Epilogo
7 Años
Más Tarde…
Un llanto se escucha
en pleno amanecer y cada segundo que pasa es más fuerte.
- Argg – escucho su voz girándose y tratándose de meterse
bajo la almohada – como siga así despertara a su hermano y a las niñas.
- Creo que a los de la otra casa también – respondo
levantándome.
Con Ari llevamos
siete años de casada, mis hijas están a punto de cumplir nueve años, solo falta
un mes, con ella tenemos un niño de 4 años llamado David que lo tuve yo y la
pequeña es Abigail de 4 meses a quien la tuvo Ari, llego donde ella y apenas me
ve en su campo de visión aminora su llanto y estira sus manitos, la saco de la
cuna antes de que despierte a su hermano que duerme en la habitación de a lado,
la cual solo está dividida por el momento con una puerta corrediza, porque el
pequeño no puede estar sin su hermana. La tengo en brazos y observo sus ojos
verdes con toques grises y su pelito pelirrojo, es la mini copia de mi mujer.
Los cinco son mi
debilidad, también lo es Valentín, él es hijo de Damián, tiene 8años y seis
meses. Al estar a unos meses de cumplir dos años llego a nuestra vida, su madre
nos dijo que ella no podía criarlo, que era sangre de su sangre, pero que le
recordaba a su violador porque cada día se parecía más a él, e incluso ahora
tiene más rasgos suyos.
No la culpo por
dejárnoslo, ella era apenas una adolescente de 17 años cuando él la violo y
ella ese día quedo embarazada, no todos las personas que sufren un abuso pueden
quedarse con sus hijos, todos lo enfrentan de diferentes maneras, ella pudo
haberlo abortado pero no lo hizo, y se lo agradezco porque ahora es un hijo más
para nosotras, es un niño muy despierto y un buen niño, solo espero ser buena
madre para él y tratar que el día de mañana no se desvié como lo hizo su padre
y si se entera su historia, comprenda a su madre, por qué lo entrego.
- Mi princesa ¿tiene hambre? – digo besando su cabecita –
vamos a buscar tu leche.
Hablándola suavemente
la llevo a la cocina y pongo a calentar la leche que Ari tiene preparada para
la peque. Una vez que esta nos vamos al living y al colocarla bien en mis
brazos, le doy la meme y ella sin dejar de observarme come ávidamente.
- Creo que babero es lo que necesitas tu mi amor – escucho
la voz de Ari a mis espalda.
Ella siempre está
metiéndose conmigo al verme observándola embobada, pero es que ella hace unos
gestos que son los mismo que hace Ari entonces es fácil quedarme mirándola sin
prestar atención a nada más.
- A ti también cariño – respondo – cierto lo usaste cuando
nació David y les dabas las tomas.
Ella se ha olvidado
pero yo no de que cuando David estaba en sus brazos quedaba embelesada y hoy lo
sigue haciendo cuando él hace algo que nos roba el corazón, como sus te quiero,
sus besos y abrazos que nos da sin ningún motivo, solo demostrarnos su amor, y
es algo que nos llena de felicidad, espero cada día por las muestras de cariño
de mis hijos.
Ari toma en brazos a
nuestra pequeña y la pasea golpeando su espaldita para que largue los gases y
una vez que lo hace, la acuesta en el moisés.
Sonrió y me contengo
las ganas de burlarme de ella al ver como se queda mirándola, cuidando de que
no despierte, al sentir mi mirada sonríe y me acerco abrazarla y nos quedamos
de esta manera, son las 7 de la mañana podríamos dormir un poco más, pero ya es
imposible porque ambas estamos muy despiertas.
- Mamis – estábamos tan concentrada disfrutando este
momento que no lo escuchamos.
- ¿Qué pasa cariño? – pregunta Ari cuando nos giramos a su
llamado.
Esta parado en la
puerta con su pelo rubio cayéndole sobre los hombros y sus ojos azules apenas
abiertos y su peluche de perro siberiano en una mano siendo arrastrado por el
piso.
- Quiero pis – responde.
Me acerco a él y lo
tomo en brazo.
- Le damos un beso a mama – digo y se estira para Ari
dejando un tierno beso en su mejilla – dejémosle Blue a mama.
Asiente y ella agarra
su peluche y salimos rápidamente al baño que se encuentra cerca, es mejor que
no aguante pero tampoco que se haga encima. Hace dos años ha aprendido hacerlo
solo, pero siempre necesita alguien cerca que le ayude con su ropa y más si
esta medio dormido para que no se moje.
- ¿lavamos la mano? – digo una vez que ayudo acomodarse su
pijama – también los dientes mi amor
- Si mama.
Lo subo en una
pequeña silla que tiene a un lado del lavabo para que él pueda subirse y
lavarse las manos y los dientes solitos, la
compramos para Lucy y Ana y Valentín, ahora para los dos más pequeños,
observo que se lave bien los dientes no queremos que con el tiempo se le
piquen, de igual forma no dejamos que coman tanta chucherías.
- Vas con mama y le pide la leche ¿sí? – lo bajo y sale
sonriendo rumbo donde esta Ari – sin correr cariño.
Asomo mi cabeza en la
puerta y lo veo marcharse tranquilamente, entonces me meto y lavo mis dientes
al igual que la cara y voy a la cocina donde David desayuna su leche con cereal
y Ari me está esperando.
- Te quedas vigilándolos.
Unos minutos más
tarde ella entra ya higienizada y nos ponemos a desayunar juntas viendo a nuestro
pequeño hacerlo mientras las niñas de la casa duermen.
- ¿no tienes que ir a la oficina con mi padre?
- Si pero a media mañana – respondo preparándome una
tostada con queso – es un evangelio que quiere donaciones para los comedores
comunitario que tiene y quiere hablar conmigo ¿quieres que almorcemos en el
centro?
- Y tienes que ir, son muy pocos lo que reciben las
donaciones y quieren hablar contigo. Me gustaría hace tiempo no comemos fuera.
La verdad es que
desde el último mes de embarazo no vamos al centro de la ciudad porque ella iba
cada cinco minutos al baño y apenas podía caminar, Ari prefería quedarse en
casa por eso y con el nacimiento de la pequeña se nos ha ido complicando.
Desayunamos entre
charlas y risas y escuchando las pequeñas preguntas inocentes de David esas que
nos llena de ternura y que hacen que nos derritamos por él.
- Buen día mami – entran mis niñas y dejan besos en mi
mejilla – Buenos días mama Ari – repiten la acción con ella.
- Bueno días mis pequeñas- decimos Ari y yo juntas sabiendo
que eso les molestas, me levanto a servirles su desayuno.
Lucy y Ana le dicen
mama Ari y a Dani también, pues según las niñas, ellas también son sus mamas,
lo importante es que a mí no me molesta ni nada que le digan de esa forma a
Dani y sé que a Luna le pasa lo mismo, ambas tenemos el pensamiento de que si
algún día por esas cosas de la vida
faltamos ellas van a estar para ellas.
- Gracias ma- responde Lucy una vez que tienen su tazón de
leche y cereal.
Continuamos
desayunando, solo falta Valentín, es bastante dormilón, es muy raro que se
levante temprano al menos que este emocionado por algo como su cumpleaños,
mañana de Navidad, etc. No nos molesta solo esperamos que ahora cuando comience
nuevamente las clases se levante y no haga berrinches, al menos es algo que no
lo hace desde el jardín, ese año le
costaba y a veces había que aguantar sus lloros, pero cuando volvía a casa la sonrisa de haber estado con sus
amigos y pasado la mañana con ellos aprendiendo.
- Con mama Ari vamos almorzar en la ciudad – digo mirando a
las niñas - ¿quieren venir?
Ellas se miran unos
segundos y la verdad la conexión que hay entre ellas me sorprende pero me
alegra ver que desde niña han estado así y al seguir creciendo su conexión es
más fuerte.
- Tenemos que preguntar a mama si nos deja.
- Bueno desayunen y en un rato vamos hablar con su madre.
Solo asienten y miro
a Ari quien me sonríe, estos momentos en los que estamos juntas a nuestros
pequeños tesoro son los mejores, no suelo ir mucho a la oficina solo cuando nos
reunimos por cosas como las que tendré que hacer en un rato, o solo papeleo, la
mayor parte del tiempo estoy aquí, ayudándolas a Ana y Lucy con las tareas,
Valentín y David con algunos juegos e incluso dibujo, y la pequeña bueno ella
es una bebe todavía pero no hay que dejarla de lado por ello, le leo cuentos o
simplemente estar con ella.
- Cabe ma – dice David mostrándole su tazón a Ari.
- Bien mi amor, déjalo ahí y shh tu hermanita duerme –
responde con esa sonrisa en la cara que la caracteriza – cuando terminen tus
hermanas vamos a ir a despertar al dormilón de Valen ¿sí?
- Sii – dice levantando las manos pero sin elevar la voz
como ella se lo ha pedido.
