Capítulo 16
Los
Ángeles
Apenas lo vio entrar, Ana no pudo
ocultar las lágrimas, y él corrió a ella… y la abrazó…
-No llores… por favor… - Mientras
abrazaba a Ana, miro a su hermana y le dijo – No estoy enojado, solo quiero que
me cuentes todo…
-Perdóname Ariel… - Sólo decía Ana…
-Porque no nos sentamos y hablamos… -
Comentó Sandra…
-Eso es, Mamá prepara algo de café…
extraño el café – Dijo Ariel – Y ustedes dos, me contaran todo lo que no
recuerdo…
Fue así, que los tres se sentaron en
los sillones de la sala, y poco a poco Ana, con voz quebrada comenzó a contarle
como se conocieron, como se fue dando la relación entre ellos… hasta el
accidente…
-¡Parece que éramos muy felices!
-Lo eramos… - exclamó Ana.
-Pero el amor se acaba… ¡y dejaste de
amarme!
Ana bajo la mirada, no tenía valor para
admitirle esa verdad… él se paro y se arrodillo ante ella.
-Tranquila… Vos sabes que yo no
recuerdo, yo no te amo… no me puede doler que ya no me ames… - y acarició su
cara suavemente.
-¡Te fallé!
-No lo creo… por lo que cuenta mi madre
– dijo mirando a Sandra – Siempre estuviste ahí… aún cuando ya no me amabas.
-Ariel yo te quiero mucho… - Dijo
llorando Ana.
Él seco las lágrimas que comenzaron a
rodar por las mejillas de Ana…
-Ahora dime… ¿estás enamorada de mi
hermana? – esa pregunta fue como un puñal para Ana.
-Yooo…
-Vamos – exclamó Ariel parándose y
mirando a su hermana – Sí se aman, díganmelo… no me voy a enojar…
-Perdón… no quise enamorarme de ella…
trate todo el tiempo de olvidarla pero no pude – Se excuso Sofía, quién se
había mantenido callada durante toda la charla.
-Sofí, no tengo nada que perdonarte… El
amor es así… - Comentó su hermano acercándose a ella y abrazándola.
-De verdad, ¿no estás enojado?
-Enojado, no es la palabra… estoy
molesto, pero no puedo enojarme… Además las dos saben que en este mes me he
enamorado… y creo entender lo que sienten la una por la otra…
-¿Lo entiendes?
-Claro, Bue… en realidad, no entiendo
un carajo, pero no me duele… me siento bien… estoy enamorado de Pamela, y no sé
si lograré conquistarla… pero al menos sé que tu hermanita si puedes ser feliz…
- Sofía lo abrazo.
-¿Cómo es eso de conquistar a Pamela? –
Se metió en la conversación Sandra.
-Madre, no es asunto tuyo.
-Es un asunto familiar creo, hijo… si
voy a tener una nuera nueva me importa…
-Ya madre, no creo que tenga chances
con ella.
-Yo creo que sí – Rompió el silencio de
nuevo Ana.
-¿Qué?
-Yo creo que ella está enamorada de vos
desde hace mucho… La vi besarte cuando estabas dormido y en coma…
-¿Queeeé? – exclamaron todos…
Ana comentó lo que había visto aquella
vez… y pronto todos se encontraron degustando una taza de café y convenciendo a
Ariel de que debía buscar a Pamela y comenzar a conquistarla…
-¿Qué paso? – Preguntó Gabriel
apareciendo en el departamento. José que se encontraba sentado en una silla en
la cocina observaba lo que sucedía en el living.
-Te perdiste del final casi feliz…
-¿Cómo?
-Te la resumo… Ana le conto lo felices
que fueron… él acepto que ya no se aman, que acepta que ellas se amen…
-¡Así de fácil!
-Lo estás viendo… mira como ríen…
-No puedo creerlo… ¡¿lo logramos?!
-Creo que sí… solo falta que Ariel se
le declare a Pamela.
