Cuando me recupere de shock , salí tras ella pero era tarde,
la vi subir a un taxi y se marcho, regrese al bar, busque a Mick, y le dije
-Contame ya todo lo que sabes-
Mick me miro con pena, como diciendo, justo ella te viene a
interesar- No sé mucho, comenzó a venir hace 1 mes, más o menos, siempre viene
a la misma hora, toma su jugo, escucha un poco de música y se va. Al principio
era muy fría, pero cuando empecé a sacarle de encima a los moscones que se le
acercaban, su actitud fue mucho más amable y comenzamos a charlar, se que se
llama Kate, y que tuvo un accidente, se cayó de un caballo y el animal se le
cayó encima, le destrozo el brazo, ya la sometieron a varias operaciones pero
me dijo que es muy probable que nunca vuelva a recuperar del todo la movilidad
de su mano-
Estaba atónita, yo la había visto varias veces, y solo logre
que me tratara como si no existiera y con Mick había sido agradable, le había
contado cosas de su vida, no sabía mucho jajaja, sabia más que todo lo que
había averiguado yo en meses, ni siquiera sabía su nombre, Kate, si le sentaba
perfecto. Ahora entendía su mirada de
tristeza, si no podía volver a operar, sería como arrancarle una parte de su
vida, quizás la parte más importante, ya
que dedicaba su vida a la medicina, además los cirujanos se creen los dioses de
la medicina, por eso no me extrañaba su actitud soberbia, trate por un momento
de imaginar como estaría sufriendo y supe que tenía que encontrarla, aunque me
expusiera a que me rechazara.
Al otro día fui al hospital,
y le lleve un regalo de parte de mi tía a las enfermeras que la habían
atendido, obvio que mi tía no estaba ni enterada. pregunte por la Dra. Kate Butler, para darle su regalo, y me dijeron lo
que ya sabía, que hacía unos 6 meses
había tenido un accidente etc. etc. etc., la habían operado allí varias
veces, le habían puesto clavos, placas,
no sé cuantas cosas más y ahora estaba
con sesiones de rehabilitación,
iba casi todos los días por la tarde, y al parecer de las enfermeras no lo venia llevando muy bien, estaba más
fría y retraída que nunca, pero me decían que era lógico, era un golpe tremendo
para ella, pero que era muy fuerte y se iba a recuperar, ni una sola mención de
su vida privada, si tenía familia, nada, no pude averiguar nada y eso me
frustro.
Ese mismo día volví a la tarde y me estacione frente al
hospital, después de esperar 1 hora, cuando ya estaba por irme, la vi salir y
tomar un taxi, la seguí, no fue directo a mi bar, obvio después de lo que paso,
imagine que no querría ir nunca más.,
Bajo en un barrio residencial, en una casa muy bonita con
jardín, un Porsche negro se veía en el
garaje, imagine que no podía manejarlo,
me baje del auto y comencé a caminar
hacia ella, no me había visto, la puerta de su casa se abrió y una mujer salió a recibirla, la abrazo y entraron
juntas.
Llorando fui hasta el bar, no podía ser, nunca se me había
ocurrido pensar que podía estar en pareja, que estúpida fui, estaba tan
obsesionada con ella!!! por otro lado me alegra que por lo menos no estuviera
sola, que alguien la acompañara en este momento, pero como desearía ser yo esa
persona.
Fui directo a la oficina, Mick me vio pasar con los ojos
llenos de lagrimas, le hice un gesto
como que no quería hablar y me encerré en la oficina,
Cerca de la hora de cierre, golpearon la puerta de mi
oficina, pensé que sería Mick y lo eche -Vete a casa, no quiero hablar con
nadie- dije fuerte para que me escuchara
La puerta se abrió, molesta por la interrupción me levante y
me dirigí hacia allí, - ya te dije que no tengo .....-
-ya te escuche, pero conmigo si vas a hablar, porque estás
haciendo averiguaciones sobre mí en el hospital?- pregunto dura, Kate entro a mi oficina y cerró la puerta.
Me quede paralizada en mi propia oficina, era tanta la fuerza que irradiaba, no había rastros de
la vulnerabilidad que había visto antes , estaba más flaca, sus facciones eran
más angulosas y se veía más hermosa que nunca, si es que eso era posible.
Vestía unos jeans ajustados, una remera
negra, y tenía el pelo suelto, que la hacía parecer más joven, simple pero
completamente irresistible. su brazo seguía en el cabestrillo y su mano
parcialmente vendada.
-yo...- no me salían las palabras, domínate Erin por Dios que
ya no eres una niña, -yo, eh me preocupe por ti, lo siento si te ofendí de alguna
forma- listo pude articular más de dos
palabras seguidas frente a ella.
Ella siguió mirándome, como esperando que dijera algo mas, su
mirada fue cambiando, ya no era tan dura, -porque te preocupaste por mi? no me
conoces, no sabes nada de mí- me dijo en tono suave, sin rastros de su habitual
indiferencia.
Decidí mentir, que podía decirle, que estaba loca por ella?
-fuiste la persona que le salvo la vida a mi tía, es lógico que este agradecida
y me preocupe por ti-
Su cara se transformo con su habitual mueca de fastidio, -
así que agradecimiento, muy bien, quiero
mi regalo entonces, el que fuiste a llevarme al hospital- note en su voz un
tono de burla, provocándome.
