Capítulo 7
Reginne en sus pensamientos volvía
al momento que Ryot le contaba de su ataque, a pesar de haber tenido una cena
romántica, se entristeció porque siempre le perseguía ya sea la guerra o la
muerte.
Aunque
se alegraba de estar cerca del cuerpo de la mujer que le inspiraba ternura, no
podía dormirse pensando en que Ryot estuvo bajo ataque cuando se dirigía a vera Madre,
cosa que no logro hacerlo al regresar castillo inmediatamente unos días después
del rapto de Leonora.
Una
sonrisa se dibujaba en sus labios, si alguien de su tropa la viera seguramente
las burlas nunca se acabarían, pero ver a Maía dormir, sus parpados revoloteando y
sus pequeños ronquidos. Este era un lugar que querría estar siempre,
sosteniendo con sus brazos a la mujer que tanto deseaba, no era difícil ser
feliz en su compañía.
Ahora
sabía que no disponía de tiempo para compartir con Maía, empezaría las
averiguaciones antes de que llegara a casa de Madre, mañana mismo tendría que
llamar a sus antiguas amistades para que le ayudaran a escudriñar los pueblos
vecinos,“no hay tiempo”, Leonora estaba bajo peligro, su niña que tanto había
cuidado y querido, lo alegre que era cuando jugaban, le enseñaba a cazar y jugaban
con espadas de maderos a que rescataban damiselas en apuros.
Se entristecía recordando lo mucho que Ryot a pesar de querer a su hija,tenía que
apartarse de ella para que no fuera perseguida y tuviera una vida rodeada de
tantas especulaciones.
Desde
su regreso al castillo, no vio ningún indicio de que la quisiera lejos como
tanto lo mandaba antes, tal vez tenía suerte y no le volvería a pedir que
regresara a las batallas, esperaba dejar atrás lo que no la hacía feliz como
dijo en la cena y empezar a pensar en el mañana.
Ahora
en la oscuridad, se dijo que trataría de recompensar a Leonora y su familia
después de tanto tiempo lejos había regresado y sin querer compartir tiempo con
ellas, lo cierto era que, si no fuera porque Leonora se acercaba, no la habría
visto.
Tampoco
había regresado a su casa en el bosque, ciertamente no había pensado hasta
ahora en regresar, pero ahora con Maía a su lado, tal vez irían un par de días
para que la conociera, la llevaría al bosque donde tanto le gustaba pasar y con
suerte estaría como ella recordaba.La casa no era tan grande como la de Madre, pero
era acogedor sobre todo en los inviernos, ahí llevaba a Leonora para ir al lago
cuando estaba congelado y jugar como lo hacía cuando niña con Ryot, tal vez quisiera incluso
ella acompañarla, “pronto regresaras querida Leo”.
Lo
único que le pesaba es que hace tres inviernos no tuvo la oportunidad de
despedirse de Madre y las demás, tampoco le deseo lo mejor en la relación que había
empezado Ryot, ella sabía que no debía interponerse ante su Reina, como también
sabía que fue lo mejor que había hecho fue salir a la batalla sin haberse
despedido.
-Dime que piensas.
-Estoy nerviosa, Madre puede
estar enojada conmigo, no pude proteger a Leonora.
-Reginne, apenas te conozco,
pero sé que es cierto cuando te digo que nadie en este reino pensará otra cosa
de ti, que no sea leal y protectora. Si la princesa Leonora fue capturada no
fue porque no trataras de protegerla, deja de castigarte.
-Estuve tres inviernos fuera y
ahora creo que todo está revuelto, Madre seguro esta defraudada de mí.
- Me gustará mucho conocer a tu
Madre, ha criado a la mujer más hermosa, cariñosa y justa que he conocido.
-Sabes que, si se lo dices
frente a Ryot, ella se lo creerá.
-Reggie! hablo de ti tonta,
deja de pensar que no te veo así.
Reía por como fácilmente podía
bromear con ella, a veces ingenua y otras no.-Lo sé…Maía, mañana tendré que
irme todo el día, tengo cosas que arreglar antes de irnos.
-Entiendo, vendrás a cenar.
