La Dulce Sophie - Marla

Sylvia comparte piso con Daniela su amiga de la infancia desde hace cinco años, Sylvia cansada de tener que dar explicaciones a sus padres y Daniela porque necesitaba intimidad.  Sylvia estaba a punto de terminar la carrera y ya llevaba un par de años trabajando para un bufete de abogados y disponía de ciertos ahorros que le permitían dar el paso, pero no quería vivir sola y sólo pensó en una persona…su mejor amiga Daniela, quien trabajaba como traductora para una empresa de exportación e importación y gracias a su dominio de varios idiomas tenía su puesto más que asegurado y disponía de una solvencia económica bastante buena.

Sylvia conoció en la universidad a Sophie, ambas tenían objetivos similares y enseguida comenzaron una buena amistad. Sophie era hija del accionista mayoritario del bufete donde las dos trabajaban; gracias a ella Sylvia comenzó como becaria y desde hacía dos años el padre de Sophie le dijo que  ella y su hija hacían un buen equipo y en cuanto terminasen sus estudios formarían parte de la plantilla oficialmente.

Sophie vivía sola desde que empezó la universidad y Sylvia se había refugiado miles de veces en su casa y alguna vez se le pasó por la cabeza pedirle vivir con ella, pero creyó que sería abusar de su confianza, además llegaba a quedarse en su casa dos y tres semanas. Sophie la trataba como a una hermana y siempre le decía: -Lo que es mío, es tuyo, coge lo que necesitas y ya…-

Con el paso de los meses, Sylvia decidió que Daniela y Sophie debían conocerse, puesto que las dos eran muy importantes en su vida, así que un día organizó una cena en el piso de Sophie. Daniela estaba inquieta por conocer a esa chica de la que tanto hablaba su mejor amiga; y allí estaban llegando a casa de Sophie…Sylvia tenía llave, pero Daniela le preguntó si no iba a llamar a la puerta antes y Sylvia se echó a reír: -¡No! Para nada ¿por qué? Tenemos mucha confianza-.

Habían quedado a las nueve y media pero Sylvia quiso ir antes para ayudarla. Cuando abrió la puerta se llevaron una gran sorpresa, Sophie estaba medio desnuda sobre un chico…Daniela soltó un ¡Joder! Que hizo que Sophie mirase hacia la puerta, Sylvia empezó a disculparse una y otra vez mientras salían de la casa. Enseguida Sophie con lo primero que pilló para taparse salió al descansillo y antes de que se cerrase la puerta del ascensor las detuvo: -¡Hey! Sylvia ya que estáis aquí no os vayáis, además él ya se iba…- Y acto seguido el chico entró en el ascensor mientras Sylvia y Daniela salían y Sophie se despidió de él con un beso rápido en los labios y diciéndole que le llamaría para el fin de semana.

Daniela le cuchicheaba cosas a Sylvia y una de ellas fue: -No me habías dicho que Sophie estaba tan buena tía- y Sylvia se echó a reír.

Entraron al salón, Sophie se disculpó y ya que Sylvia no las presentaba ella misma lo hizo:          -Bueno, tú debes de ser Daniela ¿no? Yo soy Sophie (y extendió su mano) Te daría dos besos pero después de lo que has visto no creo que te hiciera mucha gracia. Encantada. Sylvia voy a darme una ducha y en seguida estoy con vosotras-.

Sylvia cogió un par de cervezas de la nevera y le ofreció una a Daniela:

-Sylvia: Creo que te la mereces…ja,ja,ja…

-Daniela: ¿Sophie siempre es así? ¿Era su novio? No me habías dicho nada…

-Sylvia: No, no, no tiene novio y no, no siempre es así, es la primera vez que la encuentro en ésta situación.

Daniela le preguntó a Sylvia si podía ir al baño y ésta le indicó cómo llegar:

-Sylvia: La última puerta del pasillo a la izquierda es mi habitación, hay un baño dentro; es que a Sophie le gusta ducharse en el de fuera.

-Daniela: ¿Y ella no tiene cuarto de baño en su habitación y tú sí?

-Sylvia: Claro que tiene, pero es una bañera de esas de hidromasaje, para relajarse y para una ducha rápida, pues como que no…

-Daniela: Vaya tela con Sophie, qué bien vive oye…

Daniela empezó a andar y no puedo evitar mirar hacia la puerta del baño que estaba abierta y se deleitó con unas vistas maravillosas para ella…Sophie estaba en ropa interior, con la piel aún humedecida y el pelo algo alborotado. Sophie la miró y sonrió:

-Sophie: ¿Quieres entrar? Yo ya he terminado…a ver…te quito esto de aquí… ¡Listo! Todo tuyo…

-Daniela: Gracias

Sophie antes de salir del baño le dio dos besos.

