Capítulo 8
Después de despedirnos con
los besos más deliciosos, mi corazón estaba en llamas me gustaría pasar la vida
con esa mujer tan hermosa, sentada aun en la mesa, recordaba los besos que eran
y seríande los únicos labios que querría probar.
-Maía, atiéndeme, estoy
hablándote.
-Disculpa Dianna, estaba
pensando.
-Mmmm. sonrió alegre.
- ¿Qué?
-Vamos Ryot quiere vernos,
quiere que sepamos el recorrido que haremos por si tenemos complicaciones saber
a donde acudir y en quien confiar.
-Espera terminaré de calzarme.
Suspiro “ahora es momento”.
-Dianna, tengo tantas
preguntas podrías hablar conmigo luego.
-Por supuesto, sabes que en
todo lo que pueda ayudarte, lo haré.
-Bien, vamos.
-Ryot podemos pasar. Apenas
termine de hablar, aunque fue tan rápido, vi a Dianna que no apartaba la vista
ante la mujer hermosa. No quería interrumpir, era tan bonito verla así, volvió
su cara ante Ryot queriendo verla como lo hacía Ann. Notaba que sus cabellos caían
en sus hombros con tanta delicadeza que parecía un ser celestial, sus brazos
eran tan fuertes y sus manos sostenían un mapa, Ry volvió su mirada a Dianna
con un brillo en los ojos “amor” que hizo sonreír a Dianna devolviéndole la
sonrisa.
-Claro, pequeña me alegra
verte de nuevo. Estaba revisando el mapa mientras las esperaba. Ryot se acercó
dando beso a cada una, luego tendió el mapa en la mesa para verlo mejor. - Mira
aquí, este es el bosque donde nos conocimos.
-Es enorme, no sé cómo dimos
contigo tan rápido. Dianna le devolvió el beso mientras agarraba una mano,
necesitaba de su calor y sentirla cerca.
-El destino querida. Le dio
un beso en la mejía, tan embelesadas que se encontraban que no reparaban en nadie
más. -Toda mi vida soñé con algo tan único, así como la forma que me enamoraste.
-Ahora que hago memoria, lo
hice como se enamora a un potro. Se reía haciendo gesto de la mano mientras le
daba una nalgada más como caricia.
Ryot se acercó tanto que
suspiro cerca de su oído. -Un potro mientras espero quieras conocer el semental
que puedo ser. La beso en la mejía mientras sostenía la mirada
-Saben que me encuentro en la
habitación, verdad.
Ambas
sonreian escuchándola como pedía atención, volvieron a verla y la acercaron en
un abrazo, ambas le dieron un beso tierno en la mejía.-Se que estas aquí y ahora
a estudiar, quiero que sepan todo lo necesario. Dijo Ryot.
Después
de que Ryot se asegurará de que manejábamos el recorrido y todos los pueblos,
así como las personas que podrían refugiarnos, tocaron a la puerta para
disponernos a comer.Tan rápidamente había pasado, el cansancio de haber
estudiado tantos caminos y personas, era cada vez más. Sin embargo,ninguna se
movió.
-Ry, este sendero a donde lleva,
creo que puede haber problemas ahí.
-Ann mira, este sendero,así como
estos tres están siendo revisados en este momento, ahora este de aquí, es el
que voy a mandar a revisar dentro de un momento.
-Ry, por favor, paremos, mi
cabeza está a punto de reventar. Dijo Maía.
Aunque
escucharon las quejas, seguían estudiando el mapa, lo decía todo, ellas se
completaban la una a la otra. Inmóvil Maía miraba mientras continuaban revisando
cada parte del Reino, apenas retenía los pueblos más importantes, sin embargo,Dianna
estaba tan concentrada que volvió a quejarse.
-Por Favor, un descanso. Si
ya revisamos lo más importante por favor dejemos ese mapa y comamos.Aún falta
que organicemos el viaje.