-No lo sé, pero vendré a
dormir contigo en nuestra cama.
-Entonces desayunaremos
juntas, para desearte un buen día.
Eso
era todo lo que necesito para calmar sus frustraciones, con una sonrisa tonta
en sus labios, beso por última vez a su acompañante sintiendo como se adormecía
con el timbal del corazón que querría para siempre escuchar.
-----
Justo después de desayunar y
despedirse de besos, Reginne se dirigió hacia el salón que estarían convocados
varios de sus súbditos, los que estaban aún en el castillo,hizo audiencia
privada con cada uno por separado para averiguar acerca de los diferentes pueblos,
sobre todo.
Un soldado anuncio.
-Princesa, afuera se encuentra la princesa Casandra desea verla.
-Hazla pasar.
Porque
Casandra se encontraba en el castillo, desde hace cuánto, según hacia memoria
aun debía encontrarse en uno de los pueblos según escucho a Madre Cassiopeia.
Como
siempre Casandra se pavoneaba frente a ella con sus atuendos y sus joyas, era
buena en batalla, pero era arrogante siempre lo fue, a pesar de quererla,no le
gustaba como trataba a sus pequeñas, las menospreciaba por no ser hijas directas
de Ryot. La primera que hablo fue Casandra.
-Reginne,
es bueno volver a verte, no me dijiste que estabas de regreso hubiera hecho celebración
por tu regreso.
-Hace
apenas unos días, no sabía que te alojabas en el castillo tampoco. Devolvió el
beso en la mejía y se alejó sentándose en su sillón, le molestaba que siempre
buscara como acercarse más de lo apropiado.
-No
lo hago, estaba visitando a unas amistades cuando me llego noticias que estabas
aquí y viene a verte.
-Tienes
buenos informantes. Sonrió a ella.
-Siempre,
deberías de saberlo. Como esta Madre y Ryot.
-Bien,
gracias por preguntar. Dime que hay de nuevo, tus informantes te han dicho de
los acontecimientos de los últimos días, me ayudaría saberlo. No tenía tiempo
que perder, menos con ella.
-Ellos
me han dicho que los pueblos cercanos están siendo acechados y que soldados
están concentrándose al Oeste y parte del sur, parece ser que se unen contra
este Reino.
-Eso
siempre pasara, este Reino es muy productivo y eso hace que sea envidiado por
muchos. Dijo tratando de controlar su enojo.
-Así
es, como las mujeres que lo gobiernan... Te ves mucho mejor que la última vez
que te vi, me gusta tu nueva tu. La miro con ojos suplicantes. -Sabes que me
gustaría…
-Casandra
te quiero y me alegra verte. Sin darle tiempo a que respondiera añadió. -Alguna
cosa más que pudieras decirme.
-Siempre igual querida
Reginne, la quise como una hermana al igual que a ti, pero siempre me alejas. (Silencio)
Vio como camino hacia la ventana, hablo distante sin siquiera verle la cara. -
Indagan por ti, si vives, donde te encuentras y si estas distante de la Reina, sobre
todo en las tabernas, sería un buen lugar para comenzar, solo eso por el
momento.
Reginne
se levantó, dando por terminado la audición llamo a que pasara el siguiente, se
volvió a Casandra. -Te agradezco lo dicho, ahora requiero atender asuntos.
-Reginne, si necesitas de mí
solo búscame. Se acerco para darle un beso, pero Reginne avanzo para tomar una
copa de vino, la miro a los ojos para responder.
-Así lo haré, gracias por tu
ayuda.Quedo viéndola salir, sin duda iba enojada por no prestarle más atención.
Miro por la ventana viendo el azul inmenso y se llenó de paz, recordando los
besos cálidos que tuvo antes, eso sí que valía prestar atención.
El
soldado anuncio a la siguiente persona y ella suspiro tratando de poner su
mente en los asuntos que requería terminar, si se apuraba con suerte cenaría
con Maía.
Después
de terminar cada uno de las audiencias, se alegraba que los gobernantes parecían
aún eran fieles, por lo que sus informantes le dijeron, solo con uno de los
pueblos más lejanos porque lo que dijo su guardia sintió que no lo era.
