ser, l levantó por los aires con una
fuerza descomunal que emergió de ella, la volvió a elevar una y otra vez sin
decir nada, solo risas de alegría se escuchaban... a lo lejos Julie las
divisaba... se colocó sus lentes de sol... se dio media vuelta y se marchó.
Arianna: - ¿Qué hacés acá?... - Le decía entre tanto la besaba en los labios con desesperación...
Daniela: - Huí... vine por vos... - Sujetando su rostro con ambas manos… -Porque vos sos mi felicidad... te amo
Arianna: - Y yo te amo a vos.... - Se besaron en un beso lleno pasión, de alegría... Un beso lleno de amor.
Arianna: - ¿Qué hacés acá?... - Le decía entre tanto la besaba en los labios con desesperación...
Daniela: - Huí... vine por vos... - Sujetando su rostro con ambas manos… -Porque vos sos mi felicidad... te amo
Arianna: - Y yo te amo a vos.... - Se besaron en un beso lleno pasión, de alegría... Un beso lleno de amor.
Daniela: -
Viste que si se uniría en un solo corazón – Sacando de su cuello la otra mitad
de la medalla que debía tener Arianna… ésta sonrió mirándola…
Arianna: -
¿Tenés un traje de buzo?
Daniela: -
¿Traje de buzo? ¿Y eso para qué?
Arianna: -
Creo que tengo que buscar algo en el fondo del mar – Volvió a sonreír…Dani
había entendido lo que le paso a su otra mitad… por segundos frunció el seño...
y luego la tomo de la mano, juntas caminaron hasta la orilla… miró la medalla
nuevamente…
Daniela: -
Es hora que le haga compañía para siempre…. Lanzando la medalla al mar y
quedándose abrazadas contemplando el paisaje y disfrutando al fin de su
felicidad.
Aunque la felicidad no duré para siempre pues este término aplica solo a la inmortalidad, al menos ellas lucharon y consiguieron estar juntas por encima de la adversidad, ya han pasado dos años desde esa hermosa unión, Fernando nunca le perdono, Ernesto quién ocultaba más de lo que mostraba termino pagando una condena por negocios ilícitos e infeliz por no haber logrado su meta, Franco durante meses fue castigado por la indiferencias de sus padres y hermanos, pero su regocijo era la felicidad que su hermana adorada había alcanzado. Daniela no regreso a su tierra, encontró empleo en otra empresa ubicada en la misma ciudad y se apunto a un curso del idioma, poco sabia de su familia, solamente se comunicaba con sus padres y su hermano Franco... Arianna le reveló su verdadera orientación a su madre, quién se lo tomo con una naturalidad impresionante, con eso ganó otra hija, a Daniela. Rubén desde lejos siempre estaba pendiente de su casi hija mayor. Julie ganó desde aquel día dos grandes amigas... y Arianna descubrió que a veces los sueños imposibles... si se hacen realidad y jamás hay que dejar de luchar.
Aunque la felicidad no duré para siempre pues este término aplica solo a la inmortalidad, al menos ellas lucharon y consiguieron estar juntas por encima de la adversidad, ya han pasado dos años desde esa hermosa unión, Fernando nunca le perdono, Ernesto quién ocultaba más de lo que mostraba termino pagando una condena por negocios ilícitos e infeliz por no haber logrado su meta, Franco durante meses fue castigado por la indiferencias de sus padres y hermanos, pero su regocijo era la felicidad que su hermana adorada había alcanzado. Daniela no regreso a su tierra, encontró empleo en otra empresa ubicada en la misma ciudad y se apunto a un curso del idioma, poco sabia de su familia, solamente se comunicaba con sus padres y su hermano Franco... Arianna le reveló su verdadera orientación a su madre, quién se lo tomo con una naturalidad impresionante, con eso ganó otra hija, a Daniela. Rubén desde lejos siempre estaba pendiente de su casi hija mayor. Julie ganó desde aquel día dos grandes amigas... y Arianna descubrió que a veces los sueños imposibles... si se hacen realidad y jamás hay que dejar de luchar.
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Excelente historia:::
ResponderEliminarporfa pasame esta historia por mail, la quiero tener en mi compu
ResponderEliminarQue hermosa historia de amor, me hizo llorar y al final suspirar de alegría..Los finales felices si existen al menos en las historias como ésta.. por lo que aún queda la esperanza de algún día poder lograrlo con mi amor verdadero.
ResponderEliminarYudi
Esta es una historia muy hermosa....tan bella como la que la escribio.......con mucho sentimiento....espero conocerte....aun te espero.
ResponderEliminarWauuuuuuuu hermosa historiaaa me encanto aunq me hizo sufrir felicidades besotes ARGENTINA
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