No podemos evitar
sonreír ante su alegría, ademas de que le gusta molestar a su hermano mayor y
si es despertándolo pues perfecto para él, sus ojitos brillan traviesos. Una
vez terminado de desayunar, todos subimos en silencio al cuarto de Valen y abro
la puerta despacio, las niñas entran y se colocan a un lado, David sube
despacio a un lado de su despatarrado hermano y Ari con la princesita se sienta
al borde de la cama, el cuarto de mi pequeño tiene dibujos y poster pegados, ya
sea de los vengadores, superman, Thor, etc.
- Mi vida – se escucha la suave voz de Ari – despierta.
Es más que obvio que
él se gira un poco y quiere seguir
durmiendo.
- Dezperta hermanito, vamos a jugar – David también intenta
despertarlo.
- Cariño – vuelve hablar Ari acariciando su cabello –
despierta, esta Abby y David esperando por ti.
- Un poquito más mami – apenas abre sus ojitos.
Me acerco un poco más
a la cama para verlo.
- ¿no quieres ir a la ciudad, a almorzar? – pregunto.
- Sii – se escucha su respuesta y esta vez abre un poco más
sus ojos.
- Bien, entonces arriba.
Se sienta en la cama
y sonríe ante el beso de Ari, besa a la bebe
y a su hermano que ya comienza hacerle cosquillas, David sabe que
estando dormido no puede defenderse muy bien. Todos sonreímos al ver la escena
entre ellos, los dos riendo, uno pidiendo que pare y el otro sigue moviendo sus
manos.
- Bueno David cariño, para – digo – tu hermano tiene que
levantarse y desayunar, así despues salimos.
- Está bien mama – responde.
Las niñas saludan a
su hermano y luego Valen y David quedan con Ari y las acompaño a ellas a casa de Luna para ver si no tienen nada
planeado con ellas y poder llevármelas conmigo.
La casa de Luna y la
mía están divididas, pero digamos que tenemos un portón que nos lleva
directamente a la casa de una y otra.
- Mis pequeñas – dice Luna al vernos llegar.
- Otra – escucho que susurra Lucy por la forma que le
llamamos.
- Oigan – digo detrás de ella. Creen que por estar por
cumplir 9 años son grandes.
En fin todos los
chicos llegan un momento que creen que son grandes y dicen serlo, si supieran
que algún día cuando realmente sean grande van a querer otra vez volver a la niñez,
donde no hay preocupación, las responsabilidades son diferentes, todo es
diferente.
- Buen día mami – responden abrazándola y besando sus
mejillas.
- Hola – llega Dani saludando a las niñas y se escucha
también un hola mama Dani y abraza por la cintura a Luna.
- Hola eternas comprometidas – contesto sonriendo ante su
cara.
- Bueno ya – dice Luna - ¿está todo bien?
Sé que a ella le
molesta que las llame así pero es la verdad, llevan comprometidas cinco años,
no se pensé que tardaran tanto en casarse, e incluso tienen un hijo, el pequeño
benjamín de tres años, y siguen comprometidas, es más Manu y Rosa se han casado
y también están empezando a formar su familia, Manu está embarazada de una niña
y bueno creo que todos han comenzado a resignarse de su casamiento, y es por
ello que muchas veces la jodemos, solo para ver la cara de una y otra.
- Si todo bien – respondo al ver que quedamos sola y
caminamos – ¿ustedes todo bien? solo venía a preguntarte si no tienes planes
con las niñas.
- Si estamos bien, un poco cansada porque Benjamín durmió
mal anoche. Y con eso no, no hemos hecho ningún plan.
- ¿está enfermo? – pregunto alarmada – Bien porque vamos a
la ciudad y me la quiero llevar conmigo sino te molesta.
- Al parecer es una gripe – contesta con una sonrisa para
querer tranquilizarme – sabes que no, solo que por favor no coman comida
chatarra y será mejor que te la lleves no quiero que se pongan nerviosa al
escuchar a su hermano y sus berrinches.
Continuamos hablando
y rato más y escuchamos la risa de Ana y Lucy jugando con Coco que está
contento de ver a sus dueñas, él va y viene por ambas casas, pero anoche se ha
quedado acá, seguramente sintiendo a Benja inquieto. Le gusta mucho estar cerca
de los niños, los protege y cuando los siente o ve enfermo se queda durmiendo
cerca, es buen perro.
- Me las llevo – contesto sintiendo como se apoya en mi
hombro – cualquier cosa con Benja me avisas – la observo unos segundo - ¿está
todo bien?
- Si – responde dubitativa, dejo una caricia en su hombro
para que confié en mi de lo que le pasa – es que estos días he estado dándole
vuelta al asunto del matrimonio.
- ¿y? – la animo a que continúe hablando de lo que sea que
la preocupe.
El tema del
matrimonio de Daniela y ella, ha salido mucho últimamente en bromas, porque
ellas luego de que nos comentaran de que se habían comprometidos, no lo han
vuelto hablar al menos no con nosotras, es por eso que ahora solo puedo
escucharla.
- Es que bueno llevamos mucho tiempo comprometidas, cuando
lo hicimos hablábamos mucho como queríamos nuestra boda y al tener a Benjamín
hemos ido posponiendo y ahora bueno quiero poner fecha y casarnos.
- Y un hijo siempre te cambia los planes – digo sonriendo –
yo solo puedo decirte que hables con ella de esto que te pasa, se sincera, tal
vez a ella le pase lo mismo.
- ¿tú crees?
- Por supuesto que sí, estoy segura que ella también quiere
hablarlo, solo que no debe animarse, y
como has dicho con la llegada de Benja cambio los planes mejor dicho solo
atraso los planes de boda.
Hablamos hasta que la
veo más tranquila con el asunto de su boda con Dani, es normal que pasando un
tiempo y ninguna hablar de ello le entren inseguridades, solo espero que ahora
cuando se mejore el pequeño puedan hablar de ello.
Busco a las niñas y
al verlas ya arregladas y dejar unos besos en la frente de Benja que duerme
agitado, volvemos a casa, ellas quedan viendo televisión mientras ayudo a Ari a
cambiar a David y Valentín, la niña es más fácil pero al ser bebe hay que
llevar un bolso, con su mamadera con leche, con agua, pañal, crema, talco, un cambio
de ropa y un juguete, no es que sepa muy bien todavía lo que es jugar pero al
menos lo tiene con ella. También llevamos una remera para los otros dos en caso
de que se manchen con la comida sobre todo David. En la camioneta familiar hay
dos asientos de seguridad para David y ella, Valen lleva cinturón de seguridad
como sus hermanas, y por supuesto no puede faltar el cochecito.
Una vez que los
peques están listo, la dejamos con sus hermanas, tienen carácter con ellos,
aunque al ser las mayores tienen debilidad por los más chicos, Abby al ser una
bebe no puede portarse mal o hacer travesuras en cambio los otros dos si, y no
queremos que se desarreglen antes de tiempo.
Le sonrio al quedar
las dos sola, me acerco y la abrazo por cintura y beso sus labios.
- Sera mejor apurarnos antes de que venga algun de tus
hijos- dice aun entre mis brazos
- ¿solo son mis hijos? – pregunto divertida
- Cuando nos interrumpen si solo son tuyos – contesta
saliendo de mis brazos y dándose vuelta a buscar ropa.
- Si solo míos – pego una cachetada en su nalga y salta
hacia delante riendo.
Su cuerpo se ha
recuperado del embarazo, creo que más rápido que el mío, pero igual todavía le
gusta usar algunos vestido de algodón medio sueltos, se pone uno rosado, que
por supuesto le llega a las rodillas, solo ajusta sus pechos, que al verlos,
realmente dejaría de lado esa reunión y a mis hijos bueno los mandaría jugar y
que se ensucien no me importaría siempre y cuando pueda meterme entre los
hermosos pechos de su madre. Respiro profundamente y busco un jeans y una
camisa, trato de ir algo elegante solamente por la reunión que tengo y bueno al
lugar que vamos a ir almorzar, me cambio sin sacar los ojos del cuerpo de Ari.
- ¿Qué? - dice
cansada de que la mire.
- Cariño, es que estas muy buena – respondo sonriendo -
¿tenemos que ir?
- Mi amor – contesta acercándose – nuestros hijos están
despiertos, muy y emocionados por la salida, y tu una reunión aburrida, así que
si tenemos que ir.
Beso sus labios,
terminamos de cambiarnos, buscamos a nuestros pequeños y una vez sentados en la
camioneta, cada uno de ellos en su lugar y ver que están todos bien, nos
ponemos en marcha rumbo a la ciudad.
Ari y yo nos miramos
de reojo, acaricia la mano que llevo en el cambio, escuchamos las risas de las
niñas jugando con sus hermanos, y el trayecto a la ciudad no es lejos, pero es
un pequeño viaje entretenido al ver por el espejo de la camioneta la
interacción de los cuatros.
- ¿vamos a la oficina o te dejo en algún lugar? – pregunto.
- Mejor vamos a las oficinas, no creo que pueda con toda la
tropa junta – dice mirando atrás – ademas tu así no estarás mucho rato, porque
si es por mi padre.
