Esperamos tu historia corta o larga... Enviar a Latetafeliz@gmail.com Por falta de tiempo, no corrijo las historias, solo las público. NO ME HAGO CARGO DE LOS HORRORES DE ORTOGRAFÍA... JJ

Soy yo -La usurpadora- Jjaxxel - 3

Capítulo 3

Sofía

Realmente Ana estaba rara, y me tenía preocupada… Cenamos muy calladas, pero a veces al mirarla sentía como me esquivaba la mirada, como si me estuviera ocultando algo…
Después de cenar, deje los platos sucios en el lavadero de la cocina y fui a terminar de acomodar mi ropa… aún era temprano… “mejor los lavo más tarde” pensé.
Por su parte, Ana se tiro en el sofá de la sala a mirar televisión… pero se quedo dormida… Al regresar para lavar los platos, me acerqué y le quité el control remoto y comencé a cambiar canales hasta que lo deje no sé por qué en el canal TNT donde comenzaban a dar una película… Como siempre me gustaban los filmes viejos, me tire al lado suyo en el sillón y me puse a mirar “El cielo puede esperar”. Ella me sintió y se despertó…

-¿Qué paso?
-Nada, te dormiste… shhh que comienza una peli…
-Uy Dios, ya estás mirando antigüedades….
-Y bueno, me gusta lo añejo… y vos déjate de hacer la pendex que tenes casi treinta…

-Ya que te gustan las mayores podrías respetarme, soy ocho años mayor que vos…
-Ya, Ya… déjame ver la peli… - Le dije y me concentre en la televisión… y ella también hizo lo mismo… aunque la verdad, pensé que en cualquier momento se dormiría de nuevo, pero no paso eso…. Se quedo pegada a mí mirando la película. Y lo más extraño es que la atrapo la historia.
-¡Qué tontería! Volver del cielo… ¿Te imaginas? – Me pregunto… y yo la miré para responderle cuando la peli ya estaba finalizando…
-No, no me imagino, Pero mira que te toca volver en el cuerpo de un hombre… o en el de una lesbiana…
-Prefiero lesbiana… ay qué asco andar con eso colgando entre las piernas…
-¡Ah!... ¿No te importaría ser lesbiana?
-Esto es una suposición… y la verdad, me gusta ser mujer… así que si debo volver del cielo prefiero seguir siendo mujer… y si no queda otra, que una lesbiana… Y bueno. ¿Y vos qué harías si te toca volver de hetero…?
-Me hago monja o me compro un sex-shop antes de andar con hombres…
Las dos terminamos riéndonos por los comentarios que siguieron en nuestra charla. Solamente era una estúpida película, y aunque no era una historia muy repetida en el cine o en la televisión, era solo imaginación de los guionistas…
Nada de eso sucedía en la vida real y normal de las personas… cuando uno se muere, se muere, no hay vuelta atrás.
Termine yéndome a dormir sin lavar los platos… pensando en hacerlo por la mañana cuando me levantara…



Ana

Me tire en mi cama buscando el sueño que ya estaba ganándole a mi cuerpo… Sin dejar de pensar en la tonta película que habíamos visto con Sofía.  Pero la verdad, me sentía tan extraña que dejé de pensar en el filme, algo me estaba pasando y nada tenía que ver la tonta película. Cuando ya estaba casi dormida… mi celular sonó…
-Buenas noches amor… no quería irme a dormir sin darte un beso.
-Ariel, amor, ¡qué lindo que me llamas!
-¿Todo bien?
-Sí, amor… Extrañándote…
-Yo aburrido… por acá los demás se fueron al cabaret…
-¡AH! Bueno…. ¿Tú no vas?
-Cariño, si fuera y todos como yo se limitaran a mirar… creo que no habría problemas… pero esos tipos que conocí, no son así… Van a otra cosa… Prefiero que me digan boludo, antes de mandarme una y serte infiel…
-Yo confió en vos…
-Lo sé, por eso no voy a meterme en la tentación… los hombres somos unos animales muy fáciles de hacernos caer…
-No puedo creerlo… que seas tan adorable.
-Tú me hiciste así… eres la mujer de mi vida… y prefiero ser boludo antes los demás hombres que perderte.
-Te amo… eres mi príncipe azul…
-Nooooo, me imagino vestido de pitufo…
-Mmmm que sexy con calzas blancas y ajustaditas.
-Bueno, bueno…. Mejor nos vamos a dormir…
-Sí amor… te amo….
-Yo también te amo… mañana te llamó.
-Buenas noches… Mi amor…
Nos despedimos y me acurruqué en mi cama abrazando mi almohada y me dormí soñando con Ariel vestido de pitufo…


