CAPITULO 3
Cuando estoy a
punto de besarla siento como me toman del brazo desde atrás, una chica a la que
no puedo ver claramente me planta un beso en la boca ante mi sorpresa. Cuando
logro reaccionar me doy cuenta que es la chica con la que pase una noche y que
no logre recordar el nombre, me aparto y me giro para explicarle a Liz pero
esta ya ha desaparecido de mi vista. Me vuelvo a girar
Yo: que te pasa?
No puedes ir por ahí besando a la gente
Chica: oh vamos
porque no nos divertimos como la otra noche?
Yo: mira lo
siento si no fui clara contigo pero lo de la pasada noche no se volverá a
repetir así que déjame en paz.
Me voy en busca
de Liz pero no la encuentro por ninguna parte, veo a sus amigas pero a ella no. Joder que mierda de noche,
porque me tenía que pasar esto a mí y justo en ese momento. Decepcionada,
cabreada y jodida me despido de mis amigos y me dispongo a irme a casa pensando
cómo no en Liz y en qué hacer para encontrarla y explicarle.
Había
transcurrido una semana desde el incidente en la discoteca desde entonces no
había visto a Liz. Esa tarde fui a la cafetería y allí estaba ella, sentada
tomando un café en una mesa del fondo, respire hondo y me dirigí directo hacia
ella.
Yo: hola
Liz: hola
Yo: puedo
sentarme?
Liz: como
quieras
Yo: Liz quería
explicarte lo que paso la otra noche en la disco
Liz: no tienes
nada que explicarme, pero debo decirte que me parece mal que teniendo novia
coquetearas conmigo
Yo: yo no tengo
novia, mira esa chica, es que. Voy a ser completamente sincera contigo pase una
noche con esa chica pero no es mi novia ni nada, te lo prometo Liz.
Liz: no se qué
pensar Paola, esa noche actué sin pensar y me deje llevar por eso me dolió
mucho pensar que estabas jugando conmigo.
Yo: mira
Elizabeth no voy a mentirte diciéndote que soy la más pura e inocente de las
mujeres porque no es así, he tenido mis aventuras pero hasta ahora he sido clara
y he intentado no engañar a nadie ni crear falsas expectativas; esa misma noche
aclare las cosas con esa chica pero te quiero dejar claro que no tengo nada con
ella ni con nadie, por favor créeme.
Liz me miro
directa a los ojos como tratando de ver en ellos si decía la verdad.
Liz: o sea que
debo acostumbrarme a que las chicas se te lancen encima, me dice con una
sonrisa formándosele en los labios. Yo solo sonrió y suspiro aliviada de que lo
malo haya pasado.
Yo: puedo
invitarte a otro café?
Liz: solo si te
tomas uno conmigo
Yo: yo no tomo
café pero tomare una Coca-Cola
Liz: mmmm no se
si confiar en alguien que no toma café
Yo: sonrió –
pues tendrás que arriesgarte. Digo esto y le guiño un ojo para a continuación
levantarme e ir a por nuestro pedido.
Así pasamos la
tarde hablando de todo y de nada, conociéndonos y riendo de viejos recuerdos.
Cada vez que descubría algo nuevo de ella me gustaba aun más y crecían mis
ganas de seguir conociéndola. Se nos hizo la noche charlando en la cafetería y
después de muchos ruegos y lloriqueos por mi parte logre que me diera una cita
para el viernes siguiente, así que tenía que pensar en algo muy bueno para
sorprenderla y que quisiera seguir saliendo conmigo.
Al día siguiente
me reúno con mis amigos para pedirles consejo sobre mi cita
Yo: venga chicos
ayudadme por favor, no sé qué hacer para sorprenderla
Carlos: si que
te importa esa chica, te estás tomando demasiadas molestias con ella
Yo: me importa,
me gusta mucho y quiero hacer las cosas bien, así que venga pensemos en algo
Anabel: lo
tengo! Y si la llevas al cine….hace días vi un cartel de una sesión de cine al
aire libre
Yo: mmmmm buena
idea, me gusta
Cecilia:
tendrías que tenerlo todo preparado, llevar una cesta con comida y bebida
Yo:
vale necesito de vuestra ayuda, que tal si lo dejo todo preparado y vosotros os
quedáis a cuidarme el sitio con la manta para que yo vaya a buscarla y luego
cuando estemos llegando os aviso y os vais, me ayudareis?
Amigos:
claro
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Empece la historia hace días pero no había podido entrar al blog desde entonces. Cual es mi sorpresa hoy que has subido varios capítulos... Wow me emocione y pues a seguir leyendo la historia. Gracias
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