- Si tu padre me dejaría encerrada allí.
Se ríe porque hace
unos meses su padre me trajo a una reunión y por supuesto ambas creíamos que
volvería rápido a casa y resuelto que su padre, de una oficina me llevaba a
otra donde había personas esperándonos para hablar, firmar convenios,
donaciones, etc. No es que me haya molestado estar todo el tiempo en la
oficina, la cuestión que Uriel ni siquiera no los dijo, David estaba por
cumplir los cuatro años y Ari un embarazo avanzado y Valen, ellos dos a cargo
de ella, no podía dejarle tanto tiempo sola, Dani o Luna ese día estuvieron con
ella pero igual, es por eso que desde ese día Uriel tiene más cuidado con el
tema de reunión, es obvio que ahora mi mujer ya está recuperada pero de todas
formas, no puedo dejarla sola con los tres, eso cuando Ana y Lucy no van a
quedarse a casa.
- Mama ¿Qué hacemos aquí? – pregunta Ana que es la primera
en darse cuenta en donde estamos estacionando.
- Tu abuelo quiere que haga unas cosas – respondo bajando
de la camioneta.
- Pero Mami – dice Lucy – tú vas a estar toda la hora aquí.
- Hey – digo al ver las caras de ellas, al ser más grande
entienden más – eso no va a pasar, voy a terminar lo más rápido posible por
estar con ustedes.
- ¿Lo prometes?
Sonrió ante lo ojitos
que pone al hacerme esa pregunta.
- Lo prometo – digo dejando un beso en su frente.
Cada vez que con las
niñas nos prometemos algo, ya sea ellas a mí con alguna nota, de portarse bien
porque aunque sean unas señoritas de vez en cuando se ponen diablillas, o yo
les prometo algo, lo sellamos con un beso. Una sonrisa y el brillo de sus ojos son
más que suficiente y para tener en mente el apurarme. No es que nunca hayamos
salido nunca con ellas, en estos últimos cuatro meses, lo hemos hecho contadas
veces.
Las acompaño a una
oficina grande para que se queden allí, una de las secretarias queda para ver
si Ari necesita ayuda para entretener a los niños.
- Vengo en un rato – digo mirando a mi esposa - ¿estarás
bien? – señalo a los cuatro sentados.
- Mi amor anda tranquila.
Voy
acercándome a la puerta para salir cuando escucho la voz de mi pequeña.
- Mami lo prometiste – Lucy me mira seriamente.
Sonrió asintiendo y
que sepa que tengo muy presente la promesa que le he hecho. Camino con una de las secretarias que me va
dando unos acuerdos que son para las donaciones, la parte que recibe el dinero
o cosas tiene que tener cierta condiciones y si no es así tiene que llegar a
ello.
- Buenas – saludo entrando en una oficina donde está mi
suegro con el pastor.
- ¿Qué tal? – pregunta el Pastor.
Sonrió para ser
amable, tengo cierto rechazo a los pastores no a todos, pero al verlo vestido
como esta, los zapatos e incluso el reloj, pero bueno no hay que juzgar antes
de tiempo.
- Bien – respondo sentándome frente suyo y poniendo los
papeles - ¿usted?
Hablamos unos minutos
de cosas básicas, como es como pastor, necesito sacar información y saber qué
clase de persona es, igual estoy segura que Uriel está al tanto de todo lo que
se necesita saber.
La oficina tiene un
vidrio y veo como Ari pasa con los niños con unos refrescos, el pastor también
lo ve.
- ¿tu familia? – pregunta.
- Si lo son – respondo.
- Se llevan muy bien con la niñera – responde y la sangre
me hierve como puede llamar así a Ari.
- Es mi mujer – respondo seria.
Al escuchar eso la
cara se le cambia, puedo notar que es uno de esos pastores que predica que el
hombre y la mujer fueron creados para seguir procreando que lo demás es pecado,
que es una enfermedad, etc.
- Ah – dice – Bueno por lo que estamos aquí será que podrá
ayudarme.
- He estado viendo la petición que hizo y tenemos un par de
condiciones – respondo – usted tiene una casa hogar, hay mujeres embarazadas,
bebes y niños más grande ¿vamos bien? – asiente – necesitas alimentos, ropa,
camas colchones, útiles para los chicos, etc.
- Si, en el hogar recibimos a mujeres que sufren violencia
de género, niños que son abandonas por su familia, y cada día llegan más,
algunos solamente vienen a comer, es por ello que necesitamos el dinero.
Ja, está muy
equivocado si piensa que le voy a dar dinero, pero dejémoslo que crea eso, que
se llevara un cheque, por supuesto cuando firme los papeles se llevara un
sorpresa.
- ¿las mujeres hacen algún trabajo en el hogar?
- Solo ayudan en la cocina y con los chicos en su tarea,
cosas domésticas.
Hablamos un rato más
de lo que hacen allí, como se comportan los niños, si las mujeres reciben ayuda
psicológica y médico, e incluso para los niños, el espacio que ocupan si es
grande o no, Uriel cuando fue a contarme, llevo fotos pero quiero saber que
dice él.
De reojo miro la
hora, y llevo media hora aquí, supongo que las niñas por el momento están tranquilas
o quizás haciendo desastre en la oficina donde quedaron, observo a Uriel unos
segundos para preguntarle que piensa y sus ojos dicen que sí.
- Bien – respondo – aquí creemos que podemos darte la
ayuda, tenemos aquí los documentos que vamos a firmar – se lo paso – puedes
leerlo. En total serian dos millones, se comprarían cosas nuevas, y en tema de
edificación también, arreglos y agregar más habitaciones.
- Realmente no pensé que recibiríamos tanto – contesta con
una pequeña sonrisa, yo voy a sonreír cuando lo mejor deje para lo último
- se lo agradezco porque ellos lo
necesitan.
- Y yo estoy contenta de poder ayudar.
Al parecer no ha
leído muy bien porque firma el documento, el original que nos queda a nosotros
y la copia que se lo lleva él.
- Uriel – llamo a mi suegro y entrego los documentos,
también firma él y le entrega la copia y el original ya se los queda él –
¿Cuándo iremos al Hogar?
- La semana que viene – responde – y estaremos haciendo
entregas de las cosas que más se necesitan y ver que más falta.
- Muy bien – contesto mientras miro al pastor – como ha
dicho Uriel la semana que viene se llevan las cosas – me pongo de pie – ha sido
un gusto hablar con usted y poder ayudar.
- Pero… - queda unos
segundos en silencio – pensé que llevaría el dinero hoy y comenzaría a comprar
las cosas.
Me quedo parada en la
puerta de la oficina que ya está abierta observándolo, está muy mal de la
cabeza si cree que le daría esa cantidad de dinero viendo como esta vestido.
- Pastor, lo siento si le hice creer que le daría el dinero
– veo como queda desconcertado – la ayuda será dada, pero en el documento hay
un par de cosas que se necesita llevar acabo para ello, por lo visto no leyó,
las mujeres de su hogar empezaran a trabajar, habrá gente que ira a
capacitarlos, los útiles y los alimentos le llevara mi suegro la semana que
viene. A ver cómo le explico, los dos millones llegaran en cosas materiales y
arreglos y demás, no en dinero.
- Si… - tengo ganas de reír por su cara – entiendo.
- Excelente – digo – ha sido un placer.
Voy caminando hacia
la oficina donde espera mi familia tranquilamente y sonriendo por la cara del
pastor, ya que delante de él no pude hacerlo.
- Espere – dice el Pastor acercándose – estoy agradecido
con su ayuda – debería comunicárselo a su cara – y estoy que voy a decir puede
caerle mal, pero llevo la palabra de Dios y tengo que decirlo ¿Sabe que su
matrimonio está mal? – al parecer va darme la charla, si supiera – dos mujeres
no pueden estar juntas, Dios creo al hombre y la mujer para formar familia, lo
suyo es una enfermedad…
Respiro profundamente
porque el que está mal es él, solo pueda contar en mi cabeza a que termine su
discurso que me lo sé de memoria porque no es la primera vez que me encuentro
con alguien que dice que estoy enferma, que o nuestro no puede ser amor, que
necesito un hombre en mi vida, etc.
- Creo que el que está mal es usted ¿de qué cura me habla?
Nací así y no hay cura para ello, por supuesto que no es la primera vez que
escucho de familia que llevan a sus hijos con psicólogos y psiquiatras donde
hacen terapia que la verdad pasado seis meses cualquier persona diría que esta
curada con tal de que no sigan experimentando y sufriendo. Usted puede pensar lo que quiera, su
mandamiento que escribió Moisés ¿está seguro que lo dijo Dios? - con cada palabra que digo, el enojo
comienza a bullir en mi interior – hay tantas cosas que dice la Biblia la cual
usted la lee seguido al ser Pastor, en una parte dice que vendas toda la
riqueza y des a los pobres – lo miro de
arriba abajo – por cómo vas no creo que hagas eso ¿cierto? – su cara vuelve a
cambiar – no siga intentado hablar de mi relación, muestre lo que predica cada
domingo con hechos.