Los Ángeles

-Jefeeeeee
-No grites que ahí estoy llegando – Dijo José 1023 mientras entraba en la sala de vigilancia celestial de la vida terrestre - ¿Por qué tanto grito?
-Estoy vigilando a la joven…
-¿Y?
-Parece que su memoria se está activando.
-¿Cómo?
-He estado revisando los últimos momentos que lleva viviendo Analia siendo Ana… y creo que su memoria se activa en su personalidad…
-Ehhh
-Está sufriendo cambios de personalidad señor… Sin dejar de ser Ana, se está comportando como Analia… en algunos momentos… y ella misma se está sintiendo rara…
-Vamos a tener que pensar en un plan para arreglar este pequeño problemita…
-¿Y qué podemos hacer? Bajamos y le tiramos el aerosol borra memoria encima y ya…
-Para ello, deberíamos hacer un pedido especial del aerosol borra memoria… y todos se enterarían del pequeño error que cometiste…
-Pero podríamos conseguirlo sin hacer el pedido.
-Estás insinuando romper las reglas.
-Jefe… una raya más a la cebra que le hará…
-Sí, tienes razón… pasaremos de agentes de tránsito a barrenderos de nubes… ¿Cuál sería el problema?
-¡No tiene por qué enterarse nadie!… Ya la llevamos bien, nadie sabe que hicimos el cambio de almas.
-Pero sabes que el Jefe mayor lo sabe siempre todo… y si no ha hecho nada es porque debe estar muy ocupado…
-¡O está esperando que arreglemos las cosas sin pedir ayuda!.
-Eso es cierto… dame unos minutos y consigo el aerosol…
-Bien jefe… yo sigo vigilando….
Cinco minutos después José 1023 volvió con un libro muy grande en sus manos.
-Estuve revisando el manual de almas…  - Y buscando una página específica, hojea el libro – En la sección de “cambio de almas” dice que hay algunas consecuencias que se dan cuando se hace un cambio de almas – Y leyendo le explica a Gabriel 23423 – Dice acá, que cuando el alma es muy joven y entra en un cuerpo de mayor edad, es normal que se muestren algunos rasgos de la personalidad del alma joven en el nuevo cuerpo… Y si es al revés, suele aparecer rasgos de madurez.
-Entonces, ¿lo que le está pasando a Ana es normal?
-Y sí… También leí en alguna parte – Y comienza a hojear de nuevo el libro que tiene en sus manos José 1023 – Aquí está – señalando en la página lo que quería leer – Cuando no se ingiere totalmente el liquido borra memoria, según la cantidad no bebida se puede o no aplicar el aerosol. Si es más de la mitad, la cantidad  que bebió no se puede usar el aerosol, porque los únicos recuerdos que podrán aparecer son los sentimientos, ya sea alguna pena arraigada en el alma o el amor. En este caso…
-El amor – Gritó Gabriel 23423
-Así es… lo que está aflorando por el momento es la atracción que Analia sentía por Sofía… Puede que en el fondo se haya enamorado a primera vista, ya que tenemos en cuenta que solo se vieron una vez y ambas quedaron flechadas.
-Ese Cupido que nos anda haciendo líos…
-Sí, el lio se vendrá cuando Ana se dé cuenta que esta enamorándose de Sofía…
-Llamemos a Cupido para que arregle esto…
-Estás loco Gabriel… Cupido ya flecho a Ana con Ariel… Ya hizo su trabajo…
-Pero también antes flecho a Sofía con Ana… O sea lindo quilombo…Qué alguien le quite el arquito a Cupido…
-El problema que se viene sólo Ana podrá resolverlo… Dios le dio libre albedrio y es ella la que elegirá a quien amar…
-Pero está enamorada de Ariel… y está sintiendo algo por Sofía… en ningún momento ha dejado de sentir amor por Ariel… y se enamora de los dos…
-Eso es imposible… no se puede amar a dos…
-Pero en este caso… es factible… corazón y alma no son de la misma persona…
-Ella será la que deberá elegir… sabe que no se puede tener a los dos… Así que no nos adelantemos…
-Jefecito no nos adelantamos… sabemos muy bien que va camino a eso la pobre Ana…
-Dejemos que las cosas pasen,  por el momento, no podemos actuar ni hacer nada.