-eh yo no lo tengo aquí, pase por mi casa y me lo olvide
allí-, cada vez me enredaba mas en mi mentira, y en sus ojos verdes que me
miraban divertidos.
-bueno vamos a buscarlo entonces- me propuso. ya no podía
ocultar una semi sonrisa, se estaba divirtiendo conmigo.
-ya es muy tarde- le dije, estoy muy cansada, mañana te lo
alcanzo al hospital o pasa por aquí, además tu pareja debe estar preocupada por
ti, que andes a estas horas sola- no pude evitar ese estúpido comentario pero
los celos me comían las entrañas, yo iba a regresar a mi solitaria cama, y ella
dormiría en los brazos de su novia.
-no te preocupes, estoy acostumbrada a salir a cualquier
hora, las emergencias no ocurren de 9 a 18 hs-me dijo como si fuera una idiota,
por otro lado, soy muy impaciente, no me gusta esperar, así que si no tienes
aquí mi regalo vas a tener que improvisar- me miro sugestivamente, no lo estaba
imaginando, en su mirada había deseo, su
fuego verde me consumía, se acerco
lentamente y con su mano derecha me
acaricio mi mejilla y toco mis labios, sabía perfectamente lo que hacía, sabía que me había transformado en su esclava
y tomo lo que le correspondía.
Cerré los ojos mientras sus labios tocaban suavemente los
míos, una descarga me sacudió, -mírame - me dijo, cuando abrí los ojos, vi que
en los suyos había algo mas, más que deseo y lujuria, pero no pude descifrarlo
y me deje llevar por sus caricias.
Me abrazo y yo le
rodee la cintura, el beso tierno y exploratorio se transformo en algo salvaje,
nuestras lenguas luchaban por saborear la boca de la otra, su mano acariciaba mis pechos, los apretaba suavemente y buscaba abrir mi camisa. La ayude,
ya que con una sola mano se le hacía más difícil y ninguna de las dos
podíamos esperar, yo me sentía completamente mojada y excitada.
Nos desnudamos rápidamente ,
cuando le saque su camiseta, sentí un leve quejido de dolor, mire su brazo lastimado, se veían algunas
cicatrices que asomaban fuera del vendaje,
ella intercepto mi mirada y me dijo-lo siento, si te impresiona, podemos
parar- en su cara se reflejaba todo el dolor que debía estar sufriendo , como
respuesta la bese con ternura y le dije -solamente avísame si te hago daño,
pero no quiero para por nada del mundo- volvía
besarla y su expresión volvió a llenarse de excitación
Nos acostamos en el
sillón de mi oficina, su cuerpo era magnifico, los pechos eran grandes y
llenos, sus pezones era un delicia que inmediatamente me dedique a saborear,
ella gimió, quería hacerla disfrutar a pleno, borrar todo su dolor, con mi mano
baje hacia su clítoris, estaba totalmente depilada, como me gustaba esta mujer
por favor!!! con mis dedos juguetee entre sus labios , ella también estaba
húmeda, despacio la penetre y sentí como empezó a cabalgar sobre mis mano, de a
poco el ritmo comenzó a ser mas frenético, mientras no parábamos de besarnos,
su boca buscaba mis senos y con su mano sana también me penetro, no sabía donde
empezaba su cuerpo y donde el mío, estábamos
tan excitadas que no duramos ni 5 minutos, nos vinimos juntas, nuestros
gemidos se juntaron, no me importaba si
en el bar quedaba alguien y podía escucharnos, ella era mía en este momento, y
no quería dejarla ir nunca.
Quede de espaldas sobre el sillón y ella recostada sobre mi
pecho, inmóvil, yo la acariciaba lentamente, lleve un mecho de su pelo a mi nariz, quería
que su olor se quedara impregnado en mi para siempre.
El silencio se hizo cada vez más pesado, ella no hablaba y la incertidumbre me
invadió, vino a mi mente la imagen de la mujer abrazándola en su casa y decide
romper el hielo - estas bien, te lastime?- ella no levanto su cabeza, ni me
miro, puso su mano sobre mis labios, en clara señal de q no hablara y solo me
dijo, -abrázame por favor- su voz sonó débil, casi quebrada, como si estuviera
conteniéndose para no llorar, me moría de intriga pero no quise presionarla,
así que seguí acariciándola y me dormí,
feliz con ella en mis brazo.
Desperté con un rayo de sol que dio en mis ojos, estaba
amaneciendo, seguía en el sillón, tapada con una manta que había en mi oficina,
Kate no estaba, se había ido en la madrugada, pero su olor seguía en todas
partes, sobre todo en mi cuerpo.
Me levante , me vestí con la ropa del día anterior, y busque
mis cosas para ir a casa, cuando vi una nota encima de mi escritorio. Como ya
sabía tenía una horrible letra de medico pero
así y todo podía leerse claramente -Fue muy lindo, dejémoslo así, no me
busques mas-
Estaba soñando si después de lo que paso no la iba a buscar,
estaba perdidamente enamorada de ella y no me iba a rendir fácilmente.
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La Teta Feliz Historias y Relatos ® Fer Butler - Derechos Reservados
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Pues que Dra. Tan orgullosa. Sólo llegó comió y se fue.
ResponderEliminarUn excelente capítulo.
Ups!
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