Uriel detrás de
nosotros cierra la puerta corrediza que cierra las dos oficinas que están de
este lado y en una de ellas se encuentra mi familia, para que las personas que
están del otro lado secretarias y demás, no vean lo que esta pasando de este
lado, el calor recorre mi cuerpo y siento como mis alas salen y la cara del
tipo se desencaja.
- Tú que predicas la palabra de Dios, que hablas de amor al
prójimo, de no juzgar a los demás – digo acercándome a él y este retrocede –
deberías predicar lo que dices con hechos y dejarte de palabrería.
Al volver a mi lado
humano, el tipo cae al suelo desmayado.
Me quedo observándolo, no sé qué pensara cuando despierte, debería no
darle importancia a las cosas que dicen personas como él, sé que siempre habrá
gente cerrada de mente, que aunque pasen los años no van aceptar las relaciones
del mismo sexo, por supuesto la sociedad se hace más tolerante pero de igual
forma sigue habiendo personas de este tipo. Y lo más detesto son a tipos como
este Pastor, que se llenan la boca hablando solamente. No niego que hay
pastores, curas, etc. Que si saben lo que hacen y lo demuestran.
- ¿Qué has hecho? – escucho la voz de Ari.
Me giro hacia su lado
y paso mi mano por su cintura y la pego a mi cuerpo al ver que sigue mirándome.
- Ser un ángel.
****
Al escuchar la
respuesta de Luz solo puedo negar con la cabeza porque no es la primera vez que
hace eso, estoy segura que algo habrá hecho o dicho que ella reaccionara
así, aunque tengo una idea, habrá
hablado de nuestra relación y familia. Hace unos años atrás vinieron dos
hombres u una mujer y no solo se metieron con nosotras sino también con las
niñas y Valen, ese día fue la primera vez que dejo salir su lado angelical, su
temperamento no se parecía en nada a los angeles.
Desde entonces cada
vez que pasa algo así sobre todo si meten a Dios como ella dice solo para
llenarse la boca y no hacer nada, ella deja salir esa parte nuestra.
- Mejor vámonos – vuelve a decir – tu padre se va a
encargar de este desmayado, que despertara asustado por haber visto un ángel.
Veremos si eso lo hace cambiar.
Mi padre entra con
cuidado de que no vean lo que están afuera y lo lleva a una de las oficinas.
- ¿Cuándo vas a dejar de hacer esto?
- Cuando no se metan con mi familia – contesta.
Solo miro a mi padre
de que no diga nada y la saco a ella de la mano y buscamos a nuestros hijos
salimos del lugar, mi padre se encargara de ello, él sabe lidiar con estas
cosas que hace mi mujer.
Juntos cruzamos y
nuevamente subimos a la camioneta, más atrás de nosotros esta un auto de los
guardaespaldas que siempre han trabajado con mi padre y cuidado de Luz y ahora
siguen haciéndolo a la familia, Luna y Dani con el pequeño Benja y por supuesto
las chicas. La sociedad sabe que ella ha quedado como heredera de todo el
dinero de Lucifer o Antón como lo conocen como humano, y mi padre y ella
decidieron que no querían correr peligro de un secuestro o algo por el estilo
de las personas que quiere, lo único que busca es que estemos seguros y que
mejor con personas que ellos ya conocen.
- ¿vamos por pasta? – pregunta mirando a los niños.
- Sii – es la respuesta de todos ellos a la vez.
- Ganan por mayoría cariño – respondo – mejor que nos
lleves a un lindo lugar de pasta.
Una sonrisa es su respuesta
y sigue conduciendo tranquila mientras la risa y palabras de los chicos llenan
la camioneta como siempre que vamos todo juntos.
Llegamos a un
restaurant que nos gusta mucho, desde novia conocimos este lugar y siempre
venimos. Dejamos la camioneta en el estacionamiento del lugar y caminamos el
pequeño parque de árboles y rosas con sus pasillos, unas fuentes, también
tiene unos bancos para sentarse allí
antes de entrar al lugar. A los niños le
gusta mucho, en un sector del lugar tiene juegos para los pequeños.
Un mozo se acerca y
nuestra mesa de siempre, al rato vuelve con los vasos y el agua y la carta.
- Hamburguesa – dice David levantando la mano y solo puedo
reír ante su cara.
- No cariño, aquí no venden hamburguesa – contesto.
- Pero …
- Recuerdas que mama pregunto en el auto si queríamos comer
pasta – asiente con la cabeza atento – y bueno vinimos a comer pasta, siempre
que venimos aquí, solo comemos eso.
Queda unos segundo
asimilando, en realidad la hamburguesa es su comida favorita, si es por él viviría
comiéndolas y no es saludable, de vez en cuando en casa la hacemos casera para
él, siempre le damos los caprichos a todos ellos, pero también tienen que comer
saludablemente y hoy vamos a comer todos pasta. Ademas Luna nos mata si damos
de comer mucha comida chatarra a las niñas.
Las niñas y yo
pedimos pasta diferentes, solo Luz y los niños piden igual, ñoquis, no es que
Valen vaya a ensuciarse porque es un niño grande, el tema es David que suele
sentarse a su lado y el si se mancha y por lo tanto también suele hacerlo a su
hermano.
Ellos van un rato a
jugar con los juegos mientras esperamos nuestro almuerzo y quedamos en la mesa
solo Luz, la bebe y yo. Acerca su mano a la mía y acaricia lentamente sin sacar
la vista de la pequeña que observa tranquila desde su cochecito todo alrededor,
es una niña que le gusta mirar todo, eso sí siempre y cuando no se levante
berrinchuda, o las veces que llora
porque quiere ser alimentada.
Ella sigue
acariciando mi mano y al verla recostarse en mi hombro, me hace recordar otros
tiempos, cuando se recostaba así y las caricias eran en otro lado, e incluso
las veces que era yo quien acariciaba.
Estamos
acostadas en la cama, Valen ya está próximo a cumplir cuatro años y han sido
tiempo difíciles con él, al llegar a una casa donde no conocía a nadie, se
enfermó, por extrañar a su madre, los primeros meses dormía con nosotras y
había un medico viniendo cada día para observarlo, las niñas también estaban
cada día en casa para ayudarlo a salir, y al escuchar que ellas nos decían mama
Ari y las formas que tienen ella de llamar a luz mama o mami depende de quién
de las dos le hable comenzó a llamarnos así. Desde el día que la chica no los
dejo aquí en casa paso a ser nuestro hijo, con la influencias que tienen Luz y
mi padre logramos que los papeles estén todo a nuestros nombre, en los papeles
quedo como que ella nos los dio en adopción y no que simplemente lo dejo,
porque de esa forma ella seguiría teniendo derecho sobre él e incluso podía
culparnos de secuestro y esas cosas, y sinceramente ninguna de las dos
confiamos en ella, no sabíamos si con el tiempo nos chantajearía o haría algo,
lo único que le importaba a Luz era la seguridad de su sobrino.
Hace
unos meses al ver que él ya se acostumbrado a nuestra presencia y comienza a
moverse con confianza por la casa y llamarnos con más seguridad mama, empezamos
hablar con ella de tener hijos. Luz me ha dicho que quiere tener uno y sentir
como crece en su interior así que la decisión ha sido que ella lo tendrá.
Y
hoy ella esta acostada sin hacer esfuerzo alguno porque sus óvulos han sido
fecundados, Alberto nos ha dicho que es muy poco probable que en la primera
quede embrazada, pero queremos tener esperanza de que si, en el embarazo de
Luna a pesar de que había varios óvulos, y algunos de ellos cayeron, quedo
embarazada en el primero intento y ahora ambas tenemos fe de que eso mismo va a
pasar con nosotras.
Apoyo
mi cabeza en su hombro y llevo mi mano a su vientre y lo acaricio, sé que es
muy pronto pero lo que hay en su interior quiero que me sienta, que sienta el
amor que tenemos para él o ella. No importa si me tengo que hacer cargo de
Valen y las niñas cada vez que vienen con tal de que el embarazo siga adelante,
sé que Nana me va ayudar y que Luz no va a querer estar mucho tiempo en la cama
pero tendrá que hacerlo. Puedo notar lo relajada que se encuentra con mis
caricias en su vientre, y yo también, estar con ella en sus brazo siempre me
relaja y ahora mucho más al pensar que dentro de su vientre se encuentra
nuestro bebe. Con esos pensamientos ambas nos dormimos.
Los
días siguen pasando y los tres pequeños de la familia se han vuelto muy pegados
a ellas, especialmente las niñas, a las cuales cuesta separar de ella, Valen
sigue más a sus hermanas que otra cosas aunque hay veces que no están ellas y
él se pega a ella, ha dormido en esta semana tres veces en cama con nosotras y
abrazado a ella, sé que esto no es extraño, solo que al ver estas actitudes y
recién estamos llegando al mes de que fecundamos sus óvulos, no quiero hacerme
ilusiones adelantada, aunque es imposible no hacérmelas.