Sofía

Me levanté apenas sonó el despertador y recordando los platos de la noche anterior,  me fui directo a la cocina para lavarlos… y de paso preparar el café. Cuando estaba lavándolos, escuche el despertador de Ana… al tiempo que ella gritaba “Maldito despertador” y un ruido como si hubiera tirado contra algo al pobre aparato.
Diez minutos después salió de su cuarto con cara de dormida… ya vestida.
-Buen Día ¿Cómo dormiste?
-Hola, soñando con tu hermano vestido de pitufo…
-Ay… que fantasías locas tienes…
-Jajaja… Sí, la verdad… pero estuvo buena… creo que a tu hermano le quedarían muy bien unas calzas blancas… con la cola que tiene guauuuuu…. – Acercándose a la mesa de la cocina mientras yo le servía una taza de café – Creo que le comprare una…
-Te va a matar….
-Ya lo sé.
-Pero se las compraras igual…
-Creo que sí – Y bebió su café y se apresuro a buscar sus cosas para salir a trabajar.
Mientras,  yo acomodé la cocina, volví a mi cuarto, me cambie de ropa, sacándome el pijama y vistiéndome para ir a trabajar.
El día se me fue rápido, supongo que como me gusta mi trabajo nunca se me hace interminable el tiempo en la tienda o en el taller de restauraciones. Aunque de vez en cuando mi cabeza pensaba en ella. En lo extraña que se estaba comportando… ¿Qué podía estar pasándole?  Y lo único que quería era volver a casa y verla. Y es que ahora estar conviviendo con ella, me hacía extrañarla más… de a poco la estaba conociendo más y más… Y aunque estaba algo extraña seguía volviéndome loca… Y entendía porque mi hermano estaba completamente enamorado de ella.
Y cuando acomode todo en la tienda para irme, un mensaje de texto me llego al celular, al mirar era de Ana…
“No tengo ganas de ir al gimnasio, me voy para casa. Te veo allá. Bs”
Cierto, el gimnasio… “Sin ganas de ir al gimnasio, eso sí era raro, porque le encantaba”. Y Dado que ella no iría, decidí no ir yo y volver al departamento a verla.