-Sophie: Ahora sí te puedo besar, estoy bien limpia te lo aseguro…ja,ja,ja…ya estamos presentadas oficialmente.

En ese momento Daniela deseó comérsela a besos y acariciarla de arriba abajo. Estaba embobada, su corazón latía a mil por hora, se sentía sumamente atraída por ella.

Sylvia al ver que Sophie salía la acompañó a su habitación para hablar mientras se vestía…

-Sylvia: No sabes cuánto lo siento…

-Sophie: No pasa nada.

Al fin salieron a encontrarse con Daniela, que las estaba esperando en el salón. Prepararon la cena y pasaron una velada estupenda. Sylvia se alegró al ver que se estaban llevando genial.

Desde aquel día Dani no dejó de pensar en ella y con el tiempo de dio cuenta de que se había enamorado de Sophie, pero nunca se lo diría a Sylvia.

Su atracción por Sophie fue creciendo con el paso de los años y más desde que compartía piso con Sylvia, pues era raro la semana que no andaba por allí Sophie. La amistad se hizo mayor entre las tres, compartían cenas, salidas, viajes, veladas con amigos en casa…Sophie ya sabía por Sylvia que a Daniela le gustaban las mujeres y alguna vez que otra proponía ir a algún lugar de ambiente para que Dani lo pasara bien; pero ella solo pensaba en pasarlo bien con Sophie.

Sylvia cuando estaba a solas con Daniela en casa le preguntaba que si no tenía alguna novia por ahí, ya que en los últimos años no había mantenido ninguna relación estable, pero ésta siempre le decía que todavía no había encontrado a su mujer perfecta…mentía…pues su mujer perfecta era Sophie, pero sabía que nunca sería para ella.

Sylvia llevaba saliendo casi un año con un chico y parecía que iban en serio, lo cual, beneficiaba a Dani, ya que pasaba más tiempo con Sophie. Sophie después de tres años saliendo con el chico “que la pillaron”, lo dejó con él, decía que no le complementaba y todo se había vuelto muy aburrido. Y ahora no quería estar con nadie, sólo quería estar con sus amigas y pasarlo bien.

Algunas noches cuando Sylvia aparecía con Héctor, Sophie le decía a Daniela que se fuera  a dormir a su casa. Al principio Dani ocupaba la cama que en su momento fue de Sylvia, pero una noche acabaron durmiendo juntas. Estaban cansadas, se pusieron a ver una película en la habitación de Sophie y se durmieron; y desde  ese día aunque Daniela  siempre se iba a su cuarto, Sophie le pedía que durmiese con ella. Nunca pasó nada, pero Dani lo deseaba cada noche que se metía con ella en la cama. Ya estaba oficial e irremediablemente enamorada de Sophie hasta lo más profundó de su ser.

Se acercaba la noche de “las chicas”, una o dos veces al mes, sólo salían ellas tres; que sí un cine, una cena, unas copas…Ese día Sylvia estaba muy cansada y después de un esfuerzo por ir a tomar una copa y bailar un rato, les dijo a las chicas que se iba a casa, que se quedarán ellas, pero como buenas amigas se marcharon a casa también. Sylvia les dio las buenas noches y se fue a dormir.

-Daniela: ¿Nos tomamos la última en la terraza?

Estaban en primavera y aunque el edificio donde vivían era un poco viejo, si algo bueno tenía, era su ático y su maravillosa terracita y con la temperatura que hacía se estaba de lujo allí fuera por esas fechas.

Sophie puso música mientras Dani sacaba una botella de cava ya que  no encontró otra cosa fría en la nevera. Cuando se acercó a Sophie la contempló como bailaba sola. Salió a la terraza y se sentó dejando las copas sobre la mesa, pero sin dejar de observar como el cuerpo de Sophie se contoneaba al ritmo de la música. Sophie le hizo un gesto para que fuera con ella, al principio se resistió, pero lo estaba deseando…y sucumbió ante sus encantos.

Sophie la miraba sonriente, la tomó por las manos y comenzó a enredarla entre sus brazos. Daniela simplemente se dejaba llevar, cada vez que Sophie la acercaba hacia ella para luego soltarla…Dani podía sentir sus firmes pechos en su espalda o cuando la ponía de espaldas a ella y se movía rozando su cuerpo al ritmo de la música…sentía cada roce de su piel como una pequeña recompensa…cuando la canción estaba llegando a su fin, Sophie la giró hacia ella, la abrazó como en otras ocasiones, pero ésta vez Sophie puso una de sus manos en su cintura y la otra a mitad de su espalda presionándola contra ella, como si esperara que Daniela hiciera o dijera algo…Daniela no se pudo resistir…la inclinó un poco hacía atrás y comenzó a besarle el cuello y siguió hasta su escote, Sophie no se apartó en ningún momento, exhaló en varios suspiros el placer que los besos de Dani le producían…puso sus manos en las mejillas de ella y la besó con toda la dulzura y sensualidad que irradiaba todo su ser y que tanto cautivaban a Daniela…