Todas
las noches duermo acariciando su vientre aunque cuando duerme el peque con
nosotras se me es un poco difícil porque es el quien se abraza a ella y no me
deja tocarla, y tengo que esperar a que se duerma para poder tocarla, para
poder seguir trasmitiendo mi amor a ese ser, Alberto nos dijo que era probable
que tuviera pérdidas o algunos calambres en su vientre si esto llegara a pasar,
pero ella no ha sentido nada de eso y es algo que aunque no lo digamos en voz
alta, nuestros ojos cada vez que se encuentran o cada vez que me mira al
pegarme a ella una vez que estamos acostada, su mirada lo dice: la esperanza de
que realmente este embarazada, cada segundo es más alta, de mi parte trato de
ser racional y contener mis emociones, sé que Luz así lo quiere por si nuestro
globo explota y no como ambas queremos.
- ¿te vas hacer la
prueba? Hoy hace un mes y un día.
- Mejor no – responde
ella y rápidamente la miro, creo que mi cuelo ha hecho ruido de lo rápido que
he girado mi cara – prefiero esperar otro mes ¿tu podrás?
- Cariño – digo
acariciando su mano – lo único que yo quiero es que estés bien, que cualquier
cosa me digas.
- Bueno – dice
estirando la o y mirándome pícaramente – sé que ya hemos cenado pero quiero
comer hamburguesa.
- Mi amor – solo puedo
sonreír – tus eres de comida sana y a esta hora sabiendo que ya nos vamos
acostar, nunca lo has querido hacer.
- Siempre hay una
primera vez – se acerca y besa mis labios – por fi.
Al
ver sus ojos no puedo más que asentir y levantarme de la mesa e irme a la
cocina a prepararle su comida. En la soledad de la cocina una sonrisa se dibuja
en mi rostro al pensar en el deseo de la hamburguesa y de que ese deseo tiene
que ver con lo que crece en su vientre.
El
mes pasa rápidamente y entramos en el segundo mes, estos días ha llegado a
comer más hamburguesas que en toda su vida, cada vez que la he visto comiendo
una de esa hamburguesa que ella siempre la mantenido al margen de nuestro
alimentación, solo puedo sonreír internamente. Esta noche llegando a casa
encuentro todo en silencio, noto una luz que viene del comedor y al entrar la
veo a ella sentada en la mesa, en esta hay unas velas, ella me sonríe y me
olvido de todo lo que traía en mente, se levanta y se acerca y besa mis labios.
- ¿Qué es todo esto,
cariño? – pregunto cuando me lleva a la mesa y corre la silla.
- Solo quería
prepararte una linda cena – responde – hoy no has estado todo el día en casa y
te extraño.
Ella
siempre ha preparado cosas para nosotras, pero al saber que tiene cuidarse y
que yo estos días no la he dejado mover mucho ha aprovechado que yo no estaba.
- Espero te guste –
dice sirviendo Carne con papa al horno y arroz con salsa.
- Mi amor estoy segura
que me va a gustar como todo lo que tú cocinas.
Deja
un beso en mi frente y se sirve ella y sienta, por supuesto que para mí hay
vino y para ella solamente agua, entre charlas de lo que he hecho hoy con mi
padre, lo que hizo ella con las niñas y Valen, como consiguió que se vaya
temprano a la casa, de esa forma trascurre nuestra cena. Ayudo a levantar la
mesa y las cosas la dejamos para lavar mañana, no quiero que ella haga de
más. En nuestra habitación ella trae un
regalo en sus manos para mí y quedo más sorprendida, entiendo lo de la cena
porque lo hemos hecho varias veces, los regalos lo dejamos para nuestro
aniversario.
- Anda ábrelo – sus
ojos azules están brillante y expectante a mi reacción.
La
miro unos segundos y llevo mi vista al pequeño paquetito cuadrado que tengo en
mis manos, parece no pesar nada, puede que sea una pulsera. Poco a poco
comienzo a sacar el envoltorio y en mis manos queda una cajita larga blanca,
vuelvo a mirarla y ella está con una sonrisa, corro la tapa y al ir viendo el
interior mi sorpresa va siendo mayor, porque dentro está el test de embarazo,
lo tomo con manos temblorosa y el resultado logra que caigan las lágrimas que
he tenido contenida desde hace unos segundos.
- ¿sí? – es todo lo que
puedo preguntar porque la emoción no me deja hablar.
- Si mi amor – contesta
y mueve su cabeza afirmativa para darle más énfasis a su respuesta, en sus ojos
también hay lágrimas.
La
abrazo fuertemente, su cuerpo y el mío están pegado mientras deposito besos en
su cabeza, mejillas, ojos y labios. Es
difícil explicar la emoción que siento al saber que vamos hacer mama, que
dentro de su vientre crece un pequeño ser que lo venimos deseando hace tiempo,
que por fin puedo dejar salir todos los sentimientos que he venido conteniendo
hace dos meses.
Entre
besos la llevo a la cama y la desnudo lentamente, y asi despacio beso su
cuello, sus pechos, y llego a su vientre donde me detengo, dejo unos besos y
caricias y retomo mi camino hasta llegar a su centro, besos sus labios y tomo
entre mis dientes su clítoris y lo tiro despacio, ella gime suavemente y la
humedad aumenta, al igual que sus movimientos, mi lengua se hunde en ella y
otra vez, al sentir que se aproxima al orgasmo, cambio mi lengua por dos dedos
y subo besando su cuerpo una vez más, me entretengo con sus pechos, mis dedos
son aprisionado por ella cada vez más , nuestro movimientos son igual de
rápidos, cuando vuelvo a entrar y estar en lo más profundo de su ser, Luz llega
al orgasmo y me aprisiona dejándome allí, beso sus labios y con mi mano libre
acaricio su cabello húmedo que cae por su frente hasta que se recupera.
- Siento por tu mano –
dice cuando por fin libera mis dedos.
Los
llevo a mi boca sin dejar mirarla, se muerde los labios y con su mano en mi
nuca me acerca a sus labios.
- Es mi turno – habla
antes de atrapar mi boca con la suya y en un segundo la tengo arriba a ella.
Sus
ojos tienen un nuevo brillo, puedo sentir como late su corazón, las sonrisas
que me dedica entre beso y beso, sé que está feliz como yo, de que siente como
algo crece en su interior como ella lo quería. Me pierdo en su mirada azul, a
la vez que nuestro cuerpo se mueven y con cada penetración suya me acerca al
orgasmo. Mis manos acarician su espalda, sus costados donde esta nuestro bebe,
desde su nalga la acerco mucho más a mi cuerpo, ella apenas puede mover su mano
para las penetraciones, una de mi mano sube por su espalda y la agarro de la
nuca hasta que nuestros labios vuelven a unirse, la necesito, ella lo sabe,
sabe que estoy muy cerca y con su pulgar acaricia mi clítoris hinchado, sus
dedos siguen entrando y saliendo de mi interior. Siente que estoy por llegar y
detiene todo sus movimientos.
- Todavia no amor –
dice al bajar con sus besos por mis pechos y metérselo uno en su boca y masajear
el otro.
- Mi amor – dijo al
sentir como se encuentra mi sexo, solo quiero que me libre de esta tortura.
Los
besos húmedos y su lengua caliente baja por mi vientre hasta perderse entre mis
piernas. Mis labios vaginales son atrapados por su boca en una succión, y luego
su lengua se hunde en mi vagina, cada vez profundamente, más rápido y más
profundo, en poco segundos vuelve a llevarme al borde, con una mano sostiene
mis cadera en la cama y con la otra una lleva su dedo a mi clítoris y lo
acaricia hasta excitarme de tal manera que mis líquidos aumentan y todo termina
en su boca, las delicadas caricias de su pulgar, se convierte en masaje a
medida que se pone más duro e hinchado. Cuando lo atrapa entre su boca como si
fuera a comérmelo, el orgasmo invade mi interior haciéndome gemir y agarrar las
sabanas con fuerza. Deja unos besos en mi muslo mientras me recupero y sube por
mi vientre hasta llegar mi rostro, apoderándose de mi boca.
La
atrapo entre mis brazos y dejo que apoye su cabeza en mi hombro, ella acaricia
mi brazo, busco una manta y nos cubro a las dos, apoyo mi mano en su vientre y
la dejo allí dibujando círculos.
Los
días y la semanas pasan, aunque ella no lo pasa nada agradable, entre los
mareos y vómitos, muy pocas veces retiene la comida, lo único que hasta ahora
ha comido bien y no devuelto es hamburguesa, solo que ella no puede alimentarse
de eso solamente, en estos meses hemos intentado saber el sexo y nada, tiene
sus piernas muy juntas, nuestros peques están contentos con el embarazo aunque
al igual que yo están ansiosos de saber si será niño o niña, la verdad seré
feliz cualquiera sea su sexo, solo que quiere ir comprando las cosas y es mejor
saberlo por ello.