Ana

Ir al gimnasio o volver a casa temprano… no había mucho que decidir… le avise a Sofía y me salí del banco camino a casa… Con la cabeza llena de pensamientos que últimamente me estaban haciéndome sentir rara.
Apenas llegué a casa, sin terminar de cerrar la puerta, el celular sonó, y Ariel llamaba para avisarme que se estaba aburriendo mucho y que en vez de regresar el viernes intentaría hacerlo el jueves… Algo que me alegro el día, ya quería que viniera… Hablamos unos segundos y luego de cortar me dispuse a acomodar mi cuarto que era un verdadero desastre campal. Cómo había llegado a dejar así mi habitación en sólo tres días, no podía entenderlo. Pero cuando estaba en plena tarea, escuche la puerta de calle abrirse y la voz de Sofía saludándome al entrar.
-Ya llegué… Holaaaaaa Anaaaa
-Hola, estoy en mi cuarto – Apenas termine de avisarle donde estaba ella se apareció en la puerta con una bolsa con merengues.
-Mira lo que traigo – Me dijo señalando los merengues que eran mi perdición.
-Merengues – Grite casi abalanzándome sobre ella, desesperada por comerme uno…
-Tranquila que ya te doy – alejando la bolsa de mí y sacando uno y dándomelo.
-Sabes que son mi debilidad…
-¡No debe ser para tanto!
-Vos te moris por los chocolates, yo por los merengues…
-Jajaja
Ella volvió a la cocina y puso la pava y se dispuso a preparar el mate mientras yo comía y a la vez acomodaba mi cuarto. Al salir Sofía ya estaba sentada en el sofá tomando mate. Así que sin dudarlo me tire al lado esperando que me tocara un mate.
-¿No quedaron más merengues?
-Sí, los deje en la mesa de la cocina… - Apenas me dijo eso corrí a buscar los merengues para volver a sentarme al sillón y a comer.
Pasamos un buen rato tomando mate y charlando… Me encantaba su compañía. Estar cerca de ella me hacía sentir algo nerviosa… no era su presencia, pero si el simple contacto que había entre nosotras. El hecho de que al pasarme el mate yo rozara mi mano con la suya producía en mi, algo extraño… y los nervios aparecían.
-¡Podríamos salir está noche a bailar! – Le comenté.
-¿A Bailar? Es miércoles… mañana debemos trabajar
-Pero volvemos temprano… - Insistí.
-Ana, ¿Desde cuándo te gusta ir a bailar?
-Ehhh… sólo quiero salir… Hace mucho que no salgo a bailar.
-Bueno, el viernes cuando vuelva Ariel le dices que te lleve a bailar.
-Sí, lo haré, pero ahora quiero salir hoy.
Sofía me miraba algo extrañada. Y la verdad, era para extrañarse, pues a mí nunca me había gustado eso de salir mucho o ir a bailar y ahora sentía unas ganas terribles de divertirme como nunca antes lo había hecho.
-Mira, Sofi, yo saldré, si me quieres acompañar, me acompañas, si no… bueno saldré sola.
-Bueno, Ana… ¿Y a dónde quieres ir?
-No sé, seguro encontramos algún pub para pasar un buen rato.
Sofía acepto de mala gana y apenas dijo sí, cada uno partió a su habitación a bañarse y a cambiarse para la ocasión…
Una hora después salí vestida y ella ya se encontraba en la sala.
-¿Lista?
-Sí, vamos… - Y la tomé de la mano sacándola apresuradamente del departamento como si tuviera miedo de que se arrepintiera de no salir.
Apenas tomamos un taxi, ella dijo de un pequeño bar que siempre estaba de fiesta todos los días de la semana, así que ahí nos dirigimos.
Cuando entramos en el pequeño pub, la música se metió en mi cuerpo y sentí mis piernas bailar solas… mientras caminábamos entre la gente buscando una mesa donde sentarnos y poder tomar unas cervezas iba bailando detrás de Sofía quien era la que me guiaba.
Casi al fondo del local, conseguimos una mesa… y nos sorprendimos, apenas nos sentamos una joven se acerco para saber que queríamos tomar… Pedí cervezas sin consultar a Sofía. Y mirando a mí alrededor como si todo fuera nuevo le hable a ella.
-¡Qué buen lugar!, ¿Vos venís siempre acá?
-No siempre, pero he venido algunas veces.
-¿Acá conociste a…? – No termine la pregunta, pues me daba cuenta que estaba metiendo la pata.
-¿A quién? – Me preguntó cómo no entendiendo a quien me refería…
-Nada, nada… ¿Digo si acá has conocido alguna linda chica?
-A algunas – Y sonrió – Hay para todos…
-¿Para todos?
-Que hay para heteros y no heteros…
-¡Ah!
Las cervezas llegaron y ahí nomas con la botella en la mano la invite a bailar.
-Dale vamos… quiero bailar…
Y ahí estábamos las dos bailando en la pequeña pista, entre la gente. Casi no se podía caminar de tanta gente que había. Y menos bailar, nuestros cuerpos casi se pegaban y podía sentir otra vez como el nerviosismo se apoderaba de mí. Y para sentirme más segura me la pase yendo a la barra y pidiendo cervezas.
Cerca de las tres de la mañana, supongo que por no estar habituada a beber tanto ya estaba borracha, porque comencé a sentir mis piernas cansadas y que no me sostenían. Sofía se percato de eso y me abrazo y me convenció de volver a casa, cosa que no quería… Me estaba divirtiendo mucho ahí, bailando con ella…