Daniela la tomó por la mano y la llevó hasta su cuarto, cerró la puerta por si Sylvia las alcanzaba a ver, abrazó a Sophie por la espalda…la empezó a besar en el cuello mientras lentamente acariciaba su abdomen, Sophie se volvió hacía ella y se desnudó frente a la atónita mirada de Dani quien también mostró  su cuerpo desnudo a Sophie. Se tumbaron el cama, se besaron, se acariciaron…Dani estaba en una nube, no parecía real, lo estaba viviendo, pero no lo podía terminar de creer…la mujer que tanto amaba y deseaba se estaba entregando a ella…se fundieron la una en la otra, quedando tendidas, rozando sus cuerpos y estrechando sus manos…

Sylvia se despertó, salió al comedor para ver si Sophie dormía en el sofá, pero no la encontró, lo que sí observó fue la botella abierta y casi llena de cava en la cocina, la puerta de la terraza entreabierta, las copas de cava sin tocar en la mesa y el equipo de música conectado con el volumen bastante bajo. Sylvia pensó que las dos estarían durmiendo en la habitación de Daniela y se dispuso a comprobarlo…abrió sigilosamente la puerta…sus ojos se abrieron como platos ante aquella escena, sus dos mejores amigas estaban desnudas, enredadas la una en la otra…esbozó una sonrisa y cerró silenciosamente, pensó en despertarlas, pero prefirió esperar a que ellas mismas le contasen lo sucedido.

Sophie se despertó primero y al voltear la mirada y ver quien había a su lado, sonrió, acarició el hombro destapado de Dani, se incorporó y la besó.

-Sophie: Buenos días mi amor (Le susurró dulcemente…)

A Daniela nunca le habían gustado esas típicas palabras de mi amor, cariño…pero en la boca de Sophie resultaban tan dulces y sinceras que le supieron a gloria.

Sin llegar Dani a mediar palabra y mientras se acomodaban, Sophie empezó a hablar…

-Sophie: ¡Te quiero! (Fue lo primero que dijo…y puso su mano en los labios de Dani para que la dejará continuar…) Hace meses que empecé a sentirme atraída por ti, luego te deseaba y por último me enamoré…no sabía qué hacer…nunca antes me había fijado en una mujer como en ti, es raro sabes…pero anoche me dejé llevar y entenderé que para ti esto solo haya sido eso…una noche más…

En ese momento mientras Sophie terminaba de pronunciar esas palabras, Dani se incorporó sentándose frente a ella y mirándola fijamente le habló:

-Daniela: Me gustaste desde el día que te conocí…no eres una más…no es una noche más…ha sido la noche que llevo esperando hace años, desde que supe que me había enamorado de ti…

Sophie la escuchaba en silencio, la besó y se abrazaron.

-Sophie: ¡¿Vamos a desayunar o qué!?...por cierto…

-Daniela: Por cierto…¿Qué?

-Sophie: Tú se lo dices a Sylvia ja,ja,ja…

-Daniela: Muy bien yo se lo digo, pero tú estarás a mi lado.

Se levantaron de la cama, fueron al baño para lavarse la cara y al mirarse en el espejo ambas descubrieron en sus cuerpos marcas que revelaban lo que había pasado esa noche y se echaron a reír. Salieron al pasillo…Sophie caminaba detrás de Daniela abrazándola, pero a la vez escondiéndose…Sylvia las oyó y les dio los buenos día con un tono un poco de cachondeo.

-Sylvia: Buenos…días…chicas…¿Han dormido bien las princesas de la casa?

Sophie y Dani se miraron, se acercaron a Sylvia y la besaron a la vez, cada una en una mejilla. Sophie pellizco a Dani para que le dijera a Sylvia lo que pasaba…y ésta tras un carraspeó se sentó frente a ella, mientras Sophie servía un par de cafés…

-Daniela: Sylvia…hay algo que debes saber…

-Sylvia: ¿Sí?…dime…¿el qué?

-Daniela: ¡Sophie! Podrías ayudar…

-Sylvia: ¿Ayudar a qué?...a decirme que habéis pasado la noche juntas y no precisamente como dos buenas amigas…ja,ja,ja…

Daniela y Sophie se sonrojaron por un momento…

-Sylvia: Daniela…llevas años enamorada de Sophie, o qué te crees que no me di cuenta como la mirabas desde que la conociste…y Sophie…déjame decirte que no me extraña que hayas caído en sus brazos…si no fuese por Héctor, creo que hasta yo hubiese sucumbido a este encanto de mujer…

Sylvia se levantó y reclamó un abrazo de las dos…

-Sylvia: Las quiero igual par de tortolitas…disfruten y sobre todo…sean felices…

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