Los
mese pasan y por suerte los vómitos y mareos pasan, pero ha llegado el sueño,
es difícil despertarla, sobre todo los días que toca llevar a las niñas al
jardín, me ha tocado explicarla a Ana y Lucy porque mama duerme mucho, ellas lo
han entendido, también me toco explicar el tema de las patadas y las molestias
que siente en su vientre, sobre todo a Valen que al verla quejarse los primeros
días se ponía mal y decía que no quería hermanito o hermanita porque la
lastimaban, y tocaba tenerlo en cama para ver que todo iba bien, una vez que
supo que es porque él bebe tiene poco espacio en su interior quedo más
tranquilo, solo decía que quería que nazca porque de esa forma él bebe no se
sentiría mal y mama tampoco.
Sus pies comienzan a hincharse, va cada rato
al baño y camina despacio, tengo que ayudarla a levantarse de la cama y con los
peques, tratando de que este tranquila estos últimos días.
Estoy
ayudando a las niñas con la tarea cuando escucho su voz llamándome, ha estado
en la bañera porque sentía la panza dura y Alberto nos dijo que con un baño él
bebe se relaja. Al final de cuenta hemos comprado ropa de color unisex y el
cuarto hemos pintado un color crema. Al
llegar a la habitación la veo solo con un albornoz y tomarse la panza mirando
el suelo.
- Mi vida ¿Qué pasa? –
pregunto acercándome con cuidado.
- Rompí fuente –
responde.
Entonces
llevo mi mirada donde ella ha estado mirando y lo veo, la tomo del brazo y
acerca a la cama, una vez sentada busco ropa fácil de ponerla. Una vez vestida
controlo las contracciones, busco el bolso que ya eta preparado hace semanas o
mejor dicho desde que Alberto nos explicó que en las primerizas se suele adelantar
y más en un ángel, aunque nos sorprendió de que se pasara uno meses, no fue
como el embarazo que vivió Luna, mi padre nos contó solo de unos cuantos
embarazos que han sido como el de Luz. Los peques quedan con la nana a quien
pido que avise a las chicas, con el manos libre del celular llamo al médico,
necesito que nos espere.
Voy
lo suficientemente rápido pero también con cuidado no quiero de qué pase nada,
ella con cada contracción aprieta mi mano, lo cual la verdad es bastante fuerte
pero sé que mi dolor es nada comparado al suyo. Llegamos y ya se encuentra
Alberto en la puerta con una silla de rueda lo cual la lleva rápidamente a la
sala de partos y revisa.
- Tiene 5 de dilatación
– dice mirándola.
Ya
no escucho nada más porque me concentro en ella, seco la traspiración de su
frente y dejo que entumezca mi mano, es lo menos que puedo hacer, ella ha
pasado de todo en el embarazo.
Desde
los mareos, vómitos, al dormir todo el rato aunque eso no ha sido tan malo, las
patadas, lo cuales al principio cuando eran leves movimientos apenas
perceptible, fue algo muy emocionante, demasiado. Recuerdo la noche que por
primera vez pude sentir su movimiento, estaba poniéndole crema para que no le
queden marca de estrías, entonces sentí un rápido movimiento, quede alucinando,
quería guardarme esa sensación para siempre, vi los ojos de Luz y estos
brillaban con emoción, sabia cuanto deseaba poder sentir los movimiento al
igual que ella. Volví a pasar mi dedo más lentamente por su vientre y esta vez
el movimiento desde su interior también fue lento, fue la primera vez que pude
sentirlo y desde entonces cada noche pude hacerlo.
- Lo estás haciendo
bien mi amor – digo y ya no siento mi mano.
Alberto
viene y se coloca con sus enfermeras, no lo dice pero sabemos que ha llegado el
momento de conocer al bebe y saber que es. Beso su frente cuando comienza a
pujar.
- Sigue así – se
escucha la voz de Alberto.
- No puedo – responde
ella mirándome.
- Hermosa si puedes, lo
estás haciendo muy bien – llevo mis labios a los suyos – un poco más y
conoceremos a nuestro bebe.
Ella
sonríe y asiente y vuelve a pujar cuando Alberto se lo indica, lo hace unas
tres veces más hasta que el nuevamente vuelve hablar, pidiéndole que pare para
acomodar al bebe y salga un hombre primero y luego el otro. Tres pujones más de
mi fuerte mujer, escuchamos un fuerte llanto.
- Ven aquí – me llama
Alberto – ahora te toca cortar el cordón.
Por
supuesto que lo hago y observo él bebe que me pasa y me indica que se lleve a
Luz.
- Es un niño – nos dice
– en un rato vendrán las enfermeras a cambiarte de habitación y se lo llevaran.
Asentimos
en silencio sin despejar la vista de nuestro niño, apenas tiene pelitos en su
cabeza, pero se nota que tendrá cabellera rubia, una de sus manitas agarra mi
dedo y alguna vez leí una frase al respecto y hoy puedo decir que es verdad,
que él ya es dueño de mi corazón como las niñas y Valen.
- David - dice ella mirándome.
Como
no sabíamos si sería niño o niña no pensamos mucho nombres, solo algunos de
ambos sexos, nos gustó David aunque más a ella.
- David será – respondo
y dejo un beso en su cabecita y en los labios de mi mujer – te amo. Los amo.
La
enfermera se lo lleva unos minutos para hacerle toda las revisiones y a ella a
una habitación, salgo y llamo a mi padre, no sé si nana le habrá avisado.
- Hija ¿todo bien? –
escucho del otro lado.
- ¿Cuánto tenemos que
esperar por el abuelo?
- ¿ya? – al parecer
nuestra conversación será con preguntas – iré en un rato.
- Si mejor, Luz
necesita descansar – contesto – solo quería que lo supieras.
- Nos vemos en un rato.
Corto
la llamada y camino hacia donde llevaron a mi mujer, la felicidad que siento no
la puedo expresar, cuando escuche su llanto. No creí que pudiera vivir algo
así, lo veía como algo lejano y más si tengo que recordar todo lo que pasamos.
Desde el día que nos casamos no hemos pensando en ello, porque empezamos un
futuro y hoy hemos hecho realidad uno de nuestro sueño. Solo las lágrimas que
derrame en el momento del parto y sus lágrimas de ella explican lo que no se
puede decir en un momento tan especial.
- Cariño – escucho que me habla.
La observo y sigo sin
creer los años que han pasado desde que nos casamos, en realidad desde que nos
vimos en el internado.
- ¿estás bien? – pregunta y puedo sentir la preocupación en
su voz.
- Si solo estaba recordando, el embarazo y nacimiento de
David.
- Fue un momento muy especial – contesta – como el
nacimiento de Abby. Los nacimientos de
mis hijos han sido especiales. Por suerte David y la princesita – le hace
cariños a la bebe – nacieron separados, no como cuando Ana y Lucy – suspira, sé
que echa de menos al pequeño Gabriel, que se acostumbrado al dolor – y Gaby,
uno tras otro, fue algo… Wow la emoción
es la misma, aunque por triplicado.
Solo puedo imaginar
el momento de tener a tres bebes juntos, si la emoción de David y Abby fue
fuerte puedo imaginármela a ella con ellos tres, recuerdo el momento en que
nacieron y cuando los vi me llene de emoción. Entiendo lo que quiere decir,
porque estaba asimilando y conociendo a su hijo cuando ya estaba el otro y así,
es un momento en el cual uno vive en las nubes.
- Entiendo Cariño – sé que hablar del tema de Gabriel para
ella es una difícil, entonces no quiero hablar mucho de ello y cambiar.
Observo al mozo
acercarse a nosotros con nuestros platos, ella deja una caricia en mis brazos y
se levanta a buscar a los peques y llevarlos a lavar la mano antes de que se
alimenten.
Al ver cómo lleva a
toda la tropa al baño, sé que deberá quedarse en la puerta, de esa manera al
salir puede controlar de que sus manos están limpia.
Miro a mi pequeña, y
una sonrisa boba se dibuja en mis labios, no por el hecho de que me tiene
cautivada sino porque ver a mi hija y saber la familia que tenemos, que las
cosas malas que pasamos desde hace tiempo atrás podemos decir que valió la
pena, si somos una familia un poco rara pero lo que importa es el cariño que
todos nos tenemos, de saber que contamos con unos o con otros, que siempre
están ahí, en las buenas en las malas, tenemos a quien recurrir cuando las
cosas no van bien, necesitamos un abrazo, un consejo o simplemente que nos
escuchen. Luna no se pone celosa de que
sus hijas me llamen mama Ari o Luz de que le digan así a Dani, sé que para
Valen al principio fue algo confuso y ahora que es un poco más grande lo ha
entendido, solo les dice tías a todas ellas, para David comienza hacer algo
confuso, porque es el niño que sigue a sus hermanas y hermano y en este caso no
sabe qué hacer. Mi padre es el gran
abuelo de la familia. Vuelvo a repetir somos una familia rara, pero sabemos el
rol de cada uno y que significan en nuestras vidas.
Podrá ser la familia
más rara de todas, nosotras también somos algo raras, no solo por el hecho de
ser lesbianas sino angeles y humanos, es algo extraño, algo que los que nos
rodean lo han aceptado, y que nosotros mismo aprendimos aceptarlo. Sea como sea no la cambio por nada.