Sofía

-Vamos Ana, por favor, estás borracha – Le insistí, pero no quería irse del bar.
Me costó convencerla y casi la saqué a rastras del local… Y como pude la hice caminar unos metros hacia la calle y la metí en el primer taxi que paro cuando levante la mano… Se reía y solo hablaba de lo divertido que había estado la salida… su voz ya me denotaba lo borracha que estaba.
Colgada a mi cuello y casi llevándola a los empujones la entre al departamento… el alcohol ya estaba haciendo de las suyas y el cansancio en ella se comenzaba a notar. No podía caminar sola, ni siquiera podía quedarse parada sin caerse. La acompañe a su cuarto para ayudarla a desvestirse y meterla a la cama… Con esa cruda era imposible que al otro día se levantara y fuera a trabajar… Sí que se iba a lamentar.
Le quite los zapatos y el jeans mientras ella insistía que no quería sacarse la ropa. Cuando intente sacarle la camisa comenzó a pelear conmigo haciendo que me cayera en la cama con ella… por unos segundos me quede inmóvil sobre ella mirándola… y sentí como su respiración comenzaba a acelerarse… no podía moverme, quería acercarme del todo a ella, y besarla… pero no podía, no debía. Bruscamente me levante dándole la espalda y camine hacia la puerta para salir de su cuarto…
-Acóstate que te traigo café… para quitarte la borrachera porque mañana no vas a poder ir a trabajar…
-A la mierda el banco – Grito y se tapo con la almohada la cabeza.