-Tenemos que ayudarlo a… - no termino
de hablar, porque la voz de Dios se escucho…
-Los espero arriba muchachos…
Ana
Hace dos semanas que Ariel se entero de
la verdad, en realidad, ahora ya casi todos saben que Sofía y yo somos algo más
que amigas… No lo puedo creer… pero ayer me encontré almorzando en casa de
Sandra, “reunión familiar”… y no sentí que me rechazaran… los abuelos de Ariel…
Parece que han comprendido. Sandra está muy contenta… Supongo que es porque le
gusta más Pamela como nuera que yo…
Ariel se paró en la puerta del hospital
con un gran ramo de flores y espero que Pamela saliera y la invito a salir… y
ella acepto… parece que las cosas entre ellos va viento en popa… dicen estar
conociéndose…
Yo espero que Sofía regrese de
trabajar, voy a cocinar algo rico para cenar. “Uy, golpean, ¿quién será?”
Al abrir la puerta, me encuentro con
Sandra que entra saludándome con una gran sonrisa en su cara.
-Hola Anita ¿cómo estás?
-Hola Sandra… Sofía aun no regreso…
-Si ya sé, no vine a hablar con ella…
-Eh… - “Uy, la cosa es conmigo”, pensé
para mis adentros…
-Voy a ir al grano – Dijo mirando hacia
la cocina – Ya que veo que estas por cocinar…
-Sí estaba por cocinar… Pero dime
Sandra…
-Bueno, nunca creí que me sentiría tan
“open mind”
-¿Qué?
-mente abierta… querida – me tradujo la
frase, como si yo no supiera ingles al tiempo que sonreía – Lo que quiero
decir. Es que ya todos saben que entre vos y mi hija pasa algo…
-Yooo…
-Bueno, no empieces a tartamudear… la
cuestión es que cuando puedo comenzar a presumir que mi hija esta de novia
-San.. dra… yo…
-Ya Ana… Yo tenía razón, no eras la
chica que yo quería como nuera, no eras la mujer para Ariel… pero si eres la
mujer para mi hija… si eres la nuera que me gusta para mi hija… - Debo admitir
que me dejo con la boca abierta la declaración de Sandra y me intimido más
verla acercarse a mí y abrazarme – Ya pónganse de novias… - Me beso en la
frente de forma muy maternal y camino hacia la puerta de calle… - ¡Ah! Cuando
se casen… ¿Vestidos blancos las dos???¿No? – No podía ni decir palabra, me dejo
helada… y feliz… - Bueno dentro de unos meses hablamos de eso…- Saludos a
Sofía, me voy que llego tarde al shopping…. – Y se desapareció…
Los Ángeles
-Funcionooooooo – Gritó Gabriel que
miraba en su tablet. Y José que entraba a la habitación donde se encontraba su
compañero se lo quedo mirando… y lo interrogo:
-¿Qué hiciste Gabrielito? – Acercándose
a él y agarrándole una oreja para darle un pequeño tirón.
-Ehhhh Nada, nada, nada – Tratando de
zafarse del tirón de oreja.
-Ya… ¡Habla!
-Bueno, pero no te enojes, yo no sabía
que iba a funcionar….
-¿Funcionar qué?
-Pues anoche fui a ver a Sandra, y
mientras dormía le susurré al oído una dos millones de veces “Qué lindas se
verían su hija y Ana vestidas de blanco”…
-¿Le metiste la idea del casamiento?
-Naaaaaaa…. Solo es un empujoncito para
que Sandra las acepte y se los haga saber y ellas decidan por fin “Ser NOVIAS”
-Mmmmm Eso no se hace…
-Y bueno, me tendré que ir a barrer
nubes o a dirigir el transito… Pero resulto…
-No te hagas el vivo… ¡Por qué no vas a
entrar en el SSDAC!
-¿El queeeé?
-Pues a eso venía… a decirte que el
Señor nos acaba de recomendar para entrar en el Servicio Secreto de Ayuda
Celestial… ¿Y vos ya estás haciendo lio?
-¿Eso existe?
-Sí, y solo los ángeles privilegiados
son elegidos para prestar servicio de ayuda a los seres humanos en la tierra.
-¿Y nosotros somos aptos?
-Parece que sí, tonto… así que deja las
cosas como están… que deben seguir solas su curso… No puedes cambiar y meterte
en el destino de las personas. Solo tenemos permiso de ayudar a las personas a
encontrar el camino hacia su destino, el cómo llegar es cosa de ellos, si
tardan un día o una vida… es asunto de ellos.
