CAPÍTULO 17
A la mañana muy temprano salieron
todos de viaje, en el auto de Roberto iban las chicas, y detrás en el coche de
Daniel, Alex con él.
Apenas llegaron, Ana presento a
Daniel con su abuela. Roberto parecía haber planeado todo para esa navidad.
Dijo que Daniel se alojaría en casa de Ana, y que Alex, se quedaría en su casa.
Brenda cayó en la cuenta, que eso
significaba tener que compartir su habitación con Alex… y se puso realmente nerviosa.
Alex: -No quiero molestar, puedo
irme a un hotel – Dijo Alex, dándose cuenta del nerviosismo de Brenda.
Roberto: -Por supuesto que no muchacha,
el cuarto de Brenda tiene dos camas, Así que te quedas aquí – Insistió Roberto.
Brenda no quería contrariar a su
padre, así que le pidió a Alex que la acompañara que le mostraría la casa. Alex
en silencio la siguió.
Al entrar al cuarto de Brenda:
Alex: -Brenda sería mejor que me
fuera a un hotel – le dijo
Brenda: -Ya Alex, mi cama es esta
– sentándose en ella – la tuya es la que siempre usa Ana.
Alex: -Ok – dejo su bolso sobre
la cama.
Brenda le indico donde quedaba el
baño. Y se retiró
Ya en la cocina…
-¡Porque no le muestras la ciudad
a Alex! – le dijo Roberto a Brenda
-Pero hay que preparar todo para
la cena papá – Le contestó su hija
-De eso nos encargamos Amalia y
yo… Vayan a buscar a los tortolitos y den un paseo – Casi ordenando dijo
Roberto.
-¡Papá estás insoportable dando órdenes
– Dijo Brenda mostrándose enojada
-Yo no doy ordenes mi’jita, sólo sugerí
algo… ¿Estás nerviosa? ¿Qué te pasa? – Respondió su padre dándose cuenta del
nerviosismo de su hija.
-Nada, nada… ya vamos… - Dijo
mirando a Alex y saliendo de la cocina – Apúrate Alex
-Acá voy – Dijo Alex siguiéndola
hasta la puerta de calle
Allí Brenda la tomó de la mano y
la saco afuera sin decir nada
-¿A dónde vamos? – Preguntó Alex
-A buscar a Daniel y Ana y a
pasear como ordeno mi padre – y le soltó la mano
Pasearon los cuatro, por casi más
de tres horas por la ciudad. Había mucho movimiento en el centro. Gente que iba
y venía con bolsas llenas de regalos. Y el paseo se torno liviano. Daniel y Ana
a los arrumacos, en cambio, Brenda y Alex trataban de ni mirarse.
Cerca de las seis de la tarde decidieron
volver. Pues había que bañarse y cambiarse para la cena. Y eran muchos y en
cada casa sólo había una baño, lo que sería una odisea lograr bañarse rápido.
En la habitación de Brenda, ella
le pidió que se duchara primero… Así que Alex entró al baño a ducharse.
Mientras en su cuarto Brenda buscaba la ropa que se pondría.
A los 15 minutos Alex salió ya
duchada, y al entrar envuelta en una toalla, se encontró con Brenda que la
miraba. Esta bajo su rostro para ocultar el rubor que se le había subido a las
mejillas.
-Ya te deje el baño libre – Dijo
Alex rompiendo el clima algo tenso que se comenzaba a dar entre ambas.
-Gracias – Dijo Brenda y salió
apresurada del cuarto tratando de no mirar a Alex que intentaba taparse
mientras comenzaba a vestirse.
Cuando regreso a cambiarse, Alex
ya no estaba, se vistió rápido y bajo.
Como a las nueve, los cuatro ya
estaban en la cocina. Amalia apenas los iba viendo llegar les daba una tarea.
Así es que Daniel fue a parar al patio con Roberto para encargarse del asado,
mientras este podía irse a dar una ducha.
Ana tuvo que preparar la ensalada.
A Brenda la mandaron a poner la mesa. Y Alex se encargo de las bebidas.
Amalia no paraba de hablar con
Ana
-Me gusta ese muchacho – decía la
abuela de Ana
-Es divino abue – exclamaba Ana
-Sí, muy educado y muy buen mozo
tu novio
La cena transcurrió muy amena.
Todos estaban felices. Y como es típico en Navidad, Cuando dieron las doce,
brindaron e intercambiaron el saludito de “Feliz navidad” y el beso entre
todos.
Alex se acercó tanto a Brenda que
ésta de lo nerviosa que se puso volcó su copa encima de Alex.
-Perdón, perdón – decía Brenda y
trataba de limpiar la mancha de la camisa con una servilleta
-Yaaa, no es nada, después me la
cambio – y le dio un beso en la comisura de los labios dejándola inmóvil –
Feliz Navidad Brenda.
Cerca de las dos de la mañana,
Amalia se despidió, disculpándose – Ya estoy vieja para trasnochar, así que ya
me voy a dormir – Ana y Daniel la acompañaron a su casa.
Cuando regresaron, la sala estaba
muy callada.
-¡Vamos a bailar chicas! – Dijo
Ana
-Sabes que no me gusta bailar –
le contesté Brenda
-Brenda es Navidad, vamos a
divertirnos
Ella de mala gana acepto. Y los
cuatro salieron en el auto de Daniel rumbo a una Disco.
Ya en el baile, apenas entraron
Ana y Daniel se fueron a la pista a bailar. Alex miró a su alrededor y noto que
había un patio interno en el lugar, y parecía que no estaba tan atestado de
gente.
-Brenda y si vamos a tomar algo allí,
parece que no hay tanto alboroto – la invitó y ella aceptó.
Ya en ese patio interno, buscaron
unas sillas para sentarse. La música se escuchaba pero no tan estridente. Desde
donde se habían sentado podía verse el cielo lleno de estrellas. La luna
brillaba, ninguna de las dos parecía querer hablar.
-¿Estás molesta porque vine? – Le
preguntó Alex rompiendo el silencio entre ellas.
-No, para nada
Se pasaron como dos horas
sentadas mirando las estrellas, hablaron muy poco, sólo trivialidades,
tonterías, pero eso sí, no dejaban de mirarse… Hasta que apareció Daniel
-¡Ahí están chicas! – Dijo Daniel
-Vamos a casa – Exclamó Ana
Las dos se miraron y sin decir
palabras se levantaron y los siguieron.
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Hay Alex que mamona eres 😪
ResponderEliminarAlex es como lentica... tanto tiempo para hablar y nada!
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