Ana

“Por Dios” casi la beso, si no se hubiera levantado así tan bruscamente, seguro que le hubiera comido la boca de un beso. Respire hondo y sentí como mi corazón seguía con su latir acelerado. No puedo estar pasándome esto, “Esto” pero que es lo que realmente me está pasando… “Me gusta Sofía”, pero yo estoy enamorada de Ariel…
-¡Oh, Ariel! Vuelve pronto – Me dije refregando con ambas manos mis ojos… No podía casi mantenerlos abierto…
Sofía volvió a entrar con una taza humeante de café, al verla me incorporé… y el latir de mi corazón que había vuelto a su ritmo normal se aceleró con su presencia.
-Ya, tómate todo el café, lo hice bien cargado a ver si te quita el pedo que tienes…
-¿Qué hora es? – Pregunté. Ella mirando su reloj en su muñeca derecha me contestó.
-Casi hora de que te levantes para ir a trabajar.
-¿Qué?
-Casi las cinco… dale tomate el café, que te preparo el baño, necesitas una buena ducha…
-Quiero dormir… no puedo ir así a trabajar.
-Pues lo hubieras pensado antes de beber tanto…
-No me retes…
-Ana no te reto, sólo que no sé qué te pasa…
-¿Cómo qué me pasa?
-Estás muy rara, esto de salir a mitad de semana fue una reverenda locura, no estás acostumbrada a beber y te largaste a tomar. ¿Qué vas a hacer ahora que tenes que ir a trabajar…?
-Llamar y avisar que estoy enferma – Grite dejando la taza en la mesa de luz y estirándome en la cama tranquilizándome.
-¿Y qué enfermedad vas a inventar?
-No sé, ya sé me ocurrirá algo… Qué me hizo mal la comida, que tengo gripe…
-Qué tienes colitis…
-Eso, eso… es feo, pero genial… no puedo ir a trabajar con colitis… me la pasaría en el baño.
-Bueno, hace lo que quieras, yo me voy a duchar y a desayunar porque en unas horas debo ir a trabajar. No soy una irresponsable como vos.
Y se fue sin decirme más nada, dejándome algo enojada, o más bien avergonzada… Pues ella tenía razón, era una estúpida irresponsable, qué diablos me estaba pasando… Yo no era así…
Me paré con intenciones de ir a dar una ducha, pero al poner los pies en el suelo me maree… y caí sentada en la cama. Respire hondo y volví a intentarlo cuando sentí el mareo se me fue y me duche.
Al sentir el agua caliente sobre mi piel… con los ojos cerrados comencé a imaginarme a Ariel metido en la ducha conmigo… al instante que Sofía se cruzaba en mi fantasía del momento. “Maldición” Grite, y salí del baño secándome… ya en mi cuarto podía escuchar ruidos en la cocina… Me puse una bata y fui a ver que hacía.
Al verla sirviéndose café… me acerqué.
-¿Hay para mí?
-Sí – Se dio media vuelta y sacando una taza me sirvió… Pero tomó la suya y se encamino a su cuarto dejándome sola en la cocina.


Los Ángeles

-Gabriel ¿Qué haces? – Entró José 1023 a la oficina Y al escuchar la voz de su jefe, el ángel soltó su tablet, la cual voló por el aire y justo cuando iba a caer al suelo… Zas, José chasqueo los dedos y la tablet se detuvo a dos centímetros del suelo… Él se acercó  y tomándola miro a Gabriel 23423 que poniéndose rojo de la vergüenza comenzó a tartamudear tratando de defenderse…
-Na… Nada… sólo estaba revi… sando la lista de ingreso de hoy….
Pero José 1023 al verlo tan nervioso no le creyó y toco la pantalla de la tablet y lo último que el ángel había visto apareció… y el grito se oyó.
-Gabrieeeeeeel, ¡Queres dejar de hacer macanas!
-No hice nada jefe….
-Nada, estabas mirando el futuro de Ana… Y sabes que no podemos hacer eso…
-Jefe, Jefe, no sé enoje, no llegué a ver nada… Usted apareció justo…
-O sea, ¿Qué si no llegaba, vos te ponías a espiar su futuro próximo?
-Jefe, entienda, aún siento que ella necesita nuestra ayuda… esa pobre chica esta volviéndose loca…
-Ya lo sé… Pero no podemos hacer nada…
-Sí al menos ella supiera que esa atracción que siente por Sofía es de Analia…
-¡Estás loco! ¿Cómo carajo le explicas a un ser humano que su alma ya no está en su cuerpo, y que ahora tiene el alma de otra persona, que debe vivir su vida? ¿Que su corazón ama a Ariel, pero su alma nueva siente amor por Sofía…?
-Eso sí que no sé.
- Ni nosotros podemos explicar esto del cambio de almas… Solo Dios sabe cómo funciona todo… Por eso, mejor sigamos vigilando, nada más… Ok…




Sofía

Me fui a trabajar dejando a Ana llamando por teléfono a su trabajo para excusarse de no poder ir a trabajar.
Pase el día pensando en cómo estaría ella en el departamento. A la vez, que sentía que me había equivocado al irme a vivir con ella. Estar tan cerca me estaba complicando cada día la vida, pues así seguro nunca podría sacármela de la cabeza, ni dejarla de amar en secreto como venía haciéndolo en el último año y medio.