-Ya nos metimos mucho en la vida de
Ana…
-Fue un caso especial… y ya no nos
necesita… ahora ella es la que debe tomar el toro por las aspas, por así decir,
y reescribir sola el camino que la lleve su destino marcado.
-¡Seremos Ángeles del SSDAC!
-Eso si pasamos las pruebas y el
entrenamiento…
-¡Lo lograremos!
Sofía
No veo la hora de ir a casa, ya quiero
verla, hace pocas semanas que comenzamos a vivir libremente nuestro amor… Jamás
pensé que esto pasaría. Ariel, ha tomado todo muy bien, es más me dice que está
feliz por mí. Que no siente dolor ni pena, y que su orgullo de hombre no le
duele… porque él se considera muy hombre y porque una mujer lo haya dejado de
amar, no quiere decir que el no haya dado todo de él. Además, me dice que
siente que la mujer de su vida es Pamela, no sabe cómo explicarlo pero cada vez
que la ve, parece que se conociesen de años…
Debo admitir que esa enfermera les ha
caído muy bien a todos en la familia, hasta a Ana. Aunque se la ha pasado
pidiéndole perdón a Ana, y está le dice, somos dos que pedimos perdón a cada
rato.
Hace una hora, Ariel pasó por acá, por
la mueblería buscando un consejo. Su intención es formalizar la relación con
Pamela, pero le parece que va muy rápido pues solo hace casi dos meses que
salen… pero él siente que se conocen de toda la vida… y no quiere desperdiciar
ni un minuto más de su vida sin ella. No sabía que decirle, simplemente le dije
que siguiera su corazón, y que lo hablara con Pamela… que si quería una
relación debía dar el paso y hablar… Y decidió hacer eso, primero proponerlo y
si Pamela lo acepta bien y si no, le daría el tiempo que ella necesita. Cuando
se retiraba contento después de haber charlado conmigo, se volvió y me
arrinconó:
-¿Y vos? ¿Para cuándo darás el paso con
Ana?
-Ariel, no es lo mismo… ¡date cuenta!
-Veamos hermanita, me robaste la novia,
y no vas a formalizar con ella, ¡eso me parece muy feo de tu parte!
¿Qué podía decirle? Baje la mirada, él
se acercó y me besó en el cachete con su manía de siempre de los besos
ruidosos… y me susurro… “Anímate” y sonriendo se fue.
“Animarme” eso debo hacer…. Ya mismo termino
todo aquí y me voy rápido a casa, esta noche es la noche… Hoy se lo pediré…
Ana
Ya tengo todo preparado… Miro el reloj
y casi son las nueve, ya debe estar llegando Sofía… mejor corro a darme una
ducha rapidita.
….
Apenas estoy saliendo de mi cuarto
siento la puerta de calle abrirse y a Sofía que entra llamándome…
-Ya llegué… ¡¡¡¡Anaaaa!!!! – Apenas
entró hablando para avisarme que llegaba… se quedó parada mirando el ambiente a
media luz… viró la cabeza y se encontró con la mesa servida, las velas
prendidas… y luego me vio… yo caminé hacia la mesa, tomé el control remoto que
había dejado ahí, y señalando el equipo de música, le di play… y la música
suave y romántica sonó. Ella seguía inmóvil mirándome, muy asombrada por la
situación… creo que no se lo esperaba…
-Si no cierras la boca, te entraran las
moscas… - le dije riendo.
-¿Cocinaste?... ¡Huele rico! – Me habló
por fin.
-Sí… solo un pollito a la sal, porque
era fácil… ya sabes que no soy buena en las artes culinarias….
-Mmm veremos – Me dijo, dejo su bolso y
su campera en el sillón, y camino hacia mí…
-Siéntate… vamos a cenar… - Le dije,
mientras sacaba el pollo del horno y lo servía…
Por unos minutos cenamos calladas, ella
parecía saborear cada bocado, pero no me decía nada… Yo comía, la miraba… y
tampoco decía palabras.
-¿No me vas a decir qué tal esta el
pollito? – Le pregunte al fin, un poco ansiosa.
-Mmm… la verdad…
-No seas así… ¿Te gusta o no?