No
había tiempo de hablar con Ryot, para decir de su salida, era casi fin del atardecer,
además pensó “mejor que descanse” la había visto decaída y con ojeras.Lo más
importante que había podido averiguar fue con la visita de Casandra, paso un
rato pensando quien era persona de confianza ahora ya que había estado tanto
tiempo fuera, tendría que preguntar a Madre Cassiopeia al respecto.
-----
Louren entro
al salón sin anunciarse, sonrió y corrió hacia Reggine, la retuvo en un abrazo
casi tan doloroso que creyó que tenía unas costillas rotas, la levanto sin
dudarlo y sin quejarse del peso.-Reggie, me alegra tanto verte, porque no sabía,
cuando llegaste, como estas.
-Louren, pequeña, espera mis
costillas.
Ante esas
palabras la puso de nuevo al piso, sin separarse del abrazo, le beso, contenta
de tenerla ahí de pie luego de haber pasado tanto tiempo sin verse.
-Hey! espera, Rowen me va a
matar si mira cómo me agarras y besas.
-Vamos, que eres la otra mujer
que más quiero, aunque no se lo digas a Ry.
Ambas
rieron y siguieron cerca, aunque ahora solo agarradas de las manos, Louren
estaba más radiante “dejo la niñez”, su cara y cuerpo había cambiado, pero se
alegraba que su carisma no.
-Oh! No lo diré, siempre que
no me des motivo, me alegra tanto verte, sigues enojada porque no te permití ir
conmigo.
-Que bien que me lo
recuerdas. Antes de terminar de hablar, Reggie sintió un golpe debajo de las
costillas derecha.
-Si vuelve a tratar de alejarte,
te mato.
-Ya! Calma, no lo haré, se lo
jure a Cassie. Por un demonio como has llegado a ser tan fuerte.
-Entrenamiento, Ry me ha
hecho trabajar mucho, es peor que tú.
Aún
tirada en el suelo abrazada gritando de dolor, Louren siguió hablando.-Ahora
dime porque las audiencias y que estas planeando, como bien te conozco, dejaras
a Ry fuera de esto y quedo yo, así que habla o te lo saco a golpes.
-Qué el infierno se congele,
creo que orinaré sangre, eres tan bruta conmigo como bien recuerdo, llévame al
sillón.
Ante
las risas y dolores, paso a contar las audiencias de sus conocidos de los
pueblos cercanos, llegando al pueblo que creía debería poner Louren atención, luego
le contó sobre la reunión con Casandra.
-Déjame y voy con Ry a
decirle que saldré para asegurarme de ciertas cosas que dispuso para el viaje e
iremos. Casandra, ella siempre nos trató duramente a Rowen y a mí, aunque
contigo siempre quiso a mi parecer ser cercana a ti.
-Lo sé, a esta fecha ya deben
todos en el castillo saber que estoy aquí. Era mejor cambiar de temas, sobre
todo de ese tipopenso.
-Se habla que podrías estar
cerca, pero aún no en el castillo.
-Bien, haz que surja el rumor
que Ry y yo estamos disgustada y que no la veo como reina digna para regir.
-Reggie por qué. Urgió Louren.
-Tranquila, es mejor saber
quién es la cabeza detrás de todo, veremos que hacen los otros al saber. Ahora,
te esperaré para que me acompañes, pero permanecerás cerca de mí, no podemos confiarnos
en nadie más.
-Si Madre, vuelvo pronto.
Louren
salió y Reginne se quedó petrificada con la palabra cariñosa que uso Louren,
nunca la había llamado así, estaba segura que no se dio cuenta tampoco, fue
dicho con tanto cariño, que le dolió el pecho, sintiéndose orgullosa de serlo.
La Teta Feliz Historias y Relatos ® Jupiter Asterix - Derechos Reservados
©
Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser
reproducida, ni en todo ni en parte, registrada o transmitida por un
sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún
medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico,
por fotocopia o cualquier otro, sin el permiso previo, por escrito, del
autor.
Me encanta esta historia. Gracias por actualizar cada día saludos
ResponderEliminar