Cerca del medio día, mi hermano llamó por teléfono avisando que llegaba a la tarde y que nos veríamos en el departamento. Que no le dijera a Ana, que ella sabía que llegaría hoy, pero no sabía a qué hora y que quería sorprenderla… Así que le dije que yo llegaría tarde a propósito para darle intimidad a los dos…  Mi hermano agradeció, aunque a mí me dolió saber que él la amaría apenas llegará a casa. No quería sentir celos, pero era inevitable… no sentirlos. Apenas salí de mi trabajo me fui directo al gimnasio para matarme ejercitándome para no pensar… en nada.



Ana

Después que Sofía se fue, me tire a dormir en la cama… y me desnuque literalmente.... porque me dormí todo el día.
Sentí su mano en mi hombro, algo soñolienta me moví sin darme vuelta… y su boca comenzó a besarme con besitos pequeños. Y fue subiendo desde mi hombro, pasando por mi cuello, donde desato en mí un gemido y paso a mi oreja… para ahí si sentir como las hormonas en mi cuerpo comenzaban a alborotarse… me di vuelta desesperada buscando su boca… para fundirme en un profundo beso… al tiempo que sus manos me acariciaban, yo busque su pelo… para darme cuenta que no era Sofía sino Ariel… algo que me dejo sin aire…. Y me asusto… Abrí los ojos, y al verlo, tratando de ocultar mi asombro volví a besarlo y como si estuviera echando de mi cabeza ese estúpido sueño me entregue a mi novio olvidándome por completo de Sofía…

Pero cuando la pasión se calmó y Ariel se levanto para ir a la cocina a buscar algo para comer… dejándome a solas… Como un flash, Sofía apareció. Sacudí mi cabeza, como si,  así su imagen, se desapareciera de mi mente.  Pero seguía ahí… estaba soñando con ella cuando Ariel apareció de sorpresa en mi cama… ¿Por el amor de Dios, qué mierda me está pasando? Me pregunte, no puede estar pasándome esto… El sonido de voces en la cocina, me saco de mi pensamiento… Busque la bata y me la puse y salí a ver qué pasaba.
-Ya dame una porción – Le pedía Ariel a Sofía quien tenía una caja de pizza en su mano y la alejaba de su hermano… parecía que peleaban por una tonta pizza.
-No, es mía, cómprate una vos…
-¡Qué mala hermana eres!
-Sí, soy la peor hermana del mundo… por eso no te convido…
-Mmmmm se huele desde acá los morrones, Pleaseeeeeee – Ariel suplicando se arrodillaba frente a su hermana menor… Y está riendo seguía negándole la pizza.
-No me vas a convencer…
-Vamos, ¿Qué quieres a cambio?
-Qué chiquilines que son – Comente. Ambos se voltearon a verme…
-No creo que tengas nada de valor para darme… está pizza vale mucho…
-Soy capaz de cualquier cosa con tal de comerme una porción…
-Ah… Sí… ¿Cómo qué?
-Ehhh…. – Y mirándome dijo algo que casi me hace dar un infarto – Te presto a mi novia….
-¿Cómoooooooo? – Gritamos las dos a dúo como si nos hubiéramos puesto de acuerdo…
-Ay, chicas era una broma… que poco humor que tienen…
-Con esas cosas no se juega… Hermanito… y menos cuando sabes que tu hermana es lesbiana…
-Ay, Sofí, hermanita vos no serías capaz de quitarme mi novia ¿No?
Sofía me miro, y al volver la vista a su hermano, le entrego la pizza…
-Si sigues actuando así de boludo por supuesto que te quito la novia – Y se rió.
Los tres nos sentamos a la mesa de la cocina a comer pizza y a reír por lo sucedido… Pero en el fondo, esa broma me dolía… ¿Por qué contesto eso Sofía? De verdad, sería capaz hacer eso conmigo…
  
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