-Ryot por favor perdona a Maía,
aún no se incluye en estos temas, pero rectificaré a lo inmediato. Volvio a
verla con al cara que bien la conocía “enfado”, irritación y más que eso la había
defraudado.
-Ann, no la trates como
soldado, madre siempre nos enseñaba el mapa por partes, es mucho territorio. Le
tomo la mano dándole un beso.
-Si Ann es mucho, crees que ya
puedo comer. Dijo Maía levantándose de la mesa tomando la mano de Ry en suplica.
-Si, Ann tenemos hambre, con
Madre podremos revisar mejor el mapa.
-Creo que he perdido contra
ustedes, vamos entonces.
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Luego de comer y descansar Dianna
y Maía, se dispusieron a recorrer el jardín, ya que la Reina se había
disculpado por tener aun reuniones inconclusas.
Abrieron
el portón del jardín, Maía estaba maravillada de los diferentes colores y
figuras que tenía el jardín, había muchas plantas verdes cortadas en figuras.
Agarro
la mano de Dianna y empezó a correr sin rumbo de un lado a otro, sintiendo los
olores de todas esas plantas, las combinaciones eran únicas, le recordó su niñez
cuando compartían los días entre el bosque, aunque el clima cambiaría pronto y
se perderían, sin duda volverían a salir.-Dianna, este jardín es precioso, mira
ahí me gustan esas flores.
-Maía, es muy bello, pero te
conozco, que pasa.
Jalo
de Maía a unas raíces cerca de un gran roble, la puso con la cabeza en su
regazo abrasándola, la veía llorar, le dolía verla así tan frágil, sabía que
era mucho lo que habían pasado en la última semana, lo había esperado antes
pero no había sucedido, “está haciéndose mayor”.
-Oh, Dianna después de conocer
a Reginne mis sentimientos han cambiado tanto que no sé cómo comportarme…Sabes
bien la educación que hemos tenido y sentir esto va en contra de lo que padre
quiere. No sé qué hacer.
-Bueno, tienes que entender
que la educación es una base para que conozcas lo bueno y malo, tus padres
quieren siempre que seas feliz.
-Pero Ann, sabes bien que mis
padres quieren unificar el reino y aunque quisiera tener tanta fuerza de
voluntad como tú, es difícil para mí. Maía sintió como se enojaba Dianna con lo
dicho, no le gustaba que otras personas le dijeran que hacer, ni que decir, siempre
se lo decía.
-Dime, que sientes por Reginne
y que quieres hacer.
-Ann… ella es todo para mí,
solo necesito estar cerca de ella para sentir como surge en mi un fuego y por
las noches estar tan cerca. Se voltio a ella. -Solo me ha besado, pero quisiera
que pasara…ser amantes.
Dianna
suspiro dándole un beso en la cabeza, ahora si bien revisaba las opciones,
haría feliz a su niña apoyándola y la otra hacer lo que le encomendó su tío
resguardarla hasta contraer matrimonio. Lo mejor que podría hacer es dejar que
decidiera por su vida igualmente la apoyaría en lo que decidiera.
-Oh mi niña, no puedo decidir
por ti, que te parece si hablas con ella y deciden que quieren hacer juntas,
ustedes son las únicas que pueden saber y hablando es la única forma.
-Ann, tengo miedo, si ella no
me quiere, seré tan desdichada.
-Maía, piensa que, si no
hablan, nunca sabrás.
Se
abrazo a Dianna sintiendo el viento que movía en un susurro tranquilizándolas a
ambas.Después de un tiempo Maía se dijo que si no aprovechaba no tendría otra
oportunidad de saber.
-Quieres
a Ryot verdad.
-Sin duda alguna, pero no
creo estar a su altura.
Maía
le acariciaba la mejía, mientras la veía a los ojos con dulzura le susurro: -Ann,
no digas eso, no existe persona que no quisiera estar contigo, eres tan amorosa
y tan leal.