****
Hemos estado hablando
con Dani de nuestro matrimonio, y como lo dijo Luz es algo que ella también lo
tenía en mente y que con la llegada de Benjamín cambio los planes y que solo lo
ha ido atrasando nada más. De igual forma aún no hemos puesto fecha porque
ahora lo que nos tiene ocupada es el peque que está enfermo y ya se sabe cómo
son las criaturas enfermas, lo tengo por experiencia de las veces que se han
enfermado las niñas, pero siempre es como la primera vez, te duele verlo
sufriendo, de que se ponga peor, de ver como se agita al dormir, etc. Solo sabemos que cuando se recupere
hablaremos seriamente y organizaremos todo, y de esa forma Luz nos dejara de
decir las eternas comprometidas y los sobrenombres que me ha puesto.
Estos años que han
pasado, con Luz nos hemos acercado mucho, nuestra amistad se ha fortalecido, el
amor que sentía por ella ahora lo es de Dani, una mujer que conocí en la
universidad y no teníamos relación, hable con ella la vez que se acercó e
intento defender a Luz del engaño que me hicieron creer y la trate mal, y
cuando volvió a nuestras vidas se volvió en alguien importante, se ganó mi amistad
y con el tiempo esa amistad paso a amor, con sus detalles para conquistarme lo
logro. Sin darme cuenta se adueñó de mi corazón, y ahora somos una pareja feliz
con un hijo en común y que deseamos casarnos, ambas sabemos que es solo un
papel, un papel que dice que ella me pertenece y yo le pertenezco a ella, y
también quiero ver el anillo de casadas en su mano.
Me case una vez, y si
no fue más que un acuerdo de matrimonio porque Luz lo necesitaba y porque yo
quería recuperarla de una forma u otra.
Hubo amor de ambas
partes aunque lo suyo fue más amistad y sé que hizo el intento de amarme, pero
su corazón ya tenía dueña y cuando eso pasa no se puede hacer nada, por más que
lo intentes.
Hoy que en la
distancia que lo pienso, puede que ella no haya podido enamorarse, porque mi
corazón estaba destinado para alguien más.
Viendo a Dani con
Benja acostados en nuestra cama y el en sus brazos acelera mi corazón, es una
imagen muy tierna, los amo demasiado. Me acerco y beso la frente de ambos, en
ella noto la preocupación por la forma de sus cejas fruncidas al dormir, él
duerme un poco agitado pero parece estar mejor.
Me recuesto a lado de
ellos y solo puedo mirarlos y recordar mi vida desde el internado cuando conocí a Ari, Manu y Rosa
al igual que Luz, todo lo que hemos pasado, mi vida en peligro el de nuestros
hijos.
Llevo la vista al
mueble y poso mis ojos en la foto en la mesita, Gabriel de bebe en mi pecho
ambos mirando la cámara de Luz, sus ojitos azules apenas abierto, era idéntico
a Luz.
El dolor de su pérdida
siempre estará presente en mi vida, ya me he acostumbrado a él, me resigne a no
tenerlo, al si hubiera… Por supuesto hay momentos como esto, en que solo puedo
recordar con cariño como lo tuve en mis brazos, su sonrisa su mirada, todo el amor que me brindo aunque
él no lo supiera.
El nacimiento de él y
sus hermanas fue el más feliz de mi
vida, eran mis primogénitos y con el nacimiento de Benjamín también ha sido muy
especial, la emoción fue grande. Sé que sería igual si hubiera sido niña pero
al tener un niño fue… es difícil explicarlo, porque no es que Benja reemplace
ni ocupe el lugar de Gabriel, solo que lo tomo como un regalo, una nueva
oportunidad de ser madre de un niño.
Benjamín se da vuelta
y se acuesta en mi pecho, el latido de mi corazón aumenta.
Respiro Profundo
Porque no hay nada que me llene más el alma que estar asi, aunque faltan Ana y
Lucy. Solo puedo decir que mi vida no es como siempre soñé, cierro los ojos
sabiendo que sea como sea soy feliz.
****
Llegamos a la casa a
eso de las cuatro de la tarde, David necesita su siesta al igual que Abby, las
niñas rara vez duermen a la tarde, solo cuando llegan de la escuela cansada
despues de un día, los cuales son cuando almuerzan allí y hacen educación
física. Si no voy a buscarlas yo lo hace Luna, al vivir en el mismo terreno y
cerca es lo mejor porque puedo verlas todo el tiempo, así como llevarlas al
colegio e ir a buscarlas, viceversa, es algo que nos ponemos de acuerdo al
instante con Luna.
Sé que las personas o
mejor dicho vecinos no entienden como es la relación en esta familia, a ellos
les cuesta comprender, muchas veces no dejan que sus hijos venga a visitar a
los nuestros, solo creo que son de mente cerrada.
Somos una familia
normal como cualquiera diría si fuera realmente así pero no lo es, en mi caso
es mucho mejor, porque no hay pelea por las custodias de las niñas o de que
pasen tiempo con Ari o Dani. Mi mujer no se pone celosa al verme abrazando a
Luna ni tampoco lo hace Daniela. Ellas saben que el amor que nos tenemos mi ex
mujer y yo es de amistad y de tener dos hermosas niñas en común. La amistad entre Luna y yo creció mucho más,
es fácil encontrarme con ella en su casa o la mía hablando de cosas comunes, de
las niñas, poniéndonos de acuerdo en lo que creemos que es mejor para ellas, en
las vacaciones si la compartimos o no, si puede cuidar a Valentín y David, si
pueden hacer pijamadas entre hermanos, consejos, abrazos.
Hemos pasado por
tanto que es normal que el lazo entre nosotras sea fuerte, compartimos la misma
perdida, y es por eso que mi mujer lo comprende. Sabe que Luna es una gran
mujer y lo ha demostrado muchas veces, lo hizo cuando aún estábamos casada y se
hizo a un lado para que ambas pudiéramos estar juntas cuando no tendría porque.
Es eso lo que no
comprenden la gente que no sabe nuestra historia, que no hay egoísmos, celos,
reproches, broncas, etc. Si la gente fuera menos accesible a esos feos
sentimientos viviría mejor y entendería esta extraña familia, a la cual amo y
nunca voy a cambiarla.
- Es hora de acostar a la princesita – susurro despues de
cambiarle el pañal y ver como se le cierran los ojitos.
Con su manito agarra
mi dedo con la cual acariciaba su carita, la paseo por la habitación. Intenta
mantenerse despierta, siempre le cuento un cuento.
Sí, es la historia de
dos angeles en el cual allá en el cielo no aceptaban su amor y Dios decidió
ponerle una prueba, quería ver cuán fuerte y que era capaz de soportar el amor
que decían tenerse, y si la envidia celos de otros angeles era capaz de
destruirlas. Los peques más grandes ya la han escuchado, las noches que duermen
todos juntos haciendo noche de pijamas, se la contamos. Por supuesto que con
Ari sacamos las partes sangrientas, no es bueno que escuchen eso, ellos son
angeles, bueno al menos Lucy y Ana por ahora, Valentín y David no tiene alas
pero siguen siendo descendiente de angeles, solo tenemos que ver si Abby lo
será, todavía no hemos visto ni una muestra de ello.
Una vez que sea
dormido la deposito en su cuna, la cubro con una mantita, la observo unos
segundos, es tan parecida a su madre.
Cierro la puerta al
salir y voy a nuestra habitación Ari está mirando por la ventana.
- ¿te costó dormirla?
- No cariño – contesto abrazándola por detrás – sabes que
intenta mantenerse despierta con la historia pero para ella tengo que
resumirla.
- Y eso que ya la hemos resumido demasiado – sonríe
mirándome de lado – tengo ganas de algo que no hacemos hace mucho.
Sonrió pícaramente,
no es que no lo hagamos hace mucho, despues de los días que le ha dado el
médico y que ella ha podido recuperarse del embarazo lo hemos hecho.
- No es eso – dice pegándome en el brazo – volar.
- ¿quieres hacerlo ahora?
Se gira en mis brazos
y me besa, ventana de nuestra habitación
está abierta, nana está en casa y se encargara de los chicos, al menos podemos
hacerlo un ratito.
De un rápido
movimientos de alas estamos arriba del techo, miro sus ojos y con cada batir de
nuestras alas ganamos miles de metros de altura, es el atardecer y no
necesitamos que ningún humano nos vea. El aire cálido y espeso, se vuelve frio
podría ser punzante si no fuéramos angeles pero lo somos y luego de unos
segundos respiramos con normalidad. Hace tanto que no hacíamos esto. Es algo
que nos gusta mucho, nos recuerda nuestro origen, como empezó nuestro amor, lo
haríamos siempre si fuera posible pero nuestros deberes como madres nos gusta
aún más, ademas sabemos que siempre podemos tener escapadas como esta.