-Si no me gustara, ¡no crees que
hubiera dejado de comer!
-Uy, ¡Qué carácter!
-Tranquila Ana, te salió bien rico…
-¡No me mientas!
-No te estoy mintiendo, está muy
sabroso… Lo digo de verdad – Me repitió llevándose otro bocado a la boca…
-Ashhh
-¿Y por qué el suspiro?
¿Qué podía decirle? ¡Qué estaba
aliviada de saber que le había gustado el pollo a la sal que había cocinado…! o
¡Qué me encantaba mirarla…! Lo que en realidad quería decirle y me salía de la
vaina por hacerlo era preguntarle si quería ser mi novia… Pero parecía no
encontrar palabras y solo estaba ahí mirándola…
-Ya… Ana… ¿Qué me miras tanto?
-Perdón, ¡es qué me encantas!
-Eso ya lo sé… ¿Sucede algo?
-No, nada… ¿por qué?
-Digo no más… ¡Estás muy rara, más bien
pensativa como si quisieras decirme algo y no te animas!
-Pues… la verdad… hoy paso por acá tu
mamá…
-¿Mi mamá? ¿Y qué quería? – Me pregunto
algo intrigada.
-No, nada, sólo paso a saludar…
-¡A saludar! Ah bien…
-¡Sofi! – Tomé aire y decidí hacer la
pregunta del millón, es que ya no podía aguantar…
-Sí Ana…
-Yo… que… querí… quería… - Por Dios,
que larga la estaba haciendo, estaba muy nerviosa, me sentía muy tonta…
-Vamos Ana, ¿qué quieres?...
-A ti…
-Eso también lo sé…
-Ah bueno, siempre lo sabes todo… ¡Dime
entonces que es lo que deseo en este instante…! – Le dije enfrentándola, a la
vez que sonreía…
-Claro que lo sé todo… y en este
instante sólo quieres llevarme a tu cuarto y hacerme tuya…
-Mmmm, no había pensando eso, pero si
lo quieres tu… venga, vamos… - Le dije levantándome de mi silla y caminando a
su lado…
-Ana… No sé realmente que es lo que
deseas ahora, pero yo deseo pedirte que aclaremos nuestra situación… Ya todo el
mundo sabe que entre nosotras pasa algo, y Ariel nos acepta… - Me miró y con
sus manos tomo mi rostro… para continuar hablando… - No sé si estás de acuerdo,
pero ¿Crees que ya podemos ser novias oficiales? – Ella hizo la pregunta por
mí, apenas la escuche… mis ojos se llenaron de lágrimas… y Sofía me acaricio.
-Eso es lo que quería pedirte… -
Acerque mi boca más cerca de la suya buscando sus labios y la besé… sentí sus
labios rojos acariciar los míos… y su pasión y la mía comenzó a desatarse… mis
manos y las suyas comenzaron a pelearse por quitarnos las ropas mientras nos
acariciábamos… y besábamos.
Esa noche la hice mía… y desde ese día
seríamos pareja… y felices, o al menos lucharíamos para encontrar esa felicidad
que las dos queríamos… porque nos amábamos…
FIN
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Así de simple el final
ResponderEliminarMe encanto, me gustaría seguir leyendo historias tuyas.saludos
ResponderEliminarEstuvo bonita y original la historia, espero pronta una nueva
ResponderEliminarMuy bonita historia :) me agradó desde el principio por la inclusión de los ángeles que le daban ese toque original. Ojalá sigas escribiendo porque estaré ansiosa por leer tus futuros trabajos. Saludos :)
ResponderEliminarMe encanto la historia de principio a fin, gracias por compartirla nuevamente.... Algo fuera de lo común que te engancha.
ResponderEliminarGracias por leer mi historia, ojala tenga tiempo para volver a escribir... Besos a todas.
ResponderEliminarMuy bonita la historia. ....... pero muy corta...gracias Sam Colombia
ResponderEliminarAquí tienes otra lectora satisfecha, me fascino la historia desde su inicio hasta el final, aunque me hubiera gustado una boda, con los Ángeles de Testigos. Te felicito, y gracias por compartirla con nosotros.Espero volver a leer otra de tus historias.
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