-Gracias, pero creo al igual
que tú, persisten los temores.Después de estar en silencio abrazadas Dianna
dijo. -Vamos adentro creo que pronto anochecerá.
-Gracias,Ann te amo tanto. Le
tomo la cara con ambas manos y la beso. Rara vez lo hacía, pero sentía que era
lo correcto.
-Yo a ti pequeña mía, cuando
te cargué y vi la primera vez supe que eras mi niña amada y que nunca te
dejaría sola.
-Te amo tanto, sin ti no podría
haber sido tan feliz como lo soy.
-Entonces somos afortunadas,
me haces feliz. Susurraba con cariño. -Ahora vamos adentro, tenemos que hacer
todavía.
Corrieron
hasta la entrada tomadas de la mano, riéndose del viento que atentaba con
quitarles los sombreros, al dirigirse donde se encontraban las recamaras de la planta baja pasaron por un salón,se
detuvieron revisándolo seguramente era usado para grandes convocatorias de
bailes.
A
Dianna le gustaba el arreglo que tenía y ambas discutían las cosas que cambiarían
para mejorarlo, luego al pasar por uno pequeño vieron a la Reina que estaba al
fondo cerca de la ventana, pasaron rápido sin ser vistas para no molestar,
luego casi al final en otro salón pequeño, la puerta semi abierta escucharon
hablar a Reginne.
Maía
apresuro el paso decidida a ver de lejos a su amada y sintiéndose más fuerte y
segura de sus sentimientos. Al llegar a la puerta puso su mano temblorosa en su
boca, callo el gemido de dolor, las lágrimas salian y ella no sabía qué hacer.
Dianna
se puso a su lado viendo cómo se ponía cada vez más blanca, que era, volvió a
ver y también se quedó quieta, que debería hacer ciertamente patearle el culo,
por haber jugado con su niña, pero debía pensar en el honor primero, se apresuró
a llevarla al cuarto sin llamar la atención susurrándole que mantuviera la postura,
ya que podrían verla y evidenciar lo débil que era en el momento.
Al
terminar de llegar a su aposento, cerro la puerta se apresuró a cargarla y
llevarla hasta la cama, las lágrimas y lamentos corrían sin querer callarlos,
tan solo la sostenía, era parte del crecer se dijo.
-Maía, dime que viste.
-Oh Ann, ellas se besaban y
abrasaban sonriente. Dijo entre gemido y llanto.
-Entiendo, yo solo vi que se
abrasaban, no vi quien era la otra mujer.
- ¡Que importa quién era!, no lo
ves, no tengo que decidirme para nada, ella..., yo, ¡Oh!Ann me siento tan tonta
por creer que podría. No pudo terminar de hablar, sino que siguió gimiendo y
llorando. Lloro tanto tiempo que empezó a doler la cabeza.
-Me
duele la cabeza. Ahora los hipos la acompañaban en cada palabra.
-Bueno,
si ya terminaste de llorar deberíamos platicar que haremos. La mecía entre sus
brazos sin soltarla.
-No
sé de qué hablas,está clarísimo. Hipo nuevamente.
-Yo
no tengo claro nada, tu solo viste un momento de toda la conversación, yo menos
que eso, además sabes que ella es mayor que tú y seguramente tiene pasado.
-Oh!
y ahora la defiendes, no puedo creerlo. Trato de alejarse, pero solo hizo que
la agarraran con más fuerza.
-Si vuelves a tratar de alejarte de mí,
te daré de nalgadas.
-Lo siento, no lo volveré hacer. Siguió
hablando con Hipo.-Que deberíamos hacer entonces.
-Bueno tu deberías descansar, te
haré un té y luego esperas hablar con ella, si ella te convence que es una confusión
lo que vimos, seguimos con ella mañana, sino tomaremos camino separado.
-Entonces
hablaré con ella…Ann que haré sin ella. Volvía a llorar entre sus brazos.
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Excelente capitulo me encanta gracias saludos
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