El mundo se ve
distante, nuestra casa se ve como el tamaño de una huella digital. El vistazo
al mar desde esta distancia, suele deleitarme, ella se acerca y me abraza, sabe
que puedo sostenerla y que mejor que ver el mundo que una vez cuidamos y lo
seguimos haciendo de forma humana, abrazadas, sintiendo el latir de nuestro
corazones, las respiración de ambas mezclándose.
El tenue blanco de
las nube nos rodea, el rugido del viento es suavizado y el luego de un par de
aletazos más el mundo se ve tranquilo como si recién empezara existir, solo que
desde aquí se ve diferente, cuando te acercas es un caos. Si la humanidad
pudiera ver esto, bueno aparte de los astronautas, me pregunto si lo valorarían
más.
- ¿esto querías ver? – pregunto perdiéndome en sus ojos
grises.
Besa mis labios y
sigo volando un poco más esta vez de forma más paralela, ella guardo sus alas y
sigue abrazada a mí, nuestros cuerpos se balancean al unísono.
Atravesamos el manto
de nube, es como ese momento en un avión, la ventana dejar ver el color gris
monocromático y entonces se vuelve una paleta de infinitos colores, la diferencia
aquí es que la ventana no está, no hay nada entre nuestra piel y los colores
rosados del mar, las nubes en el este y el color índigo del cielo mucho más
alto que nosotras.
Este es otro mundo,
el cual solo Ari y yo lo habitamos, es la cima del faro de nuestro amor.
¿Qué humano no sueña
con algo asi? Estar del otro lado de la ventana del avión y poder deambular por
las doradas y extrañas y pálidas nubes bañadas por el solo. Nosotras podemos
disfrutarlo, esta es la belleza de un mundo lejano que podemos sentir en la
piel.
Me detengo y
observamos en silencio esta belleza, algo que nos gusta ver, y que lo hemos
visto muchas veces como angeles, en ese momento todo era diferente, no podíamos
estar cerca porque no nos dejaban y ahora podemos abrazarnos y besarnos,
tenemos una familia hermosa.
- ¿Recuerdas...
- Si lo único que quera estar cerca de ti – no la dejo
terminar de hablar – solo podíamos sentarnos a observar esta belleza.
- Todo lo que siempre quise fue amarte – responde
acariciando mi cabello.
- Yo también. Y es todo lo que siempre hare. Amarte.
Nuestros rostros se
acercan y la beso suavemente, ahora podemos hacer todo eso, pero siempre están
los recuerdos de lo que no podíamos y deseábamos con todas nuestras almas hacer
con la otra.
- Cuéntame la mejor parte de tus vidas – dice separándome
apenas de mí.
No hay mucho que
decir y sé que ella lo sabe, no sería necesario decirlo en voz alta, pero mi
mujer, mi ángel pelirrojo quiere escucharlo.
- Las veces que te encontré, que te amé.
Ari sabe que el mejor
momento es el Ahora, ella significa todo para mí como yo para ella, La única
manera de experimentar nuestro amor, es entrar en cada momento vivido juntas.
Ari sabe que arriesgaría todo por ella y nuestro amor, asi como sé que ella lo
haría.
- ¿Eres Feliz? – pregunto
Puedo sentir su
corazón latir sincronizado con el mío, no necesito respuesta porque ya la sé,
pero al igual que ella muchas veces necesito escucharlo, necesito comprobar que
esto es más que un sueño de un ángel enamorada de otro ángel.
- Inmensamente feliz- responde.
Nos mantenemos en el
aire abrazadas como una danza lenta, es un momento donde nuestro amor nos
envuelve y nos llena de dicha y calidez, donde por un rato dejamos de ser
madres para ser solo Ari y Luz dos angeles enamoradas. Las estrellas que centellan en la vasta
galaxia han sido y son testigo del amor de estas dos almas, la luna esta enorme
y atestada de cráteres, media envuelta en una nube gris pálida, me siento
cálida y segura en los brazos de Ari.
La verdad es que no
importa si es un ángel o humana lo único que importa y que me hace feliz es que
es mi ángel.
Dos angeles que se
aman…
Fin.
Nota: Realmente espero que
le guste el epilogo, trate de contar más o menos la vida de Ari y de Luz desde
su matrimonio, así como el de Luna.
Mega: Creo que se cumplió
tu pedido. Nallely: Me alegro de que
te haya gustado el final. Seguramente vendrán más historias, cuando no sé, pero
sé que sí. Lourdes: Deberías
publicar tus historias, cuando escribí mi primer historia también me daba cosa
publicarla, pero la quería compartir porque es un hobbie una forma de relajar
mi mente, me ha ayudado mucho. No creo ser lo suficiente buena pero con que le
llegue a una sola persona ya estoy, sé que tengo mucho para aprender respecto a
esto, eso se da paso a paso y con las críticas constructivas que dejan las
personas que leen lo que uno escribe. Abrazos. Lizeth: creo que lo dije una vez en un comentario o no lo sé, de
que trato de que la historia tenga cosas reales, así sea con los sentimientos y
con las cosas que pasan, entre otras como también a veces no poner cosas tan
reales, porque para eso ya está la vida que te muestra tantas cosas que muchas
veces uno entra a leer una historia para olvidarse lo que sucede en el mundo.
Besos. Gladis: Pues sí, no sé si
seré una romántica empedernida o no, pero creo en el amor sincero, en ese que
es capaz de luchar, de dejar los sentimientos egoístas de lado de solo querer lo
mejor para la persona que sea ama, hoy en día en este mundo es difícil ver un
amor así… Pues en la familia todo se va mejorando asi que gracias por tus
buenos deseos. Pronto no creo que vuelva con otra historia porque como dije
anteriormente, prefiero terminarla antes y luego enviarla. Te deseo muchas
bendiciones a ti también. Abrazo. Lucero:
Me alegro de que te gustara la temática de la historia. Con respecto al nombre es sencillo Lucy es el
diminutivo de Lucero, también lo es Luce, asi como Ana el de Anabella aunque
también podría haberle puesto bella pero sonaría muy crepúsculo, espero haberte
aclarado la duda. Besos.
Bueno
Quiero agradecer a todas las personas que han leído la historia y comentado y
aquellas que no lo hicieron también. Gracias por estar de ese lado y esperar
los capítulos los cuales por cosas de la vida se me fueron atrasando y
alargando. Tenía un plan de terminarlo pronto pero como decía John Lennon: La
vida es eso que te va sucediendo mientras haces planes, me pasó a mí con una cosa
u otra se me fue complicando. Agradezco a l@s chic@s de la teta por ser
paciente y esperar los capítulos de la historia y publicarlos. Un beso y abrazo
a tod@s. Gracias.
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por fotocopia o cualquier otro, sin el permiso previo, por escrito, del
autor.
Excelente, fenomenal♥♡pero falto la boda de dani
ResponderEliminarMe encanto , creo que lo mejor que podría pasar, si pudieras una 2da parte, se que es mucho pedir pero me encanta la historia..... Eres lo máximo
ResponderEliminarMe encanto como siempre tu eaceito, gracias por este epilogo tan bello... Una gran familia hermosa, la unixo me quede con ganas de la boda de luna jejeje
ResponderEliminarMuchas Gracias Ve C x la historia, x el talento el tiempo y el esfuerzo , a esperar tu siguiente relato ;) . Me alegro q tu familia se sienta mejor. Un beso desde España, Carmen
ResponderEliminarGracias Ve C por tu increible hiistoria creo que fue una de las historias con las que:mas llore,me emocione,me rei,me inspire,me alegro las mañanas,tardes y noches de extensos desvelos con cada capitulo,una que me deja con ese sabor agridulce porque? bueno por un lado porque llego a su fin pero feliz por haber tenido un gran final como este que lei mas de 5 veces jaja y si terminare una de mis cuantas historias y la publicare en tu honor porque sos de las pocas escritoras que me da valentia a publicar aqui a ti besos y muuuchos abrazos desde Argentina (Prov.)Corrientes (Ciudad de Saladas) tu fiel lectora.
ResponderEliminarBy:LourdesAvalos
V C se ve que disfrutaste de escribir esta preciosa y romántica historia de estos dos seres especiales que después de luchar todo sobretodo luchar contra el odio los celos la envidia la desconfianza y la hipocresía que hay en la vida supieron superar todas las barreras y venció el amor
ResponderEliminarMe gusto mucho que Luna se quedara con Dani y que juntas hayan tenido un hijito Luna encontró su amor y Valentín el será un niño feliz porque estará rodeado de amor y de igualdad y la vida a Luz y Ari les regalo dos niños para consolidar su amor
V C no importa cuanto demores en escribir una historia solo sigue escribiendo para que nosotras disfrutemos con vuestra historia
V C me encanta que seas romántica ser romántica no es pecado ser romántica es creer en la magia del amor
V C un abrazó desde chile
Y si estuvieras mas cerca me caso contigo y escribiríamos muchas historias románticas en el cielo y yo llenaría de poemas la luna solo para ti V C jajajaja V C un gran abrazo con cariño y admiración a tu gran talento hasta pronto